DESCRIPCIÓN DEL GOLPE DE ESTADO DEL GENERAL MANUEL PAVÍA EL 3 DE ENERO DE 1874.
A modo de preámbulo de este artículo decir que la
burguesía era la única clase social capaz de sostener la riendas del Gobierno
en un momento como el final del XIX, en una situación de plena transición de la agricultura
tradicional a la agricultura comercial (con la previsión de dos millones de
personas que se quedarían sin trabajo en el campo), y el paso de la artesanía a la
industria moderna si se
realizaba la revolución industrial (con 500.000 personas que perderían su medio de vida). Pero la burguesía de Barcelona, Málaga y
Cádiz, la única que estaba claramente en la senda de la industrialización, y
era suficientemente fuerte como grupo en sus propios territorios, no estaba
dispuesta a hacerse cargo del poder, a asumirlo directamente, sino que prefería
que otros le hicieran ese servicio. Y los servidores de la burguesía, ejército,
Iglesia y funcionariado, no hicieron ni se atrevieron a afrontar los cambios
sociales y económicos necesarios, aunque intentaban salvar al país. Incluso
hubo algunos que ensayaron utopías. Y como el cambio era urgente, la pequeña
burguesía decidió ensayar sus propias utopías, y surgieron grupos de
campesinos, de artesanos y de obreros intentando las suyas, todos ellos con
ánimo redentorista y salvador de España. Los grupos populares confundieron la
libertad con el derecho al insulto y con el derecho al motín popular.
Y
mientras tanto, las minorías intelectuales, que distinguían perfectamente entre
la postura de atacar los problemas reales y la de intentar soluciones utópicas,
no supieron o no quisieron dominar a las masas, educarlas diciéndoles la
verdad, y preferían la frase ampulosa que dejaba ininteligibles los conceptos para la masa de ciudadanos incultos.
Los republicanos fracasaron porque los dirigentes no tenían el apoyo popular que presumían, los políticos republicanos iban por libre y, a su vez, las masas populares no tuvieron un director único de sus acciones, que se quedaron en mera violencia, pues no obedecían a sus líderes de Madrid, sino a líderes comarcales muy diversos en ideología. Como los demás grupos políticos del Parlamento reaccionaron de forma intransigente a la intransigencia de los republicano-federales, no quedaron soluciones pacíficas viables. Por un lado estalló la violencia cantonalista. Y el ejército, llamado una vez más a resolver los problemas de convivencia política de los españoles, se ratificó en la idea de ser el tutor y salvador de la patria, con derecho a gestionar la política cotidiana.
En los primeros días de enero de 1874, la experiencia de república había fracasado en España.
Los republicanos fracasaron porque los dirigentes no tenían el apoyo popular que presumían, los políticos republicanos iban por libre y, a su vez, las masas populares no tuvieron un director único de sus acciones, que se quedaron en mera violencia, pues no obedecían a sus líderes de Madrid, sino a líderes comarcales muy diversos en ideología. Como los demás grupos políticos del Parlamento reaccionaron de forma intransigente a la intransigencia de los republicano-federales, no quedaron soluciones pacíficas viables. Por un lado estalló la violencia cantonalista. Y el ejército, llamado una vez más a resolver los problemas de convivencia política de los españoles, se ratificó en la idea de ser el tutor y salvador de la patria, con derecho a gestionar la política cotidiana.
En los primeros días de enero de 1874, la experiencia de república había fracasado en España.
En el cuadernillo de actas número 29 correspondiente al año 1874 no existe el folio de portada, que suele ser habitual en los demás casos, y en el primer folio de la primera acta del año aparece anotado a lápiz el número de cuadernillo (29) a la izquierda y el año 1874 en el ángulo de la derecha.
Nº 29 1874
Nota: Aparece en la parte superior de los folios
impares de los 95 folios el llamado Sello de Oficio. Este Sello de Oficio de
color azulado, presenta forma
rectangular con base en un lado de menor dimensión. En él aparece como figura
central una dama de pie con ramo de olivo en mano derecha arriba y mano
izquierda sosteniendo un escudo sobre el cual va reimpreso el sello real,
a su derecha postrado un león. Arriba
aparece escrito: SELLO 10º AÑO 1874. Abajo aparece escrito: UNA PESETA
A la derecha aparecen pegados dos sellos en verde de
5 céntimos con el escudo nacional y en
la parte superior dice: IMPUESTO DE GUERRA, a cada lado ESPAÑA y abajo 5
Céntimos. Sobre ellos escrito en cada uno a tinta está escrito 1º de Enero.
En la parte superior derecha aparece escrito folio 1
y así hasta el nº 94. También aparecen los folios como con número de serie, de forma que en el
1º aparece debajo de la numeración manuscrita otra impresa en tinta negra con
el Nº 0.292.495, y así en orden
decreciente en el folio 3º Nº 0.292.494, en el folio 5º Nº 0.292.493, en el
folio 7º Nº 0.292374. Así siguen numerados los impares hasta el número 93 con
el número de serie Nº 0.296.930,
concluyendo en el folio 94 toda una amplia serie de actas ordinarias y
extraordinarias, que aportan multitud de datos interesantes para comprender la
situación del pueblo, respecto a los problemas de aparo de los jornaleros, del
estado de los pozos de agua dulce y sus limpiezas, del mal estado de sus calles
sin empedrar, de la instalación de faroles para el alumbrado público, del Reloj
de Torre que conocimos de su Ayuntamiento y de toda la problemática que la
situación económica, social y política de una villa sujeta como siempre a la
inestabilidad de las lluvias y las cosechas de cereales más o menos cuantiosas
para abastecer su necesidades de subsistencia.
En las últimas actas de este año 1874, se detalla
todo el tema de los deslindes que ya fueron tratados en el artículo del Blog
que dedique al tema de la demarcación del término de la Higuera de Arjona y la
fijación de mojones de mutuo acuerdo con cada uno de los pueblos circunvecinos.
En todos los anversos y un reverso de las páginas
timbradas aparece en el margen izquierdo el sello del Ayuntamiento de forma ovalada con una corona y escudo
dividido en cuatro partes y en su borde superior de izquierda a derecha la
leyenda: AYUNTAMIENTO CONSTITUCIONAL y abajo en sentido contrario el texto:
HIGUERA CERCA D. ARJONA.
ACTA DE LA PRIMERA SESIÓN ORDINARIA DEL AYUNTAMIENTO DE LA HIGUERA DE ARJONA DE
FECHA 10 DE ENERO DE 1874.
“En la Villa de la Higuera cerca de Arjona á
diez días de Enero de mil ocho cientos setenta y cuatro siendo las ocho de la
noche se reunieron los Señores que componen el Ayuntamiento cuyo nombres al margen
se espresan para cumplimentar una orden del Sor. Gobernador de la provincia en
la cual se manifiesta quedar destituido el Ayuntamiento entrando á remplazarlo
los ydividuos que se anotal también al marge los cuales fueron citados por
medio de oficio habiéndose hecho presente por el Sor. Alcalde que el objeto de
la reunión era poner emposesión al Nuevo Ayuntamiento los cuales presentes an
admitido sus cargos correspondientes y las insignias que les fue entregadas por
el Alcalde que cesa para lo cual se de banta la Presente acta que firman
los concurrentes al Acto cada uno como acostumbran de que llo el Serio.
Certifico = con el visto bueno del Sor. Alcalde =
Vº Bº Pedro
Mercado Serio. Antonio
Mercado.
En el margen izquierdo del texto aparecen las rubricas
y la relación de:
Señores que cesan
Felipe Pancorbo.
Francisco Fuentes.
Juan José Mercado.
José Calero Fuentes.
A ruego de Antonio Mármol (a continuación la
rúbrica de Antonio Mercado el secretario.)
A ruego de Francisco García. (Ídem.)
Pedro Alba
Señores que entran en sus cargos
Primer teniente Francisco Martínez Cárdenas.
El Síndico José Calero Martínez.
Siguen las
firmas
Francisco
Barragán. Bartolomé Catalán. Dice: A ruego de Francisco Fernández,
testigo Bartolomé Catalán. Dice: A ruego de
Francisco Catalán Hipólito Martínez.
Acta segunda de fecha 11 de enero de 1874. |
ACTA DE LA SEGUNDA SESIÓN ORDINARIA DEL AYUNTAMIENTO DE LA HIGUERA DE ARJONA DE
FECHA 11 DE ENERO DE 1874.
“Acta de
acuerdo… y En la Villa
de la Higuera
de Arjona á once de Enero de mil ochocientos sesenta y cuatro: Reunidos prebia
citación y convocatoria al efecto los señores que componen el Ayuntamiento
cuyos nombres de los concurrentes se espresan la margen bajo la presidencia del
Señor Alcalde D. Felipe Martínez y Medina, por cuyo señor se declaró abierta la Sesión é hizo presentes los
siguientes considerandos: primero que el Ayuntamiento que tengo la honra de
presidir debe dar un voto de gracia al Gobierno por la energía con que se ha
conducido para conjurar el elemento cantonal que tenía aterrado al País y lleno
de consternación, acguitando el orden y la tranquilidad de la mayoría de los
españoles, prestándole á la vez, la más unánime asentimiento y adición y que se
le comunica al Señor Gobernador Civil para que lo haga estensibo al Señor
Gobernador Militar.
2º que los dependientes del Municipio
deben ser destituidos por no inspirar confianza alguna á la tranquilidad y
sostenimiento del orden, siendo éstos El Secretario del Ayuntamiento Antonio
Mercado, el conductor de la correspondencia pública Francisco Pérez García, los
guardas de campo Manuel Mercado y Salbador Molina, el Depositario de
Ayuntamiento y Recaudador de arbitrios provinciales y municipales D. Francisco
García, y el agente de la
Capital D. Pedro de Miguel García, vecino de Jaén de cuyos
cargos se anunciará la bacante.
3º Que la Junta Municipal de
asociados existente además de ser nula por que la mayor parte no saben leer ni
escribir no han sido designados por sorteo entre los contribuyentes repartidos
en secciones, en conformidad á las
reglas establecidas en el artículo 61 de la ley municipal vigente, pues este se
ha constituido con arreglo al artículo 83 de la misma, según se acredita en el
anuncio inserto en el Boletín oficial numero de dicho Boletín el 36 del Sábado
20 de Setiembre último, en cuyo caso y adoleciendo de estos defectos deberá
este Municipio sustituirla y designar los individuos que han de reemplazarle de
conformidad al artículo 61 y siguientes de dicha ley y cumpliendo con las
formalidades del Artículo 11 del Reglamento de 20 de Abril de 1870, puesto que
con este precepto ha dejado de cumplir el Ayuntamiento anterior.
4º. Que Antonio
Pérez Sr. Alguacil portero que fue del Municipio de esta Villa se Jubiló en el
año pasado de 1873 por los méritos contraídos en el buen desempeño de su cargo
y no habiéndole presupuestado cantidad alguna para pago de su jubilación
opinaba que le consignase el haber de beinte y cinco céntimos de peseta diarios
en Adiciones.
5º. Que visto
que para el pago del alquiler de la casa
del profesor D. Francisco Espejo se tiene arrendada a D. Bonoso de
Lara por Escritura pública una de su
propiedad y no hay consignado más que quinientos reales, debiendo ser nueve
cientos lo estipulado en dicha Escritura y se consigne en los gastos la partida de cuatrocientos reales en el presupuesto extraordinario.
