LA
RIQUEZA EXPRESIVA DE NUESTRAS EXPRESIONES EN EL LENGUAJE COLOQUIAL.
¿Cuántos refranes podrías decirme en éste preciso momento? La cantidad total de refranes que se utilizan diariamente en todo el mundo es bastante asombrosa. Aunque es posible que solo puedas nombrar algunos pocos como respuesta a mi pregunta anterior; sin embargo en nuestro hablar cotidiano introducimos una gran cantidad de refranes sin apenas darnos cuenta. Si te fijas… escucharas refranes en conversaciones en la calle o en el trabajo, en el bar, restaurante, o en la escuela, sin olvidar los que surgen diariamente en las tareas y el trajín cotidiano de nuestro hogar. Son tantos los refranes existentes, que es probable que en esta relación encuentres algunos con los que no estás familiarizado, pero tras una lectura reposada, y entrando en el sentido de cada refrán comprenderemos rápidamente, que cada uno es digno de tenerse en cuenta porque todos están repletos de sabiduría popular.
El refrán es una paremia o sentencia tradicional de origen y uso popular, y por definición, de autor anónimo, con intención didáctica, moral o incluso filosófica (1).
En algunos contextos puede encontrarse como sinónimo de dicho e incluso de proverbio, (2) si bien el dicho, esencialmente oral abarca un significado más amplio, como conjunto de palabras que proponen un concepto cabal, agudo, oportuno, e incluso malicioso, o bien una ocurrencia chistosa (3).
Por su parte, el proverbio, como el adagio y la máxima, suelen estar asociados a lo culto, lo bíblico o lo oriental. En suma, en el ámbito de la lengua castellana o idioma español, el refrán es, por antonomasia, la paremia más representativa de la sabiduría popular (4).
En el uso de la lengua española, el término refrán (del francés “refrain”, sentencia corta) ha conocido una gran difusión hasta el punto de desplazar a proverbio, idea que se asocia a una paremia culta como los proverbios bíblicos u orientales.
La primera colección de refranes o refranero existente en la lengua española, y a la vez en la lengua vulgar, fue confeccionada por el Marqués de Santillana, que no fue impreso hasta el año 1508 y lo tituló “Refranes que dizen las viejas tras el fuego”.
También, el refrán, o paremia popular o popularizada, aparece en obras de autores clásicos como Gonzalo de Berceo, el Arcipreste de Hita, Don Juan Manuel, Alfonso X el Sabio o el propio Miguel de Cervantes, que en el Quijote asegura por boca de Quijano que “los refranes son sentencias breves, sacadas de la experiencia y especulación de nuestros antiguos ancianos”, y hablando con Sancho Panza le dice que “cualquiera de los que has dicho basta para dar a entender tu pensamiento” (Segunda parte, capítulo XVII); o cuando le hace decir al cautivo que “el refrán es sentencia breve sacada de la luenga y discreta experiencia” (5).
Según Maldonado, los refranes son sentencias breves y anónimas que, “señalan qué actitud conviene adoptar en cada situación, definen la razón de una determinada conducta, o extraen las consecuencias de una circunstancia, entrañando en cualquier caso un fin didáctico y aleccionador y convirtiendo la anécdota humana en tema de reflexión” (6).
No obstante, muchas frases literarias y bíblicas han pasado a formar parte del refranero popular. La mayoría de los refranes son observaciones acuñadas por la experiencia colectiva a lo largo del tiempo, con temas que van desde la meteorología hasta el destino invariable y fatalista de existencia del hombre. Constituyen el bagaje cultural del pueblo en tiempos en los que la tradición oral pasaba la sabiduría popular de una generación a otra (7).
Su estructura suele ser pareada y recurren tanto a la prosa y verso como a figuras literarias (antítesis, elipsis o paralelismo) para facilitar su perpetuación oral a través del tiempo, como ha ocurrido desde hace muchos siglos (8).
La primera colección conocida de refranes se atribuye a don Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, bajo el título de “Refranes que dizen las viejas tras el fuego”. El racionero de la Catedral de Toledo Blasco de Garay escribió después dos Cartas en refranes (Toledo, 1541) que carecen del propósito exhaustivo de una compilación pero pretenden ser un agradable pasatiempo cortesano. La primera era exclusivamente de refranes y la segunda de sentencias, pero en posteriores ediciones se añadieron otras dos anónimas, una de Juan Vázquez de Ayora y otra, sumamente alterada, que provenía de un impreso sevillano. Así aparecieron junto al Processo de cartas de amores de Juan de Segura y el Diálogo de mujeres de Cristóbal de Castillejo, recortado y moralizado, por cierto, por Blasco de Garay.
Pedro de Vallés imprimió la tercera colección, “Libro de refranes” copilados por el orden del A. B. C... en el que se contienen Quatro mil y trezientos refranes. “El más copioso que hasta oy ha salido impresso” (Zaragoza: Juana Millán, viuda de Diego Hernández, a costa de Miguel Çapilla, 1549), que es la primera importante cuantitativamente hablando. Después vinieron tres cuyo carácter era profundamente humanístico. La cuarta colección fue realizada por Hernán Núñez, catedrático de Salamanca, titulada “Refranes o proverbios en romance” (Salamanca, Juan de Canova, 1555), con un prólogo de León de Castro. El sevillano Juan de Mal Lara, discípulo de ambos, publicó otra, “La Philosophia vulgar”, Sevilla, Hernando Díaz, 1568. Por otra parte, Sebastián de Horozco, quien también estudió en Salamanca, escribió una “Recopilación de refranes y adagios”, que consta de 8.311 ordenados alfabéticamente, pero cuyo manuscrito ha perdurado incompleto, falto de aquellos que debían reunirse en las letras A, B, C y D. Lo que queda fue impreso en 1916 con el título de “Teatro universal de los proverbios”. Por último, Gonzalo Correas reunió en un largo manuscrito que tituló “Vocabulario de refranes y frases proverbiales” que no llegó a ser impreso hasta siglos más tarde, e incorpora casi por completo la obra de Vallés (10).
Ya en el siglo XVII publicaron otros refraneros eruditos como Juan Sorapán de Rieros y Jerónimo Martín Caro y Cejudo, entre otros.
De entre la larga lista de recopilaciones posteriores, pueden mencionarse, por ejemplo, y a título orientativo, las de Luis Martínez Kleiser (“Refranero general ideológico español de 1953”), el “Refranero agrícola español” de Nieves de Hoyos o el “Diccionario de refranes” comentado de Regino Etxabe, de 2012 (11).
