PROLOGO

Se pretende que sea éste un espacio dedicado a entretener y deleitar (... a través de la fotografía fundamentalmente) ... a dar a conocer (...o traer al recuerdo) ciertos monumentos o espacios situados en el término o cercanías de Lahiguera. ...a llamar la atención por el estado de abandono y deterioro de muchos de ellos, ...y si llegara el caso, a remover la conciencia de todos los que somos "herederos" de tales monumentos y espacios, y que con nuestra aportación ayudásemos a la conservación de los mismos.

domingo, 16 de enero de 2022

EL MAR DE OLIVOS DE JAÉN O EL BOSQUE ORDENADO DE NUESTROS CAMPOS.

 LA RIQUEZA DE JAÉN ATADA AL DESARROLLO DEL OLIVAR.

“Andaluces de Jaén / aceituneros altivos / decidme en el alma, ¿quién, / quién levantó los olivos?”, exclamaba Miguel Hernández. 

Antonio Machado también sentía pasión por los olivares: “¡El campo andaluz, peinado / por el sol canicular, / de loma en loma rayado / de olivar y de olivar!”.

La tierra ha sido considerada siempre como una de las mayores riquezas que el hombre ha poseído.

La tierra, en el mundo antiguo, constituía el fundamento económico y social de la producción. Ni el comercio, ni la artesanía sobresalieron tanto como para desplazar a la tierra de sus puestos o roles social y económico. La posesión de la tierra suponía la vinculación con el estatuto de ciudadanía en la clásica Atenas, y con la condición de ser “patricio” en Roma; pero además, la tierra era el factor productivo que permitía abastecer a la población y evitar las hambrunas y los subsiguientes disturbios sociales (1).

La tierra ha sido a lo largo de la historia y en infinitas ocasiones la que mayores satisfacciones ha proporcionado a millones de propietarios, y trabajadores campesinos, que a base de esfuerzos, sacrificios y trabajos, casi sin límite, han conseguido sacar a su familia adelante generación tras generación. Lo ha sido hasta tal punto que muchos han manifestado sus pensamientos más ancestrales y ocultos hasta el grado de llegar a afirmaciones tales como que “un hombre sin tierra no es nada”. 

Aceituneros de Lahiguera, años 1960. Todos caras conocidas para los de mi generación.
Es en la primera mitad del siglo XVI cuando comienza a surgir un gran interés por la inversión en olivar como propiedad, por parte de los comerciantes y grandes señores, y Andalucía ya aparecía como la zona del país con una mayor presencia de olivar, en relación con el resto de las regiones de España. En el siglo XVII por la depresión económica que sufre España se contempla el olivar como el cultivo sustitutivo de otros tradicionales tan arraigados como el de los cereales, aumentando de esta forma la inversión en nuevas plantaciones de árboles, produciéndose la reconversión de cultivos. Durante el siglo XVIII el olivar se consolida en Andalucía como principal cultivo, como consecuencia de la expansión de los latifundios olivareros, y un crecimiento importante de la población, lo que lleva aparejado un aumento de la demanda del aceite como producto de consumo. Este aumento en la demanda de aceite continúa durante el siglo XIX con el proceso de urbanización de nuestras villas y ciudades,  determinado por el impulso general en la comercialización, ante creciente desarrollo de los medios de comunicación entre ciudades importantes y el transporte que facilitaba el naciente ferrocarril. En este mismo siglo XIX y, a causa de las desamortizaciones eclesiales, continúa la sustitución de diversos cultivos de cereales por nuevas plantaciones de olivo y su consecuente expansión en todos los términos municipales. A su vez, se comienzan a recuperar zonas antes abandonadas de olivar por el aumento continuado y creciente de la demanda, llegando Andalucía a contar a finales del siglo XIX con el 60% del total de olivar español.
El "mar de olivos" de Jaén está integrado por 66 millones de olivos.
El primer tercio del siglo XX se configura como la “época de oro del olivar español” con nuevas plantaciones, mejoras en los procesos de producción, transformación y comercialización del aceite, avances importantes en la productividad y rentabilidad de los cultivos, y un impulso en las exportaciones de aceite a los mercados internacionales.

Durante los gobiernos franquistas se incentiva la producción del aceite, ante la demanda interna y continúa la expansión del cultivo en toda Andalucía, llegando a ocupar tierras marginales. La planta del olivo por sus características de dureza y resistencia ha permitido la utilización de tierras marginales para su expansión en muchos casos en nuestro término municipal. Una planta típicamente mediterránea, que unido a que es una plantación de secano, con menos necesidades de riego respecto a otros cultivos, ha hecho posible que se cultive en todos los sectores de nuestro término municipal, sin consideración sobre calidad e idoneidad de las tierras en las que se cultivaba. Así, ocupando tierras marginales, y sustituyendo a otros cultivos, el olivar continuó su expansión hasta su paralización en los años setenta del siglo pasado. Es en estos años cuando España experimenta un gran crecimiento económico acompañado de todo un proceso de mecanización de determinados cultivos, que provocan un descenso en la necesidad de jornales y un excedente de mano de obra, que aparece abocada a la emigración casi forzosa. Es la época del gran éxodo de población de los medios rurales y de la emigración de trabajadores españoles al extranjero.

Primer día de cosecha MERGAOLIVA. MERGAOLIVA suele comenzar la recolección temprana de aceituna a principios del mes de octubre. Se muestran imágenes del Primer día de cosecha. Se obtiene un AOVE con unas cualidades excepcionales, tanto físico-químicas como organolépticas.

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Por lo que respecta a la provincia de Jaén, es preciso señalar cómo en la agricultura jiennense apenas se produjeron cambios significativos en la distribución de las superficies cultivadas entre 1951 y 1962. A lo largo de los años cuarenta, cincuenta y sesenta, el olivar fue expandiéndose de forma constante, hasta ocupar el 51% de la superficie cultivada en 1962 (2).

El cultivo del olivar ya contaba con una enorme importancia en la agricultura jiennense de los años treinta, cuando competía en importancia con el sistema cereal (cereales, leguminosas y barbechos) aún predominante. En concreto, si en 1900 el sistema cereal significaba el 74,06% de la superficie agraria jiennense y el olivar tan sólo el 24,2%, en el año 1931 esta diferencia se había acortado visiblemente, pues ese año el olivar significaba el 44,12% del total de la superficie agraria, mientras el sistema cereal ahora tan sólo representaba el 53,89% de la misma (3). 

Museo de la Cultura del Olivo (Baeza).

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 A lo largo de las décadas de los cuarenta y los cincuenta del pasado siglo, el cultivo del olivar continuó expandiéndose, pasando a representar el 49,54% de la superficie cultivada en 1951 y el 55,8% de la misma en 1962.

La distribución de la superficie agraria siguió presentando, en la década de los años cincuenta y los sesenta del pasado siglo, un claro dominio de los cultivos tradicionales, salvo ligeras variaciones respecto a la década inmediatamente anterior, en cereales y leguminosas, y ello se produce en un momento en el que asistimos a un cambio trascendental de la estructura agraria en España (4).

En efecto, las repercusiones económicas y sociales de los años del desarrollismo se dejaron sentir notablemente en la agricultura del conjunto de la nación. El incremento de la renta disponible, y el intenso proceso de urbanización e industrialización experimentado por la sociedad española en aquellos años, generaron también una significativa modificación en la demanda de los productos alimenticios. Si en los años cuarenta lo habitual, como consecuencia de las excepcionales condiciones de vida impuestas por la política económica autárquica, fue una adecuación de la oferta de los productos alimenticios a un mercado poco extenso y diversificado en sus demandas alimenticias, (básicamente dirigidas al consumo de cereales panificables, féculas y legumbres), con el desarrollo económico registrado con posterioridad, la dieta alimenticia se hizo mucho más variada.

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Las Encuestas de Presupuestos Familiares realizadas por el Instituto Nacional de Estadística, además de poner de manifiesto cómo entre 1958-1975 se reduce de manera contundente el peso relativo del gasto en alimentación, señalan que en ese mismo período de tiempo tiene lugar una variación no menos importante de la composición de la demanda alimenticia, aumentando el consumo de productos de origen animal (carne, pescado, leche, huevos, derivados lácteos, etc.) y hortofrutícolas, en detrimento de los cereales y las leguminosas, que en décadas anteriores eran la base de la alimentación.

Tal circunstancia propició el inicio de la transformación y diversificación del paisaje agrario. En este sentido y según la información que se desprende de los censos agrarios, entre 1962-1972, y de manera más determinante entre 1962-1982, la superficie cultivada dedicada en España al trigo, las leguminosas, la patata, el algodón y el olivar disminuye, frente al aumento paralelo registrado por otros cereales (como la cebada, la avena, el centeno) y fundamentalmente por las hortalizas. En efecto, en el espacio de tiempo indicado, el trigo redujo su presencia en todos los tamaños de explotación, pero especialmente en aquellas explotaciones menores de 30 hectáreas, que orientan su atención desde mediados de los sesenta al cultivo de otros cereales o al olivar. Por su parte, la superficie dedicada al cultivo de hortalizas aumenta sin excepción en todos los tramos de explotación.

Olivares de Jaén que comparten la superficie, cada vez más escasa, con las fincas de tierra calma.
La supremacía del olivar en la agricultura jiennense de las décadas de los cincuenta y los sesenta estuvo compartida por el significativo peso del sistema cereal.

Por lo que respecta al sistema cereal, es preciso señalar su retroceso, aunque lento y tardío, registrado a lo largo de la década de los cincuenta y los comienzos de la década de los sesenta. El sistema cereal, integrado por los cereales (trigo, cebada, centeno y avena, básicamente), las leguminosas (garbanzos, habas, judías y lentejas, sobre todo) y los barbechos, ostentaban todavía en 1951 la significativa cifra del 49,28% de la superficie provincial cultivada. En suma, pues, el olivar y el sistema cereal se extendían en 1951 por el 98,82% de la superficie cultivada, ocupando ínfimas cantidades las praderas artificiales y las plantas forrajeras, los viñedos o los frutales.

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A comienzos de la década de los sesenta, lo más significativo en el panorama de la agricultura provincial fue la incesante expansión del olivar. En 1962, las tierras destinadas al cultivo del olivo representaban el 55,8% de la superficie cultivada provincial, mientras el sistema cereal todavía ostentaba la nada despreciable cifra del 35,2% del total de la superficie cultivada. El predominio de los cultivos tradicionales, mayoritariamente de secano y protegidos por los elevados precios interiores y las políticas gubernamentales, continuaban siendo una constante en la agricultura jiennense de mediados de la década de los sesenta. La escasa competitividad de una agricultura, altamente protegida por el estado, la convertía en absolutamente ineficaz para responder a las nuevas demandas planteadas por un mercado de consumidores, con un mayor nivel de renta,  que a la vez se orientaba hacia la demanda de nuevos productos alimenticios como la carne, la leche, las verduras frescas o la fruta. En medio de este panorama, los rendimientos de los cereales, las leguminosas o el olivar apenas alcanzaron mejoras perceptibles durante el largo periodo 1951-1965 (5).

La perduración de la distribución de producciones como cereales, leguminosas y olivar, se debió, en muy buena medida, al mantenimiento, aún en los años sesenta, de generosas subvenciones otorgadas por la política agraria franquista a los cultivos tradicionales (6).

Virgen Extra, el Oro de Andalucía. Capítulo 1.

https://www.youtube.com/watch?v=j0IX-6kZBpU

Hasta convertirse las subvenciones en suculentos estímulos a los que siguieron optando, de manera preferente, los grandes propietarios de la tierra, acompañados en muchos casos por los medianos y modestos propietarios o arrendatarios agrícolas. A ello hemos de unir el fracaso de las políticas de ampliación de las superficies irrigadas puestas en marcha por la administración franquista. Cuestión ésta que se convirtió en un grave obstáculo para la reorientación de la agricultura en el momento en que se atisbaba una incipiente diversificación en los componentes de la dieta alimenticia. La labor estatal para ampliar las superficies regadas fue muy temprana. El 26-XII-1939 se dictó la ley de Bases para la colonización de grandes zonas, pero el escaso efecto que tuvo esta ley entre la iniciativa privada llevó a la promulgación de una nueva ley el 21-IV-1949 “sobre colonización y distribución de la propiedad en las zonas regables”. Esta última ley, como ha señalado José María Sumpsi, lanzó de modo entusiasta a los agricultores a participar en las grandes transformaciones de secano en regadío, por cuanto convertía al Estado en responsable, casi en solitario, de las obras hidráulicas proyectadas (7).