6º. Que la Secretaría del
Ayuntamiento se traslade a la casa de Dª Angustias Martínez en una sala que
tiene más capaz que la actual puesto que en esta no caben los individuos de
Ayuntamiento y Asamblea de asociados y que se le pase por dicho alquilé la suma
que haya presupuestada desde el momento que se instale el archivo y sirba de
casa capitular, cobrando para ello a prorrateo la Dª Angustias lo que le corresponda.
7º. Que
necesitando hacer un tabique Dª Angustias y mudar unas puertas portal de lleno
los deseos del Municipio que se libre una pequeña suma de treinta pesetas para
los gastos ocasionados, rindiendo las
oportunas cuentas con cargo al Capítulo de Imprevistos y que pase el
presupuesto de dichos gastos y que se compren pesos y medidas.
8º. Que D. Juan
Chica y Puerta, es cirujano de tercera clase y que en vista que tenía
consignado en año anterior la cantidad de trescientos setenta y cinco pesetas
por la titular, debe declararse reconocido como tal y que continúe en el
desempeño de sus funciones.
9º. Que
necesitando esta Secretaría de Ayuntamiento un auxiliar para que los recargados
trabajos que pesan sobre la misma vayan en la regularidad debida, esta
corporación debe acordar y aprobar se declara vacante esta plaza y se inserte
en el Boletín oficial de esta Provincia Clamando aspirantes á la misma y que se
le consigne el sueldo anual de quinientas pesetas, pagadas del presupuesto
extraordinario el cual debe formarse lo antes posible.
Oídos que fueron
los considerandos por la Corporación Municipal y cerciorados de lo
espuesto por el señor Alcalde, los concurrentes manifestaron que se comunique
el primer considerando al señor Gobernador Civil; y se nombre Secretario
interino á D. Hipólito Martínez, como persona apta para dicho cargo: á José
Galán Conductor de la correspondencia pública, á Manuel Cortes y Juan María
Barragán Guardas Municipales, para Depositario de propios D. Antonio Gavilán y
Recaudador de arbitrios provinciales y municipales el mismo Depositario y
agente del Ayuntamiento en la capital al mismo que había nombrado D. Antonio
Gilabert puesto que no ha sido sustituido.
Que las
secciones de contribuyentes fueran nombrados y se hizo siendo estas de mayores
contribuyentes, de medianos, de menores y de Industriales y profesiones y
empleos.
Que se aprueba
el el (repetido) 4º considerando en todas sus partes como igualmente hasta el
tercero desde el 1º.
Del mismo modo
se confirmó por todos los concurrentes el 5º =6º =7º = y 8º considerando, como el noveno, solo este
último queda pendiente de aprobación hasta la sesión inmediata para deliberar
por todos los indibiduos del municipio. Todo lo espuesto fue aprobado por
unanimidad por los señores presentes. Así fue acordado después de ser
discutidos uno por uno los precedentes
considerandos, prestando todos la conformidad. Con lo cual se lebantó la sesión
y firma cada uno como acostumbra y de todo ello como Secretario Certifico =
José Galán conductor Manuel Cortes y Juan María Barragán = sobre raspado =vale
=
Aparecen las firmas de los siguientes señores:
Felipe Martínez Medina. Francisco Martínez. José Calero Martínez. Francisco Barragán. Bartolomé Catalán. Dice: A ruego de Francisco Catalán Testigo. Dice: A ruego de Francisco Fernández.
Testigo. José Calero. Mateo
Martínez.
Hipólito Martínez. Secretario interino.
En la página de la izquierda final del acta segunda que concluye con las firmas. En la página de la derecha comienza el acta tercera de fecha 18 de enero de 1874. |
ACTA DE LA TERCERA SESIÓN ORDINARIA DEL AYUNTAMIENTO DE LA HIGUERA DE ARJONA DE
FECHA 18 DE ENERO DE 1874.
“Acta de
acuerdo…En la Villa
de la Higuera
de Arjona a diez y ocho de Enero de mil ochocientos setenta y cuatro; Reunidos
previa citación los señores que componen el Ayuntamiento cuyos nombres de los
concurrentes se expresan al margen, bajo la Presidencia del Señor
Alcalde D. Felipe Martínez y Medina por cuyo señor se declaró abierta la sesión
y leída que fue el acta anterior fue aprobada. Acto seguido por el señor
presidente se hizo presente á la corporación que por el correo ordinario se
había recibido un Boletín Estraordinario y para su publicidad se debía dar
lectura al mismo por el Secretario de Ayuntamiento, lo cual se verificó al
efecto. Después de dada lectura y observándose en el semblante de los
concurrentes haber sido recibida la noticia de la rendición de Cartagena con un
júbilo extraordinario se acordó fuese
publicado un bando para satisfacción de todos los leales habitantes de esta
población, y habiendo sido acogida con el mismo júbilo por todos los liberales
de esta localidad, exceptuando los que todas sus esperanzas las fundaban en el
triunfo de los piratas que aquellas fortalezas encerraban; se acordó por unanimidad
preparar festejos por dicha rendición en atención al entusiasmo con que á sido
acogida dicha noticia.
Al efecto se
puso en prollecto por el Señor Alcalde que estando próximo el día de San
Sebastián patrono de este pueblo y no teniendo hermandad, opinaba se hiciera
cargo el Ayuntamiento de constear espresada fiesta, en la que deberá hacerse
con Santísimo Manifiesto y un Rosario por la noche; amenizándola con una música
que debe contratarse por la corporación en uno de los pueblos cincumbecinos y este
debiera ser el de Villanueva de la
Reyna acaso por ser su conste más económico y para solemnizar
más y más dicha festividad se encarguen unos ruedos y diez o doce docenas de
cohetes, y si parecía conveniente traer unos dules (dulces) como para un agasajo
que se le tenga á los músicos, párroco, Ayuntamiento y barios liberales que
debieran obsequiarse, encareciéndoles en puntual asistencia al acto. Cuyos
gastos deben acordarse sean verificados del presupuesto municipal, con cargo al
artículo primero, de imprevistos, capítulo once relación número nueve. Con esta
misma opinión abundaron las de los señores presentes, estando todos conformes
con lo espuesto por el señor presidente en todas sus partes y que en su vista
se dé un boto de gracia al señor Alcalde por tan aplausible pensamiento. Con lo
cual se lebantó la sesión y de todo ello como Secretario Certifico.
En el margen izquierdo de esta acta aparece la
relación:
Alcalde
D. Felipe
Martínez Medina.
1er Teniente
Francisco
Martínez.
2º Teniente
Mateo
Martínez.
Síndico
José
Calero.
Regidores
Bartolomé
Catalán.
Francisco
Barragán.
Al final del acta aparecen las firmas de los
siguientes señores:
Felipe Martínez Medina. Mateo Martínez. José Calero Martínez. Francisco
Barragán. Bartolomé Catalán. Francisco Martínez.
Hipólito Martínez. Secretario.
ACTA DE LA SESIÓN EXTRAORDINARIA
DEL AYUNTAMIENTO DE LA
HIGUERA DE ARJONA DE FECHA 19 DE ENERO DE 1874. Es la cuarta
reunión de las celebradas este año y la primera extraordinaria.
“Acta…y En la Villa de la Higuera de Arjona á diez y
nuebe de Enero de mil ochocientos setenta y cuatro, reunidos los señores que
componen el Ayuntamiento bajo la presidencia del Sr- Alcalde D. Felipe Martínez
y Medina se declaró abierta la sesión siendo extraordinaria, y se hizo presente
por dicho señor que habiéndose verificado el Alistamiento, se proceda á la
rectificación del mismo y reclamaciones que puedan hacerse de conformidad á las
disposiciones contenidas en los capítulos 5º, 6º y 7º de la ley de 30 de Enero
de 1856, el día primero del mes próximo, y que la declaración de los mozos
útiles , para la reserva empezará el 22 de Febrero próximo venidero; cumpliendo
de esta forma el Decreto del Presidente
del poder ejecutivo fecha siete del actual, inserto en el Boletín oficial
extraordinario del martes trece del propio mes.
Oído por los
concurrentes lo espuesto por el señor presidente tomó la palabra y dijo D.
Mateo Martínez Lara. Que en efecto debe cumplirse en todas sus partes, lo
expuesto por el señor presidente, como igualmente el Bando publicado por el
Capitán general, y que habiéndose anunciado á este vecindario que haya
iluminación general por la rendición de Cartagena por haberse recibido con
Júbilo la noticia, y que si alguno ó algunos dejasen de cumplir este mandato acordado
por unanimidad en la sesión anterior en el día de haller, se proceda contra los
desobedientes imponiéndoles rentas o multas con arreglo al artículo 42 de la
ley de orden público.
Al propio tiempo
manifestó dicho señor que el gasto que se verifico en los festejos acordados
anteriormente en otra sesión por el mismo entusiasmo que asido recibida la
espresada rendición de Cartagena opinaba autorizar a un indibiduo para que con
la mayor economía y prudencia se hiciera cargo del coste de los festejos y que
rinda en la sesión inmediata la oportuna cuenta para su examen con cargo al Capítulo 11 Artículo 1º
presentando los justificantes que acrediten el legítima imbersión. En tal
estado y presentes los señores de la corporación municipal acordaron por
unanimidad todo lo espuesto en esta sesión estraordinaria y al mismo tiempo
designar al señor presidente D. Felipe Martínez Medina para que se haga cargo
del costo de los festejos.
Todo fue así
acordado y aprobado unánimemente y de todo ello como Secretario Certifico =”
En el margen izquierdo de esta acta aparece la
relación:
Alcalde
D. Felipe Martínez Medina.
1er Teniente
Francisco Martínez.
2º Teniente
Mateo Martínez.
Síndico
José Calero.
Regidores
Bartolomé Catalán.
Francisco Barragán.
Al final del acta aparecen las firmas de los
siguientes señores:
Felipe Martínez Medina. Mateo Martínez. José Calero Martínez. Francisco
Barragán. Bartolomé Catalán. Francisco Martínez.
Hipólito Martínez. Secretario.
ACTA DE LA CUARTA SESIÓN ORDINARIA DEL AYUNTAMIENTO DE LA HIGUERA DE ARJONA DE
FECHA 21 DE ENERO DE 1874.
“Acta de sorteo
por secciones…y En la Villa
de la Higuera
de Arjona á beinte y uno de Enero de mil ochocientos setenta y cuatro reunidos
los señores que componen el Ayuntamiento cuyos nombres de los concurrentes se
espresan al margen, bajo la presidencia del señor D. Felipe Martínez y Medina
Alcalde de esta Villa, por cuyo señor se declaró abierta la sesión y se hizo
presente: Que el objeto de ella es realizar el sorteo por secciones, en cuyo
caso se había anunciado al público la sesión pública con dos días de
anticipación en la forma ordinaria, cumpliendo en todos sus partes el artículo
59 y siguientes, hasta el sesenta y tres. En su consecuencia, se dio lectura
por mí el Secretario á á (repetida) la lista de contribuyentes que contribuyen
por repartimiento a sufragar las cargas municipales, industriales, empleos, y
profesiones designados en cuatro secciones.
