PROLOGO

Se pretende que sea éste un espacio dedicado a entretener y deleitar (... a través de la fotografía fundamentalmente) ... a dar a conocer (...o traer al recuerdo) ciertos monumentos o espacios situados en el término o cercanías de Lahiguera. ...a llamar la atención por el estado de abandono y deterioro de muchos de ellos, ...y si llegara el caso, a remover la conciencia de todos los que somos "herederos" de tales monumentos y espacios, y que con nuestra aportación ayudásemos a la conservación de los mismos.

domingo, 10 de mayo de 2020

LOS 50 APELLIDOS MÁS FRECUENTES EN LAHIGUERA ACTUAL, CON ESTADISTICA EN TANTOS POR MIL: COMO PRIMER APELLIDO, COMO SEGUNDO, E INDISTINTAMENTE EN UNA U OTRA POSICIÓN.


LA FORMACIÓN DE LOS APELLIDOS QUE HOY UTILIZAMOS A TRAVÉS DE LA HISTORIA.
La función de los apellidos a lo largo de la historia, no ha sido otra que la de servir de complemento al nombre de pila que se le ponía al recién nacido, con la idea de evitar confusiones con otros habitantes de su mismo núcleo urbano. En su origen los apodos u otros tipo de denominaciones dadas al nacido cumplían el mismo papel del apellido, y se conocían a las personas con distintivos como: Pedro el hijo de Manolo “El Grillo”, Antonio el hijo de Luís el “zapatero”, Antonio de “Bacalao”, Paquito del “Canillo”, Juan el de Peleas, Julián del maestro palas, Enrique de “Perrene”, Juan Pedro el hijo de “Malavaina”, Juan el de Santa Clara, Patricio el de “Tomequiere”, Miguel el de la “Quina”, Paco del “Peñonero”, estos  eran entre otros mis compañeros de futbol en las “eras del ayuntamiento” etc. Apodos que todavía permanecen en nuestra villa. El uso del apodo o mote era probablemente el rasgo distintivo más usual entre los niños de mi generación, para distinguir a las personas además del propio nombre.
La razón para el uso de los apodos vino de la evidente repetición de los nombres de pila, que hicieron que a un Paco se distinguiera como hijo del “Peñonero”  y al otro como el hijo del “Canillo”. Esto, en el caso de los mayores, fue lo que hizo necesario el uso de un segundo nombre para distinguir a adultos  con el mismo nombre de bautismo, cuando el uso de los apellidos no estaba considerado como costumbre en el habla.
Es curioso observar como los que perduramos de las generaciones mayores de nuestra villa, nos referimos con frecuencia a las personas con el uso del mote o apodo, caso que se da sobre todo en las zonas rurales, donde aún anda arraigada la costumbre de llamar a una persona por medio del apodo, de forma que estos apodos han permanecido en nuestra memoria como heredados. Esta costumbre de los motes o apodos nos ayudará también a entender mejor cómo se llegaron a hacer hereditarios los segundos nombres o apellidos.

Apellido Galán ocupa el cuarto lugar con un 46,04 por cada mil habitantes, como primer apellido de los habitantes actuales de Lahiguera.
La fijación de los apellidos como complemento del nombre del bautismo vino a partir de la Edad Media, con la difusión de la documentación legal  y notarial de las propiedades. Los notarios y escribanos medievales empezaron a tomar la costumbre de hacer constar en los escritos junto al nombre de pila de los interesados el hecho de añadir el nombre de su padre, su apodo, sobrenombre o profesión, título o procedencia de esta persona. El uso comenzó por hacerse con los casos de cargos o eclesiásticos o personajes de la alta sociedad medieval, que en realidad eran los que tenían propiedades, y posteriormente su uso en los documentos notariales o parroquiales se extendió al resto de la población, lo que terminaría reforzando el uso de estos distintivos añadidos a los nombres de pila, lo que acabó por convertirse en lo que hoy es el apellido familiar, que por supuesto se convirtió en hereditario.
El uso del apellido familiar empezó a extenderse a partir de la Edad Media, a partir de los siglos XI y XII, cuando el constante aumento de la población y el empobrecimiento de la onomástica provocaron que los nombres usados en el lugar de residencia no dieran abasto a los nuevos nacidos que habitarían los pueblos, villas o ciudades. Por lo dicho se hizo preciso el uso del segundo nombre, pues también en la Edad Media, como ocurre todavía y en nuestros días, el uso de los nombres de pila o del bautismo respondieron también a modas y a la necesidad de imitar los nombres de las clases sociales más dominantes, de los personajes famosos o de los santos que eran más  venerados, una razón con fuerte arraigo en la Edad Media, con lo cual también se fue reduciendo el abanico de nombres a elegir o escoger para el recién nacido.
El apellido Pérez es el más frecuente actualmente en Lahiguera con un 83,92 por cada mil habitantes.
Nuestros apellidos actuales provienen de muchos siglos atrás, incluso antes de la creación de los registros parroquiales a partir del Concilio de Trento. El Concilio de Trento (1545-1563) implantó definitivamente los decretos de los tres concilios lateranenses y determinó la prohibición de admitir en el seno de la Iglesia a hombres casados. Todo ello indica que, los linajes alusivos a cargos eclesiásticos debieron de originarse a partir de los apodos referentes a hijos ilegítimos de los sacerdotes. Los cargos eclesiásticos como abad, obispo, capellán o sacristán, habían dado origen a abundantes apellidos en siglos anteriores al Concilio de Trento, lo cual hoy puede resultarnos sorprendente si suponemos a los hombres de la Iglesia como personas célibes.
Libro de Bautismos de la Iglesia Parroquial Ntra. Señora de la Asunción de Jodar.
Hoy en día no se comprende la razón de la existencia de apellidos hereditarios en un estamento social que, supuestamente, no podían tener descendencia por ser célibes. Los motivos para que se diera lugar a la formación de los  apellidos referidos, pueden ser varios, que en su mayor parte estos linajes se formaron a partir de apodos relativos a muy diversas circunstancias, como personas muy beatas, solitarias o castas, o que habían abandonado el hábito religioso, o lo habían vestido en cumplimiento de alguna promesa o voto, o habían sido monaguillos, o servían en un monasterio, sin  haber llegado a profesar, o vivían en las cercanías de un convento o iglesia. También debió de ser costumbre de estos siglos el hecho de aplicar estos apodos a los familiares de eclesiásticos. Aunque tampoco podemos descartar que tales linajes descendieran por línea consanguínea de la persona que ostentaba tal o cual cargo de los referidos antes.
El apellido Barragán es eL segundo más frecuente con un 60,61 por cada mil habitantes, como primer apellido en Lahiguera. (Sentimos no disponer de imagen con el texto más legible, al igual que ha ocurrido en otros casos siguientes)
No olvidemos que si bien la Iglesia católica defendía el compromiso del celibato de sus ministros, muchos de ellos ya estaban casados cuando tomaban el hábito y así seguían, y otros en su soltería, llevaban una vida sexual activa, con lo que muchos de ellos tenían hijos naturales, y no por ello eran expulsados de la Iglesia. Esta situación cambió en el año 1123, fecha del Primer Concilio de Letrán, en el cual el Papa Calisto II condenaba la vida en pareja de los sacerdotes y obligaba a los mismos al celibato. Esta norma nacida en el Primer Concilio de Letrán tuvo poca eficacia en su cumplimiento, por lo que unos años después, en 1139 el Papa Inocencio II se vio obligado a insistir en el Segundo Concilio Lateranense, haciendo lo propio el Papa Alejandro III en el Tercer Concilio de Letrán, donde finalmente esta norma conciliar de varios concilios anteriores pasó a formar parte del Código de Derecho Canónigo.
Por aquel entonces existió la llamada renta de putas, consistente en la cantidad que los clérigos debían abonar al obispo, cada vez que los eclesiásticos incumplían el voto de celibato, una costumbre que se mantuvo hasta el año 1435, fecha en la que finalizó el Concilio de Basilea, en el que se decretó la pérdida de los ingresos eclesiásticos a todo clérigo que no abandonase a su concubina.
El Concilio de Trento (1545-1563), tan importante para la Iglesia, implantó definitivamente los decretos de los tres concilios lateranenses y determinó la prohibición de admitir en el seno de la Iglesia a hombres casados. Todo ello nos indica, con claridad que los linajes alusivos a cargos eclesiásticos debieron de originarse a partir de los apodos referentes a hijos ilegítimos de sacerdotes.


El apellido Mercado es el tercero más frecuente en Lahiguera como primer apellido, con un 48,37 por cada mil habitantes.


Debido a la escasez de datos históricos sobre los pueblos que vivieron en España durante la época prerromana, no podemos conocer con exactitud cuál fue el sistema onomástico de los iberos, celtas y demás culturas que poblaron la península ibérica. Se suele pensar que, como en el caso de la mayoría de las civilizaciones antiguas, cada individuo tenía un solo nombre, al que se le añadía el distintivo “hijo de…” o algún apodo. No obstante, es muy probable que durante la colonización romana, y siguiendo el modelo onomástico latino, los indígenas, al menos los que eran pertenecientes a la nobleza, ya adoptaran nombres latinos, aunque posiblemente conservaran como cognomen o nomen gentilicium el nombre hispánico; pero la gentes del pueblo llano, a pesar de su paulatina romanización, conservó sin duda en muchos casos sus nombres iberos o celtas tradicionales. Solamente así podemos explicar que hubiesen sobrevivido hasta hoy algunos nombres prerromanos como los apellidos Pacheco, García, Velasco y otros.
Publio Cornelio Escipión Africano.

Los romanos de las clases sociales elevadas, poseían un sistema onomástico bastante complejo, llegando a usar hasta cuatro nombres para cada individuo: el praenomen, que era equivalente a nuestro nombre de bautismo; el nomen genticilium, nombre de la gens o familia a la que pertenecía; el cognomen, que podríamos considerar como el equivalente a nuestro apellido y, por último, a veces se añadía el agnomen, que era como un apodo o mote alusivo a una circunstancia personal de su vida como individuo. Así por ejemplo en el caso de Publio Cornelio Escipión, el Africano, tenemos el siguiente desglose de su nombre completo: Praenomen: Publius; Nomen gentilicium : Cornelius; Cognomen: Scipio; y Agnomen : Africanus.

Con la Romanización de Hispania, este sistema onomástico no tardó en propagarse entre los indígenas, que en muchos casos adoptaron nombres romanos, aunque en la práctica onomástica romana de los tres o cuatro nombres, solamente se usaba entre la aristocracia, pues en la misma Roma  los plebeyos sólo ostentaban un nombre de nacimiento o un apodo.
El apellido Cortés es el quinto más frecuente en Lahiguera como primer apellido con un 44,87 por cada mil habitantes. El cuarto es el apellido Galán, con un 46,04 por cada mil habitantes, tal como hemos dicho anteriormente.

Con el crecimiento de las poblaciones y el cultivo de la tierra, los rituales para conjurar la lluvia y el sol se sofisticaron y nuevos dioses protectores entraron en la escena de la vida de los hombres. La práctica de entonces consistía en confiar el destino de los niños a un dios o espíritu guardián desde su alumbramiento. Por supuesto que muchos padres desearon que sus hijos gozaran de la protección del dios de la guerra en los futuros combates. Los antiguos latinos le llamaban Mars o Marte, así que al neonato se le imponía el nombre de Martinus. Los descendientes de estos guerreros formaron civilizaciones cada vez más complejas y numerosas. Las confusiones entre sujetos del mismo nombre no eran pocas, y pronto surgieron nuevos sistemas para identificar a las personas.
Estatua que representa a Marte, Dios de la Guerra.

Roma concibió un intrincado sistema de leyes que favoreció la figura del padre: “la patria postestas”. Así el jefe de familia, mientras viviera, ejercía control absoluto sobre su familia, y la misma prerrogativa se extendió al uso de los nombres en su linaje.

