Se pretende que sea éste un espacio dedicado a entretener y deleitar (... a través de la fotografía fundamentalmente) ... a dar a conocer (...o traer al recuerdo) ciertos monumentos o espacios situados en el término o cercanías de Lahiguera. ...a llamar la atención por el estado de abandono y deterioro de muchos de ellos, ...y si llegara el caso, a remover la conciencia de todos los que somos "herederos" de tales monumentos y espacios, y que con nuestra aportación ayudásemos a la conservación de los mismos.
Valeroso fue, ante todo, un hombre bueno; también, sabio.
Portada
Contraportada
Os presento el libro, ¡ojalá que algún día se pueda leer en papel!, Lahiguera, nuestro pueblo. Tiene tres apartados: Nuestra gente, Nuestra tierra, Lahiguera en tu corazón. Ya iré subiendo a este blog capítulos de las tres partes para que veáis de qué trata.
El objetivo que me propuse, desde la primera a la última letra, al escribirlo, fue recaudar fondos para que, mediante donativos, poder realizar algo que recuerde a Blas Palomino. Personaje nacido en nuestro pueblo y que mediante este blog hemos querido, sobre todo Pedro Galán, darlo a conocer. Habíamos pensado en una estatua, al menos un busto, además de una placa en la casa donde nació; todo dependería del dinero reunido.
La publicación del libro se aprobó en un pleno del ayuntamiento. Ya va a hacer tres años y nada hay. La vía del ayuntamiento creía que era lenta, nunca pensé que estuviera muerta; no hay mejor sitio para que se mareen las perdices.
Después de pedir, a instancias de responsables municipales, a distinta editoriales presupuestos; la publicación sale por unos 1500 €. Creo que no es mucho dinero.
Propongo que sea la iniciativa privada quien se encargue. Puede ser una magnífica propaganda; en el lugar del escudo de la contraportada puede ir el logotipo de la empresa.
En fin, no sé, ahí queda la propuesta.
Este es el primer capítulo de libro, espero que os guste.
“Andaluces de Jaén / aceituneros altivos / decidme en el alma, ¿quién, / quién levantó los olivos?”, exclamabaMiguel Hernández.
Antonio Machadotambién sentíapasión por los olivares: “¡El campo andaluz, peinado / por el sol canicular, / de loma en loma rayado / de olivar y de olivar!”.
La
tierra ha sido considerada siempre como una de las mayores riquezas que el
hombre ha poseído.
La
tierra, en el mundo antiguo, constituía el fundamento económico y social de la
producción. Ni el comercio, ni la artesanía sobresalieron tanto como para
desplazar a la tierra de sus puestos o roles social y económico. La posesión de
la tierra suponía la vinculación con el estatuto de ciudadanía en la clásica Atenas,
y con la condición de ser “patricio” en Roma; pero además, la tierra era el
factor productivo que permitía abastecer a la población y evitar las hambrunas
y los subsiguientes disturbios sociales (1).
La
tierra ha sido a lo largo de la historia y en infinitas ocasiones la que
mayores satisfacciones ha proporcionado a millones de propietarios, y
trabajadores campesinos, que a base de esfuerzos, sacrificios y trabajos, casi
sin límite, han conseguido sacar a su familia adelante generación tras
generación. Lo ha sido hasta tal punto que muchos han manifestado sus
pensamientos más ancestrales y ocultos hasta el grado de llegar a afirmaciones
tales como que “un hombre sin tierra no es nada”.
Aceituneros de Lahiguera, años 1960. Todos caras conocidas para los de mi generación.
Es
en la primera mitad del siglo XVI cuando comienza a surgir un gran interés por
la inversión en olivar como propiedad, por parte de los comerciantes y grandes
señores, y Andalucía ya aparecía como la zona del país con una mayor presencia
de olivar, en relación con el resto de las regiones de España. En el siglo XVII
por la depresión económica que sufre España se contempla el olivar como el cultivo
sustitutivo de otros tradicionales tan arraigados como el de los cereales, aumentando
de esta forma la inversión en nuevas plantaciones de árboles, produciéndose la
reconversión de cultivos. Durante el siglo XVIII el olivar se consolida en Andalucía
como principal cultivo, como consecuencia de la expansión de los latifundios
olivareros, y un crecimiento importante de la población, lo que lleva aparejado
un aumento de la demanda del aceite como producto de consumo. Este aumento en
la demanda de aceite continúa durante el siglo XIX con el proceso de
urbanización de nuestras villas y ciudades, determinado por el impulso general en la
comercialización, ante creciente desarrollo de los medios de comunicación entre
ciudades importantes y el transporte que facilitaba el naciente ferrocarril. En
este mismo siglo XIX y, a causa de las desamortizaciones eclesiales, continúa
la sustitución de diversos cultivos de cereales por nuevas plantaciones de
olivo y su consecuente expansión en todos los términos municipales. A su vez,
se comienzan a recuperar zonas antes abandonadas de olivar por el aumento continuado
y creciente de la demanda, llegando Andalucía a contar a finales del siglo XIX
con el 60% del total de olivar español.
El "mar de olivos" de Jaén está integrado por 66 millones de olivos.
El
primer tercio del siglo XX se configura como la “época de oro del olivar
español” con nuevas plantaciones, mejoras en los procesos de producción,
transformación y comercialización del aceite, avances importantes en la productividad
y rentabilidad de los cultivos, y un impulso en las exportaciones de aceite a
los mercados internacionales.
Durante
los gobiernos franquistas se incentiva la producción del aceite, ante la demanda
interna y continúa la expansión del cultivo en toda Andalucía, llegando a
ocupar tierras marginales. La planta del olivo por sus características de
dureza y resistenciaha
permitido la utilización de tierras marginales para su expansión en muchos
casos en nuestro término municipal. Una planta típicamente mediterránea, que unido
a que es una plantación de secano, con menos necesidades de riego respecto a
otros cultivos, ha hecho posible que se cultive en todos los sectores de
nuestro término municipal, sin consideración sobre calidad e idoneidad de las
tierras en las que se cultivaba. Así, ocupando tierras marginales, y sustituyendo
a otros cultivos, el olivar continuó su expansión hasta su paralización en los
años setenta del siglo pasado. Es en estos años cuando España experimenta un
gran crecimiento económico acompañado de todo un proceso de mecanización de
determinados cultivos, que provocan un descenso en la necesidad de jornales y
un excedente de mano de obra, que aparece abocada a la emigración casi forzosa.
Es la época del gran éxodo de población de los medios rurales y de la emigración
de trabajadores españoles al extranjero.
Primer
día de cosecha MERGAOLIVA. MERGAOLIVA suele comenzar la recolección temprana de
aceituna a principios del mes de octubre. Se muestran imágenes del Primer día
de cosecha. Se obtiene un AOVE con unas cualidades excepcionales, tanto físico-químicas
como organolépticas.
Aceite
de Oliva Virgen Extra de Jaén. Empresa familiar. Olivos centenarios.
Oleoturismo. Visita almazara.
Por
lo que respecta a la provincia de Jaén, es preciso señalar cómo en la agricultura
jiennense apenas se produjeron cambios significativos en la distribución de las
superficies cultivadas entre 1951 y 1962. A lo largo de los años cuarenta,
cincuenta y sesenta, el olivar fue expandiéndose de forma constante, hasta
ocupar el 51% de la superficie cultivada en 1962 (2).
El
cultivo del olivar ya contaba con una enorme importancia en la agricultura
jiennense de los años treinta, cuando competía en importancia con el sistema
cereal (cereales, leguminosas y barbechos) aún predominante. En concreto, si en
1900 el sistema cereal significaba el 74,06% de la superficie agraria jiennense
y el olivar tan sólo el 24,2%, en el año 1931 esta diferencia se había acortado
visiblemente, pues ese año el olivar significaba el 44,12% del total de la
superficie agraria, mientras el sistema cereal ahora tan sólo representaba el 53,89%
de la misma (3).
A
lo largo de las décadas de los cuarenta y los cincuenta del pasado siglo, el cultivo
del olivar continuó expandiéndose, pasando a representar el 49,54% de la superficie
cultivada en 1951 y el 55,8% de la misma en 1962.
La
distribución de la superficie agraria siguió presentando, en la década de los años
cincuenta y los sesenta del pasado siglo, un claro dominiode los cultivos tradicionales, salvo ligeras
variaciones respecto a la década inmediatamente anterior, en cereales y
leguminosas, y ello se produce en un momento en el que asistimos a un cambio
trascendental de la estructura agraria en España (4).
En
efecto, las repercusiones económicas y sociales de los años del desarrollismo
se dejaron sentir notablemente en la agricultura del conjunto de la nación. El
incremento de la renta disponible, y el intenso proceso de urbanización e
industrialización experimentado por la sociedad española en aquellos años,
generaron también una significativa modificación en la demanda de los productos
alimenticios. Si en los años cuarenta lo habitual, como consecuencia de las
excepcionales condiciones de vida impuestas por la política económica
autárquica, fue una adecuación de la oferta de los productos alimenticios a un
mercado poco extenso y diversificado en sus demandas alimenticias, (básicamente
dirigidas al consumo de cereales panificables, féculas y legumbres), con el
desarrollo económico registrado con posterioridad, la dieta alimenticia se hizo
mucho más variada.
Mergaoliva:
Cubierta vegetal y pastoreo.Biodiversidad
en nuestros olivares de la provincia de Jaén. Mergaoliva está comprometida con
el respeto al entorno del olivar y con el Medio Ambiente. Cuidamos de la
cubierta vegetal en nuestros olivares y ayudamos a mantener la biodiversidad.