Seguidamente se
escribieron sus nombres y apellidos en otras tantas papeletas como indibiduos
se componían dicha lista, ó sean uno en cada una, todos en papel blanco de
igual clase y tamaño, y enrolladas se introdujeron en bolas iguales,
depositándolas en una bolsa destinada al efecto y mobidas ambas a satisfacción del señor presidente, se dispuso
por este se diese ó prestase atención á la lectura que se hiba á dar de las
cuentas, y que los veinte y siete primeros que saliesen ha habían de ser los
designados para vocales asociados, puesto que estaban por iguales partes y por
secciones número de cuatro que estas se componían: un niño de menor edad de
diez años introdujo la mano en la bolsa que contenía cuatro numerados con el de
primera sección, 2ª sección, 3ª sección y 4ª sección, todo de conformidad con
los señores del Ayuntamiento presentes, y con encargo especial de la
corporación de no sacar más que una sola bola cada vez, y hecho así, fue dando
el siguiente resultado.
Primera Sección
Mayores Contribuyentes:
D. José Barragán
= D. Miguel Martínez = D. Juan Ramón Barragán = “Pedro Galán Jordán = Felipe Martínez Cortes = Emilio Martínez =
Segunda Sección
Medianos Contribuyentes:
Sebastián Pérez
Serrano = Francisco Garrido Delgado = Juan Pérez Cubillas = Antonio Gabilán =
Vicente Pancorbo = Juan Mármol = Sebastián Garrido = Francisco Zafra =
Menores
Contribuyentes:
Juan del Pozo =
Juan Cortes = Antonio Martínez Cardeñas = José Barragán Garrido = José Galán
Beltrán = Juan Martínez = Eleuterio Ochando = Antonio Ruano = Juan Ruano
Garrido = José Morales Montoro =
Industriales
profesiones y empleos:
D. Juan Manuel
Gayo = D. Juan Chica y Puerta y D. Juan Miguel
Martínez.
Se mandó por el
señor presidente que se diese lectura del resultado, lo cual verifique, y hecho
así se declaró terminado el acto, y lebantó la sesión que firman en el acto los
señores concejales con el señor presidente, de todo lo que yo el secretario
Certifico = “
En el margen izquierdo de esta acta aparece la
relación:
Alcalde
D. Felipe Martínez Medina.
1er Teniente
Francisco Martínez.
2º Teniente
Mateo Martínez.
Síndico
José Calero.
Regidores
Bartolomé Catalán.
Francisco Barragán.
Al final del acta aparecen las firmas de los
siguientes señores:
Felipe Martínez Medina. Francisco Martínez. José
Calero Martínez. Bartolomé Catalán. Mateo Martínez. Francisco Barragán.
Hipólito Martínez. Secretario.
ACTA DE LA QUINTA SESIÓN ORDINARIA DEL AYUNTAMIENTO DE LA HIGUERA DE ARJONA DE
FECHA 25 DE ENERO DE 1874.
“Acta de
acuerdo… En la Villa
de la Higuera
de Arjona á veinte y cinco de Enero de mil ochocientos setenta y cuatro el Señor
Alcalde asociado á los individuos de Ayuntamiento que al margen se espresan, se
constitulleron en sesión y habiéndola declarado abierta, el primero dijo: que
en el año económico actual quedava un remanente que recaudar de arbitrios
Provinciales y municipales y varios atrasos del mismo año y otras anteriores,
de los cuales al no hacerse efectivo referidos adeudos por lo que viene
obligado el Ayuntamiento á realizar dicha cobranza, siendo responsable
mancomunadamente de hella por lo que se ordena en las disposiciones de la ley.
Y con el fin de no abandonarla y organizar lo necesario para que en su día se
realice con la prontitud y en la forma que estable el artículo sesenta del Real
decreto de veinte y tres de Mayo de mil ochocientos cuarenta y cinco y la real
orden de tres de Setiembre de mil ochocientos cuarenta y siete, sometía á la
deliberación del Ayuntamiento el nombramiento del Recaudador, y comisionado
ejecutar de apremio. Efectivamente, se designó y votó para cobrador á Don
Antonio Gabilán y para egecutor de apremio á D. Manuel Zamora de Jaén,
acordándose que se les aga saber para que manifieste en el término más brebe
posible si aceptan: presentes que fueron los mismos aceptaron dichos cargos
firmando con los Señores de Ayuntamiento. En la inteligencia de que el cobrador
responda con todos sus vienes habidos y por haber frutos y rentas, y hacer as
entregas de los que recaude, en plazos que no escederan de ocho días, en la
depositaría de fondos municipales, exhibiendo las cartas de pago de que aquella
los probea: y recivirá como remuneración de la recaudación y entrega el cuatro
por ciento y el dos restante asta el seis para partidas fallidas y gastos de
impresiones. Y el egecutor se entiende nombrado con las obligaciones y por los
emolumentos que establece el Real decreto de veinte y tres de Julio de mil
ochocientos cincuenta, debiendo desempeñar su encargo por las bías y en los
términos marcados en los artículos setenta y siguientes del Real decreto de
veinte y tres de Mayo de mil ochocientos cuarenta y cinco.
Discutido y
aprovado cuento queda dicho, se dio por terminada la sesión que firmo con los
concejales asistentes de que llo el secretario Certifico
En el margen izquierdo de esta acta aparece la
relación:
Alcalde
D. Felipe
Martínez Medina.
1er Teniente
Francisco
Martínez.
2º Teniente
Mateo
Martínez.
Síndico
José
Calero.
Regidores
Bartolomé Catalán.
Francisco Barragán.
Al final del acta aparecen las firmas de los
siguientes señores:
Felipe Martínez Medina. Francisco Martínez. José
Calero Martínez. Bartolomé Catalán.
Mateo Martínez. Francisco
Barragán.
El Recaudador Antonio Gavilán
Hipólito Martínez. Secretario.
ACTA DE LA SEXTA SESIÓN ORDINARIA DEL AYUNTAMIENTO DE LA HIGUERA DE ARJONA DE
FECHA 31 DE ENERO DE 1874.
“Acta…y En la Villa de la Higuera de Arjona á
treinta y uno de Enero de mil ochocientos setenta y cuatro reunidos en sesión
ordinaria el señor Alcalde y regidores que al margen se espresan, acurdan por
unanimidad nombrar por su representante en Madrid á D. Carlos Gómez Samper para
que en su nombre gestione la liquidación de la tercera parte 80 por 100 de sus
vienes de propios , recibiendo en su equivalencia los valores que se le
entreguen por la
Dirección General de la Caja de Depósitos perciba el importe de los
intereses vencidos y por vencer, ya sea en metálico ó en los valores que el
Estado determine, verifique la conversión en vonos del tesoro ó cartas de pago
de metálico, cobre el todo o la parte de capital cuando se obtenga para ello
real orden del ministerio de la
Governación del Reyno, satisfaga los derechos de custodia que
se le exijan y gestione también el pago del impuesto personal, caso que
adeudase algo este Ayuntamiento, pues para todo queda autorizado en virtud de
esta acta.
Teniendo toda su
fuerza y vigor mientras no sea, no sea revocado por otro acuerdo posterior en
igual forma que el presente, con lo cual quedó terminado el acto, que yo como
Secretario Certifico =
En el margen izquierdo de esta acta aparece la
relación:
Alcalde
D. Felipe
Martínez y Medina.
1er
Teniente
Francisco Martínez y Cardeña.
2º
Teniente
Mateo Martínez y Lara.
Síndico
José Calero. Martínez
Regidores
1º
D. Felipe Martínez Marín
2º
D. Francisco Barragán.
3º
D. Bartolomé Catalán.
4º
D. Francisco Fernández
5º
D. Francisco Catalán
Al final del acta aparecen
las firmas de los siguientes señores:
Felipe Martínez Medina. Mateo Martínez. Francisco Martínez. Bartolomé Catalán. Dice: A ruego del Regidor Francisco Catalán, Testigo Bartolomé Catalán. Dice:
Por el Regidor Juan Fernández, Testigo Bonoso de Lara. Francisco Barragán. Siguen las firmas José Calero.
Hipólito Martínez. Secretario.
ACTA DE LA SÉPTIMA SESIÓN ORDINARIA DEL AYUNTAMIENTO DE LA HIGUERA DE ARJONA DE
FECHA 1 DE FEBRERO DE 1874.
“Acta… y En la Villa de la Higuera de Arjona á
primero de Febrero de mil ochocientos setenta y cuatro, el Señor Alcalde de
esta Villa reunido en sesión con el Ayuntamiento de su Presidencia, en la cual se acordó dar lectura al acta anterior y
verificado que fue quedo aprobada. Dióse cuenta de una solicitud suscrita por
D. Hipólito Martínez interesando se dé de baja de la industria, que biene
satisfaciendo al Estado por ser incompatible la misma con los cargos de
Secretario del Juzgado Municipal y de el
Ayuntamiento, y expresada corporación acordó pase al Gefe económico una
solicitud de las dos que á presentado y si lo considera combeniente sea dado de
baja en el segundo semestre del corriente año económico. Al mismo tiempo se
acordó que las cuentas municipales se rindan trimestralmente y los depósitos
anuales.
También se acordó nombrar Comisionado de
los mozos de la reserba á D. Hipólito Martínez, según lo exige la circular de la Comisión provincial y que
se le libre del capítulo 11 artículo 1º de imprevistos la suma de cincuenta
pesetas.
Del mismo modo
se acordó el nombramiento en propiedad del Secretario de este Ayuntamiento D.
Hipólito Martínez y Medina, en atención á no haberse presentado aspirante á la
bacante anunciada y considerando que es persona apta para su cometido se aprobó
por unanimidad su nombramiento, teniendo en cuenta los buenos servicios
prestados por el D. Hipólito en el desempeño de su cargo como tal Secretario
durante los cinco años anteriores que desempeño esta Secretaría por sus
excelentes cualidades.
Al propio tiempo
se acordó que se lleve á efecto inmediatamente lo acordado por el Ayuntamiento
anterior en el espediente de consumos de los derechos arrendados, y que se
cumpla en todos las apartes las condiciones estipuladas en el mismo á fin de
que tanto en pro como en contra de los rematadores se cumplan las espresadas
condiciones del reglamento y en el caso que alguno o algunos trataran de
defraudar sus derechos se hagan respetar con las formalidades que exija dicho
espediente y en caso imponer multas á los defraudadores con arreglo á la ley
municipal vigente.
Igualmente el
señor Alcalde hizo presente que en el año pasado se había hecho una escritura
de arrendamiento por casa y local para el Profesor de instrucción primaria, de
la propiedad de D. Bonoso de Lara; cuya Escritura le otorgó D. José Arcediano
vecino de Villanueba de la Reyna,
cuyos derechos están sin abonar hace tanto tiempo sin que haya dejado de
reclamarlo a pesar del tiempo trascurrido y remitido el recibo con aquella
fecha, el cual le ha sido devuelto por no haber oportunidad para su pago, y en
su vista opinaba fueran satisfechos dichos derechos de Escritura, con cargo al
capítulo once artículo primero del presupuesto. Con esta misma opinión
abundaron la de los señores presentes aprobando por unanimidad todo lo acordado
en la presente acta. Con lo cual se lebantó la sesión y de todo ello como
Secretario Certifico =
En el margen izquierdo de esta acta aparece la
relación:
Alcalde
D. Felipe
Martínez Medina.
1er
Teniente
Francisco Martínez .
2º
Teniente
Mateo Martínez .
Síndico
José Calero.
Regidores
Bartolomé
Catalán.
Francisco
Barragán.
Francisco
Catalán
Francisco
Fernández
Al
final del acta aparecen las firmas de los siguientes señores:
Felipe Martínez Medina. Mateo Martínez. Francisco Martínez. Bartolomé Catalán. Dice:
A ruego del Regidor Francisco Catalán, Testigo Bartolomé Catalán. Francisco
Barragán. Dice: Por el Regidor Juan Fernández, Testigo Bonoso de
Lara.
