PROLOGO

Se pretende que sea éste un espacio dedicado a entretener y deleitar (... a través de la fotografía fundamentalmente) ... a dar a conocer (...o traer al recuerdo) ciertos monumentos o espacios situados en el término o cercanías de Lahiguera. ...a llamar la atención por el estado de abandono y deterioro de muchos de ellos, ...y si llegara el caso, a remover la conciencia de todos los que somos "herederos" de tales monumentos y espacios, y que con nuestra aportación ayudásemos a la conservación de los mismos.

jueves, 4 de abril de 2019

EL PODER DEL SULTANATO DE TERNATE EN EL SIGLO XVI Y LA INFLUENCIA EN LA PREDICACIÓN DEL NORTE DE LA ISLA DE SULAWESI DE FRAY BLAS PALOMINO Y SUS HERMANOS FRANCISCANOS.


LA GRAN COMPAÑÍA HOLANDESA DE LAS INDIAS ORIENTALES Y SU REPERCUSIÓN EN LA ESTABILIDAD DE LAS ISLAS MOLUCAS Y CÉLEBES.


Quizá pueda sorprendernos que una isla volcánica de poco más de diez kilómetros de diámetro, tuviese tanto poder con la venta y monopolio del clavo de olor y otras especias, como para que se encabece el presente artículo con un título tan empoderado; las razones que hay para ello fueron que durante siglos con esta palabra de especias, se aludía a plantas originarias del extremo oriente y de una forma más precisa a las que llegaban de las Islas Molucas, conocidas como Islas de las Especias.

El uso de estas plantas no era sólo como condimento alimentario, sino que en ocasiones formaban parte de preparados con finalidad medicinal. Por referencias literarias de autores griegos y romanos sabemos que especias venidas de Asia estaban presentes en los lujosos banquetes de las familias más poderosas (incluido su uso para aromatizar los vinos que se servían), en los ungüentos que se aplicaban tras el baño, en los perfumes más caros, en los inciensos que se quemaban en los templos o en las medicinas que recetaban sus médicos. Había creencias en sus virtudes curativas.

Algunas especias también se utilizaban ampliamente para la destilación de aceites esenciales usados en colonias y perfumes como eran: áloe, ruibarbo, ámbar, almizcle, sándalo y alcanfor.

El prestigio social con que contaban estas sustancias se ha querido explicar también por las limitaciones que en aquellos tiempos sufría Europa, que todavía hasta el descubrimiento de América, no conocía ni el café, ni el chocolate, ni apenas disponía de azúcar. Si a esto le añadimos que se carecía de cualquier medio para conservar frescos los alimentos (especialmente la carne), estos se consumían en ocasiones en un estado no muy agradable para el paladar. Entiéndase lo que en estos casos suponía un poco de pimienta, clavo o canela, al menos lo suficiente para aromatizar el producto ya en fase de deterioro, y hacerlo comestible.

El comercio con estas sustancias comenzó probablemente hace milenios y de ello tenemos constancia escrita, por ejemplo, en relatos del Antiguo Testamento, donde aparecen caravanas de comerciantes de especias en dirección a Egipto. Estas caravanas traían hacia occidente el clavo y la pimienta de la India, la canela y la nuez moscada de las Islas Molucas o el jengibre de China.
Rutas comerciales antiguas.

La importancia económica de la Ruta de la Seda (en rojo) y las rutas de comercio de especias (en azul) bloqueadas por el Imperio otomano en 1453 con la caída del Imperio bizantino, estimularon la exploración de una ruta marítima alrededor de África y la activación de la era de los descubrimientos.

El comercio de especias era una actividad comercial de origen antiguo que consistió en la comercialización de especias, inciensos, cáñamos, hierbas… Las civilizaciones de Asia estaban involucradas en el comercio de especias desde los tiempos antiguos y el mundo grecorromano; pronto se sumó a este comercio haciendo uso de la ruta del incienso, y las rutas romanas-indias. Recordemos la legendaria Reina de Sheba (llamada Bilqis en la tradición árabe), que visitó al Rey Salomón durante el siglo X antes de Cristo, trayendo con ella un gran séquito y una gran cantidad de oro y especias. Desafiando a Salomón con acertijos, ella finalmente tuvo que ceder ante su sabiduría y aceptar a su Dios. Esta historia exótica ha despertado la imaginación de innumerables generaciones y ha encontrado la entrada en tres Libros Sagrados: la Sagrada Biblia, el etíope Kebra Nagast y el Sagrado Corán.

El reino de Saba con su capital en Marib fue el más poderoso, a veces dominando todo el sur de Arabia. Los sabaos no solo eran grandes constructores y técnicos, sino también comerciantes exitosos. Los griegos y los romanos llamaron a la parte sur de la península “Arabia Felix”, glorificada por la fabulosa riqueza que supuestamente disfrutan sus habitantes. Desde la domesticación del camello (alrededor de 1500 a. C.), las grandes caravanas de Sabaean se movieron hacia el norte a lo largo del borde del desierto, cubriendo en 60 a 70 días la distancia desde Qana en el océano Índico hasta Ghaza en el mar Mediterráneo. La ruta comercial, que estaba protegida por los reinos a lo largo del camino, se hizo famosa como “La ruta del oro e incienso”. El incienso era un artículo de gran prestigio, al ser quemado en grandes cantidades en los templos de las civilizaciones mediterráneas, que crece naturalmente solamente en el Hadhramaut inferior.
A partir de la domesticación del camello las rutas terrestre se facilitaron en las travesías del desierto.

Las vías romanas-índicas eran dependientes de las técnicas desarrolladas por el poder del comercio marítimo, el Reino de Aksum, que fue pionero de la vía del mar Rojo antes del siglo primero. A mediados del siglo VII, el surgimiento del islam cerró las rutas de caravanas por tierra a lo largo de Egipto y Suez, y redujo la comunidad comercial europea de Aksume y la India.

Los comerciantes árabes finalmente se hicieron cargo del transporte de mercancías de los comerciantes del levante mediterráneo y de la República de Venecia a Europa hasta la llegada de los turcos otomanos en 1453. Inicialmente las rutas terrestres ayudaron el comercio de especias, pero luego las rutas marítimas llevaron a un enorme crecimiento en las actividades comerciales. Durante la época medieval, los comerciantes musulmanes dominaron las rutas marítimas de especias a lo largo del océano Índico, aprovechando las regiones de origen en el Lejano Oriente y enviando especias desde emporios comerciales en la India hacia el oeste al golfo Pérsico y el mar Rojo.

El comercio se transformó durante la era de los descubrimientos europeos, durante la cual el comercio de especias, particularmente también la pimienta negra, se transformó en una actividad muy lucrativa e importante para los comerciantes europeos. La ruta de Europa al océano Índico a través del cabo de Buena Esperanza fue explorada por primera vez por el navegante portugués Vasco da Gama en 1498, dando lugar a nuevas rutas marítimas para el comercio.
Las especias tan solicitadas por Europa.

Este comercio, que sin lugar a dudas promovió el desarrollo de la economía mundial desde finales de la Edad Media hasta los tiempos modernos, marcó el comienzo de una dominación europea en el Este. Las rutas y puertos de despacho y tránsito de las especias, tales como la bahía de Bengala, sirvieron como puentes para intercambios culturales y comerciales entre las diversas culturas y naciones que luchaban por ganar el control del comercio y las rutas de las especias. La dominación europea fue lenta en su desarrollo. Las rutas comerciales portuguesas se limitaban al uso de rutas antiguas, puertos, y naciones que eran difíciles de dominar. Los holandeses fueron capaces de evitar muchos de estos problemas al ser pioneros una ruta directa por el océano desde el cabo de Buena Esperanza al estrecho de la Sonda en Indonesia.

En la Edad Media el comercio de especias estaba en manos de los árabes que las compraban en la India y las transportaban hasta los puertos del Mediterráneo oriental donde se las revendían a comerciantes italianos que iniciaban su distribución por Europa.

El negocio tenía tales dimensiones, que los árabes procuraron mantener siempre a los comerciantes europeos fuera de sus rutas comerciales, para evitar cualquier tipo de competencia. A su vez los comerciantes italianos mantenían el monopolio de las especias. Las complicaciones de la ruta desde Asia, ya fuese por tierra (había que atravesar desiertos, montañas y altas mesetas llenas de peligros) o por mar (enormes distancias, tifones, piratas, barcos no muy seguros) elevaban el precio de las especias, que pasaban además por muchas manos (y en cada paso elevaban sus precios) antes de llegar a los consumidores europeos. Para hacerse una idea de la cotización de estos productos puede decirse que en la Edad Media un pequeño saco de pimienta valía lo que el salario de un trabajador durante toda su vida. La pimienta se contaba grano a grano y llegó a utilizarse en ocasiones como moneda o forma de pago.

