LA
FORMACIÓN DE LOS APELLIDOS QUE HOY UTILIZAMOS A TRAVÉS DE LA HISTORIA.
La función
de los apellidos a lo largo de la historia, no ha sido otra que la de servir de
complemento al nombre de pila que se le ponía al recién nacido, con la idea de
evitar confusiones con otros habitantes de su mismo núcleo urbano. En su origen
los apodos u otros tipo de denominaciones dadas al nacido cumplían el mismo
papel del apellido, y se conocían a las personas con distintivos como: Pedro el
hijo de Manolo “El Grillo”, Antonio el hijo de Luís el “zapatero”, Antonio de
“Bacalao”, Paquito del “Canillo”, Juan el de Peleas, Julián del maestro palas,
Enrique de “Perrene”, Juan Pedro el hijo de “Malavaina”, Juan el de
Santa Clara, Patricio el de “Tomequiere”, Miguel el de la “Quina”, Paco del
“Peñonero”, estos eran entre otros mis
compañeros de futbol en las “eras del ayuntamiento” etc. Apodos que todavía
permanecen en nuestra villa. El uso del apodo o mote era probablemente el rasgo
distintivo más usual entre los niños de mi generación, para distinguir a las
personas además del propio nombre.
La razón
para el uso de los apodos vino de la evidente repetición de los nombres de
pila, que hicieron que a un Paco se distinguiera como hijo del “Peñonero” y al otro como el hijo del “Canillo”. Esto, en
el caso de los mayores, fue lo que hizo necesario el uso de un segundo nombre
para distinguir a adultos con el mismo nombre
de bautismo, cuando el uso de los apellidos no estaba considerado como
costumbre en el habla.
Es curioso
observar como los que perduramos de las generaciones mayores de nuestra villa,
nos referimos con frecuencia a las personas con el uso del mote o apodo, caso
que se da sobre todo en las zonas rurales, donde aún anda arraigada la
costumbre de llamar a una persona por medio del apodo, de forma que estos
apodos han permanecido en nuestra memoria como heredados. Esta costumbre de los
motes o apodos nos ayudará también a entender mejor cómo se llegaron a hacer hereditarios
los segundos nombres o apellidos.
Apellido Galán ocupa el cuarto lugar con un 46,04 por cada mil habitantes, como primer apellido de los habitantes actuales de Lahiguera. |
El uso del
apellido familiar empezó a extenderse a partir de la Edad Media, a partir de
los siglos XI y XII, cuando el constante aumento de la población y el
empobrecimiento de la onomástica provocaron que los nombres usados en el lugar
de residencia no dieran abasto a los nuevos nacidos que habitarían los pueblos,
villas o ciudades. Por lo dicho se hizo preciso el uso del segundo nombre, pues
también en la Edad Media, como ocurre todavía y en nuestros días, el uso de los
nombres de pila o del bautismo respondieron también a modas y a la necesidad de
imitar los nombres de las clases sociales más dominantes, de los personajes
famosos o de los santos que eran más venerados, una razón con fuerte arraigo en la
Edad Media, con lo cual también se fue reduciendo el abanico de nombres a
elegir o escoger para el recién nacido.
El apellido Pérez es el más frecuente actualmente en Lahiguera con un 83,92 por cada mil habitantes. |
Libro de Bautismos de la Iglesia Parroquial Ntra. Señora de la Asunción de Jodar. |
No
olvidemos que si bien la Iglesia católica defendía el compromiso del celibato
de sus ministros, muchos de ellos ya estaban casados cuando tomaban el hábito y
así seguían, y otros en su soltería, llevaban una vida sexual activa, con lo
que muchos de ellos tenían hijos naturales, y no por ello eran expulsados de la
Iglesia. Esta situación cambió en el año 1123, fecha del Primer Concilio de
Letrán, en el cual el Papa Calisto II condenaba la vida en pareja de los
sacerdotes y obligaba a los mismos al celibato. Esta norma nacida en el Primer
Concilio de Letrán tuvo poca eficacia en su cumplimiento, por lo que unos años
después, en 1139 el Papa Inocencio II se vio obligado a insistir en el Segundo
Concilio Lateranense, haciendo lo propio el Papa Alejandro III en el Tercer
Concilio de Letrán, donde finalmente esta norma conciliar de varios concilios
anteriores pasó a formar parte del Código de Derecho Canónigo.
Por
aquel entonces existió la llamada renta de putas, consistente en la cantidad
que los clérigos debían abonar al obispo, cada vez que los eclesiásticos
incumplían el voto de celibato, una costumbre que se mantuvo hasta el año 1435,
fecha en la que finalizó el Concilio de Basilea, en el que se decretó la
pérdida de los ingresos eclesiásticos a todo clérigo que no abandonase a su
concubina.
El
Concilio de Trento (1545-1563), tan importante para la Iglesia, implantó
definitivamente los decretos de los tres concilios lateranenses y determinó la
prohibición de admitir en el seno de la Iglesia a hombres casados. Todo ello
nos indica, con claridad que los linajes alusivos a cargos eclesiásticos
debieron de originarse a partir de los apodos referentes a hijos ilegítimos de
sacerdotes.
El apellido Mercado es el tercero más frecuente en Lahiguera como primer apellido, con un 48,37 por cada mil habitantes. |
Debido
a la escasez de datos históricos sobre los pueblos que vivieron en España
durante la época prerromana, no podemos conocer con exactitud cuál fue el
sistema onomástico de los iberos, celtas y demás culturas que poblaron la
península ibérica. Se suele pensar que, como en el caso de la mayoría de las
civilizaciones antiguas, cada individuo tenía un solo nombre, al que se le
añadía el distintivo “hijo de…” o algún apodo. No obstante, es muy probable que
durante la colonización romana, y siguiendo el modelo onomástico latino, los
indígenas, al menos los que eran pertenecientes a la nobleza, ya adoptaran
nombres latinos, aunque posiblemente conservaran como cognomen o nomen
gentilicium el nombre hispánico; pero la gentes del pueblo llano, a pesar de su
paulatina romanización, conservó sin duda en muchos casos sus nombres iberos o celtas
tradicionales. Solamente así podemos explicar que hubiesen sobrevivido hasta
hoy algunos nombres prerromanos como los apellidos Pacheco, García, Velasco y
otros.
Publio Cornelio Escipión Africano. |
Los
romanos de las clases sociales elevadas, poseían un sistema onomástico bastante
complejo, llegando a usar hasta cuatro nombres para cada individuo: el
praenomen, que era equivalente a nuestro nombre de bautismo; el nomen
genticilium, nombre de la gens o familia a la que pertenecía; el cognomen, que
podríamos considerar como el equivalente a nuestro apellido y, por último, a veces
se añadía el agnomen, que era como un apodo o mote alusivo a una circunstancia
personal de su vida como individuo. Así por ejemplo en el caso de Publio
Cornelio Escipión, el Africano, tenemos el siguiente desglose de su nombre
completo: Praenomen: Publius; Nomen gentilicium : Cornelius; Cognomen: Scipio;
y Agnomen : Africanus.
Con
la Romanización de Hispania, este sistema onomástico no tardó en propagarse
entre los indígenas, que en muchos casos adoptaron nombres romanos, aunque en
la práctica onomástica romana de los tres o cuatro nombres, solamente se usaba
entre la aristocracia, pues en la misma Roma
los plebeyos sólo ostentaban un nombre de nacimiento o un apodo.
Con
el crecimiento de las poblaciones y el cultivo de la tierra, los rituales para
conjurar la lluvia y el sol se sofisticaron y nuevos dioses protectores entraron
en la escena de la vida de los hombres. La práctica de entonces consistía en
confiar el destino de los niños a un dios o espíritu guardián desde su
alumbramiento. Por supuesto que muchos padres desearon que sus hijos gozaran de
la protección del dios de la guerra en los futuros combates. Los antiguos
latinos le llamaban Mars o Marte, así que al neonato se le imponía el nombre de
Martinus. Los descendientes de estos guerreros formaron civilizaciones cada vez
más complejas y numerosas. Las confusiones entre sujetos del mismo nombre no
eran pocas, y pronto surgieron nuevos sistemas para identificar a las personas.
Estatua que representa a Marte, Dios de la Guerra. |
Roma
concibió un intrincado sistema de leyes que favoreció la figura del padre: “la
patria postestas”. Así el jefe de familia, mientras viviera, ejercía control
absoluto sobre su familia, y la misma prerrogativa se extendió al uso de los
nombres en su linaje.
Volvamos
al caso de Martinus. De acuerdo a la
nueva tradición, su familia pasaría a llamarse como su nomen y todos sus hijos,
nietos y demás descendientes serían bautizados en segundo lugar como Martinius
(Martinus + ius que viene de filius, el hijo de Martinus). Este fue el primer
uso de los apellidos. El origen etimológico se encuentra en el verbo latíno
appellare, es decir, recurrir a su fundador. Martinus procrearía muchos hijos,
y el júbilo lo llevaría a ingeniar nuevas formas de nominación. Cuando recibió
en sus brazos al que era el más joven de sus vástagos perpetuó el hecho
imponiéndole el praenomen de Octavus, o sea el octavo en orden de nacimiento.
El cognomen vendría a completar el “tria nomina” (el sistema de tres nombres
romano). La cabellera rubia de Octavus facilitaría completar la tercera parte
con el mote o apodo de Flavus (amarillo).
Así a este joven ciudadano romano se le conocería como Octavus Martinius
Flavus.
El apellido Fernández es el sexto en frecuencia entre los habitantes de Lahiguera actualmente, con un 42,54 por cada mil habitantes de la villa. |
Con
la caída del imperio y la imposición de las costumbres atávicas de los bárbaros
se abandonó el sistema tripartito y se favoreció el uso de un solo nombre. Una
vez más la guerra jugó un rol fundamental en la vida de pueblos como los
visigodos, y un nombre como Gundisalvo fue común entre ellos (“El que rescata
en la batalla” de Gund, batalla, y salvo, rescatar).
Alrededor
del siglo IX d.C. el número de soldados había crecido considerablemente. No
sólo era difícil determinar en un listado de nombres iguales las obligaciones
de cada cual, sino que algunos de los reclutados ya gozaban de derechos
hereditarios por las proezas extraordinarias de sus padres o simplemente se
enorgullecían de su reputación. Esto motivo que se readoptara la presentación
del onomástico seguido de la filiación: Martinus filius Gundisalvus (Martinus
hijo de Gundisalvus, nótese la latinización de Gundisalvo). Paulatinamente la
extensión se fue acotando a Martinus Gundisalviz, con el “iz” para prescindir
del “filius”, hasta llegar después a Martín González (Martín hijo de Gonzalo).
Por
los motivos expuestos, el empleo del patronímico (de páter=padre y
onoma=nombre) se limitó inicialmente a las clases bélicas pero, como toda
costumbre, terminó por extenderse al vulgo, o pueblo sencillo. La estimación y
el legado de los antepasados sumó a la tradición la de llamar al primogénito de
cada matrimonio como el abuelo paterno y al segundogénito como el abuelo materno.
Los
apellidos compuestos se originaron a partir del reparto de tierra por las
reconquistas cristianas en la península ibérica. Fue el caso de Ruy Núñez (Ruy,
hijo de Nuño) que adoptó el nombre de Ruy Núñez de Guzmán por la fortaleza, así
llamada, que le había otorgado el rey a su familia por su participación en la
lucha contra los enemigos sarracenos.