Hipólito Martínez. Secretario.
ACTA DE LA OCTAVA SESIÓN ORDINARIA DEL AYUNTAMIENTO DE LA HIGUERA DE ARJONA DE
FECHA 8 DE FEBRERO DE 1874.
“Acuerdo…y En la Villa de la Higuera de Arjona á ocho
de Febrero de mil ochocientos setenta y cuatro. En sesión ordinaria se dio
cuenta del espediente del Alistamiento de la milicia nacional local según el
decreto del señor Alcalde, leyendo lo procedente, y en su vista los señores que
componen el Ayuntamiento presidido por el señor Alcalde y cuyos nombres
resultan al margen tomaron el acuerdo siguiente después de haberse leído la
circular números 1159 y 1321 insertas en los Boletines oficiales números 91 y
100 de los mismos.
Para formar el
alistamiento con el celo y exactitud que
se requiere compondrán la sección
especial al efecto los señores D. Felipe Martínez y Medina Alcalde primero y D.
Mateo Martínez Lara, en unión con D. Juan Manuel Gayo cura coadjutor de la
misma, y con los datos estadísticos de la población reunidos en Secretaría y
los libros parroquiales, recogerán los datos esenciales para llebar a efecto
esta obligación según la ley adoptando las disposiciones que estimen
combenientes en nombre de la corporación y de su presidente á cuyo fin son
delegados para ello. Con lo que se lebantó la sesión =
En el margen izquierdo de esta acta aparece la
relación:
Alcalde
1º
D. Felipe Martínez Medina.
Alcalde
2º
Francisco
Martínez.
Alcalde
3º
Mateo
Martínez.
Regidores
Bartolomé
Catalán.
Francisco
Barragán.
José
Calero Martínez
Al final del acta aparecen
las firmas de los siguientes señores:
Felipe
Martínez Medina. Mateo Martínez. Francisco Martínez. Francisco Barragán. Dice:
A ruego del Regidor Francisco Catalán, Testigo Mateo Martínez-
Hipólito
Martínez. Secretario.
ACTA DE LA NOVENA SESIÓN ORDINARIA DEL AYUNTAMIENTO DE HIGUERA DE ARJONA DE
FECHA 11 DE FEBRERO DE 1874 .
“En la Villa de la Higuera cerca de Arjona á
once de Febrero de mil ochocientos setenta y cuatro reunidos el Ayuntamiento de
la misma en sus Salas Capitulares y
constituido en Sesión con asistencia de los Sres. Concejales que al margen se
espresan bajo la presidencia del Señor Alcalde D. Felipe Martínez se explicó el
objeto de la reunión que era examinar el proyecto de presupuesto adicional
y refundido que ha de servir como
definitivo para el ejercicio económico corriente el cual ha formado la Comisión del ramo, con todo los datos y
antecedentes que ha podido reunir y que se tenían a
Ála vista sobre
la mesa.
Visto y
examinado detenidamente lo estima conforme y arreglado á las necesidades de
esta Población y sugeto a las disposiciones vigentes, en cuanto puede ser
compatible con el ordinario que ha servido de base a estos trabajos; pero tiene
antes que hacer observar los capítulos de resultas porque razón no engloba
ó refunda las del ordinario con el
adicional refundido que es el que definitivamente les de servir de base para la
contabilidad.
Gastos
Capítulo 12. La
relación número once del citado capítulo la aprueba por la suma que arroja por
estar comprovada con el acta de arqueo y liquidaciones pero en el presupuesto
definitivo refundido elimina las once mil pesetas del capítulo 12, relación nº
10, pues esta partida no debió nunca figurar en el presupuesto ordinario toda
vez que las leyes é instrucciones mandan que no sea objeto del Presupuesto
adicional y que se consignen después del término de ampliación por el resultado
de los arqueos y liquidaciones respectivas, y como estos sean los formulados en
el adicional el Ayuntamiento deja nula la espresada suma de once mil pesetas de
acuerdo con la comisión; y porque de lo contrario se duplicaría la citada partida.
Ingresos
Capítulo 8º.,,
Este capítulo se halla justificado por la relación número cinco y las
liquidaciones que acompañan: El Ayuntamiento acuerda que figure solo la partid
del Presupuesto adicional y refundido por ser la arreglada a la ley ; pues la
que consta en el ordinario de cinco mil quinientas pesetas en el artículo
tercero, capítulo octavo, relación número tres, no tiene para nada que tenerse
presente, tanto porque no debió nunca figurar en el Presupuesto ordinario,
cuanto que perteneciendo al adicional por resultas de liquidaciones, en este se
consigna, y con la conclusión del ordinario no se duplica como sucedería, si
pasa al refundido se tuviese presente aquella suma.
Y estando en
todo lo demás conforme el Ayuntamiento, acuerda que se esponga al público por
quince días según ordena el artículo 139 de la ley de Municipal y fenecido que
sea dicho término se someta á la discusión y, votación definitiva de la Junta Municipal.
Con lo que se
dio por concluida esta acta que firman los Sres. concurrentes que sepan hacerlo
de que yo el Secretario certifico = “
En el margen izquierdo de esta acta aparece la
relación:
Alcalde
D.
Felipe Martínez Medina.
1er
Teniente
Francisco
Martínez.
2º
Teniente
Mateo
Martínez.
Sindico
José
Calero Martínez
Regidores
Francisco
Barragán.
Bartolomé
Catalán.
A
ruego de Francisco Fernández, Francisco Barragán.
A
ruego de Francisco Catalán, Mateo Martínez
Al final del acta aparecen
las firmas de los siguientes señores:
Felipe Martínez Medina. Mateo
Martínez. Francisco Martínez. Francisco
Barragán. José Calero. Dice: A ruego del Regidor Francisco
Catalán, Testigo Mateo Martínez. Dice: A ruego de Francisco Fernández,
Francisco Barragán. Bartolomé Catalán.
Hipólito
Martínez. Secretario.
ACTA DE LA DÉCIMA SESIÓN ORDINARIA DEL AYUNTAMIENTO DE LA HIGUERA DE ARJONA DE
FECHA 14 DE FEBRERO DE 1874.
“Sesión del
Sábado 14 de Febrero…En la Villa
de la Higuera
de Arjona á catorce de Febrero de mil ochocientos setenta y cuatro, se reunió
el Ayuntamiento cuyos nombres de los concurrentes se espresan al margen, bajo
la presidencia de D. Felipe Martínez y Medina, Alcalde de esta Villa; por cuyo
señor se ordenó diese lectura al acta anterior y fue aprobada. Acto seguido se
hizo presente lo urgente que es nombrar Junta de sanidad, comisión de presupuestos
arbitrios y cuentas, comisión de obras, caminos y servidumbre y comisión de
policía rural y hurbana, Comisión de establecimientos públicos y de instrucción
primaria, beneficencia y pósitos, comisión de peritos de campo. Dichos
comisarios fueron nombrados por unanimidad resultando estos nombramientos en
los individuos siguientes. Comisión 1º D. Juan Chica y Puerta, D- Miguel
Cortijos y D. Francisco Barragán Galán =2ºIdem D. Felipe Martínez Medina, D.
José Calero y D. Bartolomé Catalán =3ª Ídem D. Pedro Galán, D. Juan
Barragán y José Barragán = 4ª D. Mateo Martínez, D. Francisco Pérez Cubillas y
D. Juan Ramón Barragán =5ª. D. José Calero Martínez, D. Juan Mármol Gayo, D.
José Barragán y el señor presidente =6ª D. Francisco Garrido Delgado, D. Juan Ramón
Barragán y D. Pedro Galán. 7ª Regidor Contador D. Francisco Barragán y Suplente
D. Bartolomé Catalán y el Secretario que queda nominado como aspirante á la
bacante D. Hipólito Martínez, también queda nombrado interbentor.
Al propio tiempo
se acordó se anuncie en el Boletín oficial de esta provincia el apéndice al
amiyaramiento y se publique la bacante de médico titular con la cantidad de
trescientos setenta y cinco pesetas por un semestre. Del mismo modo se acordó
se reformen los caminos vecinales más necesarios puesto que son exiguas
cantidades las presupuestadas para este obgeto, como igualmente se reparen los
pozos pilares y cañerías de esta localidad y se recomponga el cementerio de
esta Villa por estar en mal estado y no habiendo créditos autorizados en el
presupuesto para este gasto se imbite á la Junta de asociados si le parece combeniente se
haga esta obra con cargo al capítulo once artículo primero del presupuesto.
Todo lo espuesto
fue acordado y aprobado por unanimidad por los señores presentes como de
urgente necesidad y combeniencia á los intereses locales.
Con lo cual se
levantó la sesión de lo que yo el Secretario Certifico =
En el margen izquierdo de esta acta aparece la
relación:
Alcalde
D. Felipe Martínez Medina.
1er Teniente
Francisco Martínez .
2º Teniente
Mateo Martínez .
Concejales
Francisco Barragán.
Francisco Catalán.
Al
final del acta aparecen las firmas de los siguientes señores:
Felipe Martínez Medina. Mateo Martínez. Francisco Martínez. Siguen las firmas. Francisco Barragán. Dice: A ruego del Regidor Francisco
Catalán, Testigo Mateo Martínez. José
Calero. Bartolomé Catalán.
ACTA DE LA UNDÉCIMA SESIÓN ORDINARIA DEL
AYUNTAMIENTO DE LA HIGUERA
DE ARJONA DE FECHA 21 DE FEBRERO DE 1874.
“Acta… y En la Villa de la Higuera de Arjona á beinte y uno de Febrero de mil ochocientos setenta y
cuatro, reunidos los señores que componen el Ayuntamiento bajo la presidencia
del señor Alcalde por cuyo señor se declaró abierta la sesión é hizo presente á
la corporación, que en vista á no haber encontrado fondos en el local de la Caja el día que procedió el
segundo Alcalde, el Secretario y el Depositario D. Francisco García antes de
ser destituidos y resultando no haber dinero existente en el Arca, lo cual es
difícil por los muchos atrasos que ha realizado el Ayuntamiento anterior y por
consiguiente se hace indispensable se practique un recuento general de todos
los descubiertos que recibió la
Corporación que tomó posesión el día cinco de Junio último y
con vista de antecedentes proceda el arqueo, y otro caso si saliese algún saldo
á favor del Ayuntamiento actual y en contra del anterior se les exija
inmediatamente la cuota que adeude, y de no verificarlo se proceda por la vía
administrativa contra los responsables á dichos adeudos en el caso que lo
fueran, dándoles de término beinte y cuatro horas para su ingreso en caja. Con
esta misma opinión abundaron la de los señores presentes, y tomo la palabra Don
Mateo Martínez y Dijo: Que el público estaba desenado saber el estado de
perturbación en que los federales habían dejado la administración municipal,
por lo cual se comprende estaba en el ánimo de todos el que cuanto antes se
procediera al arqueo y para ello se hayaba dispuesto á que si era preciso el Ayuntamiento
estubiera en sesión permanente. Al propio tiempo afirmaba que visto el estado
de perturbación en que se ha encontrado el archibo municipal se publicase ó
sacara una memoria del tiempo que han sido Ayuntamiento los federales y
especialmente desde que con turbulencias se empezaron a constituir en Junta
revolucionaria, pues es muy sensible que los presupuestos de los años
económicos de 1869 á 70 incluido al 72 al 1873, como igualmente los libros de
actas de dichos años, hayan desaparecido por los federales, ignorando las penas
que pueden llebar al ocultar dichos documentos oficiales, mas que la de
entorpecer la marcha administrativa del Municipio actual puesto que se compone
de las mismas personas que el día de la proclamación de la federal, exceptuando
al que tiene el honor dirigiros la palabra que ha entrado por primera bez en el
Ayuntamiento nombrado por el Gobierno de la nación al ser destituidos los
federales intransigentes. Así mismo opinaba que los deudores al pósito
municipal realicen los descubiertos pues es muy justo que se reparta en todos
aquellos vecinos que más lo necesiten y no que estén entre unos cuantos
individuos que no sueltan una fanega de trigo por nada de este mundo puesto que
lo está disfrutando perfectamente como
igualmente aquel o aquellos que tengan metálico; en cuyo caso se hace preciso
terminar el espediente ejecutivo que se empezó á instruir contra los morosos.