La atracción por el negocio de las especias fue lo que puso en marcha los grandes descubrimientos de los siglos XV y XVI, cuando los portugueses intentaron hacerse con este negocio, buscando una ruta a “Las Indias” distinta a la que musulmanes e italianos mantenían desde hacía siglos. Sólo con la irresistible atracción del negocio de las especias se entiende el enorme sacrificio en vidas humanas y dinero que harán las coronas de Portugal y España.
Llegada de Vasco de Gama a Calcuta en el año 1498.

Cuando Vasco de Gama llegó a la India, culminando un siglo de esfuerzos portugueses, su viaje habrá puesto en manos de su país una enorme fuente de riqueza. Pocos años antes Colón había intentado llegar a las especias viajando hacia el oeste. Y las especias fueron años después también el objetivo de la expedición de Magallanes, aunque lo intentará viajando hacia el oeste, razón que lo llevaría a la primera circunnavegación del planeta.

En las décadas siguientes se desatarán luchas por el control de este comercio; así durante el siglo XVI este preciado comercio estaría bajo control portugués, mientras España parecía entretenida con el oro y la plata de América. En el siglo XVII serán los holandeses quienes conocedores de las rutas portuguesas transportarían las especias a los puertos europeos.

La ruta portuguesa de Vasco de Gama hará bajar inmediatamente el precio de las especias, aunque el viaje era largo y peligroso, con esta ruta se evitaban los intermediarios, que tanto encarecían el producto, aunque el negocio siguió siendo durante siglos interesante. Sólo durante los siglos XIX y XX el progreso de los transportes sumado a que varios países europeos conseguirán que algunas de estas escasas plantas se aclimaten en otros continentes, pues el clavo hoy crece en África, y la nuez moscada en América, donde las cultivarán masivamente, harían finalmente bajar el precio de las especias, hasta el punto de que varias de ellas como el clavo, la canela o sobre todo, la pimienta, tienen precios muy baratos que hacen difícil de creer hoy que por causa de las especias se organizasen algunas de estas arriesgadas expediciones.

Para concluir este preámbulo del presente artículo solamente referir que el poder de Ternate, el mayor productor de clavo de olor, nuez moscada y otras especias del este asiático, venía del caudal de dinero que los europeos entregaban al sultanato para conseguir un producto de venta tan garantizada con el clavo de olor, tan solicitado por los más poderosos económicamente del continente y en realidad por todas las capas sociales, dada su demanda para tan amplia gama de prestaciones que la sociedad demandaba.

El balance del interés de los europeos por las especias, y sus consecuencias, puede advertirse al conocer la opinión de algunos historiadores, que consideran que estos viajes de exploración en busca de las especias, supusieron el inicio de una economía de ámbito mundial, quizá la primera economía global, tan estudiada ahora, dado que Europa, el Extremo Oriente y América, que hasta entonces habían permanecido económicamente desconectadas,  y por la búsqueda de las “especias” comenzasen a realizarán crecientes intercambios comerciales.

Era también connatural a un sultanato tan prospero en el plano económico, que su poder se extendiese con conquistas más o menos estables, en relación con los pequeños sultanatos del entorno físico de su territorio, de forma que sus conquistas se extendieron por la parte norte de la isla de Sulawesi, las islas Meaos, Sanguin o incluso la más fiel a la amistad española de Siao, y su poder se extendiese a otras islas de su archipiélago, como Halmahera, y otras más pequeñas a pesar de que la escasa producción de clavo en estas islas les hacía perder interés comercial. Para todos esos proyectos de expansión contaban con sus casi permanentes aliados holandeses, que eran los más interesados en que el mercado de clavo y demás especias se mantuviese estable. El poder económico de la compañía VOC, les proporcionaba todo el apoyo militar y financiero para que el sultanato pudiese cumplir sus fines expansivos.
Representación de la recolección de especias tomada del Libro de las Maravillas de Marco Polo.




Ternate es una pequeña isla y ciudad (para los españoles “Nuestra Señora del Rosario de Terrenate”) en las islas Molucas, próxima a la costa occidental de la gran isla de Halmahera. Actualmente pertenece a la provincia de Molucas septentrionales, en Indonesia. Ternate es la ciudad más grande de la provincia.

El sultanato de Ternate fue un reino musulmán que existió en Indonesia a partir de 1257, y cuya capital era la principal ciudad de la isla de Ternate. Hasta la colonización neerlandesa los sultanes de Ternate mandaban un imperio que se extendía desde Célebes (Sulawesi) a Papúa. El principal competidor era el cercano sultanato de Tidore.
Se extendía por la mayor parte del este de la Indonesia actual, hasta el sureste de las islas Filipinas. Ternate exportaba clavos de olor y nuez moscada al mundo entero y fue el reino más poderoso de la región entre los siglos XV al XVII.

El reino de Ternate se fundó en 1257. Ternate comparte su temprana historia con los otros tres reinos (más tarde sultanatos) de las islas Molucas: el de las islas vecinas de Bacan, el del puerto de Jailolo, situado en la costa occidental de Halmahera, y sobre todo su gran rival, la isla de Tidore. Los cuatro comparten el mismo pasado legendario y la misma cosmología, pero Ternate logró imponerse militarmente a sus vecinos a partir de 1380, cuando derrotó al reino de Jailolo y, temporalmente, al de Tidore. Las islas de Ternate y de Tidore fueron en la Edad Media y la Edad Moderna los únicos productores de clavos de olor. Gracias a esa fuente de riqueza, sus gobernantes fueron durante siglos los monarcas más poderosos de la región indonesia. Si bien, buena parte de sus riquezas se dilapidaron en guerras internas entre ello; hasta que los Países Bajos completaron la conquista de las islas Molucas, los sultanes de Ternate gobernaron un imperio cuya influencia se extendía hasta Ambon, Sulawesi y Papúa. En parte debido a que su cultura y su economía dependían del comercio, Ternate fue uno de los primeros lugares de la región donde el Islam se implantó, probablemente desde Java en el siglo XV. En sus inicios, la fe musulmana se limitaba a la familia real y con ello se extendió lentamente al resto de la población. La familia real se convirtió al islam bajo el reinado del rey Marhum (1465–1486); su hijo y sucesor, Zainal Abidin (1486–1500), implantó la ley islámica y convirtió el reino en un sultanato, por lo que el título de rey (kolano) fue sustituido por el de sultán. Fue a finales del siglo XVI, bajo el reinado del sultán Baabullah (1570–1583), cuando el poder de Ternate alcanzó su mayor esplendor, pues el sultanato se extendía hasta la mayor parte del este de Sulawesi, las regiones de Ambon y Seram, la isla de Timor, la parte sur de Mindanao y partes de la isla de Nueva Guinea. Sus enfrentamientos con el sultanato de Tidore por el control de la región eran frecuentes, la rivalidad entre Ternate y Tidore marcaron los inicios de la historia de las islas Molucas.
Antiguo mapa de las islas Molucas por Plancius titulado Insulae Moluccae celeberrimae.

Los primeros europeos en llegar a la región fueron los portugueses de la expedición de Francisco Serrão en 1512, en busca de la isla de las especias. Si bien fueron bien acogidos en un primer tiempo, las relaciones se mantuvieron tensas y difíciles, en particular debido a la codicia de los colonos portugueses, y sus intentos de cristianización de la población ternateña. Tras el asesinato del sultán Hairun por los portugueses, los ternateños lograron expulsarlos en 1575, después de cinco años de guerra. Los portugueses se replegaron en la isla de Ambon, una isla que les había concedido un antiguo sultán de Ternate convertido al cristianismo. Ambon se convirtió en el centro de operaciones de los portugueses en las Molucas, donde se mantuvieron hasta 1607. Frente a una presencia europea, aún débil y aislada, el sultanato de Ternate se expandió, y se convirtió en una potencia islámica y anti-portuguesa, en particular bajo los reinados del sultán Baab Ullah (1570–1583) y de su hijo el sultán Said.

En 1606, los españoles conquistaron el antiguo fuerte construido por los portugueses en Ternate, y deportaron al sultán Said ud-din Barakat Shah y a sus allegados a Manila. Al año siguiente los ternateños se aliaron con los holandeses en contra de los españoles, que dominaban la mitad de la isla, y se habían aliado con el sultán de la vecina isla de Tidore. Retomaron el poder y su influencia se fortaleció a la vez que extendían sus territorios en la región, en particular bajo el reinado del sultán al-Hamza Hajah (1627-1648). Los españoles abandonaron las islas Molucas en 1663.