García es el séptimo primer apellido más frecuente en Lahiguera, con un 36,71 por cada mil habitantes. |
En
los reinos de Navarra, León y Castilla, empezó a ser costumbre añadir al nombre
del hijo el del padre con el sufijo “-ez”, que venía a significar que era “hijo
de”, por ejemplo Pedro Sánchez quería decir “Pedro hijo de Sancho”. Una
costumbre que en principio adoptaron las familias de la alta sociedad de estos
reinos, pero que después se hizo extensiva entre los estratos sociales más
bajos o populares, como confirma que el hecho de que los apellidos terminados
en “ez” sean en la actualidad los más
populares en España, y concretamente en Andalucía como consecuencia de la
repoblación de terrenos ganados a los musulmanes en la Reconquista. Aunque no
todo el mundo usó este patronímico, pues otros usaron simplemente el nombre del
padre en su forma regular, como se comprueba en apellidos con nombres como
Nicolás, Manuel o Bernabé, anteponiendo a veces la preposición “de” para así
marcar la filiación y también distinguir el nombre de pila del nombre
patronímico. También hubo otras maneras de formar el segundo nombre o apellido,
como fue la de añadir el lugar de origen o residencia del individuo, su oficio
o cargo que desempeñaba, o un apodo, como después veremos.
Escribano medieval en su escritorio. |
Es
bastante significativo descubrir la procedencia de quienes en su tiempo
repoblaron las zonas conquistadas a los
árabes a partir de la toponimia de los apellidos. En nuestra villa, por ejemplo
son bastante frecuentes los apellidos con origen en la antigua Castilla la
Vieja, con descendientes de los repobladores venidos de Segovia, y otras
poblaciones castellano-leonesas del norte de España, apellidos que también son
comunes en Andalucía y en Castilla la Mancha o Madrid. Esto es fácilmente
comprobable viendo el origen de los apellidos más frecuentes de nuestra villa.
Lo que demuestra que a los nuevos colonos repobladores, cuando tomaban posesión
de las tierras dejadas por los árabes, el escribano los matriculaba utilizando
como apellidos los nombres de las poblaciones de origen de donde los
repobladores procedían. Así un amplio porcentaje, que podríamos considerar como
muy alto, de los apellidos actualmente existentes en España, proceden de
nombres de poblaciones, lo cual implica una intensa actividad migratoria en los
tiempos medievales en los que precisamente se consolidaban los apellidos que
muchos portamos.
Martínez es el octavo apellido más frecuente en Lahiguera como primer apellido, con un 31,47 por cada mil habitantes en nuestra villa. |
Por
moda y practicidad, nuevamente el pueblo siguió los hábitos de las élites y de
las clases combatientes. Así para distinguir a Juan Sánchez, de Juan Sánchez y
de Juan Sánchez. Al primero que vivía a un lado del río, le pusieron Juan
Sánchez del Río; al segundo que era de tez oscura le denominaron Juan Sánchez
Moreno, y al tercero que trabajaba los metales le nombraron Juan Sánchez
Herrero. Se aprecia como los accidentes geográficos del terreno donde se vivía
(Río, Arroyo, Peña), las características físicas (Moreno, Crespo, Delgado, Rubio,
etc.) o el oficio (Herrero, Hortelano, Zapatero) determinaban la caprichosa
transformación de los apellidos.
Pero
si Juan Sánchez Moreno emigraba de la villa de Segovia a la de Jaén, que era lugar más poblado, y se
encontraba con otro Juan Sánchez también Moreno. El extranjero se veía obligado
a cambiar su nombre de nuevo, por el de Juan Sánchez de Segovia, con tal de
diferenciarse del habitante local, que disponía del mismo nombre con
anterioridad en la localidad repoblada o nueva. La novedosa variedad de
apellidos relegó a los patronímicos hasta que se suprimieron en la mayoría de
los compuestos.
Una
situación similar a la anterior fue la de los conquistadores españoles llegados
a América. Si en las filas de soldados existían dos Martín Pérez, uno podría
optar por distinguirse con su ciudad natal y el otro con su gentilicio: Martín
de Sevilla y Martín Navarro (de Navarra) respectivamente. A los indígenas de
los virreinatos se les despojó de su nombre originario para llevar unos
cristianos. En muchos casos el apellido podían tomarlo de sus nuevos encomenderos europeos
(señores o “protectores” de ellos), pero lo más frecuente fue que se les
designara un patronímico común, el onomástico de otro santo o un símbolo
religioso: San Juan, Santa María, de la Cruz. De vuelta en el viejo continente,
lo mismo ocurrió con judíos y musulmanes que para demostrar que su exigida conversión
a la fe católica era completa, con lo que adoptaban apellidos de alusión
cristiana en su identidad.
Cubillas es el noveno apellido más frecuente como primer apellido en Lahiguera actualmente, con un 27,39 por cada mil habitantes. |
Según
importantes estudios los apellidos comenzaron a usarse en España en el siglo X
y estaban bien establecidos y afianzados en el siglo XII (Kremer 2003),
principalmente como nombres que cambiaron con cada generación, aunque
gradualmente se convirtieron en apellidos heredados entre los siglos XIII y XV
(Faure et al., 2001). Los apellidos se introdujeron como consecuencia de la
reducción en el número de nombres en la Edad Media y la necesidad de
identificar a las personas en los documentos legales. Por ejemplo, en el siglo
X un estudio encontró 1.3 personas por nombre, mientras que un siglo después
los mismos autores encontraron 3 personas por nombre (Moll, 1982). Esto parecía
deberse a la influencia de la religión, ya que la mayoría de los nombres se
redujeron a los santos más populares.
Parece
que fue entre los siglos XIII, XIV y XV,
cuando empezó a extenderse el segundo nombre de las personas en todos los
estratos sociales, así se hizo la costumbre de hacer hereditario el segundo
nombre, o lo que hoy llamamos apellido. No cabe poner en duda de que una
familia propietaria o arrendataria de unas tierras, por pequeñas que éstas
fueran, tenía el máximo interés de hacer constar un nombre hereditario como
nombre de la familia ligado a la posesión de la tierra y su sucesión en la
documentación legal y notarial.
El escribano presenta así la firma otorgante, a quien doy fe que conozco y lo firmo. |
El
rasgo gremial de las profesiones en la Edad Media como heredadas de los padres,
hacía que estas profesiones fueran gremiales, sobre todo en las poderosas
asociaciones gremiales, con lo que los trabajos del gremio de los padres pasaba a los
hijos. De esta manera era fácil que en los documentos notariales, comerciales o
parroquiales, el oficio del profesional que dase adherido al nombre; así un
Pedro que fuese zapatero de profesión, le transmitía a su descendencia la
profesión , terminando con ello por
convertirse el nombre de la profesión en
apellido hereditario, y si las personas del pueblo heredaban las profesiones,
los nobles heredaban los títulos, y un Santiago hidalgo o un Andrés caballero,
tendrían que trasmitirles a su descendencia esos mismos títulos que ellos
habían poseído y por tanto terminarían apellidándose Hidalgo o Caballero.
El apellido Zafra es el décimo más frecuente como primer apellido en Lahiguera, con un 26,81 por cada mil habitantes. |
No
debemos de olvidar de paso que en la Edad Media la adopción de los nombres y
apellidos eran unos actos completamente voluntarios, es decir a gusto del
consumidor, de modo que puede llegar a sorprendernos que en la documentación
medieval encontremos a cristianos que
llevaban como segundos nombres o apellidos nombres musulmanes o judíos y
viceversa, y que incluso los sacerdotes cristianos podían ostentar apellidos
islámicos, sin que esto supusiera ningún problema para su puesto religioso. Con
este ejemplo último podemos comprobar el grado sumo que había entre los
medievales de la libertad casi absoluta en la adopción de su apellido, pudiéndose elegir como su apellido
el que llevaran sus ascendientes, los que más les gustaban por parecerles más
bonitos o respetables, por motivos de afecto hacia tal o cual persona, aunque
no fuese de su rama familiar, y si lo fuese se podía coger el apellido de un
familiar retirado y no en de su padre o su madre. Esto da como evidencia el que el uso del
apellido no estuvo sujeto a ninguna regla precisa, durante estos siglos
medievales, con lo que se dio lugar a que un apellido tuviera todas las
variantes de formas y grafías, como
consecuencia del gusto o la fantasía de las personas, del criterio ortográfico
que adoptaron, del uso o entender de cada notario y escribano, del uso
lingüístico y acento de cada localidad, etc.
El apellido Calero es el undécimo apellido más frecuente como primer apellido en Lahiguera actualmente, con un 24,48 por cada mil habitantes. |
En
el siglo XV ya se hallaban más o menos consolidados los apellidos hereditarios,
ello en parte debido a la iniciativa del Cardenal Cisneros al ordenar la
obligatoriedad de hacer constar en los libros parroquiales los nacimientos y
las defunciones, aunque en las zonas rurales y entre la gente más humilde la
norma actual del apellido paterno
hereditario no se llegó a fijar hasta el siglo XIX, en el que la
burocracia estatal comienza a hacer obligatorias las leyes onomásticas, tras la
creación del Registro Civil en 1870, en el que se reglamenta el uso y carácter
hereditario del apellido paterno y donde queda fijada la grafía o forma de
escribir cada apellido, salvo errores de los funcionarios en las inscripciones.
El
desorden en el uso de los apellidos, que imperó por centurias, encontró su
correcta regulación en las disposiciones derivadas del Concilio de Trento
(1545-1563). Por bula papal, los apellidos habrían de transmitirse tal cual de
padres a hijos, y los datos de esos ascendientes consignarse debidamente en los
libros de partidas bautismales, matrimoniales y defunciones.
Anotación del Bautismo de D. Diego de Silva y Velázquez en la Parroquia de San Pedro y San Juan de Sevilla. |
Las
medidas demoraron en afincarse pues aún entre miembros de la misma familia
continuó utilizándose distinto apellido. Podía darse el caso que entre varios
hermanos, uno tomara el apellido del padre, otro de la madre, de un tío o de su
abuelo o abuela, era a libre elección, según gusto o conveniencia. Era
costumbre también frecuente que las mujeres llevaran por apellido el de las
abuelas.
Durante
los cinco siglos que discurren entre el
siglo X y el siglo XV, la Península Ibérica fue colonizada por varios grupos de
población e idiomas, agrupados en cinco reinos más o menos permanentes; cuatro
de ellos cristianos y de expansión sur: Galicia Portugal, Castilla y León, País
Vasco-Navarra y Aragón-Cataluña, y uno musulmán: Al-Ándalus. Estos grupos
hablaban al menos nueve idiomas diferentes (ocho lenguas romances más árabe), y
aunque solo el castellano (español), catalán, gallego, portugués y vasco
sobreviven hoy; todos han dejado huellas en los apellidos encontrados en la
península ibérica. A estos podemos agregar apellidos de idiomas no romances,
ibéricos y germánicos, previamente hablados en la península, apellidos judíos y
apellidos traídos de los idiomas nativos de antiguas colonias en América Latina
y Filipinas, por ejemplo: Moctezuma (Tibón, 2001).
