PROLOGO

Se pretende que sea éste un espacio dedicado a entretener y deleitar (... a través de la fotografía fundamentalmente) ... a dar a conocer (...o traer al recuerdo) ciertos monumentos o espacios situados en el término o cercanías de Lahiguera. ...a llamar la atención por el estado de abandono y deterioro de muchos de ellos, ...y si llegara el caso, a remover la conciencia de todos los que somos "herederos" de tales monumentos y espacios, y que con nuestra aportación ayudásemos a la conservación de los mismos.

miércoles, 12 de abril de 2023

PREGÓN DE SEMANA SANTA DE LAHIGUERA DEL AÑO 2023.

DOS REFERENTES DE LA SEMANA DE PASIÓN QUE AÚN PERMANECEN CON NOSOTROS: LA SÁBANA SANTA Y LOS MILAGROS EUCARÍSTICOS.

Nuestro respetuosos saludos a nuestro Rvdo. Sr. Cura Párroco, Sra. Alcaldesa de esta villa, Sr. Presidente de la Agrupación parroquial de Hermandades y Cofradías, a todos los Hermanos cofrades de las diferentes cofradías, y a todos los amigos asistentes.

Tengo sobrados motivos de agradecimiento para incluir en esta salutación inicial a Doña María Isabel Martínez-Cerrillo Agudo, hija del D. Juan Martínez Cerrillo, escultor que con sus manos dio rostro y figura a Nuestro Santísimo Cristo de la Capilla, a nuestro Padre Jesús Nazareno y a nuestro amado San Juan. Quede el recuerdo de su persona como un acto de reconocimiento hacia su padre, al que tan alta consideración le otorgamos, a su madre “Doña Concha” con sus 96 años y a su hermano Juan Manuel Martínez-Cerrillo Agudo.

También quiero reiterar mis saludos, muy efusivamente, a D. Juan Luís Pérez Navero y su esposa Dª María José Gómez León, y a D. José María Pérez Navero, tan queridos y recordados por muchos de nosotros, que felizmente adornan este acto con su presencia esta tarde. No olvidamos como su padre. D. Juan Pérez Cabezas sufragó la adquisición de la imagen de San Juan que corre cada Semana Santa dos veces acompañando a la Virgen de Los Dolores de D. José Navas Parejo. 

Vayan como parte final del saludo de este acto, unas muy afectuosas palabras para todas las personas que han puesto tantos esfuerzos para conseguir dar a nuestra Semana Santa tanta lucidez como la que ahora disfrutamos.

Santísimo Cristo, no sé lo que esperas hoy de mí, yo sí sé lo que yo llevo entre los entresijos y aliños de mi pensamiento para darte, quiero mostrar ante mi pueblo a las personas que crearon tu bella imagen entre una y mil reflexiones suyas, mientras te daban santa forma humana a ti, a tu madre y al discípulo amado. También pienso, que yo tenía que haber venido a conversar con el Dios de los adentros, el que se esconde en los secretos impenetrables de esa alma, no sé si pequeña o muy grande, cámara de seguridad inviolable, que es la conciencia personal de cada uno; por ello quiero traer al Cristo que me acompaña en las inmensas honduras del vacío, al Cristo que cree en mí, el que transita sentenciado por nuestras calles, y provoca en nosotros un sueño de gloriosas espumas de esperanza, tras su paso, el que no se me muere en las tardes tormentosas de cada Viernes de Pasión, el que tanta conversación me ha dado en tantas horas perdidas. Por ello ahora voy a relatar brevemente cómo vivo desde hace años mi Semana Santa personal.

  
La Sindone o Sábana Santa.

        Mi Semana Santa ha cambiado notablemente desde que allá por el año 1986, asistí a una conferencia dada por el Padre Jorge Loring (sacerdote jesuita), titulada “La Sábana Santa”, como ahora todos sabéis se trata de la Síndone o sudario de unos 4,42 metros de largo por un metro de ancho, hecho en tejido llamado sarga 4 con dibujo en espiga, donado por José de Arimatea, amigo de Jesús, que era el habitual modo de entierro de la población israelita, y que colocado sobre la piedra del sepulcro cubrió el cuerpo de Cristo tras bajarlo de la Cruz, el día 3 de abril del año 33 de nuestra era, de forma que lo protegía del contacto de la espalda y parte posterior del cuerpo con la piedra, y desde los pies lo envolvía tras pasar por la cabeza de Jesús hacia el rostro y volvía a taparlo en la cara y parte anterior del cuerpo hasta los pies, con lo cual quedaron dos imágenes de un hombre desnudo de unos 1.80 metros aproximadamente de alto y unos 80 kilogramos de peso. En esas dos imágenes, está contenida toda la Pasión de Nuestro Redentor, con todas las heridas provocadas por los plomos de los látigos de los azotes, las heridas de los clavos, del casquete de espinas, de la lanzada en el costado, de la nariz partida por fractura del cartílago tras los golpes de las caídas, una herida muy contusa por el impacto de un golpe seco en la mejilla derecha, y cada una de las huellas de sus heridas. Hay numerosísimas manchas de sangre, unas de más intensidad que otras, según la magnitud del tipo de herida.
 
La Sábana Santa espejo del Evangelio.

En esos años, nuestro Papa Juan Pablo II, hoy santo, autorizó que un grupo de expertos científicos en diferentes ramas de las ciencias, tomasen una muestra de tejido con sangre, de la reliquia de la Sábana Santa, que se custodia en la Catedral de San Juan en Turín (Italia) desde el año 1694. Los resultados del estudio del ADN de la sangre de la sabana, dieron un grupo sanguíneo AB, común entre la población de Israel y Palestina, y de la dotación genética 23 pares de genes eran genes humanos, los mismos que disponemos cada uno de los humanos, pero los otros 23 pares no tenían nada que ver con la genética del hombre. El laboratorio clínico que realizó el estudio analítico (sin que ellos fueran conscientes del origen de la muestra de sangre), quedó estupefacto, había sido encargado a un especializado laboratorio de personal judío, que se refirió al hecho de los resultados de la analítica de la sangre, en el sentido de que el cristianismo había ganado en la partida de la fe, al judaísmo, religión madre del cristianismo. Ellos no reconocen a Jesús como Hijo de Dios, Dios y Hombre verdadero.

 Veredicto científico sobre la Sábana Santa. Pincha en la imagen.

https://www.youtube.com/watch?v=KSa6p52s0As

            https://www.youtube.com/watch?v=KSa6p52s0As

La Sábana Santa: Por fin todo al descubierto. (Documental original Adjema). Pincha imagen.


https://www.youtube.com/watch?v=V7gOzmroelI
 

 https://www.youtube.com/watch?v=V7gOzmroelI

Otros acontecimientos se han producido a lo largo de los siglos, que han influido fuertemente en mi fe, por la referencia a la sangre surgida de la transustanciación, en el momento de la Consagración en cada Eucaristía, con el cambio de sustancia del pan de la Sagrada Forma en el Cuerpo de Cristo, y el vino en la Sangre de Cristo, tras pronunciar el sacerdote, por la invocación al Espíritu Santo, las palabras de la consagración: “Tomad y comed todos de Él porque “Esto es mi cuerpo, y después con el vino: Tomad y bebed todos de él porque “Esto es mi sangre”. La transustanciación se produce por poder del Espíritu Santo a través del sacerdote. El sacerdote se hace sacerdote para la Eucaristía, que es el centro de la vida cristiana.

En mayo del año 1992, en Buenos Aires, en la parroquia de Santa María, el sacerdote Eduardo Graham, vio como de la Sagrada Forma emanaron gotas de sangre, suceso que volvió a repetirse en 1996. Tras la autorización del Cardenal Jorge Mario Bergoglio, hoy Papa Francisco, fue analizada la sangre y en 2006, la Dra. Sasso dijo que era sangre humana del grupo sanguíneo AB.

Ya en siglos anteriores en Lanciano (Italia) en el siglo VIII se produjo por primera vez ese mismo suceso de la efusión de sangre de la Sagrada Forma que en un estudio del año 1970 dio en mismo resultado.

Lanciano es una pequeña ciudad medieval, que se encuentra en la costa del Mar Adriático de Italia, en la carretera entre San Giovanni Rotondo y Loreto. Aquí se conserva desde hace más de trece siglos el primero y más grande de los milagros Eucarísticos.

Una Hostia convertida en Carne - El Primer Milagro Eucarístico en Lanciano


https://www.youtube.com/watch?v=tr3soR_LhbE

El milagro eucarístico de Lanciano.

Un cardiólogo estudia cinco milagros eucarísticos y coinciden en algo.

https://www.youtube.com/watch?v=SBAJu8Wt39M 

https://www.youtube.com/watch?v=SBAJu8Wt39M

La parte de la Hostia en el centro del círculo de carne, aunque era verdaderamente la Carne de Jesucristo, siguió teniendo los accidentes de pan sin levadura después del milagro, tal como ocurre en cada Consagración. Se mantuvo por muchos años pero se desintegró porque la luneta que la contenía no había sido herméticamente cerrada.

La Carne y la Sangre actualmente visibles no solo son la Carne y la Sangre de Jesús como en toda Hostia consagrada, sino que mantiene hasta la actualidad los accidentes propios de carne y sangre humana. La Carne, desde 1713, se conserva en un artístico Ostensorio de plata, de la escuela napolitana, finamente cincelado.

La Sangre está contenida en una rica y antigua ampolla de cristal de Roca.

La Hostia-Carne, aún se conserva muy bien. El tamaño de la hostia es como las hostias que el sacerdote eleva en las misas hoy día. Es ligeramente parda y adquiere un tinte rosáceo si se ilumina por el lado posterior. La sangre coagulada tiene un color terroso que tiende al amarillo ocre.

El Milagro de Lanciano es un continuo milagro. La Hostia convertida en Carne y el Vino convertido en Sangre, sin el uso de ningún preservativo para su mantenimiento, están aún presentes en el relicario.

Un Monje de la Orden de San Basilio, sabio en las cosas del mundo, pero no en las cosas de la fe, pasaba un tiempo de prueba contra la fe. Dudaba de la presencia real de Nuestro Señor Jesús en la Eucaristía. Oraba constantemente para librarse de esas dudas por miedo de perder su vocación. Sufría día tras día la duda. ¿Está Jesús realmente y, substancialmente presente en la Eucaristía? Dudaba sobre el misterio de la transustanciación.

Su sacerdocio se convirtió en una rutina y se destruía poco a poco. Especialmente la celebración de la Santa Misa se convirtió en una rutina más, un trabajo más.

Una mañana del año 700, mientras celebraba la Santa Misa, estaba siendo atacado fuertemente por la duda y después de haber pronunciado las solemnes palabras de la consagración, vio como la Santa Hostia se convirtió en un círculo de carne y el vino en sangre visible. Estaba ante un fenómeno sobrenatural visible, que lo hizo temblar y comenzó a llorar incontrolablemente de gozo y agradecimiento.

Estuvo parado por un largo rato, de espaldas a los fieles, como era la misa en ese tiempo. Después se volvió despacio hacia ellos, diciéndoles: ¡Oh afortunados testigos a quién el Santísimo Dios, para destruir mi falta de fe, ha querido revelárseles Él mismo en este Bendito Sacramento y hacerse visible ante nuestros ojos. Vengan, hermanos y maravíllense ante nuestro Dios tan cerca de nosotros. Contemplen la Carne y la Sangre de Nuestro Amado Cristo!

Las personas se apresuraron para ir al altar y, al presenciar el milagro, empezaron a clamar, pidiendo perdón y misericordia. Otras empezaron a darse golpes de pecho, confesando sus pecados, declarándose indignos de presenciar tal milagro.

