PROLOGO

Se pretende que sea éste un espacio dedicado a entretener y deleitar (... a través de la fotografía fundamentalmente) ... a dar a conocer (...o traer al recuerdo) ciertos monumentos o espacios situados en el término o cercanías de Lahiguera. ...a llamar la atención por el estado de abandono y deterioro de muchos de ellos, ...y si llegara el caso, a remover la conciencia de todos los que somos "herederos" de tales monumentos y espacios, y que con nuestra aportación ayudásemos a la conservación de los mismos.

miércoles, 26 de mayo de 2021

D. JUAN LUÍS PÉREZ NAVERO. JEFE DEL SERVICIO DE PEDIATRÍA, URGENCIAS, Y CRÍTICOS DEL HOSPITAL UNIVERSITARIO REINA SOFÍA DE CÓRDOBA. UN HIGUEREÑO DE ALTO PRESTIGIO PROFESIONAL.

UN BREVE RECUERDO A SU PADRE D. JUAN PÉREZ CABEZAS, VETERINARIO MUNICIPAL DURANTE DECENAS DE AÑOS EN SU PUEBLO NATAL.

En  fecha 15 de marzo de 2012 publicamos en este Blog spot un artículo sobre un higuereño ilustre que titulé “El Profesor Doctor Don Juan Luís Pérez Navero”, y subtitulaba: Un higuereño a destacar por su extraordinaria carrera profesional: El Profesor Doctor Don Juan Luís Pérez Navero.

https://lahiguerajaen.blogspot.com/2012/03/el-profesor-doctor-don-juan-luis-perez.html

Este artículo se ha convertido en el artículo más leído entre todos los publicados, a día de hoy han leído el artículo 11.423 visitantes de nuestro blogs; pronto harán casi diez años que lo publicamos y el número de lectores se incrementa poco a poco, a pesar del tiempo transcurrido.

Dr. D. Juan Luís Pérez Navero. Jefe Servicio Pediatría, Urgencias, y Críticos del Hospital Universitario. Reina Sofía (Córdoba).

En este artículo retomamos la carrera profesional de Juan Luís Pérez Navero. Jefe Servicio Pediatría, Urgencias, y Críticos del Hospital Universitario. Reina Sofía (Córdoba)

Su Currículum Vitae podría sintetizarse diciendo de él que es:

Jefe de Servicio de Pediatría, Críticos y Urgencias. Director de la Unidad de Gestión Clínica de Pediatría y sus Especialidades. Hospital Universitario Reina Sofía. Córdoba.

Profesor Titular de Pediatría. Departamento de Ciencias Médicas y Quirúrgicas de la Facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad de Córdoba

Jefe de Estudios de la Unidad Docente Multiprofesional de Pediatría del Hospital Universitario Reina Sofía. Unidad acreditada docente para la formación de especialistas en Ciencias de la Salud: Médicos Pediatras y Especialistas en Enfermería Pediátrica.

Presidente de la Sociedad de Pediatría Andalucía Occidental y Extremadura.

Socio de Honor de la Asociación Española de Pediatría (AEP), en virtud de su labor a favor de la pediatría y sus méritos científicos y profesionales.

Investigador del grupo BE-07 de Metabolismo Infantil e Investigación Pediátrica del Instituto Maimonides de Investigación Biomédica (IMIBIC) acreditado por el ISCIII y del grupo de investigación PAIDI CTS-639 de la Junta de Andalucía.

Ha dirigido 16 tesis doctorales con obtención de sobresaliente cum laude, de ellas seis se han defendidos en los últimos años.

Director de numerosos Proyectos de Fin de Grado y de Fin de Máster.

Editor de 7 libros y autor de 56 capítulos de libros.

Autor de 105 publicaciones en revistas de impacto JCR. H-Index: 10.

Promedio citas por elemento: 5,37.

Total veces citado: 564.

Dr. D. Juan Luís Pérez Navero a la derecha.
Con ocasión de la elaboración de la línea genealógica de los Pérez, línea familiar de mi abuelo José María Galán Pérez, he recopilado colateralmente los antecesores de la familia de D. Juan Pérez Cabezas, la misma rama familiar de mi abuelo, a quien él llamaba “tío”.Era su tío de primo hermano, su padre Juan Pérez Zafra, y José María Galán Pérez eran primos hermanos, su padre Juan Pérez Cortés, y la madre de su primo José María (Cándida Pérez Cortés) eran hermanos.

D. Juan Pérez Cabezas, veterinario municipal de Lahiguera durante decenas de años. Foto de Miguel Ángel Pérez Navero.
Juan Pérez Cabezas nació en Higuera de Arjona (hoy Lahiguera) en fecha quince de agosto de mil novecientos diecinueve. Años después comenzó en la Facultad de Veterinaria de Córdoba sus estudios universitarios, estudios que quedaron interrumpidos por la Guerra Civil y el fallecimiento de su padre. Terminada la guerra continuó sus estudios y su licenciatura en Veterinaria, ejerciendo como veterinario en su pueblo hasta el año mil novecientos cincuenta y siete, año en el que se trasladó desde Higuera de Arjona a Porcuna con su familia, estableciendo su nuevo domicilio familiar en la vivienda número dieciocho del Llanete San Juan en Porcuna. Cuando se desplazó la familia estaba compuesta por el matrimonio y los cuatro hijos mayores: Mari Lauri Pérez Navero, Juan Luis Pérez Navero, José María Pérez Navero, y Mari Carmen Pérez Navero; después nacieron en Porcuna el resto de sus hijos (Diego Jesús Pérez Navero, Miguel Ángel Pérez Navero, y Pilar Pérez Navero). En Porcuna desempeño sus funciones como veterinario municipal durante veinticinco años, los transcurridos desde mil novecientos cincuenta y siete hasta que falleció en fecha ocho de abril de mil novecientos ochenta y dos, a la edad de sesenta y dos años.
Paseo de Jesús en Porcuna.
En Lahiguera vivieron en la calle Ramón y Cajal, número 37, (al lado del Cine Palomares) donde tras la venta del domicilio de los Pérez Navero, se instaló la Farmacia de Doña Ana Ahumada Fuentes, que tiempo atrás había estado en la Plaza de José Antonio, donde hoy está el viejo Casino.

Vista de su nuevo domicilio en Porcuna en el Llanete de San Juan. Foto de César Cruz.

Aunque tenemos antecesores familiares registrados de la línea familiar de los Pérez o Pérez de Valenzuela bastante anteriores a los que a continuación comentamos, que ofreceremos completos en un artículo posterior, comenzaremos estableciendo, de momento, el linaje de los Pérez o Pérez de Valenzuela a través de Juan Pérez (de Valenzuela) López (mi abuelo cuarto) que procedente de Arjonilla se debió de hacer hombre en Lahiguera y se casó con la higuereña Sebastiana Francisca Martina Serrano Cubillas, mi abuela cuarta, (bautizada en la Parroquia de Nuestra Señora de la Consolación de  la “Higuera cerca de Arjona” en fecha del 12 de noviembre de 1790), y de este matrimonio nacieron cinco hijos llamados: Sebastián Pérez Cortés, Juan Pérez Cortés, Cándida Pérez Cortés, Francisca Pérez Cortés y Mariana Pérez Cortés.