El duodécimo apellido más frecuente en Lahiguera como primer apellido es el apellido Montoro, con un 22,14 por cada mil habitantes. |
Con
la creciente expansión de Castilla desde los siglos XIV y XV, y la unificación
política desde principios del siglo XVI de todo el territorio de lo que ahora
constituye territorialmente España, la lengua castellana, actualmente también
conocida como español, se impuso a todos los demás reinos. Por lo tanto, la
castellanización de los nombres personales durante varios siglos dificultó la
atribución de todos los apellidos a su idioma y sus formas originales (Kremer,
2003). La castellanización se combinó con la cristianización, impuesta por la
Inquisición española desde el siglo XVI, que obligó a muchas personas a cambiar
sus apellidos árabes, judíos o de “sonido extranjero” por uno castellano
convencional para evitar la persecución. Algunos de los nuevos apellidos
castellanos fueron adoptados con tanta frecuencia por los conversos religiosos
que han sido identificados como típicos “apellidos de los convertidos.
La
historia ha dejado también un sedimento cultural rico y diverso, presente en
los nombres de lugares y nombres personales de hoy en los 21 países de habla
hispana.
La
costumbre española de usar dos apellidos (apellidos del padre y de la madre,
parece haber comenzado alrededor del siglo XVI. Según Faure (2001), esto se
debió a que el uso de dos apellidos estaba asociado con familias
aristocráticas, y por lo tanto se puso muy de moda entre las clases populares o
los próximos burgueses. En el siglo XVI, aquellos con un título nobiliario o
sus descendientes no tenían que pagar impuestos, y muchas personas intentaron
afirmar que tenían antepasados aristocráticos, para librarse de ellos. Había un
grupo de “nobles” que no disfrutaban de posesiones y era muy numeroso en el siglo XVII, sobre
todo en el norte de España, y eran
conocidos como “hidalgos”. Todos se registraron por razones de excepción
tributaria en el Padrón de Hidalguía. Por lo tanto, a medida que España entró
en declive económico en el siglo XVII, se consideró de la máxima importancia
mantener los apellidos paternos y maternos para poder identificar a las
personas que podrían tener algún tipo de “derechos nobiliarios” o simplemente
para distinguirse de los apellidos más comunes, como una clase social más
elevada.
El puesto décimo tercero en frecuencia como primer apellido en Lahiguera actualmente lo ocupa el apellido Berdonces, con un 20,98 por cada mil habitantes. |
Finalmente,
en el siglo XIX, esta costumbre se institucionalizó a través de una Ley de
Registro Civil en el año 1870, que obligaba a registrar los nacimientos y utilizar
siempre dos apellidos hereditarios, el apellido del padre y el de la madre. La
ley también prohibió cualquier cambio en la ortografía del apellido (Kremer,
2003). Esto aseguró que la paternidad y la maternidad de un hijo siempre
estuvieran claras, así como identificar a los hermanos y hermanas del mismo
matrimonio. Esto tuvo implicaciones importantes en asuntos legales, por ejemplo
en disputas hereditarias. Este fue también el momento en que se dieron los
apellidos españoles a toda la población de Filipinas, luego una colonia
española, junto con Cuba y Puerto Rico, antes de la guerra de 1898 con los
Estados Unidos. Hoy en día, la mayoría de las personas en Filipinas llevan
nombres en español, aunque solo 3.000 personas hablan español en un país de 89 millones
de personas.
La
Ley de 1870 detuvo el proceso de castellanización de apellidos, pero el de los
nombres continuó, y se reforzó especialmente durante la dictadura franquista,
cuando el castellano era el único idioma oficial. La restauración de la democracia
en 1975 ha devuelto a los registros oficiales el nombre gallego, catalán y
vasco que muchos ciudadanos recibieron al nacer. La dictadura de 40 años
también tuvo un alto impacto en los apellidos que emigraron a América Latina
desde España a medida que las personas emigraron para escapar de la
persecución. Una gran proporción de apellidos distintos en catalán y vasco se
produce entre estos emigrantes.
Finalmente,
el regreso a la democracia y la expansión económica en los últimos 20 años ha
visto a España pasar de ser un país emigrante neto en los años 60 y 70 a ser
ahora el país con la tasa más alta de inmigración en Europa (en 2005 la
población creció un 2,1%, debido a la inmigración, y en el período 2001-2006 un
9%) (Instituto Nacional de Estadística, 2006). Este proceso ha traído apellidos
de todo el mundo a la Península Ibérica, especialmente a las principales
ciudades y la costa mediterránea y las islas.
Morales es el apellido que como primer apellido ocupa el décimo cuarto lugar en frecuencia entre los pobladores actuales de Lahiguera, con un 20,40 por cada mil habitantes. |
Lo
más llamativo de la nueva situación del país es el aumento de apellidos
españoles raros inscritos en muchos registros de población de las diferentes
ciudades españolas (Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid, 2006),
algunos de los cuales se extinguieron anteriormente en la península (por
ejemplo, Simbaña, Armijos). Estos son apellidos traídos de países
latinoamericanos tras un viaje de regreso después de 500 años de haber sido
colonizados, después de haber sido preservados y difundidos todos estos
apellidos a través del Atlántico, cerrando así un curioso ciclo de migración y
mezcla de la población mundial. Este es un viaje fascinante que apenas
comenzamos a descubrir hoy analizando las frecuencias de los apellidos.
Para
todos los visitantes no nacionales, los apellidos españoles parecen bastante
complicados, ya que la mayoría de los españoles, y las personas de países de
habla hispana, tienen dos apellidos, algo inexistente en sus países de origen.
El equivalente más cercano de esta realidad genealógica se da en el mundo
anglófono con los nombres con guión como Smith-Jones.
Cuando
nace un niño español, generalmente hereda como primer apellido el primer
apellido de su padre, y como segundo apellido el primer apellido de su madre.
Catalán es el décimo quinto apellido más frecuente entre los higuereños usado como primer apellido, con un 18,65 por cada mil habitantes. |
Por
ejemplo, utilizando personas de mí propio árbol genealógico de la rama familiar
de los Galán, con origen en la población de Mengibar, Pedro Galán casó con Ana
Gasnio, también natural de Mengibar y tuvieron un hijo (entre los posibles que
desconocemos) al que llamaron Pedro Galán Gasnio. Por parte de la que fue su
esposa María Dolores Jordán Asmunia, su origen familiar provenía de la ciudad de Andújar, siendo sus padres
Juan Jordán y María Asmunia, también naturales de Andújar. De Matrimonio de Pedro
Galán Gasnio y María Dolores Jordán Asmunia nacio Pedro Galán Jordán. Como
comprobamos en primer lugar se citaban los nombres de los padres y después los
datos del nuevo nacido con su nombre, primer apellido del padre, y primer
apellido de la madre que pasaba a ser el segundo apellido del nacido y
bautizado en los registros de bautismos desde el Concilio de Trento y así
continuó hasta 1870 que se creó el Registro Civil de los nacidos y fallecidos
en España.
En 1816 fue bautizada Isabel Antonia Galán
Jordán en fecha 25 de febrero, igualmente hija de Pedro Galán Gasnio y María Dolores Jordán Asmunia.
Como vemos en este segundo caso de la hija se sigue el mismo patrón que en el
caso de su hermano Pedro Galán Gasnio, es decir, se vuelven a citar los nombres
de los padres, comenzando por los datos del padre en el patrón: Nombre - Primer
apellido - Segundo apellido, es: Pedro Galán Gasnio, y a continuación el nombre
de su esposa usando el mismo patrón Nombre - Primer apellido - Segundo apellido
que es: María Dolores Galán Jordán. Su hija Isabel Antonia Galán Jordán (25 de febrero de 1816), casó con
Francisco Barragán Ramírez, bautizado en fecha 17 de junio de 1810, que tuvieron a Pedro Alejandro Barragán Galán que fue bautizado en fecha 27 de marzo de 1845.
El apellido Gavilán es el décimo sexto apellido más frecuente usado como primer apellido en Lahiguera, con un 18,65 por cada mil habitantes. |
Como
hemos comprobado con estos ejemplos, todos los descendientes tienen los mismos
apellidos, pero la madre y el padre tienen apellidos diferentes entre sí y los
de sus hijos. Para las parejas casadas, la tradición es no cambiar ningún
apellido, por lo que el novio y la novia mantienen su nombre de nacimiento con
sus tres componentes. Cada niño heredará el primer apellido del padre y el
primer apellido de la madre, generalmente en ese orden, aunque ahora desde hace
unos años se puede cambiar el orden de los apellidos.
Los
apellidos españoles se heredan por línea paterna, o sea patrilinealmente, al
igual que los anglosajones, pero se necesitan dos generaciones para perder los
apellidos en el linaje matrilineal, en lugar de uno solo en el sistema
anglosajón. La ventaja del sistema español es que se puede rastrear a una
persona con sus dos padres, lo que sin lugar a duda ayuda mucho a los
investigadores. (Rodríguez-Larralde et al, 2003)
Para
fines prácticos, la mayoría de las personas en los países de habla hispana solo
usan su nombre y apellido, por ejemplo: Pablo Mateos, y solo usan el nombre
completo en documentos oficiales o situaciones formales. Por lo tanto, el
segundo apellido se usa para evitar posibles confusiones cuando el propósito de
identificar de manera única a una persona es importante, por ejemplo, Pablo
Mateos Rodríguez.
El apellido Pancorbo ocupa el décimo séptimo lugar el Lahiguera de entre los utilizados como primer apellido, con un 18,07 por cada mil habitantes. |
La
característica más destacada de los apellidos españoles es la presencia de la
terminación “-ez”, que domina la mayoría de los apellidos, con 14 de los 20
apellidos más frecuentes que terminan en “-ez” o sus derivados. Este final es
la forma patronímica en castellano antiguo, y se adjuntó al nombre del padre
(por ejemplo, Fernández era el hijo de Fernando). Una variación de este final
en gallego y portugués es “sí”, lo que comúnmente sirve para distinguir el
origen de los nombres entre idiomas. Sin embargo, las corrupciones de nombres
entre las terminaciones “-ez” y “-es”, en ambas direcciones, son frecuentes en
América Latina de habla hispana y aún más en los Estados Unidos (por ejemplo,
Hernandes en lugar de Hernández, o Valdez o Cortez en lugar de Valdés o Cortés)
ya que las letras “s” y “z” se pronuncian exactamente igual en América Latina y
el sur de España. Los apellidos hispanos de esta forma en los EE. UU., Además
de una minoría de origen portugués, son formas de anglicismos de la terminación
“-ez” en “-es”.
García
es el más popular apellido de lejos, el 6,8% de la población lo usa como apellido
primero o apellido segundo. Su origen etimológico proviene del patronímico
García, que no se ha utilizado como nombre desde el siglo XVI, pero debe haber
sido un nombre muy popular en España durante la Edad Media (Faure et al, 2001)
Sabalete es el décimo octavo apellido utilizado con más frecuencia como primer apellido en Lahiguera, con un 15,15 por cada mil habitantes. |
Esta
excepción también se ha encontrado en estudios comparativos de Scapoli et al
(2007) que compararon la frecuencia de apellidos distribuciones de 8
principales países europeos: Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Italia,
Países Bajos, España y Suiza.
Estos
autores encontraron que los 8 “apellidos europeos” más populares son todos
españoles, y hay 39 apellidos españoles en los 100 apellidos principales de los
países estudiados, cuando su población solo representa el 13% del estudio. Este
hecho puede atribuirse a tres causas principales. El primero es el patrón de
repoblación cristiana de España desde principios de la Edad Media, desde
comunidades cristianas relativamente pequeñas en el norte hasta una expansión
territorial que se pensó en la Península Ibérica y en América, expandiendo así
un pequeño grupo original de apellidos locales. El segundo es la presión de la
Inquisición española que obligó a los conversos musulmanes y judíos a adoptar
apellidos castellanos populares (Faure et al, 2001), así como la mencionada castellanización
de otros apellidos. El tercero es un fenómeno de “deriva del apellido”
(propagación de los mismos apellidos populares locales) que no ha sido
contrarrestado por una migración interna suficiente y, por lo tanto, un síntoma
de endogamia por apellido en muchas áreas (es decir, una alta frecuencia de
matrimonios entre mismos apellidos, también conocidos como isonimia) (Scapoli
et al, 2007).