Volvamos al caso de Martinus.  De acuerdo a la nueva tradición, su familia pasaría a llamarse como su nomen y todos sus hijos, nietos y demás descendientes serían bautizados en segundo lugar como Martinius (Martinus + ius que viene de filius, el hijo de Martinus). Este fue el primer uso de los apellidos. El origen etimológico se encuentra en el verbo latíno appellare, es decir, recurrir a su fundador. Martinus procrearía muchos hijos, y el júbilo lo llevaría a ingeniar nuevas formas de nominación. Cuando recibió en sus brazos al que era el más joven de sus vástagos perpetuó el hecho imponiéndole el praenomen de Octavus, o sea el octavo en orden de nacimiento. El cognomen vendría a completar el “tria nomina” (el sistema de tres nombres romano). La cabellera rubia de Octavus facilitaría completar la tercera parte con el mote o apodo de Flavus (amarillo). Así a este joven ciudadano romano se le conocería como Octavus Martinius Flavus.



El apellido Fernández es el sexto en frecuencia entre los habitantes de Lahiguera actualmente, con un 42,54 por cada mil habitantes de la villa.

Con la caída del imperio y la imposición de las costumbres atávicas de los bárbaros se abandonó el sistema tripartito y se favoreció el uso de un solo nombre. Una vez más la guerra jugó un rol fundamental en la vida de pueblos como los visigodos, y un nombre como Gundisalvo fue común entre ellos (“El que rescata en la batalla” de Gund, batalla, y salvo, rescatar).
Alrededor del siglo IX d.C. el número de soldados había crecido considerablemente. No sólo era difícil determinar en un listado de nombres iguales las obligaciones de cada cual, sino que algunos de los reclutados ya gozaban de derechos hereditarios por las proezas extraordinarias de sus padres o simplemente se enorgullecían de su reputación. Esto motivo que se readoptara la presentación del onomástico seguido de la filiación: Martinus filius Gundisalvus (Martinus hijo de Gundisalvus, nótese la latinización de Gundisalvo). Paulatinamente la extensión se fue acotando a Martinus Gundisalviz, con el “iz” para prescindir del “filius”, hasta llegar después a Martín González (Martín hijo de Gonzalo).
Por los motivos expuestos, el empleo del patronímico (de páter=padre y onoma=nombre) se limitó inicialmente a las clases bélicas pero, como toda costumbre, terminó por extenderse al vulgo, o pueblo sencillo. La estimación y el legado de los antepasados sumó a la tradición la de llamar al primogénito de cada matrimonio como el abuelo paterno y al segundogénito como el abuelo materno.
Los apellidos compuestos se originaron a partir del reparto de tierra por las reconquistas cristianas en la península ibérica. Fue el caso de Ruy Núñez (Ruy, hijo de Nuño) que adoptó el nombre de Ruy Núñez de Guzmán por la fortaleza, así llamada, que le había otorgado el rey a su familia por su participación en la lucha contra los enemigos sarracenos.
García es el séptimo primer apellido más frecuente en Lahiguera, con un 36,71 por cada mil habitantes.
En los reinos de Navarra, León y Castilla, empezó a ser costumbre añadir al nombre del hijo el del padre con el sufijo “-ez”, que venía a significar que era “hijo de”, por ejemplo Pedro Sánchez quería decir “Pedro hijo de Sancho”. Una costumbre que en principio adoptaron las familias de la alta sociedad de estos reinos, pero que después se hizo extensiva entre los estratos sociales más bajos o populares, como confirma que el hecho de que los apellidos terminados en “ez” sean  en la actualidad los más populares en España, y concretamente en Andalucía como consecuencia de la repoblación de terrenos ganados a los musulmanes en la Reconquista. Aunque no todo el mundo usó este patronímico, pues otros usaron simplemente el nombre del padre en su forma regular, como se comprueba en apellidos con nombres como Nicolás, Manuel o Bernabé, anteponiendo a veces la preposición “de” para así marcar la filiación y también distinguir el nombre de pila del nombre patronímico. También hubo otras maneras de formar el segundo nombre o apellido, como fue la de añadir el lugar de origen o residencia del individuo, su oficio o cargo que desempeñaba, o un apodo, como después veremos.
Escribano medieval en su escritorio.
Es bastante significativo descubrir la procedencia de quienes en su tiempo repoblaron  las zonas conquistadas a los árabes a partir de la toponimia de los apellidos. En nuestra villa, por ejemplo son bastante frecuentes los apellidos con origen en la antigua Castilla la Vieja, con descendientes de los repobladores venidos de Segovia, y otras poblaciones castellano-leonesas del norte de España, apellidos que también son comunes en Andalucía y en Castilla la Mancha o Madrid. Esto es fácilmente comprobable viendo el origen de los apellidos más frecuentes de nuestra villa. Lo que demuestra que a los nuevos colonos repobladores, cuando tomaban posesión de las tierras dejadas por los árabes, el escribano los matriculaba utilizando como apellidos los nombres de las poblaciones de origen de donde los repobladores procedían. Así un amplio porcentaje, que podríamos considerar como muy alto, de los apellidos actualmente existentes en España, proceden de nombres de poblaciones, lo cual implica una intensa actividad migratoria en los tiempos medievales en los que precisamente se consolidaban los apellidos que muchos portamos. 
Martínez es el octavo apellido más frecuente en Lahiguera como primer apellido, con un 31,47 por cada mil habitantes en nuestra villa.
Por moda y practicidad, nuevamente el pueblo siguió los hábitos de las élites y de las clases combatientes. Así para distinguir a Juan Sánchez, de Juan Sánchez y de Juan Sánchez. Al primero que vivía a un lado del río, le pusieron Juan Sánchez del Río; al segundo que era de tez oscura le denominaron Juan Sánchez Moreno, y al tercero que trabajaba los metales le nombraron Juan Sánchez Herrero. Se aprecia como los accidentes geográficos del terreno donde se vivía (Río, Arroyo, Peña), las características físicas (Moreno, Crespo, Delgado, Rubio, etc.) o el oficio (Herrero, Hortelano, Zapatero) determinaban la caprichosa transformación de los apellidos.

Pero si Juan Sánchez Moreno emigraba de la villa de Segovia  a la de Jaén, que era lugar más poblado, y se encontraba con otro Juan Sánchez también Moreno. El extranjero se veía obligado a cambiar su nombre de nuevo, por el de Juan Sánchez de Segovia, con tal de diferenciarse del habitante local, que disponía del mismo nombre con anterioridad en la localidad repoblada o nueva. La novedosa variedad de apellidos relegó a los patronímicos hasta que se suprimieron en la mayoría de los compuestos. 

Una situación similar a la anterior fue la de los conquistadores españoles llegados a América. Si en las filas de soldados existían dos Martín Pérez, uno podría optar por distinguirse con su ciudad natal y el otro con su gentilicio: Martín de Sevilla y Martín Navarro (de Navarra) respectivamente. A los indígenas de los virreinatos se les despojó de su nombre originario para llevar unos cristianos. En muchos casos el apellido podían tomarlo de sus nuevos encomenderos europeos (señores o “protectores” de ellos), pero lo más frecuente fue que se les designara un patronímico común, el onomástico de otro santo o un símbolo religioso: San Juan, Santa María, de la Cruz. De vuelta en el viejo continente, lo mismo ocurrió con judíos y musulmanes que para demostrar que su exigida conversión a la fe católica era completa, con lo que adoptaban apellidos de alusión cristiana en su identidad.

Cubillas es el noveno apellido más frecuente como primer apellido en Lahiguera actualmente, con un 27,39 por cada mil habitantes.

Según importantes estudios los apellidos comenzaron a usarse en España en el siglo X y estaban bien establecidos y afianzados en el siglo XII (Kremer 2003), principalmente como nombres que cambiaron con cada generación, aunque gradualmente se convirtieron en apellidos heredados entre los siglos XIII y XV (Faure et al., 2001). Los apellidos se introdujeron como consecuencia de la reducción en el número de nombres en la Edad Media y la necesidad de identificar a las personas en los documentos legales. Por ejemplo, en el siglo X un estudio encontró 1.3 personas por nombre, mientras que un siglo después los mismos autores encontraron 3 personas por nombre (Moll, 1982). Esto parecía deberse a la influencia de la religión, ya que la mayoría de los nombres se redujeron a los santos más populares.

Parece que fue entre los siglos XIII, XIV y  XV, cuando empezó a extenderse el segundo nombre de las personas en todos los estratos sociales, así se hizo la costumbre de hacer hereditario el segundo nombre, o lo que hoy llamamos apellido. No cabe poner en duda de que una familia propietaria o arrendataria de unas tierras, por pequeñas que éstas fueran, tenía el máximo interés de hacer constar un nombre hereditario como nombre de la familia ligado a la posesión de la tierra y su sucesión en la documentación legal y notarial. 
El escribano presenta así la firma otorgante, a quien doy fe que conozco y lo firmo.

El rasgo gremial de las profesiones en la Edad Media como heredadas de los padres, hacía que estas profesiones fueran gremiales, sobre todo en las poderosas asociaciones gremiales, con lo que los  trabajos del gremio de los padres pasaba a los hijos. De esta manera era fácil que en los documentos notariales, comerciales o parroquiales, el oficio del profesional que dase adherido al nombre; así un Pedro que fuese zapatero de profesión, le transmitía a su descendencia la profesión , terminando con  ello por convertirse el nombre de la profesión  en apellido hereditario, y si las personas del pueblo heredaban las profesiones, los nobles heredaban los títulos, y un Santiago hidalgo o un Andrés caballero, tendrían que trasmitirles a su descendencia esos mismos títulos que ellos habían poseído y por tanto terminarían apellidándose Hidalgo o Caballero.
El apellido Zafra es el décimo más frecuente como primer apellido en Lahiguera, con un 26,81 por cada mil habitantes.

No debemos de olvidar de paso que en la Edad Media la adopción de los nombres y apellidos eran unos actos completamente voluntarios, es decir a gusto del consumidor, de modo que puede llegar a sorprendernos que en la documentación medieval encontremos a cristianos  que llevaban como segundos nombres o apellidos nombres musulmanes o judíos y viceversa, y que incluso los sacerdotes cristianos podían ostentar apellidos islámicos, sin que esto supusiera ningún problema para su puesto religioso. Con este ejemplo último podemos comprobar el grado sumo que había entre los medievales de la libertad casi absoluta en la adopción de su  apellido, pudiéndose elegir como su apellido el que llevaran sus ascendientes, los que más les gustaban por parecerles más bonitos o respetables, por motivos de afecto hacia tal o cual persona, aunque no fuese de su rama familiar, y si lo fuese se podía coger el apellido de un familiar retirado y no en de su padre o su madre.  Esto da como evidencia el que el uso del apellido no estuvo sujeto a ninguna regla precisa, durante estos siglos medievales, con lo que se dio lugar a que un apellido tuviera todas las variantes  de formas y grafías, como consecuencia del gusto o la fantasía de las personas, del criterio ortográfico que adoptaron, del uso o entender de cada notario y escribano, del uso lingüístico y acento de cada localidad, etc.

El apellido Calero es el undécimo apellido más frecuente como primer apellido en Lahiguera actualmente, con un 24,48 por cada mil habitantes.

En el siglo XV ya se hallaban más o menos consolidados los apellidos hereditarios, ello en parte debido a la iniciativa del Cardenal Cisneros al ordenar la obligatoriedad de hacer constar en los libros parroquiales los nacimientos y las defunciones, aunque en las zonas rurales y entre la gente más humilde la norma actual del apellido paterno  hereditario no se llegó a fijar hasta el siglo XIX, en el que la burocracia estatal comienza a hacer obligatorias las leyes onomásticas, tras la creación del Registro Civil en 1870, en el que se reglamenta el uso y carácter hereditario del apellido paterno y donde queda fijada la grafía o forma de escribir cada apellido, salvo errores de los funcionarios en las inscripciones.

El desorden en el uso de los apellidos, que imperó por centurias, encontró su correcta regulación en las disposiciones derivadas del Concilio de Trento (1545-1563). Por bula papal, los apellidos habrían de transmitirse tal cual de padres a hijos, y los datos de esos ascendientes consignarse debidamente en los libros de partidas bautismales, matrimoniales y defunciones. 
Anotación del Bautismo de D. Diego de Silva y Velázquez en la Parroquia de San Pedro y San Juan de Sevilla.     

