LA CELEBRACIÓN TENDRÁ LUGAR EN JAÉN EL 13 DE DICIEMBRE DE 2025 Y SE BEATIFICARÁ A 124 MÁRTIRES DE LA FE EN CRISTO DE NUESTRA PROVINCIA.
La Iglesia de Jaén ha recibido con gran júbilo la aprobación, por parte del Papa León XIV, de la beatificación de los 124 mártires jiennenses asesinados durante la Guerra Civil española, entre 1936 y 1939, en un contexto de persecución religiosa. Esta decisión supone el primer decreto de martirio firmado por el nuevo Pontífice, y marca un hito trascendental para la comunidad católica jiennense. El Vaticano ratifica que en la persecución religiosa de los años 30 en España “se masacró a los sacerdotes”.
El pasado 20 de junio se aprobó la beatificación de 124 mártires “atrozmente torturados” durante la Guerra Civil, en el primer decreto martirial firmado por León XIV.
Los higuereños acogemos la noticia con regocijo y mantenemos la esperanza de ver pronto reconocido como santo al beato Fray Blas Palomino, mártir de Makassar , hoy parte de Indonesia. Fray Blas Palomino murió el 10 de marzo de 1620, murió mártir en la isla de Manados.
Los dos sacerdotes de ascendencia higuereña son:
29. Juan Fernando Pardo Navarro (1869-1936), di 67 anni, sacerdote diocesano. Parroco di Santa María e arciprete a Linares, venne ucciso il 18 settembre 1936.
30. Antonio Lara Pardo (1897-1936), di 39 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco di Santa María in Linares, venne ucciso il 18 settembre 1936.
El Sacerdote Juan Fernando Pardo Navarro, (66 años), nacido en Marmolejo en fecha 20 de diciembre de 1869. Recibió las órdenes sagradas de Tonsura, Grados y Subdiaconado y Diaconado. Fue ordenado Presbítero en febrero de 1864. Entre sus destinos y cargos pastorales ejerció de Profesor del Seminario de Baeza, Ecónomo de Porcuna, Párroco de Santa María de Torredonjimeno, Ecónomo de Santa María de Linares y Párroco de Santa María de Linares desde antes de 1918. Murió martirizado en la Mina “El Correo” de Bailén en fecha 18 de septiembre de 1936.
El siervo de Dios, Juan Fernando Pardo Navarro nació en Marmolejo el día 20 de diciembre de 1869 y fue bautizado al día siguiente de su nacimiento.
Así consta en su partida de Bautismo, que se archiva en el expediente de órdenes:
Don Francisco Flores Pastor, cura coadjutor en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Paz, única de la villa por ausencia del Sr. Párroco, certifico que en el libro diez y siete de Bautismos y al folio ochenta y seis vto. Se halla la siguiente Partida de Nacimiento:
En la villa de Marmolejo, provincia y Obispado de Jaén, partido de Andújar en el día veinte y uno de diciembre de mil ochocientos sesenta y nueve años, yo el Sr. Don Miguel Padilla coadjutor en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Paz, única de esta villa, bauticé y crismé Solemnemente en ella un niño que nació el día anterior a las dos de la madrugada, hijo legítimo de Juan Pardo (Sánchez) y Ana María Navarro (Galán), nieto paterno de Antonio (Pardo) y Florencia Sánchez, y maternos de Pedro (Navarro) y Ana Galán, el padre natural de Baños y la madre de la Higuera cerca de Arjona, los abuelos paternos del Viso del Marqués provincia de Ciudad Real y los maternos de dicha Higuera le ponen por nombre Juan Fernando de Jesús, fue su compadre Don Fernando Cazalla y su nombre lo tubo (sic) Ana María Pardo a la que adberti (sic) el parentesco espiritual y demás obligaciones que había contraído […]
Conforme con su original y para que conste doy la presente que firmo y sello con el de la parroquia. Marmolejo a trece de enero de mil ochocientos ochenta y ocho. Sello de la Parroquia de Ntra. Sra. de la Paz; Br. Fco. Flores, rubricado (1). (1) Archivo Histórico Diocesano de Jaén, Expediente de órdenes de Presbítero, 1894; la copia de la partida que se une al expediente es de fecha 13 de enero de 1888.
No tenemos datos sobre su infancia y juventud, excepto lo que se dice en el expediente de Órdenes para el Presbiterado.
Referencias de recepción de la Sagradas órdenes:
Tonsura, Grados y Subdiaconado:
La Tonsura, Menores y Subdiaconado las recibió el día 10 y 11 de mayo de 1982, témporas de Pentecostés. En tales fechas fue un número elevado los que recibieron las diversas Órdenes.
La Tonsura la recibió un solo seminarista y los Grados, igualmente, otro solo. Sin embargo, la Tonsura, Grados y Subdiaconado fueron nueve ordenados; entre ellos está el Siervo de Dios Juan Pardo Navarro. Los Grados y Subdiaconado otros siete ordenados. Veinte fueron los nuevos Diáconos, y diecinueve los Neo-presbíteros (2). (2) Boletín oficial del Obispado de Jaén, 1892, páginas 157 y 158.
Recibió el Diaconado en las témporas de Pentecostés del año siguiente, 27 de mayo de 1893. No se indica en el BOOJ el lugar donde se celebró, como tampoco se dice de las anteriores Órdenes de 1892 (3). (3) Boletín oficial del Obispado de Jaén, 1893, páginas 197 y 198.
El Siervo de Dios solicitó el Presbiterado el 28 de enero de 1894; firma la solicitud en Baeza y no da más datos de identidad que estos: “ Diácono y Profesor del Seminario Conciliar de Baeza; natural de Marmolejo y vecino de Higuera de Arjona”.
Solicita la Ordenación presbiteral para las témporas de la segunda semana de Cuadragésima.
Las Publicadas se despachan en Higuera de Arjona en febrero de 1894 (4). (4) Archivo Histórico del Obispado de Jaén, Expediente de órdenes 1894.
En el correspondiente expediente declaran ante el Párroco, Reverendo Ildefonso Gallego, los testigos vecinos de Higuera de Arjona.
Extracto de las declaraciones:
Antonio Bermejo Sánchez: “ha tratado (al solicitante) desde niño […], sus estudios los ha hecho en el Seminario de Baeza, y es de edad de 24 años cumplidos […] Ignora que tenga alguna nota difamatoria o tacha alguna, abuelos (sic), paternos ni maternos […] tiene una grande y conocida inclinación al estado eclesiástico como lo ha demostrado siempre en sus actos y porte exterior”.
El testigo Manuel Gavilán Ramírez, dice: “el solicitante) nació en Marmolejo, pero avecindado en esta villa hace ya más de diez y seis años […]el aspirante nunca ha tenido amistad íntima con mugeres (sic) ni manifestado inclinación al vino o al juego […].
Finalmente, el testigo Francisco García Abad dice: “el repetido D. Juan Fernando tiene muy provada (sic) inclinación al estado eclesiástico”.
Concluye el documento con el informe del Párroco, Reverendo Ildefonso Gallego, que dice: “que el aspirante a las Sagradas Órdenes del Presbiterado ha observado en esta feligresía de mi propio cargo una conducta moral y política intachable, ha asistido a las funciones religiosas con toda puntualidad, recibiendo semanalmente los Santos Sacramentos de Penitencia y Comunión y manifestando siempre en sus actos y porte exterior una verdadera y decidida vocación al estado eclesiástico […].
El 16 de febrero de 1894 el Obispo mandó que el solicitante fuere incluido en la matrícula de Órdenes.
Por tanto, según estos testigos, desde los 12 años de edad, “el solicitante es vecino de Higuera de Arjona, desde hace más de 16 años”.
El Párroco cierra el expediente, como queda dicho, con unos muy favorables informes sobre el Siervo de Dios Juan Pardo Navarro.
Los cargos pastorales ejercidos por el Siervo de Dios Juan Pardo Navarro son:
Hasta 1905, en el Nomenclátor diocesano no tenemos referencia de otros cargos anteriores, después de la Ordenación de Presbítero; en concreto si siguió, y hasta cuando, de Profesor del Seminario como en años anteriores.
En 1905, es Ecónomo de la Parroquia de la Asunción en Porcuna (5). (5) Boletín Oficial del Obispado de Jaén, 1905, página 35.
De estas fechas, sin duda por inadvertencia, en 1906 se archivó en el expediente de Órdenes, un escrito de 5 de enero de 1906 en el que el Arcipreste, de Martos y su partido, Rvdo. Juan Serrano Medina certifica: “que D. Juan Fernando Pardo Navarro, Presbítero y Ecónomo de la Parroquia de la Asunción única de la Villa de Porcuna, correspondiente al Arciprestazgo de mi cargo, observa buena conducta privada y pública, cumpliendo fielmente sus deberes en el ministerio parroquial que desempeña […]”.
En mayo de 1906 toma parte en el concurso a Curatos; el 22 de dicho mes el Ministerio de Gracia y Justicia comunica al Obispo de Jaén que el Rey” se ha dignado prestar su soberana aprobación a las propuestas elevadas por V. E. para la provisión de los Curatos vacantes en esa Diócesis, que tan dignamente gobierna, y nombrar a los sacerdotes que ocupan el primer lugar de las ternas en la forma siguiente: […] Para (el curato) de la Concepción de Torredonjimeno, a D. Juan Pardo Navarro […] (6). (6) Boletín Oficial del Obispado de Jaén, páginas 156 a 158.
Durante algo más de 11 años el Siervo de Dios permanece en Torredonjimeno, en la indicada Parroquia de Santa María.
Luego en diciembre de 1917, el Boletín Oficial del Obispado de Jaén (BOOJ) da cuenta de su traslado a Linares, a la Parroquia de Santa María de la Asunción, o Parroquia Mayor de la Ciudad (7). (7) Boletín Oficial del Obispado de Jaén, 1917, página 528.
A renglón seguido, en el mismo Boletín, se nombra Cura Regente de la Parroquia de Santas María de Torredonjimeno al también Siervo de Dios Manuel Molina Estepa, pero conservando Pardo Navarro la propiedad de la Parroquia en Torredonjimeno y siendo Ecónomo de la de Linares (8).
(8) Boletín Oficial del Obispado de Jaén, Nomenclátor 1918, páginas 39 y 42
De su estancia en Linares tenemos constancia de que el Siervo de Dios Juan Pardo Navarro tuvo estos otros encargos pastorales en esta ciudad:
- Confesor de las Hermanas Mercedarias, en el Asilo de los Marqueses (9). (9) Boletín Oficial del Obispado de Jaén, 1918, páginas 19, y 1930, página 79.