Con la cubierta herbácea ayudamos a fijar el nitrógeno de la atmósfera al
suelo, las plantas crean materia orgánica, y así contribuimos a mantener la
macro-fauna y micro-fauna existente en la tierra.
Siempre
comprometidos con la conservación y mejora de la situación de nuestro planeta.
Aceite de Oliva Virgen Extra de la máxima calidad. Oleoturismo en Mergaoliva.
Las
Encuestas de Presupuestos Familiares realizadas por el Instituto Nacional de
Estadística, además de poner de manifiesto cómo entre 1958-1975 se reduce de
manera contundente el peso relativo del gasto en alimentación, señalan que en
ese mismo período de tiempo tiene lugar una variación no menos importante de la
composición de la demanda alimenticia, aumentando el consumo de productos de
origen animal (carne, pescado, leche, huevos, derivados lácteos, etc.) y
hortofrutícolas, en detrimento de los cereales y las leguminosas, que en décadas
anteriores eran la base de la alimentación.
Tal
circunstancia propició el inicio de la transformación y diversificación del
paisaje agrario. En este sentido y según la información que se desprende de los
censos agrarios, entre 1962-1972, y de manera más determinante entre 1962-1982,
la superficie cultivada dedicada en España al trigo, las leguminosas, la
patata, el algodón y el olivar disminuye, frente al aumento paralelo registrado
por otros cereales (como la cebada, la avena, el centeno) y fundamentalmente
por las hortalizas. En efecto, en el espacio de tiempo indicado, el trigo
redujo su presencia en todos los tamaños de explotación, pero especialmente en
aquellas explotaciones menores de 30 hectáreas, que orientan su atención desde
mediados de los sesenta al cultivo de otros cereales o al olivar. Por su parte,
la superficie dedicada al cultivo de hortalizas aumenta sin excepción en todos
los tramos de explotación.
Olivares de Jaén que comparten la superficie, cada vez más escasa, con las fincas de tierra calma.
La
supremacía del olivar en la agricultura jiennense de las décadas de los cincuenta
y los sesenta estuvo compartida por el significativo peso del sistema cereal.
Por
lo que respecta al sistema cereal, es preciso señalar su retroceso, aunque
lento y tardío, registrado a lo largo de la década de los cincuenta y los
comienzos de la década de los sesenta. El sistema cereal, integrado por los
cereales (trigo, cebada, centeno y avena, básicamente), las leguminosas (garbanzos,
habas, judías y lentejas, sobre todo) y los barbechos, ostentaban todavía en 1951
la significativa cifra del 49,28% de la superficie provincial cultivada. En suma,
pues, el olivar y el sistema cereal se extendían en 1951 por el 98,82% de la
superficie cultivada, ocupando ínfimas cantidades las praderas artificiales y
las plantas forrajeras, los viñedos o los frutales.
Mergaoliva:
Desbroce de hierba, año 2021.Mergaoliva
utiliza medios respetuosos con la naturaleza para llevar a cabo las labores en
el olivar. El cuidado del suelo y el Medio Ambiente es la base principal para
obtener un Aceite de Oliva Virgen Extra de máxima calidad.
A
comienzos de la década de los sesenta, lo más significativo en el panorama de
la agricultura provincial fue la incesante expansión del olivar. En 1962, las
tierras destinadas al cultivo del olivo representaban el 55,8% de la superficie
cultivada provincial, mientras el sistema cereal todavía ostentaba la nada despreciable
cifra del 35,2% del total de la superficie cultivada. El predominio de los
cultivos tradicionales, mayoritariamente de secano y protegidos por los
elevados precios interiores y las políticas gubernamentales, continuaban siendo
una constante en la agricultura jiennense de mediados de la década de los
sesenta. La escasa competitividad de una agricultura, altamente protegida por
el estado, la convertía en absolutamente ineficaz para responder a las nuevas
demandas planteadas por un mercado de consumidores, con un mayor nivel de renta,
que a la vez se orientaba hacia la
demanda de nuevos productos alimenticios como la carne, la leche, las verduras
frescas o la fruta. En medio de este panorama, los rendimientos de los
cereales, las leguminosas o el olivar apenas alcanzaron mejoras perceptibles
durante el largo periodo 1951-1965 (5).
La
perduración de la distribución de producciones como cereales, leguminosas y
olivar, se debió, en muy buena medida, al mantenimiento, aún en los años
sesenta, de generosas subvenciones otorgadas por la política agraria franquista
a los cultivos tradicionales (6).
Hasta
convertirse las subvenciones en suculentos estímulos a los que siguieron optando,
de manera preferente, los grandes propietarios de la tierra, acompañados en muchos
casos por los medianos y modestos propietarios o arrendatarios agrícolas. A ello
hemos de unir el fracaso de las políticas de ampliación de las superficies irrigadas
puestas en marcha por la administración franquista. Cuestión ésta que se convirtió
en un grave obstáculo para la reorientación de la agricultura en el momento en
que se atisbaba una incipiente diversificación en los componentes de la dieta
alimenticia. La labor estatal para ampliar las superficies regadas fue muy temprana.
El 26-XII-1939 se dictó la ley de Bases para la colonización de grandes zonas,
pero el escaso efecto que tuvo esta ley entre la iniciativa privada llevó a la promulgación
de una nueva ley el 21-IV-1949 “sobre colonización y distribución de la
propiedad en las zonas regables”. Esta última ley, como ha señalado José María Sumpsi,
lanzó de modo entusiasta a los agricultores a participar en las grandes transformaciones
de secano en regadío, por cuanto convertía al Estado en responsable, casi en solitario,
de las obras hidráulicas proyectadas (7).
Los
escasos estímulos de la política agraria franquista, encaminados hacia la sustitución
de los cultivos tradicionales por nuevas orientaciones, en clara sintonía con
lo demandado por los mercados, evidencian no solamente el fracaso de las intervenciones
estatales sobre la agricultura de regiones periféricas y escasamente industrializadas,
sino también la ausencia absoluta de resortes eficaces en la reorientación de
la agricultura de la Andalucía oriental. Como prueba de todo ello, apuntemos
tan sólo que en 1962 las hortalizas, único cultivo ajeno a la familia de los cultivos
tradicionales, representaban un exiguo 6% de la superficie cultivada de la provincia
de Jaén.
Este
fenómeno de tozuda resistencia de las tierras cerealícolas a reducir su presencia
en el agro andaluz, en medio de una agricultura predominantemente tradicional,
incidió sobre aquel otro, consistente en la masiva expulsión de mano de obra
agrícola jornalera, que conocieron sobre todo las provincias de Granada y Jaén
desde los años cincuenta en adelante.
De
manera especial porque las tierras cerealícolas fueron concentrándose primordialmente
en las explotaciones de tamaño medio y grande, y especialmente en las grandes
explotaciones, las mismas que conocieron un proceso más agudo y acelerado de mecanización
de determinadas labores que eran tradicionalmente intensivas, en mano de obra agrícola asalariada (8).
La
conjugación de las dos circunstancias descritas en el transcurso de un largo
periodo, que discurrió aproximadamente entre 1951 y 1972, con una expansión olivarera
acentuadamente concentrada en las pequeñas explotaciones campesinas que en su
mayoría eran autosuficientes, y persistencia en el tiempo de un cultivo
cerealícola crecientemente mecanizado en las grandes explotaciones inmersas en
una agricultura tradicional, arrojó como
resultado más visible, en infinidad de comarcas agrarias de Andalucía, la
extremada reducción en las ofertas de empleo dirigidas hacia una todavía abultada
población jornalera. A todo ello se debe unir el fenómeno de la progresiva mecanización
de determinadas labores prestadas al olivar como laslabores de arado en alza y bina, preparación
de suelos, realización de ruedos, etc., posibilitado por la creciente utilización
de numerosos tractores y arados de tracción mecánica en nuestros pueblos, proporcionados
por una extensa gama de cooperativas y empresas auxiliares agrícolas, de la que
resultó beneficiada una muy considerable proporción de pequeñas explotaciones
campesinas, que cubrían sus necesidades de cultivos como socios, con los
servicios de las tareas agrícolas de las labores con la creciente nueva
maquinaria (9).
En
suma, pues, una ingente cantidad de mano de obra jornalera, radicada en
extensas comarcas agrarias de las provincias andaluzas, se vio abocada a la
emigración desde mediados de la década de los cincuenta en adelante.
Era
la única salida disponible para un abultado colectivo de trabajadores
agrícolas, acosado por el desempleo estacional y la imparable disminución de
las necesidades de mano de obra asalariada, de una agricultura crecientemente
capitalizada, e incapacitado para la obtención de empleos alternativos en un
raquítico sector industrial con una presencia a lo sumo testimonial, en
numerosísimos pueblos de la geografía andaluza (10).
Tal
y como prueban fehacientemente los datos obtenidos en la provincia de Jaén, el
monocultivo olivarero, y la íntima asociación que se fue estableciendo entre la
especialización en tomo al olivar y la pequeña explotación campesina autosuficiente,
se convirtieron durante las décadas de los cincuenta y los sesenta en los
factores más directamente responsables de la expulsión de mano de obra
jornalera y emigrante, que se dirigióhacia
otras regiones peninsulares económicamente más prósperas. Así pues, puede afirmarse
que cuanto más intensa fue la especialización comarcal en el cultivo del olivar,
mayor fue la cantidad de población jornalera expulsada de sus municipios de origen.
La
disminución de la población activa agraria en las provincias de Granada y Jaén,
tanto en cifras absolutas como en términos porcentuales sobre el total de la población
ocupada, alcanzó elevadas expresiones numéricas entre 1955 y 1975. La provincia
de Granada perdió en el transcurso de tiempo descrito un total de 81.501
activos agrarios, mientras que durante idéntico periodo de tiempo la provincia de
Jaén vio disminuir su población agraria en nada más y nada menos que 116.910
activos (11).