Las medidas demoraron en afincarse pues aún entre miembros de la misma familia continuó utilizándose distinto apellido. Podía darse el caso que entre varios hermanos, uno tomara el apellido del padre, otro de la madre, de un tío o de su abuelo o abuela, era a libre elección, según gusto o conveniencia. Era costumbre también frecuente que las mujeres llevaran por apellido el de las abuelas. 
Durante los cinco siglos  que discurren entre el siglo X y el siglo XV, la Península Ibérica fue colonizada por varios grupos de población e idiomas, agrupados en cinco reinos más o menos permanentes; cuatro de ellos cristianos y de expansión sur: Galicia Portugal, Castilla y León, País Vasco-Navarra y Aragón-Cataluña, y uno musulmán: Al-Ándalus. Estos grupos hablaban al menos nueve idiomas diferentes (ocho lenguas romances más árabe), y aunque solo el castellano (español), catalán, gallego, portugués y vasco sobreviven hoy; todos han dejado huellas en los apellidos encontrados en la península ibérica. A estos podemos agregar apellidos de idiomas no romances, ibéricos y germánicos, previamente hablados en la península, apellidos judíos y apellidos traídos de los idiomas nativos de antiguas colonias en América Latina y Filipinas, por ejemplo: Moctezuma (Tibón, 2001).
El duodécimo apellido más frecuente en Lahiguera como primer apellido es el apellido Montoro, con un 22,14 por cada mil habitantes.
Con la creciente expansión de Castilla desde los siglos XIV y XV, y la unificación política desde principios del siglo XVI de todo el territorio de lo que ahora constituye territorialmente España, la lengua castellana, actualmente también conocida como español, se impuso a todos los demás reinos. Por lo tanto, la castellanización de los nombres personales durante varios siglos dificultó la atribución de todos los apellidos a su idioma y sus formas originales (Kremer, 2003). La castellanización se combinó con la cristianización, impuesta por la Inquisición española desde el siglo XVI, que obligó a muchas personas a cambiar sus apellidos árabes, judíos o de “sonido extranjero” por uno castellano convencional para evitar la persecución. Algunos de los nuevos apellidos castellanos fueron adoptados con tanta frecuencia por los conversos religiosos que han sido identificados como típicos “apellidos de los convertidos.
La historia ha dejado también un sedimento cultural rico y diverso, presente en los nombres de lugares y nombres personales de hoy en los 21 países de habla hispana.
La costumbre española de usar dos apellidos (apellidos del padre y de la madre, parece haber comenzado alrededor del siglo XVI. Según Faure (2001), esto se debió a que el uso de dos apellidos estaba asociado con familias aristocráticas, y por lo tanto se puso muy de moda entre las clases populares o los próximos burgueses. En el siglo XVI, aquellos con un título nobiliario o sus descendientes no tenían que pagar impuestos, y muchas personas intentaron afirmar que tenían antepasados aristocráticos, para librarse de ellos. Había un grupo de “nobles” que no disfrutaban de posesiones  y era muy numeroso en el siglo XVII, sobre todo en el norte de España, y eran  conocidos como “hidalgos”. Todos se registraron por razones de excepción tributaria en el Padrón de Hidalguía. Por lo tanto, a medida que España entró en declive económico en el siglo XVII, se consideró de la máxima importancia mantener los apellidos paternos y maternos para poder identificar a las personas que podrían tener algún tipo de “derechos nobiliarios” o simplemente para distinguirse de los apellidos más comunes, como una clase social más elevada. 
El puesto décimo tercero en frecuencia como primer apellido en Lahiguera actualmente lo ocupa el apellido Berdonces, con un 20,98 por cada mil habitantes.
Finalmente, en el siglo XIX, esta costumbre se institucionalizó a través de una Ley de Registro Civil en el año 1870, que obligaba a registrar los nacimientos y utilizar siempre dos apellidos hereditarios, el apellido del padre y el de la madre. La ley también prohibió cualquier cambio en la ortografía del apellido (Kremer, 2003). Esto aseguró que la paternidad y la maternidad de un hijo siempre estuvieran claras, así como identificar a los hermanos y hermanas del mismo matrimonio. Esto tuvo implicaciones importantes en asuntos legales, por ejemplo en disputas hereditarias. Este fue también el momento en que se dieron los apellidos españoles a toda la población de Filipinas, luego una colonia española, junto con Cuba y Puerto Rico, antes de la guerra de 1898 con los Estados Unidos. Hoy en día, la mayoría de las personas en Filipinas llevan nombres en español, aunque solo 3.000 personas hablan español en un país de 89 millones de personas.

La Ley de 1870 detuvo el proceso de castellanización de apellidos, pero el de los nombres continuó, y se reforzó especialmente durante la dictadura franquista, cuando el castellano era el único idioma oficial. La restauración de la democracia en 1975 ha devuelto a los registros oficiales el nombre gallego, catalán y vasco que muchos ciudadanos recibieron al nacer. La dictadura de 40 años también tuvo un alto impacto en los apellidos que emigraron a América Latina desde España a medida que las personas emigraron para escapar de la persecución. Una gran proporción de apellidos distintos en catalán y vasco se produce entre estos emigrantes.

Finalmente, el regreso a la democracia y la expansión económica en los últimos 20 años ha visto a España pasar de ser un país emigrante neto en los años 60 y 70 a ser ahora el país con la tasa más alta de inmigración en Europa (en 2005 la población creció un 2,1%, debido a la inmigración, y en el período 2001-2006 un 9%) (Instituto Nacional de Estadística, 2006). Este proceso ha traído apellidos de todo el mundo a la Península Ibérica, especialmente a las principales ciudades y la costa mediterránea y las islas. 

Morales es el apellido que como primer apellido ocupa el décimo cuarto lugar en frecuencia entre los pobladores actuales de Lahiguera, con un 20,40 por cada mil habitantes.

Lo más llamativo de la nueva situación del país es el aumento de apellidos españoles raros inscritos en muchos registros de población de las diferentes ciudades españolas (Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid, 2006), algunos de los cuales se extinguieron anteriormente en la península (por ejemplo, Simbaña, Armijos). Estos son apellidos traídos de países latinoamericanos tras un viaje de regreso después de 500 años de haber sido colonizados, después de haber sido preservados y difundidos todos estos apellidos a través del Atlántico, cerrando así un curioso ciclo de migración y mezcla de la población mundial. Este es un viaje fascinante que apenas comenzamos a descubrir hoy analizando las frecuencias de los apellidos.

Para todos los visitantes no nacionales, los apellidos españoles parecen bastante complicados, ya que la mayoría de los españoles, y las personas de países de habla hispana, tienen dos apellidos, algo inexistente en sus países de origen. El equivalente más cercano de esta realidad genealógica se da en el mundo anglófono con los nombres con guión como Smith-Jones.

Cuando nace un niño español, generalmente hereda como primer apellido el primer apellido de su padre, y como segundo apellido el primer apellido de su madre.
Catalán es el décimo quinto apellido más frecuente entre los higuereños usado como primer apellido, con un 18,65 por cada mil habitantes.

Por ejemplo, utilizando personas de mí propio árbol genealógico de la rama familiar de los Galán, con origen en la población de Mengibar, Pedro Galán casó con Ana Gasnio, también natural de Mengibar y tuvieron un hijo (entre los posibles que desconocemos) al que llamaron Pedro Galán Gasnio. Por parte de la que fue su esposa María Dolores Jordán Asmunia, su origen familiar provenía  de la ciudad de Andújar, siendo sus padres Juan Jordán y María Asmunia, también naturales de Andújar. De Matrimonio de Pedro Galán Gasnio y María Dolores Jordán Asmunia nacio Pedro Galán Jordán. Como comprobamos en primer lugar se citaban los nombres de los padres y después los datos del nuevo nacido con su nombre, primer apellido del padre, y primer apellido de la madre que pasaba a ser el segundo apellido del nacido y bautizado en los registros de bautismos desde el Concilio de Trento y así continuó hasta 1870 que se creó el Registro Civil de los nacidos y fallecidos en España.

En 1816 fue bautizada Isabel Antonia Galán Jordán en fecha 25 de febrero, igualmente hija de Pedro Galán Gasnio y María Dolores Jordán Asmunia. Como vemos en este segundo caso de la hija se sigue el mismo patrón que en el caso de su hermano Pedro Galán Gasnio, es decir, se vuelven a citar los nombres de los padres, comenzando por los datos del padre en el patrón: Nombre - Primer apellido - Segundo apellido, es: Pedro Galán Gasnio, y a continuación el nombre de su esposa usando el mismo patrón Nombre - Primer apellido - Segundo apellido que es: María Dolores Galán Jordán. Su hija  Isabel Antonia Galán Jordán (25 de febrero de 1816), casó con Francisco Barragán Ramírez, bautizado en fecha 17 de junio de 1810, que tuvieron a Pedro Alejandro Barragán Galán que fue bautizado en fecha 27 de marzo de 1845.
El apellido Gavilán es el décimo sexto apellido más frecuente usado como primer apellido en Lahiguera, con un 18,65 por cada mil habitantes.

Como hemos comprobado con estos ejemplos, todos los descendientes tienen los mismos apellidos, pero la madre y el padre tienen apellidos diferentes entre sí y los de sus hijos. Para las parejas casadas, la tradición es no cambiar ningún apellido, por lo que el novio y la novia mantienen su nombre de nacimiento con sus tres componentes. Cada niño heredará el primer apellido del padre y el primer apellido de la madre, generalmente en ese orden, aunque ahora desde hace unos años se puede cambiar el orden de los apellidos.

Los apellidos españoles se heredan por línea paterna, o sea patrilinealmente, al igual que los anglosajones, pero se necesitan dos generaciones para perder los apellidos en el linaje matrilineal, en lugar de uno solo en el sistema anglosajón. La ventaja del sistema español es que se puede rastrear a una persona con sus dos padres, lo que sin lugar a duda ayuda mucho a los investigadores. (Rodríguez-Larralde et al, 2003)
Para fines prácticos, la mayoría de las personas en los países de habla hispana solo usan su nombre y apellido, por ejemplo: Pablo Mateos, y solo usan el nombre completo en documentos oficiales o situaciones formales. Por lo tanto, el segundo apellido se usa para evitar posibles confusiones cuando el propósito de identificar de manera única a una persona es importante, por ejemplo, Pablo Mateos Rodríguez.
El apellido Pancorbo ocupa el décimo séptimo lugar el Lahiguera de entre los utilizados como primer apellido, con un 18,07 por cada mil habitantes.
La característica más destacada de los apellidos españoles es la presencia de la terminación “-ez”, que domina la mayoría de los apellidos, con 14 de los 20 apellidos más frecuentes que terminan en “-ez” o sus derivados. Este final es la forma patronímica en castellano antiguo, y se adjuntó al nombre del padre (por ejemplo, Fernández era el hijo de Fernando). Una variación de este final en gallego y portugués es “sí”, lo que comúnmente sirve para distinguir el origen de los nombres entre idiomas. Sin embargo, las corrupciones de nombres entre las terminaciones “-ez” y “-es”, en ambas direcciones, son frecuentes en América Latina de habla hispana y aún más en los Estados Unidos (por ejemplo, Hernandes en lugar de Hernández, o Valdez o Cortez en lugar de Valdés o Cortés) ya que las letras “s” y “z” se pronuncian exactamente igual en América Latina y el sur de España. Los apellidos hispanos de esta forma en los EE. UU., Además de una minoría de origen portugués, son formas de anglicismos de la terminación “-ez” en “-es”.
García es el más popular apellido de lejos, el 6,8% de la población lo usa como apellido primero o apellido segundo. Su origen etimológico proviene del patronímico García, que no se ha utilizado como nombre desde el siglo XVI, pero debe haber sido un nombre muy popular en España durante la Edad Media (Faure et al, 2001)
Sabalete es el décimo octavo apellido utilizado con más frecuencia como primer apellido en Lahiguera, con un 15,15 por cada mil habitantes.
Esta excepción también se ha encontrado en estudios comparativos de Scapoli et al (2007) que compararon la frecuencia de apellidos distribuciones de 8 principales países europeos: Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, España y Suiza.