Los escasos estímulos de la política agraria franquista, encaminados hacia la sustitución de los cultivos tradicionales por nuevas orientaciones, en clara sintonía con lo demandado por los mercados, evidencian no solamente el fracaso de las intervenciones estatales sobre la agricultura de regiones periféricas y escasamente industrializadas, sino también la ausencia absoluta de resortes eficaces en la reorientación de la agricultura de la Andalucía oriental. Como prueba de todo ello, apuntemos tan sólo que en 1962 las hortalizas, único cultivo ajeno a la familia de los cultivos tradicionales, representaban un exiguo 6% de la superficie cultivada de la provincia de Jaén.

Virgen Extra, el Oro de Andalucía. Capítulo 2.

https://www.youtube.com/watch?v=T_vf9Xc-ZJs

Este fenómeno de tozuda resistencia de las tierras cerealícolas a reducir su presencia en el agro andaluz, en medio de una agricultura predominantemente tradicional, incidió sobre aquel otro, consistente en la masiva expulsión de mano de obra agrícola jornalera, que conocieron sobre todo las provincias de Granada y Jaén desde los años cincuenta en adelante.

De manera especial porque las tierras cerealícolas fueron concentrándose primordialmente en las explotaciones de tamaño medio y grande, y especialmente en las grandes explotaciones, las mismas que conocieron un proceso más agudo y acelerado de mecanización de determinadas labores que eran tradicionalmente intensivas,  en mano de obra agrícola asalariada (8).

La conjugación de las dos circunstancias descritas en el transcurso de un largo periodo, que discurrió aproximadamente entre 1951 y 1972, con una expansión olivarera acentuadamente concentrada en las pequeñas explotaciones campesinas que en su mayoría eran autosuficientes, y persistencia en el tiempo de un cultivo cerealícola crecientemente mecanizado en las grandes explotaciones inmersas en una agricultura tradicional,  arrojó como resultado más visible, en infinidad de comarcas agrarias de Andalucía, la extremada reducción en las ofertas de empleo dirigidas hacia una todavía abultada población jornalera. A todo ello se debe unir el fenómeno de la progresiva mecanización de determinadas labores prestadas al olivar como las  labores de arado en alza y bina, preparación de suelos, realización de ruedos, etc., posibilitado por la creciente utilización de numerosos tractores y arados de tracción mecánica en nuestros pueblos, proporcionados por una extensa gama de cooperativas y empresas auxiliares agrícolas, de la que resultó beneficiada una muy considerable proporción de pequeñas explotaciones campesinas, que cubrían sus necesidades de cultivos como socios, con los servicios de las tareas agrícolas de las labores con la creciente nueva maquinaria (9).

En suma, pues, una ingente cantidad de mano de obra jornalera, radicada en extensas comarcas agrarias de las provincias andaluzas, se vio abocada a la emigración desde mediados de la década de los cincuenta en adelante.

Virgen Extra, el Oro de Andalucía. Capítulo 3.

https://www.youtube.com/watch?v=fbCd-o8FOKo

Era la única salida disponible para un abultado colectivo de trabajadores agrícolas, acosado por el desempleo estacional y la imparable disminución de las necesidades de mano de obra asalariada, de una agricultura crecientemente capitalizada, e incapacitado para la obtención de empleos alternativos en un raquítico sector industrial con una presencia a lo sumo testimonial, en numerosísimos pueblos de la geografía andaluza (10).

Tal y como prueban fehacientemente los datos obtenidos en la provincia de Jaén, el monocultivo olivarero, y la íntima asociación que se fue estableciendo entre la especialización en tomo al olivar y la pequeña explotación campesina autosuficiente, se convirtieron durante las décadas de los cincuenta y los sesenta en los factores más directamente responsables de la expulsión de mano de obra jornalera y emigrante, que se dirigió hacia otras regiones peninsulares económicamente más prósperas. Así pues, puede afirmarse que cuanto más intensa fue la especialización comarcal en el cultivo del olivar, mayor fue la cantidad de población jornalera expulsada de sus municipios de origen.

La disminución de la población activa agraria en las provincias de Granada y Jaén, tanto en cifras absolutas como en términos porcentuales sobre el total de la población ocupada, alcanzó elevadas expresiones numéricas entre 1955 y 1975. La provincia de Granada perdió en el transcurso de tiempo descrito un total de 81.501 activos agrarios, mientras que durante idéntico periodo de tiempo la provincia de Jaén vio disminuir su población agraria en nada más y nada menos que 116.910 activos (11).

Miles de jóvenes andaluces abandonaron su tierra, sus gentes y parte de su vida pasada, camino de un futuro más prometedor.
La inmensa mayoría de las pérdidas sufridas por la población empleada en la agricultura de las provincias andaluzas, se registró entre los jornaleros y los asalariados agrícolas, qué no regentaban ningún tipo de explotación rural. De acuerdo con esto último, la consecuencia más directa de esta acusadísima restricción en la población asalariada agrícola padecida por las provincias de Granada y Jaén, desde mediados de los años cincuenta hasta bien entrada la década de los setenta, fue la sustancial alteración experimentada por los valores porcentuales alcanzados por los asalariados y los no asalariados en el seno sus respectivas estructuras sociales rurales. Hacia el año 1975, los no asalariados representaban el 66,9% de la población activa agraria de la provincia granadina, mientras los asalariados alcanzaban el 33,1% restante (12).

Por lo que respecta a la provincia de Jaén, y aunque de ella tan sólo poseemos datos parciales, referidos al conjunto de activos ocupados en la agricultura de forma fija y a jomada completa, hacia el año 1972 los no asalariados significaban el 83,5% de todos ellos, mientras los asalariados apenas alcanzaban el 16,5% de la población rural descrita. Si tenemos en cuenta que en la década de los años 20 a los 30, justo antes de iniciarse la guerra civil, los jornaleros agrícolas de nuestra provincia representaban el 39,46% de su población activa agraria, la intensidad alcanzada por la disminución de la población jornalera se nos muestra en su verdadera magnitud (13).

El estancamiento agrario de los años cuarenta, fue seguido en la provincia de Jaén por el continuismo de una agricultura de corte tradicional, tanto a lo largo de la década de los cincuenta y comienzos de la década de los sesenta. Este fenómeno tuvo repercusiones negativas sobre el comportamiento demográfico provincial, pues el mantenimiento de tasas de natalidad relativamente altas, a lo largo de los años cuarenta y cincuenta, tropezó con la ausencia casi absoluta de ofertas de empleo dado el raquitismo de los sectores económicos secundario y terciario de la economía provincial (14).

El Tren Correo se llevaba a parte de la juventud jiennense en busca de mejores perspectivas de vida. Los emigrantes andaluces a Cataluña huían de la misería por la falta de trabajo.
En el marco de una agricultura escasamente orientada hacia la competencia en los mercados nacional e internacional, al tiempo que anclada en procesos de producción y formas de trabajo rutinarias y tradicionales, el sector agrícola jiennense tampoco se comportó adecuadamente en la absorción de la mano de obra agrícola que demandaba un empleo. La persistencia de los cultivos tradicionales, escasamente intensivos en mano de obra asalariada, hasta bien entrados los años sesenta, obligó a una importante porción de la población jiennense a recurrir a la emigración, produciéndose así una auténtica sangría demográfica que acentuó aún más el carácter dependiente y periférico de su economía (15).

Hay que precisar, pues, que a partir de 1940 se produce un notable distanciamiento entre el crecimiento real de la población y el crecimiento vegetativo, resultante de la deducción de muertes efectuada sobre el total de nacimientos. En concreto, la población provincial, que era en 1940 de 753.308 habitantes, paso a ser de 765.697 en 1950. El incremento absoluto real fue, pues, de tan sólo 12.289 habitantes. Teniendo en cuenta que el crecimiento vegetativo fue, durante idéntico período, de 87.819 habitantes, hemos de deducir que el fenómeno de la emigración comenzaba a causar auténticos estragos en la trayectoria demográfica de la provincia. Con exactitud, la cifra de emigrantes jiennenses a otras provincias y zonas de España fue de 75.430.

Cuadrilla de aceituneros higuereños en el descanso del almuerzo. En esta foto se recuerda a muchas personas conocidas de aquellos años.
El relativo estancamiento productivo del sector oleícola, que contribuyó, (al generar escasas expectativas de empleo), a la agudización de la crecida presión demográfica sobre los recursos agrícolas, desencadenando, de alguna manera, el proceso de migraciones exteriores. Las migraciones externas protagonizadas por la población jiennense a partir de la década de los cuarenta mostraron enorme intensidad y una persistencia. La provincia de Jaén arrojó los saldos negativos más abundantes de toda Andalucía durante el período entre 1941 y 1970, alcanzando un total de emigrantes de 395.400, que significaron el 24,19% del total de la emigración andaluza en ese mismo período, si bien es preciso indicar que tan sólo durante la década de los cincuenta, cuando en la agricultura provincial perduraban los cultivos tradicionales, el total de emigrantes de procedencia fundamentalmente rural fue de 152.267. Así pues, casi uno de cada cuatro andaluces que emigraron después de la guerra civil procedía de la provincia de Jaén.

La especialización económica de las provincias de la Andalucía oriental en la provisión de productos alimenticios, materias primas y productos semielaborados se vio acentuada por las políticas industrializadoras del régimen franquista, que privilegiaron la inversión industrial en aquellas regiones peninsulares que ya contaban, antes de iniciarse el conflicto bélico, con una considerable red de instalaciones fabriles y de industrias transformadoras. Por lo que respecta a la provincia de Jaén, todavía a la altura del año 1960 el 61,5% de la población activa estaba ocupada en el sector agrícola, mientras los sectores industrial y de servicios apenas si ocupaban el 20%, por cada uno (industrial y servicios), de la población empleada de la provincia.

Evolución de la población entre 1901 y 1940 en la comarca de La Campiña Baja y valle del Guadalquivir jiennense.

Evolución de la población en Lahiguera entre 1901 y 1980:

Periodo de años 1901-1910:

Población inicial de este periodo: 1.653

Población final de este periodo: 1961.

Crecimiento medio anual: 30,8.

Porcentaje de esta década: 1,70.

Periodo de años 1911-1920:

Población final de este periodo: 2.615.

Crecimiento medio anual: 65,4.

Porcentaje de esta década: 2,85.

Periodo de años 1921-1930:

Población final de este periodo: 3.152.

Crecimiento medio anual: 53,7.

Porcentaje de esta década: 1,86.

Periodo de años 1931-1940:

Población final de este periodo: 3.693.

Crecimiento medio anual: 54,1.

Porcentaje de esta década: 1,58.

Periodo de años 1941-1950:

Población final de este periodo: 4.009.

Crecimiento medio anual: 31,6.

Porcentaje de esta década: 0,82.

Periodo de años 1951-1960:

Población final de este periodo: 2.704.

Crecimiento medio anual: -130,5.

Porcentaje de esta década: - o, 03.

Periodo de años 1961-1970:

Población final de este periodo: 2.116.

Crecimiento medio anual: -58,8.

Porcentaje de esta década: -2,43.

Periodo de años 1971-1980:

Población final de este periodo: 1.897.

Crecimiento medio anual: -21,9.

Porcentaje de esta década: -1,09.

Evolución de la población entre 1941 y 1980 en la comarca de La Campiña Baja y valle del Guadalquivir jiennense.
Saldo de movimientos migratorios entre 1901 y 1980 en la comarca de La Campiña Baja y valle del Guadalquivir jiennense.
Una agricultura pertinazmente anquilosada en una distribución de cultivos escasamente intensivos en la utilización de mano de obra agrícola, generó, consecuentemente, un incremento del desempleo agrícola, sobre todo en aquellas épocas del año en las que no se efectuaban labores de recolección. El continuismo de la agricultura tradicional hasta bien entrados los años sesenta y la total falta de sectores alternativos al agrícola, que se ocuparan de la absorción de mano de obra agrícola en situación de desempleo, obligaron a una ingente cantidad de trabajadores agrícolas a recurrir a la emigración.