Miles de jóvenes andaluces abandonaron su tierra, sus gentes y parte de su vida pasada, camino de un futuro más prometedor.
La
inmensa mayoría de las pérdidas sufridas por la población empleada en la agricultura
de las provincias andaluzas, se registró entre los jornaleros y los asalariados
agrícolas, qué no regentaban ningún tipo de explotación rural. De acuerdo con
esto último, la consecuencia más directa de esta acusadísima restricción en la
población asalariada agrícola padecida por las provincias de Granada y Jaén,
desde mediados de los años cincuenta hasta bien entrada la década de los setenta,
fue la sustancial alteración experimentada por los valores porcentuales
alcanzados por los asalariados y los no asalariados en el seno sus respectivas
estructuras sociales rurales. Hacia el año 1975, los no asalariados
representaban el 66,9% de la población activa agraria de la provincia
granadina, mientras los asalariados alcanzaban el 33,1% restante (12).
Por
lo que respecta a la provincia de Jaén, y aunque de ella tan sólo poseemos
datos parciales, referidos al conjunto de activos ocupados en la agricultura de
forma fija y a jomada completa, hacia el año 1972 los no asalariados
significaban el 83,5% de todos ellos,mientras
los asalariados apenas alcanzaban el 16,5% de la población rural descrita. Si tenemos
en cuenta que en la década de los años 20 a los 30, justo antes de iniciarse la
guerra civil, los jornaleros agrícolas de nuestra provincia representaban el
39,46% de su población activa agraria, la intensidad alcanzada por la disminución
de la población jornalera se nos muestra en su verdadera magnitud (13).
El
estancamiento agrario de los años cuarenta, fue seguido en la provincia de Jaén
por el continuismo de una agricultura de corte tradicional, tanto a lo largo de
la década de los cincuenta y comienzos de la década de los sesenta. Este
fenómeno tuvo repercusiones negativas sobre el comportamiento demográfico
provincial, pues el mantenimiento de tasas de natalidad relativamente altas, a
lo largo de los años cuarenta y cincuenta, tropezó con la ausencia casi
absoluta de ofertas de empleo dado el raquitismo de los sectores económicos
secundario y terciario de la economía provincial (14).
El Tren Correo se llevaba a parte de la juventud jiennense en busca de mejores perspectivas de vida. Los emigrantes andaluces a Cataluña huían de la misería por la falta de trabajo.
En
el marco de una agricultura escasamente orientada hacia la competencia en los
mercados nacional e internacional, al tiempo que anclada en procesos de
producción y formas de trabajo rutinarias y tradicionales, el sector agrícola
jiennense tampoco se comportó adecuadamente en la absorción de la mano de obra
agrícola que demandaba un empleo. La persistencia de los cultivos
tradicionales, escasamente intensivos en mano de obra asalariada, hasta bien
entrados los años sesenta, obligó a una importante porción de la población jiennense
a recurrir a la emigración, produciéndose así una auténtica sangría demográfica
que acentuó aún más el carácter dependiente y periférico de su economía (15).
Hay
que precisar, pues, que a partir de 1940 se produce un notable distanciamiento
entre el crecimiento real de la población y el crecimiento vegetativo, resultante
de la deducción de muertes efectuada sobre el total de nacimientos. En
concreto, la población provincial, que era en 1940 de 753.308 habitantes, paso
a ser de 765.697 en 1950. El incremento absoluto real fue, pues, de tan sólo
12.289 habitantes. Teniendo en cuenta que el crecimiento vegetativo fue,
durante idéntico período, de 87.819 habitantes, hemos de deducir que el fenómeno
de la emigración comenzaba a causar auténticos estragos en la trayectoria
demográfica de la provincia. Con exactitud, la cifra de emigrantes jiennenses a
otras provincias y zonas de España fue de 75.430.
Cuadrilla de aceituneros higuereños en el descanso del almuerzo. En esta foto se recuerda a muchas personas conocidas de aquellos años.
El
relativo estancamiento productivo del sector oleícola, que contribuyó, (al
generar escasas expectativas de empleo), a la agudización de la crecida presión
demográfica sobre los recursos agrícolas, desencadenando, de alguna manera, el
proceso de migraciones exteriores. Las migraciones externas protagonizadas por
la población jiennense a partir de la década de los cuarenta mostraron enorme
intensidad y una persistencia. La provincia de Jaén arrojó los saldos negativos
más abundantes de toda Andalucía durante el período entre 1941 y 1970, alcanzando
un total de emigrantes de 395.400, que significaron el 24,19% del total de la
emigración andaluza en ese mismo período, si bien es preciso indicar que tan
sólo durante la década de los cincuenta, cuando en la agricultura provincial
perduraban los cultivos tradicionales, el total de emigrantes de procedencia
fundamentalmente rural fue de 152.267. Así pues, casi uno de cada cuatro
andaluces que emigraron después de la guerra civil procedía de la provincia de
Jaén.
La
especialización económica de las provincias de la Andalucía oriental en la
provisión de productos alimenticios, materias primas y productos semielaborados
se vio acentuada por las políticas industrializadoras del régimen franquista,
que privilegiaron la inversión industrial en aquellas regiones peninsulares que
ya contaban, antes de iniciarse el conflicto bélico, con una considerable red
de instalaciones fabriles y de industrias transformadoras. Por lo que respecta
a la provincia de Jaén, todavía a la altura del año 1960 el 61,5% de la población
activa estaba ocupada en el sector agrícola, mientras los sectores industrial y
de servicios apenas si ocupaban el 20%, por cada uno (industrial y servicios),
de la población empleada de la provincia.
Evolución de la población entre 1901 y 1940 en la comarca de La Campiña Baja y valle del Guadalquivir jiennense.
Evolución
de la población en Lahiguera entre 1901 y 1980:
Periodo
de años 1901-1910:
Población
inicial de este periodo: 1.653
Población
final de este periodo: 1961.
Crecimiento
medio anual: 30,8.
Porcentaje
de esta década: 1,70.
Periodo
de años 1911-1920:
Población
final de este periodo: 2.615.
Crecimiento
medio anual: 65,4.
Porcentaje
de esta década: 2,85.
Periodo
de años 1921-1930:
Población
final de este periodo: 3.152.
Crecimiento
medio anual: 53,7.
Porcentaje
de esta década: 1,86.
Periodo
de años 1931-1940:
Población
final de este periodo: 3.693.
Crecimiento
medio anual: 54,1.
Porcentaje
de esta década: 1,58.
Periodo
de años 1941-1950:
Población
final de este periodo: 4.009.
Crecimiento
medio anual: 31,6.
Porcentaje
de esta década: 0,82.
Periodo
de años 1951-1960:
Población
final de este periodo: 2.704.
Crecimiento
medio anual: -130,5.
Porcentaje
de esta década: - o, 03.
Periodo
de años 1961-1970:
Población
final de este periodo: 2.116.
Crecimiento
medio anual: -58,8.
Porcentaje
de esta década: -2,43.
Periodo
de años 1971-1980:
Población
final de este periodo: 1.897.
Crecimiento
medio anual: -21,9.
Porcentaje
de esta década: -1,09.
Evolución de la población entre 1941 y 1980 en la comarca de La Campiña Baja y valle del Guadalquivir jiennense.
Saldo de movimientos migratorios entre 1901 y 1980 en la comarca de La Campiña Baja y valle del Guadalquivir jiennense.
Una
agricultura pertinazmente anquilosada en una distribución de cultivos
escasamente intensivos en la utilización de mano de obra agrícola, generó,
consecuentemente, un incremento del desempleo agrícola, sobre todo en aquellas épocas
del año en las que no se efectuaban labores de recolección. El continuismo de la
agricultura tradicional hasta bien entrados los años sesenta y la total falta
de sectores alternativos al agrícola, que se ocuparan de la absorción de mano
de obra agrícola en situación de desempleo, obligaron a una ingente cantidad de
trabajadores agrícolas a recurrir a la emigración.
En
un estudio sobre las causas de la emigración en la provincia jiennense, elaborado
a mediados de la década de los sesenta, se señalaba que el 44,06% de los emigrantes
encuestados (un total de 1.791) aludían al paro como la principal causa de su
decisión de abandonar su lugar de residencia en busca de un empleo. Asimismo se
indicaba que de un total de 81.824 trabajadores ausentes de sus lugares de
residencia, por haber recurrido tanto a una emigración definitiva como
circunstancial, 73.932 provenían de la agricultura, representando, pues, al 90,3%
del total de los emigrados contabilizados (16).
Algunos
cultivos como el cereal aparecen más aptos para la mecanización, que se sigue
desarrollando en detrimento de otros cultivos que no lo son, como el olivar. El
éxodo de población provoca un descenso importante de población, lo que aumenta
el costo y los salarios de mano de obra. Esta falta de fuerza de trabajo, unida
a una competencia de otras grasas vegetales y al desarrollo de otros cultivos
con la mecanización, en la búsqueda de una mayor rentabilidad de la producción,
conducen desde el abandono de determinadas zonas de olivar menos productivo
situado en aquellos terrenos marginales, hasta el arranque de árboles y la plantación
de cultivos sustitutivos, en terrenos en los que podrían cultivarse otros
productos que en esos momentos eran más rentables, competitivos, mecanizables y
factibles de recolectar con un pequeña cantidad de mano de obra, como el trigo
o el girasol.