- Arcipreste (10). (10) Boletín Oficial del Obispado de Jaén, 1930, página 59.
- Párroco de Santa María, desde 1930 al menos, ya en propiedad y, donde ya es Coadjutor en esa fecha, su sobrino que muere también con él, el Siervo de Dios Antonio Lara Pardo (11). (11) El Siervo de Dios Antonio Lara Pardo ocupa el número 30 de este mismo proceso: 30. Antonio Lara Pardo (1897-1936), di 39 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco di Santa María in Linares, venne ucciso il 18 settembre 1936.
En aquellas fechas de 1936, la casa rectoral, donde tenía su domicilio el Párroco de Santa María estaba ubicada en la calle Pontón; a unos 25 metros más debajo de la antigua “Capillita de la Aurora”, ya demolida.
Sin duda que allí vivía además del Párroco, el Reverendo Juan Pardo Navarro, su sobrino y Coadjutor en la misma Parroquia de Santa María, el Siervo de Dios Antonio Lara Pardo.
A partir del 27 de julio de 1936, en que ambos son hechos prisioneros y encarcelados, ya fueron sus nombres unidos en todas las relaciones de prisioneros, traslados de cárcel o lugar y fecha de sus muertes (12) (12) CDMH.CG, 1005, Expediente 14 (Linares), página 223.
Del 27 de julio al 18 de septiembre de 1936 ambos están presos en la cárcel de Linares. El 18 de septiembre de 1936 se indica para ambos en esa relación de prisioneros: “Conducidos a Jaén”; y en la relación “De las 16 personas conducidas a Jaén el 18 de septiembre de 1936 y que después se relacionan, no tienen fecha de llegada a la Prisión Provincial, y se supone les fue dada muerte” (13). (13) CDMH.CG, 1005, Expediente 14 (Linares), página 3.
A continuación, describimos el relato único del Martirio, en la misma hora y lugar, del grupo completo en el que se incluyen a los Siervos de Dios Juan Pardo Navarro, Antonio Lara Pardo y Manuel Miranda Ruíz, sacerdotes y Antonio Cobo Muñoz, seglar de Acción Católica.
Entre la documentación recogida y estudiada por la Comisión Histórica de este Proceso super Martyrio se encuentra la reproducción del diario de Manuel Maña Parejo. El autor lo titula: “Impresiones relacionadas con el movimiento militar que estalló en España el 18 de julio de 1936, relatadas por una persona que le sorprendió el glorioso movimiento en la ciudad de Linares (Jaén) separado de sus familiares, los cuales se hallaban en Sevilla”.
El autor era en aquellas fechas de 1936 apoderado del Banco Hispano Americano, desde 1930 hasta finales de 1939 que es trasladado a Madrid como inspector. Los dos meses últimos de su estancia en Linares, es Alcalde en dicha ciudad.
Sorprende este diario y la libertad con que escribe el autor las noticias, rumores, situaciones del día a día de Linares en aquellos momentos de guerra y muerte.
Se ve claramente que es un hombre cercano a la Iglesia (habla de algún familiar suyo que es sacerdote) y da abundantes datos sobre la muerte de sacerdotes en Linares.
De este diario tomamos los siguientes párrafos:
Lunes, día 27 (julio 1936)
A las doce dela mañana de hoy hacen un registro de la casa del Director del Banco Español de Crédito Don Luís Salazar y encuentran allí a su cuñado ( hermano de su esposa) el capellán de la ermita de la Virgen de Linarejos, lo sacan y lo llevan al Ayuntamiento en medio de una turba enorme y de un griterío ensordecedor, rodeado de pistoleros que le llevan puestas las pistolas y las escopetas en la cabeza y en la espalda obligándole a andar de esa forma mientras otros le pegan y empujan; al rato se ve pasar un grupo de mugeres desastrosas, ebrias de locuras, con trozos de sotana levantándolos por el aire. Al rato después y en igual forma llevan al Párroco de San Francisco Don Manuel Molina al que le van pegando atrozmente, obligándole a que lleve las dos manos en alto con el puño cerrado y ante mi vista dio una caída y a fuerza de culatazos lo levantaron. Igual trato dieron al Párroco de Santa María [Juan Pardo Navarro] poco rato después. Estos dos mártires pasaron al hospital en muy grave estado”.
“Viernes 18 de septiembre 1936”: La primera noticia de hoy es la de que todos los presos que estaban en la cárcel lo(s) habían sacado para llevarlos a Jaén, pero sobre las once de la mañana empieza a correr el rumor de que al salir de Linares en la mina “El correo”, han fusilado a 17 de Linares y a 11 de Bailén. Los que han sido fusilados de aquí según los rumores, algunos confirmados, son: Don Juan Pardo, Don Antonio Lara, Don Rafael Andrés, Don Javier Cobos, Don Antonio Cobos […], dos sacerdotes escolapios.
Es verdad que, en relación con el apresamiento, el autor menciona solo al Párroco de San Francisco, el Siervo de Dios Don Manuel Molina Estepa y al Párroco de Santa María, el Siervo de Dios Juan Pardo Navarro (27 de julio de 1936); pero al narrar las noticias de su muerte en la Mina” El Correo” en Bailén, sí dicen expresamente los nombres de tres de los cuatro siervos de Dios que murieron allí:
D. Juan Pardo
D. Antoni Lara, y
D. Antonio Cobos (14). (14) Diario de Manuel Maña Parejo, en Boletín del Instituto de Estudios Jiennenses, 1999, páginas 325 a 357.
Otro extenso documento es “La relación de prisioneros de la cárcel de Linares, desde el 17 de julio de 1936 al 7 de febrero de 1939” (que comprende 17 folios con más de 650 encarcelados entre una y otra fecha) (15). (15) CDMH.CG, Legajo 1005, expediente 14, páginas 221 a 237.
En tal relación, en la que aparece la fecha de entrada y salida de la prisión de cada uno de los apresados, podemos ver que entre tales presos estuvo también el Beato Manuel Lozano Garrido, entonces con 17 años, entre el 11 de febrero de 1938 al 23 de abril de 1938, en que es movilizado a filas por el ejército republicano, y que luego pasó 28 años en silla de ruedas hasta su muerte, periodista, invalido y ciego.
También el que fuera luego Obispo de Guadix, y de Mallorca, D. Rafael Álvarez Lara, entonces párroco en Linares.
Dª Mercedes Rodríguez Zafra, esposa del Siervo de Dios Antonio Cobo Muñoz, después de que martirizaran a su esposo, el 18 de septiembre de 1936, en la Mina “El Correo”, ella fue detenida en prisión desde el 11 de febrero de 1938 al 24 de febrero de 1938 (16). (16) CDMH.CG. Legajo 1005, expediente 14, página 234.
En esta relación se encuentran los dos sacerdotes: D. Juan Pardo Navarro, párroco de Santa María de Linares y su sobrino D. Antonio Lara Pardo, que ingresaron en la cárcel el mismo día: 27 de julio de 1936. (17). (17) CDMH.CG. Legajo 1005, expediente 14, páginas 221 y 223
Los dos, Párroco y Coadjutor, vivían en le mismo domicilio en la calle Pontón, que era la casa parroquial. Es por tanto verosímil que ambos sacerdotes, tío y sobrino, fuesen detenidos simultáneamente y que ingresaran simultáneamente en la cárcel el día 27 de julio de 1936.
Con cinco días de antelación fue ingresado en prisión D. Antonio Cobo Muñoz, fundador y Presidente de Acción Católica de Linares, y farmacéutico. Casado con Dª Mercedes Rodríguez, mencionada con anterioridad. Él fue detenido y encarcelado el día 21 de julio de 1936, junto con su hermano Javier (18). (18) CDMH.CG. Legajo 1005, expediente 14, página 221.
De estos tres siervos de Dios: Juan Pardo Navarro, Antonio Lara Pardo y Antonio Cobo Muñoz, se añade en la lista de prisioneros en la casilla de “fecha de salida” y “observaciones”: “el 18 de septiembre de 1936. Conducido a Jaén”. Por otra parte, desde la misma prisión, situada en aquellas fechas a un lateral de la plaza de la Parroquia de Santa María (En el antiguo “Pósito”), el día 28 de mayo de 1941, firma el Jefe de la Prisión de Linares una relación: “Las 16 personas conducidas a Jaén el 18 de septiembre de 1936, y que después se relacionan, no tienen fecha de llegada a la Prisión Provincial, y se supone les fue dada muerte”.
En tal relación figuran:
“Antonio Cobo Muñoz…
Antonio Lara Pardo
Juan Pardo Navarro
Manuel Miranda Ruiz (19). (19) CDMH.CG. Legajo 1005, expediente 14, página 3.
Finalmente, en la lista de personas residentes en Linares “que durante la dominación roja fueron muertos violentamente o desaparecieron”, se incluyen a estos tres Siervos de Dios: Antonio Cobo Muñoz, Antonio Lara Pardo y Juan Pardo Navarro (20). (20) CDMH.CG. Legajo 1005, expediente 14, páginas 8 y 9.
De ambos sacerdotes se indica su condición de sacerdotes, la fecha y el lugar de su muerte (18 de septiembre de 1936, Bailen) y en la casilla de filiación política se dice “A.P.”
Del laico Antonio Cobo Muñoz se dice la edad y profesión (38 años. Farmacéutico. Fundador de Acción Católica de esta ciudad”) y el mismo lugar y fecha de muerte.
Nos parece interesante resaltar que de la extensa relación de asesinados y desaparecidos (84 en total) son sacerdotes 11 de ellos; militantes de la Juventud de Acción Católica más de 25, además del fundador de ella en Linares, El Siervo de Dios Antonio Cobo Muñoz.
Es necesario subrayar que la Juventud de Acción Católica de Linares fue la primera que se fundó en España, después de la de Madrid, ya en el año 1930, y su historia de militancia en defensa de la justicia social de la Iglesia era ferviente, notoria y valiente en una ciudad entonces minera e industrial (21). (21) “Historia de la Juventud de Acción Católica” Cuatro artículos publicados por la Revista “Cruzada”, de la JACE, de Linares, en 1954, por el Beato Manuel Lozano Garrido, “Lolo”.