En un estudio sobre las causas de la emigración en la provincia jiennense, elaborado a mediados de la década de los sesenta, se señalaba que el 44,06% de los emigrantes encuestados (un total de 1.791) aludían al paro como la principal causa de su decisión de abandonar su lugar de residencia en busca de un empleo. Asimismo se indicaba que de un total de 81.824 trabajadores ausentes de sus lugares de residencia, por haber recurrido tanto a una emigración definitiva como circunstancial, 73.932 provenían de la agricultura, representando, pues, al 90,3% del total de los emigrados contabilizados (16).

Algunos cultivos como el cereal aparecen más aptos para la mecanización, que se sigue desarrollando en detrimento de otros cultivos que no lo son, como el olivar. El éxodo de población provoca un descenso importante de población, lo que aumenta el costo y los salarios de mano de obra. Esta falta de fuerza de trabajo, unida a una competencia de otras grasas vegetales y al desarrollo de otros cultivos con la mecanización, en la búsqueda de una mayor rentabilidad de la producción, conducen desde el abandono de determinadas zonas de olivar menos productivo situado en aquellos terrenos marginales, hasta el arranque de árboles y la plantación de cultivos sustitutivos, en terrenos en los que podrían cultivarse otros productos que en esos momentos eran más rentables, competitivos, mecanizables y factibles de recolectar con un pequeña cantidad de mano de obra, como el trigo o el girasol.

Unos 208,000 agricultores del olivo viven del campo gracias a la Política Agraria Común (PAC) cuyo propósito es fijar la población. 
Esta situación se mantiene y se ve agravada con la crisis de 1974. La crisis económica por el petróleo, la subida de los precios en el aceite de oliva, la escasa rentabilidad de las explotaciones olivareras, por el envejecimiento de los árboles y por su ubicación en zonas marginales, el costo de la mano de obra en la recolección de la aceituna y el descenso del consumo y demanda de aceite de oliva a favor de la demanda de otras grasas a precios más bajos, muestra cómo la crisis del sector, que ya se apuntaba en los años sesenta, en los años setenta se intensifica, hasta el punto de tener que adoptarse por parte de la Administración del estado un plan de reconversión y mejora del sector olivarero entre los años 1972 y 1975. Sin embargo, el presupuesto y los medios destinados a la ejecución de este plan fueron insuficientes. Por ello, en 1981, y con perspectivas de cinco años, se inicia otro Plan con especial incidencia en el desarrollo de las zonas rurales más deprimidas, a través de un impulso y fomento del asociacionismo. Sin embargo, y a pesar de las condiciones y facilidades que se ofertaban desde este último plan, los problemas que se intentan subsanar en el olivar no fueron solucionados, avistándose de esta forma la problemática del sector como un problema estructural.
Uno de los retos de la provincia de Jaén, y, por tanto, de la economía global de la provincia, está relacionada con la comercialización del aceite.
El olivar en Jaén es considerado pilar y sector estratégico de la economía jiennense. No es extraño que uno de sus retos y, por tanto, de la economía global de la provincia, esté relacionada con la comercialización del aceite, en un contexto de competencia internacional en el que es fundamental la “integración” de un producto local, que es necesario obtener con una fuerza de trabajo, del mismo modo en lo local pero cada vez más internacional. Con el objetivo último de la competitividad, el periodo de duración de la recogida de la aceituna se reduce en beneficio de la productividad y de la calidad del fruto. La recogida en el momento justo de su maduración aumenta la productividad del fruto, y la rapidez en la recogida hace que el árbol sufra menos para la cosecha posterior y reduzca su vecería; es necesario, por tanto, reducir el tiempo de recogida e intensificarla con más personal disponible.

Estas labores de recolección venían siendo desempeñadas hasta ahora por los trabajadores autóctonos e inmigrantes nacionales de otras provincias, que se trasladaban a Jaén durante el tiempo que ocupaban las campañas de recolección de la aceituna. De otras provincias andaluzas como Cádiz, con menor extensión y dedicación al olivar,  vinieron año tras año familias para la recolección de la aceituna.

Foto aérea de Lahiguera del año 2005, en la que se aprecia el incremento de plantación del olivar. Foto de J. J. Mercado.
Aunque son muchos los trabajadores inmigrantes españoles de otras provincias de Andalucía, que continúan acudiendo en la época de la recolección a nuestras poblaciones de la provincia de Jaén, la reducción del tiempo de recogida y del número de jornales, ha provocado que a muchos de ellos ya no les resulte rentable el desplazamiento por tan poco periodo de tiempo, pudiendo, en el caso de disponer de algún tipo de cobertura económica, que se convierte en la razón por la que han tomado la opción de rechazar determinados trabajos por sus condicionantes laborales, salariales, etc. Es necesario entonces, poder contar con una mano de obra dispuesta a insertarse en un mercado laboral fragmentado y precario.La búsqueda de la minimización en los costes totales, de una calidad que permita poner en el mercado un aceite competitivo y el cuidado de los olivos para el mantenimiento de los rendimientos en la producción, se traduce en un aumento de la intensificación del trabajo y por tanto en el incremento de la mano de obra. A pesar de que muchas operaciones del cultivo están mecanizadas (maquinaria en la poda, vibradora, barredoras, etc.), y que en algunos aspectos se ha conseguido el abaratamiento de los costes, en el olivar se requiere gran cantidad de mano de obra que otros cultivos no requieren.
Evolución de la superficie del olivar por comarcas andaluzas desde finales del siglo XIX al año 1975.
En un sector agrícola como el del olivar, que precisa de una demanda amplia de trabajadores en la recolección, y que por sus características de temporalidad y flexibilidad no resulta atractivo a los trabajadores nacionales, se precisa necesariamente de mano de obra extranjera que poco a poco sigue acudiendo a nuestros pueblos, porque para ellos esta oferta de trabajo significa un modo de inserción laboral, aunque precario, fácil y relativamente rápido para todos aquellos extranjeros a los que se les “veta” la entrada en otros mercados laborales de una mayor estabilidad y con posibilidades de mayor movilidad ascendente, que mejorarían su situación personal como trabajadores.
Parte de una cuadrilla con trabajadores africanos trabajando en la recolección de la aceituna en una finca de la provincia jiennense.
Esta es la situación de la actividad de recolección de aceituna en Andalucía en el periodo reciente que comprende desde el 13 al 19 de diciembre de 2021, según la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía.

Olivar de almazara:

“Almería: En la comarca de los Vélez, las labores de recolección casi han concluido, los más rezagados esperan a fines de semana y días de fiesta para su recolección, ya que casi la totalidad de la superficie dedicada a este cultivo es para autoconsumo y de carácter familiar.

Cádiz: La campaña de molino en la comarca de la Sierra sigue en la zona con datos de rendimientos en torno al 18-20%, 2-3 puntos más que en 2020. La recolección va muy rápida, la climatología está dejando trabajar y no se han perdido casi días. La producción está siendo similar al año pasado. Han caído 90 litros/m2 desde septiembre, muy por debajo de la media de precipitaciones histórica.

Córdoba: Se observan explotaciones de olivar de la variedad Nevadillo con el 100% de la aceituna negra. La aceituna está muy menuda y con peligro de caerse al suelo. La variedad Hojiblanca aguanta más en el árbol, son más duras y presentan alguna aceituna verde, en torno a un 30% y el resto ya morada. El olivo está muy seco, le faltan precipitaciones. Los rendimientos en aceite de la comarca de La Campiña Baja se encuentran al 18-19%, dos puntos más que el año pasado. Se espera que mejore este dato en el mes de enero sobre todo si la tónica de escasas precipitaciones no se repite en los próximos días.

Granada: En la comarca de La Vega y Montefrio la recolección de la aceituna de molino se está desarrollando con normalidad. La variedad Hojiblanca se encuentra ya cosechada sobre el 10-15. Los rendimientos grasos están en torno al 18-21%, mejorando a medida que pasan los días. Con respecto al año pasado se cogerán un 10-15% más de aceituna. En la comarca de Huéscar se ha iniciado la campaña de molino con las variedades Hojiblanca y Picual, la producción está siendo corta, con rendimientos de un 16-18%.

Huelva: La campaña de la aceituna de molino avanza con rapidez.  En la zona Condado-Campiña el nivel de recolección es muy alto (sobre más del 90%). Se obtienen rendimientos grasos medios en la provincia sobre el 16-18º. En las explotaciones de riego, se obtienen producciones medias. Finalizó la recolección de la Arbequina y se ha iniciado la de Zorzaleña y Verdial que se mantiene verde y son las que más aguantan en el árbol. La producción final está siendo media debido a la falta de lluvia y al escaso engorde del fruto. Buena cantidad de aceite y en buena graduación. Fruto sano y calidad media muy buena.

Aceite de oliva virgen extra MERGAOLIVA: Comprometidos con el medio ambiente y la calidad del AOVE. Recolección aceituna campaña 2020-21. Cuidamos el producto desde el campo hasta su mesa. Respeto al medio ambiente, la sociedad y la economía. Producción, envasado y comercialización de Aceite de Oliva Virgen Extra. Grabación y montaje: Gonzalo, Blancofilms.

https://www.youtube.com/watch?v=PXVfEoUuMAA

Jaén: La recolección en la comarca de Sierra Magina se encuentra adelantada una semana. No ha llovido como otros años y se ha podido trabajar un número importante de días. Los rendimientos grasos están 2 puntos por encima del año pasado en la zona y se sitúan en torno al 20%. El terreno de la comarca, quebrado, dificulta las labores, pero el buen tiempo ayuda. Los que han finalizado campaña comienzan la labor de poda. La calidad está siendo alta, no ha llovido, la aceituna se mantiene en el olivo y hace que no aumente la acidez del fruto. En las comarcas de La Loma, El Condado y Campiña Sur la recolección de aceituna en verde se inició en los meses de octubre y noviembre; a continuación, vino la aceituna negra con rendimientos en la zona del 20-21% y 3 puntos más que el año pasado. En la zona de Baeza se llevará recogido el 40% de la superficie, con parcelas de picual en casi todas las fincas y algunas de Arbequinas.

Sevilla: El estado fenológico dominante del olivar de almazara es el de fruto maduro con pulpa roja. La campaña de recolección de la aceituna de molino se muestra adelantada unos diez días en relación a otros años y con mejores rendimientos grasos, a pesar del déficit hídrico, que el año pasado. La recolección más temprana refresca al olivo y le permite empezar a recuperarse vegetativamente. En las parcelas ya recolectadas se practica la poda y destrucción de restos.”

Son muchas las debilidades que presenta el sector del aceite de oliva en la actualidad, sobre todo en relación a la comercialización del aceite de oliva.
Hemos comprobado cómo son, pues, muchas las debilidades que presenta el sector del aceite de oliva en la actualidad sobre todo en relación a la comercialización del aceite de oliva, imprescindible para la diversificación de la actividad económica de la Provincia de Jaén, ya que hasta ahora el productor se ha centrado y orientado hacia la producción y no hacia la comercialización, por lo que una vez entregada la aceituna en la almazara tradicionalmente se han despreocupado del proceso que posteriormente sigue y que es el que asegura mayores o menores beneficios, estando la comercialización del aceite entregada en manos de grupos comerciales, que juegan a favor de sus intereses, con los precios del aceite en base a una ofertas y demandas controladas (17).

