EN 1867 HUBO UNA
COSECHA CORTA DE CEREALES, SUBIERON LOS PRECIOS DEL PAN Y SOBREVINO EL HAMBRE.
En las actas de este
año, como en otras de estos años de nuestra historia local, nos encontramos con
ciertos hechos inexplicables en principio. Hay un real discurrir de nuestro
concejo, que lejos de ser caprichoso, delata una particular forma de sobrevivir
a esos tiempos presentes de vida política del país, con un reflejo en las
actas. Una medida que lleva a que en 1866, año tan ajetreado en la política
nacional, no aparezcan actas en los archivos del Ayuntamiento de nuestra villa,
o si quizá las hubo se hiciesen desaparecer, dado el cariz que estaban tomando
los acontecimientos a nivel nacional, ¡ Cualquiera sabe cómo llegaron a Higuera los ecos del Pacto de Ostende !
Las actas del año
1867 son solamente cuatro, digamos que eran las mínimas imprescindibles. La
primera de fecha 1 de enero de 1867 refleja la toma de posesión de los nuevos
regidores municipales para así cumplir el mandato de la Ley de Ayuntamientos, en la segunda se trata de la elección de las diferentes
Juntas municipales que igualmente habían de constituirse en un ayuntamiento
recién elegido. La tercera es la respuesta a la autoridad provincial sobre la
situación de incomunicación que sufre nuestra villa, para así dar salida de los
excedentes de producción agrícola, y las comunicaciones de los vecinos con su
entorno de pueblos vecinos, y la cuarta es el cumplimiento de una orden de la
autoridad militar competente de requisar las armas que los vecinos pudiesen
tener, para lo que se da un plazo de unos días.
Ante este panorama
trataremos de explicar lo antedicho, poniendo para ello a los lectores en
antecedentes de lo que fue la vida política en el país en los años 1866 y 1867.
Cuando se lea este apartado, seguramente se comprenderá mejor la atonía en el
funcionamiento del ayuntamiento de nuestra villa.
El estallido de la burbuja del ferrocarril hizo estragos entre los accionistas y provocó la quiebra del Banco Overend & Gurney Company, que era considerado "el banco de los bancos". |
En este año de 1867
continuaba la crisis económica mundial, que empezó en mayo del año 1866 con la
quiebra del “Overend, Gurney and Cía” de Londres, y los efectos de esa caída de
la economía pronto se notaron en la banca de Barcelona y enseguida en la de
Madrid. En el mismo año 1866 de comienzo de la crisis, cerraron en Madrid cinco
de las diez Sociedades de Crédito existentes, y en el resto de España 14 de las
28 existentes con anterioridad. También cerraron 6 bancos de los 21 que había.
Y tras los bancos empezaron a cerrar las empresas, faltas de financiación.
Acción del banco Overend & Gurney Company. |
En España, el verano
de 1867 fue malo porque la cosecha fue muy corta, subieron los precios del pan
y sobrevino el hambre. Se autorizaron importaciones, pero éstas sólo valían
para paliar el hambre en los puertos de mar, pues el grano se encarecía mucho
con el transporte hacia el interior del país, y sus precios en el interior no
se hacían viables para el consumo del pan entre el común del pueblo.
D. Manuel García de Barzallana que diseñó la reforma impositiva de 1867. |
A nivel político eran
de destacar en este año los Trabajos de las Cortes en 1867, en este año se realizó
una reforma que pasó casi desapercibida debido al ambiente político de la época
y a su poca persistencia, nos referimos a la reforma impositiva de 1867 de García
Barzanallana. Este ministro trató de imponer un tributo sobre rentas, sueldos,
haberes y asignaciones de los empleados públicos del país (no de los empleados de las
empresas particulares), y fue un antecedente de la reforma Figuerola de 1869-70
que intentó lo mismo pero ampliándolo a los empleados de banca, sociedades y
administraciones particulares, aunque con poco éxito también. El pago de
impuestos por rendimiento del trabajo personal se intentará de forma más
general en 1900, cuando casi toda Europa ya lo había planificado, y aun así
España no lo aceptaría y no se generalizaría hasta en el franquismo en 1957, y definitivamente
en el ya no tan reciente año 1977.
Quizás para
congraciarse con Europa, en 1867 el gobierno hizo una ley prohibiendo el
tráfico de esclavos en las colonias españolas, lo cual era mucho menos de lo
que Europa esperaba, que era la abolición completa de la esclavitud. La
prohibición del tráfico de esclavos se había hecho en Europa entre 1806 y 1822,
siendo España la última que había prohibido el tráfico, en 1822. A partir de
1834 y empezando por Gran Bretaña, se estaba procediendo a la abolición de la
esclavitud, y tras abolirla Estados Unidos en 1864, sólo quedaban Brasil y
España como países esclavistas. Una reiterada prohibición del tráfico de
esclavos en colonias, era una medida vacía. España fue acusada de inhumanidad
por ello.
En 1867 se decretó
la obligatoriedad del sistema métrico decimal en España para 1 de julio de
1868, si bien ya era obligatorio para la administración desde enero de 1853; una
normativa que no fue posible imponerla por los cambios políticos habidos en
estos días y la revolución de septiembre de 1868.
Periódico liberal "El Imparcial" fundado por D. Eduardo Gasset y Artine. Resulta interesante y actual el artículo de la izquierda titulad0: La Comunidad catalana está virtualmente muerta. |
En el año de
1866 nació en Madrid el diario “El Imparcial” fundado por Eduardo Gasset
Aritme, José Bravo y Mariano Milego, para defender la ideología liberal. Este
diario triunfó tras la revolución de 1868. En 27 de abril de 1874, inició la
publicación de un suplemento titulado “Los Lunes del Imparcial”, dedicado al
ensayo y creación literaria, dando otro sentido al periodismo de su época. En
1893 haría otro suplemento titulado “Los Lunes Ilustrados de El Imparcial”, integrando
las nuevas tecnologías de la imagen. Cuando Ricardo Gasset, hijo de Eduardo, su
fundador, fue nombrado ministro de Fomento en 1900, “El Imparcial” empezó a
perder lectores. En 1917 pasó a estar controlado por Nicolás María Argoiti,
industrial papelero, que se enfrentó a la familia Gasset y produjo una crisis
profunda en el periódico, que acabó desapareciendo en 1933.
Suplemento "Los Lunes de El Imparcial". |
A nivel normativo se
presentó El Reglamento de las Cortes, el 25 de junio de 1867 para el Congreso,
y el 11 de julio de 1867 para el Senado, una iniciativa del diputado José
Botella Andrés cambió las relaciones entre el Gobierno y las Cortes con un
nuevo Reglamento de Cortes cuyos puntos principales decían:
La iniciativa legal
de los parlamentarios sólo tendría lugar si lo propusiesen 5 secciones o grupos
de la Cámara. Los Proyectos de Ley del Gobierno no serían estudiados por las
Cámaras, sino simplemente se votarían positiva o negativamente. Las enmiendas
deberían llevar la firma de 7 diputados como mínimo y sólo se discutirían las dos
más significativas. Las preguntas se harían por escrito, serían de interés
general y el Gobierno decidiría si las contestaba o no.
Se prohibía faltar
al respeto al Congreso o al Senado, insultar a diputados, ministros y personas
ausentes de la sala. Se consideraba una falta extraviarse de la cuestión que se
estaba tratando, interrumpir al orador, faltar al respeto al Presidente de la
Cámara, interrumpir el orden impuesto por el Presidente, lo cual daba lugar a
llamadas al orden y se perdía el derecho a la palabra a la tercera. También
eran faltas ofender a la religión, el Trono, los Cuerpos Colegisladores, los
ministros y diputados, y se exigía que se ofreciesen disculpas. El Presidente
podía cerrar la sesión si se faltaba al orden. El público de las tribunas debía
igualmente guardar orden y compostura.
Para la contestación
al Discurso de la Corona, se designaría una Comisión que estudiaría el texto de
contestación en 24 horas, pondría los puntos por escrito, y los diputados
tendrían 24 horas para informarse de ellos. Esos puntos serían discutidos y se
llegaría a un texto final. En la sesión final de Contestación a la Corona, se
respondería sobre la totalidad del Discurso de la Corona y hablaría un solo
diputado en contra, y terminaría otro diputado hablando a favor.