El apellido Carmona utilizado como primer apellido ocupa el décimo noveno puesto de entre los habitantes actuales de Lahiguera, con un 13,99 por cada mil habitantes. |
De
unos cuatrocientos años a la fecha, diríamos que ha habido un uso constante de
los nombres de familia, exceptuando el caso de niños expósitos (abandonados y
antes apellidados con ese término), adopciones, castellanizaciones y otras
circunstancias puntuales.
Por
último, desde hace tan solo unos años, se ha flexibilizado la norma para que en
algunos lugares se utilice en primer lugar el apelativo materno y la
asimilación de sistemas de nomenclatura extranjera por la amplia globalización,
en que el mundo actual se rige.
Por
tanto, el invento no es nuevo, así pues, en este artículo nos dedicaremos a ver
los 50 apellidos más frecuentes en Lahiguera en tres posiciones o casos: Las de
aquellos que llevan ese apellido en primer lugar, los que lo llevan en segundo
lugar, y el sumativo de los que lo llevan indistintamente como primer apellido
o como segundo apellido. Después dedicaremos la parte final del artículo a
conocer las distintas circunstancias que marcaron los orígenes de los
apellidos.
Para
ello se sigue el trabajo del Instituto de Estadística y Cartografía de
Andalucía, estableciendo un número de orden de mayor a menos en tanto por mil,
en los tres casos de las posiciones ya referidas.
El apellido Marmol es el apellido que con un 13,99 por mil habitantes ocupa el puesto número vigésimo en frecuencia como primer apellido en Lahiguera. |
LOS 50 APELLIDOS MÁS FRECUENTES DE
LAHIGUERA COMO PRIMER APELLIDO (Consultado en
el Instituto de Estadística y Cartografía de la Junta de Andalucía en
fecha 20/04/2020
Nº de orden. Primer apellido
(Personas que lo llevan como primer Apellido) y ‰ ("‰"=Tanto por mil
calculado sobre el total de la población.)
1 PÉREZ 83,92‰
2 BARRAGÁN 60,61‰
3 MERCADO 48,37‰
4 GALÁN 46,04‰
5 CORTÉS 44,87‰
6 FERNÁNDEZ 42,54‰
7 GARCÍA 36,71‰
8 MARTÍNEZ 31,47‰
9 CUBILLAS 27,39‰
10 ZAFRA 26,81‰
11 CALERO 24,48‰
12 MONTORO 22,14‰
13 BERDONCES 20,98‰
14 MORALES 20,40‰
15 CATALÁN 18,65‰
16 GAVILÁN 18,65‰
17 PANCORBO 18,07‰
18 SABALETE 15,15‰
19 CARMONA 13,99‰
20 MARMOL 13,99‰
21 LÓPEZ 13,40‰
22 ALCÁNTARA 12,24‰
23 BAREAS 12,24‰
24 AGUDO 12,24‰
25 HERMOSILLA 10,49‰
26 FUNES 8,74‰
27 CORTIJOS 8,74‰
28 GARRIDO 8,74‰
29 RAMOS 8,74‰
30 LARA 8,16‰
31 JIMÉNEZ 8,16‰
32 RUANO 7,58‰
33 MENA 7,58‰
34 MOLINA 6,99‰
35 MORENO 6,41‰
36 CONTRERAS 5,83‰
37 ANGUITA 5,83‰
38 BALLESTEROS 5,83‰
39 MUÑOZ 5,83‰
40 BENEDICTO 5,24‰
41 GIL 5,24‰
42 GUTIÉRREZ 5,24‰
43 ANGOSTO 5,24‰
44 CANTERO 4,66‰
45 HERNÁNDEZ 4,66‰
46 GONZÁLEZ 4,66‰
47 RAMÍREZ 4,66‰
48 FUENTES 4,08‰
49 CORDONES 3,50‰
El apellido Lopéz ocupa el vigésimo primer lugar com primer apellido más frecuente en Lahiguera con un 13,40 por cada mil habitantes. |
LOS 50 APELLIDOS MÁS FRECUENTES DE
LAHIGUERA COMO SEGUNDO APELLIDO. (Consultado en
el Instituto de Estadística y Cartografía de la Junta de Andalucía en
fecha 20/04/2020
Nº de orden. Segundo apellido
(Personas que lo llevan) y ‰ ("‰"=Tanto por mil calculado sobre el
total de la población.)
1 PÉREZ 74,59‰
2 BARRAGÁN 60,61‰
3 MARTÍNEZ 43,12‰
4 FERNÁNDEZ 42,54‰
5 CORTÉS 41,96‰
6 GARCÍA 38,46‰
7 GALÁN 37,88‰
8 MERCADO 34,38‰
9 ZAFRA 23,31‰
10 MORALES 22,73‰
11 CALERO 22,73‰
12 GAVILÁN 20,40‰
13 CUBILLAS 19,81‰
14 MONTORO 18,65‰
15 AGUDO 18,07‰
16 LÓPEZ 17,48‰
17 GARRIDO 17,48‰
18 SABALETE 15,73‰
19 BERDONCES 15,15‰
20 JIMÉNE 15,15‰
21 MOLINA 14,57‰
22 PANCORBO 13,99‰
23 RUANO 13,40‰
24 CATALÁN 12,82‰
25 MORENO 12,82‰
26 MENA 11,66‰
27 BAREAS 10,49‰
28 CORTIJOS 9,32‰
29 FUENTES 8,16‰
30 ALCÁNTARA 8,16‰
31 RAMOS 8,16‰
32 SÁNCHEZ 7,58‰
33 BERMEJO 6,99‰
34 MARMOL 6,99‰
35 FUNES 6,41‰
36 UCEDA 6,41‰
37 LARA 6,41‰
38 RUÍZ 6,41‰
39 ANGOSTO 5,24‰
40 CARMONA 5,24‰
41 MUÑOZ 4,66‰
42 CORDONES 4,66‰
43 BARRERA 4,08‰
44 POZO 4,08‰
45 CABRERA 4,08‰
46 CAÑO 3,50‰
47 LIEBANA 3,50‰
48 GODOY 3,50‰
49 BALLESTERO 3,50‰
50 BARRANCO 3,50‰
El apellido Alcántara ocupa el vigésimo segundo lugar como primer apellido en nuestro pueblo con un 12,24 por cada mil habitantes. |
LOS 50 APELLIDOS MÁS FRECUENTES DE
LAHIGUERA, YA SEA COMO PRIMER APELLIDO O SEGUNDO APELLIDO, ES DECIR DE FORMA
INDISTINTA. (Consultado en el Instituto
de Estadística y Cartografía de la Junta de Andalucía en fecha 20/04/2020
Nº de orden. Apellido llevado
en primer lugar o en segundo de forma indistinta. (Personas que lo llevan en
una u otra posición) y ‰ ("‰"=Tanto por mil calculado sobre el total
de la población.)
1 PÉREZ 155,01‰
2 BARRAGÁN 117,13‰
3 CORTÉS 86,83‰
4 FERNÁNDEZ 85,08‰
5 GALÁN 83,33‰
6 MERCADO 82,17‰
7 MARTÍNEZ 72,84‰
8 GARCÍA 72,26‰
9 ZAFRA 50,12‰
10 CUBILLAS 47,20‰
11 CALERO 47,20‰
12 MORALES 43,12‰
13 MONTORO 40,79‰
14 GAVILÁN 39,04‰
15 BERDONCES 36,13‰
16 CATALÁN 31,47‰
17 PANCORBO 30,89‰
18 AGUDO 30,30‰
19 SABALETE 30,30‰
20 LÓPEZ 30,30‰
21 GARRIDO 26,22‰
22 JIMÉNEZ 23,31‰
23 BAREAS 22,73‰
24 MOLINA 21,56‰
25 RUANO 20,98‰
26 MARMOL 20,98‰
27 ALCÁNTARA 20,40‰
28 MENA 19,23‰
29 MORENO 18,65‰
30 CARMONA 18,65‰
31 CORTIJOS 18,07‰
32 RAMOS 16,90‰
33 FUNES 15,15‰
34 LARA 14,57‰
35 HERMOSILLA 12,24‰
36 FUENTES 12,24‰
37 SÁNCHEZ 11,07‰
38 MUÑOZ 10,49‰
39 ANGOSTO 10,49‰
40 BALLESTEROS 9,32‰
41 UCEDA 9,32‰
42 RUÍZ 9,32‰
43 BENEDICTO 8,16‰
44 CORDONES 8,16‰
45 BERMEJO 8,16‰
46 ANGUITA 7,58‰
47 RAMÍREZ 7,58‰
48 GIL 7,58‰
49 CANTERO 7,58‰
50 CONTRERAS 6,99‰
"‰" =Tanto por mil
calculado sobre el total de la población
No se muestran datos para
frecuencias absolutas inferiores a 5
Fecha de referencia: 01/01/2019
http://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/bd/nomApeBD/faces/frecuentes.xhtml
Consultado en fecha 20 /04/2020
Estadística
de nombres y apellidos de los andaluces
El apellido Bareas es el vigésimo tercero más frecuente en Lahiguera como primer apellido , con un 12,24 por cada mil habitantes. |
LOS 50 APELLIDOS MÁS
FRECUENTES EN LA PROVINCIA DE JAÉN COMO PRIMER APELLIDO. Con indicativo de:
Nº de orden, como:
Primer apellido en tanto por mil (‰)
1 GARCÍA 37,14
2 MARTÍNEZ 32,43
3 LÓPEZ 32,11
4 SÁNCHEZ 21,60
5 FERNÁNDEZ 19,97
6 MORENO 18,64
7 RUÍZ 18,42
8 RODRÍGUEZ 16,44
9 JIMÉNEZ 16,43
10 PÉREZ 16,34
11 GONZÁLEZ 14,60
12 MUÑOZ 10,29
13 GÓMEZ 9,92
14 TORRES 9,64
15 MOLINA 8,76
16 ORTEGA 7,82
17 GARRIDO 7,31
18 ROMERO 7,31
19 DÍAZ 7,23
20 SERRANO 6,92
21 GUTIÉRREZ
6,18
22 MARTOS 6,15
23 CANO 5,52
24 CRUZ 5,45
25 EXPÓSITO 5,19
26 RAMÍREZ 5,16
27 CORTÉS 5,14
28 CASTILLO 5,10
29 MARÍN 4,98
30 LARA 4,65
31 QUESADA 4,63
32 MEDINA 4,61
33 MORAL 4,49
34 DELGADO 4,22
35 FUENTES 3,99
36 CASTRO 3,91
37 MORALES 3,87
38 NAVARRO 3,85
39 HERNÁNDEZ 3,65
40 HERRERA 3,51
41 COBO 3,42
42 CABRERA 3,37
43 MARTÍN 3,17
44 MOYA 3,15
45 HIDALGO 3,10
46 ORTÍZ 3,04
47 CAMPOS 3,03
48 CONTRERAS 2,98
49 PADILLA 2,96
El apellido Agudo como primer apellido es el vigésimo cuarto más frecuente, con un 12,24 por cada mil habitantes. |
LOS 50 APELLIDOS MÁS
FRECUENTES EN LA PROVINCIA DE JAÉN COMO SEGUNDO APELLIDO. Con indicativo de:
Nº de orden, como: Segundo
apellido en tanto por mil (‰)
1 GARCÍA 36,96
2 MARTÍNEZ 33,13
3 LÓPEZ 32,07
4 SÁNCHEZ 21,38
5 FERNÁNDEZ 20,39
6 MORENO 18,73
7 RUÍZ 18,45
8 PÉREZ 17,10
9 RODRÍGUEZ 16,58
10 JIMÉNEZ 16,52
11 GONZÁLEZ 14,50
12 GÓMEZ 10,26
13 MUÑOZ 10,14
14 TORRES 9,39
15 MOLINA 8,62
16 ORTEGA 7,56
17 SERRANO 7,54
18 GARRIDO 7,52
19 DÍAZ 7,18
20 ROMERO 7,03
21 MARTOS 6,37
22 GUTIÉRREZ 6,05
23 CRUZ 5,66
24 EXPÓSITO 5,42
25 CANO 5,35
26 RAMÍREZ 5,28
27 CASTILLO 5,21
28 MARÍN 5,08
29 CORTÉS 4,97
30 MEDINA 4,92
31 QUESADA 4,64
32 LARA 4,59
33 FUENTES 4,18
34 MORAL 4,14
35 DELGADO 4,10
36 CASTRO 4,02
37 HERNÁNDEZ 3,93
38 MORALES 3,84
39 NAVARRO 3,83
40 HERRERA 3,57
41 COBO 3,38
42 MOYA 3,17
43 CABRERA 3,16
44 MARTÍN 3,16
45 HIDALGO 3,06
46 PADILLA 3,03
47 CARMONA
3,02
48 CONTRERAS
2,92
49 ORTÍZ 2,91
El apellido Hermosilla es el vigésimo quinto más frecuente usado como primer apellido de Lahiguera con un 10,94 por cada mil habitantes. |
LOS 50 APELLIDOS MÁS
FRECUENTES EN LA PROVINCIA DE JAÉN COMO PRIMER O SEGUNDO APELLIDO, ES DECIR DE
FORMA INDISTINTA.