TIERRA DE OLIVOS | Documentales Completos.

https://www.youtube.com/watch?v=T4tYfz1czR4

Aunque el sector del olivar entró hace ya tiempo en una dinámica de cambio, estas debilidades relacionadas en su mayoría con la participación directa de los productores en el mercado, en poco o nada han variado a través de decenios. Esta peculiaridad, que ha caracterizado el sector olivarero, ha ocasionado que se produzcan circunstancias diversas en relación a la comercialización, como los acontecimientos todavía recordados por muchos, que fueron los acaecidos durante la campaña 1998/1999, en la que los productores poco tuvieron que decir, como espectadores burlados en un asunto que para ellos era mucho más que capital. Recuerdo que es el caso de una campaña en la que siendo la producción baja, los precios se mantuvieron igualmente bajos, cuando la curva de producción y precios debería seguir la trayectoria inversa: a mayor producción menores precios y a menor producción mayores precios. La posición del sector fue clara, no vender hasta que el aceite llegara a un precio considerado mínimo para sacarlo al mercado. Siendo España la mayor exportadora de aceite de oliva, durante el periodo de tiempo en el que el aceite permanecía almacenado, el resto de países europeos importaban aceite de otros países productores. Así, Italia importó aceite de Grecia o de Túnez, lo cual supuso numerosas pérdidas en el sector. De esta forma lo explicaba el máximo representante político provincial del sector:

(...) la primera cosecha estaba ya dentro del periodo transitorio, que fue la campaña 1998/1999, aunque no había mecanismo de intervención pero sí en esa cosecha se sacó al mercado el aceite que se había entregado en la cosecha anterior a la intervención, es decir, las setenta y tantas u 80.000 toneladas de aceite que se había comprado se pusieron, se licitaron a lo largo del mes de febrero, entonces eso fue un aceite añadido más que se puso en el mercado, junto a eso ¿qué pasó? Pues la posición del propio sector en el sentido de que se fueron elevando los precios y quiso más y en un nivel de precios de 430 pesetas dijo que no vendía hasta que no llegara a las 450, ignorando, o no conociendo que había países en el seno de la UE que su precio era menor que ese.

Mergaoliva: Shredding the grass in the olive grove, year 2021. Mergaoliva uses means that respect nature to carry out the work in the olive grove. Care for the soil and the environment is the main basis for obtaining an Extra Virgin Olive Oil of the highest quality.

https://www.youtube.com/watch?v=9qTbHmFYtPI

Es esta desvinculación del mercado, y sobre todo del mercado final, lo que ha causado gran parte de las debilidades que muestra el sector, entre las que destacan:

1ª.-La escasa diversificación, las almazaras sólo comercializan el aceite a granel que se vende en el mercado de origen.

2ª.-Un mercado con mecanismos de orientación al socio, es decir, sólo se resuelven las demandas que el propio socio o productor solicita al menor coste posible, éste es el objetivo último, con lo que se hace imposible operar más allá del mercado de aceite a granel; esta canalización de los excedentes a los socios y la reticencia a introducir nuevas actividades impiden la retención de fondos suficientes para llevar a cabo proyectos de inversión de una cierta envergadura.

3ª.-Escasez de un personal cualificado en las organizaciones productoras que no tienen capacidad de operar en mercados competitivos.

Hasta ahora no había hecho falta, ya que las funciones se limitaban a la liquidación de la cosecha que era en lo único que en ese tiempo estaba interesado el olivicultor, pero esta postura ha incidido en la falta de formación técnico y empresarial del personal relacionado con la extracción, a lo que también contribuyó la desvinculación de los jóvenes agricultores (mejor formados) de los cuadros directivos de las cooperativas, dándose en muchos casos una falta de planificación, etc.

5ª.- Otra grave consecuencia y debilidad que se presentó es que no existían criterios comunes a la hora de realizar ciertas operaciones, cada uno se había dejado llevar por lo que realmente le interesaba en el momento, dejar su cosecha y comercializarla en el momento, por lo que se ha actuado de forma independiente dejando a un lado procesos de integración, para aumentar el poder de gestión comercial, e impidiendo realizar acciones comerciales de una cierta envergadura para la comercialización, como era la penetración en mercados exteriores ya consolidados y en la apertura de nuevos mercados del aceite, el acceso a los medios de comunicación de masas para aprovechar mejor los efectos de publicidad y comercialización, y estudios de mercados e investigaciones de apertura de nuevos mercados, etc. (18).

ECOLÓGICO Mergaoliva: Aceite de Oliva Virgen Extra. Extra Virgin Olive Oil ORGANIC. Mergaoliva hace presentación de su AOVE ecológico u organic. Respetando la naturaleza, obtenemos lo mejor del zumo de la aceituna. Aceite de oliva virgen extra de olivar tradicional y cultivo ecológico.

 

https://www.youtube.com/watch?v=JeL19mxLY68

Por otro lado, dentro del entramado del cooperativismo oleícola, el proceso de concentración que estaban siguiendo en estos momentos las industrias refinadoras, envasadoras y comercializadoras estaba debilitando el poder del olivarero; pues aunque se estaban dando procesos de concentración de cooperativas en otras de segundo grado, el porcentaje de concentraciones de cooperativas que lo siguieron no fue el adecuado. Ante esa situación, se empezaron a dar procesos de concentración de cooperativas en otras cooperativas de segundo grado o nivel, pero el porcentaje en que lo hicieron no fue el adecuado para pensar en ganar posiciones respecto al tema de envasado y comercialización directa, más aún cuando muchas de estas estructuras creadas con las uniones fueron ficticias, puesto que en realidad no comercializan en común, sino que utilizan a la cooperativa de segundo grado para otros fines, como los de conseguir mayores subvenciones, poder envasar aceite a los socios, conseguir que les “lleven las cuentas”, entre otros (19).

Otro de los problemas fue, y es todavía en nuestro tiempo, la carencia de asociacionismo en las fases anteriores a la de transformación y la existencia de marcas de un determinado peso, que proliferan en exceso pero no llegan a ser nunca conocidas, entre otras cosas por la falta de recursos para emprender campañas de información y publicidad de una cierta envergadura. Aunque ya son visibles ciertos avances e inversiones en materia de calidad, sigue siendo necesaria una mayor inversión que afecte principalmente en los aspectos del almacenamiento y en la recepción y separación del fruto en las almazaras.

¿Sabes que aceite de oliva estas comprando?

https://www.youtube.com/watch?v=PJon-6F1G0w

De este modo, podemos precisar o concluir que para llegar a conseguir una cierta diversificación económica de la provincia de Jaén, algo que, por otra parte se observa como un factor imprescindible en el crecimiento e independencia del sector, es necesario comenzar por las reformas del sector del olivar, incidiendo con mayores fuerzas en los procesos de comercialización del aceite de los nuevos países consumidores, un nuevo grupo de países emergentes interesados por nuestro producto, en los que las expectativas de demandas son progresivamente crecientes.

El sector del olivar, como hemos podido comprobar, plantea una serie de problemáticas estructurales que no sólo no se han ido solventando, sino que han venido agravándose a lo largo de la historia.

La Fundación Estrategias para el desarrollo económico de la Provincia de Jaén en el Plan Estratégico de la Provincia de Jaén, a partir del diagnóstico, refleja estas problemáticas en forma de “árbol de problemas” resaltando cinco bloques no estancos de problemas de la olivicultura y oleicultura actual, que podíamos resumir en:

1º.- Una comercialización muy deficiente.

2º.- La escasa profesionalización del sector.

3º.- Una débil cultura empresarial.

4º.- Una deficiente estructuración del sector oleícola.

5º.- Unos déficits estructurales para el desarrollo de la olivicultura, para posteriormente plantear un árbol de objetivos que ayuden a paliar y subsanar estos problemas.

Porque recuerdo haber leído en algún momento al catedrático de economía Ramón Tamames Gómez, que muestra su pensamiento a modo de principio operacional, en la siguiente frase: “…también los problemas estructurales han de ser planteados y solventados algún día” (20).

Los problemas que caracterizan el olivar en Jaén, y hacen de él un cultivo con una especial necesidad de implantación y consolidación en los mercados exteriores han marcado y siguen marcando las mayores preocupaciones de todos los representantes del sector.

75 minutos | Campaña de la aceituna de 2017

https://www.youtube.com/watch?v=pCZ42i2qJMg

La comercialización pasa a ser la punta de lanza del desarrollo y la modernización del sector del olivar, comenzando lógicamente por un aumento de la calidad del producto a vender. Frente a la importancia y trascendencia que la comercialización pasa a tener en estos últimos años existe, de igual modo, una pérdida de interés o una localización en un segundo plano de los acontecimientos y cambios que vienen sucediendo en su mercado laboral.

No podemos introducirnos a analizar estos acontecimientos y esta serie de cambios en el mercado laboral de la aceituna sin conocer con más detalle el olivar en la Provincia de Jaén, ya que las características de éste marcarán y configurarán el mismo. De esta forma, pasaremos a caracterizar el sector del olivar en Andalucía  y en Jaén deteniéndonos en describir la configuración de las plantaciones, la superficie que ocupa en el total del territorio jiennense, las producciones, la distribución y el tamaño de la propiedad, que determinarán las técnicas de recogida del fruto y la mayor o menor necesidad de mano de obra, de jornales en la recolección (21).

El olivar andaluz supone el 61% de la superficie nacional, el 32% de la comunitaria y el 14% de la superficie mundial. El 70% del olivar andaluz se cultiva en secano y el 30% en regadío.

Distribución de la superficie de olivar en Andalucía:

Andalucía, por Provincias superficie de olivar en hectáreas y       %:

Jaén: Superficie en hectáreas.                                 581.403        35,83%

Córdoba: Superficie en hectáreas.                         371.311          22,88%

Sevilla: Superficie en hectáreas.                            248.776         15,33%

Granada: Superficie en hectáreas.                       197.982          12,20%

Málaga: Superficie en hectáreas.                         138.804           8,55%

Huelva: Superficie en hectáreas.                            34.250            2,11%

Cádiz: Superficie en hectáreas.                                31.180            1,92%

Almería: Superficie en hectáreas.                           19.045             1,17%

Total                                                                        1.622.751       100,00% 

Fuente: SIGPAC 2020 (CAGPDS).

Distribución provincial de las explotaciones olivareras andaluzas y %:

Andalucía cuenta con un total de 172.140 explotaciones con superficie dedicada al cultivo del olivar. Jaén aglutina el 39,5% de estas explotaciones.

Provincia de Jaén. Número de Explotaciones:       67.958      39,50%

Provincia de Córdoba. Número de Explotaciones: 32.753     19,00%

Provincia de Granada. Número de Explotaciones: 25.464    14,80%

Provincia de Sevilla. Número de Explotaciones       18.584    10,80%

Provincia de Málaga. Número de Explotaciones     14.366      8,30%

Provincia de Huelva. Número de Explotaciones       5.037       2,90%

Provincia de Almería. Número de Explotaciones      4.961       2,90%

Provincia de Cádiz. Número de Explotaciones          3.017        1,80%

Número total de Explotaciones en Andalucía         172.140   100,00%

Fuente: Encuesta de Estructuras de las Explotaciones Agrarias (EEEA), 2016. INE. Dado que la EEEA 2016 es una encuesta, el reparto de explotaciones por provincias debe tomarse como una estimación, más que como información consolidada.

Diferencias entre los distintos tipos de aceite de oliva.

Los beneficios del aceite de oliva son conocidos a nivel mundial gracias a la dieta mediterránea. Otra cosa es cuando queremos comprar aceite y miramos las etiquetas. Yo, cuando miro las etiquetas y los precios veo que lo más económico es comprar “aceite de oliva” y claro todo el mundo sabe lo saludable que es el aceite de oliva... pues va a ser que no.

Después de muchos años preguntándome las diferencias que hay entre un “aceite de oliva virgen extra”, un “aceite de oliva virgen” y un “aceite de oliva” aquí está la respuesta:

Aceite de oliva virgen: Cuando la etiqueta incluye la palabra “virgen” se refiere a que lo que hay dentro es lo que, sin añadir nada más, sale de chafar las olivas enteras, si, si, enteras hueso incluido, que así el proceso es más barato. Normalmente lo de chafar lo asociamos a la idea del molino de piedra o similar, pero esa idea, a nivel industrial incrementaría el coste de producción y el proceso industrial optimizado es romper las olivas y centrifugarlas. Los productores también saben que la calor dilata y dilatando la aceituna se consigue más aceite y  más rápido, así que industrialmente se calientas las olivas, y así se reducen los costes de producción. De ahí que los aceites extraídos en frío lo anuncien en la etiqueta y sean más caros.

Aceite de oliva virgen extra: Si el aceite de oliva virgen tiene unas características organolépticas (acidez, gusto, color, textura, olor...) que sobresalen de lo habitual y obtiene una nota de cata cualificada de 6.5 o superior se le llama “aceite de oliva virgen extra”. Es decir, un aceite de oliva virgen extra es igual de saludable que un aceite de oliva virgen pero está más bueno.