Las Proposiciones de
Ley presentadas por los Diputados sólo se tendrían en cuenta si lo autorizaban
cinco secciones (hoy grupos parlamentarios) del Congreso de Diputados. Se
argumentaba que los diputados no debían ir al Congreso a lucirse con sus discursos,
sino que en sus intervenciones debían intentar reflejar las ideas del Congreso
en su conjunto e integridad, no las ocurrencias particulares de cada Diputado.
En las Proposiciones
de Ley presentadas por el Gobierno no habría lugar a Comisiones de estudio de
las mismas, sino que se discutirían directamente en el Congreso. Las enmiendas
deberían estar firmadas por un mínimo de 7 diputados y solamente se examinarían
las dos que resultaran más distintas del proyecto inicial o del artículo por el
que se presentaban las enmiendas. Las intervenciones de los Diputados debían
servir para mejorar el Proyecto del Gobierno y no para iniciar discusiones
inútiles.
Las preguntas al
Gobierno se debían hacer por escrito y debían tratar de temas de interés
general, quedando el Gobierno facultado para decidir si las respondía, o no.
Se eliminaba el
“voto de censura” al Gobierno o a los Ministros. El Gobierno argumentaba que la
mejor censura era no aprobar las Leyes. Si un Diputado quería mejorar los
proyectos del Gobierno o de un Ministro, el camino era hacer una Proposición de
Ley, la cual, si era aprobada por cinco secciones del Congreso, y pasaría a discutirse en el pleno (1).
El Reglamento de
Cortes de José Botella Andrés nos indica el talante de este Gobierno de Luis
González Bravo.
D. Luís González Bravo. |
En 30 de junio de
1867 se reunieron los golpistas españoles de Ostende en Bruselas. Allí acudió
Francisco Serrano Domínguez en representación de los unionistas. O’Donnell
había salido de España en julio de 1866 para residir en Biarritz. Parece que
estaba enfermo. Moriría en noviembre de ese mismo año 1867.
Parte de los asistentes al Pacto de Ostende. |
Texto del Pacto de Ostende. |
Pacto de Ostende
1866.
Se reunieron en
Ostende unas 45 personas progresistas y demócratas en torno al progresista Juan
Prim y Prats, jefe conjunto. Estaban allí Joaquín Aguirre de la Peña, asesor
por los progresistas; Manuel Becerra Bermúdez, asesor por los demócratas. (El
político Manuel Becerra Bermúdez fue inicialmente progresista, en 1868 aparece
como demócrata, y en 1873 como republicano); Cristino Martos (demócrata);
Manuel Ruiz Zorrilla (progresista) y Práxedes Mateo Sagasta (progresista) como
encargados de propaganda. También estaba el brigadier Blas Pierrad Alcedar,
mano derecha de Prim, y se sumó más tarde José María Orense Milá de Aragón, IX
marqués de Albaida. Por los republicanos estaban el general Juan Contreras San
Román, (Juan Contreras fue un hombre muy difícil de comprender políticamnte:
empezó en el Partido Moderado, se pasó al Partido Progresista y se decepcionó
cuando Espartero tomó el poder en 1841, se hizo luego demócrata y republicano,
y en 1873 sería cantonalista y defendería la rebelión de Cartagena. Es decir,
llegó a la extrema izquierda, partiendo de una posición de muy a la derecha,
pasando por todos los colores del espectro político, (algo así como después vimos hacer a Jorge Vestringe), el general Pierrad
Alcedar, y el jurista Eugenio García Ruiz. Los que más complicado lo tenían
para llegar a Ostende eran los golpistas que seguían residiendo en Madrid, como
Estanislao Figueras Moragas, Nicolás María Rivero y Pascual Madoz Ibáñez.
Entre los reunidos
en Ostende había muchas ideologías: los demócratas eran republicanos e incluso
algunos de ellos eran socialistas; los progresistas eran monárquicos liberales
y de ideología oligárquica. Pero todos sabían que debían contar con los de
Unión Liberal si querían triunfar. Lo sabían desde el primer momento, porque
los unionistas eran mayoría en las Cortes. Sabían que sus ideologías eran
diferentes y por eso prefirieron no definir ningún programa que les desuniese,
pero para eliminar el régimen de Isabel II, no quedaba otro camino que pactar
con los unionistas. Incluso intentaron pactar con los carlistas, porque sabían
que eran pocos y podían realizar bien un golpe, pero no sostener el día
después. Enviaron a Práxedes Mateo Sagasta y a Félix Cascajares a dialogar con
los carlistas, pero no tuvieron éxito ninguno.
D. Juan Prim y Prats, pintura de Madrazo. |
Juan Prim y Prats,
el jefe de los progresistas, desconfiaba de los demócratas, y en enero de 1866
había excluido, en su pronunciamiento de Villarejo de Salvanés, a algunos
demócratas civiles porque desconfiaba de ellos. Prim necesitaba a los demócratas
porque no contaba con la mayoría de los generales, que estaban recelosos de
Prim, porque apoyaban a Espartero y éste no era amigo de Prim. Prim quería un
pronunciamiento clásico militar, sin levantamiento civil que pudiese acabar en
revolución populista o socialista. Era más bien conservador. Confiaba en que
una vez que hubiera triunfado el golpe, los militares le secundarían, y
entonces se podría librar de los demócratas.
El año 1866 en España. |
Los progresistas y
demócratas de Ostende no encontraban salida ninguna a la situación política
española sin eliminación de la Reina. En Ostende, se confabularon en estar
juntos para derribar la monarquía de Isabel II y convocar elecciones por
sufragio universal para asamblea constituyente, en la cual se decidiría el
futuro político de España. Los fines que se propusieron fueron exclusivamente:
“destruir lo existente”, y formar una asamblea constituyente. La iniciativa
minoritaria estaba llamada a ser bandera de muchos y triunfar en su idea de
echar a la Reina. Se creó un Centro Revolucionario Permanente presidido por
Prim, que radicaría en Bruselas. Se iba a destruir un sistema político, pero no
se sabía qué sistema se iba a implantar.
D. Francisco Pi y Margall. |
D. Emilio Castelar Ripoll. Cuadro de Joaquín Sorolla y Bastida. |
Pi y Margall dijo
con posterioridad, que ni él ni Castelar habían estado en las reuniones de
Ostende. La afirmación es un tanto extraña, pues Pi y Castelar eran líderes
destacados del Partido Demócrata. Tal vez Pi quería decir que no habían estado
personalmente en las reuniones, sino que estaban en París, a pocos kilómetros
del lugar de la acción. La intención de las declaraciones de Pi, era decir que
él nunca hubiera aceptado un pacto en el que la política quedaba abierta a una
nueva monarquía. Durante los
acontecimientos de 1866, O’Donnell vivía en Biarritz. A fines de 1866 visitó
París como invitado de Napoleón III, y allí se había visto con Olózaga. Olózaga
le propuso una monarquía “panibérica” bajo la Corona de Fernando de
Sajonia-Coburgo, viudo de María II de Portugal.
D. Leopoldo O'Donnell y Jorris invitado por Napoleón III, Emperador francés casado con la granadina Eugenia de Montijo.
|
Retrato de Napoleón III, pintado por Franz Xaver Winterhalter. |
Reina María II de Portugal, que murio por parto. |
O’Donnell no quería
destronar a Isabel II y consideraba a Prim un traidor a los compromisos
liberales. Prim necesitaba a O’Donnell para poder tener éxito, necesitaba a los
generales del bando de O’Donnell. En septiembre de 1866 escribió a Ruiz
Zorrilla que si O’Donnell se decidía por la revolución, él le secundaría en
todo caso. Incluso estaba dispuesto a cederle a O’Donnell el mando de la
revolución. Juan Prim vivía en Londres y pidió a Pascual Madoz que visitase
Biarritz y persuadiese a O’Donnell para integrarse en el grupo golpista. Pero
O’Donnell no quería destronar a Isabel II, y argumentó que no estaba con el
Gobierno de Narváez, pero tampoco contra el trono de Isabel II.