A partir de 1676, la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales (VOC) extendió su predominio sobre la zona, reduciendo paulatinamente el poder del sultanato y las tierras bajo su dominio. Deseoso de restaurar el esplendor pasado de Ternate y de expulsar a las potencias europeas, el sultán Sibori (1675–1691) declaró la guerra a los holandeses, pero fue vencido y obligado a conceder más posesiones a la VOC por un tratado firmado en 1683. La balanza de poderes en la región se inclinó definitivamente a favor de los holandeses y Ternate se convirtió en una suerte de vasallo obligado de los holandeses.
Antiguo mapa de Batavia y Molucas, titulado Isole Molucche. Norte de Molucas con dos vistas de Batavia a la izquierda del mapa.
La ciudad española de Ternate estaba situada en la parte sur de la isla, en el lugar llamado ahora Kastela, un lugar donde en el año 1521 se establecieron los portugueses, quienes construyeron una fortaleza a la que llamaron Sao Joao Bautista de Ternate, y donde se encontraba la principal ciudad de la isla.

La ciudad de Ternate estaba alrededor del antiguo fuerte portugués de San Juan Bautista de Ternate. Este fuerte portugués fue fundado por Antonio de Brito en 1522, la primera piedra de la fortaleza se colocó en la fiesta de San Juan Bautista el 22 de junio del año 1522, razón por la que el fuerte fue llamado Sao Jopo Bautista de Ternate, y fue descrita por Argansola como “fuerza pequeña y edificada en tiempos menos maliciosos” (1).

Cuando los españoles conquistaron la isla en el año 1606 las condiciones en que encontraron la fortaleza portuguesa no eran las mejores para su defensa y enseguida planearon mejorar las defensas.

Jacome Joan hace una descripción aunque breve de la ciudad de Ternate antes del ataque español en 1606, que la conocía por haber vivido en Ternate cinco años antes de la conquista. Jacome describió la ciudad a los españoles como: “la ciudad de la ciudad era cuatro estados “que no estaban dentro del fuerte pero se guardó para protegerla de la lluvia y también que para la defensa de la ciudad había 2.000 guerreros armados con mosquetes, fusiles, “campilanes”, y “morriones” (2).
Insulae Ternati, 1601-1620 por Johannes Isacus Pontanus.

Reconstrucción de la posición probable de la ciudad de Ntra. Sra. del Rosario y del Fuerte Fuerza Nueva. Autor Marco Ramerini.

Esquivel también describe el antiguo fuerte portugués y dice que no sirve, ya que se presenta como “una casa de muralla” sin resistencia a la artillería y también un gran “piedrao” en el lado hacia el volcán, que está dominado desde arriba del fuerte, que es hecho virtualmente independiente, por lo que podría ser útil para vivir, pero ciertamente no como una posición defensiva. La ciudad tenía dos muros ubicados en el lado opuesto de la ciudad, y cada uno tiene dos bastiones “dos redondos “entre los muros y un área de más de 2.000 “pasos”. A lo largo del mar había una tierra, que Esquivel define como “pestilencial”

En la ciudad de Ternate los españoles encontraron 43 “piezas grandes de bronce”, “pecas de colher”, más de 20 “falcoes” y una gran cantidad de “Bercos” (3).


En Jacobs, H.: Documenta Malucensia III, 1606-1682, Página 8, Documento Número 1 dice haber “40 pecas de coler”, más de 20 “falcoes” y un gran número de “bercos”.

Gran parte del arte encontrado era de origen portugués, probablemente capturado por Ternateses en el año 1575, aunque también había artillería de origen holandés y danés. Las condiciones del fuerte encontrado de los portugueses no eran las mejores para una defensa razonable, por lo que los españoles planearon mejorar las defensas de inmediato (4).
Fortaleza de Kalamata en la isla de Ternate.
En Ternate, donde el antiguo fuerte era pequeño y no muy defendible, se decidió por lo tanto construir un nuevo bastión defensivo en “Arte eminente, Mayor Yás Fuerte”. A diferencia de lo que dice Argensola (5), que es el nuevo fuerte conocido como el fuerte español de San Pedro, pues entre las defensas de la ciudad española de Ternate: Ciudad del Rosario había también un fuerte que estaba situado en una colina en los alrededores de la ciudad que se llamaba fuerte San Pedro. Esta fuerte parece que se construyó en la colina existente detrás de la ciudad de Ternate, que ya fue descrita en el “Livro das ciudades e fortalezas, a coroa de Portugal, el tema de las partes y la India …” Los portugueses habían construido un baluarte, donde algunos de los artefactos estaban en la isla de Ternate, en el otro “lado  estaban ocupados por el baluarte com hum, que era muy bueno” (6).

Más tarde, después de la ocupación española de Ternate en 1606, los españoles también vieron una colina, donde se construiría un nuevo fuerte, para defender mejor la ciudad.

La fortaleza estaba situada detrás de la ciudad de Gamolano, según Van der Vall, esta fortaleza fue construida por los españoles en 1606 poco después de la conquista de Ternate y llamaron al nuevo fuerte con el nombre de Fuerza Nueva (7).
Pintura de 1883 que representa el volcán de Ternate.

Este nuevo fuerte fue construido en una colina “Un Gran Padrastro a la Parte del Volcán”, que dominaba desde el antiguo fuerte y la ciudad de Ternate. La conformación del terreno se consideró perfecta por la posición dominante del lugar para la construcción de una nueva fortaleza. Según las órdenes de Acuña, el fuerte tenía que ser de forma cuadrada, “que tenga de centro 600 pies”, y tener tres bastiones. Esquivel nos dio más detalles e información sobre el lugar elegido para la construcción de este fuerte: “Está ubicado sobre el antiguo fuerte” en el padrastro que tiene una parte donde una gran barranca hace espalda y ciñe”. El ese lugar los españoles encontraron un lugar donde construir el nuevo fuerte (8).

Otros varios manuscritos españoles nos dan nuevos detalles más de la fortaleza llamada Fuerza Nueva. Estos documentos mencionan este fuerte con el nombre de San Pedro, nombre que probablemente recibió en honor al gobernador de Filipinas D. Pedro de Acuña, que conquistó Ternate en el año 1606. El nombre de este fuerte no debe confundirse con el fuerte de San Pedro y San Pablo, que estaba ubicado al otro lado de la laguna hacia el fuerte holandés de Malayo.
En la isla de Ternate destaca el perfil del volcán Gammalamma con una altura de 1.721 metros.

En la isla de Ternate destaca el perfil del volcán Gammalamma con una altura de 1.721 metros, un volcán que permanece activo y con una altura similar al volcán Kiematubu de la isla de Tidore, domina la isla que sus emanaciones constituyeron. Ternate es una isla con una extensión algo menor que su vecina y enemiga ancestral de Tidore con un diámetro de diez kilómetros. Sus campos muestran con frecuencia paisajes de lava solidificada, fiel testimonio de los periodos de actividad del volcán Gammalamma, con al menos setenta erupciones durante los últimos quinientos años tras el asentamiento europeo, la erupción más cercana en el tiempo fue la erupción del año 1990. 

En su paisaje actualmente los árboles de clavo y canela dominan al panorama de Ternate.

La historia de la isla de Ternate es justamente el reverso de la moneda de la historia de la isla de Tidore. Durante buena parte del siglo XVI Ternate fue una posesión portuguesa opuesta al Tidore español, una cuestión que no debemos de olvidar al referir la presencia de nuestro paisano Blas Palomino en estas islas, pues aunque la predicación religiosa no tenía nada que ver con las políticas de los dos sultanatos, la defensa de ambos territorios dependía de estas dos naciones ibéricas, que en las dos islas estaban enfrentadas, y unos y otros sultanes eran los enemigos que necesitaban la alianza con uno u otro país ibérico.
Expedición de Fernando de Magallanes:
 https://www.youtube.com/watch?v=m9fljctzU4U
 Juan Sebastián Elcano. Parte 1.

 https://www.youtube.com/watch?v=usALsa4SMEU
Juan Sebastián Elcano. Parte 2.
https://www.youtube.com/watch?v=CN5duM9ihvg 
 Juan Sebastián Elcano. Parte 3.
https://www.youtube.com/watch?v=Wt5tjFHXh9I 
Cuando Juan Sebastián Elcano y su expedición llegaron a la isla de Ternate, recordaremos que fue recibido con bastante frialdad por parte de sus habitantes, quizá influenciados por sus aliados portugueses, por lo que tardo tan solo veinticuatro horas en poner proa hasta la cercana isla de Tidore, y olvidarse de los ternateses o ternateños y sus circunstancias portuguesas.
A partir del año 1580, producida la unión política peninsular los portugueses y españoles hicieron causa común frente a la nueva amenaza holandesa, por esta causa la isla de Ternate fue escenario de no pocas intrigas, combates y asedios en sus plazas fortificadas.
La firma del Tratado de Zaragoza en el año 1529, por el que el Emperador Carlos V cedía a Portugal sus derechos en las islas Molucas, abrió un cierto paréntesis en la presencia española en estas islas. De las armadas de Loaysa y Saavedra quedaban en la isla de Tidore tan sólo diecisiete hombres, que abandonaron el archipiélago el mes de febrero de 1534.
Algunos españoles continuaron en Tidore con el ánimo de minar en lo posible la presencia portuguesa en Ternate. Allí permaneció por algún tiempo un núcleo de irreductibles españoles, entre los que llegó a encontrarse el propio Urdaneta.
Volcán Gammalamma de Ternate en erupción reciente.