Unos 208,000 agricultores del olivo viven del campo gracias a la Política Agraria Común (PAC) cuyo propósito es fijar la población.
Esta
situación se mantiene y se ve agravada con la crisis de 1974. La crisis
económica por el petróleo, la subida de los precios en el aceite de oliva, la
escasa rentabilidad de las explotaciones olivareras, por el envejecimiento de
los árboles y por su ubicación en zonas marginales, el costo de la mano de obra
en la recolección de la aceituna y el descenso del consumo y demanda de aceite
de oliva a favor de la demanda de otras grasas a precios más bajos, muestra
cómo la crisis del sector, que ya se apuntaba en los años sesenta, en los años setenta
se intensifica, hasta el punto de tener que adoptarse por parte de la
Administración del estado un plan de reconversión y mejora del sector olivarero
entre los años 1972 y 1975. Sin embargo, el presupuesto y los medios destinados
a la ejecución de este plan fueron insuficientes. Por ello, en 1981, y con
perspectivas de cinco años, se inicia otro Plan con especial incidencia en el
desarrollo de las zonas rurales más deprimidas, a través de un impulso y
fomento del asociacionismo. Sin embargo, y a pesar de las condiciones y
facilidades que se ofertaban desde este último plan, los problemas que se
intentan subsanar en el olivar no fueron solucionados, avistándose de esta
forma la problemática del sector como un problema estructural.
Uno de los retos de la provincia de Jaén, y, por tanto, de la economía
global de la provincia, está relacionada con la comercialización del aceite.
El
olivar en Jaén es considerado pilar y sector estratégico de la economía
jiennense. No es extraño que uno de sus retos y, por tanto, de la economía
global de la provincia, esté relacionada con la comercialización del aceite, en
un contexto de competencia internacional en el que es fundamental la
“integración” de un producto local, que es necesario obtener con una fuerza de
trabajo, del mismo modo en lo local pero cada vez más internacional. Con el
objetivo último de la competitividad, el periodo de duración de la recogida de la
aceituna se reduce en beneficio de la productividad y de la calidad del fruto.
La recogida en el momento justo de su maduración aumenta la productividad del
fruto, y la rapidez en la recogida hace que el árbol sufra menos para la cosecha
posterior y reduzca su vecería; es necesario, por tanto, reducir el tiempo de
recogida e intensificarla con más personal disponible.
Estas
labores de recolección venían siendo desempeñadas hasta ahora por los trabajadores
autóctonos e inmigrantes nacionales de otras provincias, que se trasladaban a Jaén
durante el tiempo que ocupaban las campañas de recolección de la aceituna. De
otras provincias andaluzas como Cádiz, con menor extensión y dedicación al
olivar,vinieron año tras año familias
para la recolección de la aceituna.
Foto aérea de Lahiguera del año 2005, en la que se aprecia el incremento de plantación del olivar. Foto de J. J. Mercado.
Aunque
son muchos los trabajadores inmigrantes españoles de otras provincias de
Andalucía, que continúan acudiendo en la época de la recolección a nuestras
poblaciones de la provincia de Jaén, la reducción del tiempo de recogida y del
número de jornales, ha provocado que a muchos de ellos ya no les resulte
rentable el desplazamiento por tan poco periodo de tiempo, pudiendo, en el caso
de disponer de algún tipo de cobertura económica, que se convierte en la razón
por la que han tomado la opción de rechazar determinados trabajos por sus
condicionantes laborales, salariales, etc. Es necesario entonces, poder contar
con una mano de obra dispuesta a insertarse en un mercado laboral fragmentado y
precario.La
búsqueda de la minimización en los costes totales, de una calidad que permita
poner en el mercado un aceite competitivo y el cuidado de los olivos para el
mantenimiento de los rendimientos en la producción, se traduce en un aumento de
la intensificación del trabajo y por tanto en el incremento de la mano de obra.
A pesar de que muchas operaciones del cultivo están mecanizadas (maquinaria en
la poda, vibradora, barredoras, etc.), y que en algunos aspectos se ha
conseguido el abaratamiento de los costes, en el olivar se requiere gran cantidad
de mano de obra que otros cultivos no requieren.
Evolución de la superficie del olivar por comarcas andaluzas desde finales del siglo XIX al año 1975.
En
un sector agrícola como el del olivar, que precisa de una demanda amplia de
trabajadores en la recolección, y que por sus características de temporalidad y
flexibilidad no resulta atractivo a los trabajadores nacionales, se precisa necesariamente
de mano de obra extranjera que poco a poco sigue acudiendo a nuestros pueblos,
porque para ellos esta oferta de trabajo significa un modo de inserción
laboral, aunque precario, fácil y relativamente rápido para todos aquellos extranjeros
a los que se les “veta” la entrada en otros mercados laborales de una mayor
estabilidad y con posibilidades de mayor movilidad ascendente, que mejorarían
su situación personal como trabajadores.
Parte de una cuadrilla con trabajadores africanos trabajando en la recolección de la aceituna en una finca de la provincia jiennense.
Esta
es la situación de la actividad de recolección de aceituna en Andalucía en el
periodo reciente que comprende desde el 13 al 19 de diciembre de 2021, según la
Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta
de Andalucía.
Olivar
de almazara:
“Almería:
En la comarca de los Vélez, las labores de recolección casi han concluido, los
más rezagados esperan a fines de semana y días de fiesta para su recolección,
ya que casi la totalidad de la superficie dedicada a este cultivo es para
autoconsumo y de carácter familiar.
Cádiz:
La campaña de molino en la comarca de la Sierra sigue en la zona con datos de
rendimientos en torno al 18-20%, 2-3 puntos más que en 2020. La recolección va
muy rápida, la climatología está dejando trabajar y no se han perdido casi días.
La producción está siendo similar al año pasado. Han caído 90 litros/m2 desde
septiembre, muy por debajo de la media de precipitaciones histórica.
Córdoba:
Se observan explotaciones de olivar de la variedad Nevadillo con el 100% de la
aceituna negra. La aceituna está muy menuda y con peligro de caerse al suelo.
La variedad Hojiblanca aguanta más en el árbol, son más duras y presentan
alguna aceituna verde, en torno a un 30% y el resto ya morada. El olivo está
muy seco, le faltan precipitaciones. Los rendimientos en aceite de la comarca
de La Campiña Baja se encuentran al 18-19%, dos puntos más que el año pasado.
Se espera que mejore este dato en el mes de enero sobre todo si la tónica de
escasas precipitaciones no se repite en los próximos días.
Granada:
En la comarca de La Vega y Montefrio la recolección de la aceituna de molino se
está desarrollando con normalidad. La variedad Hojiblanca se encuentra ya
cosechada sobre el 10-15. Los rendimientos grasos están en torno al 18-21%,
mejorando a medida que pasan los días. Con respecto al año pasado se cogerán un
10-15% más de aceituna. En la comarca de Huéscar se ha iniciado la campaña de
molino con las variedades Hojiblanca y Picual, la producción está siendo corta,
con rendimientos de un 16-18%.
Huelva:
La campaña de la aceituna de molino avanza con rapidez.En la zona Condado-Campiña el nivel de
recolección es muy alto (sobre más del 90%). Se obtienen rendimientos grasos
medios en la provincia sobre el 16-18º. En las explotaciones de riego, se
obtienen producciones medias. Finalizó la recolección de la Arbequina y se ha
iniciado la de Zorzaleña y Verdial que se mantiene verde y son las que más
aguantan en el árbol. La producción final está siendo media debido a la falta
de lluvia y al escaso engorde del fruto. Buena cantidad de aceite y en buena
graduación. Fruto sano y calidad media muy buena.
Aceite
de oliva virgen extra MERGAOLIVA: Comprometidos con el medio ambiente y la
calidad del AOVE.Recolección
aceituna campaña 2020-21. Cuidamos el producto desde el campo hasta su mesa.
Respeto al medio ambiente, la sociedad y la economía. Producción, envasado y
comercialización de Aceite de Oliva Virgen Extra. Grabación y montaje: Gonzalo,
Blancofilms.
Jaén:
La recolección en la comarca de Sierra Magina se encuentra adelantada una
semana. No ha llovido como otros años y se ha podido trabajar un número
importante de días. Los rendimientos grasos están 2 puntos por encima del año
pasado en la zona y se sitúan en torno al 20%. El terreno de la comarca,
quebrado, dificulta las labores, pero el buen tiempo ayuda. Los que han
finalizado campaña comienzan la labor de poda. La calidad está siendo alta, no
ha llovido, la aceituna se mantiene en el olivo y hace que no aumente la acidez
del fruto. En las comarcas de La Loma, El Condado y Campiña Sur la recolección
de aceituna en verde se inició en los meses de octubre y noviembre; a
continuación, vino la aceituna negra con rendimientos en la zona del 20-21% y 3
puntos más que el año pasado. En la zona de Baeza se llevará recogido el 40% de
la superficie, con parcelas de picual en casi todas las fincas y algunas de
Arbequinas.
Sevilla:
El estado fenológico dominante del olivar de almazara es el de fruto maduro con
pulpa roja. La campaña de recolección de la aceituna de molino se muestra
adelantada unos diez días en relación a otros años y con mejores rendimientos
grasos, a pesar del déficit hídrico, que el año pasado. La recolección más
temprana refresca al olivo y le permite empezar a recuperarse vegetativamente.
En las parcelas ya recolectadas se practica la poda y destrucción de restos.”
Son muchas las debilidades que presenta el sector del
aceite de oliva en la actualidad, sobre todo en relación a la comercialización
del aceite de oliva.