Otros se arrodillaban en señal de respeto y gratitud por el regalo que el Señor les había concedido. Todos contaban la historia por toda la ciudad y por todos los pueblos circunvecinos.

La carne se mantuvo intacta, pero la sangre se dividió en el cáliz, en 5 partículas de diferentes tamaños y formas irregulares. Los monjes decidieron pesar las partículas y descubren fenómenos particulares sobre el peso de cada una de ellas.

Inmediatamente la Hostia y las cinco partículas fueron colocadas en un relicario de marfil.

Como ha sido comprobado, la Hostia que fue milagrosamente convertida en Carne, es compuesta del tejido muscular del corazón humano (miocardio).

El milagro que ocurrió en el año 700 fue solo el comienzo. Eso fue hace más de 1323 años. Si después del milagro, la carne y la sangre se hubieran desintegrado, como esperaban muchos, de todas maneras ya en sí mismo era un milagro espectacular.

De inmediato la noticia del Milagro Eucarístico y el testimonio de la transformación del sacerdote se extendieron por toda la ciudad y el país. Todas las personas hablaban del milagro. Los peregrinos concurrían a Lanciano para venerar la Hostia convertida en carne y el vino en sangre. Aumentó la Fe y devoción al Corazón Eucarístico de Jesús, y se extendió por todo el país.

En 1574 se hicieron pruebas de la Carne y la Sangre y se descubrió un fenómeno inexplicable. Las cinco bolitas de Sangre coagulada son de diferentes tamaños y formas. Pero cualquier combinación pesa en total lo mismo. En otras palabras, la bolita 1 pesa lo mismo que 2, la 2 pesa lo mismo que la 3, y la 3 pesa lo mismo que la 4 y 5. Este resultado está marcado en una tabla de mármol en la Iglesia.

A las distintas investigaciones eclesiásticas siguieron las científicas, llevadas a cabo desde 1574, en los años 1970-1971 y en 1981. En estas últimas, el eminente científico Profesor Odoardo Linoli docente en Anatomía e Histología Patológica y en Química y Microscopía Clínica, con la colaboración del Profesor Ruggero Bertelli de la Universidad de Sena, utilizó los instrumentos científicos más modernos disponibles.

Los análisis, realizados con absoluto rigor científico y documentados por una serie de fotografías al microscopio, dieron los siguientes resultados:

- La Carne es verdadera Carne. La Sangre es verdadera Sangre.

- La Carne y la Sangre pertenecen a la especie humana.

- La Carne está constituida por el tejido muscular del corazón. En la Carne están presentes, en secciones, el miocardio, el endocardio, el nervio vago y, por el relevante espesor del miocardio, el ventrículo cardíaco izquierdo.

- La Carne es un Corazón completo en su estructura esencial.

- La Carne y la Sangre tienen el mismo grupo sanguíneo (AB).

- En la Sangre se encontraron las proteínas normalmente fraccionadas, con la proporción en porcentaje, correspondiente al cuadro Sero-proteico de la sangre fresca normal.

- En la Sangre también se encontraron estos minerales: Cloruro, fósforo, magnesio, potasio, sodio y calcio.

- La conservación de la Carne y de la Sangre, dejadas al estado natural por espacio de más de trece siglos y expuestas a la acción de agentes atmosféricos y biológicos, es de por sí un fenómeno extraordinario.

Se puede decir que la Ciencia ha dado una respuesta segura y exhaustiva acerca de la autenticidad del Milagro Eucarístico de Lanciano. La Sagrada Forma se transformó en unos tejidos musculares como los que cada uno de nosotros tenemos en nuestro corazón, y como hemos dicho la sangre y tejido muscular analizado también tenían el mismo grupo sanguíneo AB de la sangre tomada del tejido de la Sabana Santa.  

7 MILAGROS EUCARÍSTICOS CAPTADOS EN CÁMARA

https://www.youtube.com/watch?v=DReMeHmPKhM    

En tiempos más recientes en Tixla, (estado de Guerrero en México) se produjo un hecho similar que fue estudiado entre 2009 y 2013, que ha sido reconocido como milagro. La historia está llena de iguales casos a través de los siglos, baste citar los nombres de Montserrat, Betania (Venezuela), Bolsena (Italia), Siena (Italia), Buenos Aires (Argentina), Santarem (Portugal), etc.

Milagros Eucarísticos por Países en todo el mundo.

Argentina: (Buenos Aires, 1992-1994-1996). (1).

Austria: (Fiecht, 1310; Seefeld, 1384; Weiten-Raxendorf, 1411). (3)

Bélgica: (Bois-Seigneur-Isaac, 1405; Brujas, 1203; Bruselas, 1370;      Herentals, 1412; Herkenrode-Hasselt, 1317; Liegi, 1374; Middleburg-Lovaina, 1374). (7).

Colombia: (Tumaco, 1906). (1).

Croacia: (Ludbreg, 1411). (1).

Egipto: (S. María Egipcia, IV-V sec.; Scete, III-V sec.). (2).

Francia: (Avignone, 1433; Blanot, 1331; Bordeaux, 1822; Dijon, 1430; Douai, 1254; Faverney, 1608; La Rochelle, 1461; Neuvy Saint Sepulcre, 1257; Les Ulmes, 1668; Marseille-En-Beauvais, 1533; Paris, 1290; Pressac, 1643). (13).

Alemania: (Augsburg, 1194; Benningen, 1216; Bettbrunn, 1125; Erding, 1417; Kranenburg, 1280; Regensburg, 1255; Walldürn, 1330;  Weingarten; Wilsnack, 1383). (9).

India: (Chirattakonam, 2001). (1).

Isla Martinica: (Morne-Rouge, 1902). (1).

Isla de La Reunión: (Saint-André de la Réunion, 1902). (1).

Italia: (Alatri, 1228; Santa Clara De Asis, 1240; Asti, 1535; Bagno di Romagna, 1412; Bolsena, 1264; Canosio, 1630; Cascia, 1330; Cava dei Tirreni, 1656; Dronero, 1631; San Mauro La Bruca, 1969; Ferrara, 1171; Florencia, 1230-1595; Gruaro (Valvasone), 1294; Lanciano, 750 D.C.; Macerata, 1356; Mogoro, 1604; Morrovalle, 1560;  Offida, 1273-1280; Patierno (Nàpoles), 1772;  Rimini, 1227; Roma, VI-VII sec.; Roma, 1610; Rosano, 1948;  San Pedro Damiàn, XI sec.; Salzano, 1517; Scala, 1732; Siena, 1730; Trani, XI sec.; Turin, 1453; Turin, 1640; Veroli, 1570; Volterra, 1472). (32).

México:(Tixtla, 2006). (1).

Países Bajos: (Alkmaar, 1429; Amsterdam, 1345; Bergen, 1421; Boxmeer, 1400; Boxtel-Hoogstraten, 1380; Breda-Niervaart, 1300; Meerssen, 1222-1465; Stiphout, 1342). (8).

Perú: (Eten, 1649). (1).

Polonia: (Cracovia, 1345; Glotowo, 1290; Legnica, 2013; Poznan, 1399; Sokółka 2008). (5).

Portugal: (Santarém, 1247). (1).

España: (Alboraya-Almácera, 1348; Alcalá, 1597; Alcoy, 1568; Caravaca de la Cruz, 1231; Cimballa, 1370; Daroca, 1239; Gerona, 1297; Gorkum-El Escorial, 1572; Guadalupe, 1420; Ivorra, 1010; Moncada, 1392; Montserrat, 1657; O'Cebreiro, 1300; Onil, 1824;  Ponferrada, 1533;  S. Juan de las Abadesas, 1251;  Silla, 1907; Valencia; Zaragoza, 1427). (19).

Suiza: (Ettiswil, 1447). (1).

Venezuela:(Betania, 1991). (1).

Total de casos de milagros eucarísticos recogidos en esta relación: 109, que ocurrieron a lo largo de los siglos en varios países del mundo y que han sido reconocidos por la Iglesia.

Santísimo Cristo de la Capilla de Lahiguera, obra de Juan Martínez Cerrillo.

Os resumo los puntos de reflexión, meditación, y discernimiento de mi Semana Santa personal en tres poesías que os recito a continuación:

EL DIOS QUE BUSCO…

El Dios que tengo en mí no es de madera,

ni sale en procesión ni tiene nombre,

es un Dios todo Dios y todo Hombre

que de mí, sin pedirme, tanto espera.

El Dios que tengo en mí de cabecera,

vive pendiente de que yo me asombre,

de que le pida cuentas, que lo nombre,

le exija, le pregunte. Y que lo quiera.

Es ese Dios que entre los hombres labra,

para sembrar a mano una palabra

-Amor- que le germine cada día.

El mismo que me llama y no contesto,

el que siempre me encuentra con lo puesto.

El que sigo buscando todavía…

 

“¿Por qué me has abandonado”?,

preguntaste en tu agonía.

Hice tantas veces mía

esa pregunta a tu lado…

Cuando me sentí acabado,

a tu nombre recurrí.

Mi agonía puse en Ti

en desesperado grito…

¡Que yo también necesito

que alguien conteste por mí!

 

Mi tierra pide surcos, y tus yuntas

a ararme el corazón están dispuestas,

pero, Señor, me tardan tus respuestas

y se me desesperan las preguntas.

Todo ha sido buscarte en mi camino

y preguntar por ti, ¿dónde, Divino?

fiándole al milagro toda suerte.

No dejes mi esperanza sin salida:

si acaso no me hallaras en la vida,

ven a buscarme donde esté mi muerte.

Ahora comenzamos propiamente con la parte del pregón que me solicitasteis:

Ya antes, alrededor de 2012 fui invitado a hacer este pregón, me lo pidió un antiguo alumno mío, en los primeros años de mi función docente en Lahiguera. Surgió como consecuencia de mi primer artículo sobre la Virgen de la Soledad de D. Domingo Cecilio Sánchez Mesa. Entonces estaba inmerso en otras actividades familiares, el cuidado de mi madre, ya mayor, y de paso, la búsqueda de nuestra historia como villa, por lo que se me hizo más difícil su desempeño.

          Ahora lo recuerdo agradecido y antes de iniciar este Pregón, quiero expresar el agradecimiento más sincero por esa primera invitación y por la que ahora mismo se materializa en este acto.

A primeros del mes de enero, recibí una llamada telefónica en la que Ángel Pancorbo Pancorbo (como bien sabemos, Presidente de la Asociación de Cofradías), me comunicaba que por decisión de la Junta de Cofradías, que él presidía, se me comunicaba la petición de haber sido propuesto para pregonar nuestra Semana Santa en este año 2023, y aunque esta Semana Santa nuestra familia teníamos pensado pasar la Semana Santa en Málaga, el diálogo con Ángel y su recordatorio de mi labor de investigación sobre la autoría de las cinco imágenes, (a las que hoy damos culto en esta nuestra parroquia tan fervorosamente), me hizo llegar a la rápida decisión de llevar a cabo tal iniciativa con mucho agradecimiento y satisfacción, aunque también pensé que tal designación podía ser algo inmerecida, porque sé que otros muchos higuereños son capaces de mostrar nuestra Semana Santa con tanta alma como la que yo puedo prestarle.

Atendiendo los deseos de Ángel, que me recordaba la aportación que mis trabajos habían producido, sobre los autores de nuestras imágenes, entendí que mi pregón debía tratar de dar a conocer en que nos basamos para afirmar con total rotundidad que tenemos cinco imágenes de auténtica categoría artística, porque muy grandes son los nombres de los tres imagineros que modelaron sus rostros y sus figuras. Es incuestionable el altísimo valor artístico de las cinco imágenes que hoy componen los pasos de la Semana Santa de nuestra villa, todas ellas evocadoras del dolor de una Santa Pasión, que nos redimió y conmueve nuestros sentimientos más profundos, nada más comenzar a contemplarlas.