El señor Alcalde presidente replicó que acto continuo se hiba á proceder á la
liquidación del Ayuntamiento anterior y cuanto á lo demás que había expuesto la
compañara lo aprobaba en todas las partes por ser justo y presidente.
Preguntado que fue por el señor Alcalde á la corporación que emitirá su parecer
este contestó unánimemente que además de aprobarlo todo lo espuesto por el
primer y segundo teniente Alcaldes elogiaba tan patrióticos pensamientos en
bien de los administrados, por lo cual debiera darse principio a la liquidación
y lo antes posible a lo demás acordado. Seguidamente dio orden al portero el
señor Alcalde para que se presentara el Depositario D. Francisco García a
rendir cuentas y presente que fue dio el siguiente resultado:
Cuenta que rinde D. Francisco García Recaudador que
fue de arbitrios y Depositario del Ayuntamiento anterior.
Cargo. Pesetas Céntimos
Por arbitrios de 1870 á 71 y 71 á 72 2166. 15.
Por Ídem de 1872 á 73 1932. 32.
Por Ídem de 1873 á 74 2936.
16.
Por suertes en la dehesa de propios 0502. 40.
Por atrasos de consumos 0300 89.
Por derecho de consumos en el corriente año 1027. 50.
Por ídem de Ídem en Ídem. 900. “ “
9.765. 42.
Data Plazo
en D.
Arbitrios de 1870 á 71 491.
08.
Por Ídem de 71 á 72 890. 15.
Por Ídem de 72 á 73 1140. 36.
Por Ídem de 73 á 74 1865.
25.
Por asuntos de propios 163. 07.
En libramientos según el pre. “
“
Puesto y libros de actas 4503. 79.
9056. 70.
De forma que practicada expresada liquidación importa
el cargo nueve mil setecientos sesenta y cinco pesetas cuarenta y dos céntimos
y la Data nuebe
mil cincuenta y seis, en visto resulta un saldo á favor de esta corporación y
en contra del anterior por la suma de setecientas ocho pesetas sesenta y dos
céntimos.
En tal estado y cerciorados todos los concurrentes al
acto de la exactitud y veracidad de la presente cuenta con vista del
presupuesto y libro capitular que el Ex. Ayuntamiento cuentandante ha llevado
durante el tiempo que han desempeñado sus funciones ó sea el de siete meses y
cinco días puesto que tomo posesión el día cinco de Junio de mil ochocientos
setenta y tres y cesaron el diez de Enero del año actual: por lo cual queda
acordado por unanimidad lo relacionado anteriormente en este acto y aprobado
que fue se firma por los señores presentes del Ayuntamiento y Ex Depositario, y
de todo ello como Secretario Certifico =
En el margen izquierdo de esta acta aparece la
relación:
Alcalde
D.
Felipe Martínez Medina.
1er
Teniente
Francisco
Martínez .
2º
Teniente
Mateo
Martínez .
Concejales
Francisco
Barragán.
Francisco
Catalán.
Francisco
Fernández.
Al
final del acta aparecen las firmas de los siguientes señores:
Felipe Martínez Medina. Mateo Martínez. Francisco Barragán. Dice: A ruego del Regidor
Francisco Catalán, Testigo Mateo Martínez. El Depositario Francisco García. Francisco
Martínez. Dice:
Por el Regidor Juan Fernández, Testigo Bonoso de Lara. Bartolomé Catalán.
Hipólito Martínez. Secretario.
Nota a tener en cuenta en la trascripción de todas
las actas.
En todos los casos la transcripción es literal, si bien se ha procedido a interpretar en algunos casos los textos confusos o ilegibles, a no utilizar las mismas abreviaturas de palabras en orden a dar claridad al texto redactado y la imposibilidad de transcribir fielmente en la abreviatura la colocación de algunas grafías manuscritas, a acentuar las palabras que en muchos casos no figuraban acentuadas. Si se ha respetado siempre la ortografía original, las uniones indebidas de palabras y la redacción del texto en general.
En todos los casos la transcripción es literal, si bien se ha procedido a interpretar en algunos casos los textos confusos o ilegibles, a no utilizar las mismas abreviaturas de palabras en orden a dar claridad al texto redactado y la imposibilidad de transcribir fielmente en la abreviatura la colocación de algunas grafías manuscritas, a acentuar las palabras que en muchos casos no figuraban acentuadas. Si se ha respetado siempre la ortografía original, las uniones indebidas de palabras y la redacción del texto en general.
En este tiempo de un mes y veintitrés días de Gobierno Provisional de España ocurrieron los hechos que a continuación describimos:
La
sesión de apertura de las Cortes había empezado el 2 de enero de 1874. Las
discusiones se habían prolongado toda la noche. Castelar fue depuesto a las
05:00 horas del día 3 de enero de 1874.
D. Emilio Castelar y Ripoll, Presidente de la República depuesto a las cinco de la mañana del día 3 de enero de 1874. |
En
la Asamblea Nacional estaba presente Lorenzo Romero “Lorencito”, encargado de
comunicar el resultado de la votación. Cuando Lorenzo hizo su recuento de votos
personal, y antes de que lo anunciase el Presidente Nicolás Salmerón, salió al
pasillo y sacó un pañuelo, señal que estaba esperando el comandante Altarriba,
Ayudante del General Pavía, y con ello supo que Castelar había sido depuesto.
Altarriba salió de las Cortes inmediatamente y avisó a Pavía. Las tropas iniciaron
la marcha sobre la Asamblea Nacional. Tardarían menos de dos horas en ocupar el
edificio del Congreso.
D. Eduardo Palanca Asensi, candidato de los republicanos federales para sustituir a D. Emilio Castelar y Ripoll, cuya elección fue impedida por el golpe del General D. Manuel Pavía Rodríguez. |
A
las 6:55 de la mañana del día 3, se había votado como nuevo Presidente del
Poder Ejecutivo de la República al candidato republicano intransigente Eduardo
Palanca, cuando el escrutinio de votos quedó interrumpido por una orden del
general Manuel Pavía Rodríguez de Alburquerque, Capitán General de Madrid y
Gobernador Militar de Madrid. Se ordenaba disolver las Cortes.
General D. Manuel Pavía Rodríguez de Alburquerque. |
Manuel Pavía, como había prometido, había instalado en Paseo del Prado un batallón de infantería, uno de caballería, y varias compañías de guardias civiles y, cuando supo que Castelar había sido depuesto, puso sus hombres delante del Palacio de las Cortes y dos cañones mirando a las calles que bajaban de Puerta del Sol, a fin de “controlar” a posibles ataques cantonalistas que bajaran por aquellas calles.
Los
guardias civiles que custodiaban el Congreso eran mandados por el Coronel José
de la Iglesia Tompes. De la Iglesia había sido procesado en el mes de septiembre
de 1873 por ciertas actividades antigubernamentales, y después había sido
absuelto. Era un antirrepublicano de confianza. De ninguna manera quería Manuel
Pavía un enfrentamiento entre el ejército asaltante de la Asamblea Nacional
contra la Guardia Civil que custodiaba la Asamblea. El coronel de la Guardia
Civil tampoco quería ese enfrentamiento.
Pavía
envió dos emisarios a Nicolás Salmerón, Presidente de las Cortes, y uno al
coronel de la Guardia Civil José de la Iglesia que custodiaba el edificio y que
no estaba dispuesto a enfrentarse al ejército de Pavía. Así, Salmerón sabría
que no tenía protección armada y que se estaba enfrentando al ejército.
Salmerón
se negó a disolver la Asamblea Nacional. Entonces, el Comandante Juan Bautista
Mesa Queralt, que estaba al mando del Regimiento de Cazadores Mérida, entró en
el hemiciclo con unos jóvenes soldados de reemplazo. Los diputados se echaron
contra los jóvenes soldados de reemplazo y les expulsaron de allí. Tras ello,
los diputados se pusieron a discutir cuál era la postura a adoptar, y juraron
no abandonar el hemiciclo en ninguna circunstancia. Algunos diputados estaban
sorprendidos, algunos decían que había que resistir en sus escaños hasta el
final, algunos salieron corriendo hacia las puertas y lo hicieron hacia arriba,
saltando por encima de los asientos, para salir por puertas más seguras que la
principal.
El
Coronel José de la Iglesia Tompes, que tenía el mando de la Guardia Civil de
las Cortes, pero era militar del ejército, decidió no tolerar la afrenta al
ejército hecha por los Diputados cuando echaron de allí a los jóvenes soldados.
A
las 07:30 horas, se presentaron dos compañías de la Guardia Civil, otras dos de
infantería y una batería de montaña. Los números de la Guardia Civil entraron a
tiros (disparados en los pasillos y hacia el techo), y no dejaron que los
Diputados se echaran sobre ellos. La Asamblea Nacional quedó disuelta.
Casi
todos los Diputados abandonaron el hemiciclo. Se resistían a marcharse Salmerón
y Castelar. Ambos le dijeron a De la Iglesia que, al impedir la votación de
Palanca, el Presidente seguía siendo Castelar, y que debía obedecer las órdenes
de éste. De la Iglesia les respondió: “Ya es tarde”. Hacía referencia a que
todos le habían pedido a Castelar que continuase y no había querido hacerlo.
Las tropas del General Pavía ocupan el Congreso de los Diputados. |
Fin de la Primera República con la entrada de ls tropas del General Manuel Pavía en el Congreso el 3 de enero de 1874. |
El
nuevo dueño de la situación era el general Manuel Pavía Rodríguez de
Alburquerque, desde su puesto de Capitanía General, de donde no se movió en
ningún momento. El ambiente era de triunfo conservador y alfonsino, pero sólo
eran las 7:30 de la mañana.
El
golpe de Pavía era puramente militar, sin trama civil, y no tenía como
finalidad tomar el poder, sino evitar que la república de Castelar cayera en
manos de republicanos intransigentes.
Manuel
Pavía Rodríguez de Alburquerque era hombre de confianza de los republicanos:
había sido utilizado por Salmerón para reprimir el cantonalismo de Andalucía.
Castelar, más tarde, le había hecho Capitán General de Castilla la Nueva. Era
partidario de la república unitaria, manteniendo en todo momento la autoridad
del Estado. No quería un Presidente cantonalista que incluso acabara con la
República una vez destruida España. Pero tampoco quería el poder para sí.
Así
que, en la mañana del 3 de enero de 1874, nadie sabía qué régimen político se
iba a implantar, si república, dictadura o monarquía. Pero se sabía que los
progresistas del Partido Radical eran los dueños de la situación. Manuel Pavía
llamó a Práxedes Mateo Sagasta y a Francisco Serrano, los líderes políticos del
momento, y les dijo que resolvieran la situación, pues él, tras solucionar
aquello, se marchaba a casa.