Estos autores encontraron que los 8 “apellidos europeos” más populares son todos españoles, y hay 39 apellidos españoles en los 100 apellidos principales de los países estudiados, cuando su población solo representa el 13% del estudio. Este hecho puede atribuirse a tres causas principales. El primero es el patrón de repoblación cristiana de España desde principios de la Edad Media, desde comunidades cristianas relativamente pequeñas en el norte hasta una expansión territorial que se pensó en la Península Ibérica y en América, expandiendo así un pequeño grupo original de apellidos locales. El segundo es la presión de la Inquisición española que obligó a los conversos musulmanes y judíos a adoptar apellidos castellanos populares (Faure et al, 2001), así como la mencionada castellanización de otros apellidos. El tercero es un fenómeno de “deriva del apellido” (propagación de los mismos apellidos populares locales) que no ha sido contrarrestado por una migración interna suficiente y, por lo tanto, un síntoma de endogamia por apellido en muchas áreas (es decir, una alta frecuencia de matrimonios entre mismos apellidos, también conocidos como isonimia) (Scapoli et al, 2007).
El apellido Carmona utilizado como primer apellido ocupa el décimo noveno puesto de entre los habitantes actuales de Lahiguera, con un 13,99 por cada mil habitantes.



De unos cuatrocientos años a la fecha, diríamos que ha habido un uso constante de los nombres de familia, exceptuando el caso de niños expósitos (abandonados y antes apellidados con ese término), adopciones, castellanizaciones y otras circunstancias puntuales.

Por último, desde hace tan solo unos años, se ha flexibilizado la norma para que en algunos lugares se utilice en primer lugar el apelativo materno y la asimilación de sistemas de nomenclatura extranjera por la amplia globalización, en que el mundo actual se rige.

Por tanto, el invento no es nuevo, así pues, en este artículo nos dedicaremos a ver los 50 apellidos más frecuentes en Lahiguera en tres posiciones o casos: Las de aquellos que llevan ese apellido en primer lugar, los que lo llevan en segundo lugar, y el sumativo de los que lo llevan indistintamente como primer apellido o como segundo apellido. Después dedicaremos la parte final del artículo a conocer las distintas circunstancias que marcaron los orígenes de los apellidos.

Para ello se sigue el trabajo del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, estableciendo un número de orden de mayor a menos en tanto por mil, en los tres casos de las posiciones ya referidas.
El apellido Marmol es el apellido que con un 13,99 por mil habitantes ocupa el puesto número vigésimo en frecuencia como primer apellido en Lahiguera.

LOS 50 APELLIDOS MÁS FRECUENTES DE LAHIGUERA COMO PRIMER APELLIDO (Consultado en  el Instituto de Estadística y Cartografía de la Junta de Andalucía en fecha 20/04/2020

Nº de orden. Primer apellido (Personas que lo llevan como primer Apellido) y ‰ ("‰"=Tanto por mil calculado sobre el total de la población.)

1        PÉREZ                        83,92
2       BARRAGÁN              60,61
3       MERCADO                48,37
4       GALÁN                       46,04
5       CORTÉS                     44,87
6       FERNÁNDEZ           42,54
7       GARCÍA                      36,71
8       MARTÍNEZ               31,47
9       CUBILLAS                 27,39
10     ZAFRA                        26,81
11      CALERO                     24,48
12     MONTORO                22,14
13     BERDONCES            20,98
14     MORALES                 20,40
15     CATALÁN                   18,65
16     GAVILÁN                   18,65
17     PANCORBO               18,07
18     SABALETE                 15,15
19     CARMONA                 13,99
20    MARMOL                   13,99
21     LÓPEZ                         13,40
22    ALCÁNTARA             12,24
23    BAREAS                      12,24
24    AGUDO                       12,24
25    HERMOSILLA          10,49
26    FUNES                          8,74
27    CORTIJOS                   8,74
28   GARRIDO                     8,74
29   RAMOS                          8,74
30   LARA                              8,16
31    JIMÉNEZ                      8,16
32    RUANO                         7,58
33    MENA                            7,58
34    MOLINA                       6,99
35    MORENO                     6,41
36    CONTRERAS              5,83
37    ANGUITA                     5,83
38    BALLESTEROS         5,83
39    MUÑOZ                        5,83
40   BENEDICTO                5,24
41    GIL                                  5,24
42    GUTIÉRREZ               5,24
43    ANGOSTO                    5,24
44    CANTERO                    4,66
45    HERNÁNDEZ             4,66
46    GONZÁLEZ                 4,66
47    RAMÍREZ                    4,66
48   FUENTES                     4,08
49    CORDONES                3,50
50    VALLEJO                     3,50
El apellido Lopéz ocupa el vigésimo primer lugar com primer apellido más frecuente en Lahiguera con un 13,40 por cada mil habitantes.
LOS 50 APELLIDOS MÁS FRECUENTES DE LAHIGUERA COMO SEGUNDO APELLIDO. (Consultado en  el Instituto de Estadística y Cartografía de la Junta de Andalucía en fecha 20/04/2020
Nº de orden. Segundo apellido (Personas que lo llevan) y ‰ ("‰"=Tanto por mil calculado sobre el total de la población.)
1        PÉREZ                         74,59
2       BARRAGÁN               60,61
3       MARTÍNEZ                 43,12
4       FERNÁNDEZ             42,54
5       CORTÉS                       41,96
6       GARCÍA                       38,46
7       GALÁN                         37,88
8       MERCADO                 34,38
9       ZAFRA                          23,31
10     MORALES                   22,73
11      CALERO                      22,73
12     GAVILÁN                    20,40
13     CUBILLAS                   19,81
14     MONTORO                  18,65
15     AGUDO                         18,07
16     LÓPEZ                          17,48
17     GARRIDO                    17,48
18     SABALETE                  15,73
19     BERDONCES              15,15
20    JIMÉNE                        15,15
21     MOLINA                       14,57
22     PANCORBO                13,99
23     RUANO                         13,40
24     CATALÁN                    12,82
25     MORENO                     12,82
26     MENA                           11,66
27     BAREAS                       10,49
28    CORTIJOS                      9,32
29    FUENTES                        8,16
30    ALCÁNTARA                 8,16
31     RAMOS                           8,16
32    SÁNCHEZ                       7,58
33    BERMEJO                      6,99
34    MARMOL                       6,99
35    FUNES                             6,41
36    UCEDA                            6,41
37    LARA                                6,41
38    RUÍZ                                 6,41
39    ANGOSTO                       5,24
40    CARMONA                     5,24
41     MUÑOZ                          4,66
42    CORDONES                   4,66
43    BARRERA                      4,08
44    POZO                               4,08
45    CABRERA                      4,08
46    CAÑO                               3,50
47    LIEBANA                        3,50
48   GODOY                            3,50
49   BALLESTERO               3,50
50   BARRANCO                   3,50
El apellido Alcántara ocupa el vigésimo segundo lugar como primer apellido en nuestro pueblo con un 12,24 por cada mil habitantes.
LOS 50 APELLIDOS MÁS FRECUENTES DE LAHIGUERA, YA SEA COMO PRIMER APELLIDO O SEGUNDO APELLIDO, ES DECIR DE FORMA INDISTINTA. (Consultado en  el Instituto de Estadística y Cartografía de la Junta de Andalucía en fecha 20/04/2020
Nº de orden. Apellido llevado en primer lugar o en segundo de forma indistinta. (Personas que lo llevan en una u otra posición) y ‰ ("‰"=Tanto por mil calculado sobre el total de la población.)
1        PÉREZ                             155,01
2       BARRAGÁN                    117,13
3       CORTÉS                            86,83
4       FERNÁNDEZ                  85,08
5       GALÁN                              83,33
6       MERCADO                      82,17
7       MARTÍNEZ                     72,84
8       GARCÍA                           72,26
9       ZAFRA                              50,12
10     CUBILLAS                      47,20
11      CALERO                          47,20
12     MORALES                      43,12
13     MONTORO                     40,79
14     GAVILÁN                        39,04
15     BERDONCES                 36,13
16     CATALÁN                       31,47
17     PANCORBO                   30,89
18     AGUDO                           30,30
19     SABALETE                     30,30
20    LÓPEZ                              30,30
21    GARRIDO                        26,22
22    JIMÉNEZ                         23,31
23    BAREAS                           22,73
24    MOLINA                          21,56
25    RUANO                            20,98
26    MARMOL                        20,98
27    ALCÁNTARA                  20,40
28   MENA                                19,23
29   MORENO                         18,65
30   CARMONA                      18,65
31    CORTIJOS                       18,07
32    RAMOS                            16,90
33    FUNES                              15,15
34    LARA                                 14,57
35    HERMOSILLA               12,24
36    FUENTES                        12,24
37    SÁNCHEZ                        11,07
38   MUÑOZ                             10,49
39   ANGOSTO                        10,49
40   BALLESTEROS                9,32
41    UCEDA                                9,32
42    RUÍZ                                    9,32
43    BENEDICTO                     8,16
44    CORDONES                      8,16
45    BERMEJO                         8,16
46    ANGUITA                          7,58
47    RAMÍREZ                         7,58
48   GIL                                       7,58
49   CANTERO                          7,58
50   CONTRERAS                    6,99
"‰" =Tanto por mil calculado sobre el total de la población
No se muestran datos para frecuencias absolutas inferiores a 5
Fecha de referencia: 01/01/2019
Consultado en fecha 20 /04/2020
Estadística de nombres y apellidos de los andaluces
El apellido Bareas es el vigésimo tercero más frecuente en Lahiguera como primer apellido , con un 12,24 por cada mil habitantes.

LOS 50 APELLIDOS MÁS FRECUENTES EN LA PROVINCIA DE JAÉN COMO PRIMER APELLIDO. Con indicativo de:

Nº de orden, como: Primer apellido en tanto por mil (‰)        