Mis bisabuelos paternos: Cándida Pérez Cortés, con su esposo José Galán García y sus ocho hijos. José María Galán Pérez (mi abuelo paterno) es el primero de la izquierda de grupo de hermanos que están de pié.
Mi bisabuela era la tercera de los hermanos, llamada Cándida Pérez Cortes, madre de mi abuelo José María Galán Pérez, y el hermano anterior en nacimiento de Cándida Pérez Cortes era Juan Pérez Cortés, abuelo de D. Juan Pérez Cabezas y bisabuelo de D. Juan Luís Pérez Navero, hermanos y primos. Al ser Juan Pérez Cortés hermano de mi bisabuela Cándida Pérez Cortés, sus siete hijos: 1ª María Francisca Pérez Zafra, 2ª Mariana Pérez Zafra, 3ª Juana Pérez Zafra, 4º Juan Pérez Zafra, 5º Francisco Pérez Zafra, 6º Antonio Pérez Zafra y 7º Braulio Pérez Zafra, fueron primos hermanos de los ocho hijos de Cándida Pérez Cortes llamados 1º José María Galán Pérez (mi abuelo), 2ª Juana Galán Pérez, 3ª Mariana Galán Pérez, 4ª Josefa Galán Pérez, 5ª María Galán Pérez, 6ª Francisca Galán Pérez (Paca), 7º Juan Galán Pérez  y 8ª Cándida Galán Pérez.

De esta forma Juan Pérez Zafra, (antecesor de Juan Pérez Cabezas, padre de Juan Luis Pérez Navero) y mi abuelo José María Galán Pérez (antecesor de mi padre, Manuel Galán Barranco) eran primos hermanos. D. Juan Pérez Cabezas y mi padre Manuel Galán Barranco eran primos segundos, casi de la misma edad. Los respectivos hijos Juan Pérez Cabezas, y de sus hermanas, y los hijos de Manuel Galán Barranco y sobrinos, hijos de sus hermanas y hermanos, eran primos terceros.

D. Juan Pérez Cabezas, tan solo unos meses menor que mi padre.
Así pues los hijos de ambos Juan Pérez Cabezas (Mari Lauri Pérez Navero, Juan Luís Pérez Navero, José María Pérez Navero, Mari Carmen Pérez Navero, Diego Jesús Pérez Navero, Miguel Ángel Pérez Navero, y Pilar Pérez Navero), y los de Manuel Galán Barranco (José María Galán Galán y Pedro Galán Galán) tienen una relación familiar de primos terceros.

Nuestros abuelos terceros: Juan Pérez Serrano  y Sebastiana Cortés García son comunes para ambas ramas familiares, e igualmente son comunes nuestros abuelos cuartos, los padres de Juan Pérez Serrano: Juan Pérez (de Valenzuela) López (de Arjonilla) y la higuereña Sebastiana Francisca Martina Serrano Cubillas, (bautizada en la parroquia de la Higuera cerca de Arjona en fecha 12 de noviembre de 1790)

El segundo de los hijos de Juan Pérez Serrano y Sebastiana Cortés García fue Juan Pérez Cortés que casó con Pilar Zafra García, conocida después como “Pilarito” (Pilar Zafra García era una joven de origen humilde que gano el corazón de Juan Pérez Cortés). Pilar Zafra García había venido con sus padres y hermanos desde la provincia de Cádiz, su padre era sacristán en su pueblo y vino a buscarse mejor vida con sus hijos durante la recolección de la aceituna. Juan Pérez Cortés quedó prendado de la belleza de Pilar y dicen que cuando iba a la finca en recolección con su caballo, no se movía del lugar en que trabajaba Pilar, que parece ser que por referencias era agraciada físicamente y relativamente alta. Juan y Pilar terminaron casándose como consecuencia de este idilio.

Juan Pérez (de Valenzuela) Cortés y Pilar Zafra García tuvieron siete hijos: 1ª María Francisca Pérez Zafra, 2ª Mariana Pérez Zafra, 3ª Juana Pérez Zafra, 4º Juan Pérez Zafra, 5º Francisco Pérez Zafra, 6º Antonio Pérez Zafra y 7º Braulio Pérez Zafra.

.- María Francisca Pérez Zafra casada con Manuel Martínez Calero, padres de: 1º Mateo Martínez Pérez, 2ª Justa Martínez Pérez, y 3ª Pilar Martínez Pérez.

1º Mateo Martínez Pérez casado con Estrella Sotomayor. Hijos: 1ª Pilar Martínez Sotomayor y 2ª Manuel Martínez Sotomayor.

2 ª.- Justa Martínez Pérez casada con Miguel Barranco Colmenero. Hijos: 1º Manuel Barranco Martínez, 2º Miguel Ángel Barranco Martínez, 3ª Pilar Barranco Martínez, 4ª María del Mar Barranco Martínez, y 5º Rafael Barranco Martínez

3ª.- Pilar Martínez Pérez casada Juan Galán Barranco (tíos míos). Padres de María Teresa Galán Martínez casada con Ricardo Rodríguez Santos y Ana Mari Galán Martínez. Hija: María Teresa Jiménez Galán.

.- Mariana Pérez Zafra casada con Esteban Castro Pérez. Hijo: Francisco Castro Pérez que casó con Aurora García Pérez. Hijos: 1ª Mariana Castro García, 2º Esteban Castro García y 3º Francisco Castro García, fallecido joven.

1ª Mariana Castro García casada con Isidro Cubillas Lara: Hijos: 1º Alfonso Cubillas Castro, 2º Francisco Cubillas Castro y 3º Isidro Cubillas Castro.

1º Alfonso Cubillas Castro casado con María Durán Sánchez. Hijos: 1º Iván Cubillas Durán y 2ª Sara Cubillas Durán.

2º Francisco Cubillas Castro casado con Francisca Mota Mota (Kitina). Hijos:1º Laureano Cubillas Mota y 2º Xavier Cubillas Mota.

3º Isidro Cubillas Castro casado con Elena Olmo Valverde. Hijo: Esteban (Esteve) Cubillas Olmo

2º Esteban Castro García casado con Magdalena Pérez García, sin descendencia.

.- Juana Pérez Zafra casada con Manuel Fuentes Martínez. Hijos: 1ª María Josefa Fuentes Pérez y 2º Sebastián Fuentes Pérez

1ª María Josefa Fuentes Pérez  casada con Juan José Zafra García. Hijos: 1º Eusebio Zafra Fuentes, 2º Manuel Zafra Fuentes, 3º Carlos Zafra Fuentes y 4ª Pilar Zafra Fuentes).

2º Sebastián Fuentes Pérez casado con María Francisca Morales García. Hijos: 1º Manuel Fuentes Morales, 2ª Juanita Fuentes Morales y 3º Francisco Fuentes Morales.

.- Juan Pérez Zafra casado con Aurelia Cabezas Reig (natural de Enguera, Valencia) tuvieron los siguientes descendientes: 1ª Pilar Pérez Cabezas, 2º Juan Pérez Cabezas, y 3ª Conchita Pérez Cabezas.