Los progresistas no
estaban nada satisfechos con la postura de O’Donnell pero sabían que sin él no
llegarían a nada. O’Donnell se sintió reforzado tras el fracaso de Prim en
Villarejo de Salvanés. Proponía que Isabel II abdicase en Alfonso de Borbón, el
entonces Príncipe de Asturias.
En octubre de 1867,
O’Donnell cayó enfermo. Parecía una indigestión, pero era tifus. El 5 de
noviembre de 1867 falleció O’Donnell. Desaparecía un estorbo para que el
ejército estuviese con los golpistas de Ostende.
Portada del periódico EL OBRERO. |
Por otra parte del 3
al 8 de septiembre de 1866 tuvo lugar en Ginebra el Primer Congreso de la I
Internacional. Allí dominó el mutualismo de Pierre Joseph Proudhon. Propusieron
la jornada de trabajo de 8 horas y afirmaron rotundamente que la emancipación
de los trabajadores había de ser obra de los propios trabajadores. El Congreso
se había decidido en septiembre del año anterior en una conferencia de la
Internacional y ello había sido publicado por “El Obrero” de Barcelona, así que
Narváez conocía el asunto. Hasta entonces, la Internacional no se había puesto
en contacto con los españoles pues M.L. Otto, encargado de hacerlo en noviembre
de 1864, no lo había hecho. Tampoco Paul Lafargue, elegido miembro del Consejo
durante 1866-1870 por sus conocimientos de español, lo había comunicado. El
primer contacto no llegaría a España hasta 1868. No era la Internacional lo que más asustaba a
Narváez, porque todavía no conocía las posibilidades de la revolución
socialista, pero Narváez conocía esos sucesos.
D. Manuel Orovio Echagüe. |
A partir de octubre
de 1866 las medidas represivas de Orovio superaban los ámbitos de lo
constitucional, se disolvieron las Cortes en 2 de octubre sin el decreto de
convocatoria de otras nuevas. Manuel Orovio Echagüe, marqués de Echagüe,
1817-1883, había nacido en Alfaro (Logroño) y había estudiado derecho en
Zaragoza. Se hizo del partido moderado. En 1865 había sido ministro de Fomento.
En 1866 trató de destruir la reforma Moyano mediante una nueva reforma del
Consejo de Instrucción Pública que daba un mayor control al clero y al Gobierno
sobre la enseñanza y creaba una supervisión por unos funcionarios próximos al
gobierno. Repetiría como ministro de Fomento en 1867. En 1868 fue ministro de
Hacienda y recibió el título de marqués de Echagüe. Pero en septiembre de 1868,
el nuevo ministro, Ruiz Zorrilla, recuperó la Ley Moyano. Orovio volvería al
ministerio de Fomento en 1875, año en que de nuevo expulsó de la Universidad a
los librepensadores y controló los libros de texto y los programas de
enseñanza.
D. Manuel Ruiz Zorrilla que recuperó la Ley Moyano. |
No se abrieron las
Cortes ese año hasta diciembre (las cerradas en 11 de julio de 1866 eran las Cortes
de 1865). Se impusieron nuevos planes de enseñanza en Facultades y Magisterio.
Se depuró a los profesores sin respetar la libertad de cátedra. El 21 de
octubre de 1866, González Bravo reformó por Decreto los Ayuntamientos y
Diputaciones con idea de restringir sus atribuciones. Para justificar tanta
incorrección política, se prometía dar cuenta de todo a las Cortes cuando éstas
se reunieran.
Naturalmente,
mientras el Gobierno se justificaba en que todo sería remitido a las Cortes en
su día, surgió la polémica de por qué estaban cerradas las Cortes. El Gobierno
defendió que habían estado abiertas hasta julio de 1866 y con ello se cumplía
el precepto constitucional de que debían estar abiertas todos los años. La
oposición decía que el Decreto de 2 de octubre de 1866 disolviendo Cortes sin
convocar otras nuevas era inconstitucional.
D. Antonio de los Ríos Rosas, Presidente del Congreso. Congreso de los Diputados de España. |
D. Francisco Serrano Domínguez duque de la Torre, Presidente del Senado. |
En diciembre de 1866, nada más abrirse las Cortes, los presidentes de las Cámaras, Antonio de los Ríos Rosas, del Congreso, y Francisco Serrano Domínguez duque de la Torre, del Senado, elaboraron una “Representación a la Reina” para que las Cortes se reunieran por derecho propio sin esperar a que las reunieran los Gobiernos. Incluso hubo malos modos, pues el Gobierno envió al Capitán General de Madrid, Juan de la Pezuela conde de Cheste, a las Cortes a retirar el escrito de los Presidentes. Juan de la Pezuela conde de Cheste entró por la fuerza en el Congreso y lo cerró el 27 de diciembre. Ante las protestas de los Presidentes de las Cortes, Ríos Rosas fue confinado en Canarias. Francisco Serrano, Presidente del Senado, aun con las Cortes cerradas, llevó de todas maneras el escrito, o Representación, a la Reina el 28 de diciembre. Por ello fue confinado en Baleares.
El Capitán General de Madrid, Juan de la Pezuela conde de Cheste. |
El 30 de diciembre
de 1866 Narváez pretendió reformar la Constitución argumentando que no se
ajustaba a la “constitución interna” del país, o sea, a la esencia de la
historia de España en el criterio de Narváez. Según Narváez, había que darle
más poder al Gobierno y menos a las Cortes. Narváez pretendía que el Gobierno
pudiera legislar por Decreto para así interpretar mejor los deseos del pueblo,
para ajustarse a la “constitución interna” o verdadero sentir del pueblo. Decía
que las Cortes, en sus discusiones, no se ajustaban a esa “constitución
interna”, no se atenían al sentimiento común de todos los españoles. Para un
correcto funcionamiento de la política, según Narváez, las iniciativas debían
partir de la Reina, y las Cortes debían seguir las indicaciones de la Corona y
prescindir de discusiones parlamentarias que sólo entorpecían los planes del
Gobierno y el sentido de las Leyes, con lo cual debilitaban a los Gobiernos. El
Gobierno debía ser dotado de más fuerza para que tuviera más eficacia. Y habría
que pensar un modo de que las Cortes representaran mejor al pueblo.
General Ramón María Narváez. |
El 30 de diciembre
de 1866 se decretó disolución de Cortes, y elecciones para 10 de marzo de 1867,
recomendando que los diputados se dedicaran a las tareas propias de su
condición y no a hacer política. La Ley electoral hecha ad hoc, la cuarta en 4
años, fue muy restringida.
Pero en la medida en
que más se equivocó Narváez fue en la depuración de militares sospechosos, que
fueron enviados a Filipinas. Eso puso en contra de Narváez a casi todo el
ejército, por el miedo a que en cualquier momento le tocase a otro.
En marzo de 1867, la
prensa europea se mostraba en contra de la dictadura de Narváez. Los disidentes
españoles tenían acceso a los periódicos de Europa occidental, porque estos
países sabían de la situación dictatorial en que vivía España. El 4 de marzo de
1867, el Ministro de Estado, Eusebio Calonge, dirigió una circular a los
embajadores calificando de calumnias lo que se decía de España sobre la Reina
Isabel II y sobre el Gobierno.
El 7 de marzo, el
Ministro de Gobernación, González Bravo, envió una circular a los Gobernadores
Civiles para que contrarrestasen la información que pudiera llegar del
extranjero, concretamente de periódicos de Inglaterra, Francia, Bélgica e
Italia.
D. Enrique de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, "el Duque progresista", publicado en La Ilustración.
|
Los Duques de Montpensier. Ella la Infanta Luisa Fernanda de Borbón, hermana de la Reina Isabel II, y él Duque Antonio de Orleans y Borbón, Duque de Montpensier. |
Los Duques de
Montpensier, decidieron intervenir, porque el Duque tenía educación liberal y
valoraba correctamente lo que estaba pasando en España, volvió a España la
Infanta Luisa Fernanda de Borbón duquesa de Sevilla, esposa del Duque de
Montpensier y hermana de Isabel II. Fue a visitar a su hermana Isabel y le
habló para que abandonara la política de represión. Isabel consideró impropio
de una Infanta dar consejos a una Reina. Narváez se consideró insultado y habló
de que siempre se había mostrado benevolente con la oposición al Gobierno.