Las imágenes de imagineros tan acreditados en el arte y la historia como D. Domingo Cecilio Sánchez Mesa (La Virgen de La Soledad), D. José Navas Parejo (La Virgen de Los Dolores) y D. Juan Martínez Cerrillo (El Santísimo Cristo de la Capilla, Nuestro Padre Jesús “El Nazareno”, y San Juan), son hoy nuestras imágenes de máxima devoción entre todos los feligreses higuereños. A todos, estos artistas del arte religioso de entonces y de los necesarios restauradores de ahora, son a los que desde aquí recordamos hoy también.

Santísima Virgen de la Soledad de Lahiguera, obra de Domingo Sánchez Mesa.

En fecha 18 de noviembre del año 2011, publicaba en el blogspot Lahiguera un artículo que recogía la historia de la imagen de Ntra. Señora de La Soledad de Lahiguera. Todo fue a raíz de la información proporcionada por un matrimonio amigo de Arjonilla, residente en Granada, mis amigos: Dª. Soledad Bernal Ramírez, y D. Luís Hernández Mercado, hoy fallecidos, fueron mis informantes.

Nos volvimos a encontrar al cabo de varios años y la conversación con ellos dio nuevas luces sobre la evolución de los pasos seguidos por nuestra Virgen de la Soledad desde Arjonilla a Lahiguera. Por eso en fecha 18 de abril de 2020, actualicé el anterior escrito en las partes correspondientes a la información dada, sobre todo por descubrimiento del benefactor Francisco Carmona Garrido que sufragó los gastos de adquisición de la imagen y las razones que refiere D. Alfonso Rueda Nevado del testimonio de “Conchita”, Dª Concepción Gómez Martín como después veremos. La clave de la novedad es que no fue la gente del pueblo de Arjonilla quienes rechazaron la imagen, sino que fue el Prior de Arjonilla D. Luís Sotomayor García, que al parecer tenía algo de genio y quizá dotes de mando, según refirieron.

Con idea de “poner luz en el candelero”, defiendo que la imagen de La Santísima Virgen de La Soledad se realizó en 1939 y pudo llegar a Arjonilla a finales del año 1939, o principios de 1940, sin poder precisar el cuándo.

El Ayuntamiento de Arjonilla se había quedado también sin su San Roque para la celebración de las fiestas patronales y dio 10.000 pesetas para que la imagen de San Roque, de D. Domingo Cecilio Sánchez Mesa, estuviese ya en Arjonilla para celebrar sus fiestas, y es resto del dinero sobrante quedaba para restaurar la Iglesia. También se animó en hacer su petición de la Virgen de La Soledad el benefactor Francisco Carmona Garrido, por lo que a finales de año 1939 pudo estar ya en Arjonilla.  

Algunos años después, en el año 2016, pude consultar y comprobar, para mi asombro, que se nos aclaraba el enigma de la fecha de la posible llegada a Higuera de nuestra Virgen de La Soledad en una página de Facebook, creada por un nieto de D. Domingo Sánchez Mesa, en fecha 25 de abril de 2016; una página dedicada al último gran imaginero de la Escuela Granadina Domingo Cecilio Sánchez Mesa-Churriana de la Vega 1903-Granada 1989, titulada: Domingo Cecilio Sánchez Mesa - Escultor, Imaginero y Tallista.

 https://www.facebook.com/Sanchezmesaimaginero/

En esta página web, creada en fecha 25 de abril de 2016, con publicaciones en fechas 25 de abril de 2016 y en fechas 26 y 27 de ese mismo mes y año, y finalmente en fecha 17 de febrero, comprobé como se indicaba con claridad que la imagen de La Virgen de la Soledad de Lahiguera fue entregada a los gestores de su adquisición para la parroquia de Arjonilla en 1939, algo que puede comprobarse en la misma página de dicho enlace de Facebook. Con este dato de tanta fiabilidad como la de proceder de la página web de Facebook un miembro de la familia Sánchez Mesa, con el objetivo de contabilizar y datar las imágenes salidas de la manos de su abuelo, se publican la gran mayoría de las imágenes salidas de sus manos y del taller que abasteció de imaginería religiosa a muchas poblaciones de Andalucía, tal como entrando en esta página puede comprobarse.

Entiendo que ese dato de la fecha de 1939, debió publicarse en la página del Blogspott… siguiendo los registros de entregas que se hacían en el taller de D. Domingo Cecilio Sánchez Mesa, como simple control del negocio del taller artístico, al igual que en la citada página se pueden comprobar otras muchas fechas de entrega de imágenes de los más variados lugares de nuestra geografía andaluza.

Su autor D. Domingo Cecilio Sánchez Mesa, dedicó la totalidad de su producción artística a la realización de imágenes de tema sacro. Un artista que nació el día 1 de febrero de 1903, hace 120 años, día de San Cecilio, en Churriana de la Vega, un pueblo de la Vega de Granada, en una familia sencilla y de hondos principios religiosos, una población tan próxima a la ciudad de Granada, que le permitía acudir de niño al colegio de los Escolapios en su periodo de educación primaria.

Nuestra Señora de la Soledad de Lahiguera, imagen de D. Domingo Cecilio Sánchez Mesa fue conocida como Nuestra Señora de los Dolores por el prior Padre Antonio (D. Rafael Muñoz Redondo), tal como muestra su grafía al pie en una foto de la virgen, al poco de su llegada a Lahiguera. Después esta imagen pasó a llamarse Nuestra Señora de la Soledad desde el momento en que fue adquirida la imagen de Nuestra Señora la Virgen de los Dolores, obra de D. José Navas Parejo.

En 1942 con el dinero pagado por nuestra imagen, D. Francisco Carmona Garrido adquirió de las mismas manos, la imagen de la Virgen de la Soledad de Arjonilla. En la página web referida no se cita autor de esta imagen, siendo obra de Domingo Sánchez Mesa del año 1942. Y otra imagen posterior de Nuestra Señora de Los Dolores de Arjonilla, obra del mismo autor, D.  Domingo Sánchez Mesa de 1944.

Por ello y a falta de otro dato o datos que pudiesen demostrar lo contrario, defendemos que fue en el mismo año de 1939 cuando la imagen de la Virgen de La Soledad de Lahiguera fue entregada a Arjonilla, y que naturalmente al no gustarle al párroco que hizo el encargo, D. Luis Sotomayor García, éste tratase de cederla a algún párroco del mismo arciprestazgo de Andújar, quizá por conversaciones mutuas anteriores, ambos estaban empeñados en dotar a sus respectivas parroquias de las imágenes de los santos, que habían sido destrozados en la Guerra Civil a principios de la misma, con seguridad en el mismo año 1936. 

Santísima Virgen de la Soledad de Domingo Sánchez Mesa.

Según testimonio de Pedro Manuel García Aranda, Presidente de la Cofradía de Ntra. Sra. de la Soledad de Arjonilla, se daba como fecha del traspaso de la imagen de la Soledad a Higuera en 1940 ó 1941, y al mismo tiempo informaba que “en la cofradía se carece de documentos referentes al encargo y adquisición de esta imagen. Sólo testimonios orales de que la imagen de la Virgen de la Soledad realizada por Domingo Sánchez Mesa llegó hasta Arjonilla en 1940 ó 1941, siendo depositada en primer lugar en casa de Francisco Carmona Garrido, devoto arjonillero que había realizado la donación de la misma al haber sufragado el importe de su realización.

Pedro Manuel García Aranda enviaba por escrito un testimonio recogido de una testigo de aquellos momentos, Concepción Gómez Martín, “Conchita”, quién afirmaba lo siguiente: “La imagen la colocó Paco Garrido, vestida con delantal blanco y manto negro, pero muy escurrida, sobre una mesa en la galería de su casa, junto a la puerta del patio, dicha casa era más bien de techos no muy altos, lo que hacía que la Virgen pareciese más grande. Al verla el Prior D. Luis Sotomayor García le dijo a Paco que la devolviese, que no le gustaba, que era muy larguirucha, aunque era guapa, y fue a raíz de esto cuando se ponen en contacto con el párroco del pueblo vecino de Lahiguera, D. Rafael Muñoz Redondo, al cual se la venden”. Este entrecomillado es el del documento.

Interesante esta aclaración porque da testimonio de que la imagen fue donación de D. Francisco Carmona Garrido, y no fue donación de D. Luis Sotomayor García, el prior arjonillero y hasta hace poco supuesto mecenas; también con sus palabras se acorta el tiempo de entrega a Lahiguera de la imagen, una vez que a pesar de su belleza deciden devolverla. 

También se nos informa sobre la forma en que la imagen fue reembolsada a D. Francisco Carmona Garrido, para volver a adquirir una nueva virgen de Los Dolores para Arjonilla, dice así: “Y en cuanto a la afirmación que de siempre ha corrido por el pueblo sobre que el importe de la Virgen fue pagado con garbanzos, producto típico de aquel pueblo, Pedro Manuel nos afirma que no fue así ya que con el dinero recibido se compró la actual imagen que tiene la cofradía arjonillera. La confusión puede venir de que la persona que llevó la imagen hasta Lahiguera era transportista y de regreso de allí volvió cargado de garbanzos, hecho que indujo a algunas personas a afirmar que pertenecían al pago de la imagen.”

La historia de la presencia de Nuestra Señora de La Soledad en Lahiguera comienza por ser un encargo del párroco de Arjonilla, D. Luís Sotomayor García en el mismo año 1939, (una vez acabada la guerra fratricida), encargó una nueva imagen de la Virgen de Los Dolores, que recordara a la virgen desaparecida, a otro sacerdote D. Luis Ramírez Olivares (tío materno de Soledad Bernal Ramírez, esposa de D. Luís Hernández Mercado, mis amigos informantes) que al parecer por su situación de privilegio cultural, era el perfecto conocedor del mundo del arte en la ciudad granadina, quién enseguida dirigió el encargo al gran escultor granadino D. Domingo Cecilio Sánchez Mesa.

El párroco de Arjonilla, D. Luís Sotomayor García era hombre acaudalado, bastante generoso con la gente necesitada en aquellos años, años de penuria económica, que pidió a otro sacerdote D. Luis Ramírez Olivares, (también abogado, poeta, y persona bien conocedora de la amplia oferta de la imaginería granadina de este tiempo); era un personaje muy conocido e influyente, y refieren que bastante inteligente por ser número uno en oposiciones, que también ocupó el cargo de Administrador de los Servicios Benéficos de la Diputación de Granada. Era la persona idónea por ser natural de Arjonilla, residente en Granada, y que seguramente se consideró el ideal por su buena amistad, relación personal y por su conocimiento del mundo artístico granadino, al ser reconocido en Granada y a su vez ser buen conocedor de todo el panorama artístico de aquellos tiempos.

Como ya hemos referido, el mismo ayuntamiento de Arjonilla había pedido al prior de la localidad, que hiciese las gestiones para la adquisición de una imagen del desaparecido San Roque, patrón de la villa para le celebración de la fiesta patronal de la localidad, suponemos que ésta fue la primera gestión del párroco de Arjonilla, D. Luis Sotomayor García, a petición del ayuntamiento, para que éste se pusiese en contacto con D. Luis Ramírez Olivares, residente en Granada.


Sobre la reposición de la imagen de San Roque, contamos con la información facilitada por D. Ildefonso Rueda Jándula, en el libro: “San Roque patrón de Arjonilla”, publicado en 2008 por la Fundación Caja Rural de Jaén, en este valioso libro se da pormenorizada cuenta de todas las iniciativas municipales del Ayuntamiento de Arjonilla, con ocasión de encargar al prior de la villa las gestiones para la adquisición de una nueva imagen de San Roque, con la que poder celebrar en ese mismo verano de 1939 la tradicional Fiesta de San Roque, tan conocida en todos los pueblos de la Campiña Baja andaluza. El texto tomado del referido libro dice así:

“Al término de la guerra civil, se constituyó a comienzos de abril de 1939 la Comisión Gestora del Ayuntamiento, presidida por D. José Pérez Bernal. El 24 de mayo de ese mismo año, se acordó facultar al párroco D. Luis Sotomayor García para realizar las gestiones de adquisición de una nueva imagen”.