Los historiadores portugueses reseñan, por ejemplo, la ayuda recibida por el sultán Bohejat de Tidore, quien en 1536 gozaba aún del asesoramiento de los españoles para la construcción de atalayas de defensa, y el levantamiento de sólidos bastiones y muros de piedra, como vimos en los fuertes de Tsjobbe y Torre, con el fin de evitar los ataques frecuentes de los portugueses. Muchos españoles más terminaron infiltrándose en Tidore, proporcionando así al mencionado sultán Bohejat mosquetes, pólvora y municiones, con el propósito de que el creciente ejército de Tidore fuese debilitando la presencia portuguesa en Ternate.

A pesar de la ayuda que España prestaba al sultanato de Tidore, el gobernador portugués Galvao invadió Tidore, derrotando al sultán Bohejat y poniendo así fin, al menos provisionalmente, a la presencia española en la isla, aunque esta presencia estuviera en aquellos momentos basada en la prestación de asesores y voluntarios españoles al citado sultanato.

Todavía hubo enfrentamientos con los portugueses, y algunos fueron de cierta envergadura, como fue el caso de la armada de Ruy López de Villalobos, enviada desde el virreinato de Nueva España en 1542 con el objetivo de descubrir nuevas islas, y que los temporales monzónicos obligaron a que los españoles buscasen refugio en la isla de Tidore. En esta ocasión el Gobernador portugués de Ternate, don Gregorio de Castro, arremetió contra los hombres de Villalobos que terminaron siendo hechos prisioneros y enviados a la isla de Ambón en cautiverio. La mayoría de los apresados murieron víctimas de beriberi, incluyendo al propio Villalobos jefe de la expedición, que recibió la extremaunción en la isla de Ambón de manos de San Francisco Javier (9). 
San Francisco Javier viajó a Ternate con los portugueses en 1549, estableciendo una buena relación de amistad y mutuo respeto con el sultán reinante de Ternate.

Durante este periodo de dominio de Ternate por los portugueses viajó San Francisco Javier a Ternate. Según dicen las crónicas su misión en la isla era la conversión del sultán Hairun, con el que mantuvo numerosas audiencias, estableciéndose entre ellos una relación de mutuo respeto. Francisco Javier debió llegar a Ternate en 1549, acompañado de Fray Juan de Beira, quien tiene fechadas algunas cartas en Ternate en ese periodo. Tras la expulsión de los portugueses de Ternate por el sultán Baad en 1575 se entró en una época de vacío europeo en las islas, con la excepción de alguna visita ocasional como la del pirata inglés Francis Drake, con lo que el sultán acepto convertir a Ternate en protectorado inglés, aunque la presencia inglesa fue más simbólica que real en la isla.

La presencia de los españoles en la isla de Ternate queda demostrada por los diversos fuertes existentes en la isla, de los que al menos tres de ellos están fuertemente vinculados a la presencia española en la isla; son el fuerte de Gammalamma o fuerte de Nuestra Señora del Rosario, el fuerte de San Pedro y San Pablo y el antiguo fuerte Malayo o fuerte Orange, que fue uno de los mayores puntos de choque entre los españoles y holandeses. Existen otros dos de construcción y control portugués, como son el fuerte de Tolluco, al que fuentes indonesias atribuyen si origen hacia el año 1512, durante la presencia en la isla del gobernador general don Pedro Serrao, por lo que la edificación sería coetánea de la visita de Juan Sebastián Elcano, y el fuerte Santa Lucía o Kayu Merah, levantado en 1518, según las mismas fuentes, y que está ubicado frente a la isla de Tidore. Por las fechas se supone que ambos deben ser coetáneos a la visita de Elcano a la isla. 
Antonio de Pigafetta.
Esta referencia de las fuentes indonesias es puesta en cuarentena por las crónicas de Pigafetta que iba a bordo de la nao Victoria, verdadero cronista de la expedición, que nada refiere sobre los fuertes de Ternate, y que sin duda, no hubieran pasado desapercibidos por Pigafetta en la detallada descripción que éste realiza sobre las islas, descripción que ha llegado hasta nuestros días y es fuente de consulta de muchos historiadores. Por otro lado, se duda de que una obra monumental de ambos fuertes no resultase fácil, que se construyera en los pocos años que trascurrieron entre el asentamiento inicial de los portugueses en la isla de Ternate y la llegada de Elcano con Pigafetta, como atento testigo de la configuración del terreno y sus defensas. Por ello las razones de las fuentes indonesias deben aceptarse con reserva por las fechas señaladas.

Ternate es una isla y la ciudad principal de la isla del mismo nombre en las Islas Maluku (Maluca, Maluco, o Molucas) del este de Indonesia, situada en la costa oeste de la isla más grande de Halmahera. Las islas Molucas recibieron este nombre a partir de la conquista portuguesa que fueron los que le dieron este nombre. Fue el centro del poderoso ex sultanato de Ternate.  Una isla que tiene forma de cono al igual que su vecina isla de Tidore.  Las islas eran antiguos sultanatos islámicos con una larga historia de rivalidad entre ellos.

La isla de Ternate era un importante centro regional en el comercio de especias de portugueses y holandeses durante varios siglos. Estas islas fueron el único productor mundial importante de clavo y nuez mocada, con un comercio de estos productos, que fue desarrollado por portugueses y holandeses, y que hicieron que sus sultanes se convirtieran en uno de los sultanes más ricos y poderosos de toda la región de Indonesia.  En la época precolonial, Ternate era el poder político y económico dominante en la mayor parte de las “Islas de las Especias” de Maluku.  Hoy en día, Ternate es la ciudad más grande de la provincia de Maluku Norte, en el que la isla constituye un municipio.
Los mayores volcanes de Indonesia con erupciones desde 1.900 años antes de Cristo.

Ternate está dominada por el volcán Monte Gammalamma (1.715 m).  El volcán entra en erupción regularmente, cubriendo la isla con el polvo volcánico. Las erupciones del volcán Gammalamma están datadas desde la presencia de europeos en la isla y se dieron en los siguientes años: 1510, 1538, 1561, 1605, 1635, 1643, 1648, 1653, 1659, 1676, 1686, 1687, 1737, 1739, 1763, 1770, 1771-72, 1773-74, 1775, 1811, 1812, 1814, 1830(?), 1831, 1833, 1835, 1838, 1839, 1840, 1841(?), 1842, 1843, 1844(?), 1845(?), 1846, 1847, 1847, 1849-50, 1858(?), 1860(?), 1862, 1863(?), 1864, 1864(?), 1868, 1868-69, 1871, 1884(?), 1895, 1896(?), 1897, 1898, 1900(?), 1907, 1911, 1918, 1923, 1932, 1933, 1938, 1962-63, 1980, 1983, 1988, 1990, 1991(?), Mayo 1993-94, 1996, 2003 (31 de Julio al 2 de Octubre), 2007-08.
Las grandes rocas negruzcas de esta parte de la costa de Ternate son una muestra evidente  de su pasado volcánico a través de los siglos de su historia como isla.
Volcán Gammalamma en Ternate. Grabado original de Bellin, 1750.
Han sido grandes erupciones del volcán Gammalamma las que tuvieron lugar a lo largo de la historia como lo fue la de 1673, cuando produjo un gran número indeterminado de personas muertas por las emanaciones de lava y gases, y en 1772, cuando una veintena de habitantes murieron. La mayor erupción de los últimos años del Gammalamma fue en septiembre de 1980, cuando 30.000 de los 56.000 residentes de la isla se vieron obligados a huir temporalmente a la cercana isla de Tidore. Gammalamma (pico de Ternate) es un estratovolcán cónico casi perfecto, que forma la isla de Ternate frente a la costa occidental de Halmahera. Es uno de los volcanes más activos de Indonesia. El volcán Gammalamma tiene 9 cráteres: cráter de Arfat, Madiena, K1, K2, K3, K4, Laguna Lake, Tolire Jaha y Tolire Kecil, y 3 conos más jóvenes hacia el norte, forman la cumbre del volcán Gammalamma. Varios maars y ventilación define una zona de rift, paralela a la del arco de Isla de Halmahera, que corta el volcán. La actividad histórica del volcán Gammalamma está bien documentada a lo largo de los siglos, con erupciones dibujadas con frecuencia desde el siglo XVI, normalmente las erupciones se originaban en los cráteres de la cumbre, aunque también se produjeron erupciones en los flancos de la montaña como las de los años 1763, 1770, 1775, y 1962-63. Algunas erupciones causaron víctimas mortales como las ocurridas en los años: 1771, 1773, 1775, 1838, 1871 y como últimamente ocurrió en el año 1962 (10).