Montpensier, viendo que el Gobierno y la Corona española insistían en el error,
decidió ponerse en contacto con los revolucionarios españoles.
Las facciones
progresistas más importantes eran las de Prim, Espartero y Olózaga.
En enero de 1867,
los progresistas de Prim, o grupo de Ostende-Bruselas, pactaron con los de
Olózaga, o grupo de Florencia. Pero Olózaga prefería al grupo de París (Sagasta
y Ruiz Zorrilla) sobre el de Bruselas (Prim). La reconciliación de las
facciones progresistas era fundamental para el éxito del golpe que se
preparaba.
El 10 de marzo de
1867 se reunieron por fin Prim, Olózaga, Sagasta, Castelar, Martos y otros, en
Mons (Bélgica) para coordinar el golpe y conseguir la reconciliación.
Propusieron los
progresistas como rey de España a Fernando de Portugal, pero los republicanos
Castelar y Martos se opusieron a mantener la monarquía, y exigieron una
asamblea constituyente elegida por sufragio universal, que decidiera la suerte
de la forma de gobierno en España. Prim aceptó y Olózaga se negó, por lo que
los demócratas y republicanos, que hasta entonces habían estado en contra del
protagonismo y componendas de Prim, se pusieron del lado de Prim y en contra de
Olózaga, momento que creemos definitivo para la suerte política de Prim. Sólo a
fines de mayo de 1867, Olózaga consintió en que hubiera Cortes constituyentes
decisorias, a fin de que triunfara la causa revolucionaria antiborbónica, aun
renunciando a sus ideas.
D. Cristino Martos, que junto a D. Emilio Castelar se opusieron como republicanos a mantener la monarquía en España. |
El 7 de marzo de
1867, González Bravo presentó a la Reina un Decreto sobre Imprenta, el cual
debía servir para preservar el orden público y para reprimir a los
revolucionarios.
El 20 de marzo de
1867, González Bravo dio un decreto de Orden Público. En este decreto
distinguía tres situaciones de orden: el “estado normal” en el que el
Gobernador podía tomar todo tipo de medidas preventivas, el “estado de alarma”
en el que la autoridad podía actuar contra cualquier sospechoso simplemente por
la misma sospecha, y el “estado de guerra” en el que la autoridad militar se
hacía cargo de todos los poderes del Estado. Esta norma gubernativa será
abolida en 23 de abril de 1870 dejando solamente “estado de prevención” y
“estado de guerra”.
El 25 de junio de
1867 se abrieron las Cortes. González Bravo se había encargado de que los
Diputados fueran moderados y católicos integristas.
Los decretos
represivos no fueron pasados por las Cortes, como era de esperar de un Gobierno
que se había vuelto dictatorial. Se pidió que las Cortes refrendaran al
Gobierno por razones de evitar el proceso revolucionario, y con ello quedaban
justificadas todas las leyes represivas. Las Cortes acusaron al Gobierno de
represor, de cerrar las Cortes arbitrariamente, de autoritarismo en los
ayuntamientos, de enemigo de la enseñanza y de la libertad, aprobando este
discurso por 246 votos a 4. Votaron en contra: Pérez Molina, Sardoal, Gisbert y
Cánovas del Castillo.
D. Antonio Cánovas del Castillo, político conservador. |
Las Cortes se abrieron
el 30 de marzo de 1867, y aunque el
Gobierno había utilizado la muletilla que todo sería ratificado por las Cortes
en su momento, los Decretos emitidos por el Gobierno nunca fueron llevados a
las Cortes para su ratificación como Leyes. Al contrario, lo que presentó el
Gobierno fue un Proyecto de Ley de Autoamnistía, o de Inmunidad del Gobierno,
muy propia de todos los dictadores. Esta Ley eximía de responsabilidad a los
gobernantes, Ministros, en todas sus actuaciones recientes en las que hubieran
presentado Decretos-leyes porque “hubieran quebrantado la Constitución del
Reino”, pues se entendía que lo habían hecho en bien de la sociedad. Se
declaraban leyes a todas las disposiciones tomadas por los Ministros. Era
inaudito que reconocieran que habían quebrantado la Constitución, que no les
interesaba para nada legalizar sus actuaciones de gobierno mediante las leyes
correspondientes, y que pidieran inmunidad.
Los diputados no
podían permanecer impasibles ante la dictadura de Narváez, por ello Gisbert
acusó al Gobierno de represor, de falseamiento del sistema representativo, de
ataque a las libertades, de cerrar arbitrariamente las Cortes para organizar la
represión, de modificar el régimen político de las Diputaciones y Ayuntamientos
sin permiso de las Cortes, de modificar la enseñanza con prisa y parcialidad
evidente y de haber maniatado a los periódicos. Estaba claro que todos eran
conscientes de lo que estaba sucediendo.
Por ello mismo,
porque todos eran conscientes de lo que estaba sucediendo, los diputados
aprobaron la inmunidad del Gobierno por 246 votos contra 4, con una unanimidad
típica de las dictaduras. Los cuatro votos en contra eran de Manuel Pérez
Molina, moderado, Ángel Luis de Carvajal y Fernández de Córdoba marqués de
Sardoal, demócrata radical, Lope Gisbert, conservador, y Antonio Cánovas del
Castillo, conservador.
D. José de Letamendi. |
En abril de 1867, el
médico José de Letamendi pronunció una conferencia en el Ateneo de Barcelona en
la que habló de la evolución, el evolucionismo, para explicar las razas
animales y la humana. Inmediatamente se levantó la polémica en el mundillo científico. En este campo
krausista estaban Augusto González Linares, Enrique Serrano Fatigati, Salvador
Calderón, Francisco Quiroga, Ignacio Bolívar o Eduardo Bosca. El líder del
grupo era Giner de los Ríos en 1867-1874. Francisco Giner de los Ríos
1839-1915, nacido en Ronda (Málaga), era hijo de un funcionario de hacienda que
se trasladaba continuamente (Cádiz, Alicante, Barcelona y Granada), empezó
filosofía y letras en Barcelona y la terminó en Granada. Como era sobrino de
Antonio Ríos Rosas, éste le proporcionó un empleo en el Archivo del Ministerio
del Estado en Madrid, y allí hizo doctorado y conoció a Sanz del Río.
D. Francisco Giner de los Ríos, pintado por Sorolla en 1908. |
En un ambiente
católico cerrado, la idea del evolucionismo sólo era aceptada con matices. El
asunto de fondo era que, en materia científica, los tenidos por “progresistas”
en la España de finales del XIX eran los krausistas, un grupo de científicos
que de estar en Europa occidental no hubiera sido considerado progresista ni
puntero en materia de ciencia. Habían
introducido una concepción racionalista de la ciencia basada en el antropocentrismo,
pero no habían penetrado en los entresijos de la ciencia moderna de Descartes y
Newton donde lo importante eran las causas de los fenómenos al margen de
prejuicios. No era así en España. Los krausistas españoles habían elaborado una
concepción del mundo que creía en una unidad formal del mismo, es decir, que
las cosas ocurrían igual en el resto de la realidad que en el hombre. Habían
elaborado una serie de evidencias filosóficas que podían ser probadas
científicamente por el experimento, pero partían de supuestos filosóficos
anticuados a los que no estaban dispuestos a renunciar.
Según estos
principios, los krausistas aceptaron la teoría de la evolución, pero se negaron
a aceptar la idea de la selección natural. Al contrario, hablaban de un deseo
humano de transformación que el hombre sentía para lograr un contacto más
íntimo con Dios. Evidentemente, ésta no era una posición científica, y el
debate de la ciencia estaba por hacerse en España, pero no podía tener lugar
hasta que hubiera un poco más de libertad, lo cual ocurrió después de 1868, y
sobre todo hacia 1872-1874.