Este dato numérico de asesinados por su fe es realmente una clara demostración de que aquellos acontecimientos tenían un componente indiscutible de persecución religiosa. Y en el caso de la de Linares, es un signo de vitalidad de una fe apostólica, de su clero celoso y entregado y de una juventud apasionada por el Evangelio.
Entre los linarenses que entregan su vida por Cristo, se menciona en la citada relación a San Pedro Poveda Castroverde, fundador de la Institución Teresiana y entre los que estuvieron prisioneros al Beato Manuel Lozano Garrido (22). (22) CDMH.CG. Legajo 1005, expediente 14, página 9.
Continuamos dando la reseña humana y martirial de D. Antonio Lara Pardo, nacido en Higuera de Arjona en fecha 11 de junio de 1897, que, tras la recepción de las Sagradas Órdenes, que después relataremos, fue ordenado Presbítero en fecha 18 de diciembre de 1920, fue Coadjutor de Santa María de Linares al menos desde 1930 y que como hemos visto recibió martirio al igual que su tío en la Mina “El Correo” de Bailén en fecha 18 de septiembre de 1936.
El Siervo de Dios Antonio Lara Pardo nació en Higuera de Arjona el día 11 de junio de 1897 y fue bautizado en la Parroquia de Nuestra Señora de la Consolación de esta villa en fecha 23 de junio de 1897 por D. Ildefonso Gallego Párroco de dicha parroquia, tal como describimos a continuación:
“Don Julián Leal Victoria Cura en comisión de esta Parroquia. Certifica: Que en el libro 13 de Bautismos de esta Iglesia, al folio 171 hay una partida que copiada dice así.
En la Villa de Higuera de Arjona provincia y Obispado de Jaén a 23 de junio de 1897, Yo, el Dr. D. Ildefonso Gallego, Cura Párroco propio de esta Iglesia bauticé con bautismo llano a un niño que nació el once de los corrientes a las once de su mañana, hijo legítimo de Felipe y de Manuela, abuelos paternos Bonoso Lara de Fontiveros y Francisca Martínez Marín, maternos D. Juan Pardo Sánchez y Dª Ana Navarro Galán, todos de esta naturaleza, excepto el abuelo paterno que es de Arjona y el materno de Baños. Púsele estos nombres Antonio Mª de la Encarnación, Juan José, Bernabé del Corazón de Jesús y fueron sus padrinos el abuelo materno (D. Juan Pardo Sánchez) y Ana Lara Pardo, hermana del bautizado, siendo testigos Manuel Gavilán y Alfonso Cortés, dependientes de esta Iglesia. Dr. Ildefonso Gallego. -
La anterior partida es copia de su original al que me remito. Higuera de Arjona primero de marzo de mil novecientos dieciocho. Reintégrese con el timbre correspondiente. Julián Leal” (1). (1) Archivo Histórico Diocesano de Jaén. Expediente de órdenes 1920.
Como hemos constatado con anterioridad la vida de este Siervo de Dios higuereño está muy unida a la de su tío el Siervo de Dios Juan Pardo Navarro; con él también sufrió el martirio en la misma hora y lugar.
Según los datos del acta bautismal, quien bautiza a Antonio Lara Pardo es el Reverendo Ildefonso Gallego, Cura Párroco propio de Higuera de Arjona. Su tío, el Siervo de Dios Juan Pardo Navarro, ya era sacerdote desde 1894, y quizá era, en aquellas fechas de 1897, todavía profesor en el Seminario de Baeza, o Coadjutor en Porcuna.
Se dio la triste circunstancia de que ya había muerto su padre Felipe Lara Martínez cuando en febrero de 1920 se tramitó el expediente para la Ordenación de Subdiaconado, pues el Coadjutor de Santa María de Linares, Reverendo Andrés Rojas, dice. Es huérfano de padre y su Sra. madre es pobre de solemnidad”.
Este dato, sin duda, es la razón por la que desde el 1906-1907 vive en Torredonjimeno, y por la misma razón después es vecino de Linares, siendo todavía seminarista. Así lo manifiesta el Reverendo Pedro José Cayuela, Coadjutor de Santa María de Linares, en su escrito del 18 de febrero de 1920 (2). (2) (Expediente de órdenes, 1920).
En el curso 1909-1910, ya cumplidos los 12 años, ingresó en el Seminario de Jaén. El Boletín Oficial del Obispado de Jaén da cuenta de sus calificaciones, en junio de 1910, al concluir su primer año de Latín y Humanidades (3). (3) Boletín Oficial del Obispado de Jaén, 1910, página 240.
En 1917-1918 ya había concluido el 2º curso de Teología en el mismo Seminario de Jaén (4). (4) ) Boletín Oficial del Obispado de Jaén, 1910, página 266.
En febrero de 1920 cuando solicita el Subdiaconado, dice que está cursando el 4º curso de Teología; y ya lo tiene aprobado, según él mismo dice, cuando solicita el Diaconado, en agosto de 1920 (5). (5) Archivo Histórico Diocesano de Jaén, Expediente de órdenes 1920.
Antonio Lara Pardo recibió la Prima clerical Tonsura en la Capilla del Seminario de Jaén, el día 9 de diciembre de 1918; era el comienzo del 3º año de Teología (6). (6) Boletín Oficial del Obispado de Jaén, 1918, página 85.
Las órdenes menores las recibió el Sábado Santo, 30 de marzo de 1918, también en la Capilla del Seminario, siendo Obispo-Administrador Apostólico Fray Placido Rey Lemos (7). (7) Boletín Oficial del Obispado de Jaén, 1918, página 178.
Cuando Antonio Lara Pardo solicita el Subdiaconado, ya vive en Linares con su tío el Siervo de Dios Juan Fernando Pardo Navarro. Tiene 24 años de edad y está cursando el 4º año de Teología. En la partida de Bautismo del Siervo de Dios que se expide para el expediente de Ordenación del Diácono, dice en nota marginal: “Recibió el Subdiaconado el 28 de febrero de 1920 en la Catedral de Jaén de manos de Fray Placido Rey Lemos”.
Las Publicatas del expediente para la Ordenación del Subdiaconado se realizan en la Parroquia de Santa María de Linares, pues en tales fechas ya residía el Siervo de Dios Antonio Lara Pardo, con su tío el Siervo de Dios Juan Pardo Navarro. También se haría igual con las Publicatas para el Diaconado y Presbiterado.
La solicitud del Subdiaconado la firma el Siervo de Dios el día 8 de febrero de 1920; pero hay también otra solicitud para la misma Ordenación de fecha 12 de febrero de 1920. Hay una pequeña diferencia. En ambas se solicita ser ordenado al servicio de la Iglesia; pero mientras en la del 8 de febrero se dice” a título servitii Eclesiae Giennnensis”, en la del 12 de febrero, se dice “a título servitii Eclesiae Dioecesis”.
El expediente para recibir el Subdiaconado del Siervo de Dios Antonio Lara Pardo es muy extenso; ya se indica claramente esta unión familiar del Siervo de Dios, sus hermanos y su madre, después del fallecimiento de su padre, con su tío el Siervo de Dios Juan Pardo Navarro.
El Coadjutor Reverendo Pedro José Cayuela, dice:” Que el clérigo minorista D. Antonio Lara Pardo goza de buena fama entre sus amistades y estimación con quienes trata.
Que estando bajo la tutela de su Señor tío Don Juan Pardo Navarro se encuentra en ésta, desde que dicho Señor tomó posesión del cargo que hoy desempeña; antes del 9 de febrero del pasado año su domicilio lo tenía en Torredonjimeno…Que su conducta es en armonía (sic) con la educación que recibe de su citado tío y la del Seminario. Que con frecuencia (cada día) recibe los Santos Sacramentos.
Que con puntualidad asiste a todas las funciones religiosas y a la catequesis…
Que difunto su Sr. Padre quedó con su madre y hermanos al cuidado y tutela de su protector citado Don Juan Pardo Navarro y por tanto no poseen más que el amparo del citado Señor…
Que es apto para obtener tal gracia tanto por sus virtudes, ciencia honradez, como por su conducta”.
Los testigos que declaran en las Publicatas ponderan la vida y costumbres del candidato:
“Que conoce perfectamente el Clérigo de Menores, natural de Higuera de Arjona, residente en la actualidad en esta población [Linares] y le consta ha vivido al lado de su tío el Párroco propio de Santa María de Torredonjimeno, en la actualidad Cura en Comisión de la del título referido de esta Ciudad…”
Felipe Sandoica Gómez que dice:
“Que no padece enfermedad ni defecto ni otro impedimento…
Que es honesto, virtuoso, recogido, inclinado al culto divino y actos de piedad, goza de buena fama de buena vida y santas costumbres…
Que recibe a diario y con recogimiento y edificación al Santísimo Sacramento de la Eucaristía y semanalmente el de la Penitencia…”
De igual contenido son las otras declaraciones de los testigos José Moreno Moreno y Valentín Bueno Castroverde.
Cierra las comparecencias el Reverendo Andrés Rojas, que dice:
“… Es hijo legítimo [el solicitante] de Don Felipe, difunto y Doña Manuela; manifiesta inequívocas señales de vocación al estado eclesiástico en su vida, costumbres y fama, responde fielmente a su vocación…”.
El mismo Reverendo Andrés Reyes emite un certificado de excelente conducta moral y religiosa…” desde el tiempo en que le conozco, desde hace más de dos años que vino a esta Ciudad”
El Rector del Seminario EL 7 febrero de 1920 certifica que es “alumno interno del Seminario de Jaén desde 1910-1911, continuando en la actualidad” Se avecindó en Linares después de pasar por Torredonjimeno los años 1906-1917, donde fue Párroco su tío en esos años.
Para concederle ser ordenado sin título de patrimonio el Obispo manda instruir un expediente canónico y se aportan en él los certificados correspondientes expedidos por los respectivos Ayuntamientos de Higuera de Arjona, Linares y Torredonjimeno y varias declaraciones de testigos.
Para ser ordenado Subdiácono, recibió también un certificado de la Comisión de reclutamiento, el 9 de febrero de 1920, concediéndole ampliación de prorroga de incorporación a filas.
El 27 de febrero de 1920 el Obispo-Administrador Apostólico lo incluye en la matrícula de ordenados.
Desde Linares, el 24 de agosto de 1920, solicita el Diaconado. Tenía 24 años y aprobado el 4º año de Teología.