La capital histórica de la isla de Ternate fue Gammalamma fundada en el año 1607 por los holandeses, fue una ciudad que surgió en los alrededores del fuerte del mismo nombre, que después fue bautizado por los hispanos-portugueses con el nombre de fuerte Nuestra Señora del Rosario.
Sultán de Ternate siglos posteriores.

Antiguo palacio de los sultanes de Ternate.
Gammalamma es el origen de Ternate, allí radicaba el palacio del Sultán, la ciudad y el harén. Las primeras noticias de la existencia de la población aparece con la llegada a la isla de uno de los primeros expedicionarios portugueses en el año 1522, al mando del capitán Antonio de Brito, que fue autorizado a construir un castillo, que constaba de un almacén, cuadra, factoría, dormitorio y fortaleza en las proximidades de la ciudad de Gammalamma donde residía el sultán Bolief. El castillo de piedra portugués fue levantándose poco a poco a lo largo de décadas de años. Esta fortaleza fue sucesivamente gobernada por los portugueses hasta que fueron expulsados de la isla tal como referimos anteriormente, en el año 1575. El fuerte de San Pedro y San Pablo ya estaba construido durante el reinado del sultán Hairun, quien fue asesinado en ese mismo castillo por el portugués Antonio Pimentel en el año 1570, lo que dio lugar a una guerra de cinco años, que terminó con la derrota portuguesa y su expulsión de Ternate en el año 1575. Castillo que en el año 1606 fue asaltado y ocupado por las fuerzas españolas de don Pedro de Acuña, gobernador general de Filipinas.

Expulsados de Ternate, los portugueses se establecieron en Tidore en al año 1578, y dos años después se produjo la unión peninsular bajo el rey Felipe II. Fue a partir de este mismo año cuando se enviaron por parte la corona peninsular expediciones desde las islas Filipinas para reiniciar el asentamiento en Tidore y conquistar Ternate, pero nos encontramos con el inconveniente de que igualmente en esa época se inició la penetración holandesa en Ternate y se fragua la alianza entre los emisarios de la Compañía Holandesa V.O.C. (Vereenigde Oostindische Compagnie) y el sultán de Tidore (11).

En el año 1593 la armada de Desmariñas fue traicionada por los remeros chinos, que apuñalaron a la tripulación por la noche, y la conquista de Ternate fracasa.
Fort Oranje, fuerte holandés en la isla de Ternate.

Mapa de Fort Orange en Ternate llamado por los españoles Fuerte Malayo.
En el año 1606, ya bajo el reinado de Felipe III, Don Pedro de Acuña, gobernador general de Filipinas, arma la flota de “cinco navíos, cuatro galeras, tres galeotes, cuatro sampanes, tres funeas, dos gabarras inglesas, dos bergantines, trece fragatas y una barcaza para el transporte de la artillería”, con un total de mil trescientos españoles, cuatrocientos soldados filipinos, y seiscientos cuarenta y nueve remeros también filipinos, que el veintiséis de marzo se concentran en la bahía de Talangame, frente a Ternate. Desembarcaron en Tidore, donde recibieron la ayuda del sultán, que les proporcionó una flota de kora-kora, y al amanecer del uno de abril se dispusieron a realizar el desembarco.

Don Pedro de Acuña dividió sus fuerzas en dos columnas para converger y caer sobre el recientemente construido fuerte de San Pedro y San Pablo. Los ternateños a pesar de estar bien dotados de cañones, se deciden por el cuerpo a cuerpo, pero los españoles le superaron y a mediodía el reducto defensivo se rinde. Tras ello, don Pedro de Acuña se dirigió al fuerte Gammalamma, cuartel general y residencia del sultán Said, nieto de Hairún, que fue quien había expulsado a los portugueses de Ternate. El sultán Said huyó antes de que las tropas de don Pedro Acuña hubiesen llegado a Gammalamma. Cuando los de Acuña llegaron arremetieron contra las posiciones fortificadas tomando las piezas de artillería, y capturando la factoría holandesa, en la que encontraron dos mil ducados, grandes depósitos de clavo y numerosas mercancías.

El sultán Said aceptó regresar a Ternate cuando supo que los españoles le respetarían la vida si se rendía, y reconocía la soberanía española sobre el sultanato.  En efecto la paz se firmó el diez de abril de 1606, en el gran salón del fuerte de Gammalamma, en este tratado los españoles y ternateños firmaron la paz, y el sultán Said y su familia juraron lealtad al rey Felipe III. De esta manera, Ternate y Tidore quedaron bajo la soberanía española, y don Pedro de Acuña, gobernador general de Filipinas, regresó a Manila cumplida la misión encomendada por el rey en el mes de mayo de este mismo año.

Durante los meses sucesivos se levantaron puestos fortificados y guarniciones en las pequeñas islas vecinas de Moti, Batjan, y Makian. En Tidore reconstruyeron el castillo que albergó una guarnición de cien hombres, y el fuerte de San Pedro y San Pablo albergó a otros doscientos soldados, y la población de Gammalamma fue ampliada, acogiendo a cerca de cien familias portuguesas, mestizos portugueses y españoles.

A este periodo histórico pertenecen las últimas reformas realizadas en los fuertes de San Pedro y San Pablo, y Gammalamma en Ternate, al igual que pertenecen los fuertes que aún perduran en Tidore, con lo que el año 1606 fue año de dominio total de las dos islas y del norte de las Molucas con un desahogado control español de la zona.
Isla de Ternate en tiempo del sultán Tabariji.
Pero los contrincantes holandeses no permanecían inactivos y comenzaron a establecer alianzas con los ternateños y el sultán de Jailolo; unas alianzas que fueron negociadas por el capitán L’Hermite, quien con una fuerza auxiliar de cien kora-kora y soldados holandeses iniciaron razias contra las guarniciones españolas en la isla de Matian, intentando luego un desembarco en Ternate del que salió bastante escarmentado, pero no cejo en su intento, y lo intentó nuevamente después, consiguiendo una base en el antiguo fuerte Malayo, abandonado por los portugueses. Entonces los holandeses reconstruyeron el fuerte y lo pusieron en buen estado de defensa. Este fuerte quedó tan fuertemente protegido, que no pudo ser tomado en el mes de junio de 1606, entre los doscientos cincuenta sitiadores contra los ciento cuarenta holandeses y ternateños al mando de L’Hermite. Esta fortaleza no pudo ser tomada, y ello animó a las fuerzas holandesas a extender su acción de acoso sobre las islas de Ternate y Tidore con las expediciones de los almirantes holandeses Caerden en 1608, de Wittet en 1609 y la de Hoen en ese mismo año de 1609 contra la isla de Tidore (12).
Ternate era la isla más importante en el comercio de las especias, de ahí su poder por el dominio del clavo y otras especias.

Finalmente en este artículo daremos una breve visión de la campaña de los holandeses en las Molucas y todo el sudeste asiático, para ello comenzaremos por decir que antes de producirse la unión de Portugal y España en 1.580, Portugal utilizaba los Países Bajos como base para distribuir las especias por el norte de Europa. Tras la unión de Portugal con el resto de reinos españoles, el comercio portugués quedó sujeto al embargo comercial que España había impuesto a las Provincias Unidas de los Países Bajos.

Esto significó que a partir de entonces todo el comercio sería dirigido desde las provincias del sur, que de acuerdo a la unión de Arras estaban sometidas al poder de la corona española. Así, los holandeses perdieron su alianza comercial con Portugal, importante fuente de ingresos para la financiación de la guerra contra España. También perdieron el monopolio de distribución comercial con Francia, el Sacro Imperio y el norte de Europa. La pesca en el mar del Norte y el comercio de cereales en el mar Báltico no eran suficientes para mantener económicamente a las Provincias Unidas de los Países Bajos.

Los primeros viajes de los holandeses a las Indias Orientales, se iniciaron a partir del año 1.592, cuando cuatro barcos de la expedición exploratoria de Houtman partieron desde Ámsterdam. Este viaje estuvo plagado de problemas desde el principio, hasta tal punto que al llegar a Madagascar, tuvieron que enterrar a setenta personas, por lo que dicha bahía fue conocida como el “Cementerio neerlandés”. Los neerlandeses ya sabían que no debían pasar por el estrecho de Malaca, que estaba controlado por los portugueses, sino a través del estrecho de Sunda. El 27 de junio de 1.592, los barcos finalmente llegaron a Banten, cuyo sultán se mostró interesado en llegar a un acuerdo con los europeos, pero lamentablemente, Houtman era poco diplomático y su comportamiento fue considerado grosero e insultante, por lo que fue expulsado del territorio y se le impidió comprar especias.

Los barcos holandeses navegaron hacia el este y luego hacia la isla Madura, siendo atacados por piratas en el camino. En Madura, fueron recibidos pacíficamente, pero Houtman ordenó a sus hombres atacar brutalmente en venganza por los actos de piratería que habían sufrido. Los holandeses siguieron su viaje hacia Bali, y se reunieron con el rey de la isla, del cual obtuvieron unos cuantos botes de pimienta. En Bawean una de las naves se incendió y la tripulación tuvo que repartirse entre los otros tres buques. Los marineros ya estaban cansados de semejante travesía y decidieron no ir a las Molucas, sino regresar a los Países Bajos.