Forman
parte del lenguaje coloquial los refranes, las frases proverbiales, los
dialogismos y modismos. A ellos dedicaremos
en el futuro alguno de nuestros artículos. Este artículo tiene como objetivo ofrecer
una serie de refranes que he recopilado del habla de nuestra comarca, junto a otros que tienen una extensión más universal dentro de las dimensiones del estado. Por su extensión, lo haremos en dos partes de 650 refranes cada una. Ésta es la primera parte que tendrá continuación en otra próxima.
La Real Academia Española define la palabra con el significado de ser un dicho agudo y sentencioso de uso común (12).
Refranes usados en nuestra habla coloquial en español:
Cada persona es dueña de su silencio y esclava de sus palabras.
Ni amor obligado, ni zapato ajustado.
Unos nacen con estrella y otros nacen estrellados.
Nunca es tarde si la dicha es buena.
El invierno no es pasado mientras abril no ha terminado.
Ese asunto tiene mucho ruido y pocas nueces.
Año de nieves, año de bienes.
A quien madruga, Dios le ayuda.
Quien obedece, a todos bien parece.
El que se excusa, se acusa.
Más rápido se coge al mentiroso que al cojo.
A palabras necias, oídos sordos.
Favor con favor se paga.
Las acciones hablan más que las palabras.
A las diez en la cama estés.
Después de la tormenta viene la calma.
Un dedo no hace la mano, pero sí con los hermanos.
Todo lo que brilla no es oro.
Lo que sembramos, cosechamos.
Las malas noticias siempre viajan rápido.
Lo breve si bueno, es dos veces bueno.
Quien tiene un amigo tiene un tesoro.
Nunca fue mal año por mucho trigo.
Amor y calentura, en la boca se asegura.
25 El hábito no hace al monje.
Proverbios y refranes.
https://www.youtube.com/watch?v=hfFYhz3BVXg
Abierto el cajón, hasta el más honesto es ladrón.
Si ves desprender el hollín de las chimeneas, cierto será que llover veas.
La caridad comienza en la casa.
Corta tu abrigo según tu tela.
La hora más oscura es antes del amanecer.
No arrojes tus perlas ante los cerdos.
No cambies de caballo a mitad del camino.
No cuentes tus pollos antes de que nazcan.
De todos los Santos a Navidad, o bien llover o bien helar.
El sol de marzo pega como un mazo.
No hagas una montaña de una loma.
El primero llegado, es el primero servido
Vamos al asunto, no te vayas por las ramas.
Con el tiempo y la paciencia se adquiere la ciencia.
El lento pero seguro acaba ganando la carrera.
No juzgues un libro por su portada.
Tienes que probar tu propia medicina.
Dar el beneficio de la duda antes de decidir.
Matar dos pájaros de un tiro.
Sin dolor y esfuerzo, no hay ganancia.
Árbol que nace torcido, nunca su tronco endereza.
Mucha flor en primavera, buen otoño nos espera.
La palabra es plata y el silencio oro.
Al nogal lo van a ver sólo cuando tiene nueces.
50 A fácil perdón, frecuente ladrón.
Hasta la mejor persona se cansa de mover montañas por quién no mueve por ella ni una piedra .
El día nublado engaña al amo y al criado.
Al mejor cazador se le va la liebre.
El que con perros anda, aprende a ladrar.
Hay llagas que no se curan, y toda la vida duran.
Por diez años la seguía y ella no lo sabía.
Más fuerte era Sansón y lo venció el amor.
Después de muchos truenos, viene una gran lluvia.
Quien bien ama, bien desama.
Amar es tiempo perdido, si no eres correspondido.
¡Es tan costoso en amor y tal largo el olvido!
Más vale pan con amor que gallina con dolor.
El fuego, la cama y el amor, no dirán; vete a tu labor.
Quien bien quiere tarde olvida.
Amor loco, yo por vos y vos por otro.
Amor comprado, dalo por perdido.
La que a mí no me quiere, por otro se mueve que otra prefiere, y ésta no le quiere.
¡A mucho amor, mucho perdón!
Amor rima con dolor.
Quien puede decir cuánto ama, poco amor siente.
Donde hay muchas excusas hay poco interés.
A batallas de amor, colchón de plumas.
Amor con amor se paga.
Amor de navaja, no cuaja.
75 Según es el amor es el dolor.
Haz el bien sin mirar a quien.
Por San Andrés toma el puerco por los pies, y si no le puedes tomar, déjale estar hasta Navidad.
Si quieres conocer a Inés, vive con ella un mes.
Sol de invierno y amistad de yerno, no valen un cuerno.
Das el alón y te comes la pechuga.
Quien con aguardiente cena, con agua desayuna.
No vale la pena matar pulgas a balazos.
Para uno que madruga hay otro que no se duerme.
No todo el que trae levita es persona principal.
Más vale prevenir que lamentar.
Así, se te va a juntar el lavado con el planchado.
Y dale que dale, y la vaca en el trigo.
De lo que no digas serás el amo, de lo que digas serás esclavo.
Olla que mucho hierve, sabor que se pierde.
Gallina vieja hace buen caldo.
Entre broma y broma, la verdad asoma.
Con el mal tiempo desaparecen los falsos amigos y las moscas.
Bicho malo nunca muere.
Cada loco con su tema.
El casado, casa quiere.
Nadie escarmienta en cabeza ajena.
Pone candil en la calle y oscuridad en su casa.
Cabras que mucho estornudan, tiempo que se muda.
Aquí, el que no corre, vuela.
100 El dinero llama al dinero.
Salió más caro el caldo que las albóndigas.
El saber no ocupa lugar.
Tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata.
La suerte de la fea, la bonita la desea.
Tras la leche, nada le eches.
Barriga vacía, no tiene alegría.
La ropa sucia se lava en casa.
La letra con sangre entra.
Quien espera, desespera.
A cada pavo le llega su Navidad.
No pongas sal en la herida.
Ladrón que roba a ladrón, tiene cien años de perdón.
Me parece que estas talando el árbol equivocado.
Muerdes más de lo que puedes masticar.
La fe mueve montañas.
Hoy por ti, mañana por mí.
El tiempo aclara las cosas.
La curiosidad mató al gato.
Escoba nueva, barre bien.
Lo barato sale caro.
El tiempo lo cura todo.
No hay que poner todos los huevos en la misma cesta.
A tiempos drásticos, medidas drásticas.
Lo que fácil viene, fácil se va.