Por las respuestas confidenciales del Reverendo Andrés Reyes Martos, Coadjutor de Santa María, sabemos que el candidato “Residió en Torredonjimeno desde los once años hasta hace cerca de tres años que reside en ésta, conviviendo con su tío el Párroco de Santa María”.
Por lo tanto, entre los años 1908 a 1917, reside en Torredonjimeno, por la misma razón que ahora (“desde hace tres años”, en 1917) reside en Linares. Efectivamente el Siervo de Dios Juan Pardo Navarro, desde 1906 es Párroco Propio de Santa María de Torredonjimeno; y en 1917, se traslada en Comisión de servicio a Linares a la Parroquia de Santa María, donde ya permanecerá hasta la muerte martirial de él y de su sobrino Antonio Lara Pardo.
El también Siervo de Dios, Francisco Martínez Baeza, entonces Párroco de San Francisco manifiesta en este expediente para el Diaconado:
“…desde que se ordenó de subdiácono ha observado buena conducta…
Que sus padres no poseen bienes eclesiásticos ni fincas afectas a cargas pías.
Que antes de ser ordenado subdiácono hubo motivos para dudar de su vocación, pero esos motivos desaparecen cuando fue admitido de hecho a dicho sagrado Orden…”
Ante el Coadjutor de Santa María de Linares, Reverendo Andrés Reyes Martos, comparece Felipe Sandoica, viudo y “de cuyas condiciones morales y temor de Dios estoy plenamente satisfecho”, que dice:
“…que (el Siervo de Dios) no padece enfermedad alguna, defecto o impedimento canónico que le estorve (sic) la Ordenación…
Que es honesto, virtuoso y recogido, de buena vida, fama y costumbres, inclinado al culto divino y apartado de pendencias y ruidos” (8). (8) Archivo Histórico Diocesano de Jaén, Expediente de órdenes 1920.
El 17 de septiembre de 1920 el Obispo lo incluye en la matrícula de órdenes y el Boletín Oficial del Obispado de Jaén da cuenta de la Ordenación del Siervo de Dios como Diácono, el día 18 de septiembre de 1920 en la Capilla del Palacio Episcopal (9). (9) Boletín Oficial del Obispado de Jaén, 1920, página 248.
El Presbiterado lo recibió el 18 de diciembre de 1920, en la Catedral de Jaén. Con él también era ordenado Presbítero el Siervo de Dios Francisco Morales Collad0, martirizado (10). (10) Boletín Oficial del Obispado de Jaén, 1920, página 322. En este Proceso: Siervo de Dios Francisco Morales Collado, (6 [30]).
El Siervo de Dios Antonio Lara Pardo firma la solicitud, para ser ordenado Presbítero, el día 17 de noviembre de 1920 (11). (11) Archivo Histórico Diocesano de Jaén, expediente de órdenes 1920.
Sin duda que por los informes que se emitieran para el Diaconado, se solicitan confidencialmente informes al Párroco de San Francisco de Linares, que responde:
“El infrascrito Cura Párroco Informa:
Que el Diácono D. Antonio Lara Pardo es virtuoso y goza de buena opinión y fama.
Qu desde la fecha de su última ordenación ha vivido en esta Ciudad y en el Seminario de Jaén.
Que ha observado siempre buena conducta y ha recibido con frecuencia el Sacramento de la Penitencia y a diario la Sagrada Comunión.
Qu es puntual en la asistencia a las funciones de Iglesia. Ha asistido a la Catequesis y ha huido de las diversiones profanas.
Que no tiene defecto físico ni moral, ni impedimento canónico por el cual no deba concedérsele la gracia que solicita.
Que su madre no posee bienes eclesiásticos, ni fincas rústicas o urbanas, afectas a cargas piadosas.
Que no consta nada contra su vocación al estado eclesiástico.
Y para que conste, pongo el presente que sello y firmo en Linares, a dos de diciembre de mil novecientos veinte.
También se solicitan informes al Reverendo Andrés Reyes, Coadjutor de Santa María, de Linares. Su respuesta, muy favorable al solicitante, comienza:
“En contestación del precedente interrogatorio, con la mayor exactitud y con la más estricta responsabilidad de conciencia…” y concluye; “… es mi juicio el más favorable para que se le conceda la gracia que solicita por creerle así en mi consciencia”.
Extrañamente se encuentra en el expediente otro documento del Obispo de Sión, Jaime Cardona y Tur, Pro-Vicario General Castrense, de fecha 28 de octubre de 1919 concediendo el “Exeat” definitivo de su jurisdicción privilegiada (Castrense) para recibir el Presbiterado.
Extraña este certificado y su fecha, cuando en el expediente para la Ordenación de Diácono, como ya se hizo constar en su lugar correspondiente, con fecha posterior (8 de marzo de 1920) desde la jurisdicción Castrense se le concedió el “Exeat” definitivo cuando iba a ser ordenado Diácono.
De nuevo, con fecha 14 de diciembre de 1920, el Obispo acepta el precedente escrito de la jurisdicción Castrense, como antes hizo, el 17 de septiembre de 1920 para el Diaconado.
En el Expediente se archiva también una solicitud del Siervo de Dios previa a todo lo anterior: Con fecha 18 de septiembre de 1920 acudió el Obispo exponiéndole que para poder ser ordenado Presbítero “En las Témporas de Navidad” necesita dispensa de edad.
Se archiva el rescripto de la Congregación de Sacramentos de fecha 26 de octubre de 1920 dispensando el defecto de edad ( de seis meses) y concediendo el Obispo de Jaén la ejecución del rescripto, lo que este hace el 12 de noviembre de 1920.
Las Publicatas se realizan desde el 7 de diciembre de 1920 en la Parroquia de Santa María de Linares. Comparecen dos testigos que ya comparecieron en Publicatas anteriores, (José Moreno Moreno y Felipe Sandoica) Los testigos repiten a la letra en sus respuestas , de modo favorable al solicitante, lo que ya dicen las preguntas del cuestionario.
Únicamente anotamos el matiz, en la respuesta de Felipe Sandoica Gómez en relación con su situación militar: “ en la actualidad es recluta en caja”, y que repiten “a la letra” los otros dos testigos también.
Solamente tenemos referencia del Nomenclátor diocesano de 1930 (12). (12) Boletín oficial del Obispado de Jaén, 1930, página 66.
En el se dice que en tal fecha, el Siervo de Dios Antonio Lara Pardo, era Coadjutor Auxiliar de la Parroquia de Santa María de Linares. Allí mismo se dice que el Párroco Arcipreste era entonces el Siervo de Dios Juan Pardo Navarro, tío de Antonio Lara Pardo, con el que había convivido ya en Torredonjimeno y en Linares cuando allí era Párroco Juan Pardo Navarro. No podemos afirmar si ya desde 1920, cuando recibe el Presbiterado, su sobrino ya se iría éste con él a Linares.
Como hemos reiterado anteriormente el relato único del Martirio de los dos sacerdotes, tío y sobrino, se produjo en la misma hora y lugar de la Mina “El Correo” en Bailen el día 18 de septiembre de 1936.
Para algunos puede que este tema sea tabú, desconocido, o que hay que tapar, pero la persecución religiosa que sufrió la Iglesia católica en los años 30 del pasado siglo, quizá “la mayor desde la época del emperador Diocleciano”, según numerosos historiadores, está ampliamente documentada y probada. El Dicasterio para la Causa de los Santos de la Santa sede dio luz verde a la promulgación, previa autorización del Papa León XIV, del decreto que permitirá que 124 católicos de la diócesis de Jaén asesinados in odium fidei entre 1936 y 1938 sean beatificados.
“El martirio fue perpetrado por revolucionarios que, movidos por sentimientos antirreligiosos y anticristianos, masacraron a numerosos sacerdotes, religiosos y laicos, profanando y saqueando iglesias, lugares de culto y ultrajando objetos sagrados”, recoge el documento vaticano. “El odium fidei de las guerrillas, impulsado por la propaganda atea, queda ampliamente demostrado por la violencia generalizada contra la Iglesia, sus ministros y muchos de sus fieles”, señala el Dicasterio.
Hay dos vías en la Iglesia Católica para alcanzar la condición de beato, que es, a su vez, el paso previo a la santidad. La primera es la virtud cristiana “en grado heroico” y la segunda el martirio, en la que encajan las 124 primeras beatificaciones del Papa León XIV. Hay que probar, en ese caso, que fue un martirio por causa de fe, y eso se hace a través de la recopilación de testimonios y pruebas. Hay que convencer a una comisión diocesana, a una comisión de teólogos y, finalmente, a una comisión de obispos y cardenales.
El proceso que culmina ahora comenzó en 2016, bajo el pontificado de Ramón del Hoyo, y concluyó en su fase diocesana en 2019, con Amadeo Rodríguez Magro al frente de la diócesis. A lo largo de estos años se han recopilado más de 30.000 páginas de documentación y más de 600 declaraciones de testigos, que han sido cuidadosamente revisadas por los expertos en Roma. La instrucción del caso ha estado dirigida por el postulador Nicola Gori y ha contado con el respaldo del actual obispo, quien ha viajado en diversas ocasiones a la Santa Sede para impulsar su avance.
La aprobación definitiva llegó tras el voto unánime de los consultores teológicos y cardenales el pasado 17 de junio, lo que permitió al Papa León XIV firmar el decreto final reconociendo el martirio de los 124 fieles.
Finalmente, el Papa rubrica el decreto de beatificación que, en este caso, señala Andrés Nájera, delegado diocesano del Obispado de Jaén para las Causas de los Santos, será el comienzo de otro proceso, el de santificación, más complejo, pero al que no renuncian.
Con gran alegría, la Iglesia de Jaén, recibió en la mañana del pasado 20 de junio, la noticia de la aprobación por el Papa León XIV, de la beatificación de los 124 mártires que dieron su vida a causa de la fe durante la persecución religiosa entre los años 1936-1939.
El Dicasterio para la Causa de los Santos, ha dado a conocer este decreto de martirio, el primero aprobado por el Papa León XIV, con el que la Santa Sede autoriza la beatificación de estos 109 sacerdotes, una religiosa y 14 laicos que dieron su vida por amor a Cristo. La celebración de la Beatificación se realizará en Jaén de acuerdo con el calendario que proponga el Vaticano, fijado para el 13 de diciembre de este año 2025.