Con indicativo de:
Con indicativo de:
Nº de orden, como:
Segundo apellido en tanto por mil (‰)
1 GARCÍA 71,60‰
2 MARTÍNEZ 63,95‰
3 LÓPEZ 62,69‰
4 SÁNCHEZ 42,26‰
5 FERNÁNDEZ 39,38‰
6 RUÍZ 36,23‰
7 MORENO 35,73
8 PÉREZ 32,93
9 RODRÍGUEZ 32,47
10 JIMÉNEZ 32,45
11 GONZÁLEZ 28,72
12 MUÑOZ 20,07
13 GÓMEZ 19,96
14 TORRES 18,83
15 MOLINA 17,22
16 ORTEGA 15,19
17 GARRIDO 14,68
18 SERRANO 14,33
19 DÍAZ 14,24
20 ROMERO 14,09
21 MARTOS 12,41
22 GUTIÉRREZ 12,15
23 CRUZ 10,98
24 CANO 10,72
25 EXPÓSITO 10,45
26 RAMÍREZ 10,39
27 CASTILLO 10,13
28 MARÍN 9,93
29 MEDINA 9,44
30 CORTÉS 9,27
31 LARA 9,17
32 QUESADA 9,14
33 DELGADO 8,25
34 MORAL 8,23
35 FUENTES 8,12
36 CASTRO 7,85
37 MORALES 7,65
38 NAVARRO 7,63
39 HERNÁNDEZ 7,50
40 HERRERA 6,96
41 COBO 6,75
42 CABRERA 6,45
43 MARTÍN 6,27
44 MOYA 6,26
45 HIDALGO 6,12
46 ORTÍZ 5,93
47 PADILLA 5,90
48 CONTRERAS 5,86
49 CAMPOS 5,70
50 CARMONA 5,64
"‰" =Tanto
por mil calculado sobre el total de la población.
En esta estadística
no se muestran datos para frecuencias absolutas inferiores a 5
Fecha de referencia:
01/01/2019
El apellido Funes ocupa el vigésimo sexto lugar. al ser usado en Lahiguera como primer apellido por un 8,74 por cada mil habitantes. |
Tal
como ya hemos referido fue aproximadamente en el siglo X cuando empiezan a
configurarse las bases sobre las que se asentarán nuestros apellidos actuales
en un proceso que durará unos cuantos siglos. Así pues, ¿quién no se ha
preguntado en algún momento por qué motivo tiene un determinado apellido y de
dónde procede? La pregunta se amplía cuando se investigan los antepasados ya
que en cada generación se descubren nuevos apellidos. Ahora bien, el origen de
cada apellido es otra historia y está relacionado con diferentes factores,
pudiendo dividirlos en varios tipos de apellidos:
Tal
vez el más relevante es el referente al oficio familiar: Herrero, Pastor,
Ballesteros, etc. Otros proceden de los motes, habilidad tan nuestra que puede
marcar a una familia si el mote en cuestión puede resultar un tanto ofensivo
por tratarse de defectos, como Gordo o Cabezón. Aunque también los mismos motes
pueden deberse a una cualidad: Cortés, Leal o Alegre, por ejemplo.
Los
apellidos de origen patronímico están muy extendidos y se encuentran no sólo en
España sino en otros países. Son aquellos que deben su origen a un nombre
propio y que añaden “-ez” al final, es decir, “hijo de”. Por ejemplo, Martínez
es el hijo de Martín, López es el de Lope, etc. Esta situación se repite en
otros lugares como en Inglaterra: “son” significa “hijo” en inglés y no es
extraño encontrar el apellido Johnson o Willson, es decir, el hijo de John o de
Will.
El apellido Cortijos lo llevan en Lahiguera un 8,74 habitantes por cada mil, usado como primer apellido, ocupa el vigésimo séptimo lugar entre los apellidos más frecuentes. |
En
otros casos se trata de apellidos toponímicos, o lo que es lo mismo, aquellos
que indican el lugar de procedencia o residencia. Dentro de este grupo se
incluyen, además, los que indican accidentes geográficos o poblaciones y, en
algunos casos, con la preposición “de” por delante, aunque esta se ha perdido
en la mayoría de los casos. Así, el abanico de apellidos toponímicos es enorme:
Madrid, Jerez, Hoyos, Lago, Puig, Montes, etc.
Los
apellidos compuestos como San José o Santa María tienen un origen interesante.
En algunos casos se deben a los procesos de la Inquisición, cuando los nuevos
cristianos conversos debían cambiar su apellido por otro cristiano. Pero,
además, también se encuentra en los niños abandonados en las inclusas de las
ciudades o en las iglesias. En ocasiones estos bebés eran bautizados con el
nombre del santo según el día que llegaron al orfanato.
Como
caso curioso encontramos el apellido Roselló, en el que probablemente, y a
falta de investigaciones más profundas, se localicen muchos de estos aspectos,
incluido el misterioso. Se trata de un apellido con un origen confuso y por
investigar. En principio se podría pensar en un apellido de origen toponímico
situándose en la región francesa del Rosellón. La historia se complica cuando
este apellido en su rama valenciana y en el mismo registro parroquial aparece
indistintamente como Roselló, Sarasate o Sasolas. Y además en diferentes
grafías: Zarazate, Zalazate, Çaraçate o Çaçolas. Según algunos expertos, el
apellido Sasolas, originario del País Vasco, probablemente sea derivado de
Sasiola o Sarasola, mientras que Sarasate sea un apellido de origen navarro,
tal vez toponímico.
El apellido Garrido es el vigésimo octavo más frecuente entre los que lo usan como primer apellido en Lahiguera con un 8,74 por cada mil habitantes. |
Durante
el siglo XVII los sacerdotes empezaron a anotar en los márgenes de manera
indistinta “alias Roselló” o “alias Zalazate” y en cualquiera de las formas
anteriores para indicar el nacimiento o matrimonio de algún miembro de la
familia. Durante ese siglo se impuso definitivamente el apellido Roselló. Tal
vez, al confirmar este apellido como el definitivo los miembros de la familia
Roselló estuvieran intentando borrar las huellas de algún proceso relacionado
con la Inquisición y que estaría ligado a las anteriores formas de nombrarlos y
a sus raíces familiares.
Es
muy posible que alguna vez te hayas hecho la pregunta del origen de los
apellidos españoles, y realmente no es una cuestión fácil de responder.
Una
característica importante de los nombres españoles es la alta frecuencia de los
topónimos, que Faure et al (2001) cuantifican como el 58% de los apellidos en
su diccionario. De estos, una alta proporción de topónimos proviene de
topónimos vascos y catalanes (28% y 17% del total de apellidos respectivamente),
y aunque los apellidos del primer grupo todavía se encuentran principalmente en
el País Vasco, los segundos están presentes en partes del sur de España,
explicado por los principales asentamientos de repoblación en el sur durante la
Edad Media (Faure et al, 2001).
Ramos es el apellido, que con un 8,74 por cada mil habitantes, ocupa el vigésimo noveno en el orden de los apellidos más frecuentes en Lahiguera utilizado como primer apellido. |
Uno
de los aspectos básicos del estudio genealógico consiste en conocer la
etimología, evolución e incluso distribución de los apellidos que han
acompañado históricamente a los linajes familiares. En no pocas ocasiones, el
advertir que un apellido es peculiar, ya sea por su significado, su grafía o su
rareza en un determinado lugar, constituye la clave del éxito para desentrañar
el ansiado origen familiar o precisar la procedencia geográfica. Por el
contrario, el hecho de que un apellido sea frecuente conlleva también ciertas
pautas al organizar e intentar enlazar las informaciones más dispersas.
Para poder
estudiar el origen de los apellidos, en primer lugar es muy interesante conocer
a qué categoría pertenecen. Los apellidos
Patronímicos son aquellos que denotan filiación, los
toponímicos indican lugar de origen y los antroponímicos se refieren a
cualidades físicas, morales, oficios o cargos del primer causante de dicho
apellido.
A
continuación se puede ver una relación de los diferentes tipos de apellidos
según su origen y algunos ejemplos de cada categoría: Toponímicos, Patronímicos, Apellidos
formados a partir de profesiones o cargos, Apellidos relativos a las
circunstancias del nacimiento, Apellidos de origen incierto son aquellos apellidos
referentes a animales, vegetales u objetos, que posiblemente identificaban a
las personas que los criaban, cultivaban o fabricaban, y apellidos con los Oficios
antiguos que ejerció el primer adquirente.
El apellido Lara lo llevan el Lahiguera un 8,16 por cada mil habitantes, por lo que ocupa el trigésimo lugar como el apellido más frecuente utilizado como primer apellido. |
APELLIDOS TOPONÍMICOS:
Son
aquellos apellidos que designan el lugar de nacimiento o de residencia de la
persona, pudiéndose tratar de una localidad, un accidente geográfico o una
construcción.
Aunque
pocos la conservan hoy día, la mayoría de estos apellidos contenían en sus
orígenes la preposición “de” (ejemplo: De Burgos), “del” (ejemplo: Del Río) o
“de la” (ejemplo: De la Fresneda), “de los” (ejemplo: De los Perales), o “de
las” (ejemplo: De las Cuevas).