Hemos
comprobado cómo son, pues, muchas las debilidades que presenta el sector del
aceite de oliva en la actualidad sobre todo en relación a la comercialización
del aceite de oliva, imprescindible para la diversificación de la actividad
económica de la Provincia de Jaén, ya que hasta ahora el productor se ha centrado
y orientado hacia la producción y no hacia la comercialización, por lo que una
vez entregada la aceituna en la almazara tradicionalmente se han despreocupado del
proceso que posteriormente sigue y que es el que asegura mayores o menores
beneficios, estando la comercialización del aceite entregada en manos de grupos
comerciales, que juegan a favor de sus intereses, con los precios del aceite en
base a una ofertas y demandas controladas (17).
Aunque
el sector del olivar entró hace ya tiempo en una dinámica de cambio, estas
debilidades relacionadas en su mayoría con la participación directa de los
productores en el mercado, en poco o nada han variado a través de decenios.
Esta peculiaridad, que ha caracterizado el sector olivarero, ha ocasionado que
se produzcan circunstancias diversas en relación a la comercialización, como
los acontecimientos todavía recordados por muchos, que fueron los acaecidos
durante la campaña 1998/1999, en la que los productores poco tuvieron que decir,
como espectadores burlados en un asunto que para ellos era mucho más que
capital. Recuerdo que es el caso de una campaña en la que siendo la producción
baja, los precios se mantuvieron igualmente bajos, cuando la curva de
producción y precios debería seguir la trayectoria inversa: a mayor producción
menores precios y a menor producción mayores precios. La posición del sector
fue clara, no vender hasta que el aceite llegara a un precio considerado mínimo
para sacarlo al mercado. Siendo España la mayor exportadora de aceite de oliva,
durante el periodo de tiempo en el que el aceite permanecía almacenado, el
resto de países europeos importaban aceite de otros países productores. Así,
Italia importó aceite de Grecia o de Túnez, lo cual supuso numerosas pérdidas
en el sector. De esta forma lo explicaba el máximo representante político
provincial del sector:
(...)
la primera cosecha estaba ya dentro del periodo transitorio, que fue la campaña
1998/1999, aunque no había mecanismo de intervención pero sí en esa cosecha se
sacó al mercado el aceite que se había entregado en la cosecha anterior a la
intervención, es decir, las setenta y tantas u 80.000 toneladas de aceite que
se había comprado se pusieron, se licitaron a lo largo del mes de febrero,
entonces eso fue un aceite añadido más que se puso en el mercado, junto a eso
¿qué pasó? Pues la posición del propio sector en el sentido de que se fueron
elevando los precios y quiso más y en un nivel de precios de 430 pesetas dijo
que no vendía hasta que no llegara a las 450, ignorando, o no conociendo que
había países en el seno de la UE que su precio era menor que ese.
Mergaoliva:
Shredding the grass in the olive grove, year 2021.Mergaoliva uses means that respect nature
to carry out the work in the olive grove. Care for the soil and the environment
is the main basis for obtaining an Extra Virgin Olive Oil of the highest
quality.
Es
esta desvinculación del mercado, y sobre todo del mercado final, lo que ha
causado gran parte de las debilidades que muestra el sector, entre las que
destacan:
1ª.-La
escasa diversificación, las almazaras sólo comercializan el aceite a granel que
se vende en el mercado de origen.
2ª.-Un
mercado con mecanismos de orientación al socio, es decir, sólo se resuelven las
demandas que el propio socio o productor solicita al menor coste posible, éste
es el objetivo último, con lo que se hace imposible operar más allá del mercado
de aceite a granel; esta canalización de los excedentes a los socios y la
reticencia a introducir nuevas actividades impiden la retención de fondos
suficientes para llevar a cabo proyectos de inversión de una cierta
envergadura.
3ª.-Escasez
de un personal cualificado en las organizaciones productoras que no tienen
capacidad de operar en mercados competitivos.
Hasta
ahora no había hecho falta, ya que las funciones se limitaban a la liquidación
de la cosecha que era en lo único que en ese tiempo estaba interesado el olivicultor,
pero esta postura ha incidido en la falta de formación técnico y empresarial
del personal relacionado con la extracción, a lo que también contribuyó la desvinculación
de los jóvenes agricultores (mejor formados) de los cuadros directivos de las
cooperativas, dándose en muchos casos una falta de planificación, etc.
5ª.-
Otra grave consecuencia y debilidad que se presentó es que no existían
criterios comunes a la hora de realizar ciertas operaciones, cada uno se había
dejado llevar por lo que realmente le interesaba en el momento, dejar su cosecha
y comercializarla en el momento, por lo que se ha actuado de forma
independiente dejando a un lado procesos de integración, para aumentar el poder
de gestión comercial, e impidiendo realizar acciones comerciales de una cierta
envergadura para la comercialización, como era la penetración en mercados
exteriores ya consolidados y en la apertura de nuevos mercados del aceite, el
acceso a los medios de comunicación de masas para aprovechar mejor los efectos
de publicidad y comercialización, y estudios de mercados e investigaciones de apertura
de nuevos mercados, etc. (18).
ECOLÓGICO
Mergaoliva: Aceite de Oliva Virgen Extra. Extra Virgin Olive Oil ORGANIC.Mergaoliva hace presentación de su AOVE
ecológico u organic. Respetando la naturaleza, obtenemos lo mejor del zumo de
la aceituna. Aceite de oliva virgen extra de olivar tradicional y cultivo
ecológico.
Por
otro lado, dentro del entramado del cooperativismo oleícola, el proceso de
concentración que estaban siguiendo en estos momentos las industrias
refinadoras, envasadoras y comercializadoras estaba debilitando el poder del
olivarero; pues aunque se estaban dando procesos de concentración de cooperativas
en otras de segundo grado, el porcentaje de concentraciones de cooperativas que
lo siguieron no fue el adecuado.Ante esa
situación, se empezaron a dar procesos de concentración de cooperativas en
otras cooperativas de segundo grado o nivel, pero el porcentaje en que lo hicieron
no fue el adecuado para pensar en ganar posiciones respecto al tema de envasado
y comercialización directa, más aún cuando muchas de estas estructuras creadas
con las uniones fueron ficticias, puesto que en realidad no comercializan en
común, sino que utilizan a la cooperativa de segundo grado para otros fines, como
los de conseguir mayores subvenciones, poder envasar aceite a los socios,
conseguir que les “lleven las cuentas”, entre otros (19).
Otro
de los problemas fue, y es todavía en nuestro tiempo, la carencia de
asociacionismo en las fases anteriores a la de transformación y la existencia
de marcas de un determinado peso, que proliferan en exceso pero no llegan a ser
nunca conocidas, entre otras cosas por la falta de recursos para emprender campañas
de información y publicidad de una cierta envergadura. Aunque ya son visibles ciertos
avances e inversiones en materia de calidad, sigue siendo necesaria una mayor
inversión que afecte principalmente en los aspectos del almacenamiento y en la
recepción y separación del fruto en las almazaras.
De
este modo, podemos precisar o concluir que para llegar a conseguir una cierta
diversificación económica de la provincia de Jaén, algo que, por otra parte se
observa como un factor imprescindible en el crecimiento e independencia del
sector, es necesario comenzar por las reformas del sector del olivar,
incidiendo con mayores fuerzas en los procesos de comercialización del aceite
de los nuevos países consumidores, un nuevo grupo de países emergentes
interesados por nuestro producto, en los que las expectativas de demandas son
progresivamente crecientes.
El
sector del olivar, como hemos podido comprobar, plantea una serie de problemáticas
estructurales que no sólo no se han ido solventando, sino que han venido
agravándose a lo largo de la historia.
La
Fundación Estrategias para el desarrollo económico de la Provincia de Jaén en
el Plan Estratégico de la Provincia de Jaén, a partir del diagnóstico, refleja
estas problemáticas en forma de “árbol de problemas” resaltando cinco bloques
no estancos de problemas de la olivicultura y oleicultura actual, que podíamos
resumir en:
1º.-
Una comercialización muy deficiente.
2º.-
La escasa profesionalización del sector.
3º.-
Una débil cultura empresarial.
4º.-
Una deficiente estructuración del sector oleícola.
5º.-
Unos déficits estructurales para el desarrollo de la olivicultura, para
posteriormente plantear un árbol de objetivos que ayuden a paliar y subsanar
estos problemas.
Porque
recuerdo haber leído en algún momento al catedrático de economía Ramón Tamames Gómez,
que muestra su pensamiento a modo de principio operacional, en la siguiente
frase: “…también los problemas estructurales han de ser planteados y solventados
algún día” (20).
Los
problemas que caracterizan el olivar en Jaén, y hacen de él un cultivo con una
especial necesidad de implantación y consolidación en los mercados exteriores
han marcado y siguen marcando las mayores preocupaciones de todos los
representantes del sector.
La
comercialización pasa a ser la punta de lanza del desarrollo y la modernización
del sector del olivar,comenzando
lógicamente por un aumento de la calidad del producto a vender. Frente a la
importancia y trascendencia que la comercialización pasa a tener en estos
últimos añosexiste,
de igual modo, una pérdida de interés o una localización en un segundo plano de
los acontecimientos y cambios que vienen sucediendo en su mercado laboral.
No
podemos introducirnos a analizar estos acontecimientos y esta serie de cambios
en el mercado laboral de la aceituna sin conocer con más detalle el olivar en
la Provincia de Jaén, ya que las características de éste marcarán y configurarán
el mismo. De esta forma, pasaremos a caracterizar el sector del olivar en Andalucíay en Jaén deteniéndonos en describir la
configuración de las plantaciones, la superficie que ocupa en el total del
territorio jiennense, las producciones, la distribución y el tamaño de la propiedad,
que determinarán las técnicas de recogida del fruto y la mayor o menor
necesidad de mano de obra, de jornales en la recolección (21).