D. Práxedes Mateo Sagasta que junto a D. Francisco Serrano eran los líderes políticos del momento. |
D. Francisco Serrano Domínguez, miembro del grupo "Junta de Nobles" de las Cortes. |
A
las 11:00 de la mañana del día 3 de enero, se reunía en las Cortes una “Junta
de Notables” integrada por Francisco Serrano duque de la Torre, Manuel
Gutiérrez de la Concha, José Gutiérrez de la Concha, Cristino Martos Balbi,
Nicolás María Rivero, Práxedes Mateo Sagasta, Manuel Becerra, José Elduayen
Gorriti, Antonio Cánovas del Castillo, Juan Bautista Topete, José María
Beránger, Eugenio Montero Ríos y Manuel Pavía, 13 en total, y discutieron el
futuro del golpe de Estado.
Los republicanos no asistieron porque no quisieron,
pero alguno de ellos fue invitado a asistir. Y los pocos republicanos que
asistieron se fueron retirando poco a poco, nada más empezar.
D. Manuel Gutiérrez de la Concha y abajo otros miembros de la "Junta de Notables" que se reunían el Las Cortes. |
General D. José Gutiérrez de la Concha. |
D. Cristino Martos Balbí. |
D. Nicolás Maria Rivero. |
D. Práxedes Mateo Sagasta. |
D. Manuel Becerra Bermúdez. |
D. José Elduayen Gorriti. |
D. Antonio Cánovas del Castillo y Vallejo. |
D. Juan Bautista Topete. |
D. José María Beránger. |
D. Eugenio Montero Ríos. |
D. Manuel Pavía Rodríguez de Alburquerque. |
Nicolás
María Rivero empezó proponiendo proclamar al general Francisco Serrano como
Presidente de la República, restableciendo la Constitución de 1869, con la
modificación pertinente para que España fuese República unitaria, a lo que se
opusieron Manuel Gutiérrez de la Concha y José Gutiérrez de la Concha.
Intervino
Manuel Pavía para decir que apoyaría a quien decidiesen, pero que se pusiesen
de acuerdo.
Cánovas
y Elduayen pidieron un Gobierno Provisional representativo de la mayoría
parlamentaria hasta que se pudiera restablecer la normalidad de los partidos
políticos, y poder decidir después.
La
explicación a esta postura de Cánovas era que los monárquicos no podían dar
solución al problema de Gobierno de España, porque Alfonso XII era demasiado
joven e inexperto, lo cual desarmaba sus argumentos.
Serrano
dijo, por fin, que el futuro debía ser republicano, y mientras, debía haber un
Gobierno de Salvación Nacional.
Antonio
Cánovas y José Elduayen Gorriti propusieron un Gobierno de amplia base, con
representación de todas las fuerzas políticas del momento. Le siguieron la
mayoría de los presentes, absteniéndose Pavía.
Se
decidió que Francisco Serrano duque de la Torre fuera Presidente del Poder
Ejecutivo y él buscase un modelo de Estado que sirviese para gobernar en
España, bajo la Constitución de 1869. Todos sabían que Serrano era monárquico y
que encargarle salvar la República era un contrasentido.
D. Francisco Serrano Domínguez. |
El
3 de enero de 1874, el general Serrano convocó "Junta de Notables" en las Cortes,
a la que asistieron, además de Francisco Serrano, Gutiérrez de la Concha
marqués de Duero, Gutiérrez de la Concha marqués de La Habana, Cristino Martos,
Nicolás María Rivero, Práxedes Mateo Sagasta, Manuel Becerra, Elduayen, Antonio
Cánovas del Castillo, Juan Bautista Topete, José María Beránger, y Eugenio
Montero Ríos. No quisieron asistir ni Emilio Castelar ni ninguno de los
Ministros depuestos.
Pavía
pidió que se hiciera allí mismo un Gobierno de orden y conciliación de los
españoles, conservando lo establecido, que era la República.
Se
consideraron dos opciones: o hacer un Gobierno Provisional, o constituir un
Gobierno Republicano Unitario presidido por Serrano duque de la Torre. Los del
Gobierno Provisional apenas tuvieron opciones, pues eran minoría evidente.
El
Gobierno de Francisco Serrano Domínguez duque de la Torre, fue la salida
“provisional” que adoptó la "Junta de Notables" de 3 de enero de 1874, una vez
que no había acuerdo para ninguna otra solución viable. Descartados los
republicanos intransigentes, y una vez que se negaron a conversar los
republicanos federales moderados, quedaban muy pocas opciones: la república
unitaria de signo conservador, era defendida por Cristino Martos Balbi, Nicolás
María Rivero, Eugenio Montero Ríos y José María Beránger Ruiz de Apodaca; pero
el general Manuel Gutiérrez de la Concha Irigoyen marqués de Duero prefería la
monarquía de Alfonso XII, su hermano José Gutiérrez de la Concha Irigoyen, que
era isabelino, apoyaba también a Alfonso XII, y el general Juan Bautista Topete
apoyaba la salida monárquica; José Elduayen Gorriti, Antonio Cánovas del
Castillo, lideraban la facción en favor Alfonso XII. Quedaban expectantes los
progresistas Práxedes Mateo Sagasta, del antiguo Partido Constitucional de
tiempos de Amadeo, que se mostraba más bien moderado, y Manuel Becerra
Bermúdez, Gran Maestre del Gran Oriente Español, progresista pero descontento
con los excesos de la República. En fuera de juego voluntario, estaba Manuel
Pavía Rodríguez de Alburquerque, que sólo pedía restablecer el orden público
roto por los cantonalistas, pero tenía el mayor prestigio dentro del ejército.
Y mientras tanto, Francisco Serrano Domínguez duque de la Torre, que acariciaba
la posibilidad de ser Presidente de una república militarista.
Eran
poco más de las 11 de la mañana del 3 de enero de 1874, y Serrano se salía con
la suya. El golpe se inclinaba a favor de Serrano y perdían su oportunidad los
alfonsinos.
El Príncipe Alfonso con el duque de Sesto. |
Isabel II con el Príncipe Alfónso. |
Los
monárquicos alfonsinos no podían dar ninguna salida a la situación política,
porque si proclamaban Rey a Alfonso XII, que era menor de edad, necesitarían un
Regente, y el problema de elegir un Jefe de Estado se trasladaría a elegir un
Regente, que probablemente fuera Serrano, el militar que quería un
presidencialismo. Pero sólo quedaba un año para la mayoría de edad de Alfonso,
y existía la posibilidad de retrasar la solución un tiempo, y proclamar Rey a
Alfonso XII directamente.
Y,
si no se quería continuación de la República, ni se podía poner a Alfonso XII,
no quedaba salida alguna, salvo un Gobierno Provisional. Ésa fue la solución
adoptada.
La
Gaceta de 25 de enero de 1874 decía que Serrano había tomado el poder para
defender la Constitución de 1869 y para sustituir al Presidente del Poder
Ejecutivo de la República destituido en 3 de enero, Emilio Castelar.
En
el ámbito internacional, Europa protestó por el golpe de Estado contra la
República. El hecho es sorprendente, porque ningún país de Europa había
reconocido a ningún Gobierno republicano español. Se trataba de darse a sí
mismos pinturas de moralidad, tal vez porque estaban muy necesitados de ello, y
porque consideraban que se podía sacrificar algo que valoraban poco, España, en
aras a prestigiarse internamente.
El
3 de enero de 1874, se formó un Gobierno Interino en el que Serrano, además de
Presidente del Poder Ejecutivo, es decir, Jefe del Estado, fue nombrado
Presidente del Gobierno. Esta situación de dictadura era aparente, pues los
reunidos en 3 de enero se cuidaron mucho en no darle poder a Serrano y en
convertirle en un florero. Era una dictadura controlada por los militares y los
monárquicos a fin de que no deviniese en república militarista autoritaria.
De
momento, se le nombraron algunos Ministros del Partido Constitucional y del
Partido Radical, y también hubo un republicano unitario que era Eugenio García
Ruiz. Manuel Pavía Rodríguez de Alburquerque sabía de qué iban las cosas y
ofreció un puesto de Ministro a Cánovas, pero Cánovas lo rechazó. La anécdota
nos indica que el poder estaba en manos de Pavía. La idea primera era formar un
“Gobierno Nacional” con todos los partidos existentes. No fue posible. Algunos
políticos se negaban como era el caso de Castelar y de Cánovas.
D. Antonio Cánovas del Castillo y Vallejo, figura clave en la restauración de la monarquía. |
Cánovas
no quería quemarse demasiado pronto. Cánovas veía con agrado el final de la
República y aceptaba que Serrano detentara el poder porque sabía que era un
general desgastado y acabado, que no podía durar mucho, y que la situación
daría paso en poco tiempo a algo diferente, a su idea de monarquía
constitucional, pero tampoco quería desgastarse en proyectos que podían salir
mal. Ordenó el 2 de enero, a Romero Robledo y a Esteban Collantes, que dijeran
que los alfonsinos no se sublevarían, ni tampoco se pronunciarían contra los
militares españoles que habían dado el golpe.
El Gobierno
de Francisco Serrano fue el siguiente desde el 3 de enero de 1874 al 26 de febrero de 1874.
Presidente
del Poder Ejecutivo, general Francisco Serrano Domínguez, duque de la Torre. Partido Constitucional.
Presidente
del Gobierno, general Francisco Serrano Domínguez / 26 de febrero: general Juan Zabala de la
Puente, interino.
Estado, Práxedes Mateo Sagasta. Partido
Constitucional.
Gobernación, Eugenio García Ruiz. Republicano
unitario.
Guerra, general Juan Zabala de la Puente, marqués
de Sierra Bullones. Partido Constitucional.
Marina, almirante Juan Bautista Topete Carballo /
18 de enero: Juan Zabala de la Puente, interino / 24 de enero: Juan Bautista
Topete Carballo. Antiguo Unionista y en ese momento del Partido Constitucional.
Gracia
y Justicia,
Eugenio García Ruiz, interino / 4 enero 1874: Cristino Martos Balví. Partido
Radical.
Ultramar, Víctor Balaguer Cirera. Partido
Constitucional.
Hacienda, 3 enero 1874: Práxedes Mateo Sagasta / 4
enero 1874: José Echegaray Eizaguirre. Partido Radical.
Fomento, Víctor Balaguer Cirera, interino / 4
enero 1874: Tomás María Mosquera García. Partido Radical.
El
nuevo Gobierno era personal de Serrano, y se declaraba interino hasta encontrar
una solución definitiva, y de duración ilimitada hasta que se solucionase la
transición a otro Gobierno mejor.
Serrano
no fue popular en España, ni tuvo tampoco una oposición cerrada. Sus tiempos
políticos de 1868 quedaban lejos. Los republicanos estaban completamente
desacreditados y no tenían fuerza alguna para intentar recuperar el Gobierno.
Serrano no impuso un régimen militar, y tampoco uno moderado, ni progresista,
ni demócrata, ni republicano. Su objetivo se limitaba a acabar con las
revueltas cantonales y sobre todo con la revuelta de Cartagena dirigida por
Roque Barcia y Antonio Gálvez Arce “Antoñete”, acabar con la revuelta carlista,
y tratar de enderezar la economía nacional. Los españoles querían saber el
futuro de la política, pero Serrano no se pronunció nunca sobre ello. Dijo que
consultaría al país cuando se hubiera restablecido la paz. Hasta tal punto
llegó el silencio de Serrano, que los españoles empezaron a sospechar que
trataba de perpetuarse en el poder, que tramaba algo.