De la tripulación inicial de 249 hombres, sólo regresaron 87. Aunque el viaje fue un desastre humanitario y financiero, los sobrevivientes regresaron a los Países Bajos con un cargamento de especias, lo que alentó a realizar nuevas expediciones. Se puede considerar que fue una victoria simbólica y el inicio de la colonización holandesa de Indonesia. En poco tiempo, los holandeses se harían cargo del comercio de especias en todo el océano Índico.

En 1.598, un número cada vez mayor de las flotas fueron enviadas por grupos de comerciantes que competían dentro de las Provincias Unidas holandesas. Algunas flotas se perdieron, pero la mayoría fueron expediciones provechosas, puesto que con la realización de algunos viajes que produjeron grandes ganancias. En marzo de 1.599, una flota de ocho buques comandada por Jacob van Neck fue la primera flota holandesa en llegar a las islas de las Especias (islas Molucas). Los barcos regresaron a Europa entre el 1.599 y el 1.600 y la expedición obtuvo una ganancia del 400%.
Regreso del viaje de Jacob van Neck de las Islas Molucas en 1599. Autor Andries van Eertvelt.

En 1.600, los holandeses se unieron con el musulmán Hituese de la isla de Ambon en una alianza anti-portuguesa, a cambio de que los holandeses se quedarían con el derecho exclusivo de comprar las especias de Hitu. Los portugueses finalmente rendirían su fortaleza en Ambon a la alianza entre hitueses y los holandeses. En 1.613, los neerlandeses expulsaron a los portugueses del fuerte de Solor, pero un posterior ataque portugués llevó a un segundo cambio de manos. Los holandeses finalmente recapturaron Solor en 1.636.

Al este de Solor en la isla de Timor, los avances holandeses fueron detenidos por un grupo autónomo y poderoso de euroasiáticos portugueses llamado Topasses. Ellos mantuvieron el control del comercio sobre la madera de sándalo y su resistencia se mantuvo durante los siglos XVII y XVIII, causando que Timor Occidental permaneciera bajo la esfera de control portuguesa.

El imperio Portugués sin autonomía y compuesto en su mayoría por asentamientos costeros, vulnerables a ser tomados, se fueron tomando uno por uno, con lo que se convirtieron en un blanco fácil. La aparición de la potencia marítima holandesa fue rápida y notable durante años, los marineros holandeses habían participado en viajes de los portugueses hacia el este. Jan Huygen van Linschoten, que había vivido en Lisboa, habría recogido informes, información y mapas, integrando la comitiva de fray Vicente da Fonseca, en 1.583, que había sido nombrado arzobispo de Goa. En 1.598, regresaría a los Países Bajos, donde publicó sus observaciones sobre el oriente y la navegación. Cornelis de Houtman, que también pasó a través de Lisboa, siguió sus instrucciones en el primer viaje de exploración holandesa mediante la firma de un tratado con el sultán que dominaba el estrecho de Sonda, entre Java y Sumatra.
Bono utilizado por la compañía VOC de fecha 7 de noviembre de 1623.

En esa época, era costumbre que se creara una empresa para realizar tan solo un viaje y luego fuese liquidada tras el retorno de la flota. La inversión en estas empresas de expedición era de muy alto riesgo, no sólo debido a los peligros habituales de la piratería frecuente, las enfermedades y el naufragio, sino también por las condiciones del mercado de especias, en el que actuaba una demanda fluctuante con una oferta relativamente elástica, lo cual podía hacer que los precios cayeran justo en el momento equivocado, arruinando las perspectivas de rentabilidad.

Los ingleses fueron los primeros en crear un monopolio empresarial conocido como la Compañía Británica de las Indias Orientales (Westwern Indian Company, WIC), amenazando con llevar a sus competidores neerlandeses a la ruina. En 1.602 el gobierno neerlandés decidió hacer lo mismo, patrocinando la creación de una única empresa a la cual se le concedió el monopolio del comercio asiático. Los estatutos de la nueva sociedad la facultaban para construir fuertes, mantener ejércitos y celebrar tratados con los gobernantes asiáticos, se denominó Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales (Verenigde Oostindische Compagnie, VOC).
Sede de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales en Amsterdam.

Muy pocas veces se habla de lo que hizo un pequeño país europeo, que llegó a ser una de las grandes potencias comerciales en el siglo XVII, nos referimos a los Países Bajos (Holanda), incluyendo la actual Bélgica hasta 1648, que consiguió convertirse en una de las principales potencias europeas de la Edad Moderna. Algunas claves de su ascenso fueron, por una parte, una gran capacidad de iniciativa por parte de las élites económicas del país a la hora de crear empresas comerciales, algo que no era muy habitual en otros países, donde la opción mayoritaria era intentar “vivir de rentas” y no preocuparse por meterse en aventuras empresariales, ya que preferían comprar tierras, que aunque no produjesen todo el dinero que pudiese producir una empresa en buenas cifras de ganancias, desde luego eran inversiones mucho más seguras y cómodas que no necesitaban grandes gastos. Por otro lado, Holanda en aquella época podía presumir de su flota en ascenso, tanto en cantidad como en competitividad, siendo, durante un tiempo, la mayor de Europa. Esto en parte se debe a una serie de innovaciones técnicas y tecnológicas, que hacen que en los astilleros holandeses se construyan más barcos de manera más barata, más rápidos y en menos tiempo.
Barcos de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales por van Rammakens.

El disponer de una extraordinaria flota hizo que se convirtieran en grandes intermediarios comerciales, pues esta flota se acabó convirtiendo en la mayor “transportista” de mercancías entre América y Europa, ya que tenían capacidad para hacerlo, por lo que, no sólo transportaban las mercancías que iban al mercado holandés, sino que también transportaban casi todas las mercancías españolas, portuguesas, inglesas,… Estas potencias extranjeras pagaban a la flota holandesa unos “fletes”, es decir, un precio por el transporte de las mercancías americanas de estas potencias extranjeras con destino, en los primeros tiempos, Amberes, y posteriormente, a Ámsterdam, que se convirtieron en los mayores centros logísticos y de redistribución de mercancías de la época.
Astilleros de la empresa holandesa VOC en Amsterdam en 1750.

Las llamadas Compañías privilegiadas, eran empresas privadas fundadas bajo el amparo de un Estado, que poseían el monopolio comercial otorgado por el Estado que las amparaba (ese era su “privilegio”), sobre un determinado territorio o producto. El principal beneficio para estas empresas no era la adquisición de tierras, sino la ganancia de capitales. Su objetivo fundacional era acabar con la competencia interna dentro de cada país en el comercio en una determinada zona o de un determinado producto. Entre los promotores de estas Compañías privilegiadas, se encontraban comerciantes de grandes centros comerciales europeos, aunque en pequeño grado también aparecen nobles, funcionarios y otros personajes de diversa condición social.
La primera acción bursátil de la era moderna fue emitida en Amsterdam por la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, VOC.

En el caso de las Compañías de Indias, el capital estaba dividido en acciones y estas acciones se establecían en Bolsa (la bolsa de Ámsterdam fue una de las más antiguas de Europa), por lo que tenía la ventaja de tener un capital constante, por lo que algunos expertos ya lo consideran como un antecedente del sistema de organización empresarial capitalista. También tenían una importante influencia política, aunque más bien estas Compañías casi actuaban como estados independientes (por ejemplo, concedían préstamos a los Estados). En Inglaterra, Holanda y Francia fueron donde se fundaron la mayor parte de estas Compañías. En el caso holandés distinguimos principalmente tres: la Compañía de las Indias Orientales (VOC, 1602), la Compañía del Norte (1614) y la Compañía de las Indias Occidentales (VIC, 1623).
La carraca portuguesa Santa Caterina en el viaje de Macao a Malaca cuando fue atacada por los holandeses en las costas de Singapur, que se rindió y cedió su valiosísima carga a cambio de la vida de los tripulantes portugueses.

En septiembre de 1.603, el barco portugués Santa Catarina (una carraca de 1.500 toneladas), capitaneado por Sebastian Serrão, viajaba de Macao a Malaca, cargado con productos de China y Japón, incluyendo 1.200 pacas de seda china, valorada en 2,2 millones de guilders. El cargamento era particularmente valioso porque contenía varios cientos de onzas de almizcle (perfume). Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales (VOC) atacó al barco en las costas de Singapur, después de un par de horas de lucha, los neerlandeses sometieron a la tripulación, que rindió el barco y su toda su valiosa carga a cambio de sus vidas. El hecho generó protestas internacionales y sirvió de pretexto para contestar la política de Mare Clausum en defensa del Mare Liberum, lo que daría sustentación ideológica para que los holandeses rompieran varios monopolios comerciales para luego establecer su propio monopolio, mediante el uso de su potencia naval.
Carraca portuguesa Santa Caterina de 1.500 toneladas, era el mayor barco comercial en las Indias Orientales. Autor Joachim Patinir. National Maritime Museum, Greenwich, London.
Entre 1.603 y 1.607 la citada compañía holandesa armó un total de 22 barcos, y su intención era la de crear una serie de factorías para el intercambio de productos. Ese mismo año 1.603, se establecieron en Banten (Java Occidental) el primer puesto permanente de comercio holandés.