Es posible que el apellido Bernal del padre de Soledad Bernal Ramírez, esposa de D. Luís Hernández Mercado, mis informantes, hiciese posible una relación familiar próxima entre Soledad y D. José Pérez Bernal, que presidió la Comisión Gestora del primer ayuntamiento de Arjonilla tras la guerra.

El 30 de julio de 1939, nos encontramos con otro acuerdo del consistorio de Arjonilla:

“Como consta a los señores gestores en la sesión celebrada por esta comisión municipal con fecha 24 de mayo último, se acordó por unanimidad satisfacer de los fondos de este municipio el importe de la imagen de nuestro Glorioso Patrón San Roque, y como quiera que también esta referida comisión tiene el propósito de contribuir con una cantidad para atender a la reconstrucción de la Parroquia, acuerda unánimemente destinar diez mil pesetas para ambos fines, quedando para la reconstrucción de la Iglesia el sobrante que resulte después de abonar el valor de la Imagen del Patrón”.

Para el mes de Agosto del mismo año, la imagen de San Roque ya estaba terminada, y con ella se pudo celebrar la primera fiesta de San Roque, en la ermita de Jesús. Para esta festividad, se distribuyeron entre los pobres, raciones de pan y aceite. El coste de la imagen fue de 2.600 pesetas, según el recibí firmado por el autor:

“La Inmaculada. Domingo Sánchez Mesa. Escultor. Carrera de Darro, 10 (tachado) Ánimas nº 7. He recibido del Sr. Cura párroco de Arjonilla D. Luis Sotomayor García la cantidad de dos mil seiscientas pesetas importe de la imagen y embalaje que he construido en madera tallada y policromada por encargo oflic. Ayuntamiento de Villa y para que conste firmo el presente anulando el anterior de mil pesetas que había tomado a cuenta. Granada a 10 de Agosto de 1939. Domingo Sánchez. Páguese. El Alcalde.”

Un recibo parecido debió hacerse en el caso de la Virgen de los Dolores al Sr. Cura párroco de Arjonilla D. Luis Sotomayor García, aunque en este caso el costo de la imagen fuese compensado por Francisco Carmona Garrido, un fiel devoto de la venerada y antigua Virgen de los Dolores que había desaparecido en los inicios de la guerra civil.

D. Luis Sotomayor García, párroco de Arjonilla fue el promotor para la adquisición de nuestra imagen y de otra imagen de la “Purísima”, imagen que sí quedo en Arjonilla, y que posee una capilla en la Iglesia Parroquial de la mencionada villa. Esta imagen tiene grabada sobre la madera un verso escrito por D. Luís Ramírez Olivares, el sacerdote poeta que realizó ambas gestiones ante el escultor D. Domingo Sánchez Mesa.

D. Luís Ramírez Olivares, también sacerdote y paisano de confianza residente en Granada, de amplia formación académica y buen conocedor de todo el extraordinario repertorio de artistas imagineros entre ellos: Prados López, Navas Parejo (creador años más tarde de Nuestra Señora de los Dolores de Lahiguera), Torres Rada, Roldán Plata, Paco Muñoz, Simón Olalla, López Azaustre, Luís Fajardo, Benito Barbero, López Burgos, etc.

En Granada había también otros talleres, como el de José Navas Parejo, con mayor empeño de empresa a lo catalán y valenciano y el taller de los Peregrin. Aunque eran ciertamente años malos y de crisis, estos años de la posguerra.


El párroco arjonillero D. Luis Sotomayor García se la ofreció al párroco de aquellos años en Higuera D. Rafael Muñoz Redondo, (Padre Antonio) antiguo capellán militar antes de haber sido párroco del pueblo en la década de los 40 y 50. Muchos higuereños lo recuerdan yendo y viniendo de Higuera a Cazalilla a lomos de una burra, hasta 1953 que fue sustituido en la parroquia.

D. Rafael Muñoz Redondo (Padre Antonio) fue muy popular en nuestra villa, era llamado “Padre Antonio” por todos los paisanos de Lahiguera, debido a que era fraile capuchino y adoptó el nombre de Fray Antonio de Pozoblanco cuando entro en su orden religiosa (fallecido en Madrid en fecha 26 de junio de 1978 a los 80 años de edad).  

Ya, en los años 30, Domingo Cecilio Sánchez Mesa decidió instalarse por su cuenta y abandonó el taller de su maestro el imaginero Eduardo Espinosa Cuadros. Su primer trabajo fue un encargo del Ayuntamiento de Motril, y en esta misma ciudad realizó su primer “Crucificado” para las religiosas dominicas, que sería quemado durante la República.

Durante la Guerra Civil, su actividad como imaginero se vio mermada por los acontecimientos que asolaban el país. Pero tras este período negro en la historia de España, volvió con fuerza montando su estudio en Granada, se necesitaban reponer muchas imágenes desaparecidas.

Hay un parecido de la imagen llamada Nuestra Señora de las Angustias de Motril con nuestra Virgen de La Soledad. Parecido que se reafirma con la imagen antigua de Nuestra Señora de la Amargura de Granada del año 1943, y María Santísima de los Dolores de Jaén, año 1943.

A sus 40 años, D. Domingo Sánchez Mesa era ya un escultor, imaginero y tallista de renombre en Granada y los encargos se le multiplicaron. En esta época va a llevar a cabo una importante actividad por dos motivos: en primer lugar por su estimada consideración como escultor, lo que le hizo valedor de numerosos encargos, y por otra parte por recuperar la imaginería andaluza, que había sufrido las garras de la guerra. D. Domingo Sánchez Mesa consiguió que valiosas imágenes perdidas por la Guerra Civil fueran sustituidas por obras de arte. Después de la misma montó su estudio en Granada y realizó importantes trabajos de creación artística para varias parroquias. Su gran talento le hizo acreedor de un gran renombre y los encargos se multiplicaron. El estudio de imaginero o taller del artista tuvo distintas sedes: Carrera del Darro, Ánimas 10, Almona Vieja número 4,  y Buensuceso, 23.

Nuestra Virgen de La Soledad, como todas las imágenes marianas de Sánchez Mesa, poseen un estilo característico, en el que la pena y la seriedad se unen en un estilo neobarroco, que imprime en ellas una expresión, que podemos decir que es la característica firma artística de su autor. Sánchez Mesa representó en su mayoría mujeres maduras, de rostro mayoritariamente redondeado y perfiles rectos y alargados, caracteres todos ellos claramente representantes de los mejores cánones granadinos.

La expresión del rostro de Nuestra Señora de La Soledad es del más puro dolor sublimado y pleno de tristeza, pero no exteriorizado, sino expresado de forma íntima, rasgo típico de la escuela imaginera granadina a la que debemos adscribir esta imagen. La cara de la Virgen la recorren cinco lágrimas de cristal, tres en la mejilla derecha y dos en la izquierda. Su boca está medio cerrada, dejando entrever los pequeños incisivos superiores.

Se trata de una talla en madera de pino, de bulto redondo y hueca en su interior. Rostro y manos talladas y policromadas, con candelero en madera de pino y recubierto por paneles, ojos y lágrimas de cristal, y pestañas. La imagen está formada por numerosas piezas ensambladas, con muchas uniones reforzadas con clavos industriales, y brazos articulados con sistema de galleta en hombros, codos y muñecas. Posee peana de madera, con una capa de preparación, policromía y parcialmente dorada, que se fija al candelero mediante tacos de madera. La peana también se compone de numerosas piezas ensambladas al hilo, reforzadas con bastidor de palos y travesaño por la parte interna, encontrándose dicha peana en un estado muy deficiente, antes de su última restauración.

Podemos afirmar que dicha imagen había sido intervenida algunas veces antes (quizá a causa del deterioro de las “Carreras del Paso” a través de los primeros años), con intervenciones muy defectuosas en algunos casos, que fueron realizadas con materiales inadecuados, tal como se pudieron observar por ejemplo en el candelero o peana. Además, posee una nueva policromía ocultando la suya original, sin intervenir al respecto, que quizá algún día podamos descubrir.  

Sánchez Mesa imprimía a sus imágenes el clasicismo de la escuela granadina del siglo XVIII, a la vez que hacía patente en las mismas muestras de un gran modernismo, como se puede observar, por ejemplo, en el tallado de la barba del Cristo de los Estudiantes de la localidad malagueña de Vélez-Málaga, el cual está hecho sin modelado aparente y con un rudo uso de la gubia pero con un previo estudio efectista, con el que elimina así los retorcidos mechones tan típicos de centurias anteriores. Con razón se dice que la Semana Santa de Vélez Málaga está llena de imágenes del gran tallista, imaginero y escultor Sánchez Mesa.

Este imaginero contemporáneo, supo aunar la modernidad con la tradición de los cánones barrocos y supo conjugar en el mismo tiempo, la belleza, elegancia y un profundo estudio de fondo en sus obras; por ello nos sumamos a su reconocimiento como gran imaginero andaluz, de lo que pueden dar testimonio la multitud de verdaderas obras de arte con las múltiples imágenes de los templos de Granada, Vélez Málaga, Arjonilla, Villanueva del Arzobispo, Jaén, y muchas más de las parroquias de Andalucía, agradeciendo con íntima gratitud el que nosotros podamos contemplar la obra de arte que son el rostro y las manos de Nuestra Señora de la Soledad de Lahiguera.

Otro apartado a destacar de Sánchez Mesa es su profundo estudio de la anatomía de las tallas que realizaba, principalmente en las de imágenes de Cristo, en las que la musculatura y el estudio de las posiciones se hacen patentes al observar sus obras. Valga como ejemplo de lo anterior la imponente imagen de Jesús del Gran Poder, también de Vélez Málaga, para muchos la obra cumbre del artista granadino, en la que nos presenta una imagen de un joven varón totalmente caído en el suelo por el peso del madero, y que levanta la mirada implorante al cielo, lo que hace al que lo contempla sentirse partícipe de la escena.

Tanto en la imagen Nuestro Padre Jesús del Gran Poder en su tercera caída de Vélez Málaga, como en el Cristo del misterio de las Angustias de la misma localidad de Vélez Málaga, gran desconocido dentro de la producción de este imaginero pero de gran fuerza, realismo y precisión en su ejecución, o en el Cristo de la Expiración de Granada, vemos la exhaustiva elaboración de las manos, que, en el caso del Nazareno de la tercera caída, se muestran en tensión con las manos aferradas a la superficie rocosa que actúa como suelo y de los pies, entrelazados en los Cristos de las Angustias y la Expiración, y perfectamente anatomizados en todas y cada una de estas esculturas procesionales.

Su producción escultórica hunde sus raíces en la escuela granadina, siendo este periodo histórico una fuente inagotable de inspiración en la mayor parte de sus obras, aunque sin descartar su genio creador. Su obra es ingente, pero ello no supone que realizara sus trabajos en serie (tan propio de algunos imagineros contemporáneos) sino que para él cada obra era especial, diferente e íntima. Para Domingo Sánchez Mesa, cada una de ellas era “su imagen”, “su Cristo”, “su Virgen”. Igualmente lo expresaba D. Juan Martínez Cerrillo.