Algunos
apellidos toponímicos son:
• Aragonés
• Aranda
• Arellano
• Arroyo
• Ávila
• Avilés
• Aya
• Barahona / Baraona
• Barranco
• Bilbao
• Bisbal
• Braga
• Burgos
• Carranza
• Castañeda
• Castillo
• Catalán
• Cervantes
• Corral
• Costa
• Cuéllar
• Cuenca
• Cuevas
• Dávila / De Ávila
• Encina
• Fresneda
• Gallego
• Granados
• Hoyos
• Lago
• Laguna
• León
• Linares
• Madrid
• Mansilla
• Manzano
• Marín / Marino
• Miranda
• Montes
• Montilla
• Morata
• Naranjo
• Navarra / Navarro
• Nieves
• Ocaña
• Orellana
• Peña
• Perales
• Pino
• Olmos
• Rivas
• Romero
• Roca
• Sarabia
• Salazar
• Saldaña
• Santander
• Santisteban
• Segura
• Serrano
• Sevilla
• Silveira
• Soria, Soriano
• Soto
• Toledo, Toledano
• Torquemada
• Torrente
• Torres
• Valenzuela
• Valverde
• Vargas
• Vergara
• Villa
• Villalba
• Villanueva
• Villena
• Viñas
• Vitoria
• Zamorano.
• Zamorano.
EL apellido Jiménez es portado como primer apellido por un 8,16 por cada mil habitantes. Ocupa el lugar tregésimo primero entre los apellidos más frecuentes en Lahiguera en esa posición. |
APELLIDOS PATRONÍMICOS:
Apellidos
Patronímicos son aquellos apellidos que tienen su origen en el nombre de pila
del padre de la persona. La gran mayoría de apellidos españoles patronímicos se
formaron añadiendo al nombre el sufijo “ez” (ejemplo: Fernando / Fernández), en
Catalunya y Valencia el sufijo “is” (ejemplo: Pere / Peris), en el País Vasco
el sufijo “iz” (ejemplo: Lope / Lopiz)
Algunos
apellidos patronímicos:
• Álvarez (Álvar, Álvaro)
• Antolínez (Antolín)
• Antúnez (Antón, Antonio)
• Benítez (Benito)
• Bernardez (Bernardo)
• Bermúdez (Bermudo)
• Blázquez (Blas)
• Díaz, Díez, Diéguez (Diego)
• Domínguez (Domingo)
• Enríquez (Enrico, Enrique)
• Fernández, Hernández (Fernando, Hernán)
• Galíndez (Galindo)
• Gálvez (Galve)
• Garcés, Garcez (García)
• García (García, Garza)
• Giménez, Jiménez, Ximénez, Ximenes (Ximeno)
• Gómez (Gome, Guillermo)
• González (Gonzalo)
• Güemes / Güémez (Gome)
• Gutiérrez (Gutierre)
• Henríquez (Henrique)
• Hernández (Hernán)
• Ibáñez (Iván)
• íñiguez (íñigo, Ignacio)
• Jiménez (Jimeno)
• López (Lope)
• Márquez (Marcos)
• Martínez (Martín)
• Meléndez, Menéndez (Melendo, Menendo)
• Méndez (Mendo)
• Mínguez (Mingo o Domingo)
• Muñoz (Muño)
• Nunes (Nuno)
• Núñez (Nuño)
• Ordóñez (Ordoño)
• Ortiz (Ortún)
• Peláez (Pelayo)
• Pérez, Peris, Peres (Pere, Pero, Pedro)
• Ramírez (Ramiro)
• Rodríguez (Rodrigo)
• Ruiz (Roi o Roy, Ruy, Rodrigo)
• Sánchez, Sáez, Sáenz, Sainz (Sancho)
• Suárez, Juárez, Xuárez (Suero)
• Téllez (Tello)
• Velázquez (Velasco)
• Yagüe, Yágüez (Yagüe o Yago, Santiago)
• Yáñez (Ioan, Juan)
Ruano es el apellido, que portado como primer apellido por un 7,58 por cada mil habitantes, ocupa la vigésima segunda posición entre los más frecuentes de la villa. |
APELLIDOS FORMADOS A PARTIR DE PROFESIONES O
CARGOS QUE EJERCIERON LOS QUE FUERON LOS PRIMEROS ADQUIRENTES: Son aquellos apellidos que identificaban a la persona en
función de su oficio, cargo o condición social.
Algunos de
estos apellidos son:
• Alcalde, Alcaide
• Alférez
• Ballester, Ballestero, Ballesteros
• Batanero
• Barbero
• Botero
• Caballero
• Carbonero
• Cardenal
• Camarero
• Caminero
• Capitán
• Cantero
• Carpintero
• Carnicero
• Carreiro
• Carretero
• Castillero
• Cerecero
• Cillero
• Conde
• Correa
• Criado
• Cubero
• Duque
• Escrivá
• Ferrer, Ferrero, Ferrufino, Herrera, Herrero
• Guerrero
• Hidalgo
• Jurado
• Labrador
• Manzanero
• Marinero
• Marqués
• Merino (nombre del juez o autoridad de una
merindad)
• Melero (mercado de la miel)
• Molinero
• Monje
• Morterero
• Notario
• Ovejero
• Panadero
• Pastor
• Rey
• Rico
• Sabater (en catalán, Zapatero)
• Sacristán
• Saetero
• Sastre, Sartori
• Sillero
• Soldado
• Teixidó (Evolución de Teixidor. En catalán,
Tejedor)
• Tejedor
• Tornero
• Vaquero
• Verdugo
• Zapatero
El apellido Mena ocupa el trigésimo tercer lugar entre los apellidos más frecuentes de Lahiguera como primer apellido, con un 7,58 habitantes que lo portan de cada mil. |
APELLIDOS FORMADOS A PARTIR DE RASGOS FÍSICOS, FAMILIARES O MORALES.
Algunos de estos apellidos son:
• Amor
• Alegre
• Barriga
• Bello
• Blanco
• Bravo
• Bueno
• Cabello
• Cabeza
• Cabezón
• Calvo
• Cano
• Casado
• Castaño
• Cortés
• Crespo
• Delgado
• Descalzo
• Feliz
• Galán
• Gordo
• Grande
• Hermoso
• Leal
• Lozano
• Manso
• Malo
• Moreno
• Nieto
• Pequeño
• Pinto
• Prieto
• Rojo
• Rubio
• Rufián
Molina es el apellido que usado como primer apellido lo llevan en Lahiguera un 6,99 habitantes por cada mil, ocupa el lugar trigésimo cuarto de entre los más frecuentes en esa posición. |
APELLIDOS RELATIVOS A LAS
CIRCUNSTANCIAS DEL NACIMIENTO.
Hay otra clase de apellidos que
están relacionados con las
circunstancias del nacimiento, son aquellos apellidos impuestos a los nacidos
en función de las circunstancias del momento del nacimiento (el mes de
nacimiento, el santo que se celebraba ese día, etc.) También incluimos en esta
categoría los apellidos con los que se identificaba a recién nacidos de padres
incógnitos, muchos de ellos con referencias religiosas.
Algunos de estos apellidos son:
• Abril
• Bastardo
• Buendía
• Diosdado
• De Dios
• Deulofeu (En catalán, Dios lo hizo)
• Expósito
• Iglesias
• Nomdedeu (En catalán, Nombre de Dios)
• San Martín o Sanmartín
• San Pedro o Sampedro
• San Miguel o Sanmiguel
• Temprano
APELLIDOS DE ORIGEN INCIERTO:
Los apellidos de origen incierto son aquellos apellidos referentes a animales,
vegetales u objetos. Posiblemente identificaban a las personas que los criaban,
cultivaban o fabricaban.
Algunos de estos apellidos son:
• Águila
• Botella
• Borrego
• Buey
• Cebolla
• Conejo
• Cordero
• Cuervo
• Gato
• Gavilán
• Lobato
• Oliva
• Osa
• Palomo
• Raposo
• Tocino
• Toro
• Vaca
El apellido Contreras en primer apellido lo llevan en Lahiguera un 5,83 habitantes por cada mil. Ocupa el puesto trigésimo sexto como primer apellido más frecuente. |
APELLIDOS QUE SE REFIEREN A
OFICIOS ANTIGUOS:
Uno
de los atractivos que ofrece la búsqueda del árbol genealógico es conocer las
ocupaciones de los antepasados. En la siguiente lista se recogen algunos
oficios antiguos encontrados en investigaciones genealógicas entre los siglos
XVI y XIX. Muchos de ellos aún existen, aunque obviamente se realizan de modo
muy distinto. De esta forma algunos de estos oficios se convirtieron en
apellidos para las personas que los practicaban y sus descendientes, dado que
solían transmitirse de generación en generación.
Abarquero. Fabricaba abarcas (calzado de madera, cuero o
caucho que cubría solo la planta de los pies y se ataba sobre el empeine y el
tobillo).
Aceñero. Trabajaba en la aceña: molino harinero de agua
situado dentro del cauce de un río.
Acerador. Aplicaba a los metales diferentes tratamientos
para endurecerlos y tratar de conseguir las propiedades del acero.
Adobero (o Sazonador). Preparaba el adobo para sazonar
y conservar alimentos, especialmente la carne de cerdo.
Afilador (o Amolador). Se dedicaba afilar cuchillos,
tijeras y otros instrumentos de corte.
Aguador. Transportaba y/o vendía agua.
Ajorrador. Transportista de madera. Llevaba hasta los
pueblos los troncos cortados en el monte.
Aladrero. Construía carros, carretas, arados y aperos
para la labranza.
Alambiquero. Trabajaba en el
alambique, donde se elaboraban bebidas alcohólicas.
Albardero. Fabricaba o vendía
albardas. Las albardas eran la pieza principal del aparejo de las caballerías
de carga, que llevaban dos a modo de almohadas, normalmente rellenas de paja y
unidas por la parte que cae sobre el lomo del animal.
Alfarero / Barrero. Fabricaba vasijas de barro o arcilla.
Alfombrero. Confeccionaba tejidos
de lana, algodón, etc, para cubrir el suelo de las habitaciones.
Algodonero. Elaboraba el algodón.
Alguacil. Funcionario público con competencias de
justicia.
Alimañero. Se encargaba de destruir alimañas
Ama de cría. (Nodriza) Criaba o
amamantaba a niños que no eran suyos, habitualmente de familias adineradas.
Añacalero (o Añacal). Era el encargado de llevar el trigo
al molino.
Aperador. Fabricaba aperos de labranza o se encargaba de
cuidar de la hacienda del campo y de todas las cosas pertenecientes a la
labranza.
Armero. Fabricaba, reparaba o comerciaba con armas de
fuego.
Arriero. Transportaba madera u otros materiales ayudado
por bestias de cargas.
Aserrador. Cortaba árboles y aserraba la madera.
Ballestero. Fabricaba ballestas.
Barbero. Peluquero, arreglaba la barba y cortaba el
pelo. Durante siglos realizaron también funciones propias de los cirujanos,
como sangrados o extracción de muelas.
Barquillero. Fabricaba barquillos a
base de una harina especial, o los vendía.
Barrero / Alfarero. Fabricaba vasijas de barro o
arcilla.
Bastero (o Albardero). Hacía o vendía albardas o bastos.
Batanero. Encargado del batán, un artilugio que gracias
a la fuerza del agua movía unos grandes mazos de madera que golpeaban los paños
para compactarlos.
Bolillera. Tejedora de bolillos.
El apellido Ballesteros como primer apellido lo llevan en Lahiguera el 5,83 por cada mil habitantes. Ocupa el puesto trigésimo octavo. |
Bordadora. Hacía bordados, adornando un tejido con
dibujos hechos con asadas de aguja enhebrada. Costurera.