Aceite de oliva: Cuando un aceite de oliva virgen no es apto para el consumo humano (por su acidez, gusto, textura, olor...) se le envía a un proceso de refinado físico y/o químico para modificar sus propiedades y así conseguir que pueda ser considerado apto para el consumo humano. En el reglamento europeo CE 1019/2002 se reconocen 4 categorías diferentes de aceites de oliva y la denominada “aceite de oliva'” puede tener hasta el 90% de aceite refinado y como mínimo el 10% de aceite de oliva virgen o virgen extra. Ahora la pregunta es: ¿Hay algo que retenga a un empresario a poner la máxima cantidad de aceite refinado, que es más barato, si la etiqueta va a ser la misma?

Aceite de orujo de oliva: ¿Alguien sabe que es el orujo de oliva? Yo no lo sabía hasta que el otro día vi una botella de aceite de orujo de oliva donde compro habitualmente y me puse a investigar. El orujo de oliva es la masa pastosa que queda una vez extraído el aceite de las olivas. De esa pasta, mediante químicos, normalmente disolventes, que luego se neutralizan, se extrae el “aceite de orujo crudo o bruto”, que no es comestible y tiene una acidez superior a 2º. Refinando el aceite de orujo crudo hasta tener una acidez máxima de 0.5º se obtiene el “aceite de orujo refinado”, que tampoco es comestible y finalmente, éste se mezcla con aceites de oliva comestibles hasta tener una acidez máxima de 1.5º y conseguir que todas las otras variables resulten aptas para el consumo humano. A esa mezcla de aceite no comestible con aceites comestibles se le llama “aceite de orujo de oliva”.

Por otro lado, a veces vemos que el aceite se congela. Esto es debido a que está formado por diferentes ácidos y la temperatura de congelación de cada uno es diferente. El ácido oleico se congela a 5.5ºC, el ácido palmítico a los 18ºC, el ácido linoléico se congela a los -2.5ºC y el ácido esteárico a los 23ºC. Es decir, si en la tienda veis que una parte del aceite se ha congelado, tendría lógica pensar que haya una mayor proporción de ácido esteárico que en las botellas en las que no se observe congelación. Según parece no hay estudios concluyentes sobre la afectación del ácido esteárico sobre los triglicéridos, colesterol total, VDL, HDL, factores hemostáticos, la trombosis, la oxidación, la inflamación o la salud en general. Los estudios hechos indican o que es neutro o que afecta negativamente. Ahora bien, si la duda está entre si es negativo o neutro parece claro que el ácido esteárico bueno no es.

Finalmente, una... llamémosla curiosidad. Es un aceite que si no te fijas bien, tiene el 50% menos de aceite... pero se refiere a aceite absorbido por las frituras, pero eso sí: es 0,0... de qué? pues no se sabe, pero es 0,0. Normalmente 0,0 se refiere al porcentaje de alcohol, azúcar, grasas... pero todos sabemos que el aceite no tiene ni alcohol ni azúcar y que el aceite es 100% grasa, así que ese 0,0... podría estar ahí solo porque 0,0 es algo que vende aunque no se refiera a nada?

La próxima vez que compre aceite que provenga de olivas haz lo que puedas para saber elegir, pero al menos sé consciente de lo que compras.

https://www.youtube.com/watch?v=tkP1K8pScWE

Superficie andaluza de olivar de almazara y de mesa.

Jaén, superficie en Ha. de Olivar de almazara:        586.921

Jaén, superficie en Ha. de Olivar de mesa:                           0

Córdoba, superficie en Ha. de Olivar de almazara: 360.880

Córdoba, superficie en Ha. de Olivar de mesa:              4.018

Granada, superficie en Ha. de Olivar de almazara:  203.100

Granada, superficie en Ha. de Olivar de mesa:                    57

Sevilla, superficie en Ha. de Olivar de almazara:        174.128

Sevilla, superficie en Ha. de Olivar de mesa:                  79.150

Málaga, superficie en Ha. de Olivar de almazara:       130.951

Málaga, superficie en Ha. de Olivar de mesa:                   7.561

Huelva, superficie en Ha. de Olivar de almazara:          31.606

Huelva, superficie en Ha. de Olivar de mesa:                   4.049

Cádiz, superficie en Ha. de Olivar de almazara:            29.035

Cádiz, superficie en Ha. de Olivar de mesa:                           35

Almería, superficie en Ha. de Olivar de almazara:        21.642

Almería, superficie en Ha. de Olivar de mesa:                      82

Andalucía, Total de Olivar de almazara                    1.538.263

Andalucía, superficie en Ha. de Olivar de mesa:           94.952

Olivar de almazara: 1ª. Jaén (38,2%); 2ª. Córdoba (23,5%); 3ª. Granada (13,2%).

Olivar de mesa: 1ª. Sevilla (83,4%); 2ª. Málaga (8,0%); 3ª. Huelva (4,3%).

Tamaños de explotación e intervalos de pendiente.

Predominan explotaciones de pequeño tamaño: 1-5 hectáreas (58,5%) y 5-10 hectáreas (17,7%). Las explotaciones de tamaño superior a 100 hectáreas (2,3%), suponen el 26,0% de la superficie de olivar. El 49,2% de las explotaciones tiene una pendiente media superior al 15%.

Por encima del 20% de pendiente se encuentran el 32,7% de las explotaciones (26,8% de la superficie de olivar andaluz.

Densidad de plantación, por provincias:

Superficie de olivar (ha) según densidad de plantación (árbol/ha). Categorías: 1º <80  2º 80-139  3º 140-399  4º 400-799  5º 800-1.000   6º>1.000  7º Sin especificar  8º Total.

< 80   80-139   140-399   400-799   800-1.000   >1.000    Sin especificar     Total

Almería: 785(1º)   6.787    18.809    1.087    189   1.422          355             29.434(8)

Cádiz: 1.368(1º)    9.526   10.304       824      26    4.681           372              27.101(8)

Córdoba:28.882(1º) 115.218   195.044    8.587 832  10.154 1.185           359.902(8)

Granada:10.400(1º)   88.846   95.487   997    49       2.558    878            199.215(8)

Huelva. 508(1º)              3.832   10.161  5.593     0          388  1.228              21.710(8)

Jaén: 38.847(1º)    377.642    161.478  2.911     43        3.161  1.207           585.289(8)

Málaga: 8.126(1º)   35.951      83.358 4.472   148           125  2.199           134.379(8)

Sevilla: 14.341(1º)   37.552    136.954 15.417 1.278    12.778  2.781            221.101(8)

Andalucía: 103.257(1º)   675.354   711.595   39.888   2.565  35.267  10.205             1.578.131(8)

 Comando Actualidad en Torreperogil. 2017. Campaña de Aceituna, con la familia Molero.

   

https://www.youtube.com/watch?v=yk4yaAu5_aM 

Densidad de olivar, según el número de árboles por Hectárea.

El 49% de la superficie de olivar en Andalucía cuenta con una densidad media inferior a 140 árboles/ha.

Jaén, con 416.489 hectáreas (71,1% de su superficie de olivar) es la provincia andaluza con mayor superficie cultivada con densidades de plantación inferiores a 140 árboles/ha.

Córdoba, con 214.617 hectáreas (59,6% de su superficie de olivar) es la provincia andaluza con mayor superficie con densidad de plantación superior a 140 árboles/ha.

En lo que refiere a densidades de plantación superiores a 1.000 árboles por Hectárea, destaca la provincia de Sevilla  con 12.778 hectáreas, el 5,8% de su superficie de olivar y 36,2% de la superficie de olivar de Andalucía con  densidad superior a 1.000 árboles/ha.

El 55% de la superficie de olivar cultivada en secano en Andalucía, presenta densidades de plantación inferiores  a los 140 árboles/ha. En regadío, el 59% de la superficie cultivada presenta densidades superiores.

Mientras que en olivar de almazara predominan densidades de plantación inferiores a 140 árboles/ha (51,4%),  en el caso del olivar de mesa y de doble aptitud son mayoría las de densidades superiores (69,4% y 68.5%,  respectivamente).

Densidad de olivar (árbol por Ha)       Secano (%)           Regadío (%)

Menos de 80 árboles por Hectárea                  8,2%                         4,1%

Entre 80 y 139 árboles por Hectárea            46,5%                       37,2%

Entre 140 y 399 árboles por Hectárea          42,0%                      49,6%

Entre 400 y 799 árboles por Hectárea            1,5%                         4,1%

Entre 800 y 1.000 árboles por Hectárea        0,1%                         0,3%

Más de  1.000 árboles por Hectárea               1,0%                          4,1%

Sin especificar                                                      0,7%                          0,6%

Total                                                                      100%                         100%

Densidad de olivar (árb/ha)  A. de Mesa   Doble aptitud    Almazara

De menos de 80                                7,0%                 12,5%              6,1%

Entre 80-139                                  23,6%                 18,9%            45,3%

Entre 140-399                                64,4%                 65,6%            42,8%

Entre 400-799                                 4,0%                   2,3%              2,5%

Entre 800-1.000                             0,0%                  0,1%              0,2%

Más de 1.000 árboles por hectárea  1,0%             0,4%             2,4%

Sin especificar                                        0,0%            0,1%             0,7%

Total                                                        100%           100%            100%

¿Cómo se elabora el Aceite de Oliva Virgen Extra 5 elementos? - Almazara Finca La Pontezuela.

https://www.youtube.com/watch?v=2L00bs5_eVo

Variedades de plantas de olivo en Andalucía.

 Variedad:    Superficie en hectáreas     %                                    Destino

Picual             918.017                            57,2%                                  Aceite

Hojiblanca    311.454                            19,4%                   Aceite (80-85%) y Mesa (10-15%)

Arbequina      82.858                             5,2%                                    Aceite

Manzanilla de Sevilla 61.944              3,9%                                    Mesa

Resto            230.677                            14,4%                                              -

Total        1.604.950                          100%                                                  -

Fuente: Declaraciones de cultivos PAC 2019 (CAGPDS).

Empleo generado en la campaña de recolección de la aceituna.

En una campaña media (unos 5,3 millones de toneladas de aceituna  cosechada) se pueden llegar a  generar 19 millones de jornales  aproximadamente. Para la campaña  2020/21 se ha estimado la generación  de 19,3 millones de jornales en olivar  de almazara y de 2,4 millones en olivar  de mesa.

Provincia.  Almazara (Jornales)   Mesa Olivar (Jornales)  Total (Jornales)  y %

Jaén          8.161.010                   918                            8.161.928     37,67%

Córdoba 4.558.666            210.929                           4.769.595     22,01%

Sevilla    2.288.081         1.952.987                           4.241.068     19,57%

Granada 2.115.383                   416                             2.115.799        9,77%

Málaga   1.397.560           195.945                            1.593.505         7,35%

Huelva      283.660             39.615                                323.275        1,49%

Cádiz         236.807                  174                                 236.981        1,09%

Almería    222.310               1.862                                 224.172         1,03%

Andalucía: 19.263.477  2.402.846                       21.666.323         100%

Fuente: Modelo de explotaciones olivareras. Departamento de Prospectiva. AGAPA. CAGPDS.

Territorios de olivar en Andalucía definidos en el Plan Director.

• Alta intensidad: 309 municipios con 1,33 millones de hectáreas (87,1% del  olivar andaluz).

• Media intensidad: 150 municipios  (115.271 hectáreas de olivar).

• Baja intensidad: 286 municipios  (81.660 hectáreas).

• Quedarían fuera 26 municipios.

Ayudas al sector.

• Ayuda agroambiental específica para el olivar en pendiente, en Red Natura 2000 o vertiente a embalses de consumo humano, mediante el establecimiento y gestión de una cubierta vegetal para afrontar los problemas erosivos, todo ello bajo Producción Integrada. La ayuda cuenta con un presupuesto de 86,12 millones de euros en cinco años. De este presupuesto a 31/12/2019 se han comprometido 67,09 millones de euros.

• Ayuda agroambiental para el establecimiento de cubiertas vegetales en cultivos de olivar bajo Producción Ecológica. A 31/12/2020 se han comprometido 21,51 millones de euros para esta ayuda.

• Existe un Subprograma temático para el olivar andaluz, incluido en el Programa de Desarrollo Rural 2014-2020, dotado inicialmente con un presupuesto de 304 millones de euros.

Producción de aceite de oliva en Andalucía:

Superficie de olivar de almazara en 2019: 1.538.263 hectáreas.

Producción 2019/2020: 900.917 toneladas de aceite de oliva: que equivale al 80,0% de la producción nacional; al 46,8% de la producción comunitaria y al 28,1% de la producción mundial.