El
olivar andaluz supone el 61% de la superficie nacional, el 32% de la comunitaria
y el 14% de la superficie mundial. El 70% del olivar andaluz se cultiva en
secano y el 30% en regadío.
Distribución de la superficie
de olivar en Andalucía:
Andalucía,
por Provincias superficie de olivar en hectáreas y%:
Jaén:
Superficie en hectáreas.581.40335,83%
Córdoba:
Superficie en hectáreas.371.31122,88%
Sevilla:
Superficie en hectáreas.248.77615,33%
Granada:
Superficie en hectáreas.197.98212,20%
Málaga:
Superficie en hectáreas.138.8048,55%
Huelva:
Superficie en hectáreas.34.2502,11%
Cádiz:
Superficie en hectáreas.31.1801,92%
Almería:
Superficie en hectáreas.19.0451,17%
Total1.622.751100,00%
Fuente:
SIGPAC 2020 (CAGPDS).
Distribución provincial de las
explotaciones olivareras andaluzas y %:
Andalucía
cuenta con un total de 172.140 explotaciones con superficie dedicada al cultivo
del olivar. Jaén aglutina el 39,5% de estas explotaciones.
Provincia
de Jaén. Número de Explotaciones:67.95839,50%
Provincia
de Córdoba. Número de Explotaciones: 32.75319,00%
Provincia
de Granada. Número de Explotaciones: 25.46414,80%
Provincia
de Sevilla. Número de Explotaciones18.58410,80%
Provincia
de Málaga. Número de Explotaciones14.3668,30%
Provincia
de Huelva. Número de Explotaciones5.0372,90%
Provincia
de Almería. Número de Explotaciones4.9612,90%
Provincia
de Cádiz. Número de Explotaciones3.017 1,80%
Número
total de Explotaciones en Andalucía172.140100,00%
Fuente:
Encuesta de Estructuras de las Explotaciones Agrarias (EEEA), 2016. INE. Dado
que la EEEA 2016 es una encuesta, el reparto de explotaciones por provincias
debe tomarse como una estimación, más que como información consolidada.
Diferencias entre los
distintos tipos de aceite de oliva.
Los beneficios del aceite de oliva son conocidos a nivel
mundial gracias a la dieta mediterránea. Otra cosa es cuando queremos comprar
aceite y miramos las etiquetas. Yo, cuando miro las etiquetas y los precios veo
que lo más económico es comprar “aceite de oliva” y claro todo el mundo sabe lo
saludable que es el aceite de oliva... pues va a ser que no.
Después de muchos años preguntándome las diferencias que
hay entre un “aceite de oliva virgen extra”, un “aceite de oliva virgen” y un “aceite
de oliva” aquí está la respuesta:
Aceite de oliva virgen: Cuando la etiqueta
incluye la palabra “virgen” se refiere a que lo que hay dentro es lo que, sin
añadir nada más, sale de chafar las olivas enteras, si, si, enteras hueso
incluido, que así el proceso es más barato. Normalmente lo de chafar lo
asociamos a la idea del molino de piedra o similar, pero esa idea, a nivel
industrial incrementaría el coste de producción y el proceso industrial
optimizado es romper las olivas y centrifugarlas. Los productores también saben
que la calor dilata y dilatando la aceituna se consigue más aceite ymás rápido, así que industrialmente se
calientas las olivas, y así se reducen los costes de producción. De ahí que los
aceites extraídos en frío lo anuncien en la etiqueta y sean más caros.
Aceite de oliva virgen
extra: Si el aceite de
oliva virgen tiene unas características organolépticas (acidez, gusto, color,
textura, olor...) que sobresalen de lo habitual y obtiene una nota de cata
cualificada de 6.5 o superior se le llama “aceite de oliva virgen extra”. Es
decir, un aceite de oliva virgen extra es igual de saludable que un aceite de
oliva virgen pero está más bueno.
Aceite de oliva: Cuando un aceite de
oliva virgen no es apto para el consumo humano (por su acidez, gusto, textura,
olor...) se le envía a un proceso de refinado físico y/o químico para modificar
sus propiedades y así conseguir que pueda ser considerado apto para el consumo
humano. En el reglamento europeo CE 1019/2002 se reconocen 4 categorías
diferentes de aceites de oliva y la denominada “aceite de oliva'” puede tener
hasta el 90% de aceite refinado y como mínimo el 10% de aceite de oliva virgen
o virgen extra. Ahora la pregunta es: ¿Hay algo que retenga a un empresario a
poner la máxima cantidad de aceite refinado, que es más barato, si la etiqueta
va a ser la misma?
Aceite de orujo de oliva: ¿Alguien sabe que
es el orujo de oliva? Yo no lo sabía hasta que el otro día vi una botella de
aceite de orujo de oliva donde compro habitualmente y me puse a investigar. El
orujo de oliva es la masa pastosa que queda una vez extraído el aceite de las
olivas. De esa pasta, mediante químicos, normalmente disolventes, que luego se
neutralizan, se extrae el “aceite de orujo crudo o bruto”, que no es comestible
y tiene una acidez superior a 2º. Refinando el aceite de orujo crudo hasta
tener una acidez máxima de 0.5º se obtiene el “aceite de orujo refinado”, que
tampoco es comestible y finalmente, éste se mezcla con aceites de oliva
comestibles hasta tener una acidez máxima de 1.5º y conseguir que todas las
otras variables resulten aptas para el consumo humano. A esa mezcla de aceite
no comestible con aceites comestibles se le llama “aceite de orujo de oliva”.
Por otro lado, a veces vemos que el aceite se congela.
Esto es debido a que está formado por diferentes ácidos y la temperatura de
congelación de cada uno es diferente. El ácido oleico se congela a 5.5ºC, el
ácido palmítico a los 18ºC, el ácido linoléico se congela a los -2.5ºC y el
ácido esteárico a los 23ºC. Es decir, si en la tienda veis que una parte del
aceite se ha congelado, tendría lógica pensar que haya una mayor proporción de
ácido esteárico que en las botellas en las que no se observe congelación. Según
parece no hay estudios concluyentes sobre la afectación del ácido esteárico
sobre los triglicéridos, colesterol total, VDL, HDL, factores hemostáticos, la
trombosis, la oxidación, la inflamación o la salud en general. Los estudios
hechos indican o que es neutro o que afecta negativamente. Ahora bien, si la
duda está entre si es negativo o neutro parece claro que el ácido esteárico
bueno no es.
Finalmente, una... llamémosla curiosidad. Es un aceite que
si no te fijas bien, tiene el 50% menos de aceite... pero se refiere a aceite
absorbido por las frituras, pero eso sí: es 0,0... de qué? pues no se sabe,
pero es 0,0. Normalmente 0,0 se refiere al porcentaje de alcohol, azúcar,
grasas... pero todos sabemos que el aceite no tiene ni alcohol ni azúcar y que
el aceite es 100% grasa, así que ese 0,0... podría estar ahí solo porque 0,0 es
algo que vende aunque no se refiera a nada?
La próxima vez que compre aceite que provenga de olivas
haz lo que puedas para saber elegir, pero al menos sé consciente de lo que compras.
Predominan
explotaciones de pequeño tamaño: 1-5 hectáreas (58,5%) y 5-10 hectáreas
(17,7%). Las explotaciones de tamaño superior a 100 hectáreas (2,3%), suponen
el 26,0% de la superficie de olivar. El 49,2% de las explotaciones tiene una
pendiente media superior al 15%.
Por
encima del 20% de pendiente se encuentran el 32,7% de las explotaciones (26,8%
de la superficie de olivar andaluz.
Densidad de plantación, por
provincias:
Superficie
de olivar (ha) según densidad de plantación (árbol/ha). Categorías: 1º
<802º 80-1393º 140-3994º 400-7995º 800-1.0006º>1.0007º Sin especificar8º Total.
<
8080-139140-399400-799800-1.000 >1.000 Sin especificar Total
Densidad de olivar, según el
número de árboles por Hectárea.
El
49% de la superficie de olivar en Andalucía cuenta con una densidad media
inferior a 140 árboles/ha.
Jaén,
con 416.489 hectáreas (71,1% de su superficie de olivar) es la provincia
andaluza con mayor superficie cultivada con densidades de plantación inferiores
a 140 árboles/ha.
Córdoba,
con 214.617 hectáreas (59,6% de su superficie de olivar) es la provincia
andaluza con mayor superficie con densidad de plantación superior a 140
árboles/ha.
En
lo que refiere a densidades de plantación superiores a 1.000 árboles por Hectárea,
destaca la provincia de Sevillacon
12.778 hectáreas, el 5,8% de su superficie de olivar y 36,2% de la superficie
de olivar de Andalucía condensidad
superior a 1.000 árboles/ha.
El
55% de la superficie de olivar cultivada en secano en Andalucía, presenta
densidades de plantación inferioresa
los 140 árboles/ha. En regadío, el 59% de la superficie cultivada presenta
densidades superiores.
Mientras
que en olivar de almazara predominan densidades de plantación inferiores a 140
árboles/ha (51,4%),en el caso del
olivar de mesa y de doble aptitud son mayoría las de densidades superiores
(69,4% y 68.5%,respectivamente).