125 Por dinero baila el perro.
Refranes de la abuela
https://www.youtube.com/watch?v=Il28bw44RBs
Camarón que se duerme se lo lleva la corriente.
Más vale solo que mal acompañado.
Una imagen vale más que mil palabras.
Cuatro ojos ven más que dos.
Una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil.
Los truenos y la mar enseñan a rezar.
Es un diamante en bruto.
El perro es el mejor amigo del hombre.
Eso es como una gota de agua en una cubeta.
Una llave de oro puede abrir cualquier puerta.
Siembra y cría, y habrás alegría.
El poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente.
Marzo los almendros en flor, y los mozos en amor.
Es mejor haber amado y perdido, que nunca haber amado.
Es más larga que la esperanza del pobre.
No hay peor cuña que la del mismo palo.
La hierba siempre parece más verde al otro lado de la cerca.
Golpea mientras el metal esté caliente.
Ojos que no ven corazón que no siente.
De noche todos los gatos son pardos.
El que tiene boca se equivoca.
En el país de los ciegos, el tuerto es rey.
El día de mañana no debe echarnos a perder el de hoy.
No hay mal que por bien no venga.
150 Al mal tiempo buena cara.
Cocodrilo que se duerme es cartera.
Dios los crea y ellos se juntan.
Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo, y si vuelve a llover vuélvetelo a poner, y si junio es ruin no te lo quites hasta el fin.
En abril aguas mil.
Dime con quién andas y te diré quién eres.
Dios aprieta pero no ahoga.
A lo hecho pecho.
No pidas peras al olmo.
Quien dice lo que no debe, oye lo que no quiere.
El que calla otorga.
Perro ladrador poco mordedor.
Por la boca muere el pez.
A cada cerdo le llega su San Martín.
Quién ríe el último, ríe mejor.
A la tercera va la vencida.
A la cama no te iras sin saber algo más.
No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita.
Allá donde fueres, haz lo que vieres.
La primavera la sangre altera.
Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.
No hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista.
Todos los caminos llevan a Roma.
El que se fue a Sevilla perdió su silla.
Santa Rita, Santa Rita, que me quede como estoy.
175 Afortunado en el juego, desafortunado en amores.
La ociosidad es la madre de todos los vicios.
Quien más te quiere te hará llorar.
Contigo pan y cebolla.
Obras son amores y no buenas razones.
A perro flaco, todo se le vuelven pulgas.
A quien mucho tiene más le viene.
Árbol que crece doblao jamás su tronco endereza.
Cada oveja con su pareja.
Cada mochuelo a su olivo.
El que de Sevilla viene su silla tiene.
Cada cual arrima el ascua a su sardina.
Donde manda capitán no manda marinero.
El muerto al hoyo y el vivo al bollo.
El que nació para vellón, nunca llegará a peseta.
Donde reina la mujer, el diablo es primer ministro.
El ojo del amo, engorda al caballo.
Por San Vicente (22 de enero), el invierno pierde un diente.
El pudor de la doncella la hace parecer más bella.
Barriga llena, no tiene pena.
Cada cual sabe de la pata que cojea.
A toro pasao todos somos Manolete.
Quedar como Cagancho en Almagro.
Es muy bonito ver los toros desde la barrera.
Aves que revolotean, viento ventean.
200 Ande yo caliente y ríase la gente.
En casa de herrero cuchillo de palo.
¡A buena hora, mangas verdes!
Por un oído te entra y por otro te sale.
Medio pan es mejor que ninguno.
El que a hierro mata a hierro muere.
Más vale prevenir que curar.
Tanto va el cántaro a la fuente que al final se quiebra.
El pez grande se come al chico.
El que pega primero, pega dos veces.
Quien hijo cría, oro cría.
No por mucho madrugar, amanece más temprano.
Sarna con gusto no pica.
El mundo es un pañuelo.
¿Dónde va Vicente? Donde va la gente.
Lo barato es caro.
No te creas de la misa la mitad.
Los dichos de viejitos son evangelios chiquitos.
A comer y a misa una vez se avisa.
Quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.
A grandes males, grandes remedios.
A rey muerto, rey puesto.
Después de la tempestad viene la calma.
Muerto el perro se acabó la rabia.
El perro del hortelano, ni come, ni deja comer al amo.
225 En invierno la mejor salsa de la comida es el fuego.
41 Refranes Cortos Populares de Latinoamérica y España
https://www.youtube.com/watch?v=oP8WOKl-M3M
Cada maestrillo tiene su librillo.
Haz bien y no mires a quién.
Piensa mal y acertaras.
Cada cual en su casa y Dios en la de todos.
Cada loco con su tema.
Más fuerte era Sansón, y le venció el amor.
En todas partes cuecen habas.
Que cada palo aguante su vela.
Zapatero, a tus zapatos.
De dónde no hay no se puede sacar.
Más vale lo malo conocido, que lo bueno por conocer.
Más vale pájaro en mano que ciento volando.
No vendas la piel del oso antes de haberlo cazado.
Una golondrina no hace verano.
Cuanto más se tiene, más se quiere.
Poderoso caballero es don dinero.
Tanto tienes, tanto vales.
El tiempo trae las cosas nuevas, y el tiempo las hace viejas y se las lleva.
A todo se acostumbra uno, menos a no comer.
A buen hambre no hay pan duro.
Ave que vuela a la cazuela.
El hambre es muy mala consejera.
No es oro todo lo que reluce.
Cría fama y échate a dormir.
250 Dime de qué presumes y te diré de lo que careces.
El que parte y reparte se queda con la mejor parte.
A río revuelto, ganancia de pescadores.
Date prisa, pero no corras.
El que guarda siempre halla.
El que no llora, no mama.
En tiempo de higos no hay amigos.
Más vale maña que fuerza.
Poco a poco se llega a mucho.
Vísteme despacio que tengo prisa.
A palabras necias oídos sordos.
Antes se coge al mentiroso que al cojo.
Cada moneda tiene dos caras.
Cree el ladrón que todos son de su condición.
Tira la piedra y esconde la mano.
Al pan, pan y al vino, vino.
De lo que no veas, ni la mitad te creas.
El que avisa, no es traidor.
Para muestra, un botón.
Cada persona es dueña de su silencio y esclava de sus palabras.
Cuando el río suena, agua lleva.
Del dicho al hecho, hay un buen trecho.
El que mucho habla, mucho yerra.
No hay peor sordo que el que no quiere oír.
Mucho ruido y pocas nueces.