1ª Pilar Pérez Cabezas casó con Francisco López Colmenero, natural de Fuerte del Rey (Jaén). Sus hijos fueron: 1º Juan José López Pérez casado con Marina García Gallego. Hijos: Quico López García, Juan José López García y Manuel López García); y 2ª Fátima López Pérez casada con Pedro Rodríguez García. Hijos: 1ª Pilar Rodríguez López y 2ª Fátima Rodríguez López.

2º Juan Pérez Cabezas, casado con Carmen Navero Medina tuvieron los siguientes descendientes: Mari Lauri Pérez Navero, Juan Luís Pérez Navero, José María Pérez Navero, Mari Carmen Pérez Navero, Diego Jesús Pérez Navero, Miguel Ángel Pérez Navero, y Pilar Pérez Navero.

3ª Conchita Pérez Cabezas casada con Antonio Muñoz Marín. Hijos: 1º Antonio Muñoz Pérez, 2ª Mari Carmen Muñoz Pérez, 3ª Laura Muñoz Pérez  y 4º Juan José Muñoz Pérez

1º. Antonio Muñoz Pérez, (soltero).

2ª. Mari Carmen Muñoz Pérez, casada con José Enrique Cerda Gila. Hijos: 1º José Enrique Cerdá Muñoz y 2º Alejandro Cerdá Muñoz.

3ª. Laura Muñoz Pérez casada con Agapito Maestre Sánchez. Hijos: 1º Juan Maestre Muñoz y 2º Rodrigo Maestre Muñoz.

4º y Juan José Muñoz Pérez casado con Carmen Gómez Blázquez. Hija: Carmen Muñoz Gómez.

El resto de los hermanos Pérez Zafra: 5º Francisco Pérez Zafra, 6º Antonio Pérez Zafra y 7º Braulio Pérez Zafra, serán incluidos en un próximo articulo que tratará toda la rama de los Pérez o Pérez de Valenzuela, con antecesores y descendientes.

Dr. D. Juan Luís Pérez Navero.
Su ya larga vida profesional ha transcurrido entre la Facultad de Medicina de Córdoba y el Hospital universitario Reina Sofía de Córdoba.

El complejo sanitario del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba proporciona a quienes forman parte de él un hogar acogedor, ya sea para trabajar durante turnos de mañana, tarde o noche; guardias de 24 horas u hospitalizaciones más prolongadas en el tiempo. La variedad de servicios que ofrece el centro a pacientes, familiares y profesionales convierte sus edificios en una pequeña ciudad que cuenta con su propio colegio, biblioteca, tienda de alimentación, librería, kiosco de prensa, cajero automático, cafetería, lavandería, cocina y capilla.

Por un buen puñado de razones, para muchos pacientes y profesionales, las calles que conforman este complejo sanitario, sus pasillos, habitaciones, despachos, salas de consulta e incluso el área quirúrgica son extensiones de su hogar. Por estos espacios se cuela la vida con intensidad. En pocas ocasiones la vinculación al Reina Sofía puede disimular el orgullo. Trabajar o recibir atención en sus dependencias es garantía de calidad, un sello que se ganó la primera generación de profesionales que habitó esta casa y han sabido mantener, cuidar y actualizar las siguientes hasta el día de hoy.

Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba.
Teniendo en cuenta la parcela de 280.000 metros cuadrados sobre la que se extiende se podría hablar de un barrio bien equipado, mientras que si se atiende al número de residentes habituales y su fluido tránsito de visitas es más acertado referirse a él como una pequeña ciudad con un ritmo de vida frenético. Estas comparaciones serían válidas para describir algunos de los aspectos que hacen del Hospital Reina Sofía un espacio muy vivo al que acuden a trabajar a diario más de 5.000 personas, a las que hay que sumar alrededor de 500 contrataciones por empresas externas, unos 18.000 ciudadanos pasan a diario por sus instalaciones para recibir asistencia sanitaria, acompañar o visitar a algún enfermo y unos 900 pacientes se alojan en sus habitaciones.

Los facultativos del Hospital Reina Sofía muestran un ventrículo artificial.
Al margen de la actividad asistencial, docente e investigadora que soportan los pilares de este hospital desde hace 45 años, para completar su funcionamiento y hacer más confortable la estancia de los inquilinos ocasionales y habituales que pasan por él, el centro se ha dotado de una amplia variedad de servicios. En el terreno más intelectual encontramos la biblioteca, que forma parte de la Biblioteca Virtual del Sistema Sanitario Público Andaluz con 1.564 libros y 560 colecciones de revistas sobre biomedicina y salud. También se puso en marcha hace unos años por un grupo de profesionales la iniciativa bookcrossing, que ha permitido liberar ya más de 7.000 títulos y tiene catalogados en estos momentos 1.500 libros más.

Presentación de una de las múltiples actividades programadas para los niños internos del Materno Infantil del Reina Sofía.
Durante su hospitalización en el Materno Infantil, los niños no se libran de ir a cole. El centro dispone de un aula hospitalaria en la que dos docentes se esmeran para que puedan continuar con sus tareas sin interrumpir su ritmo escolar. La ciberaula, como desde hace unos años se conoce este espacio, también se usa como rincón lúdico y creativo y en ella se celebran concursos y talleres divertidos, así como fiestas para celebrar la Navidad, la feria de mayo, las cruces, el día de la madre o la Semana Santa.

Presentación de Gala Solidaria, una actividad de las muchas programadas para los niños internos.


Con estos pacientes tan vulnerables se vuelcan todos los profesionales del Reina Sofía y de un modo muy especial lo hacen los integrantes de una asociación también peculiar, la de mayores del hospital. Los profesionales que una vez jubilados pasan a formar parte de este colectivo disfrutan de la hospitalidad que se respira en la gran familia que conforma este hospital. La cúpula de la asociación acude de lunes a jueves tan ilusionada como su lejano y primer día de trabajo en el hospital. El coro que han creado anima los numerosos eventos que pueblan la agenda hospitalaria y no hay vacuna resistente al contagio de sus ganas de vivir.

Para cubrir algunas de las necesidades más básicas de sus habitante, el complejo dispone de una pequeña tienda que funciona como ultramarinos, kiosco de prensa y bazar; un cajero automático, una capilla para rezar y oficiar actos religiosos, varias cafeterías, una cocina donde se preparan diariamente más de 3.500 menús para los pacientes hospitalizados (sumando todas las ingestas) y una lavandería para limpiar el material textil que se usa en todos los centros de salud y hospitales de la provincia. Paradas de autobuses urbanos y de taxis completan estas prestaciones.

Si los récords en el ámbito de los trasplantes, de la cardiología, la cirugía cardiovascular, la terapia celular o la inmunología, por citar solo algunos, no le faltan; en otras disciplinas también acumula títulos. Es, por ejemplo, teniendo en cuenta el número de trabajadores, la empresa más grande de toda la ciudad y provincia de Córdoba y, por ello, un importante motor económico para Córdoba. Por tanto, el impacto económico del Hospital Universitario Reina Sofía es otro aspecto a tener en cuenta, pues para la sociedad en su conjunto se desprenden beneficios por la demanda de bienes y servicios derivados de la prestación de la actividad sanitaria.

Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba.
Se trata de uno de los complejos sanitarios más grandes de Andalucía, ya que en su superficie cabrían hasta 41 campos de fútbol. Por las instalaciones del hospital se reparten más de 7.500 equipos electromédicos que incluye la más alta y compleja tecnología existente en el mercado. Su implicación con el medio ambiente hacen de él un hospital verde: controla sus impactos ambientales, genera agua caliente mediante placas solares y se gestionan anualmente más de 300.000 kilos de residuos que se segregan para su reciclado. La humanización de los espacios es otra constante en el hospital y para ello, el vestíbulo se viste en muchas ocasiones con exposiciones, trabajos de lacería y acuarelas realizados por alumnos de la escuela de arte que decoran las paredes de los diferentes edificios, el monumento al donante en el recinto hospitalario se muestra como icono de solidaridad y una exposición fotográfica sobre trasplantes da la bienvenida al hospital.
Personal del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba.
Todas estas pinceladas son la merecida recompensa de un esplendoroso pasado, de una historia que arrancó en 1976 con ansias de progreso. Si en la partida de nacimiento del Reina Sofía solo se inscribieron el Hospital General y Materno Infantil, hoy se añaden el Provincial, el Edificio de Gobierno y el de Consultas Externas, Los Morales y otros centros periféricos y de especialidades. Por su parte, la plantilla ha pasado de 3.000 a más de 5.000 profesionales. Entre logro y logro se deja ver el premio más importante a tantos años de trabajo, es el reconocimiento de la sociedad en su conjunto. El nombre del Hospital Reina Sofía va encadenado a Córdoba con eslabones que hablan de excelencia y solidaridad y el eco de este binomio retumba en Andalucía y en buena parte del país.

El prestigio del Hospital Reina Sofía no se puede entender sin el trabajo de un grupo de médicos que en sus primeros años pusieron en marcha una maquinaria que lo llevaría a la excelencia. Los llamaron los “coroneles” porque dirigían a un ejército que se entregó a ellos, seguían sus órdenes sin objeción, dispuestos a llevar a cabo una nueva forma de hacer y entender la cirugía y, en definitiva, la medicina.

La historia del Reina Sofía está ligada a nombres como el del intensivista Francisco Álvarez, el hematólogo Antonio Torres o el cirujano Carlos Pera, a los que hay que añadir una selecta lista en la que se encuentran Armando Romanos, Heliodoro Sancho, Manuel Concha, Gonzalo Miño, Ernesto Moreno o Pedro Aljama.

Sin duda alguna, uno de los pilares del hospital es el doctor Carlos Pera, exjefe de Cirugía del Reina Sofía y exdirector de la Unidad de Trasplantes, una persona insigne que ha dejado su impronta en varias generaciones. Entró en el Reina Sofía cuando el edificio aún no estaba abierto y "cada uno intentaba organizar sus departamentos", en su caso el de Cirugía General, que entonces implicaba desde cirugía cardíaca a la ortopedia, traumatología, urología, otorrinolaringología u oftalmología. Entonces tenía 41 años y ya contaba con experiencia al haber sido jefe del Servicio de Cirugía en Sevilla y "había corrido por el mundo entero", formándose en Francia, Inglaterra, Suiza y Escandinavia. Además, ya había puesto en marcha un hospital en Santa Cruz de Tenerife, es decir, "no era un pardillo", indica Pera, que dejó el hospital en 2005, con 70 años, por jubilación.

Pero antes de entrar en su plaza en el Reina Sofía, Pera se marchó seis meses a París a conocer cómo funcionaba “un servicio de cirugía moderna”. Tras esto regresó a España y en octubre de 1976 “empezamos a trabajar” en el hospital cordobés. Al principio “yo tenía pocas cosas, algunos quirófanos en Urgencias nada más y unas 36 camas, y poco a poco fui creciendo, formando el equipo”, explica. Parte de éste era “heredado” de la Residencia Teniente Coronel Noreña, “con otro estilo de cirugía”, pero luego varias generaciones de médicos se formaron con él, primero “en la Facultad de Medicina y luego como residentes”, es decir, “el servicio se coció en Córdoba y a fuego lento”, asegura. Francisco Sánchez de Puerta, Alfonso del Castillo Maza, Evaristo Varo, Sebastián Rufián Peña, Pedro López Sillero o Javier Briceño son algunos de ellos.

Detrás de esta lista de nombres se puede apreciar que Pera ha formado a grandes médicos, aunque él prefiere explicar que fueron “los que decidieron unirse a mí; yo procuraba entusiasmarlos con ideas nuevas y una nueva concepción de la cirugía y la gente joven es fácil de entusiasmar, y si es trabajadora más todavía”. Además empezó a “meterles en la cabeza que teníamos que hacer trasplantes, más adelante que había que hacer toda la cirugía laparoscópica y después les introduje en la nueva concepción de la cirugía oncológica”, señala.

La norma instaurada por Pera en un principio fue “no ir apenas a congresos españoles, sino siempre a los del extranjero y publicar en el extranjero”, recuerda. “Yo les decía siempre: “hagamos todo en la clandestinidad, no levantemos envidia, cuando se den cuenta habremos construido un imperio que es muy difícil de desmontar, y así fue”, puntualiza. Además, “teníamos más publicaciones que nadie en inglés y habíamos construido el prestigio del Reina Sofía”, dice.

Tal es la importancia del doctor Pera para el hospital que el jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), Rafael Guerrero, dice de él cosas como que “la ciudad de Córdoba no sabe lo que le debe”, que es “una persona insigne por la escuela que ha dejado” e, incluso, que la estatua del Gran Capitán debería llevar su cabeza y no la de Lagartijo.

Guerrero llegó al hospital con 23 años, el 16 de marzo de 1976, como médico interno, y descubrió que lo suyo era la Medicina Interna gracias al doctor Francisco Álvarez, entonces jefe del servicio. Entonces en la UCI sólo había 11 camas y los primeros doctores con los que se encontró fueron, además de Álvarez, Heliodoro Sancho, Guerrero e Izquierdo, a los que se añadieron otros adjuntos como Jiménez o su “amigo del alma” Natalio Martín, con el que pasó 35 años de guardias un día de cada cinco.

Entonces el Reina Sofía estaba “en los albores, de hecho todavía no había llegado mucha de esa gente que llamábamos los coroneles”, anota. Era “un hospital provinciano y que empezaba con la carencia de estos individuos que llegaron después, que pusieron la locomotora en la puerta para ver quién se quería montar. Y se montó todo el hospital”, apunta.

El intensivista señala que “en cinco años cambió todo de forma espectacular al llegar esta gente de culo inquieto que no dejaba de hacer cosas, de buscar, no tenían pereza para enterarse de las innovaciones que se hacían en Boston, en Cambridge o donde fuera; y sobre todo implicándonos al resto, sin alharacas”. “A nosotros no nos ha parado nadie”, apostilla.

Pero la cosa no quedó ahí, ya que, según indica, en la actualidad “hay un grupo de médicos seis o siete años más pequeños que yo que en su día llegaron con su titulillo debajo del brazo y ya nos han dado una pasada intelectual tremenda a los mayores”. “Eso es de las buenas cosas que me voy a llevar de aquí cuando me jubile”, confiesa.