Jaén: provincia andaluza con mayor  producción (44,2%).

En 2020/2021 se espera una producción de 1.348.200 toneladas (un 49,6% menos que la campaña anterior).

El valor de la producción andaluza de aceite de oliva en 2020 fue de 1.201,09 millones de euros, y supuso el 81,5% del nacional.

Campaña 2019/2020. Producción por provincias en toneladas y %:                                                             %

 Jaén                              398.528 toneladas.              44,2%

Córdoba                        196.525                                   21,8%  

Granada                        119.622                                  13,3%

Sevilla                             99.923                                   11,1%

Málaga                           55.125                                     6,1%

Cádiz                               15.561                                      1,7%

Almería                           8.289                                     0,9%

Huelva                            7.344                                      0,8%

Andalucía                  900.917                                  100,0%

Industria asociada al sector y asociacionismo:

Puesto. Razón Social. Provincia. Facturación en millones  de €uros.

1 DCOOP SCA                           Málaga                      1.009,10

2 Migasa Aceites SL                 Sevilla                           651,86

3 Sovena España SA                Sevilla                           537,99

4 Aceites del Sur-COOSUR SA   Jaén                          524,71

5 Deoleo SA                            Córdoba                            413,61

6 Aceites Abril SL                    Orense                            198,40

7 F.Faiges SL                     Tarragona                            157,80

8 SCA Almazaras de la Subbética     Córdoba                            152,64

9 Actividades Oleícolas S.A.   Sevilla                              71,04

10 Romero Álvarez SA              Sevilla                           54,42

Entre las campañas 2009/2010 y 2020/2021 (Nota: nos referimos a los precios medios hasta la semana 8 de 2021.), los precios de las distintas categorías de aceite de oliva han  variado entre un +14,7% y un +22,4%.

Entre las campañas 2007/2008  y 2018/2019 el consumo  en hogares en Andalucía  descendió un 21,3%, mientras  que el consumo per cápita  también lo hizo, en un 27,2%.

Consumo en hogares en toneladas:

Consumo 2007/2008: 79.193

Consumo 2008/2009: 78.606

Consumo 2009/2010: 78.388

Consumo 2010/2011:  73.854

Consumo 2011/2012:  80.938

Consumo 2012/2013:  71.537

Consumo 2013/2014:  74.411

Consumo 2014/2015:  64.372

Consumo 2015/2016: 64.054

Consumo 2016/2017: 61.899

Consumo 2017/2018: 64.954

Consumo 2018/2019: 62.302

Variación en (%) desde 2007-2019 en el consumo en hogares en toneladas de un -21,3%de toneladas.

Consumo Per cápita en kilogramos por año:

Consumo 2007/2008: 9,86

Consumo 2008/2009: 9,91

Consumo 2009/2010: 9,60

Consumo 2010/2011:  8,92

Consumo 2011/2012:  9,65

Consumo 2012/2013:  8,39

Consumo 2013/20 14: 8,82

Consumo 2014/2015:  7,65

Consumo 2015/2016:  7,62

Consumo 2016/2017: 7,23

Consumo 2017/2018: 7,50

Consumo 2018/2019: 7,18

Variación en (%) desde 2007-2019 en el consumo per cápita en kilogramos por año  de un -27,2%.

EXPORTACIONES andaluzas de aceite en 2019/2020: 856.668 toneladas (2.112,03 millones de euros). Principales destinos: Italia (26,3%), Estados Unidos (15,7%), Portugal (14,4%), Francia (7,7%) y Reino Unido (5,3%).

IMPORTACIONES andaluzas de aceite en 2019/2020: 186.727 toneladas (347,58 millones de euros). Principales procedencias: Túnez (46,2%), Portugal (38,4%), Italia (4,9%), Argentina (2,3%) y Turquía (2,1%).

Integración del sector:

Organización Interprofesional del Aceite de Oliva Español (constituida en 2002), marco de adopción y puesta en marcha de una estrategia conjunta para garantizar el futuro de la producción nacional en un mercado global.

Organización Interprofesional del Aceite de Orujo de Oliva Español (aprobada en 2015).

Mano de obra generada:

Jornales generados en las explotaciones de olivar de almazara. Jornales %

Provincia de Jaén:          8.161.010 jornales                               42,4%

Provincia de Córdoba:   4.558.666 jornales                              23,7%

Provincia de Granada:   2.288.081 jornales                             11,9%

Provincia de Sevilla:        2.115.383 jornales                              11,0%

Provincia de Málaga:     1.397.560 jornales                                7,3%

Provincia de Cádiz:            283.660 jornales                                1,5%

Provincia de Huelva:         236.807 jornales                                1,2%

Provincia de Almería:       222.310 jornales                                 1,2%

Total de jornales en Andalucía: 19.263.477                            100,0%

Se estima que durante la campaña 2020/2021, el olivar andaluz de almazara va a generar un total de 19,3 millones de jornales.

Jaén y Córdoba son las provincias que generan mayor mano de obra, sumando entre ambas el 66,0% de los jornales.

Fuente: Modelo de explotaciones olivareras. Departamento de Prospectiva. AGAPA. Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.

Jornales generados en la industria asociada:

Jornales generados en una campaña media por las almazaras: 1,46 millones de jornales (54% de trabajadores fijos y el 45% de trabajadores eventuales).

Envasado y refinado generan 175.000 y 100.000 jornales respectivamente.

Las extractoras de orujo generan una media de 285.000 jornales al año.

Fuente: Plan Director del Olivar. Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.

Figuras de calidad diferenciada:

Hay 12 Denominaciones de Origen Protegidas reconocidas para aceite de oliva “virgen extra” en Andalucía: Antequera, Baena, Estepa, Lucena, Montes de Granada, Montoro-Adamuz, Poniente de Granada, Priego de Córdoba, Sierra Magina, Sierra de Cazorla, Sierra de Cádiz y Sierra de Segura.  

Superficie inscrita en 2019: 475.784 hectáreas. Producción en 2019 85.319,90 toneladas. Comercialización: 20.380,21 toneladas.

Producción de aceituna de mesa

Superficie de olivar de mesa en 2019: 94.952 ha.

Producción 2020/2021: 458.878 toneladas de aceituna de mesa (84,1% de la  producción nacional; 51,5% de la  comunitaria y 14,6% de la mundial).

Sevilla: provincia andaluza con mayor producción (69,9%).

La producción obtenida en la campaña 2020/2021 fue un 36,0% superior a la de la campaña anterior.

El valor de la producción andaluza de aceitunas en 2020 fue de 390,6 millones de euros. En el año  anterior 2019 fue de 255,4 y supuso el 72,2% del nacional.

Campaña 2020/2021 por provincias, producción por toneladas y %:

Sevilla                             320.969                                          69,95%

Córdoba                            68.475                                          14,92%

Málaga                             64.768                                          14,11%

Huelva                                3.779                                            0,82%

Jaén                                       422                                             0,09%

Almería                                 302                                             0,07%

Granada                                 96                                              0,02%

Cádiz                                       69                                               0,01%

Andalucía, Producción: 458.878 toneladas                  100,00%

Fuente: Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible y Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Industria asociada al sector y asociacionismo:

Industria asociada en  Andalucía (2020/2021)

Puesto Razón Social Provincia Facturación (millones €)

1 Deoleo SA Córdoba                                                      561,95

2 Sovena España S.A Sevilla                                       537,99

3 Borges Agricultura & Ind Edible Oils S.A. Tarragona   400,00

4 Grupo Ángel Camacho SL Sevilla                           212,90

5 Urzante SL Navarra                                                  202,50

6 Industrias alimentarias de Navarra (SAU) Navarra     202,19

7 FJ Sánchez Sucesores SA Córdoba                         200,00

8 Grupo Ybarra Alimentación SL Sevilla                 187,90

9 Agro Sevilla Aceitunas SCA Sevilla                        150,00

10 DCOOP aceitunas de mesa Málaga                     141,81

Hay 223 entamadoras y 119 envasadoras de aceituna.

Algo más del 25% de estos  establecimientos son  cooperativas.

Fuente: Agencia de Información y Control Alimentario (AICA)

Precios en origen:

Entre las campañas 2010/2011 y 2020/2021 los precios de las distintas categorías de aceituna de mesa han  crecido entre un 31,8% y un 58,3%.

Entre la campaña actual y la anterior, los precios de la gordal y la manzanilla disminuyeron un 12,2% y un 12,6% respectivamente, mientras que el de la hojiblanca se incrementó en un 9,5%.

Fuente: Observatorio de Precios y Mercados. Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.

Consumo:

Entre las campañas 2007/2008 y 2018/2019 el consumo en hogares de la aceituna de mesa creció un 20,1%, y el consumo per cápita en un 10,8%.

Consumo:                           En hogares                  Per cápita (kg/año).

Campaña 2007/2008:      15.579,3 Toneladas   1,94 Kilogramos/año

Campaña 2008/2009:    14.257,7                       1,80

Campaña 2009/2010:    14.498,5                       1,75

Campaña 2010/2011:     16.569,5                       1,97

Campaña 2011/2012:     15.261,6                       1,82

Campaña 2012/2013:    16.463,9                       1,94

Campaña 2013/2014:    17.191,6                        2,03

Campaña 2014/2015:    19.582,8                       2,34

Campaña 2015/2016:    17.492,2                       2,07

Campaña 2016/2017:    16.977,6                       2,00  

Campaña 2017/2018:   20.906,3                       2,43   

Campaña 2018/2019:    18.716,3                        2,15

Var(%)     2007/2019:           20,1%                  10,8%

Comercio exterior:

Intercambios comerciales con terceros países:

EXPORTACIONES andaluzas en 2019/2020: 346.523 toneladas (492 millones de euros). Principales destinos: Estados Unidos (17,4%), Italia (14,3%), Arabia Saudí (8,4%), Francia (8,2%), y Reino Unido (6,4%).

IMPORTACIONES andaluzas en 2019/2020: 12.614 toneladas (11,6 millones de euros). Principales procedencias: Egipto (82,5%), Portugal (8,2%), Grecia (5,1%), Marruecos (1,0%) y Chile (1,0%).

Fuente: ICEX

Integración del sector:

Desde el año 2004 todas las organizaciones que representan a las distintas ramas del sector constituyen la Organización Interprofesional de la Aceituna de Mesa (Interaceituna).

Mano de obra generada:

Jornales generados en las explotaciones de olivar de almazara.

Durante la campaña 2020/2021, el olivar andaluz de mesa generó un total de 2,40 millones de jornales.

Sevilla es, con gran diferencia, la provincia que mayor mano de obra genera, con el 81,3% de los jornales.

Explotaciones de olivar de mesa                        Jornales %

Provincia de Sevilla:       1.952.987                           81,28%

Provincia de Córdoba:      210.929                              8,78%

Provincia de Málaga:        195.945                              8,15%

Provincia de Huelva:           39.615                               1,65%

Provincia de Almería:           1.862                               0,08%

Provincia de Jaén:                    918                                0,04%

Provincia de Granada:            416                                 0,02%

Provincia de Cádiz:                  174                                  0,01%

Andalucía:                     2.402.846                              100%

Fuente: Modelo de explotaciones olivareras. Departamento de Prospectiva. AGAPA. Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.

Jornales generados en la industria asociada de aceituna de mesa.

Las entamadoras y envasadoras andaluzas generan una media de 780.000 jornales, el 42% en el entamado (325.500 jornales) y el 58% en el envasado (457.500 jornales).

Fuente: Plan Director del Olivar. Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.

Figuras de calidad diferenciada:

1 Denominación de Origen Protegida (DOP) reconocida: “Aceituna Aloreña” de Málaga.

Superficie inscrita en 2019: 23.400 hectáreas.

Producción en 2019: 51,82 toneladas.

Comercialización: 51,82 toneladas.

Fuente: Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.

Además de la importancia de su producción primaria (…), el olivar es, por otra parte, base de toda una serie de actividades secundarias, no sólo por la fabricación de aceites de oliva, sino por la agroindustria que a su vez utiliza el aceite como materia prima (…) es sin duda un importante potencial endógeno (repostería, cosmética…) (21).