275 El que siembra vientos recoge tempestades.
… Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
Más vale tarde que nunca.
Hombre precavido vale por dos.
Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero.
Quien no se aventura, no pasa la mar.
Aprendiz de todo y oficial de nada.
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.
Cuanto más se tiene, más se quiere.
Agua pasada no mueve molino.
El que espera, desespera.
La riqueza se mide en las necesidades, no en las propiedades.
Se enriquece quien nada saca y mucho mete.
A un clavo ardiendo se agarra el que se está hundiendo.
El que algo quiere, algo le cuesta.
El que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.
Poco a poco se llega antes.
A rey muerto, rey puesto.
Los amigos, en la necesidad; los aduladores, en la opulencia.
Manos calientes y corazón frío, amor perdido.
Nadie puede huir para siempre.
Pesar ajeno, no quita el sueño.
Si ves cierta la ocasión, no caigas en ser ladrón.
Consejos vendo, y para mí no tengo.
A panza llena, alma sin penas.
300 Nunca llueve a gusto de todos.
Un pájaro en la mano es mejor que mil volando.
Cuando llueve y hace sol, coge el caracol.
Donde más te quieren no vuelvas a diario.
A palabras necias, oídos sordos.
La mayor y más merecida riqueza es la sabiduría.
Burro grande, ande o no ande.
A Dios rogando y con el mazo dando.
El que no se consuela, es porque no quiere.
A mal tiempo, buena cara.
Quien roba a quien es ladrón, cuenta ya cien años de perdón.
Al pan, pan, y al vino, vino.
El que a hierro mata, a hierro muere.
Si el camino es largo, lejos se llega acortando el paso.
A más honor, más dolor.
Con el tiempo y la paciencia se adquiere la ciencia.
Allá donde tu corazón se incline, será donde tu pie camine.
Gatos viejos hacen ratones tiernos.
Dios los cría y ellos se juntan.
Allí donde fueres, haz lo que vieres.
Quien bien te quiere te hará llorar.
El gato escaldado, del agua fría huye.
No hay peor tiempo perdido que amar sin ser correspondido.
Con paciencia y con maña, un elefante se comió una araña.
Si hoy hay tiempo para hacer, mañana llorarás no haber hecho.
325 El que no llora, no mama.
Los mejores refranes populares
https://www.youtube.com/watch?v=KkVCFt3fjpQ
No puedes escribir un nuevo capítulo de tu vida, si no dejas de leer el anterior.
Cuando el diablo no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo.
Cuando las barbas del vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar.
Contra el feo vicio de pedir, existe la noble virtud de no dar.
Si ves que hay camino, evita el campo y el comino.
Antes de meter, prometer.
El hambre agudiza el ingenio.
El que guarda, siempre tiene.
Solo el amor con amor has de pagar, y el resto, con dinero y buen guardar.
Si el amigo se ausenta, llegará el olvido.
Corazón codicioso, no tiene reposo.
No hay nada más raro que quién es avaro, que prefiere guardar y ver, que comer.
El mejor escribiente también emborrona la página.
Si has de saber si es bueno, has de ponerlo a prueba.
Todo es según el cristal con que se mira.
Si compras mejor cien ojos, que si vendes basta con uno solo.
El que avisa no es traidor.
Los amantes que riñen a menudo lo hacen a veces para disfrutar las paces.
Quien pierde, aprende, que más vale lo que aprende que lo que pierde.
El acierto al pensar mal, mejor equivocarse que acertar.
Cree el ladrón que todos son de su condición.
Los consejos se dan, no se imponen.
El que quiera peces que se moje el culo.
Cría cuervos y te sacarán los ojos.
350 Dime con quién andas y te diré quién eres.
Del árbol caído, todos hacen leña.
El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.
Envejecemos al dejar de divertirnos, no dejamos de divertirnos al envejecer.
El que calla, otorga.
Del dicho al hecho hay un buen trecho.
Si temes el error, entonces ni yerras ni aciertas.
La dicha está en hacer, amar y esperar.
Cada uno habla de la feria según le va en ella.
El que mucho ofrece, poco da.
Poderoso caballero es don dinero.
A la vejez, viruelas.
El que mucho habla, mucho yerra.
A río revuelto ganancia de pescadores.
El que se excusa, se acusa.
Quien mejor juega es quien solo mira.
Vísteme despacio que tengo prisa.
Dime de que presumes y te diré de qué careces.
El que pega primero, pega dos veces.
Mejor gastado en la cocina que en penicilina.
Que cada palo aguante su vela.
Cría fama y échate a dormir.
Las penas con pan son menos.
En la variedad está el gusto.
El que fue a Sevilla perdió su silla.
375 El que siembra viento, cosecha tempestades.
En boca cerrada no entran moscas.
Lo que tienes lo sabes al perderlo, lo que te perdías, al encontrarlo.
El que se pica, ajos come.
Ir al río de año en año es contar lo de otros y no lo del amo.
En la vejez la hermosura es engaño.
Ver pecar a pecar invita.
El pez grande se come al chico.
El que ríe el último, ríe mejor.
Lo que no se ve en mayo, no lo trae el año.
¿Cuñados en paz y juntos? No hay duda que son difuntos.
Primavera fría, cosecha tardía.
Al pan, pan, y al vino, vino.
A sereno otoño, invierno ventoso.
Cuando el erizo se carga de madroños, entrado está el otoño.
Abril frío, mucho pan y poco vino.
Calor de marzo temprano, es para el campo muy sano.
La otoñada verdadera, por San Mateo (21 de septiembre) las aguas primeras.
San Lorenzo (10 de agosto) calura y San Vicente (22 de enero) friura; la una y la otra poco duran.
Estudiante de lumbre, cama y sol, no vale un caracol.
No hay lunes sin su tarea.
Mucha flor en primavera, buen otoño nos espera.
Ni miércoles sin sol, ni viuda sin dolor, ni muchacha sin amor.
En invierno y en verano, el buen dormir en sobrado.
A carrera larga, la liebre del galgo.
400 Genio y figura, hasta la sepultura.
Agua que no has de beber déjala correr.
A buen entendedor, pocas palabras bastan.
Mala señal de amor, huir y volver los ojos.
El dar va con el tomar.
Cuando el cuco llega, entonces es primavera.
Junio brillante, mayo abundante.
De pobres pañales, obispos y cardenales.
Otro día amanecerá y hará buen tiempo.
Barca, juego y camino del extraño hacen amigo.
Lo que arrastra, honra.
Quien tiene un buen amigo, téngase por rico.