D. Domingo Cecilio Sánchez Mesa casó Dª Trinidad Martín Moreno una joven de Churriana, hija de unos prósperos labradores del lugar, y fruto de este matrimonio nacieron los cuatro hijos siguientes:

1ª Dª Conchita Sánchez Martín (maestra, licenciada en Bellas Artes por U. de Sevilla, y profesora por oposición de la Escuela de Artes y Oficios de Motril), que tiene acreditada fama de pintora a su edad de 89 años.

2º Jesús Sánchez Martín, que falleció a la edad de siete años. En el panteón familiar de Churriana, su padre talló en mármol, un bello ángel vestido con traje de primera comunión.

3ª Don Domingo Sánchez-Mesa Martín, catedrático de Bellas Artes de la Universidad de Granada, padre de: Domingo, José y Leonardo Sánchez-Mesa.

4ª Mari Trini Sánchez Martín (enfermera) ya fallecida.

Después de haber preguntado a su hijo Don Domingo Sánchez-Mesa Martín y a su hija Dª Conchita Sánchez Martín, los datos relativos a nuestra imagen de La Soledad, referidos al año, lugar y firma dónde su padre solía firmar sus obras, no supieron darme tampoco datos de ello.

Conocí a su hijo D. Domingo Sánchez-Mesa Martín, catedrático de Bellas Artes de la Universidad de Granada, fallecido el 5 de octubre de 2013 (sábado), y a su hija Conchita Sánchez-Mesa Martín, (a quien también tengo en la actualidad, la satisfacción de conocer y tratar).

En la imagen de nuestra Virgen de la Soledad, se ha intentado localizar la firma, pero la imagen tallada que consta sólo de cabeza y manos sostenidas en un armazón de madera, no tiene ningún detalle de tal rúbrica.

En la imagen de nuestra Virgen de la Soledad no se observan inscripciones, marcas, monogramas, ni firma. Se habla de que la firma del autor pudo ser eliminada en el trozo de madera que se le quito para hacerla menos pesada y más manejable en la célebre carrera de la Semana de Pasión, que cada año se celebraba, y se celebra, los Viernes de Pasión y Domingos de Gloria de cada Semana Santa de Higuera,… desde hace algunos centenares de años. No olvidemos que durante decenas de años se corría esta artística imagen, hasta que para sustituirla en “el paso o carrera” se adquirió la Virgen de los Dolores de otro famoso imaginero D. José Navas Parejo, que resultaba menos pesada para la carrera y por tanto más manejable.

Recuerdo una anécdota que me contó una amiga muy relacionada con la familia Sánchez-Mesa y su esposa cuando vivían en Churriana: Llego a la proximidad de la casa familiar un vendedor de máquinas de coser Singer, que antes se había detenido un buen rato viendo como un niño (llamado Domingo Sánchez Mesa), hacia imágenes con el barro de los charcos de la calle, al llegar a su puerta tras llamar llego su madre y el vendedor le dijo. Señora puede usted decirme de quien es hijo ese niño que anda ahí haciendo imágenes con el barro, … la madre algo malhumorada le contestó que era su hijo, y que cada día tenía que bañarlo y lavar la ropa porque llegaba a casa embarrado. El vendedor muy seriamente le dijo a la señora: Señora cuiden ustedes de ese niño que es un artista, lo he estado observando y he quedado maravillado de su maestría en la confección de las imágenes que realiza.

No podemos precisar fechas de la llegada de cada una de las imágenes a nuestra parroquia, pero suponemos que si primero llegó la imagen de la Virgen de la Soledad desde Arjonilla, no debió andar muy retrasada la llegada desde Córdoba de Nuestro Crucificado bajo la advocación de Santísimo Cristo de la Capilla y Nuestro Padre Jesús Nazareno, después llegaría nuestra Virgen de los Dolores desde Granada y finalmente allá por la década de los cincuenta del siglo pasado llegó desde Córdoba también la querida imagen de San Juan Evangelista.

Nuestro Padre Jesús Nazareno en procesión de esta Semana Santa del 2023. Obra de Juan Martínez Cerrillo.

Por ello ahora vamos a relatar la obra creativa del gran imaginero de Bujalance D. Juan Martínez Cerrillo.

Ocurrió una anécdota que Isabel recordara…: Tras la lectura del artículo titulado La Virgen de los Dolores de Lahiguera, publicado el Viernes, 30 de marzo de 2012, en este artículo se dice al pie de una bella imagen de nuestro Nazareno: Nuestro Padre Jesús de Lahiguera, autor desconocido.

Unos días después, María Isabel Martínez Cerrillo Agudo, tomo la decisión de llamar al número del móvil que se refleja en el blogs, y recibí su llamada, en la que me aseguró que el propósito de su llamada era confirmar que la imagen de nuestro Nazareno era obra de su padre Juan Martínez Cerrillo, y que igualmente era el autor de un Cristo Crucificado, de una Dolorosa y de San Juan Evangelista.

Doña María Isabel Martínez-Cerrillo Agudo, hija del mejor imaginero cordobés del siglo pasado, Don Juan Martínez Cerrillo, se puso en contacto con nosotros y nos ofreció información documentada sobre las tres imágenes de nuestra devoción, que hasta ahora por desconocimiento, habíamos considerado como de autor desconocido. Doña María Isabel nos proporcionó fuentes de información para acreditar que según anotaciones de su padre y de un amigo suyo llamado D. Juan Toledano, se pudieron catalogar muchas obras salidas de sus manos a lo largo de toda una vida de trabajo.

También me comento que había publicado la Diputación de Córdoba un libro en el año 2001 titulado Martínez Cerrillo que os presento.

En este libro, a través de sus páginas hay numerosas citas sobre las imágenes que salidas de las manos del gran imaginero tenemos hoy en nuestra parroquia.

En la página 68 del libro se dice textualmente: “El momento de la Crucifixión lo recogen las efigies de Belalcázar, Cardeña, Dos Torres (localidad para la que hizo dos de ellas a tamaño natural) Puente Genil con su Cristo de la Buena Muerte de la Cofradía de los Estudiantes e Higuera de Arjona en Jaén. Para el Pueblo Español de Palma de Mallorca hizo una copia del Cristo de los Faroles de Córdoba”.

    Santísimo Cristo de la Capilla, obra de Juan Martínez Cerrillo, en procesión del año 2023.

En la página 72 del libro se dice: “Sus vírgenes Dolorosas fueron las que más fama le dieron, en ellas imprimió un aire típico de la cordobesa, en ellas puso toda su alma e inspiración, y supo dotarlas de una serenidad y finura inconfundibles.

Cerrillo hizo Dolorosas para un gran número de localidades: Castro del Río, Espejo, Fernán Núñez (Parroquia de Santa Marina) Montoro, con su Virgen de los Afligidos, Villafranca, Villaviosa (suponemos Villaviciosa), Monterrubio de la Serena (Badajoz), Almuradiel (Ciudad Real) Jaén, Estación de Baeza (Jaén) Higuera de Arjona (Jaén), Linares 8 Parroquia de san Francisco) dos para Málaga capital, una para el Hospital de San José, Melilla y Bruselas (Copia de la Virgen de los Dolores de Córdoba, para la Casa Madre de la Orden Servita)”

En la página 76 del libro se dice textualmente: “San Juan Apóstol fue realizado para varias localidades, como Montemayor, Posadas, Villa del Río e Higuera de Arjona en Jaén y en Montilla, tenemos la imagen de San Sebastián”.

Imagen de San Juan de Juan Martínez Cerrillo.

San Juan Evangelista de Juan Martínez Cerrillo.

Finalmente en la página 154 del libro dice: Higuera de Arjona (Jaén): Crucificado, Cofradía de su advocación; Dolorosa, Cofradía de su advocación; San Juan Apóstol, Cofradía de su advocación, Jesús Nazareno, Cofradía de su advocación.

Hay en Lahiguera una cuarta obra de Martínez Cerrillo, como parece ser que él firmaba. Es un trabajo en cuero que tiene como motivo la celebración de San Sebastián, realizado expresamente para mi tío Sebastián Fuentes Martínez, esposo de mi tía María Antonia Galán Pérez, que en su reverso dice: A D. Sebastián Fuentes Martínez. Cordialmente, Martínez Cerrillo. 5-5-1981. Con lo cual se confirma que la relación personal entre Sebastián Fuentes Martínez (el hijo de Josefa Martínez Cardeñas, sufragadora de la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno) se mantuvo a través de los años hasta dos años antes de la muerte del insigne imaginero cordobés (en 1983), incluso me refirieron que Martínez Cerrillo fue invitado a alguna cacería de caza mayor que organizaba periódicamente mi tío Sebastián en la finca de “Malabrigo” en Sierra Morena.

 

Imagen de San Sebastián donada a mi tío Sebastián Fuentes Martínez por Juan Martínez Cerrillo en la técnica del guadamecí, con origen en la ciudad magrebí de Gadamés. En la dedicatoria abajo puede leerse: A Don Sebastián Fuentes Martínez, Cordialmente, Martínez Cerrillo 5-5-81.

Parte posterior del trabajo con la misma dedicatoria.

Ya desde mi treintena de años había visto en el dormitorio de matrimonio de la casa de mi tía María Antonia Galán Pérez, la imagen en cuero de San Sebastián, ¿quién me iba de a decir tantos años después que iba a identificar a tan gran imaginero tan próximo a mí familia? Cuando Juan José Catalán González, hijo de Pablo Catalán Fuentes, se hizo cargo de la casa de mis tíos como parte de la herencia, regalo esta preciosa obra a mi cuñado Sebastián Zafra Gavilán, seguramente sin saber tampoco quién era su autor. 

D. Juan Martínez Cerrillo nace en Bujalance (Córdoba) el 4 de abril de 1910, pueblo en el que pasó su infancia, en el seno de una familia de condición modesta, formada por D. Manuel Martínez Valera, natural de Bujalance y Dª Isabel Cerrillo Criado natural de Villa del Río. Quizá por ello el pueblo de Villa del Río disfruta de tantas imágenes de Martínez Cerrillo.

D. Emilio Pino, maestro de Bujalance, el maestro que tantas veces refirió con afecto Martínez Cerrillo, maestro de aquel niño, más conocido como “Juanito”, enseguida se percató y apercibió de las muestras de habilidad natural, que presentaba el niño para el dibujo, razón que motivó que su familia se trasladara años más tarde desde Bujalance a Córdoba, para que el adolescente Juan, de trece años, pudiera desarrollar sus habilidades innatas y pudiera estudiar lo que su maestro le aconsejaba.

Desde muy pequeño “Juanito” se dedicaba, como si fuese un juego, a realizar pequeños pasos con figurillas de barro que colocaba sobre cajas de cartón, al modo de los tronos, que el mismo portaba. Juan fue el tercer hijo del matrimonio, antes habían fallecido Tomás y Araceli de pequeños.

A los diez años Juan Martínez Cerrillo comenzó a recibir clases de música en su Bujalance natal, donde aprendió  pronto a tocar el violín, y tan solo un año más tarde de sus comienzos en la música, paso a formar parte de la Sociedad Artística Musical “Sinfónica Obulculense de Bujalance”, de modo que se convirtió en el miembro más joven de esta agrupación musical.

En 1923 su familia advertida y convencida por el maestro de las condiciones innatas de Juan  para los trabajos artísticos, decide trasladarse a Córdoba para que pueda estudiar en la Escuela de Artes y Oficios de esta ciudad.