A las 12 de la mañana el Boletín de la Santa Sede anunciaba la promulgación de los Decretos del Dicasterio para las Causas de los Santos firmados por el Santo Padre, entre los que se encontraban: el martirio de los Siervos de Dios Manuel Izquierdo Izquierdo, sacerdote diocesano, y 58 compañeros de la diócesis de Jaén (España), asesinados entre 1936 y 1938, por odio a la fe, en diferentes lugares de España, en el contexto de la misma persecución. Y el martirio de los Siervos de Dios Antonio Montañés Chiquero, sacerdote diocesano, y 64 compañeros de la diócesis de Jaén (España), asesinados entre 1936 y 1937, por odio a la fe, en diferentes lugares de España, en el contexto de la misma persecución. Los 59 del primer grupo y los 65 del segundo hacen el cómputo de los 124 propuestos para la beatificación del 13 de diciembre en Jaén.
REACCIÓN DEL OBISPO ANTE LA APROBACIÓN DE LA CAUSA DE LOS MÁRTIRES DEL SIGLO XX EN JAÉN
https://www.youtube.com/watch?v=DPeC-j60IKA&t=10s
Tras conocer la noticia, el Obispo de Jaén ha mostrado su júbilo por este acontecimiento tan esperado para la Iglesia de Jaén: “Hoy es un día grande para la historia de la fe de la Iglesia de Jaén”, ha afirmado Monseñor Chico Martínez. “Con la aprobación del Santo Padre, León XIV de las dos causas de los mártires del Santo Reino, la Iglesia universal reconoce que estos hombres y mujeres ofrecieron su vida en fidelidad al Evangelio, y son la raíz fecunda de una esperanza que no muere”. A lo que Don Sebastián ha añadido: “Su sangre no fue en vano: es semilla de vida nueva, de fe renovada. Recordarlos no es mirar al pasado con tristeza, sino abrazar el futuro con valentía. Porque su testimonio martirial brilla por encima de las sombras de la historia y de la fragilidad del mundo”.
Asimismo, el Prelado jiennense ha reconocido que “estas tierras han sido bendecidas y regadas en los siglos de cristianismo por la sangre y testimonio de los mártires, desde el Padre de esta Iglesia, San Eufrasio, hasta San Pedro Poveda y el Obispo Manuel Basulto y compañeros, en su época más reciente. Su sementera ha sido fecunda en nuevos cristianos, y seguirá siéndolo”.
Esta beatificación será uno de los mayores actos públicos de la historia reciente de la Diócesis de Jaén. No solo servirá como homenaje a quienes murieron por su fe, sino también como un momento de reafirmación espiritual para toda la comunidad católica andaluza. Se espera que fieles de toda España acudan al evento, cuya fecha está confirmada por el Vaticano para el próximo día 13 de diciembre de 2025.
Aunque el proceso de beatificación impulsado por la Diócesis de Jaén contemplaba a los 124 presuntos mártires en una misma causa, ha sido la Santa Sede quien, a través del Dicasterio para las Causas de los Santos, el 13 de noviembre de 2020 decide dividir la causa original en dos, dada la extensión (124 el número de propuestos) y la complejidad de la misma.
La de Manuel Izquierdo Izquierdo y 58 compañeros y la de Antonio Montañés Quiquero y 64 compañeros, encabezando ambas causas los dos sacerdotes de mayor edad.
Ha sido un proceso de beatificación promovido por tres obispos entre los años 2016 y 2025, promovido por el Consejo Diocesano del Presbiterio, se abrió el 9 de abril de 2016, en la Sacristía de S.I. Catedral de Jaén, presidido por el entonces Obispo Don Ramón del Hoyo López y postulada por Monseñor Rafael Higueras Álamo. En esa ocasión, los miembros del Tribunal Eclesiástico juraron sus funciones para instruir la causa bajo el nombre “Proceso del martirio de Don Manuel Izquierdo Izquierdo y 129 compañeros”. De una primera lista hubo que eliminar a 5 posibles mártires por falta de documentación. De los 125 restantes, se eliminó a uno por dudas razonables ante la causa de su asesinato, quedando en 124 los mártires que ha sido aprobados por Roma.
El 30 de marzo de 2019 se clausuraba la fase diocesana bajo el episcopado de Don Amadeo Rodríguez Magro. Durante esta fase, se recogieron más de seiscientos testimonios, además de numerosos documentos históricos, entre ellos escritos de testigos presenciales de los hechos, archivados en la Diócesis del Santo Reino y en otras jurisdicciones eclesiásticas y civiles. El expediente completo, compuesto por más de 30.000 folios, fue trasladado desde la Diócesis a Roma en 2019, donde ha sido analizado con rigor y detalle, y en la que ha contado con el gran trabajo del postulador, D. Nicola Gori.
El Obispo Don Sebastián Chico Martínez ha realizado, desde su llegada a la Diócesis de Jaén, distintas visitas al Vaticano para seguir el avance del proceso. El 28 de noviembre de 2023, visitó el Dicasterio para la Causa de los Santos en Roma, donde se informó que el expediente había sido revisado por la comisión histórica y posteriormente examinado por la comisión de teólogos, para pasar, después, al consistorio de cardenales y obispos para su aprobación final, el pasado 17 de junio, siendo respaldado por unanimidad ambos grupos, y quedando a disposición para ser decretados por el Santo Padre. El último encuentro entre el Prelado con el Cardenal Semeraro y con el Promotor de la Fe, D. Alberto Royo, fue el pasado mes de febrero.
https://www.causesanti.va/it.html
Causa de Manuel Izquierdo Izquierdo, sacerdote diocesano, y 58 compañeros de la diócesis de Jaén.
![]() |
D. Manuel Izquierdo Izquierdo y D. Antonio Montañés Chiquero. |
Ante el gran número de los mártires de Jaén cuyos procesos de beatificación fueron confirmados en fecha 20 de junio de 2025, el Vaticano decidió dividirlos en dos grupos encabezados por los sacerdotes de mayor edad: Manuel Izquierdo Izquierdo y Antonio Montañés Chiquero. Cuesta creer que las torturas a las que se sometieron a muchos de ellos puedan haber surgido de una mente humana normal: a Manuel Valdivia Chica le cortaron las manos antes de rematarle. Era el castigo por haberlas utilizado para celebrar misa.
“Los milicianos instauraron un clima de persecución contra todos aquellos que se declaraban miembros de la Iglesia católica, ya fueran sacerdotes, consagrados o laicos”, explica el comunicado de la Santa Sede.
“Estos Siervos de Dios también operaban en el territorio de la diócesis de Jaén; la mayoría fue capturada por los milicianos o denunciada, y algunos de ellos sufrieron insultos, vejaciones y crueles golpes. El odio a la fe (odium fidei), como prueban los documentos y testimonios recogidos, motivó la persecución hacia los Siervos de Dios solo por el hecho de ser sacerdotes y laicos comprometidos”, explica la web vaticana.
El martirio formal “está documentado para todos, y en particular para los sacerdotes que quisieron permanecer cerca del pueblo en las parroquias donde desempeñaban su ministerio, sin huir a pesar del peligro”.
El Vaticano detalló que la mayoría de estos mártires se rehusaron a huir de sus parroquias para permanecer al servicio de sus comunidades, a pesar del riesgo.
https://www.causesanti.va/it/santi-e-beati/manuel-izquierdo-izquierdo-e-58-compagni.html
Don Manuel Izquierdo Izquierdo fu particolarmente colpito dalle torture. A Don Manuel Valdivia Chica prima della morte furono tagliate le mani con le quali aveva consacrato
I Venerabili Servi di Dio della diocesi di Jaén furono uccisi in luoghi e tempi diversi durante la Guerra Civile spagnola che, iniziata nel luglio 1936, ebbe aspetti di crudele persecuzione anticattolica.
La Causa in esame riguarda il martirio del sacerdote diocesano Manuel Izquierdo Izquierdo e di 58 compagni. Essi sono stati raggruppati in riferimento al luogo della morte.
Essi sono:
Gruppo 1: Torredonjimeno
1. Manuel Izquierdo Izquierdo (1853-1936), di 83 anni. Nato a Castillo de Locubín il 9 dicembre 1853, ordinato sacerdote il 14 marzo 1891, dal 1921 al 1936 fu parroco di Nuestra Señora de Gracia de Villardompardo. Il suo martirio fu particolarmente cruento e, dopo diverse torture e mutilazioni, venne ucciso il 28 settembre 1936.
2. Bernardo Cruz Pérez (1877-1936), di 59 anni, sacerdote diocesano. Parroco di San Pedro, a Torredonjimeno, fu ucciso il 14 agosto 1936.
3. Ramón de la Chica Cruz (1895-1936), di 41 anni, sacerdote diocesano. Parroco di Santiago de Calatrava, fu ucciso il 14 ottobre 1936.
4. Antonio Ureña Liébana (1907-1926), di 29 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco di Santa María, venne ucciso il 29 settembre 1936.
Gruppo 2: Jaén
5. Juan Martínez Sánchez (1871-1938), di 67 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco di Jamilena, fu ucciso tra il 13 e il 15 marzo 1938.
6. Francisco Morales Collado (1894-1936), di 42 anni, sacerdote diocesano. Parroco di Mengíbar, fu torturato atrocemente e morì il 3 settembre 1936.
7. Pedro Pardo Barrón (1892-1936), di 44 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco di Los Villares, venne ucciso il 3 ottobre 1936.
8. Antonio Peral Bustos (1905-1936), di 31 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco di Cabra del Santo Cristo, fu ucciso il 9 settembre 1936.
9. Juan María Torres Pérez (1871-1936), di 65 anni, sacerdote diocesano. Parroco di Santiago de la Espada, venne ucciso il 22 settembre 1936.
10. Juan José (Lucio José) Martínez Blázquez (1884-1936), laico di 52 anni. Sacrestano della parrocchia di Santiago de la Espada, fu ucciso il 21 settembre 1936.
Gruppo 3: Baeza-Úbeda
Gruppo 3A: Finca Los Capones
11. Pedro José Cejudo de la Torre (1869-1936), di 67 anni, sacerdote diocesano. Parroco di La Yedra-Baeza, fu ucciso il 3 settembre 1936.
12. Juan Ángel Román Pulido (1869-1936), di 67 anni, sacerdote diocesano. Parroco della parrocchia di El Sagrario y el Salvador in Baeza, fu ucciso il 3 settembre 1936.
13. Francisco Martínez Baeza (1875-1936), di 61 anni, sacerdote diocesano. Canonico penitenziario di Baeza, venne ucciso il 3 settembre 1936.