El lunes mojo, el martes lavo; el miércoles cuelo; el jueves saco, el viernes cierno; el sábado amaso, el domingo, que yo hilaría, todos me dicen que no es día.
Ni te fíes del amor, ni de baranda del corredor.
Quien a los suyos se parece, honra merece.
De todos los Santos a Navidad, es invierno de verdad.
Quien es buen bailarín, baila sin guitarrín.
En todas partes tiene cada semana su martes.
El buen otoño, las primeras aguas en San Bartolo (24 de agosto).
Amores queridos, han de ser reñidos.
Amor no mira linaje, ni fe, ni pleito homenaje; o amor ni cata linaje, ni pleito homenaje.
Otoñada segura, San Francisco (4 de octubre) la procura.
Pareces un alma en pena.
Todo amor de mujer me agrada, sino el de la monja y la pintada.
Lluvias de enero llenan cuba, tinaja y granero.
425 En invierno no hay tal abrigo como un vaso de buen vino.
Refranes
Populares y su interpretación
https://www.youtube.com/watch?v=tj5tYw_FksY
Cuando una puerta se cierra, cientos se abren.
La de Navidad al sol, y la Florida al tizón.
Es más goloso que una mosca.
Tras mala primavera, peor verano espera.
Cuando el aire es favorable, aprovecharle.
Por junio el mucho calor, nunca asusta al buen labrador.
Quien gasta el viernes, come el sábado.
A invierno lluvioso, verano caluroso.
El viejo centenario nunca vio dos primaveras en un año.
Por San Blas, las cigüeñas verás, y si no las vieres, año de nieves.
Calor de mayo, valor da al año.
Heladas de enero, nieves de febrero; llovizna de marzo, lluvias de abril; aires de mayo, sacan hermoso el año.
El tiempo no pasa en balde.
Quien defiende su tiempo, defiende su dinero.
A rey muerto, rey puesto.
Más vale ponerse una vez colorado que ciento amarillo.
Amor, tos y fuego, descubre a su dueño.
En cada pago, su viña y en cada barrio, su tía.
Por la Candelaria (2 de febrero) está el invierno fuera; pero si nieva por San Blas (día 3), treinta días más.
No hay sábado sin sol, ni viudita sin amor.
No hay sábado sin sol, ni viudita sin duelo, ni triste sin consuelo.
Calor, agua, ni hielo, nunca se queda en el cielo.
Sufro y callo, por el tiempo en que me hallo.
En diciembre la tierra se duerme.
450 Los que bien se quieren, en la calle se topan, y los que mal, se alborotan.
Poderoso caballero es don dinero.
Invierno lluvioso, verano abundoso.
Sol que madruga, presto se arruga.
El viento que anda el día de San Martín (11 de noviembre) domina hasta el fin.
Los ajos por Navidad, ni nacidos ni por sembrar.
El tiempo y el dinero corren con el viento.
Cuando vendan compra, cuando compran vende.
Mayo hortelano, mucha paja y poco grano.
De Virgen a Virgen los sesos se derriten.
Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero.
Por bestia suele quedar quien en verano quiere caminar.
Truenos en invierno, señal de año bueno.
El caracol como el mosquito, nacen en agua y mueren en vino.
Riñen en lunes los amantes, y se buscan el martes.
El sermón y el zamarro no son para el verano.
A todo hay remedio, menos a la muerte.
Con sus libros, los muertos abren los ojos a los vivos.
¿Cómo os va con vuestro amor? —Como hermanos, y aun peor.
Un mes antes, y otro después de Navidad, es invierno de verdad.
Cuenta tu pena a quien sabe de ella.
Ni creas en invierno claro, ni en verano nublado.
El amor es fuerte como la muerte.
Quien lengua tiene, a Roma va.
Si hay lluvias en primavera, cuenta con la sementera.
475 Hay tiempos de hablar y tiempos de callar.
Un clavo saca a otro clavo.
Vaca que huele el suelo y después mira al cielo, te dice que va a cambiar el tiempo.
Muy lluviosa la primavera, poco triguera.
Entre salud y dinero, salud quiero.
Piensa mal y acertarás.
Afortunado en el juego, desgraciado en amores.
Agua de mayo, pan para todo el año.
Dijo el sabio Salomón que el buen vino alegra el corazón.
Teme al invierno sutil mientras diga el calendario abril.
De Navidad a Navidad, sólo un año va.
A helada de abril, hambre ha de seguir.
Arrimarse al sol que más calienta.
La mujer del viñero, bien otoño y mal invierno.
En todos tiempos y en todas partes hay domingos que son martes.
Dichoso mes, que entra con Todos los Santos y acaba con San Andrés.
Campos por marzo atrasados, se ven por junio colmados.
Buenos y malos martes los hay en todas partes.
Ya sale mi Juan por su carga de leña; lunes, sale; martes, llega; miércoles, corta; jueves, seca; viernes, carga; sábado, de vuelta, y ya está aquí mi Juan con su carga de leña.
Agua de mayo, pan para todo el año.
Si en julio llueve, renace la hierba y el trigo se pierde.
Dime lo que lees y te diré cómo piensas.
Aquel que celos no tiene, no tiene amor verdadero.
Por todos los Santos, hielo en lo alto; por San Andrés (30 de noviembre), hielo en los pies.
La primavera pasa ligera, al revés que el invierno que se hace eterno.
500 Tener muchos refranes, o tener refranes para todo. (Hallar salidas o pretextos para cualquier cosa).
Cada uno habla de la feria según cómo le va en ella.
Tiempo que se marchó, pájaro que voló.
Agua de primavera, si no es torrencial, llena la panera.
El buen hilar, de San Miguel a Navidad; de marzo Ayuso (para abajo), no rabea bien el huso.
Hasta San Urbano (25 de mayo), no está libre el hortelano.
Año de nieves, año de bienes.
Cuando marzo vuelve el rabo, queda invierno para rato.
Del mal vestido se burlan muchos; pero en comprarle un traje no piensa ninguno.
Ándate amor alegrete, que contentado me has para siempre.
No hay tal maestro como fray ejemplo.
Quien del sol está muy cerca más se calienta.
A las tres escarchas la lluvia no falta.
Día de matanza, día de pitanza.
No hay domingo de ramos sin viernes santo.
Ramos mojados, verano mejorado.
La perdiz y la camuesa por Navidad es buena.
En martes, ni te cases ni te embarques.
Tiempo y tiento quieren las cosas, y más las más dificultosas.
El granizo empobrece, pero no encarece.