Los
monárquicos acusaron más tarde a Cánovas de no haber defendido con suficiente
fuerza la proclamación de Alfonso XII como Rey de España. Pero Cánovas creía
que no era el momento y que se debía seguir esperando. Tal vez pensara que, si
se proclamaba Rey a un niño, Serrano se convertiría en el amo de la situación y
se proclamaría Regente, cuando a Alfonso le quedaba sólo un año para cumplir la
mayoría de edad, mientras que si esperaba, tendría a Alfonso proclamado Rey por
el propio devenir de los acontecimientos. Y con Serrano como Regente, tal vez
instaurase la República militar del modelo francés, y se aferrase al poder definitivamente.
D. Manuel Alonso Martínez. |
En
este sentido, Manuel Alonso Martínez comentó que aquello era la “Res Pública” y
que Serrano era el hombre enérgico, hábil y prudente, y que tenía el prestigio
suficiente porque ya había encabezado la revolución de septiembre de 1868 y
había sido Regente durante un Gobierno Provisional en 1868. Se esperaba una
república militar presidencialista.
A
finales de 1873 había llegado a la Presidencia de la República Francesa el
general MacMahon duque de Magenta, un hombre votado por los católicos, pero
contrario a los ultras católicos, es decir, muy favorable a los proyectos de
Cánovas. MacMahon había hecho su carrera militar en la conquista de Argel a
partir de 1830, en la guerra de Crimea de 1854 y, sobre todo, en la represión
de la comuna de 1871. La fama y popularidad que le dio la represión de la
Comuna de París, hizo olvidar la derrota de Sedán de 1870. MacMahon era visto
como el hombre que podía apoyar al catolicismo en toda Europa e incluso hacer recuperar
sus Estados al Papa.
Respecto a España, MacMahon cerró los periódicos ultras católicos franceses como L`Univers, y eso aseguraba que no apoyaría a los carlistas.
En
Francia, el mariscal MacMahon duque de Magenta aspiraba a restaurar la
monarquía en los Borbones o en los Orleans, y tampoco se definía, mientras
hacía perdurar la III República. MacMahon perduró siete años en el poder y
estaba apoyado por los monárquicos y por los católicos franceses con vistas a
que se mantuviera el orden interno, que se encomendó al duque de la Boglie. La
diplomacia exterior fue encomendada al duque de Decazes, por lo que el régimen
de MacMahon fue llamado “la república de los duques” por Daniel Halevy.
MacMahon
estableció buenas relaciones con la España de Serrano y decidió estorbar los
movimientos carlistas por suelo francés. La base de muchos éxitos carlistas era
la frontera francesa, a donde se retiraban estratégicamente cuando eran
acosados, y podían aparecer en Aragón, o en Cataluña, o en Navarra, o en País
Vasco, indistintamente, sin miedo a que les persiguiera el enemigo. En cuanto a
sus relaciones con Cánovas, le dijo que, personalmente, era favorable a la
coronación de Alfonso XII, pero que el Gobierno francés no pensaba igual que él
y prefería la República.
Francia
tenía una especial relación con España: España siempre imitaba las corrientes
francesas, políticas y literarias. Francia acogía a la mayoría de los exiliados
políticos españoles, tanto a los liberales como a los carlistas y a los
republicanos, e incluso había acogido a Isabel II y a su madre María Cristina.
En Francia vivía el Príncipe Alfonso de Borbón estudiando en el colegio
Stanislas de París. En París había abdicado Isabel II en su hijo. Francia
apoyaba a los Gobiernos de Madrid, al tiempo que también apoyaba a los
carlistas que luchaban en contra, apoyaba a Isabel II cuando fue expulsada y a
los republicanos cuando fueron expulsados de España. Francia jugaba a todos los
bandos, y luego, en cada momento concreto se inclinaba a uno u otro lado. General francés Mac-Mahon, duque de Magenta, Presidente de la Tercera República. |
Respecto a España, MacMahon cerró los periódicos ultras católicos franceses como L`Univers, y eso aseguraba que no apoyaría a los carlistas.
Serrano,
duque de la Torre, intentaría, durante 1874, ser el MacMahon español perpetuando
una república conservadora, lo cual no convenía a los intereses canovistas de
restaurar a Alfonso XII en el trono.
Cánovas
procuró que Isabel II se entrevistase con MacMahon varias veces, y que éste
prometiera apoyo a Alfonso XII, lo cual no convenía a los intereses canovistas de restaurar a Alfonso XII en el trono.
El
Gobierno de Serrano tenía un peligro que los monárquicos de Cánovas veían con
claridad, y era que Serrano se declarase Presidente autoritario de una
República al estilo francés de ese momento. La discusión duró algunos días más
y se resolvió el 8 de enero con un Manifiesto a la Nación que:
Aceptaba
la Constitución de 1869, pero suspendida hasta la normalización de la vida
pública. Se suspendieron las garantías constitucionales.
Reconocía
el papel arbitral del ejército como expresión de la voluntad pública en ese momento.
Se reconoció que el golpe de Pavía había sido dado en nombre del ejército y no
de ningún partido político y, como dentro del ejército estaban todas las
opciones políticas, el golpe no tenía carácter definido a favor de ningún
partido, pero sí en contra de los republicanos federales.
Declaraba
a Serrano Presidente Interino de la República, hasta resolver la situación.
Nunca
se aclaró si Serrano era Presidente, Regente en espera de la monarquía, o
Dictador militar al estilo francés de aquel momento. Serrano tuvo la
oportunidad de consolidar su posición, pero nunca encontró apoyo de políticos,
militares o asociaciones que le avalaran y tuvo que resignarse a ser meramente
Presidente interino y abandonar el cargo en su día. También, el hecho de no
definir el régimen político en que gobernaba acabó finalmente desacreditándole.
Tras
el fracaso del cantonalismo, los anarquistas se organizaron en federaciones
agrícolas e industriales, y desde ellas en regiones, secciones y federaciones,
que rechazaban toda organización política como el Municipio, la Diputación y el
Estado.
Tal
vez a su pesar, Pi es considerado un gran difusor del anarquismo en España
desde su libro “Las Luchas de Nuestros Días”, publicada en 1887, donde no
reconocía autoridad ninguna que pudiera dirigir a nadie, ni razón superior a la
propia razón del individuo.
Otra
corriente nacida del federalismo de Pi fue el independentismo, aunque los
teóricos románticos quieren llevarlo a la Edad Media, o al menos al reinado de
Felipe V de Borbón. Valentí Almirall quedó defraudado por la República y por
Pi, pues veía igual de centralistas a los republicanos que a los conservadores
monárquicos que acababan de echar. Almirall, que había sido agitador para el
federalismo, se convirtió en agitador para el regionalismo-nacionalismo.
Abandonó su periódico madrileño “El Estado Catalán” y fundó “Diari Catalá” el 4
de mayo de 1879 para hablar, pensar, y obrar en catalán, fecha que es
considerada como origen del nacionalismo catalán duro. Ya no hubo marcha atrás.
En 1881, Pi fue a ver a Almirall a Cataluña y fue recibido cortésmente, pero
Almirall escribió a continuación un artículo en Diari Catalá pidiendo un gran
partido catalanista que buscase la autonomía de Cataluña. Aparecieron dos
corrientes: una más radical, liderada por Valentí Almirall en torno a “Centre
Catalá” desde 1882, y una más moderada liderada por Enric Prat de la Riva,
Françésc Cambó y Josep Puig i Cadafalch en torno a “Lliga de Catalunya” desde
1887.
D. Valentín Almirall. |
Los
republicanos serían perseguidos en 1874 y entrarían en una crisis profunda. En
1876, Pi publicaría "Las Nacionalidades" explicando el pactismo federal, cosa que
debiera haber hecho antes de 1873. En 1881, Figueras fundaría el Partido
Federal Orgánico, con un modelo distinto al de Pi, pero ya sin trascendencia en
la historia de España. En 1901 moriría Pi i Margall y sería sucedido por Vallés
i Ribot, lo cual acentuaría la decadencia de los republicanos, que quedaron
reducidos a un grupo catalán, y en 1910, la Unión Federal Nacionalista
Republicana era solamente catalana.
Josep María Vallés i Ribot, que acentuó la decadencia de los republicanos. |
El
Sexenio fue en España una época de los agitadores, entendiendo por agitador un
tipo de café, mitad político y mitad literato, generalmente provinciano,
instalado en la bohemia madrileña de tercer cuarto del XIX, disconforme de todo
y de todos y muy activo.
La acción de estos agitadores sirvió para destruir los
últimos vestigios del Antiguo Régimen español, que debieran haber sido
eliminados o suspendidos un siglo antes y que los políticos se habían negado a
borrar del mapa político y social. Esa era la parte que les daba la razón. Pero
no supieron crear las reformas liberales que eran precisas y que ya funcionaban
en Europa occidental, sino que, en mítines y en artículos de periódico
incendiarios, intentaron ensayos sociales de tipo populista y socialista unas
veces utópicos en sí mismo y otras irrealizables en esos momentos históricos.
Por ello, el Sexenio constituyó una decepción más en una España que ya llevaba
unas cuantas decepciones: no creó el sistema político estable que permitiera el
desarrollo económico y social, no acometió las reformas socioeconómicas que eran
necesarias, no generó una conciencia política nueva de moralidad y servicio al
interés general.
Y
el punto culminante de la verborrea política fue el de la Primera República.
Allí, cada partido quería una Constitución diferente, la suya, y vetaba las de
los demás. No querían un modelo de Estado de convivencia, sino la imposición
definitiva de su propio programa político. Todos fueron intransigentes. Todos
buscaban la Constitución perfecta y todos olvidaron hacer la Constitución
posible. Así se llegó al concepto conocido como “la España invertebrada”, una
mezcla de dos visiones antagónicas del mundo con posibilidades de Gobierno, y
otras visiones divergentes, todas distintas, en la oposición. El concepto lo
utilizaría más tarde Ortega y Gassett en 1922, divulgándolo ampliamente.
Representación en una publicación de la época de lo que representaba el Cantonalismo, un Manicomio Nacional. |
Una
de las causas que explican los movimientos republicanos españoles, fue que las
Constituciones con alguna estabilidad en el XIX, las de 1845 y la de 1876, constituciones
moderadas doctrinarias, es decir, al servicio de la burguesía, no sirvieron al
fin con el que habían sido redactadas, no hicieron los cambios que prometían.
Podemos traducirlo como que la burguesía no dio el paso “ilustrado y liberal”
de hacer las reformas que necesitaba el pueblo. El fracaso de 1845 llevó a la
República de 1873. Y el fracaso de 1876 a la República de 1931.
Los
teóricos estaban un tanto desorientados: En el periodo 1868-1874, los diversos
teóricos ensayaron modelos políticos de “autodeterminación” y de socialismo,
que resultaban contrarios a los intereses de la burguesía, de los
terratenientes y propietarios industriales, bancarios y comerciales. Es decir,
los intelectuales planteaban la ruptura, tal vez la guerra civil, con los poderes
reales económicos, políticos, militares y religiosos. Eran planteamientos
excesivos que, naturalmente, estaban condenados al fracaso. Nunca se llegó a la
Constitución de consenso y de progreso en los derechos de todos.