D. Julián Sanz del Río. |
Aun así, los
krausistas fueron víctimas de la represión como demasiado revolucionarios. En
1867 Sanz del Río fue expulsado de la Universidad. A raíz de ello, varios
catedráticos renunciaron a sus cátedras: destacamos a Francisco Giner de los
Ríos, que en 1868 era catedrático de Derecho Natural en Madrid, y dimitió en
solidaridad con Sanz del Río, pero fue repuesto en su cátedra ese mismo año. En
1876, Sanz del Río trabajaría en la Institución Libre de Enseñanza. En 1881
sería de nuevo repuesto en su cátedra. Creía que la enseñanza transformaría
España, por lo que podemos englobarle entre los regeneracionistas. Julián Sanz del Río nació en Torrearévalo
(Soria) en 1814 y era hijo de labradores pobres. En 1824 murió su padre, y un
tío materno le llevó al seminario de Córdoba. En 1830 empezó el bachiller en
Granada, en 1834 hizo cuarto curso en Toledo, en 1835-1836 hizo sexto y séptimo
en Granada y en 1836 pasó a Madrid (Universidad de Alcalá por entonces) a
estudiar Jurisprudencia Civil, licenciándose en 1840. En 1843 fue becado a
Alemania, y Ruperto Navarro Zamorano le recomendó estudiar a Krause, muerto en
1832, pero de moda todavía. Sanz del río estudió en París y en Heidelberg con
discípulos de Krause. Volvió a España con muchas ideas de tipo moral, de cómo
había que comportarse, comer, vestir, y fue nombrado catedrático de Derecho de
la Universidad de Madrid. Era visto como un panteísta por los ultracatólicos y
fue expulsado de la Universidad en 1867, reintegrado en su cátedra en 1868.
Murió en 1869.
El 30 de junio de
1867 se logró que los demócratas no se apartaran del Pacto de Ostende de agosto
de 1866, bajo la premisa de que no se predeterminaría el sistema de gobierno
posterior al golpe, y que este tema lo decidiesen unas Cortes Constituyentes.
Entonces Prim exigió que la consigna no fuese “¡Abajo los Borbones!, como
gritaban los republicanos, porque ello predeterminaba parte del resultado del
golpe. Prim fue reconocido como jefe militar del golpe, que se fijó para el 15
de agosto de 1867. Aprovechó Prim para pedir dinero a los demócratas y
republicanos, pero éstos se negaron a dárselo, y con ello perder el control del
gasto de ese dinero. De nuevo hubo ruptura entre los que iban a dar el golpe.
Prim elaboró un plan
del golpe en el que el movimiento se iniciaría en Aragón y desde allí se
pediría que lo secundasen Cataluña y Valencia, regiones que, aunque
antimilitaristas, estaban dispuestas a una revolución. Simultáneamente se
pronunciaría en Andalucía Lorenzo Miláns del Bosch y Mauri y utilizaría a los
progresistas emigrados a Portugal. Se nombraron jefes militares para cuando se
sublevase Cataluña, contaban con el general Juan Contreras era el jefe general,
el general Eugenio de Gaminde el de Lérida, el general Blas Pierrad el de
Gerona, el general Gabriel Baldrich el de Barcelona, el general José Lagunero
el de Tarragona, Domingo Moriones el de Aragón. El coordinador general de todo
el movimiento militar sería Ricardo Muñiz y residiría en Bayona. A efectos de
llevar a cabo el golpe, un barco llevó armas a Andalucía y también se
introdujeron armas en Cataluña. Gran parte de estos confabulados eran masones.
D. Manuel Ruiz Zorrilla. |
Ruiz Zorrilla
redactó las proclamas que habían de publicarse en todos los periódicos de
Europa el 15 de agosto de 1867, las cuales iban firmadas por Prim. Prim hablaba
a los españoles en ese manifiesto de: Opresión del Gobierno, de inmoralidad de
los gobernantes y de necesidad de un cambio radical que debía ser
revolucionario, pues no había otro camino posible. Debía haber Cortes
Constituyentes por sufragio universal, las cuales debían destruir todo lo
existente e instaurar en España la libertad, el derecho y la justicia. No hubo
lugar para la difusión de este manifiesto.
En este momento, la
guarnición de Valencia se ofreció a cooperar y fue aceptada como sede del
inicio del levantamiento. Prim cambió los planes de forma apresurada y bastante
difícil de explicar, constituyendo así un lado oscuro de los acontecimientos.
En 16 de agosto de 1867 Prim llegó a Valencia para iniciar una sublevación,
pero los militares comprometidos en ello se echaron atrás, fue el fracaso de
Prim en Valencia en agosto 1867. La explicación al fracaso de Valencia es que
Prim había retrasado el inicio de la sublevación y luego se quedó en un barco
esperando el inicio de un alzamiento, que no se produjo sin él.
El Gobierno de
Narváez lo consideró un triunfo, casi lo máximo a que podía aspirar, dada la
situación. El Gobierno de Narváez se sintió orgulloso de haber salvado la
Constitución, la monarquía y el catolicismo. Con estos conceptos, definía
perfectamente sus prioridades, contrarias a las de los revolucionarios. Cuando
se abrieron las Cortes, éstas felicitaron al Gobierno por haber salvado a
España de una guerra civil, usando un lenguaje grandilocuente y a todas luces
falso.
Cataluña inició la
sublevación el 16 de agosto de 1867, en plena descoordinación, y la ausencia de
Prim hizo que muchos desertasen. Prim llegó a Cataluña el 22 de agosto, cuando
el movimiento ya había fracasado, y desde allí se marchó a Ginebra.
D. Salustiano Olózaga Armandoz, 1872. |
Los progresistas se
reunieron en París en septiembre de 1867, presididos por Salustiano Olózaga e
interpretaron que Prim había sido la causa del fracaso de agosto, no tanto por
falta de valor, sino por falta de previsión y organización, cambios de planes,
falta de decisión de desembarcar en Valencia…etc. Por lo que había que empezar
de nuevo la planificación del golpe.
El 23 de septiembre
de 1867, los generales unionistas Domingo Dulce Garay marqués de Castellflorite
y Cipriano del Mazo Gherardi propusieron unirse al movimiento progresista de
Ostende. Fernández de Córdova, Francisco Serrano y Domingo Dulce se reunieron a
fines de 1867 y constataron que, en contra de Isabel II, había algunos
moderados, algunos nobles, muchos soldados y oficiales, muchos unionistas y
todos los progresistas y demócratas. Fernández de Córdoba dijo que él no se
alzaría contra la Reina. Serrano y Dulce dijeron que si Isabel era destituida
lucharían por la infanta Luisa Fernanda como nueva Reina. Serrano aparecía como
nuevo líder unionista, y estaba en el Pacto de Ostende, pero sin el apoyo de la
mayoría de los unionistas. La clave era que O’Donnell, líder de los unionistas,
había dicho que él nunca apoyaría un levantamiento contra la Reina, a pesar de
haber roto con ella en 1866 y estar desterrado.
Domingo Dulce fue a
París a ver a Salustiano Olózaga, y Cipriano del Mazo a ver a Prim a Ginebra.
Una vez secundada por los militares unionistas, la revolución era imparable. El
inconveniente para ello era la negativa de O’Donnell a participar. O’Donnell
había dicho que nunca iría contra Narváez ni contra la Reina, pero también le
dijo a Antonio Cánovas que no defendería nunca a Isabel II, la cual le había
agraviado, y que apoyaría a su hijo Alfonso de Borbón si llegaba el caso. Ello
dejaba abierta la puerta para que los unionistas aceptaran el golpe y se
aliaran con progresistas y demócratas.
En estas fechas,
tenemos noticias de los socialistas en España pues entre los días 2 al 7 de septiembre de 1867 se reunió el
Segundo Congreso de la I Internacional en Lausana, y se dio lectura a dos
cartas de españoles, una de Madrid y otra de Barcelona. Por ello, tenemos
noticias de que el socialismo estaba implantado en España, pero todavía no
protagonizaban nada en la vida política.