Borrero (o Verdugo). Encargado de ejecutar a los reos.
Botero. Fabricaba o vendía botas o pellejos para vino,
aceite u otros líquidos
Boticario. Farmacéutico, preparaba o vendía medicamentos
o hierbas medicinales.
Boyero. Cuidaba o custodiaba los bueyes.
Bracero. Peón, jornalero no especializado.
Cabrero. Cuidaba o custodiaba las cabras.
Calafatero. Se dedicaba a
calafatear las barcas, sellando las junturas de las maderas con estopa y brea
para que no entrara agua.
Calcetero. Tejía y recomponía medias y calcetas.
Calderero. Fabricaban artículos metálicos, normalmente
hojalata o cobre, para uso doméstico.
Calero. Producía cal o la aplicaba para pintar
interiores y fachadas de las casas.
Caminero. Obrero destinado a la construcción y
reparación de los caminos y carreteras.
Campanero. Fabricaba campanas o las hacía sonar y se
encargaba de su mantenimiento.
Cantero. Obrero que extraía piedras de las canteras o
las labraba.
Carabinero. Soldado. En España, el
cuerpo de carabineros era un cuerpo armado de vigilancia que posteriormente se
integró en la Guardia Civil.
Carbonero. Fabricaba o vendía carbón de leña.
El apellido Muñoz, usado como primer apellido, lo llevan en Lahiguera el 5,83 por cada mil habitantes, ocupa el trigésimo noveno más usado en nuestra villa. |
Cardador. Se encargaba de preparar la lana para tejerla
después.
Carpintero. Trabajaba la madera.
Carrero (o Carretero). Fabricaba carros y carretas.
Transportaba materiales en carretas.
Casquero. Vendía vísceras y otras partes comestibles de
la res, no consideradas carne.
Cazador. Capturaba animales.
Cedacero. Fabricaba cedazos, tamices, etc., así como
otras piezas de madera.
Cenachero. Pescador que llevaba pescado fresco en su
cenacho o espuerta de esparto e iba pregonando por las calles haciendo bailar
sus espuertas.
Cerero. Fabricaba velas, cirios y otros objetos de
cera.
Cerillero. Fabricaba o vendía cerillas y también tabaco
en tabernas y locales de este tipo.
Cerrajero. Fabricaba y reparaba cerrojos, bisagras y
otras piezas metálicas.
Cestero. Fabricaba cestos o cestas a base de cañas.
Chocolatero. Elaboraba y/o vendía
chocolate.
Chófer. Conducía vehículos.
El apellido Benedicto con un 5,24 por cada mil habitantes ocupa el puesto cuadragésimo entre los que lo usan como primer apellido. |
Cigarrero. Elaboraba o vendía
cigarros.
Cillero. Guardaba y repartía los granos y frutos de los
diezmos en la cilla o despensa.
Cirujano. Persona con estudios de medicina (a diferencia
de los barberos), que practicaba la cirugía.
Colchonero. Fabricaba, reparaba y
vendía colchones de lana.
Colmenero. Extraía la miel de las colmenas para su venta.
Conservero. Producía conservas de
productos frescos para su consumo una vez terminada la temporada.
Comadrona. Partera. Mujer que ayudaba en los partos.
Comerciante. Compraba y vendía
mercancías.
Conejero. Criaba o vendía conejos.
Confitero (o Caramelero). Elaboraba dulces a base de
azúcar.
Cordelero. Fabricaba o vendía cuerdas, cordeles y otros
productos de cáñamo.
Costurera. Cosía y remendaba prendas de vestir.
Cubero. Fabricaba o vendía cubas y otros recipientes
de madera para contener agua, vino, aceite u otros líquidos.
Cucharero. Fabricaba cucharas y otros utensilios.
Encalador. Aplicaba cal para pintar interiores y fachadas
de las casas.
Enterrador. Se encargaba de dar
sepultura a los cadáveres.
Escribano de Villa y tierras.
Persona que por oficio público estaba autorizada a dar fe de escrituras y
actos. Era una especie de notario.
El apellido Gil con un 5,24 por cada mil habitantes ocupa el puesto cuadragésimo primero de entre los más usados como primer apellido en Lahiguera. |
Esenciero. Destilaba esencias de
plantas aromáticas.
Espadero. Fabricaba, componía o vendía espadas.
Especiero. Se dedicaba a elaborar y vender especies para
condimentar las comidas.
Espartero. Se dedicaba a trabajar el esparto.
Especulador. Comerciante, compraba
y vendía tierras o mercancías.
Esquilador. Cortaba la lana a las
ovejas.
Estanquero. Vendía tabaco y otros
productos estancados (que sólo se podían vender en ese tipo de establecimiento).
Esterero. Fabricaba y/o vendía esteras (piezas de tejido
grueso y áspero, como el esparto o la palma, que se utilizaba para cubrir parte
del suelo de un lugar).
Farolero. Se encargaba de apagar y encender con una
pértiga, así como de mantener en buen estado las farolas en las ciudades cuando
no había tendido eléctrico.
El apellido Gutiérrez, utilizado como primer apellido, ocupa el puesto cuadragésimo segundo entre los cincuenta apellidos más frecuentes en Lahiguera con un 5,24 por cada mil habitantes. |
Ganchero. Transportaba troncos por flotación aprovechando
la corriente de agua de los ríos.
Guarda. (de ganado, de monte…) Vigilaba la propiedad privada o comunitaria,
ya fueran los animales o los bosques.
Guarnicionero. Fabricaba objetos de
cuero, normalmente para caballerías.
Hachero. Trabajaba con el hacha para cortar troncos y
tablones.
Herbolario. Recogía o vendía
hierbas y plantas medicinales.
Herrador. Encargado de herrar las caballerías
Herrero. Labraba el hierro.
Hilandera. Hilaba la lana cardada.
Hojalatero. Fabricaba, reparaba y
vendía vasijas y otras piezas de hojalata
Hornero. Preparaba el horno para cocer el pan.
Hortelano. Cultivaba las huertas.
Jabonero. Fabricaba y/o vendía jabón.
Jornalero. Trabajaba a jornal.
El apellido Angosto con un 5,24 por cada mil habitantes ocupa el puesto cuadragésimo tercero de entre los que lo utilizan como primer apellido en Lahiguera. |
Joyero. Confeccionaba o vendía joyas.
Labrador. Trabajaba la tierra.
Lavandera. Se dedicaban al lavado de la ropa, en las
orillas de los ríos o en lavaderos públicos. Muchas veces eran a la vez
planchadoras.
Lechero. Ordeñaba las reses y vendía la leche, en
ocasiones a domicilio.
Leñador. Cortaba o vendía leña.
Limpiabotas. Se encargaba de
limpiar y lustrar el calzado de los clientes utilizando betún para calzado. Se
trata de un oficio desarrollado frecuentemente por niños.
Linacero. A partir de las semillas de lino producía
harina de linaza y aceite de linaza.
Lucero. Se encargaba, en los primeros años de uso
doméstico de la luz eléctrica, del mantenimiento de la línea, de controlar el
consumo y cobrar a los abonados.
Maestro armero. Se encargaba de
custodiar y reparar las armas.
Maestro de casas o de obra. Constructor que
dirigía un grupo de albañiles o peones.
Maestro de niños. Profesor de escuela.
Maestro de
instrucción primaria elemental.
Mampostero. Construía tabiques a
base de piedras sin labrar.
Maquilero. Se encargaba de cobrar la maquila o cantidad
de grano, harina o aceite que correspondía al molinero por la molienda
realizada.
Marchante. Comerciante o vendedor ambulante.
Marquetero. Especialista en
trabajos artísticos de madera consistentes en formar dibujos con chapas de
distintos colores o incrustaciones de metales preciosos.
Matarife. Se encargaba de sacrificar y descuartizar a
las reses para el consumo de su carne.
Mercader. Comerciante de géneros diversos.
Mielero (o Melero). Extraía la miel de las
colmenas para su venta.
Molinero. Trabajaba en el molino.
Monedero. Se dedicaba a fundir metal para fabricar o
acuñar monedas.
Monterero (o Sombrerero). Elaboraba monteras,
generalmente de paño.
Morillero. Servía a los trabajadores del campo para
llevar o traerles recados desde el pueblo.
El apellido Hernández con un 4,66 por cada mil habitantes, ocupa el puesto cuadragésimo quinto de entre los más usados como primer apellido en Lahiguera. |
Mozo de mulas. Cuidaba de los
animales de carga para el campo o las carretas.
Nodriza. (Ama de crianza) Criaba o amamantaba a niños
que no eran suyos, habitualmente de familias adineradas.
Ollero. Fabricaba o vendía ollas y otros recipientes
de barro.
Orfebre. Confeccionaba objetos y piezas artísticas de
oro o plata, a veces con aplicaciones de piedras preciosas.
Organillero. Reproducía piezas
musicales haciendo girar la manivela de un organillo portátil, instrumento que
contenía unos cilindros con agujeros o salientes que coincidían con las notas
de cada melodía.
Ovejero. Se dedicaba a la cría y/o la venta de ovejas.
Partera. Comadrona. Mujer que ayudaba en los partos.
Pasamanero. Artesano que producía
objetos de seda y otras fibras textiles como cintas, ornamentos, bordes, etc.
Pastor. Criaba y guardaba los ganados.
Pedreñalero. Fabricaba pedreñales y
otras armas de fuego, como mosquetes o arcabuces.
El apellido González es utilizado también por un 4,66 habitantes por cada mil en Lahiguera, ocupa la posición cuadragésimo sexta de entre los cincuenta apellidos más frecuentes en nuestra villa que lo tienen como primer apellido. |
Pelador. Pelaba los troncos para producir tablones.
Pelaire. Trabajaba la lana en cualquiera de las fases
del proceso de elaboración del hilo.
Pelusero. Recogía la pelusa (líquenes) de los pinos.
Peón caminero. Obrero dedicado a la
construcción y reparación de los caminos y carreteras.
Perfumero. Elaboraba, perfumes y aguas de colonia.
Pescador. Capturaba peces para su consumo.
Picapedrero. Cantero, obrero que
extraía piedras de las canteras o las labraba para la construcción.
Piconero. Fabricaba o vendía picón (carbón).
Piloto. Era el encargado de la navegación en los
veleros antiguos.
Pinero. Trasladar madera por ríos.
Piquero. Fabricante de picos.
Plañidera. Mujer a la que se contrataba para asistir y
llorar en los entierros.
Ramírez es utilizado como primer apellido también por el 4,66 por cada mil de los habitantes de Lahiguera, por lo que ocupa el puesto cuadragésimo séptimo de entre los más usados. |
Platero. Se dedicaba a labrar la plata y/o vender
objetos fabricados generalmente con este material.
Pregonero. Era un Oficial público que comunicaba
pregones, noticias y bandos a todo el pueblo.
Propietario. Poseía propiedades,
generalmente bienes inmuebles y gestionaba sus rentas.
Quincallero / Quinquillero. También conocido como
“merchero”. Se dedicaba a arreglar y
vender objetos de metal (quincallería) y era tradicionalmente nómada.
Quintero. Jornalero que cultivaba las heredades que
pertenecía a una quinta.
Recadero. Llevaba recados o mensajes de un lugar a otro
Recaudador de contribuciones. Se
encargaba del cobro de impuestos para la hacienda pública, ya fuera municipal,
provincial o estatal.
Resinero. Se dedicaba a extraer resina de ciertos
árboles, como los pinos, a base de realizar cortes en su tronco.