1        GARCÍA                         37,14       

2       MARTÍNEZ                   32,43     

3       LÓPEZ                            32,11      

4       SÁNCHEZ                     21,60     

5       FERNÁNDEZ               19,97    

6       MORENO                      18,64    

7       RUÍZ                               18,42    

8      RODRÍGUEZ                16,44   

9      JIMÉNEZ                       16,43   
10    PÉREZ                             16,34   
11     GONZÁLEZ                   14,60  
12    MUÑOZ                          10,29  
13    GÓMEZ                             9,92 
14    TORRES                           9,64 
15    MOLINA                           8,76 
16    ORTEGA                           7,82         
17    GARRIDO                         7,31 
18    ROMERO                          7,31 
19    DÍAZ                                   7,23       
20   SERRANO                        6,92        
21    GUTIÉRREZ                    6,18
22    MARTOS                          6,15 
23    CANO                                 5,52
24    CRUZ                                 5,45
25    EXPÓSITO                       5,19 
26    RAMÍREZ                        5,16 
27    CORTÉS                            5,14  
28    CASTILLO                       5,10 
29    MARÍN                             4,98  
30    LARA                                 4,65  
31     QUESADA                       4,63 
32    MEDINA                           4,61  
33    MORAL                             4,49  
34    DELGADO                       4,22 
35    FUENTES                         3,99 
36    CASTRO                            3,91  
37    MORALES                        3,87 
38   NAVARRO                        3,85  
39   HERNÁNDEZ                  3,65   
40   HERRERA                        3,51   
41    COBO                                 3,42    
42    CABRERA                        3,37    
43    MARTÍN                           3,17     
44    MOYA                                3,15       
45    HIDALGO                         3,10      
46    ORTÍZ                                3,04      
47    CAMPOS                           3,03      
48   CONTRERAS                   2,98     
49   PADILLA                           2,96      
50   CARRILLO                        2,95
El apellido Agudo como primer apellido es el vigésimo cuarto más frecuente, con un 12,24 por cada mil habitantes.
LOS 50 APELLIDOS MÁS FRECUENTES EN LA PROVINCIA DE JAÉN COMO SEGUNDO APELLIDO. Con indicativo de:
Nº de orden, como: Segundo apellido en tanto por mil (‰)
1        GARCÍA                         36,96   
2       MARTÍNEZ                   33,13    
3       LÓPEZ                            32,07   
4       SÁNCHEZ                     21,38  
5       FERNÁNDEZ               20,39   
6       MORENO                      18,73    
7       RUÍZ                               18,45    
8      PÉREZ                            17,10     
9      RODRÍGUEZ               16,58    
10    JIMÉNEZ                      16,52    
11     GONZÁLEZ                  14,50    
12    GÓMEZ                          10,26     
13    MUÑOZ                          10,14     
14    TORRES                           9,39     
15    MOLINA                           8,62     
16    ORTEGA                            7,56    
17     SERRANO                        7,54    
18    GARRIDO                         7,52    
19    DÍAZ                                   7,18    
20   ROMERO                          7,03    
21    MARTOS                           6,37    
22    GUTIÉRREZ                    6,05  
23    CRUZ                                 5,66   
24    EXPÓSITO                       5,42  
25    CANO                                 5,35  
26    RAMÍREZ                        5,28
27    CASTILLO                        5,21 
28    MARÍN                              5,08
29    CORTÉS                            4,97 
30    MEDINA                           4,92 
31     QUESADA                        4,64
32    LARA                                  4,59
33    FUENTES                          4,18        
34    MORAL                              4,14
35    DELGADO                         4,10        
36    CASTRO                             4,02        
37    HERNÁNDEZ                   3,93
38    MORALES                         3,84         
39    NAVARRO                         3,83        
40    HERRERA                         3,57        
41     COBO                                  3,38    
42    MOYA                                  3,17    
43    CABRERA                          3,16   
44    MARTÍN                             3,16    
45    HIDALGO                          3,06   
46    PADILLA                           3,03     
47    CARMONA                        3,02     
48   CONTRERAS                    2,92    
49   ORTÍZ                                 2,91     
50   GALLEGO                          2,80
El apellido Hermosilla es el vigésimo quinto más frecuente usado como primer apellido de Lahiguera con un 10,94 por cada mil habitantes.
LOS 50 APELLIDOS MÁS FRECUENTES EN LA PROVINCIA DE JAÉN COMO PRIMER O SEGUNDO APELLIDO, ES DECIR DE FORMA INDISTINTA.  
Con indicativo de:
Nº de orden, como: Segundo apellido en tanto por mil (‰)    
1        GARCÍA                               71,60    
2       MARTÍNEZ                         63,95   
3       LÓPEZ                                  62,69    
4       SÁNCHEZ                            42,26    
5       FERNÁNDEZ                      39,38    
6       RUÍZ                                      36,23     
7       MORENO                             35,73     
8       PÉREZ                                  32,93     
9       RODRÍGUEZ                      32,47   
10     JIMÉNEZ                             32,45     
11      GONZÁLEZ                         28,72     
12     MUÑOZ                                20,07  
13     GÓMEZ                                 19,96  
14     TORRES                               18,83  
15     MOLINA                               17,22
16     ORTEGA                               15,19 
17     GARRIDO                            14,68
18     SERRANO                           14,33
19     DÍAZ                                      14,24 
20    ROMERO                             14,09 
21     MARTOS                              12,41 
22    GUTIÉRREZ                       12,15
23    CRUZ                                    10,98        
24    CANO                                    10,72
25    EXPÓSITO                          10,45
26    RAMÍREZ                           10,39
27    CASTILLO                           10,13
28    MARÍN                                   9,93 
29    MEDINA                                9,44 
30    CORTÉS                                 9,27 
31     LARA                                      9,17  
32    QUESADA                             9,14 
33    DELGADO                             8,25
34    MORAL                                  8,23 
35    FUENTES                              8,12 
36    CASTRO                                 7,85 
37    MORALES                             7,65 
38    NAVARRO                            7,63 
39    HERNÁNDEZ                      7,50 
40    HERRERA                            6,96
41    COBO                                      6,75         
42    CABRERA                             6,45
43    MARTÍN                                6,27
44    MOYA                                    6,26 
45    HIDALGO                             6,12
46    ORTÍZ                                    5,93        
47    PADILLA                               5,90        
48   CONTRERAS                        5,86        
49   CAMPOS                                5,70       
50   CARMONA                            5,64        
"‰" =Tanto por mil calculado sobre el total de la población.
En esta estadística no se muestran datos para frecuencias absolutas inferiores a 5
Fecha de referencia: 01/01/2019
El apellido Funes ocupa el vigésimo sexto lugar. al ser usado en Lahiguera como primer apellido por un 8,74 por cada mil habitantes.
Tal como ya hemos referido fue aproximadamente en el siglo X cuando empiezan a configurarse las bases sobre las que se asentarán nuestros apellidos actuales en un proceso que durará unos cuantos siglos. Así pues, ¿quién no se ha preguntado en algún momento por qué motivo tiene un determinado apellido y de dónde procede? La pregunta se amplía cuando se investigan los antepasados ya que en cada generación se descubren nuevos apellidos. Ahora bien, el origen de cada apellido es otra historia y está relacionado con diferentes factores, pudiendo dividirlos en varios tipos de apellidos:
Tal vez el más relevante es el referente al oficio familiar: Herrero, Pastor, Ballesteros, etc. Otros proceden de los motes, habilidad tan nuestra que puede marcar a una familia si el mote en cuestión puede resultar un tanto ofensivo por tratarse de defectos, como Gordo o Cabezón. Aunque también los mismos motes pueden deberse a una cualidad: Cortés, Leal o Alegre, por ejemplo.
Los apellidos de origen patronímico están muy extendidos y se encuentran no sólo en España sino en otros países. Son aquellos que deben su origen a un nombre propio y que añaden “-ez” al final, es decir, “hijo de”. Por ejemplo, Martínez es el hijo de Martín, López es el de Lope, etc. Esta situación se repite en otros lugares como en Inglaterra: “son” significa “hijo” en inglés y no es extraño encontrar el apellido Johnson o Willson, es decir, el hijo de John o de Will.
El apellido Cortijos lo llevan en Lahiguera un 8,74 habitantes por cada mil, usado como primer apellido, ocupa el vigésimo séptimo lugar entre los apellidos más frecuentes.
En otros casos se trata de apellidos toponímicos, o lo que es lo mismo, aquellos que indican el lugar de procedencia o residencia. Dentro de este grupo se incluyen, además, los que indican accidentes geográficos o poblaciones y, en algunos casos, con la preposición “de” por delante, aunque esta se ha perdido en la mayoría de los casos. Así, el abanico de apellidos toponímicos es enorme: Madrid, Jerez, Hoyos, Lago, Puig, Montes, etc.
Los apellidos compuestos como San José o Santa María tienen un origen interesante. En algunos casos se deben a los procesos de la Inquisición, cuando los nuevos cristianos conversos debían cambiar su apellido por otro cristiano. Pero, además, también se encuentra en los niños abandonados en las inclusas de las ciudades o en las iglesias. En ocasiones estos bebés eran bautizados con el nombre del santo según el día que llegaron al orfanato.
Como caso curioso encontramos el apellido Roselló, en el que probablemente, y a falta de investigaciones más profundas, se localicen muchos de estos aspectos, incluido el misterioso. Se trata de un apellido con un origen confuso y por investigar. En principio se podría pensar en un apellido de origen toponímico situándose en la región francesa del Rosellón. La historia se complica cuando este apellido en su rama valenciana y en el mismo registro parroquial aparece indistintamente como Roselló, Sarasate o Sasolas. Y además en diferentes grafías: Zarazate, Zalazate, Çaraçate o Çaçolas. Según algunos expertos, el apellido Sasolas, originario del País Vasco, probablemente sea derivado de Sasiola o Sarasola, mientras que Sarasate sea un apellido de origen navarro, tal vez toponímico.
El apellido Garrido es el vigésimo octavo más frecuente entre los que lo usan como primer apellido en Lahiguera con un 8,74 por cada mil habitantes.
Durante el siglo XVII los sacerdotes empezaron a anotar en los márgenes de manera indistinta “alias Roselló” o “alias Zalazate” y en cualquiera de las formas anteriores para indicar el nacimiento o matrimonio de algún miembro de la familia. Durante ese siglo se impuso definitivamente el apellido Roselló. Tal vez, al confirmar este apellido como el definitivo los miembros de la familia Roselló estuvieran intentando borrar las huellas de algún proceso relacionado con la Inquisición y que estaría ligado a las anteriores formas de nombrarlos y a sus raíces familiares.
Es muy posible que alguna vez te hayas hecho la pregunta del origen de los apellidos españoles, y realmente no es una cuestión fácil de responder.
Una característica importante de los nombres españoles es la alta frecuencia de los topónimos, que Faure et al (2001) cuantifican como el 58% de los apellidos en su diccionario. De estos, una alta proporción de topónimos proviene de topónimos vascos y catalanes (28% y 17% del total de apellidos respectivamente), y aunque los apellidos del primer grupo todavía se encuentran principalmente en el País Vasco, los segundos están presentes en partes del sur de España, explicado por los principales asentamientos de repoblación en el sur durante la Edad Media (Faure et al, 2001).
Ramos es el apellido, que con un 8,74 por cada mil habitantes, ocupa el vigésimo noveno en el orden de los apellidos más frecuentes en Lahiguera utilizado como primer apellido.
Uno de los aspectos básicos del estudio genealógico consiste en conocer la etimología, evolución e incluso distribución de los apellidos que han acompañado históricamente a los linajes familiares. En no pocas ocasiones, el advertir que un apellido es peculiar, ya sea por su significado, su grafía o su rareza en un determinado lugar, constituye la clave del éxito para desentrañar el ansiado origen familiar o precisar la procedencia geográfica. Por el contrario, el hecho de que un apellido sea frecuente conlleva también ciertas pautas al organizar e intentar enlazar las informaciones más dispersas.
Para poder estudiar el origen de los apellidos, en primer lugar es muy interesante conocer a qué categoría pertenecen. Los apellidos Patronímicos son aquellos que denotan filiación, los toponímicos indican lugar de origen y los antroponímicos se refieren a cualidades físicas, morales, oficios o cargos del primer causante de dicho apellido.
A continuación se puede ver una relación de los diferentes tipos de apellidos según su origen y algunos ejemplos de cada categoría: Toponímicos, Patronímicos, Apellidos formados a partir de profesiones o cargos, Apellidos relativos a las circunstancias del nacimiento, Apellidos de origen incierto son aquellos apellidos referentes a animales, vegetales u objetos, que posiblemente identificaban a las personas que los criaban, cultivaban o fabricaban, y apellidos con los Oficios antiguos que ejerció el primer adquirente.
El apellido Lara lo llevan el Lahiguera un 8,16 por cada mil habitantes, por lo que ocupa el trigésimo lugar como el apellido más frecuente utilizado como primer apellido.

APELLIDOS TOPONÍMICOS:

Son aquellos apellidos que designan el lugar de nacimiento o de residencia de la persona, pudiéndose tratar de una localidad, un accidente geográfico o una construcción.

Aunque pocos la conservan hoy día, la mayoría de estos apellidos contenían en sus orígenes la preposición “de” (ejemplo: De Burgos), “del” (ejemplo: Del Río) o “de la” (ejemplo: De la Fresneda), “de los” (ejemplo: De los Perales), o “de las” (ejemplo: De las Cuevas).