La muerte de
O’Donnell tuvo lugar el 5 de noviembre de 1867, en Biarritz, haciéndose cargo
de la jefatura del Partido Unionista el general Francisco Serrano Domínguez. Se
le enterró en Madrid. La Reina no fue al entierro. Narváez sí asistió, habló
brevemente, con cara de circunstancias. Era una ocasión notable pues había
desaparecido el líder de Unión Liberal, el partido que había sostenido el trono
de Isabel II en los últimos años. Se sabía que Francisco Serrano, Domingo
Dulce, Juan de Zabala y el resto de generales unionistas no irían nunca en
contra de Isabel II mientras viviese O’Donnell, pero muerto el líder, se abría
una posibilidad de que los progresistas negociaran con alguno de ellos o con
todos. Serrano colaboraría con los golpistas con la condición de que se
mantendría el sistema monárquico. Los unionistas estaban pensando en coronar
Rey a Antonio María de Orleans duque de Montpensier, quinto hijo del Rey de
Francia Luis Felipe de Orleans, casado con María Luisa Fernanda De Borbón, la
hermana de Isabel II. Desde ese momento, Montpensier aportó dinero para la
causa de los sublevados.
D. Antonio María de Orleans duque de Montpensier, quinto hijo del Rey de Francia Luis Felipe de Orleans, casado con María Luisa Fernanda De Borbón, hermana de Isabel II. |
En ese momento, de
entre los líderes militares, sólo el general Narváez sostenía el trono. Si en
el entierro estaban frente a frente el considerado líder de los isabelinos y el
considerado líder de los que preparaban el golpe, era lógico que no asistiese
la Reina y que hubiera malas caras.
Como recordaremos
O’Donnell había sido desplazado del poder en julio de 1866 y algunos unionistas
estaban pensando en unirse a los revolucionarios, pero O’Donnell les contenía.
Se marchó a Francia, pues no estaba de acuerdo con la actuación de Narváez y de
Isabel II, pero tampoco estaba conforme con los revolucionarios. Prim intentó
sumarle al golpe de Estado que se estaba preparando, pero no lo logró.
O’Donnell siempre había defendido que nunca haría un golpe de Estado contra la
Reina Isabel II.
Grabado de Urrabieta titulado Conducción del cadáver el excelentísimo Sr. D. Leopoldo O'Donnell. |
La muerte de
O’Donnell no fue valorada correctamente por Isabel II. Simplemente concluyó que
desaparecía una figura del pasado, ya sin capacidad de liderazgo para nuevas
aventuras. Creyó que era un tema anecdótico. Pero cuando algunos unionistas
empezaron a pasarse a las filas de los revolucionarios progresistas y
demócratas, la figura de O’Donnell empezó a tomar dimensiones nuevas para ella.
Cuando desapareció
O’Donnell de la política, los unionistas pensaron que podían unirse al Pacto de
Ostende, pero algunos generales unionistas no sabían qué debían hacer y
pensaban que O’Donnell siempre había estado en contra de cualquier revolución.
O’Donnell había sido durante mucho tiempo el segundo líder entre los militares,
al lado de Narváez, su principal líder. Tras la política represiva en
1866-1867, Narváez estaba perdiendo popularidad entre los militares.
Fernández de Córdova
se entrevistó con Francisco Serrano y con Domingo Dulce, y comentaron que
algunos moderados estaban empezando a mostrar disconformidad con la política de
Narváez, que muchos nobles se abstenían de ir por Palacio para no tener que ver
a la Reina, que muchos militares estaban contactando a título individual con
los revolucionarios de Ostende y que todo ello anunciaba la proximidad de la
revolución. En esa reunión, Fernández de Córdova dijo que él no se alzaría
contra Isabel II, pero que había que planificar qué conducta seguirían los
generales españoles unionistas y moderados cuando la revolución se produjese y
llegasen los generales progresistas a exigir una postura frente a los hechos.
Decidieron que, si Isabel II era destronada, apoyarían que el trono pasase a
Luisa Fernanda de Borbón, la hermana de la Reina Isabel.
Fernández de Córdova
visitó a los Duques de Montpensier, en Sevilla y les comunicó la decisión de
los generales unionistas.
Los unionistas
partidarios de Serrano decidieron unirse al Pacto de Ostende si los objetivos
no eran republicanos sino antidinásticos. Muchos de los reunidos estaban
pensando en coronar a Luisa Fernanda, hermana de Isabel II y casada con el
Duque de Montpensier, y otros, como también había manifestado O’Donnell, estaban
pensando en coronar a Alfonso, hijo de Isabel II.
La Reina Isabel II con el Príncipe Alfonso, futuro rey Alfonso XII. |
El 27 de diciembre
de este año de 1867 la Reina leyó su Discurso de la Corona en las Cortes. Se
aplicó el Reglamento de Cortes de 25 de junio, por lo que se formó una Comisión
el 28 de diciembre compuesta de tres miembros, la Comisión presentó su informe
el 30 de diciembre, la contestación se aprobó el 2 de enero de 1868.
Respecto a la vida
municipal en nuestra villa, aunque no se produce directamente un reflejo de la
inestabilidad política, si se vislumbra la irregularidad de las reuniones del
cabildo. Aunque no es significativo, ni conocemos la causa, afirmamos que no
vienen en este legajo las actas correspondientes al año 1866, como si la
inestabilidad política nacional se hubiese trasladado al sentir de los
regidores municipales, que parecen actuar con discreción y prudencia ante los
pasos que mostraban los líderes nacionales en la marcha política del país, pues
se supone que en mayor o menor medida los componentes del concejo municipal
serían de uno u otro bando de los líderes de la política nacional. En el cuadernillo de las pocas
actas de 1867 aparece anotado a lápiz en el folio que sirve de portada lo siguiente:
Nº 25 1867
Manuscrito a tinta a
modo de Portada aparece el texto:
Higuera de
Arjona Año de 1867
Libro
Capitular correspondiente al espresado año.
Portada del Cuadernillo de Actas del año 1867. |
Nota: Aparece en la
parte superior de los folios impares de los 5 folios el llamado Sello de
Oficio. Otro sello diferente al ya descrito
de los varios anteriores. Este Sello de Oficio de color negro, presenta
forma rectangular con base en el lado de menor dimensión. En el aparece como
figura central un soldado romano con lanza y escudo y en su parte superior dos
triángulos rectángulos irregulares con dibujo en otro más pequeño y punteado en su espacio intermedio. A la
izquierda el texto 40 Cs DE Eº, en la parte derecha AÑO DE 1867 y en la base
SELLO 8º
ACTA DE LA PRIMERA SESIÓN
ORDINARIA DEL AYUNTAMIENTO DE LA HIGUERA DE ARJONA DE
FECHA PRIMERO DE ENERO DE 1867.
“Acta de
Posesión del Ayuntamiento…En la
Villa de la
Higuera de Arjona á primeros de Enero de mil ochocientos
Sesenta y siete, reunidos los SS. que componen el Ayuntamiento Constitucional
de la misma en el local acostumbrado bajo la Presidencia de D.
Ildefonso Fuentes y con mí asistencia como Secretario encontrándose presentes
D. Felipe Martínez Marín D. Juan Ramón
Barragán, D. Manuel Clemente Pérez, D. Francisco Fernández y D. Manuel Mercado
Cano, excepto D. Felipe Martínez Medina y D. José Calero Martínez por hallarse
ausentes, por el Sr. Presidente se declaró abierta la sesión leyéndose la
comunicación del Sor. Gobernador Civil de esta Provincia en fecha veinte y
nueve de Noviembre del año último por la que se sirve aprobar las actas de
Elecciones Municipales de esta población para el bienio de mil ochocientos
sesenta y siete á sesenta y ocho nombrándose para el cargo a D. Ildefonso
Fuentes, para el de Teniente á D. Manuel Mercado, y para Regidores D. Felipe
Martínez Marín, D. Manuel Clemente Pérez, D. Juan Ramón Barragán, D. José
Calero Martínez, D. Francisco Fernández y D. Felipe Martínez Medina. Acto
seguido D. Felipe Martínez Marín Alcalde Saliente recibió el juramento
prevenido por la ley del entrante y procediendo este a recibirlo del Teniente y
demás Regidores, quedó constituido el Aytº mandándose estender este acta y que
en su cumplimiento de la misma ley se dé parte al Sor Gobernador de quedar
instalado el nuevo Aytº y lo firman los que saben hacerlo de que Certifico =
Aparecen las firmas
de los siguientes señores:
Ildefonso
Fuentes. Manuel Mercado. Juan Ramón Barragán. Felipe Martínez. Felipe Martínez Medina. José Calero.
Manuel Clemente Pérez. Dice: Señal X del Regidor Francisco Fernández.