Al año siguiente, una expedición en 1.604 salida de Banten mandada por el almirante Van Warwijk se dispuso a atacar Macao, pero su fuerza fue golpeada por un tifón y dirigida a las islas Pescadores (actualmente Penghu). Una vez allí, el almirante intentó negociar los términos del intercambio con los chinos en el continente, pero se les pidió que pagasen una cuota exorbitante por el privilegio de una entrevista. Rodeado por una flota china muy superior, se fue sin lograr ninguno de sus objetivos.

En 1.605, los “comerciantes” de VOC capturaron el fuerte portugués de Ambón en las Molucas y el año siguiente de 1.606 se produjo el asedio de Malaca. Malaca era un fabuloso centro de mercancías asiáticas y tenía un gran atractivo para los holandeses, que de inmediato comenzaron a hacer planes para atacar la ciudad. Los holandeses llegaron por primera vez a Malaca en abril de 1.606 con la tercera flota de VOC para visitar el archipiélago, la flota estaba mandada por Cornelis Matelief de Jonge, que mandaba 11 buques: Oranje, Nassau, Middelburg, Witte Leeuw, Zwarte Leeuw, Mauritus, Grote Zon, Amsterdam, Kleine Zon, Erasmus y Geuniveerde Provincien.
Cornelis Matelief de Jonge.

Matelief de Jonge inmediatamente emprendió un pacto formal con el sultán de Johor, que concluyó en mayo de 1.606. En el tratado, los holandeses se comprometieron a expulsar a los portugueses de Malaca y, a cambio, el sultán de Johor les permitiría a los holandeses quedarse con Malaca y realizar comercio en Johor. Curiosamente, ambas partes acordaron respetar las respectivas religiones, una condición aparentemente muy importante para los malayos que habían soportado antes la intolerancia del Islam de los musulmanes y de los católicos portugueses.
En fecha 25 de julio del año 1511 se produjo la Batalla de Malaca en la cual las tropas del sultán atacaron a los portugueses con su cuerpo de elefantes de guerra.

Había una base común para una alianza entre los gobernantes malayos y los recién llegados holandeses, probablemente porque estaban desesperados por deshacerse del comercio obstructor portugués en el estrecho de Malacca. Los portugueses habían convertido a Malacca en una fortaleza formidable, lo que dificultaba un ataque terrestre, también habían colocado cañones pesados en la cima de la colina que dominaba el puerto para atacar a las naves enemigas que se aproximaran. Cuando Matelief de Jonge se acercó al puerto de Malacca, capturó algunas naves para procurar provisiones que necesitaban desesperadamente sus hombres, y luego se estableció en un largo asedio de la ciudad para rendirla por hambre. El sitio de hecho hizo la vida bastante difícil para la gente en la ciudad y la rendición parecía solo una cuestión de tiempo. Fue en esta etapa que una flota portuguesa dirigida por Martín Alfonso de Castro, el virrey de Goa, apareció en Malaca el 14 de agosto de 1.606.

Así que la escena estaba lista para una de las grandes batallas navales en el archipiélago. Las flotas holandesa y portuguesa intercambiaron fuego de cañón y el 16 de agosto de 1.606 la flota portuguesa se dirigió hacia el cabo Rachado (actual Tanjung Tuan, Malasia) donde se libró una feroz batalla naval. La batalla comenzó en serio al día siguiente y los barcos comenzaron con un intenso fuego de cañón para debilitar al enemigo y luego abordaron los barcos para luchar cuerpo a cuerpo. 
Galeón holandés de la época de las rutas comerciales holandesas con las Indias Orientales.
Desafortunadamente para los holandeses, el Nassau fue atrapado y abordado por hombres del barco portugués Santa Cruz. El barco de Matelief de Jonge, el Oranje, fue al rescate del Nassau pero colisionó con otro barco holandés, el Middelburg. Matelief de Jonge logró desatascar su nave y atacó una nave enemiga, casi atrapándola pero perdiéndola al final, gracias en parte a la conducta desordenada de sus marineros. Luego, los portugueses a bordo de los barcos Santa Cruz y Conceicao atacaron el Nassau y le prendieron fuego. Los barcos holandeses Mauritus y Zwarte Leeluw no pudieron desalojar a Conceicao y hubo una explosión en la popa del Nassau, y el barco ardió antes de hundirse.

Hubo una pausa en la batalla durante los días siguientes y, al darse cuenta de sus grandes pérdidas y no contar con fuerzas suficientes, Matelief de Jonge decidió abandonar la lucha. La batalla naval había causado grandes pérdidas a ambas partes. Se informó que los holandeses perdieron 150 hombres y tuvieron muchos más heridos, mientras que los portugueses perdieron hasta 500 hombres. El primer ataque sobre Malacca por los holandeses fue un fracaso.

Si el Sultán de Johor hubiera ayudado a los holandeses con sus hombres y otros recursos, el resultado de este ataque hubiera sido diferente. La batalla naval levantó el asedio holandés de Malaca, para gran alivio de su gente. Poco se dieron cuenta, sin embargo, de que esto había sido simplemente un anticipo de lo que vendría en un poco más de tres décadas después.
VOC o Compañía Holandesa de las Indias Orientales.

En 1.619, la VOC conquistó Yakarta, a la que llamó Batávia, convirtiéndola en su base en el oriente. En los veinte años siguientes a Goa y Batavia lucharon sin cesar entre sí, como capitales rivales entre el reino portugués de la India y la VOC.

El 21 de junio de 1.622, apareció de una flota holandesa de la costa de Macao, se confirmaron los temores portuguesas de que los holandeses trataban de apoderarse de la ciudad. Era una poderosa armada de 14 barcos, a la que se unieron 2 embarcaciones inglesas, que había partido de Batávia, actual Jakarta, con ese objetivo. El primer desembarque tuvo lugar el día 22 y se destinó a hacer el reconocimiento del terreno.

En la Batalla de Macao, entre el 21 y el 24 de junio de 1622. Los portugueses repelieron un ataque holandés al puerto de Macao (“makou”). Se aprecia a un buque de guerra holandés disparando cañones y torre sobre una colina disparando cañones.

El ataque directo empezó el día 24, con el bombardeo de los baluartes de Macao y el desembarco de unos 800 soldados. Los defensores eran cerca de dos centenares, entre mosqueteros, moradores de la ciudad y esclavos. El momento decisivo ocurrió cuando explotaron los barriles de pólvora del campo de los invasores, cuando éstos marchaban hacia la ciudad.

La desorganización y desorientación causada por el incidente llevó a los portugueses a la ofensiva, después de haber derrotado a los holandeses en la lucha que siguió. Los invasores retrocedieron y se retiraron a los barcos, dejando más de un centenar de muertos.

La victoria fue celebrada en el lado portugués como un gran hecho de armas, sobre todo porque el virreinado de la India sufrió una pérdida importante en el mismo año, con la caída de Ormuz en el golfo Pérsico. Uno de los efectos más importantes del ataque fue la integración definitiva de Macao en la red oficial de fortalezas portuguesas.

En 1.638, los neerlandeses tomaron el fuerte de San Jorge de la Mina en la costa de Oro de Guinea, iniciando los ataques en los puestos comerciales de la costa oeste africana, buscando asegurar esclavos para la producción de azúcar en los territorios conquistados en Brasil.
Batalla naval de Goa en 1638 entre holandeses y portugueses con victoria portuguesa.

En 1.638 se produjeron varios enfrentamientos navales entre la armada portuguesa y Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales (VOC). Las fuerzas comandadas por el virrey de la India portuguesa, Pedro da Silva y más tarde Antonio Teles de Meneses, que disponían de 5 galeones, 1 nao y varias fustas se enfrentaron a una gran flota holandesa enviada para bloquear la colonia portuaria de Goa, mandada por el almirante Adam Westerwolt, que disponía de 8 carracas y 3 naos, siendo derrotado en los enfrentamientos, perdiendo 2 carracas y los portugueses una nao.

El año siguiente 1.639, el almirante holandés Cornelis Simonsz van der Veere conduciría una nueva incursión en el puerto de Goa. Sorprendieron a dos grandes galeones portugueses desarmados: el Buen Jesús y San Sebastián, capturando uno y utilizaron el otro como brulote para incendiar a un tercer galeón, que era el único en condiciones de ofrecer resistencia: el San Buenaventura.