Algunos apellidos toponímicos son:
• Aragonés

• Aranda

• Arellano

• Arroyo

• Ávila

• Avilés

• Aya
• Barahona / Baraona
• Barranco
• Bilbao
• Bisbal
• Braga
• Burgos
• Carranza
• Castañeda
• Castillo
• Catalán
• Cervantes
• Corral
• Costa
• Cuéllar
• Cuenca
• Cuevas
• Dávila / De Ávila
• Encina
• Fresneda
• Gallego
• Granados
• Hoyos
• Lago
• Laguna
• León
• Linares
• Madrid
• Mansilla
• Manzano
• Marín / Marino
• Miranda
• Montes
• Montilla
• Morata
• Naranjo
• Navarra / Navarro
• Nieves
• Ocaña
• Orellana
• Peña
• Perales
• Pino
• Olmos
• Rivas
• Romero
• Roca
• Sarabia
• Salazar
• Saldaña
• Santander
• Santisteban
• Segura
• Serrano
• Sevilla
• Silveira
• Soria, Soriano
• Soto
• Toledo, Toledano
• Torquemada
• Torrente
• Torres
• Valenzuela
• Valverde
• Vargas
• Vergara
• Villa
• Villalba
• Villanueva
• Villena
• Viñas
• Vitoria 
• Zamorano.
EL apellido Jiménez es portado como primer apellido por un 8,16 por cada mil habitantes. Ocupa el lugar tregésimo primero entre los apellidos más frecuentes en Lahiguera en esa posición.
APELLIDOS PATRONÍMICOS:
Apellidos Patronímicos son aquellos apellidos que tienen su origen en el nombre de pila del padre de la persona. La gran mayoría de apellidos españoles patronímicos se formaron añadiendo al nombre el sufijo “ez” (ejemplo: Fernando / Fernández), en Catalunya y Valencia el sufijo “is” (ejemplo: Pere / Peris), en el País Vasco el sufijo “iz” (ejemplo: Lope / Lopiz)
Algunos apellidos patronímicos:
• Álvarez (Álvar, Álvaro)
• Antolínez (Antolín)
• Antúnez (Antón, Antonio)
• Benítez (Benito)
• Bernardez (Bernardo)
• Bermúdez (Bermudo)
• Blázquez (Blas)
• Díaz, Díez, Diéguez (Diego)
• Domínguez (Domingo)
• Enríquez (Enrico, Enrique)
• Fernández, Hernández (Fernando, Hernán)
• Galíndez (Galindo)
• Gálvez (Galve)
• Garcés, Garcez (García)
• García (García, Garza)
• Giménez, Jiménez, Ximénez, Ximenes (Ximeno)
• Gómez (Gome, Guillermo)
• González (Gonzalo)
• Güemes / Güémez (Gome)
• Gutiérrez (Gutierre)
• Henríquez (Henrique)
• Hernández (Hernán)
• Ibáñez (Iván)
• íñiguez (íñigo, Ignacio)
• Jiménez (Jimeno)
• López (Lope)
• Márquez (Marcos)
• Martínez (Martín)
• Meléndez, Menéndez (Melendo, Menendo)
• Méndez (Mendo)
• Mínguez (Mingo o Domingo)
• Muñoz (Muño)
• Nunes (Nuno)
• Núñez (Nuño)
• Ordóñez (Ordoño)
• Ortiz (Ortún)
• Peláez (Pelayo)
• Pérez, Peris, Peres (Pere, Pero, Pedro)
• Ramírez (Ramiro)
• Rodríguez (Rodrigo)
• Ruiz (Roi o Roy, Ruy, Rodrigo)
• Sánchez, Sáez, Sáenz, Sainz (Sancho)
• Suárez, Juárez, Xuárez (Suero)
• Téllez (Tello)
• Velázquez (Velasco)
• Yagüe, Yágüez (Yagüe o Yago, Santiago)
• Yáñez (Ioan, Juan)

Ruano es el apellido, que portado como primer apellido por un 7,58 por cada mil habitantes, ocupa la vigésima segunda posición entre los más frecuentes de la villa.
APELLIDOS FORMADOS A PARTIR DE PROFESIONES O CARGOS QUE EJERCIERON LOS QUE FUERON LOS  PRIMEROS ADQUIRENTES: Son aquellos apellidos que identificaban a la persona en función de su oficio, cargo o condición social.
Algunos de estos apellidos son:
• Alcalde, Alcaide
• Alférez
• Ballester, Ballestero, Ballesteros
• Batanero
• Barbero
• Botero
• Caballero
• Carbonero
• Cardenal
• Camarero
• Caminero
• Capitán
• Cantero
• Carpintero
• Carnicero
• Carreiro
• Carretero
• Castillero
• Cerecero
• Cillero
• Conde
• Correa
• Criado
• Cubero
• Duque
• Escrivá
• Ferrer, Ferrero, Ferrufino, Herrera, Herrero
• Guerrero
• Hidalgo
• Jurado
• Labrador
• Manzanero
• Marinero
• Marqués
• Merino (nombre del juez o autoridad de una merindad)
• Melero (mercado de la miel)
• Molinero
• Monje
• Morterero
• Notario
• Ovejero
• Panadero
• Pastor
• Rey
• Rico
• Sabater (en catalán, Zapatero)
• Sacristán
• Saetero
• Sastre, Sartori
• Sillero
• Soldado
• Teixidó (Evolución de Teixidor. En catalán, Tejedor)
• Tejedor
• Tornero
• Vaquero
• Verdugo
• Zapatero
El apellido Mena ocupa el trigésimo tercer lugar entre los apellidos más frecuentes de Lahiguera como primer apellido, con un 7,58 habitantes que lo portan de cada mil.
APELLIDOS FORMADOS A PARTIR DE RASGOS FÍSICOS, FAMILIARES O MORALES.
Algunos de estos apellidos son:
• Amor
• Alegre
• Barriga
• Bello
• Blanco
• Bravo
• Bueno
• Cabello
• Cabeza
• Cabezón
• Calvo
• Cano
• Casado
• Castaño
• Cortés
• Crespo
• Delgado
• Descalzo
• Feliz
• Galán
• Gordo
• Grande
• Hermoso
• Leal
• Lozano
• Manso
• Malo
• Moreno
• Nieto
• Pequeño
• Pinto
• Prieto
• Rojo
• Rubio
• Rufián
• Seco
Molina es el apellido que usado como primer apellido lo llevan en Lahiguera un 6,99 habitantes por cada mil, ocupa el lugar trigésimo cuarto de entre los más frecuentes en esa posición.
APELLIDOS RELATIVOS A LAS CIRCUNSTANCIAS DEL NACIMIENTO.
Hay otra clase de apellidos que están relacionados  con las circunstancias del nacimiento, son aquellos apellidos impuestos a los nacidos en función de las circunstancias del momento del nacimiento (el mes de nacimiento, el santo que se celebraba ese día, etc.) También incluimos en esta categoría los apellidos con los que se identificaba a recién nacidos de padres incógnitos, muchos de ellos con referencias religiosas.
Algunos de estos apellidos son:
• Abril
• Bastardo
• Buendía
• Diosdado
• De Dios
• Deulofeu (En catalán, Dios lo hizo)
• Expósito
• Iglesias
• Nomdedeu (En catalán, Nombre de Dios)
• San Martín o Sanmartín
• San Pedro o Sampedro
• San Miguel o Sanmiguel
• Temprano
• Tirado
El apellido Moreno lo llevan como primer apellido el 6,41 por cada mil de los habitantes de Lahiguera, por lo que ocupa el lugar trigésimo quinto en la lista de los más frecuentes en la referida posición.
APELLIDOS DE ORIGEN INCIERTO: Los apellidos de origen incierto son aquellos apellidos referentes a animales, vegetales u objetos. Posiblemente identificaban a las personas que los criaban, cultivaban o fabricaban.
Algunos de estos apellidos son:
• Águila
• Botella
• Borrego
• Buey
• Cebolla
• Conejo
• Cordero
• Cuervo
• Gato
• Gavilán
• Lobato
• Oliva
• Osa
• Palomo
• Raposo
• Tocino
• Toro
• Vaca
• Zorrilla
El apellido Contreras en primer apellido lo llevan en Lahiguera  un 5,83 habitantes por cada mil. Ocupa el puesto trigésimo sexto como primer apellido más frecuente.
APELLIDOS QUE SE REFIEREN A OFICIOS ANTIGUOS:
Uno de los atractivos que ofrece la búsqueda del árbol genealógico es conocer las ocupaciones de los antepasados. En la siguiente lista se recogen algunos oficios antiguos encontrados en investigaciones genealógicas entre los siglos XVI y XIX. Muchos de ellos aún existen, aunque obviamente se realizan de modo muy distinto. De esta forma algunos de estos oficios se convirtieron en apellidos para las personas que los practicaban y sus descendientes, dado que solían transmitirse de generación en generación.
Abarquero. Fabricaba abarcas (calzado de madera, cuero o caucho que cubría solo la planta de los pies y se ataba sobre el empeine y el tobillo).
Aceñero. Trabajaba en la aceña: molino harinero de agua situado dentro del cauce de un río.
Acerador. Aplicaba a los metales diferentes tratamientos para endurecerlos y tratar de conseguir las propiedades del acero.
Adobero (o Sazonador). Preparaba el adobo para sazonar y conservar alimentos, especialmente la carne de cerdo.
Afilador (o Amolador). Se dedicaba afilar cuchillos, tijeras y otros instrumentos de corte.
Aguador. Transportaba y/o vendía agua.
Ajorrador. Transportista de madera. Llevaba hasta los pueblos los troncos cortados en el monte.
Aladrero. Construía carros, carretas, arados y aperos para la labranza.
Alambiquero. Trabajaba en el alambique, donde se elaboraban bebidas alcohólicas.
Albardero. Fabricaba o vendía albardas. Las albardas eran la pieza principal del aparejo de las caballerías de carga, que llevaban dos a modo de almohadas, normalmente rellenas de paja y unidas por la parte que cae sobre el lomo del animal.
Alfarero / Barrero. Fabricaba vasijas de barro o arcilla.
El apellido Anguita, utilizado como primer apellido, lo llevan en Lahiguera un 5,83 habitantes por cada mil, ocupa el puesto trigésimo séptimo entre los más usados en esa posición.
Alfombrero. Confeccionaba tejidos de lana, algodón, etc, para cubrir el suelo de las habitaciones.
Algodonero. Elaboraba el algodón.
Alguacil. Funcionario público con competencias de justicia.
Alimañero. Se encargaba de destruir alimañas
Ama de cría. (Nodriza) Criaba o amamantaba a niños que no eran suyos, habitualmente de familias adineradas.
Añacalero (o Añacal). Era el encargado de llevar el trigo al molino.
Aperador. Fabricaba aperos de labranza o se encargaba de cuidar de la hacienda del campo y de todas las cosas pertenecientes a la labranza.
Armero. Fabricaba, reparaba o comerciaba con armas de fuego.
Arriero. Transportaba madera u otros materiales ayudado por bestias de cargas.
Aserrador. Cortaba árboles y aserraba la madera.
Ballestero. Fabricaba ballestas.
Barbero. Peluquero, arreglaba la barba y cortaba el pelo. Durante siglos realizaron también funciones propias de los cirujanos, como sangrados o extracción de muelas.
Barquillero. Fabricaba barquillos a base de una harina especial, o los vendía.
Barrero / Alfarero. Fabricaba vasijas de barro o arcilla.
Bastero (o Albardero). Hacía o vendía albardas o bastos.
Batanero. Encargado del batán, un artilugio que gracias a la fuerza del agua movía unos grandes mazos de madera que golpeaban los paños para compactarlos.
Bolillera. Tejedora de bolillos.
El apellido Ballesteros como primer apellido lo llevan en Lahiguera el 5,83 por cada mil habitantes. Ocupa el puesto trigésimo octavo.
Bordadora. Hacía bordados, adornando un tejido con dibujos hechos con asadas de aguja enhebrada. Costurera.
Borrero (o Verdugo). Encargado de ejecutar a los reos.
Botero. Fabricaba o vendía botas o pellejos para vino, aceite u otros líquidos
Boticario. Farmacéutico, preparaba o vendía medicamentos o hierbas medicinales.
Boyero. Cuidaba o custodiaba los bueyes.
Bracero. Peón, jornalero no especializado.
Cabrero. Cuidaba o custodiaba las cabras.
Calafatero. Se dedicaba a calafatear las barcas, sellando las junturas de las maderas con estopa y brea para que no entrara agua.
Calcetero. Tejía y recomponía medias y calcetas.
Calderero. Fabricaban artículos metálicos, normalmente hojalata o cobre, para uso doméstico.
Calero. Producía cal o la aplicaba para pintar interiores y fachadas de las casas.
Caminero. Obrero destinado a la construcción y reparación de los caminos y carreteras.
Campanero. Fabricaba campanas o las hacía sonar y se encargaba de su mantenimiento.
Cantero. Obrero que extraía piedras de las canteras o las labraba.
Carabinero. Soldado. En España, el cuerpo de carabineros era un cuerpo armado de vigilancia que posteriormente se integró en la Guardia Civil.
Carbonero. Fabricaba o vendía carbón de leña.
El apellido Muñoz, usado como primer apellido, lo llevan en Lahiguera el 5,83 por cada mil habitantes, ocupa el trigésimo noveno más usado en nuestra villa.
Cardador. Se encargaba de preparar la lana para tejerla después.
Carpintero. Trabajaba la madera.
Carrero (o Carretero). Fabricaba carros y carretas. Transportaba materiales en carretas.
Casquero. Vendía vísceras y otras partes comestibles de la res, no consideradas carne.
Cazador. Capturaba animales.
Cedacero. Fabricaba cedazos, tamices, etc., así como otras piezas de madera.
Cenachero. Pescador que llevaba pescado fresco en su cenacho o espuerta de esparto e iba pregonando por las calles haciendo bailar sus espuertas.
Cerero. Fabricaba velas, cirios y otros objetos de cera.
Cerillero. Fabricaba o vendía cerillas y también tabaco en tabernas y locales de este tipo.
Cerrajero. Fabricaba y reparaba cerrojos, bisagras y otras piezas metálicas.
Cestero. Fabricaba cestos o cestas a base de cañas.
Chocolatero. Elaboraba y/o vendía chocolate.
Chófer. Conducía vehículos.
El apellido Benedicto con un 5,24 por cada mil habitantes ocupa el puesto cuadragésimo entre los que lo usan como primer apellido.
Cigarrero. Elaboraba o vendía cigarros.
Cillero. Guardaba y repartía los granos y frutos de los diezmos en la cilla o despensa.
Cirujano. Persona con estudios de medicina (a diferencia de los barberos), que practicaba la cirugía.
Colchonero. Fabricaba, reparaba y vendía colchones de lana.
Colmenero. Extraía la miel de las colmenas para su venta.
Conservero. Producía conservas de productos frescos para su consumo una vez terminada la temporada.
Comadrona. Partera. Mujer que ayudaba en los partos.
Comerciante. Compraba y vendía mercancías.
Conejero. Criaba o vendía conejos.
Confitero (o Caramelero). Elaboraba dulces a base de azúcar.
Cordelero. Fabricaba o vendía cuerdas, cordeles y otros productos de cáñamo.
Costurera. Cosía y remendaba prendas de vestir.
Cubero. Fabricaba o vendía cubas y otros recipientes de madera para contener agua, vino, aceite u otros líquidos.
Cucharero. Fabricaba cucharas y otros utensilios.
Encalador. Aplicaba cal para pintar interiores y fachadas de las casas.
Enterrador. Se encargaba de dar sepultura a los cadáveres.
Escribano de Villa y tierras. Persona que por oficio público estaba autorizada a dar fe de escrituras y actos. Era una especie de notario.