P. A.
D. A. C. Francisco Cardeña y Arcediano.Acta primera del año 1867 que termina en el reverso de la página. |
ACTA DE LA SEGUNDA SESIÓN
ORDINARIA DEL AYUNTAMIENTO DE LA HIGUERA DE ARJONA DE
FECHA 2 DE ENERO DE 1867.
“Acuerdo… y En la Villa de la Higuera de Arjona á dos de
Enero de mil ochocientos Sesenta y siete, reunidos los SS. D. Ildefonso
Fuentes, D. Manuel Mercado, D. Felipe Martínez Marín, D. Manuel Clemente Pérez,
D. José Calero Martínez, D. Francisco Fernández, D. Felipe Martínez Medina y D.
Juan Ramón Barragán y en mí presencia como Secretario el espresado D. Ildefonso
Fuentes Presidente Alcalde declaró aseguida quedar abierta la sesión
procediéndose acontinuación á la numeración de orden de los SS. Regidores, los
que escritos sus nombres en otras tantas papeletas que fueron depositadas en un
globo se procedió á su estracción, resultando del sorteo referido SS. con la
numeración siguiente.
Regidor 1º D.
Juan Barragán.
Regidor 2º D.
Francisco Fernández.
Regidor 3º D.
José Calero Martínez.
Regidor 4º D.
Felipe Martínez Medina.
Regidor 5º D.
Manuel Clemente Pérez.
Regidor 6º D.
Felipe Martínez Marín.
Acto continuo se
procedió al nombramiento de Regidor Síndico de entre los espresados Concejales
SS. resultando electo por unanimidad para el referido cargo D. Manuel Clemente
Pérez de cuyo nombramiento se dará conocimiento al Sor Gobernador Civil y
Promotor Fiscal del Juzgado de este Partido.
Seguidamente los
espresados SS. señalaron los sábados de cada semana para que tengan lugar las
sesiones ordinarias que previene la ley dando también parte de ella á la Superioridad.
En este estado
se procedió al nombramiento de la
Junta de Sanidad y Beneficencia para el presente bienio
prevenido en la ley vigente del ramo lo que se efectuó de la manera siguiente:
Sor. Alcalde
Presidente.
D.
Francisco Cardeña y Arcediano Cirujano.
D. Antonio
Eslava Albéitar. (Veterinario)
D. Manuel
Clemente Pérez Síndico.
D. Salvador Moreno Párroco.
Acto continuo se
efectuó también el nombramiento de los SS. que han de componer la Junta local de Instrucción
primaria de esta Villa y quedaron elegidos los siguientes:
Sor Alcalde
Presidente.
Sor Cura
Párroco.
Regidor D. Juan
Ramón Barragán.
D. Bonoso de
Lara.
D. Emilio
Martínez.
Igualmente se
procedió al nombramiento de los SS. que han de componer la Junta Parroquial
de esta Villa quedando compuesto del modo siguiente:
Sor Alcalde
Presidente.
Sor Cura
Párroco.
Sor Coadjutor.
D. Francisco
Martínez Molina.
Así mismo
quedaron elegidos peritos de Campo los sugetos siguientes:
D. Francisco
Martínez Molina.
D. Pedro
Mercado.
Del propio modo
quedaron elegidos Maestros Alarifes como
peritos los individuos siguientes:
D. Francisco
Zafra.
D. José
Fernández Calero.
En la misma
forma se procedió al nombramiento de la Junta de
Ganaderos de esta Villa y fueron elegidos:
D. Luis Ruano
Vargas Síndico.
D. Florencio
Martínez Srio.
D. Manuel
Cubilla García.
Así mismo fue
nombrado Guarda Municipal de Campo sin
Sueldo al particular Manuel Cortes.
Del propio modo
fue nombrado depositario de propios y Pósito de esta Villa D. Bartolomé Catalán
persona de responsabilidad y que merece la confianza de la Corporación.
En su
consecuencia la Corporación
lo acordó así todo dando parte al Sor Gobernador Civil de esta Provincia á los
efectos prevenidos y firman referidos SS. Capitulares de que Certifico =
Aparecen las firmas de los siguientes señores:
Ildefonso
Fuentes. Manuel Mercado. Juan Ramón Barragán. Felipe Martínez. Manuel Clemente Pérez. José Calero.
Dice: Señal X del
Regidor Francisco Fernández. Felipe
Martínez Medina.
P. A.
D. A. C. Francisco Cardeña y Arcediano. En la página de la izquierda final del acta primera y principio del acta segunda que continúa en la página de la derecha. |
Continuación del acta segunda tanto en la página de la izquierda como en la de la derecha. |
ACTA DE LA TERCERA SESIÓN
ORDINARIA DEL AYUNTAMIENTO DE LA HIGUERA DE ARJONA DE
FECHA 10 DE AGOSTO DE 1867.
“Acuerdo… En la Villa de la Higuera de Arjona á diez
de Agosto de mil ochocientos sesenta y siete reunidos el Ayuntamiento
Constitucional de la misma en su sala Capitular
asociado de un número igual de mayores Contribuyentes para dar
cumplimiento á la circular del Sor. Gobernador Civil de esta Provincia fecha
veinte de Julio último inserta en el Boletín oficial de la misma del Jueves
veinte y cinco de dicho mes recibido con notable atraso por carecer de correo
diario de esta población relativa al planteamiento de caminos vecinales, dicha
corporación y asociados manime y bremente (Nota: La grafía es clara,
se supone que quiere decir unánime y libremente. No es la letra manuscrita de
D. Francisco Cardeña y Arcediano, Secretario del Ayuntamiento y Cirujano) por estar así
con la convicción y convenencia de todos acordaron: Que lo más pronto posible
se remita copia certificada de esta acta y del Estado que hace tiempo fue
remesado sus circunstancias análogas viene mandando á dicha Superioridad de los
caminos vecinales que le son no más ó menos convenientes como se espresa en la
citada circular sino de absoluta necesidad si ha de darse salida en su justa
proporción á las producciones de esta localidad. En efecto y por ello verá el
Sor Gobernador y la exma. Diputación Provincial la tristeza de estos vecinos
cuando se ocupan de informar sobre estos estremos ver también que su localidad
que marcha á la cabeza de todos los de esta Provincia relativamente hablando
cuando se trata de contribuir se vean sepultados en el fango sin poder salir
por ningún punto especialmente en los meses de invierno rigoroso mientras que
por los demás cruzan carreteras á la vez ser visitados por locomotoras y sobre
todo sin carecer hasta con lujos de caminos de todas clases . En su
consecuencia este Municipio es el que siempre ha estado previo el mejor deseo
en esponer sus hechos con la mayor compostura y atención en el exacto
cumplimiento y las órdenes Superiores le espondré á la vista su situación y espero
serán remediados en parte sus necesidades siquiera sea en justo pago de las
indicaciones hechas anteriormente Villanueva de la Reina dista de esta
población una legua Castellana poco más o menos punto más cercano para entrar
en la vía férrea general de nuestra Andalucía, Arjona otra población de
alguna importancia para esta localidad
por donde cruza carretera que conduce á Torredongimeno, Martos y Andújar en
línea recta pasando por esta Villa y por tanto sería conveniente en un todo es decir absolutamente
indispensable en arrecife sea cual fuere su clase que ponga á este pueblo en comunicación con ambos puntos para poder
acercarnos á los de salida de más importancia. De igual manera sería de suma
utilidad que partiendo de Andújar directa á la Capital y viceversa
declarado camino Provincial el cual pondría á esta Villa en contacto con la primera población por ser
el punto en donde se consume la mayor parte de nuestro productos de aceites y
cereales y con la segunda por ser la citada Capital con quien ha de tenerse contimas y prentorias (Se supone que quiere decir
continuas y perentorias, pero la grafía es clara y realmente dice eso en el
texto) comunicaciones para todos los asuntos de servicio público. Por cuyas
razones que serán estimadas juntas por la Exma. Diputación
é intervención del Sor Gobernador Civil podrá concurrir los estremos
mencionados ó en la parte que sea más conveniente de entre todos este Municipio
y asociados se hallan dispuestos á hacer los mayores sacrificios para lo cual sería conveniente que de voz viva se
sirviese oír sus respectivas localidades y que sea acordaran bajo su
presidencia y mandato lo que debía y podrá hacerse tanto individual como
colectivamente por citados pueblos en quienes como en este es de absoluta
necesidad el magnífico pensamiento de la Exma. Diputación
Provincial ha tenido el estampar la circular motiva este acuerdo. Con todo lo
cual se dio por terminado el acto que firman referidos SS. Concejales y
asociados de que yo el Srio. Certifico =
Aparecen las firmas
de los siguientes señores:
Ildefonso
Fuentes. Juan Ramón Barragán. Manuel Clemente Pérez.