Otro de los veteranos es el pediatra Joaquín Gómez, que comenzó en la Residencia Teniente Coronel Noreña y entró en el Reina Sofía un año y medio antes de que se inaugurase el hospital general ya que el materno-infantil comenzó a funcionar primero. Entonces el jefe de Pediatría era Domingo García Pérez y posteriormente se incorporó el profesor Armando Romanos.

Gómez llegó al Reina Sofía con 25 años y subraya que en aquella época “éramos una familia porque éramos muy pocos, había lógicamente menos enfermos, había mucha unión, compartíamos tertulias, salíamos juntos... Había mucha amistad y camaradería, no sólo entre nosotros sino también entre nuestras familias”. Sin embargo, “la realidad era que éramos muy pocos médicos”, destaca. A nivel técnico, la evolución “fue espectacular y con el devenir de los años cada vez hemos contado con más medios, mejor asistencia pediátrica, mejor sitio de hospitalización, mejores técnicas diagnósticas, investigación y, sobre todo, la aparición de las especialidades pediátricas”, subraya. Por otra parte, Gómez, que compatibiliza su trabajo en el hospital con las clases en la Facultad de Medicina, destaca que los residentes que llegan hoy en día “vienen muy bien formados, con muchísimos conocimientos y son unos grandes profesionales”.

Sobre los mejores momentos de estos 40 años de trayectoria, el pediatra expone que “ha sido un orgullo” que la Reina Sofía le entregara un diploma como reconocimiento a su carrera (el pasado 4 de abril) y, por otro lado, destaca su relación con sus antiguos compañeros, jubilados y en activo, que iniciaron la andadura en el hospital y con los que sigue reuniéndose los primeros jueves de mes. “Así mantenemos la unión porque cuando uno se jubila el cordón umbilical con la Ciudad Sanitaria se rompe y uno viene aquí como un extraño, por lo menos eso es lo que uno oye de estos compañeros”, señala.

Tampoco se puede entender la historia del Reina Sofía sin Pedro Aljama, jefe del Servicio de Nefrología, que llegó en 1978, con 31 años, tras hacer la especialidad en Newcastle (Inglaterra). Aún se estaban configurando los diferentes servicios y protocolos e incorporando gente joven. Fue “una época apasionante porque estaba naciendo el hospital; entonces se puede decir que yo estuve en el parto del Reina Sofía, que duró cuatro o cinco años”, asegura con orgullo.

El ambiente era “de ilusión”, pero sobre todo destaca que la constitución del hospital fue “un proyecto vital para muchas personas”. “Todo el mundo estaba entusiasmado con hacer nuevas cosas y de ahí que quisiéramos diferenciarnos de los demás, por eso empezamos con los trasplantes”, indica. En febrero de 1979 se hizo el primero de ellos, fue de riñón y el paciente era Miguel Berni. “Fue muy ilusionante y consideramos que había que seguir con el programa”, afirma.

Cuando Aljama llegó ya había ese interés por los trasplantes y como conocía el sistema al haber estado en Inglaterra en un centro con mucha actividad, contaron con él para ponerlo en marcha en el Reina Sofía. En ese sentido, destaca que José Anastasio Montero, del que dice que dejó “una huella imborrable” y que “imprimía entusiasmo al grupo”, junto a los doctores Concha y López Pardo iniciaron el trasplante renal en el aspecto quirúrgico, y en el médico el que entonces era responsable de la unidad, Ernesto Moreno Heredia, y él mismo.

Aljama ha participado en muchos tipos de trasplantes “porque la afectación renal es muy importante en todos ellos” y porque “los nefrólogos teníamos más experiencia que ninguno”, afirma. Fue “una época apasionante y ahora que tengo una cierta edad, siento cierta emoción al recordar vivencias porque creo que he sido un hombre muy privilegiado”, confiesa.

El nefrólogo añade que en estos años “hemos pasado altos y bajos que toda circunstancia vital tiene respecto a medios y apoyo administrativo”, pero “lo que ha sido constante, no ha fallado nunca, son las ganas de trabajar, el entusiasmo y la determinación por ofrecer a los cordobeses y todos los andaluces los avances que la ciencia ha ido incorporando en cada especialidad”. De hecho, manifiesta que su “gran reto es ofrecer a nuestros enfermos renales todo lo que la ciencia médica pone a su disposición y conseguir que no mueran de su enfermedad y que su calidad de vida sea lo más parecida a una persona sana”.

Tras la visión acertada del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba y el interesante e ilusionado decir de sus prestigiosos especialistas creadores y fundadores de sus primeros pasos como Hospital, unos acreditados médicos de diferentes especialidades que le dieron con esfuerzo el prestigio continuado del que la ciudad sanitaria dispone hoy día, nos centraremos de nuevo en la persona del Dr. D. Juan Luís Pérez Navero, prestigioso pediatra nacido en nuestro villa.

Han pasado los años y entre la fecha de publicación del artículo referido y en los tiempos anteriores y en los actuales de pandemia se han sucedido importantes hechos en el curriculum profesional de Juan Luís Pérez Navero (Jefe de servicio de Pediatría, Críticos y Urgencias del Hospital Reina Sofía de Córdoba), reseñas que por consideración personal a nuestro paisano conviene reseñar aquí, para así actualizar en parte lo que en aquellos lejanos años escribía en el viejo artículo referido al principio de éste. Para ello vamos tan solo a elegir cinco importantes momentos: 1.- Juan Luis Pérez Navero ha sido nombrado académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Sevilla; 2.- Su nombramiento como Socio de Honor de la Asociación Española de Pediatría; 3.- Sus declaraciones al Diario ABC de  Sevilla sobre la escasa incidencia de la Covid-19 en los niños, según estudios estadísticos del Servicio de Pediatría del Hospital Reina Sofía de Córdoba; 4.- El ya lejano Simposio Mundial de pediatras en Homenaje a D. Armando Romanos Lezcano, considerada la “Cumbre” de pediatras en el Hospital Reina Sofía de Córdoba en 2005; y 5.- El reportaje de CÓRDOBAHOY en  julio de 2017, que se titulaba: El “milagro” de un corazón con partes de dos seres humanos diferentes.

1.-   Revista interna cuatrimestral del Hospital Universitario Reina Sofía. Junio 2014. Número 30.

Juan Luis Pérez Navero ha sido nombrado académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Sevilla.

D. Juan Luis Pérez Navero, primero por la derecha, junto a otros nuevos académicos y al presidente, segundo por la izquierda.

En su discurso de entrada, titulado Las especialidades pediátricas en Córdoba como expresión del desarrollo de la Pediatría actual, repasó los logros conseguidos en esta materia en beneficio de los niños atendidos en el centro.

El director de la unidad de gestión clínica de Pediatría, UCI e Intensivos Pediátricos del Hospital Universitario Reina Sofía, Juan Luis Pérez Navero, ha sido nombrado a principios de abril de este año académico correspondiente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla. El discurso de entrada se titulóLas especialidades pediátricas en Córdoba como expresión del desarrollo de la Pediatría actual y en él hizo un recorrido por la evolución del hospital en este campo de la medicina.