Uvas y queso saben a beso.
Si por San Jorge (23 de abril) hiela, no cogerás muchas peras.
Venir como anillo al dedo.
Ni sábado sin sol, ni moza sin amor, ni viejo sin dolor.
Ruin hierba, la helada no la quema.
525 Frío en invierno y calor en verano, eso es lo sano.
100 refranes que decía mi abuela
https://www.youtube.com/watch?v=_Ntk7mmEPUw
El que se excusa, se acusa.
El Rayo y el amor, la ropa sana y quemado el corazón.
Agua de mayo, pan para todo el año.
Cuando llueve y hace sol, sale el arco del Señor.
Antes faltará la madre a su hijo que la helada al granizo.
Desnudo nací, desnudo me hallo; ni pierdo ni gano.
Amor y majestad, no hacen hermandad.
Tiempo ido, tiempo perdido.
Jugar a lo cierto vivir con concierto.
Santo Tomás, una y no más.
Como se vive se muere.
El real ganado por San Juan, real y medio vale por Navidad.
Amor mazorquero, cuantas veo, tantas quiero.
Si quieres que tu gallina buenos pollos saque, no le pongas trece huevos ni la eches en martes
Dar limosna nunca mengua la bolsa.
Cuando el viento sopla airado, no hay paz en ningún lado.
Si queréis amor, amad; que amor saca amor y amistad.
Domingo de carnaval, mucho vino y poco pan.Quien guarda, halla.
Amor de señor, amor de hurón.
Más come la vaca de un bocado, que la oveja en toda una jornada.
La vieja que de amores muere, Barrabás que se la lleve.
Si hiela por San Blas (3 de febrero), treinta días más.
Tan malo es pasearse como no llegar.
550 Andar como la abeja de flor en flor.
Más sabe el diablo por viejo, que por diablo.
De Virgen a Virgen (del Carmen a la Asunción) el calor aprieta firme; antes y después, verano es.
Quien más sabe, menos presume.
Gracias y buen trato, valen mucho y cuestan barato.
Sol de invierno, sale tarde y se pone presto.
Por abril aguas mil.
Cuando llueve y hace sol, se ríe nuestro señor, cuando llueve y hace luna, se ríe la Virgen pura.
Otoño presente, invierno en la acera de enfrente.
Frío coral, un mes antes y otro después de Navidad.
Casado por amores, casado con dolores.
San Raimundo trae las golondrinas del otro mundo.
Por San Martino (11 de noviembre) el invierno viene de camino; y aunque venga retrasado, por San Andrés (30 de noviembre) ya ha llegado.
El otoño verdadero, por San Miguel (29 de septiembre) el primer aguacero.
Cuando llueve, todos nos mojamos.
Mal de muchos, consuelo de tontos.
Lunes, galbana; martes, mala gana; miércoles, tormenta; jueves, mala venta; viernes, a cazar; sábado, a pescar, y el domingo se hizo para descansar.
La mujer del barbero, los sábados come puchero.
Ni mueras en mortandad, ni juegues en Navidad.
Haber aprendido una cosa en viernes.
Nunca llueve a gusto de todos.
Dios que da la llaga, da la medicina.
El tiempo da gusto a todos: unas veces seca y otras hace lodos.
Veraneando, se va el tiempo volando.
Por San Andrés crece el día, si es no es; por Santa Lucía, un paso de gallina; por Navidad, quien quiera lo verá.
575 Chupar la sangre como sanguijuela.
Consejos vendo, y para mí no tengo.
Quien bien te quiere, te hará llorar.
En febrero mete tu obrero, tu pan te comerá, pero tu laborcita te hará.
Santos mojados, ramos regados.
Avenidas y pedriscos a muchos hacen pobres y a ninguno rico.
San Silvestre (31 de diciembre) deja el año y vete.
Amores nuevos, casa con pucheros.
A pan duro, diente agudo.
Si los gatos viejos retozan, es que los campos se mojan.
Si abril fuere frío, habrá pan y vino; y si fuere frío y mojado seguro está el año.
A las fuerzas del amor, el que huye es vencedor.
Los que bien se quieren, cuando se topan, luego se alborotan.
Cuando el gato mucho se lava, cerca está el agua.
Cuando la perdiz canta, señal es de agua.
Lo valiente no quita lo cortés.
Lo cortés no quita lo valiente.
La esperanza es el pan del alma.
No dejar a uno ni a sol ni a sombra.
Por amor que no conviene, nace mucho mal y poco bien.
Después de la Epifanía (6 de enero), todo ruin fuera de la villa.
Alegría ten, y vivirás bien.
Andar toda la noche y amanecer en casa.
En marzo florecen todos los campos.
El tiempo, que es lo que más vale, nos lo da Dios de balde.
600 Lo mejor de las cartas es no jugarlas.
No hay rosa sin espinas.
Amor trompero, cuantas veo, tantas quiero.
Cacareaba el amor, cuervo, cacareaba, y no tiene huevo.
Más son los días que las longanizas.
Amores, diablos y dineros, no pueden estar secretos.
No haciendo viento, no hace mal tiempo.
Tiempo ventoso, tiempo asqueroso.
Cada oveja con su pareja.
Ni volver de noche esquina, ni meterte en lo que hace la vecina.
Amor de madre, ni la nieve le hace enfriarse.
Quien gasta el viernes, come el sábado.
Aire castellano, malo en invierno y peor en verano.
Viento, mujer y fortuna, mudables como la luna.
Viento y ventura, poco dura.
Tras secos veranos, otoños tempranos.
No hay boda, bautizo y duelo sin pastel relleno.
No hay mejor desprecio que no hacer aprecio.
El sol de verano ablanda la cera y endurece el barro.
Mayo oscuro y junio claro, pan para todo el año.
Cuando el invierno es lluvioso, el verano es abundoso.
No fíes en monje prieto ni en amor de nieto.
Mayo caliente y lluvioso, ofrece bienes copiosos.
Amor loco, yo por ti, y tú por otro.
Blancas heladas, detrás las aguas.
625 El que mucho festea, llega un día en que no lo desea.
DICHOS O REFRANES - 10 DICHOS O REFRANES CON SU SIGNIFICADO
https://www.youtube.com/watch?v=of4QgdzCZPA
Nunca es tarde si la dicha es buena.
No
quieras de tu amigo, más de lo que él quisiera contigo.
En marzo sale la hierba, aunque la den con un mazo.
Navidad en domingo, vende los bueyes y échalo en trigo.