El apellido Gil con un 5,24 por cada mil habitantes ocupa el puesto cuadragésimo primero de entre los más usados como primer apellido en Lahiguera.
Esenciero. Destilaba esencias de plantas aromáticas.
Espadero. Fabricaba, componía o vendía espadas.
Especiero. Se dedicaba a elaborar y vender especies para condimentar las comidas.
Espartero. Se dedicaba a trabajar el esparto.
Especulador. Comerciante, compraba y vendía tierras o mercancías.
Esquilador. Cortaba la lana a las ovejas.
Estanquero. Vendía tabaco y otros productos estancados (que sólo se podían vender en ese tipo de establecimiento).
Esterero. Fabricaba y/o vendía esteras (piezas de tejido grueso y áspero, como el esparto o la palma, que se utilizaba para cubrir parte del suelo de un lugar).
Farolero. Se encargaba de apagar y encender con una pértiga, así como de mantener en buen estado las farolas en las ciudades cuando no había tendido eléctrico.
Ferroviario. Trabajaba en la línea del ferrocarril o en los mismos trenes.
El apellido Gutiérrez, utilizado como primer apellido, ocupa el puesto cuadragésimo segundo entre los cincuenta apellidos más frecuentes en Lahiguera con un 5,24 por cada mil habitantes.
Fogonero. Se ocupaba de alimentar con carbón el fuego de la caldera en las máquinas de vapor, como las locomotoras en los ferrocarriles.
Ganchero. Transportaba troncos por flotación aprovechando la corriente de agua de los ríos.
Guarda. (de ganado, de monte…) Vigilaba la propiedad privada o comunitaria, ya fueran los animales o los bosques.
Guarnicionero. Fabricaba objetos de cuero, normalmente para caballerías.
Hachero. Trabajaba con el hacha para cortar troncos y tablones.
Herbolario. Recogía o vendía hierbas y plantas medicinales.
Herrador. Encargado de herrar las caballerías
Herrero. Labraba el hierro.
Hilandera. Hilaba la lana cardada.
Hojalatero. Fabricaba, reparaba y vendía vasijas y otras piezas de hojalata
Hornero. Preparaba el horno para cocer el pan.
Hortelano. Cultivaba las huertas.
Jabonero. Fabricaba y/o vendía jabón.
Jornalero. Trabajaba a jornal.
El apellido Angosto con un 5,24 por cada mil habitantes ocupa el puesto cuadragésimo tercero de entre los que lo utilizan como primer apellido en Lahiguera.
Joyero. Confeccionaba o vendía joyas.
Labrador. Trabajaba la tierra.
Lavandera. Se dedicaban al lavado de la ropa, en las orillas de los ríos o en lavaderos públicos. Muchas veces eran a la vez planchadoras.
Lechero. Ordeñaba las reses y vendía la leche, en ocasiones a domicilio.
Leñador. Cortaba o vendía leña.
Limpiabotas. Se encargaba de limpiar y lustrar el calzado de los clientes utilizando betún para calzado. Se trata de un oficio desarrollado frecuentemente por niños.
Linacero. A partir de las semillas de lino producía harina de linaza y aceite de linaza.
Lucero. Se encargaba, en los primeros años de uso doméstico de la luz eléctrica, del mantenimiento de la línea, de controlar el consumo y cobrar a los abonados.
Maestro armero. Se encargaba de custodiar y reparar las armas.
Maestro de casas o de obra. Constructor que dirigía un grupo de albañiles o peones.
Maestro de niños. Profesor de escuela.
Maestro de  instrucción  primaria  elemental.
El apellido Cantero, usado como primer apellido, es utilizado por el 4,66 por cada mil habitantes de Lahiguera, por lo que ocupa el puesto cuadragésimo cuarto de entre los más frecuentes en nuestra villa con esa posición.
Mampostero. Construía tabiques a base de piedras sin labrar.
Maquilero. Se encargaba de cobrar la maquila o cantidad de grano, harina o aceite que correspondía al molinero por la molienda realizada.
Marchante. Comerciante o vendedor ambulante.
Marquetero. Especialista en trabajos artísticos de madera consistentes en formar dibujos con chapas de distintos colores o incrustaciones de metales preciosos.
Matarife. Se encargaba de sacrificar y descuartizar a las reses para el consumo de su carne.
Mercader. Comerciante de géneros diversos.
Mielero (o Melero). Extraía la miel de las colmenas para su venta.
Molinero. Trabajaba en el molino.
Monedero. Se dedicaba a fundir metal para fabricar o acuñar monedas.
Monterero (o Sombrerero). Elaboraba monteras, generalmente de paño.
Morillero. Servía a los trabajadores del campo para llevar o traerles recados desde el pueblo.

El apellido Hernández con un 4,66 por cada mil habitantes, ocupa el puesto cuadragésimo quinto de entre los más usados como primer apellido en Lahiguera.
Mozo de mulas. Cuidaba de los animales de carga para el campo o las carretas.
Nodriza. (Ama de crianza) Criaba o amamantaba a niños que no eran suyos, habitualmente de familias adineradas.
Ollero. Fabricaba o vendía ollas y otros recipientes de barro.
Orfebre. Confeccionaba objetos y piezas artísticas de oro o plata, a veces con aplicaciones de piedras preciosas.
Organillero. Reproducía piezas musicales haciendo girar la manivela de un organillo portátil, instrumento que contenía unos cilindros con agujeros o salientes que coincidían con las notas de cada melodía.
Ovejero. Se dedicaba a la cría y/o la venta de ovejas.
Partera. Comadrona. Mujer que ayudaba en los partos.
Pasamanero. Artesano que producía objetos de seda y otras fibras textiles como cintas, ornamentos, bordes, etc.
Pastor. Criaba y guardaba los ganados.
Pedreñalero. Fabricaba pedreñales y otras armas de fuego, como mosquetes o arcabuces.
Pedrero. Obrero que extraía piedras de las canteras o las labraba para la construcción.

El apellido González es utilizado también por un 4,66 habitantes por cada mil en Lahiguera, ocupa la posición cuadragésimo sexta de entre los cincuenta apellidos más frecuentes en nuestra villa que lo tienen como primer apellido.
Peguero. Elaboraba alquitrán y pez.
Pelador. Pelaba los troncos para producir tablones.
Pelaire. Trabajaba la lana en cualquiera de las fases del proceso de elaboración del hilo.
Pelusero. Recogía la pelusa (líquenes) de los pinos.
Peón caminero. Obrero dedicado a la construcción y reparación de los caminos y carreteras.
Perfumero. Elaboraba, perfumes y aguas de colonia.
Pescador. Capturaba peces para su consumo.
Picapedrero. Cantero, obrero que extraía piedras de las canteras o las labraba para la construcción.
Piconero. Fabricaba o vendía picón (carbón).
Piloto. Era el encargado de la navegación en los veleros antiguos.
Pinero. Trasladar madera por ríos.
Piquero. Fabricante de picos.
Plañidera. Mujer a la que se contrataba para asistir y llorar en los entierros.

Ramírez es utilizado como primer apellido también por el 4,66 por cada mil de los habitantes de Lahiguera, por lo que ocupa el puesto cuadragésimo séptimo de entre los más usados.
Platero. Se dedicaba a labrar la plata y/o vender objetos fabricados generalmente con este material.
Pregonero. Era un Oficial público que comunicaba pregones, noticias y bandos a todo el pueblo.
Propietario. Poseía propiedades, generalmente bienes inmuebles y gestionaba sus rentas.
Quincallero / Quinquillero. También conocido como “merchero”.  Se dedicaba a arreglar y vender objetos de metal (quincallería) y era tradicionalmente nómada.
Quintero. Jornalero que cultivaba las heredades que pertenecía a una quinta.
Recadero. Llevaba recados o mensajes de un lugar a otro
Recaudador de contribuciones. Se encargaba del cobro de impuestos para la hacienda pública, ya fuera municipal, provincial o estatal.
Resinero. Se dedicaba a extraer resina de ciertos árboles, como los pinos, a base de realizar cortes en su tronco.
Sacristán. Ayudante del párroco en el cuidado de la iglesia y en sus tareas en general.
Sedero. Elaboraba la seda.
El apellido Fuentes con un 4,08 por cada mil habitantes ocupa el puesto cuadragésimo octavo de entre los usados en Lahiguera como primer apellido.
Sereno. Vigilante que rondaba de noche por las calles principalmente para velar por la seguridad de los vecinos.
Seronero. Fabricaba o vendía serones (cestos, generalmente de esparto para carga en caballerías).
Setero. Hombre de campo especialista en la recolección de setas silvestres.
Sillero. Fabricaba o vendía sillas y otros muebles.
Soguero. Fabricaba o vendía sogas (cuerdas).
Sombrerero. Fabricaba, reparaba o vendía sombreros.
Tablajero. Vendedor de diversos artículos alimenticios en los mercados. Exponía la mercancía en tablas o tablajes.
Talabartero. Fabricaba talabartes de cuero (cinturones para llevar espadas u otras armas y herramientas antiguas).
Tejedor. Elaboraba paños y lienzos.
El apellido Cordones con un 3,50 por cada mil habitantes ocupa en Lahiguera el puesto cuadragésimo noveno de entre los más usados como primer apellido.
Tejero. Fabricaba tejas y ladrillos a base de barro cocido.
Tendero. Propietario o dependiente en una tienda, normalmente de productos comestibles.
Tinajero. Hacía o vendía tinajas y otros recipientes.
Tintorero. Teñía las pieles y telas.
Tornero. Trabajaba en el torno la madera, el hierro o la piedra para conseguir formas cilíndricas.
Tornera. Encargada del torno en la Inclusa o Casa de Beneficencia para niños expósitos.
Torrero. Se encargaba de custodiar una torre, atalaya o faro.
Traficante. Comerciante, compraba y vendía mercancías.
Trapero. Compraba y vendía trapos u otros objetos usados.
Tundidor. Cortaba con tijera el pelo de los paños.
Vaquero. Se dedicaba a la cría y/o la venta de vacas y su leche.
Velero (o Cerero). Fabricaba y/o vendía velas como elemento de iluminación cuando no existía la luz eléctrica.
Vidriero. Trabajaba y/o vendía objetos de vidrio.
Vinatero. Producía vino y en ocasiones también lo vendía.
Yesero. Extraía y elaboraba el yeso para la construcción.
Zapatero. Fabricaba y remendaba calzado.
El apellido Vallejo con un 3,50 por cada mil habitantes ocupa el puesto quincuagésimo entre los más usados como primer apellido en Lahiguera.
LOS 100 APELLIDOS MÁS FRECUENTES EN ESPAÑA SON:

Orden del Apellido. Frecuencia en tanto por mil (‰). Tipo de apellido, y Significado

1.-GARCÍA (33,2) Patronímico: Hijo o descendiente de Garcés, García.

2.-GONZÁLEZ (20,8) Patronímico: Hijo o descendiente de Gonzalo.

3.-FERNANDEZ (20,8) Patronímico: Hijo o descendiente de Fernando

4.-RODRÍGUEZ(20,7) Patronímico: Hijo o descendiente de Rodrigo, Roderico.
5.-LÓPEZ (19,6) Patronímico: Hijo o descendiente de Lope.
6.-MARTÍNEZ (18,7) Patronímico: Hijo o descendiente de Martín.
7.-SÁNCHEZ (18,3) Patronímico: Hijo o descendiente de Sancho.
8.-PÉREZ (17,5) Patronímico: Hijo o descendiente de Pero, Pere, Pedro.
9.-MARTÍN (11,1) Patronímico: Hijo o descendiente de Martín.
10.-GÓMEZ (11,0) Patronímico: Hijo o descendiente de Gome.
11.-JIMÉNEZ (8,6) Patronímico: Hijo o descendiente de Jimeno.
12.-RUÍZ (8,2) Patronímico: Hijo o descendiente de Ruy, Roi.
13.-HERNÁNDEZ (7,9) Patronímico: Hijo o descendiente de Hernando
14.-DÍAZ (7,5) Patronímico: Hijo o descendiente de Día, Diego.
15.-MORENO (7,0) Antroponímico: Característica física, de la piel o el cabello.
16.-ÁLVAREZ (6,4) Patronímico: Hijo o descendiente de Alvar, Álvaro.
17.-MUÑOZ (6,2) Patronímico: Hijo o descendiente de Munió, Muño.
18.-ROMERO (4,8) Antroponímico: Genéricamente, peregrino.
19.-ALONSO (4,5) Patronímico: Hijo o descendiente de Alonso.
20.-GUTIÉRREZ (4,3) Patronímico: Hijo o descendiente de Gutierre.
21.-NAVARRO (4,0) Toponímico: Oriundo de Navarra.
22.-TORRES (3,7) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
23.-DOMÍNGUEZ (3,5) Patronímico: Hijo o descendiente de Domingo.
24.-VÁZQUEZ (3,4) Patronímico: Hijo o descendiente de Vasco (nombre de pila)
25.-RAMOS (3,2) Toponímico: Se suele considerar toponímico, no muy aclarado su origen. Posiblemente también vinculado en otros casos a la festividad  religiosa.
26.-GIL (3,2) Patronímico: Hijo o descendiente de Gil, derivado de Egidio.
27.-SERRANO (3,0) Toponímico: Oriundo de una sierra.
28.-RAMÍREZ (2,9) Patronímico: Hijo o descendiente de Ramiro.
29.-BLANCO (2,8) Antroponímico: Apelativo referente a la piel o el cabello de este color.
30.-CASTRO (2,7) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
31.-SUAREZ (2,7) Patronímico: Hijo o descendiente de Suer, Suero
32.-MOLINA (2,7) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.    
33.-MORALES (2,6) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre  (moral, árbol de la familia de las moráceas).
34.-ORTEGA (2,6) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre  (ortega puede derivar de ortiga, nombre silvestre o de un ave de  este nombre).
35.-DELGADO (2,6) Antroponímico: Cualidad física.
36.-RUBIO (2,4) Antroponímico: Cualidad física
37.-ORTIZ (2,3) Patronímico: Hijo o descendiente de Ortún, Fortún
38.-MARIN (2,3) Patronímico: Hijo o descendiente de Marín, Marinus, nombre de pila bajo la  popular advocación de Santa Marina.
39.-SANZ (2,2) Patronímico: Hijo o descendiente de Sancho.
40.-IGLESIAS (2,0) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre,  también origen expósito.
41.-SANTOS (2,0) Antroponímico: Posiblemente advocación genérica " de los Santos" o " de Todos los  Santos" convertido en apellido. También festividad religiosa.
42.-CASTILLO (2,0) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
43.-CRUZ (2,0) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre,  también origen expósito.
44.-NUÑEZ (2,0) Patronímico: Hijo o descendiente de Nuño.
45.-GARRIDO (1,9) Antroponímico: Cualidad personal; gallardo, robusto.
46.-MEDINA (1,9) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
47.-CORTÉS (1,8) Antroponímico: Cualidad; atento, comedido, afable.
48.-LOZANO (1,8) Antroponímico: Cualidad; vigor, también orgullo, altivez.
49.-CANO (1,7) Antroponímico: Apelativo referente al pelo blanco.
50.-GUERRERO(1,7) Antroponímico: Término común por haber pertenecido a la milicia.
51.-LEÓN (1,7‰) Toponímico: Oriundo de este reino, lugar, ciudad.
52.-PRIETO (1,7‰) Antroponímico: Con significado de “muy oscuro” ya fuera aplicado a la piel o al pelo.
53.-CALVO (1,6‰) Antroponímico: Apelativo referente a la calvicie.
54.-PEÑA (1,6‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
55.-VEGA (1,6‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
56.-MENDEZ (1,6‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Mendo.
57.-GALLEGO (1,6‰) Toponímico: Oriundo de Galicia.
58.-VIDAL (1,6‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Vidal, Vital, nombre de pila.
59.-MARQUEZ (1,5‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Marco, Marcos
60.-HERRERA (1,5‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
61.-DIEZ (1,5‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Día, Diego.
62.-CAMPOS (1,5‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
63.-CABRERA (1,5‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
64.-FUENTES (1,4‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
65.-CARRASCO (1,4‰) Toponímico:Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
66.-FLORES (1,4‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Fruela, Froilán.
67.-NIETO (1,4‰) Antroponímico: Denominación de parentesco.
68.-CABALLERO (1,3‰) Antroponímico: Apelativo genérico más común para referirse a personas de la  clase privilegiada.
69.-PASCUAL (1,3‰) Patronímico: Vinculado al nombre de pila y la festividad religiosa.
70.-HERRERO (1,3‰) Antroponímico: Oficio de herrero, muy reputado en la Edad Media.
71.-REYES (1,3‰) Antroponímico: Aplicado genéricamente a las personas al servicio de los reyes,  originariamente “de los Reyes”. Posiblemente también vinculado en  otros casos a la festividad religiosa.
72.-LORENZO (1,3‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Lorenzo.
73.-AGUILAR (1,3‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre, lugar  de águilas.
74.-FERRER (1,3‰) Antroponímico: Herrero.
75.-IBAÑEZ (1,2‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Ioanes, Iuanes, Iván, Juan.
76.-SANTANA (1,2‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo llamado Santa Ana.
77.-HIDALGO (1,2) Antroponímico: Usado para designar la pertenencia a la clase noble.
78.-MONTERO (1,2‰) Antroponímico: Oficio de buscar y perseguir la caza.
79.-VICENTE (1,2‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Vicente.
80.-GIMENEZ (1,2‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Jimeno, con Ges la forma arcaica.
81.-DURAN (1,2‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Durandus, Durant.
82.-MORA (1,2‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
83.-SANTIAGO (1,2‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Santiago.
84.-ARIAS (1,1‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Ares, nombre medieval.
85.-CARMONA (1,1‰) Toponímico Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
86.-CRESPO (1,1‰) Antroponímico: Referencia a pelo ensortijado o rizado.
87.-BENITEZ (1,1‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Benito.
88.-PASTOR (1,1‰) Antroponímico: Oficio de cuidado del ganado.
89.-SAEZ (1,1‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Sancho.
90.-SOTO (1,1‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre, lugar  poblado de vegetación.
91.-VELASCO (1,1‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Velasco, Vela, Bla, nombre propio.
92.-ROMÁN (1,0‰) Patronímico: Hijo o descendiente de Román, nombre propio
93.-SOLER (1,0‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
94.-ESTEBAN (1,0) Patronímico: Hijo o descendiente de Esteban.
95.-MOYA (1,0‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
96.-VARGAS (1,0‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre, puede significar casa sencilla o designar la parte más pendiente  de una cuesta.
97.-PARRA (1,0‰) Toponímico: Oriundo de un topónimo o microtopónimo con este nombre.
98.-BRAVO (1,0‰) Antroponímico: Cualidad; valiente, esforzado.
99.-GALLARDO (1,0). Antroponímico: Cualidad; airoso, galán, también bizarro, valiente.
100.-REY (1,0‰). Antroponímico: Aplicado genéricamente a las personas al servicio del rey,  originariamente “del Rey”
(Fuente: Datos del INE.)

Como vemos los nombres y apellidos entrañan siempre un lugar al cual visitar por ser el origen de nuestros antepasados, unas aventuras que recordar o valores a celebrar según nos muestra la historia de nuestro apellido. También nos invitan a rescatar tradiciones, a trabajar talentos escondidos y a encontrar apoyo en sus relatos. Por muy antiguos que nos puedan parecer, los pellidos son parte ineludible de nuestra historia y de las interacciones sociales de nuestras vidas. 
Granada 10 de mayo de 2020.
Pedro Galán Galán.

Bibliografía:
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3 comentarios:

Fernando M. Díez Gallego dijo...

Interesante artículo, enciclopédico, sobre los apellidos.
Te enteras de cosas también interesantes del origen de los apellidos en general y del origen de tal y tal apellidos.
Un saludo cordial y un abrazo, desde el confinamiento en casa.

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

Fernando, cuando estaba escribiendo este artículo recordé que suponías bien, en una conversación después de clase, que por tus rasgos físicos debías tener origen escoces o gales, así lo pensé yo también, a pesar que tu Primer apellido Díez, como Díaz, o Diéguez tienen su origen como patronímico en el nombre Diego, y que tu segundo apellido Gallego era un toponímico que con claridad tenía su origen en un antepasado procedente de Galicia que se desplazó por la península. Pues a pesar de lo dicho, sigo con la idea de que Mendel, con sus leyes sobre la herencia genética, es el que no se equivocaba y me alegro, pues para un excelente profesor de inglés es lo que corresponde.
Un saludo cordial y un abrazo, porque supongo que en este curso ya no nos veremos.

Fernando M. Díez Gallego dijo...

Bueno, por parte paterna mis orígenes son del norte de España, de Santander, y podría haber ahí alguna raíz celta. Gracias por tu comentario.