Batalla de Goa 1639. Cornelis Simonsz van der Veere sorprende a los portugueses que tenían dos grandes galeones desarmados.

En 1.640, los holandeses conquistaron Santo Tomé y Príncipe y Luanda, en Angola, centros proveedores de esclavos.

En el mismo año, después del golpe de 1 de diciembre de 1.640, se inició la Guerra de Independencia de Portugal, la Unión Ibérica finalizó y Juan IV de Portugal ascendió al trono y asumió su independencia del gobierno español. En ese momento fueron enviados embajadores a Francia, Inglaterra, y a la república Holandesa, con el fin de formar alianzas con estos países en la lucha contra España.

Los holandeses decidieron intentar de nuevo capturar la ciudad fortificada de Malaca en 1640, y nuevamente hicieron una alianza con el sultán de Johor. El Sultán estaba listo y ansioso por reconstruir la amistad de los holandeses cuando regresaron y comprometió mayores recursos para poner fin al gobierno portugués en el Estrecho y aceptó unir fuerzas con los holandeses y con Aceh para eliminar a su enemigo común. Los holandeses llegaron con 12 navíos y 6 barcos ligeros, que formaron una media luna bloqueando la costa para cortar la entrada de suministros.

El asedio comenzó en 1.640 y duró meses antes de que los holandeses y sus aliados capturaran la ciudad el 14 de enero de 1.641. El ataque al fuerte comenzó en junio de 1.640 por orden de Antonio van Diemen, gobernador general de Batavia, los honores de encabezar el ataque recayeron en el sargento mayor Adrián Antonissoon.

El gobernador portugués de Malaca, Manuel de Souza Countinho respondió con valentía y paciencia con sus armas pesadas. A fines de julio, Johor envió una flota de 40 velas con aproximadamente 1.500 hombres y el 2 de agosto, Antonissoon volvió a tener tantos hombres, en parte holandeses, en parte alemanes, que desembarcaron sus fuerzas combinadas al norte de Tranquerah (parte de la ciudad al norte del fortaleza), expulsó a varios cientos de las tropas portuguesas del primer bastión, entró en Tranquerah y condujo a los defensores de vuelta a la Fortaleza. 
Logotipo de la empresa holandesa VOC, quizá el primer logotipo conocido de la historia de las empresas.

Los holandeses asentaron dos baterías con 16 cañones de 24 libras, que hizo brechas en el bastión y dañó a la fortaleza. La Iglesia de San Pablo y muchos otros edificios grandes dentro de la Fortaleza sufrieron daños irreconocibles. En respuesta, las pesadas armas portuguesas en la colina de san Pablo no dejaron intacta una casa en los barrios holandeses de Tranquerah. Durante la batalla, los johoritas habían destruido los arrozales, los huertos de frutas y verduras en Malaca y mantenían un bloqueo constante en el mar, por lo que frustraron los repetidos intentos de los barcos portugueses de pasar. En diciembre, la peste había estallado entre los sitiadores y los sitiados.

Muchos de los asediados portugueses que huían de las punzadas del hambre informaron que en la ciudad había solo 200 europeos y 400 eurasiáticos portugueses y que debido al bloqueo los precios de productos básicos como el arroz y la carne se dispararon. La hambruna en las calles a diario era tan aguda que algunos hombres y mujeres escaparon y fueron al campamento holandés para pedir comida. El hambre hacia mella entre los portugueses, pero la fiebre, la disentería y la peste eran tan comunes entre los holandeses, que se informaron que habían tenido más bajas por enfermedad que por el enemigo.
Vista de Malaca en: O livro das plantas, en el año 1635.

En 1.641, las reservas de provisiones habían bajado tanto que comieron gatos, ratas y la carne que pudieron pillar. Las mujeres y los niños fueron expulsados de la Fortaleza. Se dice que 7.000 personas murieron en la ciudad y más huyeron al campo, de una población que los neerlandeses estimaron en 2.000 personas, solo quedaban 3.000, 1.500 holandeses perecieron, incluidos tres comandantes sucesivos que fueron víctimas de enfermedades. Finalmente, los oficiales holandeses designaron al capitán Minne Willemssoon Kaartekoe como comandante. El 14 de enero de 1.641, después de un día de oración pública, 650 hombres que todavía estaban sanos, soldados con mosquetes y marineros con escaleras avanzaron hacia el bastión Santo Domingo de la Famosa, gritando su grito de guerra, “Ayúdanos a Dios“. El bastión Santo Domingo cayó y luego en sucesión, también lo hicieron los otros bastiones y el Indomable de la Famosa finalmente fue capturado. Así terminando los 130 años del gobierno portugués de Malaca.

Después de esto, los holandeses se dispusieron a reconstruir la fortaleza y gobernaron Malaca durante los siguientes 170 años, la más larga de todas las colonias. Desde su nueva base en Malaca, los holandeses intentaron controlar el comercio que pasaba por el estrecho de Malaca y la exportación de estaño desde Malaya (el antiguo nombre de Malasia).
Asedio de Malaca portuguesa por los holandeses en 1640. Los portugueses se rindieron el 14 de enero de 1641.

El 12 de junio de 1.641 se firmó el primer tratado de la Haya, el establecimiento de una tregua de diez años entre el reino de Portugal y la república Holandesa. Fue un tratado de alianza defensiva y ofensiva entre ambas partes. El tratado incluía la formación de una flota conjunta destinada a atacar el reino de España. En la práctica la tregua, originalmente firmada para todos los territorios de ambos imperios, se limitó solo al continente europeo, siendo ignorada por ambas partes en el resto del mundo.

En 1.661, se firmó el segundo tratado de paz de La Haya. Portugal aceptó las pérdidas en Asia, comprometiéndose a pagar ocho millones de florines, equivalente a sesenta y tres toneladas de oro, como compensación por el reconocimiento de la soberanía portuguesa del Nordeste brasileño, ex Nueva Holanda. Este valor fue pagado en prestaciones, a lo largo de cuarenta años y bajo la amenaza de invasión de la marina de guerra. En este año Bombay fue cedida a Inglaterra como dote del matrimonio entre la princesa Catalina de Braganza y Carlos II de Inglaterra.

Granada 4 de abril de 2019.

Pedro Galán Galán.

Bibliografía:

Archivo Franciscano Ibero Oriental: Crónica, Segunda parte de la santa Provincia de San Gregorio de Filipinas que contiene cuatro estados: el primero de la Orden, el segundo seglar, el tercero de la Iglesia de Japón y el cuarto de las fuerzas de Terrenate en Maluco desde el año 1624 por fray Antonio de la Llave, cronista de la misma Provincia.

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Referencias de citas:

(1) Ramerini, Marco: El fuerte portugués de Ternate.

(2) Blair, EH y Robertson, JA: La fábrica holandesa en Tidore, en Las Islas Filipinas, 1493-1898. Volumen 14 páginas 112 a 118. 

(3) Argensola, Bartolomé Leonardo de: “Malucas al Rey Felipe Tercero, conquista de las islas” 1609, Miraguano Ediciones y Ediciones Polifemo, 1992, Madrid, página 329.
(4) Pastells: Historia general de Filipinas. Tomo V páginas 227 y 228.
(5) Argensola, Bartolomé Leonardo de: La conquista de las islas Molucas el Rey Felipe Tercero. 1609 Miraguano Ediciones & Ediciones Polifemo, 1992. Madrid, página 345.
(6 ) “Livro das ciudades and fortalezas que a coroa de Portugal en las partes de la Indonesia … hoja 64v. 
(7) Argensola, Bartolomé Leonardo de: Malucas al Rey Felipe Tercero Conquista de las islas, 1609 Miraguano Ediciones & Ediciones Polifemo, 1992, Madrid, página 345.
(8) Archivo General de Indias: Ternate. Isla: Fuerza (1606) MP-Filipinas, 7 Planta de la Fuerza Nueva que se hace en Terrenate)
(9) Stampa Leopoldo: Las islas de Tidore y Ternate en el recuerdo histórico español. Revista de Historia Naval. Instituto de Historia y Cultura Naval Armada Española, Año XII, Número 45, 1994, Servicio de publicaciones de la Armada. Madrid, páginas 33. 
(10) Fuente: GVP, Instituto Smithsoniano.    
(11) Stampa Leopoldo: Las islas de Tidore y Ternate en el recuerdo histórico español. Revista de Historia Naval. Instituto de Historia y Cultura Naval Armada Española, Año XII, Número 45, 1994, Servicio de publicaciones de la Armada. Madrid, páginas 35.
(12) Stampa Leopoldo: Las islas de Tidore y Ternate en el recuerdo histórico español. Revista de Historia Naval. Instituto de Historia y Cultura Naval Armada Española, Año XII, Número 45, 1994, Servicio de publicaciones de la Armada. Madrid, página 38.


1 comentario:

Juan Carlos Rey dijo...

Excelente articulo, muy completo y muy didactico.