14. Julián Ruiz Guzmán (1875-1936), di 61 anni, sacerdote diocesano. Parroco di San Pablo, in Baeza, fu ucciso il 3 settembre 1936.
15. José López Pérez (1877-1936), di 59 anni, sacerdote diocesano. Parroco di San Andrés, in Baeza, fu ucciso il 3 settembre 1936.
16. Cipriano Herrera Caballero (1874-1936), di 52 anni, sacerdote diocesano. Addetto alla Cattedrale di Baeza, venne ucciso il 3 settembre 1936.
17. Roque Tarazona García (1880-1936), di 56 anni, sacerdote diocesano. Addetto alla Cattedrale di Baeza, fu ucciso il 3 settembre 1936.
18. Miguel García Lahoz (1896-1936), di 40 anni, sacerdote diocesano. Addetto alla Cattedrale di Baeza, venne ucciso il 3 settembre 1936.
19. Antonio Molina Rascón (1897-1936), di 39 anni, sacerdote diocesano. Parroco di Lupión, fu ucciso il 3 settembre 1936.
20. José María de la Hoz Manjón (1908-1936), di 28 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco di San Pedro in Baeza, venne ucciso il 3 settembre 1936.
Gruppo 3B: Baeza-Úbeda
21. Juan Rubio Sánchez (1904-1936), di 32 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco di Santa María in Úbeda, fu ucciso il 20 agosto 1936.
22. Vicente Rubio Sánchez (1902-1936), di 34 anni, sacerdote diocesano. Parroco di La Pedriza-Alcalá la Real, fu ucciso il 20 agosto 1936.
23. Cayetano Fernández Hurtado (1873-1936), di 63 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco di Santa María, fu ucciso il 25 agosto 1936.
24. Juan Villar de Dios (1880-1936), di 56 anni, sacerdote diocesano. Cappellano delle Suore clarisse del monastero di Santa Clara in Úbeda, venne ucciso il 7 settembre 1936.
25. Vicente Catena Vílchez (1908-1936), di 28 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco di San Andrés in Baeza, fu ucciso il 2 dicembre 1936.
26. Ángel López Salazar (1881-1936), di 55 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco di San Pablo in Baeza, fu ucciso il 3 dicembre 1936.
27. Manuel Blanco Mesa (1880-1936), di 56 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco di El Salvador in Baeza, venne ucciso il 3 dicembre 1936.
28. Francisco Juan Pérez Montávez (1884-1936), di 52 anni, sacerdote diocesano. Parroco di Ibros, è stato ucciso il 24 dicembre 1936.
Gruppo 4: Linares y Bailén
Gruppo 4A: Mina "El Correo" Bailen
29. Juan Fernando Pardo Navarro (1869-1936), di 67 anni, sacerdote diocesano. Parroco di Santa María e arciprete a Linares, venne ucciso il 18 settembre 1936.
30. Antonio Lara Pardo (1897-1936), di 39 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco di Santa María in Linares, venne ucciso il 18 settembre 1936.
31. Manuel Miranda Ruiz (1878-1936), di 58 anni, sacerdote diocesano. Cappellano di Arrayanes e confessore delle Hijas de la Caridad in Linares, venne ucciso il 18 settembre 1936.
32. Antonio Cobo Muñoz (1898-1936), di 38 anni, laico. Fondatore e presidente dell’Azione Cattolica a Linares. Venne arrestato in chiesa dai miliziani e fu ucciso il 18 settembre 1936.
33. Rafael Andrés Traver (1887-1936), di 49 anni, laico. Membro dell’Azione Cattolica. Venne fucilato a Linares il 18 settembre 1936.
Gruppo 4B: Término de Linares
34. Manuel Molina Estepa (1878-1936), di 58 anni, sacerdote diocesano. Parroco di San Francisco de Asís in Linares, fu ucciso il 19 agosto 1936.
35. Antonio del Castillo García (1893-1936), di 43 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco di Santa María in Linares, venne ucciso il 18 agosto 1936.
36. Marcos García Ortiz (1906-1937), di 31 anni, sacerdote diocesano. Parroco della Higuera de Calatrava, fu ucciso prima del 22 maggio 1937.
37. Antonio Martínez López (1893-1936), di 43 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco di La Carolina, venne ucciso nell’agosto del 1936, ma non si conosce il giorno esatto della sua morte.
38. Alberto Pancorbo Solís (1866-1936), di 70 anni, sacerdote diocesano. Cappellano dell’ospedale Marqueses de Linares, venne ucciso nel settembre 1936, forse il 27 del mese.
Gruppo 5: Las Casillas de Martos y Martos
Gruppo 5A: Cementerio de Las Casillas de Martos
39. Isabel María de San Rafael Aranda Sánchez, OSC (1889-1937), di 48 anni. Badessa del monastero di Santa Clara, in Martos, venne uccisa il 13 gennaio 1937.
40. Manuel Valvidia Chica (1893-1937), di 44 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco di Santa María in Martos, fu ucciso il 13 gennaio 1937.
41. Manuel Quero Montilla (1872-1937), di 65 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco della Virgen de la Villa in Martos, venne ucciso il 13 gennaio 1937.
42. Manuel María Garrido Izquierdo (1878-1937), di 59 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco della Virgen de la Villa in Martos, fu ucciso il 13 gennaio 1937.
Gruppo 5B: Martos
43. Manuel Serrano Zafra (1875-1936), di 61 anni, sacerdote diocesano. Parroco di San Amador e arciprete di Martos, venne ucciso il 30 settembre 1936.
44. Antonio Cañada Fernández (1904-1936), di 32 anni, sacerdote diocesano. Cappellano del monastero di Santa Clara in Martos, fu ucciso il 30 settembre 1936.
45. Juan Antonio Ramírez Navarro (1866-1936), di 70 anni, sacerdote diocesano. Venne ucciso il 30 settembre 1936.
46. Antonio Órpez Muñoz (1864-1936), di 72 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco di San Amador, in Martos fu ucciso l’11 ottobre 1936.
47. José Teba Merino (1889-1937), di 48 anni, sacerdote diocesano. Parroco di Santa Marta, in Martos, venne ucciso il 12 gennaio 1937.
48. Antonio María Carrillo Pérez (1867-1937), di 68 anni, sacerdote diocesano. Parroco della Virgen de la Villa in Martos, venne ucciso il 12 gennaio 1937.
49. Bernardino Espejo Garrido (1876-1937), di 61 anni, sacerdote diocesano. Cappellano del monastero delle Suore Trinitarie in Martos, fu ucciso il 15 gennaio 1937.
50. Obdulia Puchol Merino (1900-1936), di 36 anni. Laica e cognata di don Francisco Raimundo Martínez Baeza. Dopo un tentativo di violenza, fu uccisa l’8 dicembre 1936.
51. Manuel Melero Luque (1912-1936), di 24 anni. Membro dell’Azione Cattolica di Martos, fu ucciso il 12 novembre 1936.
Gruppo 6: Mancha Real
52. José Herrera Cano (1896-1937), di 41 anni, sacerdote diocesano. Parroco di Villacarrillo, fu ucciso il 3 aprile 1937.
53. Francisco Morales Aballé (1871-1937), di 66 anni, sacerdote diocesano. Parroco di San Juan in Jaén, venne ucciso il 3 aprile 1937.
54. Francisco de Paula Padilla Gutiérrez (1892-1937), di 45 anni, sacerdote diocesano. Reggente della parrocchia di San Martín in Arjona, venne ucciso il 3 aprile 1937.
55. Miguel Barberán Juan (1884-1937), di 53 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco di San Martín in Arjona, fu ucciso il 3 aprile 1937.
56. Ildefonso García Martínez (1889-1937), di 48 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco di Begíjar, fu ucciso il 3 aprile 1937.
57. Ildefonso Ortega González (1873-1936), di 63 anni, sacerdote diocesano. Cappellano della Santa Cappella di San Andrés in Jaén, venne ucciso il 31 ottobre 1936.
58. José Ortega Carrillo (1877-1936), di 59 anni, sacerdote diocesano. Cappellano del monastero di Santa Úrsula de las Agustinas in Jaén, fu ucciso il 30 novembre 1936.
59. Juan Olid Martínez (1906-1936), di 30 anni, sacerdote diocesano. Vice-parroco di Mancha Real, venne ucciso il 28 agosto 1936.
Il martirio materiale è avvenuto nel contesto della guerra civile spagnola che colpì gravemente anche la regione andalusa di Jaén a partire dall’agosto del 1936. I miliziani instaurarono un clima di persecuzione nei confronti di tutti coloro che si professavano membri della Chiesa cattolica, fossero essi sacerdoti, consacrati o laici. Il martirio formale ex parte persecutoris fu compiuto dai rivoluzionari che, mossi da sentimenti antireligiosi e anticristiani, massacrarono numerosi sacerdoti, religiosi e laici, profanando e saccheggiando chiese, luoghi di culto e oltraggiando gli oggetti sacri. L’odium fidei dei guerriglieri, spinti dalla propaganda atea, è ampiamente dimostrato dalla generale violenza contro la Chiesa, verso i suoi ministri e tanti suoi fedeli. Il Capofila dei martiri di Jaén, don Manuel Izquierdo Izquierdo fu particolarmente colpito dai maltrattamenti e dalle torture inflitte dai persecutori, come avvenuto pure a Don Manuel Valdivia Chica, al quale prima della morte furono tagliate le mani con le quali aveva consacrato.
Per quanto riguarda il martirio formale ex parte victimarum, merito dei martiri è l’aver perseverato nella fedeltà a Cristo fino al sacrificio della vita. In alcuni casi si è riscontrato anche un atteggiamento di perdono e preghiera nei confronti degli uccisori.
https://www.causesanti.va/it/santi-e-beati/antonio-montanes-chiquero-e-64-compagni.html
Causa de Antonio Montañés Chiquero, sacerdote diocesano, y 64 compañeros de la diócesis de Jaén
La maggior parte fu catturata dai miliziani o denunziata e alcuni di essi subirono insulti, vessazioni e crudeli percosse
I Venerabili Servi di Dio della diocesi di Jaén furono uccisi in luoghi e tempi diversi durante la Guerra Civile spagnola che, iniziata nel luglio 1936, ebbe aspetti di crudele persecuzione anticattolica.
La Causa in esame riguarda il martirio del sacerdote diocesano Antonio Montañés Chiquero e di 64 Compagni fra i quali 54 sacerdoti, 9 uomini e una donna laici, tutti uccisi fra il 1936 e il 1937. Nel seguente elenco sono stati raggruppati a seconda del luogo della morte.