El olivar, tanto de secano como de regadío, se distribuye en su mayoría en plantaciones de tipo tradicional, es decir con una densidad de plantación de entre los 70 y 100 olivos por hectárea, mientras que sólo un 30% del olivar de regadío corresponde a plantaciones intensivas con densidades de plantación que superan los 200 e incluso los 300 árboles por hectárea.

La provincia con el mayor número de explotaciones es Jaén y a la vez es también nuestra provincia donde se da la concentración de explotaciones de menor tamaño tiene mayor incidencia de Andalucía, en ella el 61,68% de la superficie de olivar se distribuye en explotaciones inferiores a 30 hectáreas.

Granada 16 de enero de 2020.

Pedro Galán Galán.

Bibliografía y referencia de las citas:

(1)  González Alcantud, J.A., y González de Molina, M. (Eds.): La Tierra: Mitos, Ritos y Realidades. Granada. Página 8. Diputación Provincial de Granada. Anthropos.

(2) Martín Mesa, Antonio: Los cambios estructurales del sector agrario jiennense en el periodo intercensal 1962-1972, Jaén, Cámara Oficial de Comercio e Industria de la Provincia, 1983.

(3) Hernández Armenteros, Salvador: El crecimiento económico en una región atrasada. Jaén, 1850-1930, Jaén, CSIC-Instituto de Estudios Giennenses, 1999.

(4) García Delgado, José Luis; Muñoz Cidad, Cándido, y Abad Balboa, Carlos: La agricultura. Cambios estructurales en los últimos años, en J. L. García Delgado (ed.), España, Economía, Madrid, Espasa Calpe, 1993, páginas 181 a 218.

(5) Cámara Oficial de Comercio e Industria de la Provincia de Jaén. Memorias Comerciales correspondientes a los años 1953-1965.

(6) García Delgado, José Luis, Muñoz Cidad, Cándido y Abad Balboa, Carlos: La agricultura. Cambios estructurales en los últimos años, en J.L. García Delgado (ed.), España, Economía, Madrid, Espasa Calpe, 1993, página 195.

(7) Sumpsi Viñas, José María: La modernización de la agricultura y el desarrollo económico, en Papeles de Economía Española, 73, 1997, páginas 149 a 159.

(8) Instituto Nacional de Estadística (INE): Censos agrarios de 1962 y 1972. Resultados provinciales (Provincia de Jaén), Madrid, 1962 y 1972.

(9) Martín Mesa, Antonio, Los cambios estructurales del sector agrario jiennense en el periodo intercensal 1962-1972, Jaén, Cámara Oficial de Comercio e Industria de la Provincia, 1983, páginas 82 a 86.

(10) Cámaras Oficiales de Comercio, Industria y Navegación de Andalucía, Estructura económica de Andalucía (Memoria económica), COCINA, Jaén, 1978, páginas 137 y 138.

(11) Banco de Bilbao: Renta Nacional de España y su distribución provincial. Serie homogénea 1955-1975, Bilbao, 1978.

(12) Martínez Sierra, Francisco: Cambios estructurales en el sector agrario de Andalucía Oriental, 1960-1975, Sevilla, Instituto de Desarrollo Regional, 1985, página 41.

(13) Martín Mesa, Antonio, Los cambios estructurales del sector agrario jiennense en el periodo intercensal 1962-1972, Jaén, Cámara Oficial de Comercio e Industria de la Provincia, 1983, página 101.

(14) Maroto Martos, Juan Carlos y Cejudo García, Eugenio: La emigración de mitad de siglo en la provincia de Jaén. Algunas reflexiones teóricas sobre sus factores explicativos, Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, 176, 2000, vol. II, páginas 787 a 823.

(15) Araque Jiménez, Eduardo: La política de colonización en la provincia de Jaén. Análisis de sus resultados, Jaén, Instituto de Estudios Giennenses, 1983.

(16) Ortega Campos, Pedro: Dieciséis años del “Plan Jaén”, Jaén, Cámara Oficial de Comercio e Industria de la Provincia, 1973.

(17) Parras Rosa, M., Mozas Moral, A., y Torres Ruíz, F. J.: El sector oleícola y el crecimiento de la economía jiennense: análisis, retos y estrategias. Jaén. 1997, página 210. Universidad de Jaén-Caja General de Ahorros de Granada.

(18) Parras Rosa, M., Mozas Moral, A., y Torres Ruíz, F. J.: El sector oleícola y el crecimiento de la economía jiennense: análisis, retos y estrategias. Jaén. 1997. Universidad de Jaén-Caja General de Ahorros de Granada.

(19) Mozas Moral, A.: La organización y el funcionamiento del cooperativismo olivarero jiennense: una realidad problemática. 1997. II Jornadas sobre el olivar y el aceite de oliva. Úbeda, página 22.

(20) Tamames Gómez, Ramón: Informe Económico Financiero de Andalucía. ESECA, 1998, página 325).

(21) Martínez Chicón, Raquel: Inmigración extranjera y trabajo. Temporeros extranjeros en la recogida de aceituna en Jaén, páginas 137 y 138. Consejo Económico y Social de la Provincia de Jaén. 308 Páginas. Colección: Monográficos. Diputación Provincial de Jaén. 

(22) Parras Rosa, M.: El sector del olivar y del aceite de oliva jiennense. Situación, retos y estrategias (monografía n. º 1). Observatorio económico de la provincia de Jaén, 13. 1997. Página 67. Universidad de Jaén y Diputación de Jaén. Jaén.

11 comentarios:

jesus.nuevodoncel dijo...

Después de leer esta entrada veré la Paloma con la rama de olivo con mayor sentido y cuando vea caer por la mañana el chorrito de aceite aceite en el pan lo veré más oro líquido.
Gracias, Pedro, porque estos artículos nos ayudan a ver con más profundidad lo que hay detrás de acciones cotidianas a las que no solemos dar importancia... y la tienen.

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

Siempre pensé en la tradicional llegada de la Paloma al Arca, algo que de niño tanto nos sobrecogió, después de ver la película del Arca de Noé ante una Tierra inundada, con ese especial cuestionamiento de todo, como nos lo solíamos hacer de pequeños. Quizá la paloma tomo la rama de olivo para reforzar su nido, algo muy propio de su dinámica procreadora. Los que disfrutamos de palomos de niños y jóvenes hemos observado bien sus costumbres. Ahora que las palomas torcaces han inundado las ciudades, también uno se entretiene viendo evolucionar sus pichones, en los árboles de la Avenida de La Constitución. La naturaleza salvaje se ha venido a las ciudades, donde también las torcaces encuentran satisfechas sus necesidades vitales.
Por otra parte no te puedes imaginar cómo ha evolucionado todo el proceso de producción de aceites de calidad en esta bendita tierra nuestra.
Un saludo muy cordial.

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

El olivo ha sido una de las bases de la agricultura de los países mediterráneos, con una gran importancia económica y social. El aceite derivado de su fruto, puede ser clasificado en diferentes tipos según su calidad, siendo el máximo exponente el denominado aceite virgen de oliva que aporta indudables beneficios para el mantenimiento de la salud, prevención de la enfermedad así como en una mejor evolución de ésta cuando aparece. Existen estudios que demuestran estos beneficios en patologías como el cáncer sobre todo de pulmón y estómago (también de colon, endometrio y ovario). En la Patología gastrointestinal como úlcera péptica, litiasis biliar y sobre la motilidad gástrica. En el Sistema cardiovascular en patología coronaria, ictus e hipertensión arterial. En la Artritis reumatoide reduciendo el riesgo de su desarrollo y mejorando su evolución. En la Diabetes mellitus aumentando la sensibilidad a la insulina y reduciendo la presión arterial y nivel de lipoproteínas aterogénicas.
Saludos.

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

Los beneficios de una dieta que contiene aceite de oliva han sido demostrados indefectiblemente mediante múltiples estudios bioquímicos y clínicos, así como a través de una serie de estudios poblacionales de gran envergadura tanto en Europa como en Estados Unidos; existe una evidencia científicamente demostrada sobre los efectos beneficiosos que ejercen los ácidos grasos monoinsaturados sobre la salud, uno de los cuales, concretamente el ácido oleico lo contiene el aceite de oliva. Los estudios más recientes que se han llevado a cabo en relación con las propiedades antioxidantes que poseen parecen indicar que ejercen unos interesantes efectos preventivos frente a muchas enfermedades graves, en concreto las cardiovasculares como subraya la Comisión Europea; por todo lo anterior la mencionada Comisión Europea cree que es esencial una acción promocional en las generaciones más jóvenes, a fin de conseguir modificar el comportamiento nutricional actual y alcanzar los objetivos planteados para el futuro dentro de la medicina preventiva.
Desde la década de los sesenta se han llevado a cabo varios estudios epidemiológicos sobre este tema, el primero fue el “Estudio de los Siete Países” que demostró por primera vez la estrecha relación que existe entre los niveles de colesterol en sangre, la incidencia de infarto de miocardio y la dieta más o menos rica en grasas saturadas, países de la cuenca mediterránea con una dieta tradicional rica en grasas vegetales principalmente aceite de oliva presentaban una incidencia mucho menor de infartos cardíacos, mientras que países como EE.UU., Finlandia y los Países Bajos con elevado consumo de grasas animales presentaban mayor incidencia de cardiopatías coronarias. Desde entonces se han estado realizando estudios más específicos con el fin de descubrir que elementos de la dieta mediterránea tienen los efectos más beneficiosos y los resultados obtenidos son cada vez más evidentes que entre los carbohidratos complejos, fruta, verduras, legumbres, aceite de oliva y vino, el aceite de oliva resulta esencial para la salud.
Saludos.

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

El cáncer es el responsable del 20% de las muertes en Europa, pero hay significativas diferencias entre los distintos países europeos, en los países del norte y el oeste el índice es mucho más elevado que en los países mediterráneos y existen claras evidencias para atribuir estas diferencias a la dieta.
Se sabe que la dieta tiene una gran importancia en la patogenia del cáncer aunque no se conoce realmente su participación en la misma, aproximadamente el 35 % de todas las muertes de cáncer pueden ser atribuidas a factores dietéticos, los componentes de la dieta, aditivos alimenticios o los contaminantes pueden actuar como factores carcinogénicos, otros componentes de la dieta por el contrario tienen propiedades protectoras contra el cáncer, además tanto las deficiencias como los excesos nutricionales pueden provocar alteraciones bioquímicas que induzcan la aparición de procesos neoplásicos. La dieta mediterránea uno de cuyos principales componentes es el aceite de oliva parece tener un importante efecto protector contra el cáncer, particularmente frente al cáncer de pulmón según recientes estudios parecen demostrar.
Hay evidencias epidemiológicas basadas en estudios de población de cohortes y casos-control que indican que un elevado consumo de frutas y hortalizas (preferentemente crudas) protegen frente a distintos tipos de cáncer, sobre todo a nivel digestivo y respiratorio. Una característica importante de las frutas y hortalizas es que contienen gran variedad de agentes anticarcinogénicos, como carotenoides, vitaminas C y E, fibra, selenio, flavonoides, etc., estos y otros agentes muestran efectos complementarios y mecanismos de acción superpuestos incluida la inducción de enzimas detoxificantes, efectos antioxidantes, inhibición de la formación de nitrosaminas, fijación y atenuación de carcinógenos en el tracto digestivo, alteración del metabolismo hormonal y del sistema inmune y otros, hasta ahora solo la acción de las vitaminas antioxidantes y pro-vitaminas está respaldada por estudios epidemiológicos pero se cree que el efecto protector es debido a una acción conjunta de todos los agentes anteriormente mencionados.
Varios estudios epidemiológicos indican que el consumo habitual de aceite de oliva esta inversamente relacionado con la aparición de cáncer principalmente de pulmón y estómago, pero también de colon, endometrio y ovario, aunque las evidencias son limitadas debido al escaso número de estudios, los resultados son indicativos de los posibles efectos.
Dos estudios realizados en España de casos-control incluyendo mujeres con cáncer de pulmón, los casos tuvieron un bajo consumo de frutas, hortalizas y pescado, es decir un bajo consumo de vitamina C y ácidos grasos monoinsaturados (MUFA) comparado con los controles, el riesgo relativo (RR) de la mujer con alto consumo de MUFA era de 0.3 en comparación con la que había realizado un bajo consumo de los mismos. En el segundo estudio también se compararon mujeres con cáncer de pulmón frente a un grupo control, llegando también a la conclusión de que un alto consumo de aceite de oliva estaba relacionado de manera significativa con un bajo riesgo de cáncer de pulmón.
En Italia se llevó a cabo otro estudio que demostró igualmente una relación inversa entre el riesgo de cáncer de pulmón y el consumo de aceite de oliva y otros aceites vegetales, pero no con la mantequilla y la margarina. Otro estudio posterior en Grecia llegó también a la conclusión de que altos consumos de aceite de oliva reducían el riesgo de cáncer de pulmón.
Un cordial saludo.