Sacristán. Ayudante del párroco en el cuidado de la
iglesia y en sus tareas en general.
Sedero. Elaboraba la seda.
El apellido Fuentes con un 4,08 por cada mil habitantes ocupa el puesto cuadragésimo octavo de entre los usados en Lahiguera como primer apellido. |
Sereno. Vigilante que rondaba de noche por las calles
principalmente para velar por la seguridad de los vecinos.
Seronero. Fabricaba o vendía serones (cestos,
generalmente de esparto para carga en caballerías).
Setero. Hombre de campo especialista en la recolección
de setas silvestres.
Sillero. Fabricaba o vendía sillas y otros muebles.
Soguero. Fabricaba o vendía sogas (cuerdas).
Sombrerero. Fabricaba, reparaba o
vendía sombreros.
Tablajero. Vendedor de diversos artículos alimenticios en
los mercados. Exponía la mercancía en tablas o tablajes.
Talabartero. Fabricaba talabartes
de cuero (cinturones para llevar espadas u otras armas y herramientas
antiguas).
Tejedor. Elaboraba paños y lienzos.
El apellido Cordones con un 3,50 por cada mil habitantes ocupa en Lahiguera el puesto cuadragésimo noveno de entre los más usados como primer apellido. |
Tejero. Fabricaba tejas y ladrillos a base de barro
cocido.
Tendero. Propietario o dependiente en una tienda,
normalmente de productos comestibles.
Tinajero. Hacía o vendía tinajas y otros recipientes.
Tintorero. Teñía las pieles y telas.
Tornero. Trabajaba en el torno la madera, el hierro o
la piedra para conseguir formas cilíndricas.
Tornera. Encargada del torno en la Inclusa o Casa de
Beneficencia para niños expósitos.
Torrero. Se encargaba de custodiar una torre, atalaya o
faro.
Traficante. Comerciante, compraba y
vendía mercancías.
Trapero. Compraba y vendía trapos u otros objetos
usados.
Tundidor. Cortaba con tijera el pelo de los paños.
Vaquero. Se dedicaba a la cría y/o la venta de vacas y
su leche.
Velero (o Cerero). Fabricaba y/o vendía
velas como elemento de iluminación cuando no existía la luz eléctrica.
Vidriero. Trabajaba y/o vendía objetos de vidrio.
Vinatero. Producía vino y en ocasiones también lo
vendía.
Yesero. Extraía y elaboraba el yeso para la
construcción.
Zapatero. Fabricaba y remendaba calzado.
El apellido Vallejo con un 3,50 por cada mil habitantes ocupa el puesto quincuagésimo entre los más usados como primer apellido en Lahiguera. |
LOS
100 APELLIDOS MÁS FRECUENTES EN ESPAÑA SON:
Orden
del Apellido. Frecuencia en tanto por mil (‰). Tipo de apellido, y Significado
1.-GARCÍA
(33,2‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Garcés, García.
2.-GONZÁLEZ
(20,8‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Gonzalo.
3.-FERNANDEZ
(20,8‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Fernando
4.-RODRÍGUEZ(20,7‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Rodrigo, Roderico.
5.-LÓPEZ
(19,6‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Lope.
6.-MARTÍNEZ
(18,7‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Martín.
7.-SÁNCHEZ (18,3‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Sancho.
8.-PÉREZ
(17,5‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Pero, Pere, Pedro.
9.-MARTÍN
(11,1‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Martín.
10.-GÓMEZ
(11,0‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Gome.
11.-JIMÉNEZ
(8,6‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Jimeno.
12.-RUÍZ
(8,2‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Ruy, Roi.
13.-HERNÁNDEZ
(7,9‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Hernando
14.-DÍAZ
(7,5‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Día, Diego.
15.-MORENO
(7,0‰) Antroponímico: Característica física, de la piel o el cabello.
16.-ÁLVAREZ
(6,4‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Alvar, Álvaro.
17.-MUÑOZ
(6,2‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Munió, Muño.
18.-ROMERO
(4,8‰) Antroponímico: Genéricamente, peregrino.
19.-ALONSO
(4,5‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Alonso.
20.-GUTIÉRREZ
(4,3‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Gutierre.
21.-NAVARRO
(4,0‰) Toponímico: Oriundo de Navarra.
22.-TORRES
(3,7‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
23.-DOMÍNGUEZ (3,5‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Domingo.
24.-VÁZQUEZ (3,4‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Vasco (nombre de pila)
25.-RAMOS (3,2‰) Toponímico: Se suele considerar toponímico, no muy aclarado su
origen. Posiblemente también vinculado en otros casos a la festividad religiosa.
26.-GIL (3,2‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Gil, derivado de Egidio.
27.-SERRANO (3,0‰) Toponímico: Oriundo de una sierra.
28.-RAMÍREZ (2,9‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Ramiro.
29.-BLANCO (2,8‰) Antroponímico: Apelativo referente a la piel o el cabello de este
color.
30.-CASTRO
(2,7‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
31.-SUAREZ (2,7‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Suer, Suero
32.-MOLINA (2,7‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
33.-MORALES (2,6‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este
nombre (moral, árbol de la familia de
las moráceas).
34.-ORTEGA (2,6‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este
nombre (ortega puede derivar de ortiga,
nombre silvestre o de un ave de este
nombre).
35.-DELGADO (2,6‰) Antroponímico: Cualidad física.
36.-RUBIO
(2,4‰) Antroponímico: Cualidad física
37.-ORTIZ (2,3‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Ortún, Fortún
38.-MARIN (2,3‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Marín, Marinus, nombre de pila
bajo la popular advocación de Santa Marina.
39.-SANZ (2,2‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Sancho.
40.-IGLESIAS (2,0‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este
nombre, también origen expósito.
41.-SANTOS (2,0‰) Antroponímico: Posiblemente advocación genérica " de los
Santos" o " de Todos los
Santos" convertido en apellido. También festividad religiosa.
42.-CASTILLO (2,0‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
43.-CRUZ (2,0‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este
nombre, también origen expósito.
44.-NUÑEZ (2,0‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Nuño.
45.-GARRIDO (1,9‰) Antroponímico: Cualidad personal; gallardo, robusto.
46.-MEDINA (1,9‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
47.-CORTÉS (1,8‰) Antroponímico: Cualidad; atento, comedido, afable.
48.-LOZANO (1,8‰) Antroponímico: Cualidad; vigor, también orgullo, altivez.
49.-CANO (1,7‰) Antroponímico: Apelativo referente al pelo blanco.
50.-GUERRERO(1,7‰) Antroponímico: Término común por haber pertenecido a la milicia.
51.-LEÓN (1,7‰) Toponímico: Oriundo de este reino, lugar, ciudad.
52.-PRIETO (1,7‰) Antroponímico: Con significado de “muy oscuro” ya fuera aplicado a la
piel o al pelo.
53.-CALVO (1,6‰) Antroponímico: Apelativo referente a la calvicie.
54.-PEÑA (1,6‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
55.-VEGA (1,6‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
56.-MENDEZ (1,6‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Mendo.
57.-GALLEGO (1,6‰) Toponímico: Oriundo de Galicia.
58.-VIDAL (1,6‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Vidal, Vital, nombre de pila.
59.-MARQUEZ (1,5‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Marco, Marcos
60.-HERRERA (1,5‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
61.-DIEZ (1,5‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Día, Diego.
62.-CAMPOS (1,5‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
63.-CABRERA (1,5‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
64.-FUENTES (1,4‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
65.-CARRASCO (1,4‰) Toponímico:Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
66.-FLORES (1,4‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Fruela, Froilán.
67.-NIETO (1,4‰) Antroponímico: Denominación de parentesco.
68.-CABALLERO (1,3‰) Antroponímico: Apelativo genérico más común para referirse a
personas de la clase privilegiada.
69.-PASCUAL (1,3‰) Patronímico: Vinculado al nombre de pila y la festividad religiosa.
70.-HERRERO (1,3‰) Antroponímico: Oficio de herrero, muy reputado en la Edad Media.
71.-REYES (1,3‰) Antroponímico: Aplicado genéricamente a las personas al servicio de
los reyes, originariamente “de los
Reyes”. Posiblemente también vinculado en
otros casos a la festividad religiosa.
72.-LORENZO (1,3‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Lorenzo.
73.-AGUILAR (1,3‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre,
lugar de águilas.
74.-FERRER (1,3‰) Antroponímico: Herrero.
75.-IBAÑEZ (1,2‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Ioanes, Iuanes, Iván, Juan.
76.-SANTANA (1,2‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo llamado Santa Ana.
77.-HIDALGO (1,2‰) Antroponímico: Usado para designar la pertenencia a la clase noble.
78.-MONTERO (1,2‰) Antroponímico: Oficio de buscar y perseguir la caza.
79.-VICENTE (1,2‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Vicente.
80.-GIMENEZ (1,2‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Jimeno, con Ges la forma arcaica.
81.-DURAN (1,2‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Durandus, Durant.
82.-MORA (1,2‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
83.-SANTIAGO (1,2‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Santiago.
84.-ARIAS (1,1‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Ares, nombre medieval.
85.-CARMONA (1,1‰) Toponímico Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
86.-CRESPO (1,1‰) Antroponímico: Referencia a pelo ensortijado o rizado.
87.-BENITEZ (1,1‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Benito.
88.-PASTOR (1,1‰) Antroponímico: Oficio de cuidado del ganado.
89.-SAEZ (1,1‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Sancho.
90.-SOTO (1,1‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre, lugar poblado de vegetación.
91.-VELASCO
(1,1‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Velasco, Vela, Bla, nombre propio.
92.-ROMÁN (1,0‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Román, nombre propio
93.-SOLER (1,0‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
94.-ESTEBAN (1,0‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Esteban.
95.-MOYA (1,0‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo
o microtopónimo con este nombre.
96.-VARGAS (1,0‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este
nombre, puede significar casa sencilla o
designar la parte más pendiente de una
cuesta.
97.-PARRA (1,0‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
98.-BRAVO (1,0‰) Antroponímico: Cualidad; valiente, esforzado.
99.-GALLARDO (1,0‰). Antroponímico: Cualidad; airoso, galán, también bizarro, valiente.
100.-REY (1,0‰). Antroponímico: Aplicado genéricamente a las personas al servicio del
rey, originariamente “del Rey”
(Fuente: Datos del INE.)
Granada 10
de mayo de 2020.
Pedro Galán
Galán.
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3 comentarios:
Interesante artículo, enciclopédico, sobre los apellidos.
Te enteras de cosas también interesantes del origen de los apellidos en general y del origen de tal y tal apellidos.
Un saludo cordial y un abrazo, desde el confinamiento en casa.
Fernando, cuando estaba escribiendo este artículo recordé que suponías bien, en una conversación después de clase, que por tus rasgos físicos debías tener origen escoces o gales, así lo pensé yo también, a pesar que tu Primer apellido Díez, como Díaz, o Diéguez tienen su origen como patronímico en el nombre Diego, y que tu segundo apellido Gallego era un toponímico que con claridad tenía su origen en un antepasado procedente de Galicia que se desplazó por la península. Pues a pesar de lo dicho, sigo con la idea de que Mendel, con sus leyes sobre la herencia genética, es el que no se equivocaba y me alegro, pues para un excelente profesor de inglés es lo que corresponde.
Un saludo cordial y un abrazo, porque supongo que en este curso ya no nos veremos.
Bueno, por parte paterna mis orígenes son del norte de España, de Santander, y podría haber ahí alguna raíz celta. Gracias por tu comentario.
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