Tiempo presente, al mentarlo ya es ausente.
Agua por la Virgen de agosto (15 de agosto), año de mosto.
Al arbolito, desde chiquito.
La noche se ha hecho para descansar y el día para trabajar.
Tiempo perdido, para siempre ido.
Sermón, discurso y visita, media horita.
Día de devoción, víspera de trabajo.
Por Santa Eulalia (12 de febrero), siempre el tiempo cambia.
Una golondrina no hace el verano, ni una sola virtud al bienaventurado.
Matrimonio ni señorío no quieren furia ni brío.
Sale marzo y entra abril, nubecitas a llorar y campos a reír.
Quien tiempo tuvo y tiempo perdió, con una albarda castíguele Dios.
Quien en cuadra entró, con pulgas salió.
Quien se burla del tiempo, el tiempo se burla de él.
Por año nuevo, trigo, y vino, y tocino nuevo, ya es viejo.
Cada cual siente frío según anda vestido.
Al que yerra, perdónale una vez, más no después.
Aquí te pillo, aquí te mato.
Quien se casó con gata, por amor de la plata; gastóse la plata, y quedóse la gata en casa.
Agua de primavera, si no es torrencial, llena la panera.
650 Cuando el abad está contento, lo está todo el convento.
Granada 4 de mayo de 2022.
Pedro Galán Galán.
Bibliografía:
(1) Casares, Julio: Diccionario ideológico de la lengua española 1975. Gustavo Gili. Barcelona, página 715.
(2) Corripio, Fernando: Diccionario de ideas afines. 1985. Herder. Barcelona, página 750.
(3) Hoyos Sancho, Nieves: Refranero agrícola español. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid. 1954.
(4) Lloréns Barber, Ramón: Refranero de los frutos del campo. Madrid. 1986. Taurus, páginas 8 a 26.
(5) Cervantes, Miguel de (1605-1615): El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.
(6) Maldonado, Felipe C. R. Refranero clásico español (en español) (2ª edición). Madrid. 1966. Taurus, página 10.
(7) Pedrosa, José Manuel; Gómez López, Nieves: Las voces sin fronteras: didáctica de la literatura oral y de la literatura comparada. Universidad de Almería. 2003.
(8) Cantera Ortiz de Urbina, Jesús; Sevilla Muñoz, Julia; y Sevilla Muñoz, Manuel: Refranes, otras paremias y fraseologismos en Don Quijote de la Mancha. 2005. Vermont: The University of Vermont. Proverbium, volumen 17.
(9) Crida Álvarez, Carlos Alberto; Sevilla Muñoz, Julia: Las paremias y su clasificación. 2009.
(10) Vocabulario de refranes y frases proverbiales y otras fórmulas comunes de la lengua castellana en que van todos los impresos antes y otra gran copia. El “Gonzalo Correas”, publicado en 1906.
(11) Etxabe Díaz, Regino: Diccionario de refranes comentado. Ediciones de la Torre, 2012.
(12) Real Academia Española: Diccionario de la Lengua Española, 2ª edición, Madrid, 1984, páginas 917 y 918.
Junceda, Luís: Diccionario de refranes. Madrid. 1997. Espasa Calpe.
Martínez Kleiser, Luis: Refranero general ideológico español. Librería General de Victoriano Suárez. Madrid. 1953.
Sevilla Muñoz, Julia, y Cantera Ortiz de Urbina, Jesús: Pocas palabras bastan. Vida e interculturalidad del refrán. Salamanca. 2002. Centro de Cultura Tradicional Ángel Carril.
6 comentarios:
¡Qué buena entrada esta que dedicas a la paremiología, Pedro. Los he leído todos y me parece que reflejan la sabiduría popular que se ha decantado a lo largo de los siglos; huelen a calle, a vecindad, a la conversación cara a cara y con los que se juzgan las situaciones de la vida. Hay muchos libros sobre ellos, pero viven en la cultura oral, entre la gente y ruedan como monedas, que se dan y se retienen a la vez.
Unas pequeñas modificaciones de mi cosecha: "Más sabe el diablo por viejo que por diablo" es lo que nos han enseñado; a mi edad ya digo que "Más sabe el viejo por diablo que por viejo" y es que cuanto más viejos, más pellejos. "Lo que tienes que hacer hoy, déjalo para mañana, que a lo mejor mañana ya no tienes que hacerlo"; "Más vale pájaro volando que cien en la mano" y es que lo que se tiene ya está amortizado y el que vuela es la ilusión tras la que se va, y sin ilusión... Ese de "Santa Rita, Santa Rita, que me quede como estoy" es el favorito de los viejos, claro que no sé si por eso llaman a Santa Rita la abogada de los imposibles, porque esto no hay quien lo pare.
En fin, que dure lo que dure esto, espero seguir disfrutando de tus entradas en este blog como si fuera un lahiguereño(sic) más.
Hay refranes, dichos nacidos en nuestro pueblo y que solo aquí se dicen. Estos son algunos:
«Ahora que venga Paco Pérez».
Se dice cuando se acaba algo y se ha quedado muy bien hecho.
Alude a las yuntas de Paco Pérez; animales muy buenos y que labraban a la perfección.
«Mas visto que la pizarra del sindicato».
El sindicato colgaba una pizarra en la pared de la calle con las novedades pertinentes. La gente que pasaba se paraba a leer la pizarra.
«Como decía Pellica: la vida es muy larga».
Es el refrán, en versión higuereña, de «Arrieros somos y en el camino nos encontraremos».
«Corre más que el Tío la Lista».
Este hombre era forastero, un funcionario que venía contando los habitantes de cada una de las casas que tenía en una lista. Cuando terminaba de contar, terminaba el trabajo.
«Más hambre que el Monjo». «Más tragón que el Monjo».
Aún pervive este nombre en la toponimia: El Huerto del Monjo. Tenía, el Monjo, un hambre insaciable. Se cuenta que en una ocasión que cayó enfermo, ya era mayor, pidió a su hija que le diese la cuchara del jarabe en sopas grandes.
Otra vez se le murió a un vecino una cabra. Como había entonces mucha hambre corrió rápida la noticia. Llegaron preguntado que de qué se había muerto. De inmediato el Monjo contestó: de tétano. El dueño de la cabra, cuando los otros se fueron, le preguntó el motivo por el que había mentido, a lo que contestó: «Para comérmela toda».
«Estoy como el maestro música». «Me pasa como al maestro música».
Se dice cuando estamos muy cansados.