El nuevo académico explicó que gracias a la organización en especialidades pediátricas (médicas y quirúrgicas) se puede atender al niño y al adolescente en cada etapa de la infancia, diferencias de las del adulto. Aunque nuestro país carece de un reconocimiento oficial, la Asociación Española de Pediatría ha reconocido y acreditado las 22 Especialidades Pediátricas desarrolladas.

El doctor Pérez Navero apunta que “en nuestro hospital hemos desarrollado todas las especialidades pediátricas avaladas por la Asociación Española de Pediatría. Así, en relación con Neonatología, se ha implantado la Pediatría Preconcepcional y la Medicina Fetal en gestantes de alto riesgo en las que se realizan controles exhaustivos junto a los obstetras para un diagnóstico precoz y tratamiento de la patología fetal. Esto permite detectar en el feto cromosomopatías, malformaciones, cardiopatías congénitas, riesgo de parto prematuro o retraso del crecimiento intrauterino”.

El especialista también indica que para combatir uno de los grandes problemas actuales de la Pediatría como es la obesidad infantil, que tras el abandono de la dieta mediterránea conlleva una mayor incidencia de síndrome metabólico y diabetes, “los pediatras del Hospital Reina Sofía emplean el sistema de la monitorización continua de glucemia y las bombas de infusión de insulina para niños y adolescentes de difícil control. En esta línea, una de nuestras Especialidades Pediátricas punteras de este centro es la Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Infantil”.

Para Pérez Navero, la atención del niño críticamente enfermo es clave para el desarrollo de las otras especialidades pediátricas “y por ello es muy loable la labor de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP): la implantación de la monitorización invasiva, los avances en las técnicas de ventilación asistida y en las técnicas de depuración extrarrenal, que ha sido clave en la mejoría de nuestros resultados”.

Así, en el ámbito del trasplante infantil, el jefe de Pediatría del hospital ha hecho un recorrido por cada uno de los programas. En este sentido, ha destacado el empleo del corazón artificial Berlin Heart como puente a un futuro trasplante cardiaco, teniendo en cuenta que la lista de espera para este tipo de intervenciones en España está en torno a los seis meses. El Berlin Heart ya se ha implantado en el Hospital Reina Sofía a tres niños, que posteriormente fueron trasplantados.

Por su parte, uno de los problemas importantes en el trasplante hepático infantil es la escasez de donantes pediátricos, especialmente en los menores de 2 años, así como la tardanza en remitir al centro trasplantador desde otros hospitales a niños con fallo hepático. Como solución, el Servicio de Cirugía Digestiva y Trasplante Hepático ha desarrollado el trasplante vivo relacionado, el trasplante reducido y la técnica “Split”.

En relación con el trasplante pulmonar pediátrico, ya se han llevado a cabo 38 injertos en niños, siendo este hospital el primero en desarrollar el trasplante pulmonar infantil en España. A nivel mundial, actualmente, un total de 40 hospitales realizan trasplantes pulmonares infantiles.

El nuevo académico se refirió a la reciente implantación de nuevas tecnologías en Pediatría para facilitar la interacción con los padres y familiares a través de aplicaciones informáticas, código QR y la Web 2.0 de PediaCordoba. “Todo este desarrollo tecnológico e innovaciones no hubieran sido posible sin el apoyo de mis compañeros más cercanos que día a día luchan para conseguir los mejores logros para nuestros pacientes ni tampoco sin la confianza que depositó en nosotros nuestro inolvidable maestro, el Profesor Dr. Armando Romanos Lezcano”.   

2.- La Asociación Española de Pediatría nombra Socio de Honor al doctor Pérez Navero.

18 agosto 2015

El responsable de Unidad de Gestión Clínica de Pediatría y sus Especialidades, Juan Luis Pérez Navero, ha sido nombrado recientemente Socio de Honor por la Asociación Española de Pediatría (AEP), en virtud de su labor a favor de la pediatría y sus méritos científicos y profesionales. La concesión de este título, a propuesta de la Sociedad de Pediatría de Andalucía Occidental y Extremadura, se ha materializado en la entrega de una figura conmemorativa y un diploma en el marco del 63 congreso de la AEP celebrado en Bilbao del 11 al 13 de junio.

El doctor Pérez Navero, intensivista pediátrico, también es profesor de Pediatría en las facultades de Medicina y de Enfermería de la Universidad de Córdoba e investigador del IMIBIC y coordinador de numerosos trabajos de investigación multicéntricos a nivel nacional e internacional. Es autor de 46 capítulos de libros y numerosos artículos publicados en revistas con alto factor de impacto. Asimismo, es académico correspondiente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla y miembro de cinco sociedades científicas del ámbito de la pediatría e intensivos pediátricos.

3.- Juan Luis Pérez Navero - ABC

CORONAVIRUS CÓRDOBA

Juan Luis Pérez Navero, pediatra: «Los menores de 12 años infectan menos el Covid-19»

El jefe de Pediatría del Hospital Reina Sofía de Córdoba afirma que, hasta la fecha, solo han ingresado dos niños por coronavirus y ambos evolucionaron favorablemente

D. Delgado

Actualizado: 16/09/2020 15:21h

La incertidumbre y el temor a un contagio masivo han marcado la vuelta a las aulas en las que la distancia social, la higiene de manos y las mascarillas se han convertido en condición sine qua non para la vuelta a una nueva normalidad. Juan Luis Pérez Navero es el Jefe de Pediatría, Críticos y Urgencia del Reina Sofía de Córdoba, diserta en ABC sobre cuál es el riesgo real y los pronósticos para un futuro próximo.

La principal cuestión que preocupa a los padres tras la vuelta al cole es el nivel de riesgo que corren sus hijos. Se habló en un primer momento que eran vectores de contagio; ahora varios estudios contradicen esta teoría. ¿Cuál es el riesgo real?

Cumpliendo estrictamente las medidas preventivas de distancia social de entre 1,5 y 2 metros, mascarilla facial en los mayores de 6 años, higiene frecuente de manos y objetos, uso frecuente de soluciones o gel hidroalcohólicos, la vuelta de los niños a guarderías, escuelas y colegios no tiene que aumentar la incidencia de Covid-19, especialmente los más pequeños, ya que los menores de 12 años tienen menos capacidad de transmitir la infección por coronavirus. En todo momento, incluso durante la actividad física, deporte y recreo, debido a las dificultades para mantener el distanciamiento social recomendado, los niños mayores de 6 años deberían llevar la mascarilla, como aconseja la Asociación Española de Pediatría (AEP). Se está llevando a cabo la apertura gradual de las aéreas de educación infanto-juvenil con el objeto de minimizar el riesgo de transmisión del virus en las escuelas y la contención de la diseminación de la pandemia a partir de los escolares.

Para la entrada y salida de la escuela, en las aulas y sobre todo para las pausas de recreo y comidas es aconsejable crear grupos fijos de compañeros de un número reducido de niños con un mismo profesor, minimizando el contacto entre los diferentes grupos para evitar contagios. «La reincorporación presencial a los centros escolares se hace en cumplimiento del derecho que tienen los niños y adolescentes al aprendizaje y a la socialización, como medidas básicas para su desarrollo psico-afectivo, cognitivo y motor». Todo ello está contemplado por la Convención sobre los Derechos del Niño firmada y ratificada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 44/25, de 20 de noviembre de 1989.