Por ello tras estudiar las primeras letras en su pueblo, ingresa con trece años en la Escuela de Artes y Oficios “Mateo Inurria” de Córdoba donde cursa estudios de dibujo, modelado, pintura, historia del arte, se inicia en la técnica del “Guadamecí” que resultaría clave para su futuro. El “Guadamecí” es un trabajo artístico hecho en cuero adobado y adornado con dibujos de pintura o relieve. La palabra deriva del árabe andalusí adamisí, que por su parte deriva del gentilicio árabe adāmisī, gentilicio de la ciudad magrebí llamada desde muy antiguo Gadamés, ya que en ella se especializaban curtidores, marroquineros y talabarteros que exportaban sus característicos cueros decorados y brocados. Algunos escritores y artesanos consideran que el término guadamecil denomina exclusivamente al cuero trabajado metalizado con oro y/o plata, mientras que otros se acogen a una definición menos restrictiva, considerando guadamecí todo el cuero policromado y labrado.

Como Juan Martínez Cerrillo no llegaba a tener la edad de catorce años reglamentarios para su ingreso en tal centro educativo, tuvo que contar con las gestiones de José Lora, amigo y paisano de sus padres y Secretario de la misma Escuela de Artes y Oficios, donde Martínez Carrillo estudió durante cuatro años, cursando enseñanzas de Historia del Arte y Dibujo Artístico, además de Composición Decorativa, dos años de Pintura y un año de Modelado.

Juan ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba el día 23 de Octubre de 1923, comenzando así una vida social activa que llevaría a cabo hasta el final de sus días. La Escuela de Artes y Oficios de Córdoba se había creado en 1901 con el nombre de Escuela Superior de Artes Industriales de Córdoba en el Palacio del Marqués de Benamejí, siendo el escultor Mateo Inurria el encargado de la organización de los estudios del centro. En 1910 y en 1963 se reformaron los respectivos planes de enseñanza, que pasaron a denominarse Artes Aplicadas y Oficios Artísticos. Después en los años 60 se adaptó el antiguo Palacio de los Hoces o Palacio de los Duques de Hornachuelos, situado en la plaza de la Trinidad para el uso de esta escuela, donde reside actualmente. Entre sus directores encontramos a Juan Hidalgo del Moral, Vicente Orti Belmonte, y Dionisio Ortiz Juárez.

Como alumno Juan Martínez Cerrillo fue un discípulo aventajado, recibiendo de sus profesores, entre los que estuvieron Vicente Orti Belmonte, Rafael García y Miguel Guijo, las máximas calificaciones académicas.

Estos estudios iban simultaneados con el trabajo que desarrollaba como operario y aprendiz en el taller de D. Rafael Díaz Fernández (su profesor de Dibujo en la Escuela cordobesa), ubicado en la calle Pérez de Castro de la ciudad, donde fundamentalmente estaba dedicado a la restauración de obras de arte en general y de imágenes antiguas en particular, impartiendo también al terminar su trabajo clases de Dibujo en el Colegio Cervantes, instalado en aquellas fechas en el palacete de la calle Conde de Torres Cabrera.

En realidad al joven Juan Martínez Cerrillo lo que más le gustaba era el trabajo que realizaba en el taller de Don Rafael Díaz Fernández, en el que permaneció trece años, desde su llegada a Córdoba en 1923 hasta 1936. Juan se familiarizó con su oficio de imaginero, conociendo a fondo la imaginería barroca y las técnicas empleadas en la realización de las mismas, especialmente la policromía, tan necesaria  para poder llevar a cabo las restauraciones que le encargaban. Así vemos como Juan Martínez Cerrillo despierta su inquietud por la imaginería barroca, familiarizándose con la policromía y la escultura, verdadera vocación del artista en la que será un maestro autodidacta.

En el nuevo taller, tras independizarse del taller de Díaz Fernández, es donde comienza la talla de sus dos primeras imágenes a tamaño natural, durante los permisos obtenidos durante la contienda civil. Aunque no disponemos de fechas exactas, si podemos asegurar que Cerrillo se independizó de Díaz Fernández recién terminada la guerra en 1939, y montó su primer taller en la calle Sta. María de Gracia. Sin embargo el lugar en que se ubicó el taller no era apropiado, había que trabajar en el patio de la casa y los vecinos se quejaban permanentemente del ruido y el polvo que los tallistas generaban, teniendo como operarios a Castillo y Díaz. Dos años más tarde Cerrillo abandona este primer taller y monta un estudio definitivo en la casa nº 8 de la Plaza de San Rafael, junto a la iglesia del Juramento. Allí mismo se traslada a vivir con sus padres. Se separa entonces de  Castillo Ariza y Díaz Jiménez. Estos operarios estuvieron con Cerrillo no mucho más de un año, parece que se independizan al poco tiempo, (aunque este tiempo no está determinado) montando estos a su vez un nuevo taller en la calle Velasco.

Tan vertiginosa actividad, sumada al reconocimiento y prestigio del maestro, propiciaron la rápida entrada de aprendices en el taller. Su sobrino Francisco Muñoz Martínez y Rufino Muñoz Biedma entraron en 1942, así como su cuñado Rafael Castro Sánchez y Antonio Rubio Moreno, que lo hicieron en 1947, fueron también sus discípulos, entre quienes destacó especialmente este último, Antonio Rubio, a quien se debe la imagen de María Santísima de la Candelaria, de la Hermandad del Huerto. Rubio procedía del taller de José Callejón, pero se marchó al de Cerrillo atraído por el prestigio de éste y por los mayores emolumentos que podía obtener.

También aprendieron con Martínez Cerrillo: Rafael Fabio Ortiz, Aurelio Sanchís, que abandonaría pronto el taller para marcharse al de Callejón, y Juan Arenas, que realizó en los años setenta el nuevo paso del Remedio  de animas que sustituiría al original de Castillo Ariza. Tallistas como Callejón, Pino y Ricardo Rincón estuvieron próximos a él. Hubo otros artesanos que colaboraron activamente con su taller, como Torronteras e hijos (carpinteros), Antonio Cuadrado, Francisco Cabello y Francisco Posadas, que podemos decir completan la nómina de sus colaboradores.

Juan Martínez Cerrillo casó con Dª Concepción Agudo Moreno (“Mi Doña Concha” en palabras de Juan), natural de Villa del Río, y tuvieron dos hijos María Isabel Martínez-Cerrillo Agudo y D. Juan Manuel Martínez-Cerrillo Agudo. El apellido compuesto fue un homenaje de su íntimo amigo D. Miguel Zamora Herrador, decano del Colegio de Procuradores de Córdoba, que lo autorizaba legalmente para hacer uso de él a lo largo de su vida y trasmitir a sus descendientes el privilegio de llevar como apellido compuesto los dos apellidos del padre; una prueba de reconocimiento personal al artista, algo que también ha sido habitual en el caso de otras personalidades destacadas en el mundo del arte (como Sánchez-Mesa) y otras manifestaciones de realización personal consideradas como encomiables.

Martínez Cerrillo siempre reconoció y agradeció a su profesor de Dibujo, Don Rafael Díaz Fernández, que lo introdujera en la restauración de imágenes antiguas y en la técnica de la policromía, conocimientos que le permitieron trabajar junto a los más destacados maestros, como Fernández Andes, autor de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Nuestra Señora de las Angustias titulares de la popular Cofradía sevillana de Los Gitanos, y el maestro Juan de Ávalos, a quien en 1939 ayudó a policromar unas esculturas que el afamado maestro del Valle de los Caídos había realizado, recibiendo en lugar de una contrapartida económica como recompensa por su trabajo, una enseñanza que le sería de gran utilidad en su posterior  carrera de imaginero, al aprender la técnica del “sacado de puntos”.

Juan Martínez Cerrillo tuvo que conocer a Juan de Ávalos a partir de 1938 en que cae herido de gravedad en Jaén, y es trasladado al Hospital de Córdoba. En Córdoba sigue militarizado, pero surge la oportunidad de trabajar en la Constructora Nacional de Maquinaria Eléctrica Cenemesa, como dibujante de motores y piezas. Alternando su trabajo en la fábrica con la ejecución de tallas religiosas. Aunque a menudo se ha vinculado a Ávalos al franquismo por haber realizado las esculturas del Valle de los Caídos, nunca existió afinidad ideológica con Francisco Franco. Juan de Ávalos, un republicano con el carné número 7 del PSOE de Mérida, sólo estuvo en el palacio de El Pardo una vez y cobró por aquel encargo 300.000 pesetas. Alcanzó notoriedad por sus obras en el Valle de los Caídos (Madrid), en especial por las gigantescas figuras de los evangelistas.

Estas actividades relacionadas con la imaginería religiosa eran compartidas por Martínez Cerrillo con la pintura, que siempre fue su vocación latente, porque cuando se le presentaba la ocasión siempre pintaba. Por ello, cuando se convocó por el Ayuntamiento de Córdoba un concurso juvenil con un premio de quinientas pesetas a la mejor pintura, Juan Martínez Cerrillo participó en el mismo como paisajista, obteniendo el deseado primer premio con tan importante compensación económica, que Martínez Cerrillo utilizó, entre otras cosas, para poder visitar Sevilla y poder contemplar los desfiles procesionales del Jueves Santo y de la madrugada del Viernes sevillano.

Parte de su servicio militar lo realiza en Sevilla donde dedica todos los momentos libres para visitar iglesias, museos, y en estudiar detenida y profundamente las obras de los grandes maestros de la imaginería.

Los viajes a Sevilla dejaron impactado al joven artista de Bujalance, haciendo renacer en él su afición a la escultura, y provocando otros viajes a la ciudad sevillana, que le hicieron ir concibiendo la idea de tallar una imagen de la Virgen pequeña, como para un oratorio de su madre. La realidad fue que el esplendor, la brillantez y la riqueza de las cofradías de la Semana Santa de la ciudad sevillana, impresionaron al joven artista, que pronto comenzó a madurar en su cabeza, la idea de realizar una imagen sagrada. Los viajes a Sevilla hicieron renacer en Juan su afición a la escultura.

Aquel joven cordobés que empezó restaurando esculturas, llegaría muy lejos en el campo de la imaginería, con unos comienzos ciertamente duros: “Tuve la idea de hacer una virgencita, muy pequeña, reproducción de la patrona de Bujalance, para dedicársela a mi madre. Eso fue en el año 1935. Al ver aquella virgencita me salieron varios encargos”.

Labró la imagen de la Virgen del Voto patrona de Bujalance para su madre en 1935 y otra imagen más para una familia amiga, ambas en barro policromadas. Estas imágenes de pequeño formato, destinadas al culto familiar y otras de mayor tamaño que le son encargadas por los Hermanos de San Juan de Dios le suponen su carta de presentación en el campo de la imaginería.

Sus trabajos en cuero, tanto cordobanes como guadamecíes, son los que posiblemente han alcanzado mayor proyección mundial, ya que se pueden encontrar obras suyas repartidas por todo el mundo. El motivo de estos trabajos en cuero eran motivos religiosos, destacando obras como el camarín realizado para Ntra. Sra. De la Paz y el completísimo guión diseñado para la Hermandad del Santísimo Cristo de las Penas y Santísima Virgen de la Esperanza de Córdoba.

A pesar de lo referido por sus meritorios trabajos en cuero, es en la imaginería religiosa donde Martínez Cerrillo desarrolla su sensibilidad artística, y donde como artista imaginero adquiere un protagonismo especial, dado que como hemos referido, a raíz de la terminación de la Guerra Civil las demandas por las imágenes destruidas se hacen muy numerosas, un espacio artístico que cubre Juan Martínez Cerrillo al descubrir en esos años que su verdadera vocación artística era la imaginería religiosa. Se especializó en imágenes de vestir de la Virgen, Dolorosas y Cristos de Gloria, llegando a ser quizá el autor más prolífico en este ámbito artístico. El secreto de su prolífica producción imaginera era debido a que su habilidad técnica como tallista le permitía tallar directamente sobre el tablón de madera sin estudios de modelado previos. Las vírgenes e imágenes de Martínez Carrillo manifiestan el hondo sentimiento religioso que caracterizó a su autor, quizá por ello algo distantes o alejadas de los cánones de belleza tradicionales en las imágenes de Ntra. Sra. Su tallado directo le lleva naturalmente a obligadas imperfecciones, pero sus imágenes ganan en piedad al dotar a sus rostros de un natural realismo. Las imágenes de Martínez Cerrillo se diferencian indiscutiblemente de otras por el sello particular que imprime en sus rostros que las hacen fáciles de distinguir y difíciles de definir.