Essi sono:
Gruppo 1 A (Arroyo de la Parras)
1. Antonio Montañés Chiquero, nato il 17 giugno 1870 a Alcalá la Real, ordinato presbítero il 27 maggio 1893, è stato dapprima vice parroco a Castillo di Locubín, e poi, in successione, parroco di Las Riveras, di Charilla, di Villacarillo e infine di Santa Maria ad Alcalá la Real. Fu ucciso il 12 settembre 1936.
2. Manuel Contreras Villén, ccoadiutore di San Domenico di Silos, ad Alcalá la Real (1891-1936).
3. José Pancorbo Gutiérrez, parroco di San Domenico di Silos, ad Alcalá la Real (1895-1936).
4. José Peña Pinto, vice parroco di San Domenico di Silos, ad Alcalá la Real (1907-1936).
Gruppo 1 B (Alcalá la Real-Alcaudete)
5. Joaquín Muñoz Maestre-Aranda, sacerdote diocesano, incaricato della chiesa filiale di Sant’Anna (1865-1936).
6. José Sánchez Alabarces, confessore delle Suore Clarisse e Terziarie francescane di Alcalá la Real (1871-1936).
7. Manuel Heredia Gascón, vice parroco di Santa Maria ad Alcaudete (1901-1936).
8. Justo Gómez Mudarra, laico, capocoro nella parrocchia di Frailes (1884 1936).
9. Edoardo Infante del Castillo, laico, presidente della Gioventù di Azione Cattolica di Martos (1916-1936).
Gruppo 2 (Andújar)
10. Ildefonso Galán Cruz, parroco di San Bartolomeo, ad Andújar (1873-1936).
11. Ildefonso Vacchiano Vargas, parroco di Villanueva de la Reina (1895-1937).
12. Agustín González de Lara, cappellano del monastero delle monache Cappuccine di Andújar (1871-1936).
13. Antonio Romeu Collado, coadiutore della parrocchia di San Bartolomeo, ad Andújar (1882-1936).
14. Juan Manuel Solás López, laico, aderente all’adorazione notturna (1885-1936).
15. Francisco Javier Bellido, sacerdote diocesano, economo della parrocchia di San Michele ad Andújar (1882-1936).
16. José Bellido Aragón, cappellano dell’ospedale di Andújar (1867-1936).
17. José Manuel de Lemus Garzón, cappellano del monastero delle Minime ad Andújar (1867-1936).
18. Manuel Ramírez González, coadiutore di Santa María, ad Andújar (1902-1936).
19. Pedro Solís Rodríguez, parroco di Santa María Maggiore, ad Andújar (1886-1936).
20. José Antonio García Navarro, rettore del Santuario della Vergine della Cabeza, ad Andújar (1878-1936).
21. Manuel Medina de La Torre, coadiutore di San Michele, ad Andújar (1880-1936).
22. Juan de Dios Manjón Lombardo, coadiutore di San Michele, ad Andújar (1875-1936)
Gruppo 3 (Arjona)
23. Juan Barat Barberán, vice parroco di San Giuseppe Battista in Arjona (1878-1936).
24. Cristóbal Segovia Valero, presbitero al servizio della parrocchia di San Giovanni in Arjona (1866-1936).
25. Manuel Casado Garrido, sacerdote (1909-1936).
Gruppo 4 (Marmolejo)
26. Francisco de Paula Aranda Cabrera, parroco di Nostra Signora della Pace, a Marmolejo (1871-1936).
27. Bernabé Toribio, laico († 1936)
28. Julián Castilla Casado, confessore delle Suore della Croce, ad Arjona (1870-1936).
29. Francisco Morales Vera, parroco di Nostra Signora dell’Incarnazione, ad Arjonilla (1900-1936).
Gruppo 5 (Villanueva del Arzobispo)
30. Leandro Bago Bueno, arciprete di Villacarrillo (1864-1936).
31. Matías Molina de la Poza, parroco di Sant’Andrea di Villanueva del Arzobispo (1896-1936).
32. Vicente Francisco Vañó Crespo, coadiutore della parrocchia di Villanueva del Arzobispo (1892-1936).
33. Cristóbal Muñoz González, cappellano dell’asilo di Villanueva del Arzobispo (1894-1936).
34. Gonzalo Magaña Rodríguez, parroco di Cañada Catena (1899-1936).
Gruppo 6 (Altre molteplici località)
35. Manuel Checa Martínez (1892-1936), parroco di Iznatoraf.
36. Ildefonso Muñoz Pretel, laico (1895-1936).
37. José González Roa, vice parroco di Santiago el Mayor, a Jimena (1863-1936).
38. Juan Pedro Roa Molina, parroco di San Giacomo Maggiore, a Jimena (1863-1936).
39. Francisco Ortega Espejo, parroco di San Giovanni Battista, a Los Villares (1876-1936).
40. José María Ruiz Cruz, sacerdote organista della Cattedrale di Jaén (1870- 1937).
41. Francisco Palomares Vílchez, vice parroco di La Asunción a Villacarrillo (1881-1936).
42. Francisco Moreno Arroyo, vice parroco di Jódar (1896-1936).
43. Francisco Fernández Gavilán, sacerdote senza incarico residente a Quesada (1875-1936).
44. Juan Morillo Torres, cappellano del Santuario della Fuensanta, a Huelma (1874-1936).
45. Alfonso Navarrete Crespo, parroco di Albanchez de Úbeda (1877-1936).
46. Diego Rodríguez Carrascosa, cappellano della Collegiata di Castellar (1871-1936).
47. Pedro Marín Martos, beneficiato della cattedrale di Guadix (1902-1936).
48. Juan de Dios Marín Masdemont, vice parroco di Vilches (1880-1936).
49. Felipe Vallejos Molina, vice parroco di Porcuna (1891-1936).
50. Pedro María Sandoica y Granados, laico membro dell’Apostolato della Orazione, a Villargordo (1876-1936).
51. José Martínez Torres, laico 1889-1936).
Gruppo 7 (Madrid)
52. José María Marín Acuña, parroco di Rumblar-Zocueca (1893-1936).
53. Juan Pablo García Vázquez, parroco di El Molar (1873-1936).
54. Lorenzo Mora y Rojo, parroco di Peal de Becerro (1891-1936).
55. Juan Ignacio Muñoz Nieto, vice parroco di Beas de Segura (1896-1936).
56. Lucas Muñoz Bezares, parroco di Beas de Segura (1896-1936).
57. Rogelio Rodero Matarán, vice parroco di Villacarrillo (1874-1936).
58. Tomás Fernández Valenzuela, vice parroco di Beas de Segura (1908-1936).
59. Teresa Basulto y Jiménez, laica (1872-1936).
60. Mariano Martín Portela, laico (1871-1936).
61. Ramón Rojo y Díaz de Cervantes, parroco di Cazorla (1884-1936).
Gruppo 8 (Costantina)
62. Manuel Heredia Torres, direttore del Collegio Nostra Signora di Robledo, a Constantina (Siviglia) (1900-1936).
63. Juan Heredia Torres, vice parroco di Navas di San Giovanni (1891-1936).
Gruppo 9 (Iznalloz)
64. Manuel Ureña Abolafia, parroco de Santa María, a Torredonjimeno (1899-1936).
65. Bernardo Ruiz Cano, membro dell’Azione Cattolica (1909-1936).
Nel clima di persecuzione permanente vissuto dalla Chiesa in Spagna durante la Guerra Civile, accaddero gli atti violenti che, tra il 1936 e il 1937, videro protagonisti e vittime i Venerabili Servi di Dio operanti nel territorio della diocesi di Jaén. La maggior parte fu catturata dai miliziani o denunziata e alcuni di essi subirono insulti, vessazioni e crudeli percosse. L’odium fidei, come provano i documenti e le testimonianze raccolte, mosse la persecuzione nei loro confronti solo per il fatto di essere sacerdoti e laici impegnati. Il Martirio formale ex parte persecutoris si colloca, quindi, in questo clima di violenza ed essi furono uccisi brutalmente per la loro fede e l’appartenenza alla comunità cattolica locale.
Il loro martirio formale ex parte victimae, è documentato per tutti e in particolare per i sacerdoti che vollero restare vicini al popolo nelle parrocchie ove svolgevano il loro ministero, senza fuggire, malgrado il pericolo. Alcuni presbiteri, tra i quali don Antonio Montañes Chiquero, chiesero di essere uccisi per ultimi per poter così confessare gli altri e aiutarli a morire santamente.
La loro fama di martirio si diffuse per alcuni all’indomani delle loro uccisioni, per altri in tempi successivi, soprattutto nelle loro diocesi di provenienza.
Entre los 124 mártires que serán beatificados, sacerdotes, religiosa y laicos, hay perfiles diversos con grandes testimonios de fe detrás de cada historia. Entre ellos, “el Kolbe español”, un sacerdote que dio su vida por el de un padre de familia; un médico dedicado al cuidado de los más vulnerables de su tiempo y una viuda que levantó una residencia para personas sin hogar.
Francisco de Paula Padilla Gutiérrez - sacerdote (Marmolejo 1892- Mancha Real 1937)
Al ser designado para la muerte otro compañero de prisión, padre de familia con seis hijos, llamado José, el Siervo de Dios Francisco de Paula Padilla Gutiérrez suplicó sustituirlo, yendo él a la muerte en lugar del otro prisionero.
![]() |
D. Pedro Sandoica y Granados, y D. Manuel Izquierdo Izquierdo. |
Pedro Sandoica y Granados- laico (Linares 1876- Mengíbar 1936)
Médico que desarrolló su trabajo profesional en Villargordo no sólo tiene una actividad médica de servicio a los más pobres; también se implica en otras actividades para procurar la justicia social con los obreros. Se compromete en tareas apostólicas y de piedad: renueva la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y el Apostolado de la Oración, fomentando la devoción al Santísimo Sacramento y al Sagrado Corazón de Jesús. Casado y sin descendencia, en la localidad de Villargordo se da frecuentemente el nombre de “Pedro María” como prueba de los varios niños pobres que el matrimonio apadrinaba desde su nacimiento, ayudándoles a lo largo de su vida en sus estudios o hasta conseguir una formación necesaria. En la lista de detenidos “en la ermita del Cristo de la Salud” se incluye a Pedro Sandoica Granados (del día 24 de septiembre al 25 de septiembre de 1936) por orden del Frente Popular. Asesinado el 25 de septiembre de 1936.