Lo que sí parece claro es que la mayoría de los casos, los menores con Covid han presentado síntomas leves o han sido asintomáticos. ¿Cuál ha sido el escenario en el Reina Sofía? ¿Qué efecto tiene el virus sobre la salud de los menores?

Un porcentaje importante de infecciones pro Covid-19 en niños son asintomáticas (4/10). En los niños los síntomas más frecuentes son: fiebre, tos, congestión nasal, diarrea, vómitos, astenia. Esta clínica es común a otras infecciones pediátricas. Al principio de la pandemia se habló mucho del papel de la infancia como transmisores de la infección, como ocurre en otras infecciones respiratorias. Sin embargo se ha objetivado que los niños menores 12 años parece que infectan menos, presentan cuadros más leves y tienen menos capacidad de transmitir la infección entre niño-adulto y niño-niño.

Las pruebas de detección del Covid-19 que se han realizado en Pediatría son escasas proporcionalmente a las llevadas a cabo en la edad adulta. La mortalidad en los niños es infrecuente en relación con los adultos. En estudios publicados se ha relacionado la carga viral con la gravedad de la enfermedad, indicándose que es posible que la carga viral en niños sea mucho menor que en los adultos y de ahí que sus cuadros sean más leves y menos contagiosos. El cuadro clínico en los niños es más leve probablemente por razones inmunológicas no explicadas aun suficientemente. Entre otras se habla de que pueden tener menor número de receptores ACE2 o por razones de la inmunidad innata.

Hay padres de niños con asma preocupados. ¿Qué riesgo real tiene este colectivo?

En los trabajos publicados hasta el momento actual no se ha demostrado que el asma sea un factor de riesgo en la infección por Covid-19.

¿Han tenido muchos casos de la Covid-19 en niños? Si ha habido casos graves, ¿qué consecuencias han tenido?

Del total de menores de 14 años diagnosticados hasta el momento actual, solo dos pacientes han ingresado en el Hospital Universitario Reina Sofía, uno paciente menor de un mes de vida y otro de dos años. Evolucionaron favorablemente, ninguno preciso ingreso en Cuidados Intensivos Pediátricos

Los niños y el uso de mascarilla: ¿la recomendaría también para los menores de 6 años?

Lo más importante es mantener la distancia social entre personas, el uso de mascarillas faciales a partir de los 6 años, evitar los besos y abrazos. Así como evitar compartir cualquier comida (cada uno con su plato y vaso), utilizar la mascarilla cuando no se está comiendo e implementar las medidas de higiene y lavado de manos frecuentes, así como el empleo de soluciones o gel hidroalcohólicos. En los niños menores de 6 años que inicien fiebre en la guardería o el colegio si la toleran la mascarilla facial se les debería de poner, mientras los recogen su familia, ni no la toleran no es conveniente ponerla, ya que el contacto con la mucosa oral, la nariz y los ojos pueden contribuir a la transmisión de la infección

¿Atendieron menos urgencias pediátricas durante la pandemia? ¿Cómo funcionó el servicio entonces?

Durante el confinamiento por la pandemia disminuyo importantemente la frecuentación en Urgencias Pediátricas, lo que motivó que en algunos casos tuvimos que atender niños con patología grave bastante evolucionada, que se habría evitado si la familia hubiera consultado al inicio de la sintomatología. Durante la primera ola de pandemia hubo que desprogramar la actividad quirúrgica no preferente. Actualmente la programación quirúrgica funciona normalmente. En cuanto a la asistencia en Urgencias Pediátricas se han establecido circuitos diferentes independientes para evitar riesgos e infecciones hospitalarias, actualmente la frecuentación ha aumentado con respecto a los primeros meses de pandemia

¿Se puede vaticinar una oleada de contagios en los centros escolares o con las medidas se podrá controlar la propagación?

Si se siguen las mediadas rigurosas que se están llevando a cabo en los centros escolares creo que en ningún caso los niños contribuirán a una segunda ola de la pandemia de Covid-19.

4.- SIMPOSIO MUNDIAL DE HOMENAJE A ARMANDO ROMANOS LEZCANO

“Cumbre” de pediatras en el Hospital Reina Sofía de Córdoba.

Unos 300 especialistas y 33 ponentes debatirán los últimos avances en Pediatría.

28·04·05

Unos 300 especialistas y 33 ponentes de reconocido prestigio mundial procedentes de Estados Unidos, Gran Bretaña y diversos puntos de España, se dieron cita varios días desde el 28 de abril de 2005 hasta el sábado en el hospital Reina Sofía para analizar los últimos avances en pediatría. El director gerente del hospital Reina Sofía, José Luis Díaz, explicó que en el simposio, en el que se rendirá homenaje a Armando Romanos Lezcano, impulsor de esta especialidad en Córdoba y responsable de la misma durante 27 años, se abordarán las últimas novedades en gastroenterología y hepatología, endocrinología, oncología, neumología, urgencias y cuidados intensivos pediátricos. 

Dr. D. Armando Romanos Lezcano, fotos de su madurez y senectud.

El jefe de servicio de Pediatría, Críticos y Urgencias, Juan Luis Pérez Navero, precisó que estaba previsto que se tratasen el manejo de las infecciones graves, la prevención de la infección del virus sincital respiratorio, mientras que al día siguiente se estudiarían los errores congénitos del metabolismo, las enfermedades hematooncológicas y las propias de la neonatología. El viernes se explicó también la nueva propuesta del calendario de vacunaciones de la Asociación Española de Pediatría y se analizará el tratamiento psicológico de los niños con problemas oncológicos que pasan mucho tiempo ingresados y necesitan apoyo emocional para superar su estado. Finalmente, el sábado se celebró un debate sobre las urgencias, la patología crítica pediátrica y sobre cómo priorizar el tratamiento a los pacientes infantiles en grandes catástrofes.
Autores del libro: La Pediatría a través de Casos Clínicos.


Por su parte, el coordinador de Neuropediatría del Reina Sofía, Rafael Camino, manifestó que, coincidiendo con el congreso, se presentó el libro: Urgencias neuropediátricas, una publicación gestada en el simposio celebrado hace dos años. Camino añadió que el libro “cubría un hueco dentro de la bibliografía en castellano” y era “novedoso en su formato, pues se ha buscado la uniformidad en los temas, que se acompañan de casos clínicos y de una bibliografía comentada”. El volumen, editado por Juan Luis Pérez Navero y el propio Camino, es el trabajo de 29 profesionales, de 5 hospitales de Andalucía y 2 de Madrid, y trata el manejo, diagnóstico y tratamiento de niños con patologías neurológicas (cefaleas, tumores y parálisis cerebral, meningitis, encefalitis o errores innatos del metabolismo).


5.- El “milagro” de un corazón con partes de dos seres humanos diferentes.