En la página de la izquierda parte final del acta segunda y al final de esta página comienzo del acta tercera que continúa en la página de la derecha. |
Resulta
adecuado destacar parte del contenido del acta que acabamos de leer, por
significar el alegato que desde antiguo ha supuesto para nuestra villa la
deficiencia de las comunicaciones con los localidades del vecindario. Por ello
reproducimos textualmente el texto de comunicación a la Diputación Provincial,
que es el que sigue: “… relativa al planteamiento de
caminos vecinales, dicha corporación y asociados manime y bremente por estar
así con la convicción y convenencia de todos acordaron: Que lo más pronto
posible se remita copia certificada de esta acta y del Estado que hace tiempo
fue remesado sus circunstancias análogas viene mandando á dicha Superioridad de
los caminos vecinales que le son no más ó menos convenientes como se espresa en
la citada circular sino de absoluta necesidad si ha de darse salida en su justa
proporción á las producciones de esta localidad. En efecto y por ello verá el
Sor Gobernador y la exma. Diputación Provincial la tristeza de estos vecinos
cuando se ocupan de informar sobre estos estremos ver también que su localidad
que marcha á la cabeza de todos los de esta Provincia relativamente hablando
cuando se trata de contribuir se vean sepultados en el fango sin poder salir
por ningún punto especialmente en los meses de invierno rigoroso mientras que
por los demás cruzan carreteras á la vez ser visitados por locomotoras y sobre
todo sin carecer hasta con lujos de caminos de todas clases. En su consecuencia
este Municipio es el que siempre ha estado previo el mejor deseo en esponer sus
hechos con la mayor compostura y atención en el exacto cumplimiento y las
órdenes Superiores le espondré á la vista su situación y espero serán
remediados en parte sus necesidades siquiera sea en justo pago de las
indicaciones hechas anteriormente Villanueva de la Reina dista de esta
población una legua Castellana poco más o menos punto más cercano para entrar
en la vía férrea general de nuestra Andalucía, Arjona otra población de
alguna importancia para esta localidad
por donde cruza carretera que conduce á Torredongimeno, Martos y Andújar en
línea recta pasando por esta Villa y por tanto sería conveniente en un todo es decir absolutamente
indispensable en arrecife sea cual fuere su clase que ponga á este pueblo en comunicación con ambos puntos para poder
acercarnos á los de salida de más importancia. De igual manera sería de suma
utilidad que partiendo de Andújar directa á la Capital y viceversa declarado camino
Provincial el cual pondría á esta Villa
en contacto con la primera población por ser el punto en donde se
consume la mayor parte de nuestro productos de aceites y cereales y con la
segunda por ser la citada Capital con quien ha de tenerse contimas y prentorias
comunicaciones para todos los asuntos de servicio público. Por cuyas razones
que serán estimadas juntas por la Exma. Diputación é intervención del Sor
Gobernador Civil podrá concurrir los estremos mencionados ó en la parte que sea
más conveniente de entre todos este Municipio y asociados se hallan dispuestos
á hacer los mayores sacrificios para lo cual
sería conveniente que de voz viva se sirviese oír sus respectivas
localidades y que sea acordaran bajo su presidencia y mandato lo que debía y podrá
hacerse tanto individual como colectivamente por citados pueblos en quienes
como en este es de absoluta necesidad el magnífico pensamiento de la Exma.
Diputación Provincial ha tenido el estampar la circular motiva este acuerdo…”
ACTA DE LA SESIÓN EXTRAORDINARIA DEL AYUNTAMIENTO DE LA HIGUERA
DE ARJONA DE FECHA 17 DE SEPTIEMBRE DE 1867.
“Acuerdo…y En la Villa de la Higuera de Arjona á diez y
siete de Setiembre de mil ochocientos sesenta y siete reunidos los SS. que
componen el Ayuntamiento de la misma en sesión extraordinaria en su Sala
Capitular bajo la presidencia de su Alcalde D. Ildefonso Fuentes por dicho Sr.
se dio cuenta del bando é instrucciones del E xmo.
Sor. Capitán General de este Distrito Militar sobre recogida de todas armas y
licencias del que la tenga en el preciso término de tercero día desde esta
fecha en virtud de haberse recibido por el correo ordinario del día de hayer en
su consecuencia por unanimidad la corporación entrante acordó quedar en su más
exacto cumplimiento de cuanto el dicho bando é instrucciones de trece del
actual previenen quedando a la vez constituido todos sus individuos en comisión
para la recogida general de armas y licencias de este vecindario cuya operación
dará principio el día de hoy y terminará el diez y nueve del corriente siendo
entregadas en esta Secretaría Municipal en donde se hallara permanentemente
dicha Comisión anunciándose todo ello al
público para que nadie pueda alegar ignorancia. Así lo acordaron referidos SS. que firmaran y
señalaron de que yo el Secretario Certifico =
Aparecen las firmas de
los siguientes señores:
Ildefonso
Fuentes. Juan Ramón Barragán. Manuel Clemente Pérez.
Resulta
conveniente destacar como en la presente acta se recibe la orden de recoger las
armas de las que fueran poseedores los vecinos de la villa. Eran tiempos de
bastante convulsión política. El texto es el siguiente: “… bajo la presidencia de su Alcalde D. Ildefonso Fuentes
por dicho Sr. se dio cuenta del bando é instrucciones del Exmo. Sor. Capitán
General de este Distrito Militar sobre recogida de todas armas y licencias del
que la tenga en el preciso término de tercero día desde esta fecha en virtud de
haberse recibido por el correo ordinario del día de hayer en su consecuencia
por unanimidad la corporación entrante acordó quedar en su más exacto
cumplimiento de cuanto el dicho bando é instrucciones de trece del actual
previenen quedando a la vez constituido todos sus individuos en comisión para
la recogida general de armas y licencias de este vecindario cuya operación dará
principio el día de hoy y terminará el diez y nueve del corriente siendo
entregadas en esta Secretaría Municipal en donde se hallara permanentemente
dicha Comisión anunciándose todo ello al público para que nadie pueda alegar ignorancia…”
Nota a
tener en cuenta en la trascripción de todas las actas.
En todos
los casos la transcripción es literal, si bien se ha procedido a interpretar en
algunos casos los textos confusos o ilegibles, a no utilizar las mismas
abreviaturas de palabras en orden a dar claridad al texto redactado y la
imposibilidad de transcribir fielmente en la abreviatura la colocación de
algunas grafías manuscritas, a acentuar
las palabras que en muchos casos no figuraban acentuadas. Si se ha respetado
siempre la ortografía original, las uniones indebidas de palabras y la
redacción del texto en general.
Granada 15
de enero de 2020.
Pedro
Galán Galán.
Bibliografía:
Archivo
Municipal de Lahiguera. Cuadernillo de actas del año 1867.
Encinas Gómez, Emilio: Historia de España: Gobierno de Narváez 1866-1868.
http://www.historiadeespananivelmedio.es/19-15-13-gobierno-de-narvaez-1866-1867/
Referencia de citas: (1) Muñoz Arnau, Juan Andrés y de Pablo, Ana Isabel: La disciplina parlamentaria en el constitucionalismo histórico español. Universidad de La Rioja.
Encinas Gómez, Emilio: Historia de España: Gobierno de Narváez 1866-1868.
http://www.historiadeespananivelmedio.es/19-15-13-gobierno-de-narvaez-1866-1867/
Referencia de citas: (1) Muñoz Arnau, Juan Andrés y de Pablo, Ana Isabel: La disciplina parlamentaria en el constitucionalismo histórico español. Universidad de La Rioja.
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