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

También se han publicado varios estudios que relacionan el tipo de dieta con la aparición del cáncer de estómago en estos se pone de manifiesto que el consumo de aceite de oliva, ajo y especias estaban inversamente relacionadas con el riesgo de cáncer de estómago.
Todos estos estudios mostraban una evidencia clara que relacionaba el aceite de oliva con el menor riesgo a sufrir cáncer, pero llevan a preguntarse si esta relación es especifica del aceite de oliva o es extensible a todos los ácidos grasos monoinsaturados, por otro lado el efecto protector se debe a los ácidos grasos del aceite de oliva o a los micronutrientes que contiene como vitamina E y otras sustancias antioxidantes.
Resumiendo, existe un consenso general al considerar la dieta como un componente importante en la etiología del cáncer, según las autoridades sanitarias internacionales las pautas a seguir son: evitar la obesidad, incluir como principales componentes de la dieta los vegetales (hortalizas, legumbres, etc.), incluir fruta y cereales, limitar el consumo de alcohol y disminuir el consumo de grasas animales, estos hábitos de alimentación coinciden con los componentes de la dieta mediterránea tradicional donde la mayor parte de la grasa proviene del aceite de oliva; por eso esta puede ser considerada como un ejemplo excelente de dieta completa y con cualidades protectoras contra el cáncer.
Saludos cordiales.

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

Se han hecho numerosos estudios para investigar la influencia de la grasa dietética sobre la función gástrica, confirmando que la presencia de grasa en distintos segmentos del tracto intestinal inhibe la secreción de ácido gástrico, en la mayoría de los estudios se utilizó el aceite de oliva como fuente de grasa dietética.
En 1997, Serrano y colaboradores compararon los efectos de las dietas ricas en ácidos grasos monoinsaturados (aceite de oliva) con las dietas ricas en ácidos grasos poliinsaturados (aceite de girasol) sobre la secreción de ácido gástrico, demostraron que el seguimiento de una dieta rica en aceite de oliva daba lugar a una secreción de ácido gástrico atenuada, este efecto podría resultar beneficioso en relación con enfermedades tales como las úlceras gástricas y duodenales, donde la atenuación de secreción de ácido gástrico constituye un objetivo terapéutico clave.
Se han realizado igualmente muchos estudios para evaluar la influencia de las grasas alimenticias sobre la formación de cálculos biliares, pero en estos estudios no se ha determinado la composición de los ácidos grasos; recientemente Misciagna et al. observaron en un estudio poblacional de casos-controles que las grasas saturadas constituían un factor de riesgo para la formación de cálculos biliares, mientras que la cantidad de monoinsaturados era inversamente proporcional a la enfermedad, en estudios posteriores se halló que los ácidos grasos saturados intensificaban la formación de cálculos biliares, mientras que los ácidos monoinsaturados y poliinsaturados la reducían.
El efecto del aceite de oliva o del ácido oleico con respecto a la motilidad gastrointestinal y el vaciado gástrico muestran que las comidas ricas en ácido oleico retrasan el vaciado gástrico en comparación con las comidas ricas en ácidos grasos saturados preservando de este modo la función de reservorio del estómago.
Todo esto pone de manifiesto que existe una colección importante de datos que avalan los efectos beneficiosos del consumo de aceite de oliva sobre distintas funciones metabólicas del tracto gastrointestinal.
Saludos.

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de morbi-mortalidad en Europa y si no se modifica el estilo de vida se puede esperar un aumento del número de muertes en los próximos años por esta causa; la adopción de una dieta estilo mediterránea, rica en fruta, hortalizas y cereales, en la que el aceite de oliva es la principal fuente de grasas, es una excelente forma de mejorar el factor “nutrición” implicado en la prevención de las enfermedades cardiovasculares.
La dieta mediterránea parece tener grandes beneficios sobre el corazón, disminuye la tasa de mortalidad por cardiopatía coronaria, protege frente a la mortalidad asociada al ictus. Los antioxidantes, vitaminas E y C, carotenoides y compuestos polifenólicos (aceite de oliva y vino) tienen efecto en la prevención de las enfermedades cardiovasculares, reduce la medicación antihipertensiva al ser rica en vegetales y potasio en enfermos con hipertensión leve o moderada, en un estudio compararon los efectos de dos dietas hipocalóricas sobre la presión arterial, una de las dietas rica en ácidos grasos monoinsaturados (aceite de oliva) y otra rica en ácidos grasos poliinsaturados (procedentes del aceite de girasol), tras un seguimiento de 6 meses, hallaron que tanto la presión arterial sistólica como la diastólica en reposo eran significativamente más bajas en los pacientes con la dieta rica en monoinsaturados que en el otro grupo, incluso hubo pacientes en los cuales la presión arterial se mantuvo bajo control sin necesidad de tratamiento farmacológico, los autores especularon que los polifenoles que contiene el aceite de oliva podrían desempeñar un papel clave en los efectos reductores de la presión arterial, posiblemente mediante la intensificación de los niveles de óxido nítrico estimulado por los polifenoles. Por otro lado la dieta mediterránea ha demostrado estar asociada a unos niveles lipídicos sanguíneos inferiores y a una presión arterial más reducida en comparación con las dietas ricas en grasas saturadas.
Por último mencionar que en España se hizo un estudio con mujeres hipertensas, estudio que como muchos anteriores no es definitivo debido a la complejidad de estudiar los efectos reales de la dieta sobre la presión arterial y debido al reducido número de mujeres estudiadas, pero que da pie a la elaboración de otros estudios ya que los resultados obtenidos indicaron que una dieta rica en aceite de oliva producía una reducción significativa de la presión arterial sistólica como diastólica sobre todo en mujeres con concentración plasmática de colesterol normal, parece ser que el aceite de oliva provocó cambios significativos sobre las membranas de los hematíes lo que sugiere la posibilidad de que el aceite de oliva ayudaría a establecer un mecanismo interactivo mediante el cual los ácidos grasos monoinsaturados y los poliinsaturados son intercambiables, reduciendo el perfil de riesgo aterogénico y probablemente la susceptibilidad del LDL plasmático a la modificación oxidativa, así como atenuando otros factores de riesgo cardiovascular.
Un saludo muy cordial para todos los lectores.

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

La artritis reumatoide en una enfermedad inflamatoria en cuya patología influyen diversidad de factores tales como la herencia, hormonas y los componentes dietéticos. El estudio llevado a cabo por el Departamento de Epidemiología de la Universidad de Medicina de Atenas, demostró la eficacia de la dieta mediterránea, el consumo de aceite de oliva y verduras cocidas puede reducir el riesgo de desarrollar artritis reumatoide; se estudió un grupo de 145 pacientes con artritis reumatoide y un grupo control que no padecía la enfermedad, se clasificaron en cuatro grupos según el mayor o menor consumo de aceite de oliva y de verduras, en el estudio se halló que el grupo con mayor consumo de aceite de oliva (43 g/día) presentaba un riesgo 2,5 veces menor de desarrollar artritis reumatoide que los de menor consumo, en cuanto al grupo de mayor consumo de verduras presentaban un riesgo 4 veces menor que el grupo de consumo más reducido, en la población estudiada el consumo tanto de verduras como de aceite de oliva fue inversa e independientemente proporcional al riesgo de padecer artritis reumatoide. Estos resultados fueron atribuidos al ácido oleico, parece ser que este elimina la formación de metabolitos altamente proinflamatorios a lo que también parece que contribuyen los antioxidantes naturales del aceite de oliva.
Los radicales libres parecen tener un efecto importante en la aparición y mantenimiento de la artritis reumatoide, varias citokinas y el factor de necrosis tumoral alfa (TNFa) están involucrados en la formación de radicales libres, principalmente de óxido nítrico que parece tener graves efectos en la resorción ósea. Aspirina, tetraciclina, esteroides y metotrexato suprimen la síntesis de ácido nítrico, por otro lado una dieta rica en antioxidantes como el ascorbato y los tocoferoles producen efectos beneficiosos, a altas dosis, sobre todo en osteoartritis. En un estudio publicado por Darlington (36), sobre los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) omega-3 y omega 6, vio que algunos de los PUFA omega-3 son precursores de la síntesis de eicosanoides, mientras que los PUFA omega-6 pueden incrementar la formación de citokinas proinflamatorias, TNFα e interleukina-6, por lo que los ácidos grasos omega-3 se opondrían a los efectos proinflamatorios de los omega-6. El ácido gamma-linoleico es precursor de prostaglandinas que por sus efectos puede utilizarse para mejorar los síntomas de la artritis, también los aceites de pescado ricos en T-3 PUFA como el ácido eicosanopentanoico son beneficiosos para mejorar los síntomas de la artritis reumatoide, posiblemente por la supresión del sistema inmune y de sus citokinas.
Estos dos estudios son los más recientes que ponen de manifiesto los beneficios de la dieta mediterránea en particular del aceite de oliva para mejorar los síntomas en la artritis reumatoide.
Saludos.

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

La dieta mediterránea es la mejor dieta para los diabéticos, una dieta rica en aceite de oliva, baja en grasas saturadas, moderadamente rica en hidratos de carbonos y fibra soluble proveniente de frutas, vegetales y cereales constituyen el enfoque dietario más eficaz para estos pacientes, tal y como lo demuestran varios estudios realizados todos ellos sobre pacientes con diabetes mellitus tipo II. Con este tipo de dieta no solo se reduce la concentración de lipoproteínas aterogénicas existentes en los diabéticos sino que también se mejora el control de la glucosa en sangre, se aumenta la sensibilidad a la insulina y se reduce la tensión arterial tanto sistólica como diastólica. Todo ello en conjunto aporta una disminución del riesgo aterogénico así como un mejor control de la diabetes con todos los beneficios que ello aporta.
Estudios han demostrado que dietas enriquecidas en ácidos grasos monoinsaturados han sido beneficiosas para el control glucémico en pacientes con intolerancia a la glucosa o diabetes mellitus tipo II al ponerse de manifiesto in vitro que estimulan específicamente la hormona antidiabética péptido-1 glucagón-like (GLP-1).
Un cordial saludo para todos.

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

Aunque realmente resulta difícil evaluar mediante un estudio la influencia de una determinada dieta en la salud o en la evolución de determinadas enfermedades debido a la gran variabilidad de factores, no solo componentes de la dieta, sino elementos que influyen de manera directa o indirecta en la aparición y evolución de la enfermedad.
Lo que sí parece claro, después de todos los estudios realizados que pretenden relacionar la dieta mediterránea con la mejor salud, es que esta relación es significativamente cierta, sobre todo en lo referente al aceite de oliva. Los ácidos grasos monoinsaturado y las sustancias antioxidantes que lo componen tiene numerosas funciones biológicas que benefician el buen estado de salud, de estas funciones destacamos que optimizan la adecuada fluidez de las membranas biológicas, protegen frente a los radicales libres y peróxidos (previenen la ateroesclerosis y la artritis), disminuyen los niveles plasmáticos de LDL-colesterol e incrementa los de HDL-colesterol (disminuyendo el riesgo cardiovascular), mejora la hipertrigliceridemia que acompaña a la diabetes y puede reducir el riesgo de cáncer de pulmón y colo-rectal, es beneficioso para mejorar los síntomas de enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide pues parece que el aceite de oliva modifica la producción de citokinas entre otras acciones, favorece el vaciamiento de la vesícula reduciendo el riesgo de colelitiasis, disminuye la secreción pancreática y gástrica en reposo, protegiendo de esta manera al sistema digestivo.
Todo lo mencionado anteriormente se ha puesto de manifiesto en distintos estudios, quizás no ha sido demostrado sin lugar a dudas, pero todas las pruebas ponen de manifiesto estos grandes beneficios que el aceite de oliva y la dieta mediterránea provocan en nuestra salud.
Cordiales saludos.