Obdulia Puchol Merino - seglar (Martos 1900- Monte Lope Álvarez 1936)
Desde que quedó viuda se dedica a hacer obras de caridad apostolado y de piedad. Hija de padres muy cristianos, la parroquia encontró en ella su mejor colaboradora. Su obra más importante de caridad consistió en la creación de una residencia para los transeúntes pobres, en la cual les facilitaba alimentos, dormitorio y servicios sanitarios si es que los precisaban. Para esta hermosa institución contó con la ayuda sin par de las Conferencias de San Vicente de Paul, precisamente fundadas en la parroquia y presididas por su padre, don Antonio Puchol, que a su vez era médico forense de la localidad. El día que recibió la palma del martirio vestía el hábito de San Francisco, pues también era Terciaria Franciscana Seglar.
El primer verdugo de Obdulia Puchol no fue capaz de disparar con su arma a aquella mujer de 36 años que rezaba en el paredón. Apuntó y se concentró, escuchó la orden, pero no pudo apretar el gatillo. El segundo verdugo no se lo pensó tanto y con una navaja de barbero le cortó el cuello sin titubear y el rezó de Obdulia se apagó.
Fue el 8 de diciembre de 1936, apenas unos meses después del estallido de la Guerra Civil y en Martos, como en toda la provincia de Jaén y otros puntos del país, se llevaban a cabo purgas y delaciones. Vecinos señalando a vecinos, paisanos cobrándose viejas deudas pendientes. La mayoría de las acusaciones eran falsas, el gran pecado, estar con el enemigo. Daba igual quién fuese.
A Obdulia la denunció, precisamente, un vecino de su pueblo. Por beata, por piadosa. La detuvieron en agosto de 1936 en su casa, la metieron en un calabozo durante meses y la torturaron para, finalmente, sacarla y montarla en un camión con destino a su muerte.
Ni ese instante, aseguraron los testigos de aquellos días, aquella viuda caritativa que compraba medicamentos para los más pobres de Martos dejó de rezar al Dios en el que creía por encima de todo.
Ella es una de los 124 creyentes a los que el Papa León XIV ha hecho benditos en la primera beatificación de su pontificado. La firmó el pasado día 20 y el Boletín Oficial de la Santa Sede publicaba a mediodía los decretos del Dicasterio para las Causas de los Santos firmados por el Santo Padre, hasta hace poco conocido como cardenal Robert Prevost, el sucesor del carismático Papa Francisco.
Junto a Obdulia, en esos decretos el Papa declaró mártires a 109 sacerdotes, catorce laicos (hombres y mujeres) y a una monja. Todos ellos perseguidos en los primeros años de la Guarra Civil, la mayoría torturados por sus captores, encarcelados y sentenciados sin juicio ni sentencia a muerte. Por el mero hecho, hace hincapié Andrés Nájera, delegado episcopal para la Causa de los Santos del Obispado de Jaén, de su fe “y no por otras cuestiones”, dice rechazando cualquier motivación política detrás de estos crímenes.
Obdulia y los otros 123 mártires de Jaén que León XIV ha beatificado fueron “un modelo de entrega a Dios”, con una fe “inquebrantable” y una fidelidad a la Iglesia Católica a prueba de torturas.
Explica Nájera que “cada uno tiene su propia historia”, pero tienen cosas en común. En primer lugar, su religiosidad, su fe, obviamente. Pero también los padecimientos que sufrieron, físicos y psicológicos. Humillaciones que llegaron hasta el extremo, como se detalla en las 15.000 páginas de los dos expedientes en los que se ha dividido esta beatificación masiva, de que a muchos les obligaron a blasfemar y a ultrajar símbolos que para ellos eran sagrados.
Repite, una y otra vez, el delegado del Obispado de Jaén que no hubo razones políticas, que estos mártires no lo fueron por motivos su ideología. Solo por su fe y eso, apunta, hace de ellos “un modelo para nosotros, nos hace mirar al futuro”.
Como el sacerdote Francisco de Paula Padilla, 45 años, párroco de la Iglesia de San Martín, en la localidad de Arjona. A él no le tocaba morir aquel 3 de abril de 1937.
Estaba preso en la Catedral de Jaén, convertida en cárcel, y vio cómo sacaban a un padre de familia al que iban a fusilar y que lloraba desconsoladamente. Se ofreció a ocupar su lugar y le mataron.
En la causa solo hay una religiosa, Isabel María Aranda, abadesa del convento de las Clarisas de Martos, el mismo pueblo en el que Obdulia montó su albergue para transeúntes pobres.
![]() |
Un grupo de monjas son paseadas por milicianos. |
A la monja la detuvieron en enero de 1937 en una redada promovida en represalia por un duro bombardeo de los sublevados. La abadesa había nacido en Hinojosa del Duque (Córdoba), pero pronto había ingresado en la orden de las Clarisas, llegando a regir el convento que tenían en Martos. La sacaron a rastras y la llevaron a una población cercana, Casillas de Martos, donde la golpearon con las culatas de los rifles y le rompieron varios huesos. Pero lo peor estaba por llegar.
En el cementerio de esa pequeña población la esperaba el pelotón de fusilamiento y la abadesa se resistió hasta el final. Se agarró, se cuenta en su expediente, a una reja del camposanto. Con tal fuerza tiraron de ella y con tal fuerza se abrazó a los hierros que terminaron por desmembrarla.
El nivel de crueldad, en todos los casos, fue extremo según indica Andrés Nájera, mucho más de lo que se puede aventurar por los relatos que aquí parecen porque los detalles más escabrosos, las torturas más despiadadas se han omitido consciente y voluntariamente.
Hay tantas historias como nombres en las dos causas aprobadas por León XIV. “Y ninguna destaca por encima de las otras”, remarca el delegado diocesano.
A Eduardo Infante del Castillo, de 20 años, estudiante de Derecho, le fusilaron simplemente por ser miembro de Acción Católica, un movimiento internacional que en aquellos años promovía la fe católica de forma activa.
A Mariano Martín y a su mujer, María Teresa Basulto, los mataron en 1936 por el vínculo familiar, ella era hermana del obispo de Jaén Manuel Basulto, también martirizado.
Al obispo Basulto, de hecho, le beatificó en 2013 el Papa Francisco. Aquel fue, explica Nájera, el primer paso del macro proceso que ahora ha derivado en la declaración de beatos (en latín, beatus, benditos) de estos 124 creyentes.
Podría decirse, explica, que desde los años 80 del pasado siglo se ha ido trabajando en esta beatificación que ahora ha culminado por iniciativa del entonces obispo, Santiago García. Él fue quien promovió la beatificación multitudinaria de Tarragona en la que se incluyó al obispo Basulto.
Luego recibió un fuerte impulso en 2007 y, finalmente, entre 2016 y 2019 se llevó a cabo el procedimiento formal, con una exhaustiva investigación, recabando testimonios de personas que, en muchos casos, ya no viven, y reuniendo las pruebas que El Vaticano ha validado.
Falta solo la ceremonia solemne de la beatificación, que tendrá lugar en la Catedral de Jaén que presidirá el cardenal Marcelo Semeraro en una fecha 13 de diciembre de 2025.
Este reconocimiento oficial desde Roma constituye un acto de reparación moral largamente esperado, ya que muchas de estas víctimas habían quedado olvidadas o incluso silenciadas en el relato dominante de la Guerra Civil española, centrado casi exclusivamente en los crímenes cometidos por el bando nacional.
Tal y como se extrae del documento de la propia promulgación se refiere a: “asesinados entre 1936 y 1938, en odio a la fe, en diversos lugares de España, en el contexto de la misma persecución”.
Durante décadas, el discurso institucional y la posterior creación de la ley de memoria histórica en España, ahora llamada memoria democrática, ha evitado abordar la violencia anticlerical perpetrada en la zona republicana, siendo únicamente los fallecidos en el bando nacional los contemplados.
La guerra civil española tuvo como consecuencia la muerte de más de 6.800 religiosos, entre sacerdotes, monjas y seminaristas, así como la destrucción de miles de iglesias, conventos y símbolos cristianos.
Una realidad documentada y trágica que, sin embargo, rara vez ha sido reconocida oficialmente por los gobiernos de izquierdas (claramente posicionados con la república).
La aprobación de estos decretos por parte del Papa León XIV viene a romper ese silencio histórico, poniendo el foco en una dimensión humana y religiosa de la guerra que ha sido marginada por razones ideológicas.
El asesinato sistemático de sacerdotes y religiosos no fue un daño colateral del conflicto, sino una persecución directa y deliberada contra la fe católica, sus instituciones y sus servidores.
La Iglesia Católica ha reconocido ya a más de 2.000 mártires del siglo XX en España, muchos de ellos víctimas de la Guerra Civil.
Estas beatificaciones y canonizaciones no buscan reabrir heridas políticas, sino recordar a quienes murieron perdonando a sus verdugos, sin haber empuñado un arma ni incitado a la violencia, únicamente por permanecer fieles a su fe y a su vocación.
Con esta decisión, el Papa León XIV, quien inició su pontificado en mayo de 2025 tras el fallecimiento de Francisco, da continuidad al compromiso de la Iglesia con la verdad histórica y la justicia espiritual.
Además, lanza un claro mensaje: la fe vivida con autenticidad puede llegar a costar la vida, y la Iglesia no olvidará jamás a quienes la entregaron por amor a Cristo.
Este nuevo reconocimiento es un paso más hacia la reconciliación auténtica y completa, que solo será posible cuando todos los muertos, de ambos bandos, sean recordados sin manipulación ni exclusión ideológica.
Porque la verdadera memoria histórica debe incluir a todos los perseguidos, también a quienes murieron por ser simplemente religiosos.
Lahiguera 1 de octubre de 2025.
Pedro Galán Galán.
Páginas webs consultadas:
https://www.causesanti.va/it.html
https://www.causesanti.va/it/santi-e-beati/manuel-izquierdo-izquierdo-e-58-compagni.html
https://www.causesanti.va/it/santi-e-beati/antonio-montanes-chiquero-e-64-compagni.html
https://www.elmundo.es/cronica/2025/06/29/685d2e96e9cf4ad1b8b45a9.html
https://noticiasciudadanas.com/martires-asesinados-guerra-civil/
No hay comentarios:
Publicar un comentario