Ocurrió que al recordado maestro de música señor Ortega (la banda de música lleva su nombre) lo contrató un circo de poca monta que iba haciendo actuaciones por los pueblos. Al terminar la temporada habían sacado tan poco dinero que no se le podían pagar a nuestro músico sus servicios, así que el dueño del circo lo llamó para liquidar.
—Mira, ya has visto que hemos sacado poco, no hay para pagarte. Si quieres… puedes... con alguna de las artistas...
Él, que ya estaba bastante entrado en años y destrozado por el mal dormir y el peor comer, respondió:
—Conque estoy yo para que me fo...
Pedro, mi enhorabuena por tantos y buenos trabajos.
Cabe peguntarnos ¿Qué ocurre cuando superado el nivel de traducción de la palabra pasamos a captar el sentido de los refranes en una lengua extranjera? En el caso de traducir un refrán en lengua extranjera desaparecen muchas de las dificultades que surgen al traducir el resto de las unidades lingüísticas. Sería exagerado afirmar que los refraneros se pueden traducir íntegramente, desde el primero al último de los refranes, pero no sería excesivo decir que muchos de los refranes más difundidos son comunes en las distintas lenguas, y no sólo en el fondo, (como pensaba el lexicólogo Julio Casares), sino también en la forma.
Entre un refrán y proverbio, la diferencia esencial entre ambos, según el citado lexicólogo, es que mientras los refranes pasan de unas lenguas a otras, los proverbios son privativos de cada lengua: “Si se examinan, en efecto, los copiosos ejemplos (de frases proverbiales) se advertirá que ninguno de ellos puede tener empleo más allá de nuestras fronteras.” Más adelante añade que la frase proverbial procede de un dicho o texto que se hizo famoso por el acontecimiento histórico en que se produce.
A esta explicación sigue una larga lista de ejemplos de proverbios encabezada por “Las paredes oyen”.
¿Se trata de una frase proverbial? El diccionario de la RAE en la edición de 1970, lo define como “expresión figurada que aconseja tener muy en cuenta dónde y a quién se dice una cosa que importa que esté secreta, por el riesgo que puede haber de que se publique o sepa”.
En La Celestina, en el primer auto, cuando Celestina y Sempronio están ante la puerta de Calisto, le dice Sempronio a Celestina: “Callemos que a la puerta estamos y, como dicen, las paredes han oídos.” Este “como dicen” nos hace suponer que se trataba ya en el siglo XV de un dicho conocido. En las dos primeras traducciones que se hicieron al alemán en 1520 y 1534 Christof Wirsung no dice “die Wánde haben Ohren” como sería de esperar, puesto que actualmente este refrán existe en esta lengua con el mismo significado en lugar de paredes prefiere “so haben die thíir orn” en su primera traducción y lo cambia en 1534 por “so sagt man dic thúren haben offt oren”. Es decir que Wirsung sustituye la palabra paredes (Wánde) por puerta o puertas (Thúr o Thtiren). En la siguiente traducción de La Celestina, muy posterior, aparece ya traducido “Die Wdnde haben Obren”, es decir, “las paredes tienen oídos”.
L. Róhrich, después de explicar el significado de este refrán en alemán, análogo al español, da cuenta de sus orígenes en relación con un hecho histórico, la noche de San Bartolomé. Catalina de Médicis había hecho instalar en las paredes del Louvre canales de escucha invisibles para poder oír desde distintas habitaciones lo que se decía de ella. Según cuentan, con este procedimiento se abortaron varios intentos de asesinato.
Pues bien, Catalina de Médicis nació algunos años después de la publicación de La Celestina y la noche de San Bartolomé, que supuestamente daría origen a este refrán, fue la noche del 24 de agosto de 1572. Puesto que el refrán aparece ya en La Celestina, por lo que consideramos que este hecho histórico no explica el nacimiento del refrán sino, en todo caso, su difusión.
Un saludo muy cordial y gracias por poner siempre el punto de lingüista acreditado.
Jesús, en mis lecturas para la fundamentación del artículo he podido comprobar que una gran proporción de los refranes que realmente pretenden condensar la experiencia humana y aleccionar a las generaciones futuras son comunes, no en la forma, pero sí en el concepto, a muchos pueblos distanciados por la geografía o por la historia, con lo que cada refrán se comprende que está generado por la experiencia del grupo humano que lo generó. Por ejemplo no pueden expresarse en los mismos términos dos refranes españoles referidos a la climatología de una zona con respecto a otra, no sería lo mismo un refrán entre los cántabros, los andaluces o los canarios sobre aspecto referidos a las lluvias o las estaciones climatológicas de unas tierras u otras. Po todo eso la paremiología además de estudiar los refranes y proverbios, también se encarga de recopilarlos en repertorios, diccionarios o corpus, igualmente en los últimos años se están elaborando importantes trabajos en esta área de la Lengua Española. Resulta muy interesante al respecto el Refranero multi-lenguas en el Centro Virtual Cervantes o en el Instituto Cervantes.
Un saludo cordial.
Dejando ya lo relativo a la construcción de los refranes que componen nuestro rico refranero nos fijaremos en lo que ocurre con la rima. Normalmente en todas las lenguas existen refranes con y sin rima. Lázaro Carreter (1980), entre otros, ha señalado la importancia de la rima en el refrán, cuya función seria estructurante. La rima asegura la autonomía del refrán y facilita la memorización del mismo por parte de los hablantes.
Un saludo y ¡Hasta otro día!
Manolo, me da mucha alegría y satisfacción que hagas tus ricos comentarios, porque siempre aportas el mejor sentido costumbrista del abolengo cultural de nuestra villa.
¡Tienes un gran repertorio de “vivencias higuereñas” en tu vida de relación personal a través de tantos años!, que para todos los higuereños resultan muy enriquecedores tus comentarios. Siempre aportas las vivencias del pasado de los paisanos protagonistas que recordamos vivamente desde nuestra infancia, un recuerdo vivo para todos los de nuestra generación. Cada uno de los refranes locales reflejados me ha hecho volver a mis tiempos de niñez y juventud en nuestro amado pueblo.
Por esto es por lo que todos deseamos que el proyecto , largamente comentado y trabajado, no termine como inacabado, y la publicación de tu libro sea pronto una realidad, máxime cuando su fin era una loable meta mutua a conseguir, para algo tan razonable como recordar y poner en el corazón de los higuereños la imagen de Fray Blas Palomino. Un personaje olvidado de unos y de otros a través de los siglos, cuyos méritos deben ser recordados por todos.
Un saludo muy cordial.
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