Densidad
de olivar (árbol por Ha)Secano
(%)Regadío (%)
Menos
de 80 árboles por Hectárea8,2%4,1%
Entre
80 y 139 árboles por Hectárea46,5%37,2%
Entre
140 y 399 árboles por Hectárea42,0%49,6%
Entre
400 y 799 árboles por Hectárea1,5%4,1%
Entre
800 y 1.000 árboles por Hectárea0,1%0,3%
Más
de1.000 árboles por Hectárea1,0%4,1%
Sin
especificar0,7%0,6%
Total100%100%
Densidad
de olivar (árb/ha)A. de MesaDoble aptitudAlmazara
De
menos de 807,0%12,5%6,1%
Entre
80-13923,6%18,9%45,3%
Entre
140-39964,4%65,6%42,8%
Entre
400-7994,0%2,3%2,5%
Entre
800-1.0000,0%0,1%0,2%
Más
de 1.000 árboles por hectárea1,0%0,4%2,4%
Sin
especificar0,0%0,1%0,7%
Total100%100%100%
¿Cómo
se elabora el Aceite de Oliva Virgen Extra 5 elementos? - Almazara Finca La
Pontezuela.
Hojiblanca311.454 19,4%Aceite (80-85%) y Mesa (10-15%)
Arbequina82.8585,2%Aceite
Manzanilla
de Sevilla 61.9443,9%Mesa
Resto230.67714,4%-
Total1.604.950100%-
Fuente:
Declaraciones de cultivos PAC 2019 (CAGPDS).
Empleo generado en la campaña
de recolección de la aceituna.
En
una campaña media (unos 5,3 millones de toneladas de aceitunacosechada) se pueden llegar agenerar 19 millones de jornalesaproximadamente. Para la campaña2020/21 se ha estimado la generaciónde 19,3 millones de jornales en olivarde almazara y de 2,4 millones en olivarde mesa.
•
Ayuda agroambiental específica para el olivar en pendiente, en Red Natura 2000
o vertiente a embalses de consumo humano, mediante el establecimiento y gestión
de una cubierta vegetal para afrontar los problemas erosivos, todo ello bajo
Producción Integrada. La ayuda cuenta con un presupuesto de 86,12 millones de
euros en cinco años. De este presupuesto a 31/12/2019 se han comprometido 67,09
millones de euros.
•
Ayuda agroambiental para el establecimiento de cubiertas vegetales en cultivos
de olivar bajo Producción Ecológica. A 31/12/2020 se han comprometido 21,51
millones de euros para esta ayuda.
•
Existe un Subprograma temático para el olivar andaluz, incluido en el Programa
de Desarrollo Rural 2014-2020, dotado inicialmente con un presupuesto de 304 millones
de euros.
Producción de aceite de oliva
en Andalucía:
Superficie de olivar de
almazara en 2019: 1.538.263 hectáreas.
Producción
2019/2020: 900.917 toneladas de aceite de oliva: que equivale al 80,0% de la
producción nacional; al 46,8% de la producción comunitaria y al 28,1% de la
producción mundial.
Jaén:
provincia andaluza con mayor producción
(44,2%).
En
2020/2021 se espera una producción de 1.348.200 toneladas (un 49,6% menos que
la campaña anterior).
El
valor de la producción andaluza de aceite de oliva en 2020 fue de 1.201,09
millones de euros, y supuso el 81,5% del nacional.
Campaña
2019/2020. Producción por provincias en toneladas y %:%
Jaén 398.528
toneladas.44,2%
Córdoba
196.52521,8%
Granada
119.62213,3%
Sevilla
99.92311,1%
Málaga
55.1256,1%
Cádiz
15.5611,7%
Almería
8.2890,9%
Huelva
7.3440,8%
Andalucía900.917100,0%
Industria asociada al sector y
asociacionismo:
Puesto.
Razón Social. Provincia. Facturación en millones de €uros.
1
DCOOP SCA Málaga
1.009,10
2
Migasa Aceites SL Sevilla
651,86
3
Sovena España SA Sevilla 537,99
4
Aceites del Sur-COOSUR SA Jaén 524,71
5
Deoleo SA Córdoba 413,61
6
Aceites Abril SL Orense
198,40
7
F.Faiges SL Tarragona
157,80
8
SCA Almazaras de la SubbéticaCórdoba
152,64
9
Actividades Oleícolas S.A.Sevilla 71,04
10
Romero Álvarez SA Sevilla 54,42
Entre
las campañas 2009/2010 y 2020/2021 (Nota: nos referimos a los precios medios hasta
la semana 8 de 2021.), los precios de las distintas categorías de aceite de
oliva hanvariado entre un +14,7% y un
+22,4%.
Entre
las campañas 2007/2008y 2018/2019 el
consumoen hogares en Andalucíadescendió un 21,3%, mientrasque el consumo per cápitatambién lo hizo, en un 27,2%.
Consumo en hogares en
toneladas:
Consumo
2007/2008:79.193
Consumo
2008/2009:78.606
Consumo
2009/2010:78.388
Consumo
2010/2011:73.854
Consumo
2011/2012:80.938
Consumo
2012/2013:71.537
Consumo
2013/2014:74.411
Consumo
2014/2015:64.372
Consumo
2015/2016:64.054
Consumo
2016/2017:61.899
Consumo
2017/2018:64.954
Consumo
2018/2019:62.302
Variación
en (%) desde 2007-2019 en el consumo en hogares en toneladas de un -21,3%de
toneladas.
Consumo Per cápita en
kilogramos por año:
Consumo
2007/2008:9,86
Consumo
2008/2009:9,91
Consumo
2009/2010:9,60
Consumo
2010/2011:8,92
Consumo
2011/2012:9,65
Consumo
2012/2013:8,39
Consumo
2013/20 14:8,82
Consumo
2014/2015:7,65
Consumo
2015/2016:7,62
Consumo
2016/2017:7,23
Consumo
2017/2018:7,50
Consumo
2018/2019:7,18
Variación
en (%) desde 2007-2019 en el consumo per cápita en kilogramos por año de un -27,2%.
EXPORTACIONES andaluzas de aceite en 2019/2020: 856.668
toneladas (2.112,03 millones de euros). Principales destinos: Italia (26,3%),
Estados Unidos (15,7%), Portugal (14,4%), Francia (7,7%) y Reino Unido (5,3%).
IMPORTACIONES andaluzas de aceite en 2019/2020: 186.727
toneladas (347,58 millones de euros). Principales procedencias: Túnez (46,2%),
Portugal (38,4%), Italia (4,9%), Argentina (2,3%) y Turquía (2,1%).
Integración del sector:
Organización
Interprofesional del Aceite de Oliva Español (constituida en 2002), marco de
adopción y puesta en marcha de una estrategia conjunta para garantizar el
futuro de la producción nacional en un mercado global.
Organización
Interprofesional del Aceite de Orujo de Oliva Español (aprobada en 2015).
Mano de obra generada:
Jornales generados en las
explotaciones de olivar de almazara.Jornales
%
Provincia
de Jaén: 8.161.010 jornales42,4%
Provincia
de Córdoba:4.558.666 jornales23,7%
Provincia
de Granada: 2.288.081 jornales11,9%
Provincia
de Sevilla: 2.115.383 jornales11,0%
Provincia
de Málaga: 1.397.560 jornales7,3%
Provincia
de Cádiz: 283.660 jornales1,5%
Provincia
de Huelva: 236.807 jornales1,2%
Provincia
de Almería: 222.310 jornales1,2%
Total
de jornales en Andalucía: 19.263.477 100,0%
Se
estima que durante la campaña 2020/2021, el olivar andaluz de almazara va a generar
un total de 19,3 millones de jornales.
Jaén
y Córdoba son las provincias que generan mayor mano de obra, sumando entre
ambas el 66,0% de los jornales.
Fuente:
Modelo de explotaciones olivareras. Departamento de Prospectiva. AGAPA.
Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.
Jornales generados en la
industria asociada:
Jornales
generados en una campaña media por las almazaras: 1,46 millones de jornales
(54% de trabajadores fijos y el 45% de trabajadores eventuales).
Envasado
y refinado generan 175.000 y 100.000 jornales respectivamente.
Las
extractoras de orujo generan una media de 285.000 jornales al año.
Fuente:
Plan Director del Olivar. Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y
Desarrollo Sostenible.
Figuras de calidad
diferenciada:
Hay
12 Denominaciones de Origen Protegidas reconocidas para aceite de oliva “virgen
extra” en Andalucía: Antequera, Baena, Estepa, Lucena, Montes de Granada,
Montoro-Adamuz, Poniente de Granada, Priego de Córdoba, Sierra Magina, Sierra
de Cazorla, Sierra de Cádiz y Sierra de Segura.
Superficie
inscrita en 2019: 475.784 hectáreas. Producción en 2019 85.319,90 toneladas. Comercialización:
20.380,21 toneladas.
Producción de aceituna de mesa
Superficie
de olivar de mesa en 2019: 94.952 ha.
Producción
2020/2021: 458.878 toneladas de aceituna de mesa (84,1% de laproducción nacional; 51,5% de lacomunitaria y 14,6% de la mundial).
Sevilla:
provincia andaluza con mayor producción (69,9%).
La
producción obtenida en la campaña 2020/2021 fue un 36,0% superior a la de la campaña
anterior.
El
valor de la producción andaluza de aceitunas en 2020 fue de 390,6 millones de
euros. En el añoanterior 2019 fue de
255,4 y supuso el 72,2% del nacional.