31 de julio de 2017 .Yolanda Pedrosa

El Hospital Reina Sofía realiza una compleja sustitución valvular a un paciente boliviano con complicaciones de una cardiopatía congénita La intervención se ha realizado con éxito después de cinco años de seguimiento por parte de los profesionales de la unidad de Pediatría, que decidieron asumir este caso El Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba ha realizado una compleja sustitución valvular con homoinjerto criopreservado (implante de tejido) y plastia pulmonar a un paciente procedente de Bolivia tras cinco años de seguimiento clínico.


https://www.youtube.com/watch?v=28GU26M-SJE&t=127s

El paciente llegó en 2012 por primera vez al hospital, cuando tenía 14 años y tras autorización del Fondo de Cooperación Internacional del Servicio Andaluz de Salud. El menor presentaba diversas complicaciones derivadas de una intervención que le realizaron en su país en el año 2003, tras operarle de una cardiopatía congénita compleja (Tetralogía de Fallot). Desde la llegada del paciente al hospital Reina Sofía ha sido tratado en todo momento por un equipo multidisciplinar de profesionales de la Unidad de Gestión Clínica de Pediatría.

Esta mañana, la delegada de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María Ángeles Luna, la directora gerente del hospital Reina Sofía, Valle García, el director de la unidad de gestión clínica de Pediatría, Juan Luis Pérez Navero, la cardióloga infantil María Ángeles Tejero, el cirujano cardiovascular Jaime Casares, el responsable de la UCI Pediátrica, Ignacio Ibarra, y la madre del paciente, María Teresa Losada, han explicado el desarrollo de este caso clínico, que es ejemplo de solidaridad y cooperación. Antecedentes Según ha explicado la madre del paciente, también médica, cuando el niño tenía cuatro años fue intervenido quirúrgicamente en Bolivia sufriendo una complicación (embolia gaseosa) que hizo que perdiera la vista, sin que pudiera repararse su corazón, lo cual lo mantuvo en una situación clínica muy delicada posteriormente.

El menor volvió a ser intervenido de urgencia en su país, tras presentar hipertensión pulmonar severa. En dicha cirugía, se le realizó una dilatación de la válvula pulmonar para evitar un paro cardiaco. Sin embargo, seguía necesitando la implantación de una “válvula humana” (procedimiento que no es posible en Bolivia). Después de buscar desde el año 2008 en varios países la posibilidad para que países como Chile, Argentina y Colombia pudieran asumir esta intervención, sin que fuera posible, vinieron finalmente a España en 2012.

El Hospital Reina Sofía fue el centro que asumió este complejo caso. Abordaje multidisciplinar Según ha explicado el responsable de la unidad de gestión clínica de Pediatría, Juan Luis Pérez Navero, “tras un análisis de los resultados, el equipo de profesionales determina que lo más idóneo es realizar un seguimiento hasta que el paciente cumpla los criterios para la indicación quirúrgica, ya que operarle precozmente podría ocasionar otras complicaciones y derivar en más intervenciones quirúrgicas”. Así pues, el paciente vuelve a su país desde donde se sigue manteniendo contacto con el equipo de profesionales del hospital cordobés.

Finalmente, en marzo de este año el paciente empeora, presentando cansancio ante esfuerzos leves que le impedían hacer una vida normal, por lo que la familia se pone en contacto con los profesionales del hospital, que indican la realización de una revisión cardiológica. Tras la realización de diversas pruebas, se evidencia una importante repercusión cardiaca por los defectos residuales de la cirugía previa. Ante esta situación, los profesionales del hospital Reina Sofía determinan que los resultados de la revisión indican que ya es el momento adecuado para realizar la cirugía y tanto la madre como el hijo viajan en ese momento hasta España para ser intervenido.

El paciente ingresó y fue intervenido el pasado 12 de julio por los cirujanos cardiovasculares del hospital, Carlos Merino y Jaime Casares. Trece días después, fue dado de alta y evoluciona favorablemente. Según destaca la cardióloga pediátrica del hospital Reina Sofía, María Ángeles Tejero, “de no haberse sometido a esta intervención, el paciente hubiera podido sufrir insuficiencia cardiaca, arritmias y edemas, además de repercutir en la función del otro ventrículo”. En el diagnóstico y tratamiento del paciente han intervenido profesionales de diferentes especialidades: cardiólogos infantiles, intensivistas pediátricos, cirujanos cardiovasculares, hemodinamistas, anestesistas, nefrólogospediátricos, fisioterapeutas y enfermería, entre otros.

La delegada ha señalado que “gracias a la apuesta de la Junta de Andalucía por la sanidad pública, universal y de excelencia es posible que nuestros profesionales puedan dar respuestas a situaciones complejas como el caso de este chico y que culminen con éxito”. Por su parte, la gerente del hospital, Valle García, ha destacado el compromiso y valentía de los profesionales del área pediátrica del hospital “que han permitido ofrecer una mejora en la calidad de vida de este paciente que no hubiera tenido otra oportunidad, de no haber contado con un equipo tan comprometido como éste en la búsqueda de respuestas para el paciente”.

Asimismo, García ha destacado el tesón y fuerza de la madre de este paciente “un ejemplo de lucha, ya que nunca se ha conformado y que ha buscado siempre opciones para que su hijo tuviera más oportunidades y una calidad de vida que le permitiera ser autónomo”. En esta línea, María Teresa Losada ha señalado que “pese a todo el sufrimiento vivido por mi hijo, hemos vivido un milagro maravilloso en el Hospital Reina Sofía, en el cual mi hijo ha estrenado un nuevo corazón, nacido de la fusión del suyo con el de otro ser humano, y ha recibido todo el cuidado profesional y mucha calidez humana”.

María Teresa ha señalado también que es importante “seguir viviendo y luchando por valores como la solidaridad por encima de las fronteras geográficas, políticas, culturales, sociales y económicas”. En este sentido, Losada ha explicado que “en muchos de nuestros países de Sudamérica y del mundo, la diferencia entre la vida y la muerte la marca el dinero, no hay seguridad social y en nuestro caso sin su ayuda, mi hijo estaría muerto”. Abordaje de cardiopatías congénitas El Hospital Reina Sofía es centro de referencia andaluz para cardiopatías congénitas complejas y también un Centro de Referencia (CSUR) del Servicio Nacional de Salud acreditado para trasplante cardiaco pediátrico. Cuenta con más de 35 años de años de experiencia en esta área (desde el año 1980) y hasta la actualidad, cerca de 2.800 pacientes han sido valorados por los profesionales de este hospital.

Concretamente, en el abordaje de cardiopatías congénitas intervienen áreas como Pediatría (Cardiología Pediátrica e Intensivos Pediátricos), Cardiología, Cirugía Cardiovascular y las trabajadoras sociales, fundamentalmente. Estas malformaciones suelen presentarse en el paciente pediátrico y las más frecuentes son tetralogía de Fallot, comunicación interventricular (CIV), valvulopatía mitral y aórtica reumática y otras cardiopatías complejas. Las cardiopatías congénitas son las malformaciones congénitas más frecuentes y gracias a los avances tecnológicos y el perfeccionamiento de las técnicas percutáneas y quirúrgicas, la supervivencia de estos pacientes ha aumentado de forma notable en los últimos años.

Granada 26 de mayo de 2021.

Pedro Galán Galán.