Más de sesenta imágenes de la Virgen andan repartidas de sus manos por diversos países de muy diferentes continentes, aunque las características propias del tallado de su gubia se advierte ya desde la que realizó en 1939 para la cofradía cordobesa de Ntra. Sra. del Mayor Dolor y Esperanza, imagen que procesiona con el Calvario de San Lorenzo, con la advocación de Ntra. Sra. del Mayor Dolor y Esperanza, imagen para la que sirvió de modelo Araceli Chacón.  

Es fácil pensar que tras su retiro en marzo de 1983, Martínez Cerrillo encerrado en su estudio compartiera con su amigo Toledano muchas conversaciones, y entre ellas una recapitulación de la obra de tan meritorio artista, con una edad de sus setenta y cuatro años, harían un recorrido en el recuerdo de sus numerosas obras escultóricas, cuando ya se acostumbra a hacer balance de todo lo realizado a lo largo de toda una vida, con un largo saber adquirido y atesorado en el discurrir de una vida dedicada por completo al arte.

A partir del fallecimiento de D. Juan Martínez Cerrillo (1989), y pasados unos años (2001), la Diputación Provincial de Córdoba publica un interesante libro titulado: “Martínez Cerrillo” en el año 2001. Este libro hoy descatalogado y parece que no reeditado, confirma todo lo que buscábamos sobre las manos y el sentimiento que habían dado forma y espíritu a nuestras queridas imágenes de Higuera de Arjona. Es un interesante libro con profusión de datos biográficos del autor, su obra en la provincia de Córdoba, en otras provincias adyacentes, en otras partes de España, y en América sobre todo en Venezuela. Al final viene en un índice la relación de obras catalogadas de D. Juan Martínez Cerrillo.

Con toda rotundidad puedo afirmaros, con gran alegría, por el testimonio de su hija Dª María Isabel Martínez-Cerrillo Agudo que confirma que D. Juan Martínez Cerrillo, es el autor de las tres imágenes que poseemos, uno de los maestros de la escuela imaginera andaluza contemporánea, que tanto ha contribuido en sus más de 170 imágenes a formar el patrimonio artístico y religioso de muchas cofradías andaluzas, manchegas, mallorquinas y americanas, y lo que es muy importante, las nuestras. Me decía “Maribel” su hija que la imagen de San Juan aparece muy retocada, es una pena que la imagen haya sufrido periódicos arreglos a los largo de los decenios, para eliminar los deterioros que la carreras del Paso del Viernes de Amor y Domingo de Gloria, de tantos años, han producido en su policromía y pátina; en este campo de la policromía es en el que su autor sobresalía, al punto de ser considerado y reconocido como uno de sus mejores en la policromía artística de imágenes religiosas de su tiempo. Enseguida pensé que se mantendría de otra forma original si sólo hubiese estado dedicada al culto y a sus salidas procesionales a través de los años. Con ello no quiero decir que no sea partidario de los Pasos citados en los dos días de Pasión,... son muchas las emociones pasadas al respecto de las “Carreras” a lo largo de mi ya dilatada vida, y comprendo que unos y otros con una forma de sentir la fe o con otra, tenemos todos esos recuerdos ya metidos en nuestras vidas como algo de por sí, imborrable e insustituible. Lo que subyace en mi pensamiento es el cuidado que debemos tener a esta imagen por la categoría de su autor.

Este gran imaginero nos ha dejado tres obras muy conocidas y queridas para nuestro pueblo, que constituyen junto a Nuestras Vírgenes de La Soledad y de Los Dolores, las protagonistas de nuestra Semana Santa de Lahiguera.

D. Juan Martínez Cerrillo ha sido un gran artista atraído sobre todo por la policromía en principio, que dedicó su amplia producción artística a la escultura religiosa. El mismo dejó dicho y escrito la distinción que había que hacer entre escultor e imaginero, porque, para él, el escultor sólo realiza figuras humanas, mientras que el imaginero crea imágenes imbuido por el espíritu religioso que disfruta. Debe de ser cierto lo que nuestro gran maestro dijo; porque parece ser fue hombre de probada fe y piedad religiosa.

Estas imágenes nuestras, como toda la obra escultórica de Martínez Cerrillo, se caracterizan por la suavidad de líneas, la mesura en las formas y la serenidad espiritual que emanan sus figuras. Crea el rostro, la expresión, la unción y la espiritualidad de sus imágenes, una unción de dolor sereno y serenidad penetrante. Tanto sus cristos como sus vírgenes se caracterizan por la expresión de un dolor contenido y la plasmación de unos gestos mesurados, sin recrearse en el sufrimiento anímico de la madre o el hijo en su pasión, con lo que evita la teatralidad y los ademanes expresionistas. Por todo ello se les otorga un signo distintivo a sus imágenes y una personalidad precisa a sus figuras y dota de un estilo característico a sus tallas que en cierto modo las hace fáciles de identificar. La dulzura de su expresión, la delicadeza de sus facciones y la función espiritual de las imágenes son características en toda la obra de D. Juan Martínez Cerrillo.

No podemos terminar esta breve reseña sobre tan prestigioso artista sin reseñar que también realizó obras de carácter general o retablos como los de Bujalance, Cañete, Aguilar y Villaviciosa.

D. Juan Martínez Cerrillo es el imaginero cordobés más importante del siglo XX, tanto por la calidad artística de sus obras como por la cantidad de su producción. Podemos decir que sin sus Cristos y Vírgenes, la Semana Santa de Córdoba, capital y provincia, no sería la misma. Al igual que no lo sería la nuestra en Lahiguera.

En los últimos años, la obra del imaginero Juan Martínez Cerrillo (1910-1989) se ha ido estudiando y revalorizando, cada vez más.

Martínez Cerrillo fallece en Córdoba, en la madrugada del 6 de octubre de 1989, a la edad de 79 años, había ingresado en el Hospital Reina Sofía el 16 de septiembre.

Virgen de los Dolores de Lahiguera, obra de José Navas Parejo.

Finalmente, podemos asegurar que la Virgen de los Dolores de Lahiguera es obra de José Navas Parejo, un afamado imaginero, escultor y orfebre granadino de adopción. Ntra. Sra. de los Dolores servía para cubrir toda la religiosidad popular de la feligresía. Era, “la que se corría temprano en el Paso del Viernes de Amor (Cuando Dª Josefa Martínez Cardeñas -“La Pepa”- donó el Cristo Nazareno), en el Santo Entierro (cuando lo donó D. Antonio Parra Jiménez), la que cerraba el Viernes Santo en la procesión de la Soledad, acompañada de un San Juan (que era San Rafael) hasta que Juan Pérez Cabezas donó el San Juan actual y que el Domingo de Gloria era de nuevo paseada en una Carrera en busca de su Hijo Resucitado representado por una niña vestida convenientemente (Paquita García Garrido), que hacia los efectos de un Resucitado inexistente hasta que Dª Carmen García Mercado, “la Cachorrilla” donó un Niño Jesús que reemplazo a la niña como Resucitado”.

Cuando los jóvenes del pueblo la corrían se quejaban de lo pesada que era La Virgen de D. Domingo Cecilio Sánchez Mesa y lamentablemente se recortó un poco en su base. A pesar de ello y dado que las carreras son parte esencial de la Semana Santa de Higuera desde tiempos ancestrales, se pensó en dotarse de una Virgen más reducida, que facilitase la “Carrera” de nuestra Semana Santa. Entonces fue cuando tres higuereños se dirigieron a Granada para hacer las gestiones de adquisición de una nueva virgen que fuera más liviana.

Virgen de los Dolores antes del "Paso" del Viernes de Pasión para ir al encuentro de su hijo camino del Calvario.

Por mi parte, la necesidad de no perder fechas dado el paso de los años y la posible pérdida de testimonios vivos, me llevaron a buscar testigos en el pueblo de las personas encargadas de la adquisición de la imagen de La Virgen de los Dolores de Lahiguera...

Como es una anécdota que seguramente desconoceréis, os voy a referir que la primera y principal fuente de información sobre la adquisición de la hoy Virgen de los Dolores de D. José Navas Parejo, se produjo en un funeral de entierro, el de Alonso Cortés Mercado, esposo de Francisca Pérez García, conocida como “Paca la de Colmenilla”. Caímos juntos en el banco y le dije: Antonio, tienes que informarme de lo que sepas sobre la adquisición de la Virgen de Los Dolores y todas las circunstancias de la adquisición, y Antonio me dijo: Yo fui, junto con Ignacio Ahumada y Manolo el Comerciante, los que la compramos en Granada.

Había encontrado en Antonio Zafra García la persona idónea para mi interés y propósito de realizar un artículo próximo para el Blogspott.

Quedamos que él me redactaría en unos folios todas esas circunstancias de la gestión y adquisición de la imagen y que yo la recogería en casa de su hija María Teresa Zafra Montoro, en otra próxima estancia en Lahiguera.  

Encontré testimonios valiosos de estos protagonistas y testigos vivos: Antonio Zafra García, e Ignacio Ahumada Martínez; estas dos personas y el fallecido Manuel Zafra Cortijos (El Comerciante), fueron los tres higuereños que compraron la imagen de la Virgen de los Dolores de Lahiguera en el taller último que tenía el insigne escultor, imaginero y orfebre José Navas Parejo en las inmediaciones de la Basílica de La Virgen de Las Angustias de Granada.

Hemos conocido por testimonio de Antonio Zafra García, que la compra de la imagen fue gestionada por él mismo junto con Ignacio Ahumada Martínez y Manuel Zafra Cortijos (Manolo “el comerciante”) que en una primera visita al taller de José Navas Parejo se entrevistaron con el mismo imaginero y sus hijos Emilio, Pepito, Enrique y Luis Navas Parejo. El encargo de la obra lo realizaron en el taller que el artista tenía en la Carrera del Genil en el número 99 (hoy llamada también Carrera de la Virgen). Coincide la información dado que, el último emplazamiento del taller fue en este local. Antes tuvo su primer emplazamiento en la calle Álvaro de Bazán números 9 y 11, después en el Camino  de Huetor-Vega.

No andaba desmemoriado Antonio sobre la ubicación del taller en la Carrera del Genil 99, esta fue la última ubicación del taller de este gran escultor, orfebre y tallista granadino de adopción, aunque malagueño de nacimiento.

Refiere Antonio que la imagen se adquirió por el precio de 2,500 pesetas, que fueron conseguidas por ellos en base a realizar múltiples participaciones de loterías, rifas, tómbolas en las Fiestas de San Juan, incluso se preparó en una caja de madera de las que se utilizaban para el envase de las uvas pasas, y al modo de hucha los clientes de la tienda de Juan Montoro depositaban su aportación voluntaria para la adquisición de la imagen. Para la Tómbola de la Fiestas de San Juan, acudían cada año a los Almacenes Peralta de Andújar, y se llevaban todos los restos de mercancías y antigualla que a este se le iba quedando en el almacén, con el compromiso de que la mercancía sobrante sería admitida de nuevo por Peralta pasados los días de la Tómbola; mercancía que casi siempre tenía salida por la gran acogida de todo el pueblo para tal proyecto y la entrega de la gente a la causa de dotarse de imágenes para la Semana Santa.