Campaña 2020/2021 por
provincias, producción por toneladas y %:
Sevilla
320.96969,95%
Córdoba
68.47514,92%
Málaga
64.76814,11%
Huelva
3.7790,82%
Jaén
4220,09%
Almería
3020,07%
Granada
960,02%
Cádiz
690,01%
Andalucía,
Producción: 458.878 toneladas100,00%
Fuente:
Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible y
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Industria asociada al sector y
asociacionismo:
Industria
asociada enAndalucía (2020/2021)
Puesto
Razón Social Provincia Facturación (millones €)
1
Deoleo SA Córdoba 561,95
2
Sovena España S.A Sevilla 537,99
3
Borges Agricultura & Ind
Edible Oils S.A. Tarragona 400,00
4
Grupo Ángel Camacho SL Sevilla 212,90
5
Urzante SL Navarra 202,50
6
Industrias alimentarias de
Navarra (SAU) Navarra202,19
7
FJ Sánchez Sucesores SA Córdoba 200,00
8
Grupo Ybarra Alimentación SL Sevilla 187,90
9
Agro Sevilla Aceitunas SCA Sevilla 150,00
10
DCOOP aceitunas de mesa Málaga 141,81
Hay
223 entamadoras y 119 envasadoras de aceituna.
Algo
más del 25% de estosestablecimientos
soncooperativas.
Fuente:
Agencia de Información y Control Alimentario (AICA)
Precios en origen:
Entre
las campañas 2010/2011 y 2020/2021 los precios de las distintas categorías de
aceituna de mesa hancrecido entre un
31,8% y un 58,3%.
Entre
la campaña actual y la anterior, los precios de la gordal y la manzanilla
disminuyeron un 12,2% y un 12,6% respectivamente, mientras que el de la
hojiblanca se incrementó en un 9,5%.
Fuente:
Observatorio de Precios y Mercados. Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca
y Desarrollo Sostenible.
Consumo:
Entre
las campañas 2007/2008 y 2018/2019 el consumo en hogares de la aceituna de mesa
creció un 20,1%, y el consumo per cápita en un 10,8%.
EXPORTACIONES
andaluzas en 2019/2020: 346.523 toneladas (492 millones de euros). Principales destinos:
Estados Unidos (17,4%), Italia (14,3%), Arabia Saudí (8,4%), Francia (8,2%), y
Reino Unido (6,4%).
IMPORTACIONES
andaluzas en 2019/2020: 12.614 toneladas (11,6 millones de euros). Principales procedencias:
Egipto (82,5%), Portugal (8,2%), Grecia (5,1%), Marruecos (1,0%) y Chile
(1,0%).
Fuente:
ICEX
Integración del sector:
Desde
el año 2004 todas las organizaciones que representan a las distintas ramas del
sector constituyen la Organización Interprofesional de la Aceituna de Mesa
(Interaceituna).
Mano de obra generada:
Jornales
generados en las explotaciones de olivar de almazara.
Durante
la campaña 2020/2021, el olivar andaluz de mesa generó un total de 2,40 millones
de jornales.
Sevilla
es, con gran diferencia, la provincia que mayor mano de obra genera, con el 81,3%
de los jornales.
Explotaciones
de olivar de mesaJornales %
Provincia
de Sevilla:1.952.987
81,28%
Provincia
de Córdoba:210.929 8,78%
Provincia
de Málaga: 195.945 8,15%
Provincia
de Huelva: 39.615 1,65%
Provincia
de Almería: 1.862 0,08%
Provincia
de Jaén: 918 0,04%
Provincia
de Granada: 416 0,02%
Provincia
de Cádiz: 174 0,01%
Andalucía:
2.402.846 100%
Fuente:
Modelo de explotaciones olivareras. Departamento de Prospectiva. AGAPA.
Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.
Jornales generados en la
industria asociada de aceituna de mesa.
Las
entamadoras y envasadoras andaluzas generan una media de 780.000 jornales, el
42% en el entamado (325.500 jornales) y el 58% en el envasado (457.500
jornales).
Fuente:
Plan Director del Olivar. Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y
Desarrollo Sostenible.
Figuras de calidad diferenciada:
1
Denominación de Origen Protegida (DOP) reconocida: “Aceituna Aloreña” de
Málaga.
Superficie
inscrita en 2019: 23.400 hectáreas.
Producción
en 2019: 51,82 toneladas.
Comercialización:
51,82 toneladas.
Fuente:
Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.
Además
de la importancia de su producción primaria (…), el olivar es, por otra parte,
base de toda una serie de actividades secundarias, no sólo por la fabricación
de aceites de oliva, sino por la agroindustria que a su vez utiliza el aceite
como materia prima (…) es sin duda un importante potencial endógeno (repostería,
cosmética…) (21).
El
olivar, tanto de secano como de regadío, se distribuye en su mayoría en
plantaciones de tipo tradicional, es decir con una densidad de plantación de
entre los 70 y 100 olivos por hectárea, mientras que sólo un 30% del olivar de
regadío corresponde a plantaciones intensivas con densidades de plantación que
superan los 200 e incluso los 300 árboles por hectárea.
La
provincia con el mayor número de explotaciones es Jaén y a la vez es también
nuestra provincia donde se da la concentración de explotaciones de menor tamaño
tiene mayor incidencia de Andalucía, en ella el 61,68% de la superficie de
olivar se distribuye en explotaciones inferiores a 30 hectáreas.
Granada
16 de enero de 2020.
Pedro
Galán Galán.
Bibliografía
y referencia de las citas:
(1)González Alcantud, J.A., y González de
Molina, M. (Eds.): La Tierra: Mitos, Ritos y Realidades. Granada. Página 8.
Diputación Provincial de Granada. Anthropos.
(2) Martín
Mesa, Antonio: Los cambios estructurales del sector agrario jiennense en el
periodo intercensal 1962-1972, Jaén, Cámara Oficial de Comercio e Industria de
la Provincia, 1983.
(3)
Hernández Armenteros, Salvador: El crecimiento económico en una región
atrasada. Jaén, 1850-1930, Jaén, CSIC-Instituto de Estudios Giennenses, 1999.
(4) García
Delgado, José Luis; Muñoz Cidad, Cándido, y Abad Balboa, Carlos: La
agricultura. Cambios estructurales en los últimos años, en J. L. García Delgado
(ed.), España, Economía, Madrid, Espasa Calpe, 1993, páginas 181 a 218.
(5) Cámara
Oficial de Comercio e Industria de la Provincia de Jaén. Memorias Comerciales
correspondientes a los años 1953-1965.
(6) García
Delgado, José Luis, Muñoz Cidad, Cándido y Abad Balboa, Carlos: La agricultura.
Cambios estructurales en los últimos años, en J.L. García Delgado (ed.),
España, Economía, Madrid, Espasa Calpe, 1993, página 195.
(7) Sumpsi
Viñas, José María: La modernización de la agricultura y el desarrollo
económico, en Papeles de Economía Española, 73, 1997, páginas 149 a 159.
(8)
Instituto Nacional de Estadística (INE): Censos agrarios de 1962 y 1972.
Resultados provinciales (Provincia de Jaén), Madrid, 1962 y 1972.
(9) Martín
Mesa, Antonio, Los cambios estructurales del sector agrario jiennense en el
periodo intercensal 1962-1972, Jaén, Cámara Oficial de Comercio e Industria de
la Provincia, 1983, páginas 82 a 86.
(10)
Cámaras Oficiales de Comercio, Industria y Navegación de Andalucía, Estructura
económica de Andalucía (Memoria económica), COCINA, Jaén, 1978, páginas 137 y
138.
(11) Banco
de Bilbao: Renta Nacional de España y su distribución provincial. Serie
homogénea 1955-1975, Bilbao, 1978.
(12)
Martínez Sierra, Francisco: Cambios estructurales en el sector agrario de
Andalucía Oriental, 1960-1975, Sevilla, Instituto de Desarrollo Regional, 1985,
página 41.
(13)
Martín Mesa, Antonio, Los cambios estructurales del sector agrario jiennense en
el periodo intercensal 1962-1972, Jaén, Cámara Oficial de Comercio e Industria
de la Provincia, 1983, página 101.
(14)
Maroto Martos, Juan Carlos y Cejudo García, Eugenio: La emigración de mitad de
siglo en la provincia de Jaén. Algunas reflexiones teóricas sobre sus factores
explicativos, Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, 176, 2000, vol. II,
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(15)
Araque Jiménez, Eduardo: La política de colonización en la provincia de Jaén.
Análisis de sus resultados, Jaén, Instituto de Estudios Giennenses, 1983.
(16)
Ortega Campos, Pedro: Dieciséis años del “Plan Jaén”, Jaén, Cámara Oficial de
Comercio e Industria de la Provincia, 1973.
(17)
Parras Rosa, M., Mozas Moral, A., y Torres Ruíz, F. J.: El sector oleícola y el
crecimiento de la economía jiennense: análisis, retos y estrategias. Jaén.
1997, página 210. Universidad de Jaén-Caja General de Ahorros de Granada.
(18)
Parras Rosa, M., Mozas Moral, A., y Torres Ruíz, F. J.: El sector oleícola y el
crecimiento de la economía jiennense: análisis, retos y estrategias. Jaén.
1997. Universidad de Jaén-Caja General de Ahorros de Granada.
(19) Mozas
Moral, A.: La organización y el funcionamiento del cooperativismo olivarero
jiennense: una realidad problemática. 1997. II Jornadas sobre el olivar y el
aceite de oliva. Úbeda, página 22.
(21)
Martínez Chicón, Raquel: Inmigración extranjera y trabajo. Temporeros
extranjeros en la recogida de aceituna en Jaén, páginas 137 y 138. Consejo Económico y Social
de la Provincia de Jaén. 308 Páginas. Colección: Monográficos. Diputación Provincial de Jaén.
(22)
Parras Rosa, M.: El sector del olivar y del aceite de oliva jiennense.
Situación, retos y estrategias (monografía n. º 1). Observatorio económico de
la provincia de Jaén, 13. 1997. Página 67. Universidad de Jaén y Diputación de
Jaén. Jaén.