La revista satírica La Flaca recrea escenas de la familia republicana con Salmerón y Castelar de protagonistas. |
Surgieron
dos modelos de Estado, sostenidos por dos fuerzas sociales, una en cada parte:
los “grandes”, es decir, los terratenientes, nobleza cortesana, generales del
ejército y jerarquía católica, tenían un modelo de Estado conservador, que en
virtud del lema “orden y progreso”, insistía en el orden y dejaba para más
tarde el progreso. Los “pequeños”, esto es, las clases campesinas pobres y el
incipiente proletariado, tenían un modelo de Estado revolucionario, que
destruyera lo hasta entonces existente. Y en medio de los grupos, “grandes” y
“pequeños” quedaban las profesiones liberales, los funcionarios, los pequeños y
medios propietarios, los oficiales del ejército, el clero rural, que unas veces
se inclinaban por las tesis de los unos y otras por los de los segundos. Y
resultaba que estos individuos, los que no tenían personalidad por sí mismos,
eran los protagonistas de la política, pues ni los “grandes” asumían la
responsabilidad del poder, ni los pequeños tenían la más mínima oportunidad de
conseguirlo, o si lo conseguían, de mantenerlo.
Los
acontecimientos de la Primera República española fueron obra de pequeño
burgueses sin ningún poder real y efectivo detrás de ellos, y sin ni tan
siquiera el apoyo social de la clase media a la que pertenecían. Eran grupos
pequeños que no representaban a nadie, sino a ellos mismos.
Caricatura editada en la revista La Flaca en 1869, en ella el clero era visto como cómplice del carlismo que representaba Carlos VII. |
La
idea general de los españoles era que España no podía funcionar a ritmo de
golpe de Estado, tumultos y mítines, que imponían un Gobierno hasta el triunfo
del siguiente golpe de Estado. Pero para lograr que algo cambiase había que
romper con varias intransigencias: con la del carlismo, que era teocrático y
absolutista; con la de los católicos no carlistas pero sí integristas, que
exigían la sumisión del Estado a los principios católicos y a las disposiciones
de la Santa Sede; con la de los “moderados” que insistían en mantener la
soberanía en el Rey a través de la fórmula “las Cortes con el Rey”; con la de
los “progresistas” que afirmaban que sólo el pueblo español era soberano, pero
tampoco se podía caer en el populismo jacobinista absurdo, y no sabían darle
salidas a la situación; con la de los demócratas-republicano-socialistas que
creían en la soberanía popular de las masas, aunque éstas fueran incultas y
pobres, porque al menos serían de más alta moralidad que los que habían
gobernado hasta entonces.
¿Cómo
se podía conseguir el consenso mínimo entre éstas y otras posturas políticas?
En tiempos antiguos, el cristianismo, catolicismo después, había predicado la
moralidad a los unos y la resignación a los otros, y había aportado el consenso
necesario para la convivencia. Pero las nuevas clases sociales practicaban un
catolicismo usado sólo de maquillaje externo, estético, prescindiendo de toda moralidad si
ello convenía a sus gustos e intereses. La Reina Isabel II se declaraba católica
pero practicaba el sexo libremente y se lucraba con la esclavitud.
Las grandes
fortunas, tenían esclavos en Cuba, Puerto Rico y Filipinas, pagaban salarios de
hambre, se dedicaban al robo y asalto organizado (dirigentes del bandolerismo
andaluz), mientras decían profesar el catolicismo. Las nuevas clases emergentes
se declaraban ateos o, al menos, prescindían por completo del catolicismo. Tras
perderse la moral cristiana y no ser reemplazada por ninguna moral liberal,
España había perdido su conciencia moral como colectivo. Los grupos políticos
habían evolucionado a posiciones extremistas y radicales, cuya única
preocupación era defenderse de los ataques del resto de las agrupaciones
políticas.
Esclavos negros en los campos de caña de azúcar en Cuba. |
Imágenes de los trabajos de los esclavos en las plantaciones cubanas de caña de azúcar. |
Castigo a esclavos negros en Puerto Rico. |
Nadie
tenía tiempo ni posibilidades de encarar los verdaderos problemas: dar trabajo
y cultura a tres millones de trabajadores del campo; pagar la enorme deuda del
Estado; encontrar la salida a cerca de un millón de artesanos que debían
emigrar o cambiar de dedicación para dar el paso a la sociedad industrial y
comercial; acabar con el caciquismo, nepotismo, corrupción, bandolerismo,
realidades que impregnaban toda la realidad; acabar con gobernantes, militares
y religiosos inútiles o inmorales. La labor a realizar era descomunal. No se
veía ninguna salida racional al problema “España”.
Caricatura de la revista La Flaca durante la Primera República Española. |
El
intento de solucionar los problemas por la vía “república” evolucionó a
federalismo populista, proyecto en el que no se insistía en lo que unía a los
pueblos federados, sino en lo que les separaba. Y el federalismo dio en cantonalismo,
donde cada núcleo comarcal se creyó con derecho a constituir su propio
Gobierno, aunque no tuviera medios económicos ni personas doctas suficientes
para gestionarlo, situación en la que el “derecho” se convierte en “utopía”. El
absurdo cantonalista sólo puede explicarse como “derecho al pataleo”, como
cansancio de tantas injusticias, promesas nunca cumplidas. Y los excesos
cantonalistas llevaron en algunos casos a plantear el socialismo bakuninista y
en alguno el socialismo marxista. Y al final de la cadena, condujo a una
contrarrevolución que rescató el viejo sistema burgués conservador de antes de
1868, el cual se dedicó a contener la violencia de las masas utilizando la
violencia del Estado, y también olvidó los problemas sociales y económicos que
agobiaban a España como colectivo.
Emilio
Castelar, Presidente de la República desde septiembre de 1873 a enero de 1874,
fue plenamente consciente del problema que venimos exponiendo, del drama
político que se estaba generando, y lo expresó ante las Cortes el 10 de febrero
de 1872, cuando estaba a punto de abdicar Amadeo.
Le contestó Augusto Ulloa
Castañón, Jefe del Partido Conservador, el 11 de febrero, cuando ya había
abdicado Amadeo de Saboya, que los conservadores nunca abdicarían de sus ideas,
sentimientos y conciencia. Como los federales-socialistas tampoco estaban
dispuestos a “abdicar” de las suyas, la República Española, que nacía ese mismo
día, nacía con signo de enfrentamiento y no de cooperación y consenso, por más
que fuera votada por la inmensa mayoría de los diputados.
D. Augusto Ulloa Castañón, Jefe del Partido Conservador. Retrato publicado en La Ilustración Española y Americana en fecha 22 de mayo de 1874. |
Los
conservadores hablaban de “orden social por encima de todo”, y los republicanos
de “orden en libertad” y “paz en democracia”, como decía Nicolás Salmerón.
Inmediatamente, los republicanos se fraccionaron entre “benevolentes” de
Castelar, que sentían la necesidad del consenso social, e “intransigentes” que
ponían la libertad como valor superior al orden y argumentaban que la libertad
generaría un nuevo orden social.
D. Laureano Figuerola Ballester, considerado el padre de la peseta. |
Más
tarde, el pensamiento de Castelar fue admitido por los conservadores, y
Castelar fue admirado, aunque los conservadores como Figuerola no pudieran
comprender que los “benevolentes” colaboraran con el resto de los republicanos.
Argumentaban los conservadores que sin orden y seguridad no se podría abordar ningún
proyecto político, y aseguraban que la “república democrática” iba abocada a
“república demagógica”, lo cual era tan malo como la corrupción y el nepotismo
de tiempos de Isabel II contra lo que se habían revelado todos en 1868.
Pi
y Margall, líder republicano más intransigente que Castelar, se dio cuenta de
que los hechos en la calle iban mucho más allá de sus proyectos en el
Parlamento: en 18 de julio de 1873 presentó ante las Cortes su dimisión como
Presidente de la República porque España se le disgregaba sin que supiera cómo
reaccionar ante ello. Y a partir de julio de 1873, los “benevolentes” y los
“intransigentes” se convirtieron en grupos irreconciliables, ambos con
sus programas sociales y políticos distintos.
El
intransigente y utópico Francisco Casalduero Conte, del Partido Demócrata,
acusó a Castelar de haber acabado con Pi. Creía que la soberanía de las Cortes
no podía delegarse en una persona de forma permanente ni continuada, pues ello
iba en contra de los derechos democráticos del Parlamento. Esto es, no admitía
Presidente de la República ni Jefe de Gobierno que tomaran decisiones por sí
mismos, sino que estos cargos debían estar siempre llevando todas sus
decisiones al Parlamento y convertirse en meros ejecutores de lo que éste
decidiera. Decía que lo importante no era la persona sino los principios
republicanos y esos principios no podían ser otros que los
republicano-socialistas-federales-populistas, fuera de los cuales todo lo que
aconteciera debía ser considerado “desorden social”. Culpaba a los conservadores
de provocar el “desorden social” y afirmaba que tras la implantación del
republicanismo sobrevendría el orden por sí solo, sin necesidad de ejércitos ni
policía o Guardia Civil que lo impusiese. Sólo luchando por el republicanismo
federal se luchaba por el orden social.
La
teoría del señor Casalduero era que Pi debería haber optado por la minoría
“poseedora de la verdad”, la republicano federal, en vez de contentar a la
mayoría conservadora, a la que consideraba inmoral. Sólo los republicanos federales
luchaban, según Casalduero, contra los privilegios y abusos sociales. Los
conservadores no jugaban otro papel que utilizar al ejército, la Guardia Civil
y la Iglesia en orden a conservar sus privilegios de clase. Casalduero era
asambleario, partidario del Gobierno de las Cortes. Ni siquiera creía en la
Constitución, porque la Constitución era una declaración de estabilidad, de
inmovilidad política, y él creía en el cambio revolucionario permanente, para
el cual cualquier Constitución sólo era un impedimento. Por eso mismo, los
Gobiernos no debían tener más misión que ejecutar con la máxima energía las
decisiones que fueran siendo aceptadas por la Cámara de Diputados. Los
Presidentes deberían dejar de pensar por sí mismos y de actuar por sí mismos. Mediante
esta utopía, del Presidente aséptico al servicio del Parlamento, Casalduero
expresaba su posición política, la de los intransigentes.
Como
los demás grupos políticos del Parlamento reaccionaron de forma intransigente a
la intransigencia de los republicano-federales, no quedaron soluciones
pacíficas viables. Por un lado estalló la violencia cantonalista. Por el otro,
se organizó el golpe de 3 de enero de 1874. España estaba en el mismo punto
político que a principios del XIX, igual que en 1808, 1820, 1833, 1840, 1854, y
1868. Y el ejército, llamado una vez más a resolver los problemas de
convivencia política de los españoles, se ratificó en la idea de ser el tutor y
salvador de la patria, con derecho a gestionar la política cotidiana. MacMahon
había tomado las riendas de la política en Francia y los militares españoles lo
venían haciendo durante todo el siglo XIX. Los hechos confirmaban a los
militares como necesarios en la dirección de la política española, idea que no
se abandonará hasta 1976.
Granada 1 de mayo de 2020.
Pedro Galán Galán.
Bibliografía:
Archivo Municipal de Lahiguera: Cuadernillo de actas del año 1874.
Encinas Gómez, Emilio:
http://www.historiadeespananivelmedio.es/19-17-30-golpe-3-enero-1874/
Encinas Gómez, Emilio:
http://www.historiadeespananivelmedio.es/19-17-30-golpe-3-enero-1874/
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