Se desconoce la fecha de su adquisición, aquí hay un pequeño desajuste, Don José Navas-Parejo Pérez murió en 1953, si como creen recordar Antonio Zafra García e Ignacio Ahumada Martínez se compró en tiempos de D. Antonio Román Rayo este sacerdote fue a Higuera en 1957. En 1953 dejó la Parroquia “Padre Antonio”, Don Rafael Muñoz Redondo y después durante dos meses fue atendida por dos sacerdotes de forma interina, hasta que llegó Don Martín Muñoz Cobo en 1953 y  estuvo hasta 1957. Año en que como antes hemos dicho llegó Don Antonio Román Rayo.

Parece ser que según testimonio de Ignacio Ahumada Martínez en un primer viaje a Granada de los tres referidos, si vieron en el taller a José Parejo Navas el escultor en el momento del encargo de la imagen, luego debió encargarse antes de 1953. Sin embargo parece que se recogió en 1957, como ya se ha dicho ambos coinciden en recordar que fue en tiempos de Román Rayo.

Me refirió Antonio que había otros colaboradores que ayudaron en aquel proyecto de dotar al pueblo de imágenes para la celebración de la Semana Santa: Manuel Mercado Gavilán, Pedro Cabezas, Ildefonso Martínez, Juan Galán Barranco y algunas otras personas colaboradoras con la parroquia, integrantes de Acción Católica, etc.

Tras esa primera visita al taller de Navas Parejo, acordaron la forma de la entrega. La imagen fue recogida en Granada, en el taller ubicado en Acera del Genil 99, aprovechando un viaje del camión contratado por Francisco Mercado Galán con José Ramos Torrejimeno, para proveerse de madera con la que trabajar en su carpintería. Refiere Ignacio que a este segundo viaje sólo vinieron Antonio y él, y que la imagen fue colocada en el cajón de carga junto con la madera. Curiosamente uno de ellos tuvo que viajar también en el cajón, Pues aparte del conductor y Francisco sólo cabía otro más en la cabina del camión.

Antonio me refirió que recibieron un recibo pero que con el paso de los tiempos y obras en su casa, desconoce hoy donde está el recibo. La persona que realizó todo el trámite de venta, fue Emilio Navas Parejo, hecho que concuerda con las referencias de que la persona encargada por el padre de relaciones públicas y ventas fue su hijo Emilio. Igualmente acierta Antonio en su recuerdo cuando me dijo que lo había atendido Emilio Navas-Parejo (veremos después como el padre unió los dos apellidos en uno, tomando como segundo apellido Pérez. A partir de 1939 pasaría a llamarse oficialmente José Navas-Parejo Pérez.

Antonio me recordaba especialmente el embalaje que protegía el transporte de la imagen, refiere que “aunque se hubiera  golpeado o caído no se hubiera podido lastimar por lo bien ajustado y adaptado que iba el embalaje para proteger la imagen”.

La imagen fue llevada a la casa de Teresa Galán Garrido (conocida como Teresa la de Gil) y allí se vistió con un  traje de novia donado por María Lara García, esposa de Ignacio Ahumada Martínez, casados unos años antes. Adaptado el traje de novia de manos de Juana Galán Garrido (hermana de Teresa y de María) a la talla de la Virgen, y preparada convenientemente en todos sus detalles fue bendecida  por D. Antonio Román Rayo, sacerdote de aquellos años en el pueblo.

Parece ser que en aquellos años de economía tan restringida se estableció la costumbre de donar el traje de novia a ambas vírgenes y así fue en algunos casos recordados por nuestros coetáneos.

Refiere igualmente que posteriormente adquirieron la primera corona, corazón, media luna, estandarte y varales a “Almacenes Angulo” en Lucena, Córdoba. Antonio  supo de su existencia a través  de los viajantes que visitaban la tienda de su suegro Juan Montoro, parece que no tuvieron que desplazarse a Lucena e hicieron las gestiones de compra por envíos sucesivos y los pagos por giros postales.

     Antonio Zafra fue el primer Hermano Mayor de la Virgen de los Dolores el primer año de su hermandad y algunos después, en todo el proceso de cuestación, y proyecto de adquisición reconoce que fue pieza fundamental su esposa Teresa Montoro Galán y que entre ellos y Ana Catalán Catalán la vestían desde el principio y durante muchos años. Recuerdo desde mis años de niño que Antonio fue siempre y durante muchos años la persona que en la Carrera de la Virgen del Domingo de Gloria, tiraba del manto de la Virgen mediada la “Carrera” para que apareciese el manto azul, momento que presenta una estética visual única cada año. Después cuando Antonio fue mayor, continuó esta función Juan Barragán Morales que tuvo continuidad con su hijo Cristino Barragán López.

Fue muy encomiable el reconocimiento que en la primavera del año 2011 se dio a Antonio Zafra García y su difunta esposa Teresa Montoro Galán, en un acto que tuvo lugar en el “Templo de arriba” con entrega de una medalla con la caras de la Virgen de los Dolores y la Virgen de la Soledad y una fotografía enmarcada de la Virgen de los Dolores. Oí decir que este merecido homenaje sería otorgado años después en su segunda edición a María López Galán y a su difunto esposo Juan Barragán Morales, que igualmente destacaron en el desvelo, servicio y colaboración en todo lo referente a la imagen, ajuar y donaciones.

Antonio también agrego que “Nuestro Padre Jesús, “el Cristo Nazareno” lo donó Josefa Martínez Cardeñas y que el San Juan actual lo donó para la hermandad D. Juan Pérez Cabezas, ya que “hasta su adquisición el San Juan paseado en las procesiones fue un San Rafael que las monjas de la Caridad de Córdoba, le dieron al Padre Antonio”. Después el San Rafael referido fue colocado en un nicho pequeño en el templo que se tabico, no sabemos si después se cambió de ubicación porque recuerdo personalmente que hace bastantes años en el coro de la iglesia, había como en un baúl un santo que dijeron que era San Rafael.

Por muestra de respeto a nuestros invitados venidos de fuera de nuestra villa, explicaremos brevemente la carrera de las imágenes que desde hace siglos se realiza en nuestra villa.

La carrera se realiza en la calle Ramón y Cajal a la altura de la esquina de “Antonio el panadero” y termina en el “Cerrillo”. Desde siempre las imágenes de la Virgen de los Dolores y San Juan se han colocado previamente en el zaguán de la casa de Eusebio Zafra Ramírez y María García Cortés, hasta que, según el día: Viernes o Domingo, llegaba el Nazareno o el Resucitado al Cerrillo en una primera parte de la procesión. Tras realizarse desde el balcón de la citada casa una puja-subasta por llevar entre cuatro las andas con las imágenes de la Virgen de los Dolores y San Juan en carrera, y tres reverencias con bajada alternativa de las imágenes hacia el suelo, al ritmo que marcan con los varales, se realiza la “Carrera”, ese momento mágico, lleno de respeto, nervios  y oraciones del encuentro de la Virgen y San Juan con su Hijo camino del Calvario y con el Cristo triunfante del día de la Resurrección. Hace algunos años la familia de María López Zafra y su entrañable esposo fallecido Juan Pedro López Ramos, ella nieta de Eusebio, adecentaron totalmente por su cuenta una habitación capilla para albergar las imágenes en tan emotivo momento de espera del encuentro, lo hicieron con un extraordinario empeño y logro, al que toda nuestra villa le agradece continúe la tradición que ahora mantienen con gran fervor, será esa capilla la que albergue nuestras imágenes de La Virgen de los Dolores y San Juan como motivo de las visitas y culto antes de las carreras del denominado Paso de Viernes de Amor y del Domingo de Gloria.

El momento cumbre del Encuentro de la Virgen de los Dolores con su Hijo Resucitado, produce una explosión de emociones contenidas que termina en aplausos de los espectadores. El pueblo vive el trascurrir de la Carrera con un fuerte sentimiento tanto por su significado como por el acto de la emocionante carrera en sí, a veces ante cualquier momento de inestabilidad de la imagen en la Carrera se escuchar gritos ahogados donde la emoción del sentimiento supera ampliamente el control personal de los fieles. Este año la imagen de San Juan perdió la verticalidad en la carrera, aunque no ha sufrido deterioro, hay que hacer la carrera con más calma. El "Paso" del Domingo de Gloria si fue más sosegado y resultó muy brillante. Últimamente acuden muchos forasteros al pueblo en ambos días, para presenciar la ancestral tradición del “Paso de la Pasión” de Lahiguera.

EL PASO DE LAHIGUERA.

El Nazareno de Juan Martínez Cerrillo

hace parada de descanso en la cima del “Cerrillo”.

Jesús piensa en solitario en la crucifixión del Calvario,

pero el pueblo parece seguir en su trasiego diario.

No es que falte la aflicción, es la costumbre en la Pasión.

Esta tierra en que se mora no es la triste Zamora.

Lentamente se configura, con griterío y chiquillería, la subasta

Hasta el final de las ofertas por las dos andas.

Se van eligiendo los mejores observatorios a gusto,

las madres recogen los niños para evitar el atropello y disgusto.

Los balcones asegurados permanecen vacíos,

después llegan familiares y comprometíos.

La subasta se alarga innecesariamente,

ya es lo habitual, nadie lo entiende.

¡¡¡ Que se acabe la subasta ¡!! ¡¡¡Ya basta!!!

María y Juan caminaron por nuestras calles, no lo encontraron,

En una casa remozada se alojan y descansaban,

Es la que los dueños desde siempre le brindaron,

un vecino agradecido que Eusebio lo llamaban.

Salen de casa de Eusebio y pronto desde la esquina

y la casa de mi abuelo lo divisan,

con tres breves reverencias de cetros y estandartes comienzan a correr a toda prisa.

Su Dolorosa Madre sale la primera,

No hay sosiego, ¡¡¡Si lo viera!!!

La Virgen de José Navas Parejo,

corre y abandona su cortejo, ya se acabó la subasta

La Dolorosa sale veloz, la primera,

San Juan no puede cogerla.

También corre en fervor nuestra villa de Lahiguera.

Es el Paso corrido durante siglos a nuestra manera,

y la gentes de la villa, es así como lo venera.

Mucho sentimiento y dolor,

en el Viernes Santo del fraterno Amor,

sin saber por anunciada profecía,

que tan sólo el dolor tres días duraría.

El Domingo resucita y con Él, espera la Salvación,

Una salvación abierta a los de toda condición.

¡¡¡ Aleluya para todos!!! Pueblo mío,

Este dolor se acabó con tan Gloriosa Resurrección,

Gracias al Dios que en algo más de una treintena nació.

Digo yo, que en ese momento y lugar de tropel,

El Mesías de Hendel debería sonar cada vez.

Pedro Galán Galán (08/04/2022)

He dicho.

Muchas gracias.

Lahiguera 1 de abril de 2023.

Nota aclaratoria: Este es el texto completo que elaboré para el Pregón, que naturalmente tuve que recortar previamente y sobre el terreno. Ha sido publicado en su totalidad a petición de los múltiples higuereños asistentes que me lo solicitaron. Las poesías del principio son de D. Antonio García Barbeito.

4 comentarios:

jesus.nuevodoncel dijo...

Este pregón enriquece el acervo cultural y religioso de la Semana Santa de Lahiguera. El patrimonio inmaterial del pueblo también importa y ahí puede situarse con honor este pregón. Un testimonio de devoción y sabiduría. ¡A tal pueblo, tal pregonero!

Manuel Jiménez Barragán dijo...

Estupendo, ya lo tenemos. Lo que sí me hubiera gustado es una fotografía del cordobán que le regaló Cerrillo a tu tío Fuentes.
¡Enhorabuena!

Manuel Jiménez Barragán dijo...

Gracias por ponerlo. Si los dueños no lo quieren y lo van a tirar, pues a mí no me importaría... que me lo dieran.

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

Muchas gracias amigos por vuestros comentarios.
Cordiales saludos.