BONOSO
FUE FUSILADO PRESUNTAMENTE A CAUSA DE UNA DENUNCIA ANTE EL FRENTE POPULAR POR UN
ABOGADO EN ANDÚJAR, LLAMADO D. BIBIANO DE PORRAS SAINZ-PARDO, POR DESACUERDO
RESPECTO A LAS CONDICIONES DE VENTILACIÓN EN LAS QUE SE ALQUILÓ EL CINE TÍVOLI, PROPIEDAD DE
LOS LARA-DUEÑAS.
El
caso de la vida y asesinato en Paracuellos del Jarama de Bonoso Lara Mercado,
produce con el paso de los años nuevas aportaciones sobre la realidad de las
circunstancias, que condujeron a su triste muerte por fusilamiento en tan
memorable lugar.
Ya
en fecha 30 de enero de 2013 hice referencia al tema de Bonoso Lara Mercado, del
que tanto había oído hablar en mi juventud, en un artículo publicado en este
blog titulado: EL TERREMOTO DE 1.170 (El
terremoto de 1.170 en Lahiguera):
Surgió
en este artículo la referencia a la vida de Bonoso Mercado Lara como una cita colateral
al acuerdo del derribo del Castillo de Andújar, conocido mejor como el Alcázar
árabe, que tenía la ciudad iliturgitana con cuatro torres, foso y contrafoso, y
que por acuerdo municipal de todas las fuerzas políticas fue derruido en fecha
5 de enero de 1932. El acuerdo contenía en siguiente texto que le daba
legitimidad: “A instancia de Don José Corbella, en representación de Don
Bonoso Lara, se acordó autorizarlo previo pago de los derechos
correspondientes, y con arreglo a los planes que acompaña para construir un
grupo de dos casas y un teatro en la plaza del Comandante Franco". Curioso
que en 1932 ya hubiese en Andujar una plaza dedicada al Comandante Franco.
D. Bonoso Lara Mercado. |
Bonoso
era hijo de Isidro Lara Martínez y Cecilia Mercado Navarro, matrimonio que
había tenido siete hijos: Frasquita (Francisca), Bonoso, Antonio, Florencio,
María, Lola y Manuel Lara Mercado, de un total de diecinueve partos. Sus padres
habían muerto relativamente jóvenes con una edad de entre cuarenta y cuarenta y
cinco años, dejando al menor Manuel con una edad de tres o cuatro
años. La familia recuerda que estando embarazada la mayor de las hijas
Francisca Lara Mercado, casada con Julián Galán Garrido, también estaba embarazada su
madre Cecilia Mercado Navarro, por lo que Manuel Lara Mercado y su sobrino Juan
Galán Lara, nacieron con breve diferencia de meses. El padre de Bonoso, Isidro
Lara Martínez murió unos años después por problemas respiratorios y algo
después murió Cecilia su esposa, dejando siete hijos, algunos muy pequeños. La
hija mayor Frasquita atendió a los hermanos hasta que cada cual fue encontrando
el acomodo de sus vidas.
Este es un breve documental sobre
los hechos acaecidos en Paracuellos del Jarama. En este documental se dan
datos, nombres y apellidos de los responsables de la Seguridad y el Orden
Público vigente durante la matanza, cargos que ocupaban y lo peor de todo,
cifras de los asesinados en dicha matanza y los enterrados allí como
represalias por ser militares, religiosos, monárquicos o simpatizantes de la
derecha en general. Muy buen documental que enseñará un poco sobre cómo y por
qué ocurrió una de las más trágicas secuencias de la Guerra Civil.
La
muerte temprana de los padres provocó situaciones difíciles en los hijos, que comenzaron
recibiendo ayuda de sus familiares próximos, hermana casada Francisca y abuela
Paca y posteriormente su temprana inserción en el mundo laboral de su tiempo;
trabajando los varones mayores en el campo y alguna hembra como ayudanta de
cocinera y cocinera cuando la edad se lo permitió, en la casa de su familiar “Barbas”.
La cuarta hija María Lara Mercado, de adolescente entró como ayudante de
cocinera en la casa de su pariente Francisco Martínez Lara, persona a la que
traté a lo largo de un largo periodo de mi vida en la madurez, y de la que
escuche muchas de las historias de vida de su hermano Bonoso que ahora retomo.
La
familia de los Lara Mercado estaba relacionada muy directamente con Francisco Martínez Lara, que todo el
pueblo lo conoció con el apodo de “Barbas”, fue durante muchos años la persona
más acaudalada de la villa, y represento al Partido Conservador a través de
decenios. Francisco Martínez Lara (Barbas) era familia de Isidro Lara Martínez,
padre de los Lara Mercado, el apellido común de Martínez hace pensar que fuesen
primos hermanos, hijos de hermano y hermana respectivamente, pero desconozco el
parentesco real. Isidro Lara Martínez trabajó como guarda de las tierras y posesiones
de “Barbas” y su cuarto hijo Florencio Lara Mercado fue igualmente persona de
su confianza encargada de la labranza, producción y administración de las
fincas del acaudalado pariente Francisco Martínez Lara, por entonces el mayor
terrateniente del pueblo, que tenía buena fama de ser demasiado mezquino en lo económico
en su forma de vida a pesar del gran capital que acumulaba.
Esta
confianza familiar de Francisco Martínez
Lara y Paz, su esposa, se prolongo años después con su heredera Teresa
Martínez, conocida como “la niña de Barbas” y el hijo varón de Florencio,
Isidro Lara, ya en nuestros días.
Bonoso
Lara Mercado el segundo de los hijos, fue seminarista en el Seminario de Jaén.
La gente de Lahiguera siempre hablo de Bonoso, como de un joven que en el
seminario de Jaén había obtenido buenas calificaciones académicas, durante todo
el periodo de su formación. Su esfuerzo y modelo de vida personal lo hacían
candidato de éxito a la vida sacerdotal en el futuro. Refieren los que lo
conocieron que era un joven inteligente y con fuerte vocación sacerdotal, de
modo que habiendo recibido las órdenes menores sacerdotales (tonsura,
exorcista, ostiario, lector y acólito) estaba en espera de recibir el
subdiaconado y posteriormente ser ordenado sacerdote en tiempo relativamente
breve.
La
vida de Bonoso trascurría entre la superación de cursos en el Seminario y los
periodos de descanso en Lahiguera año a año, ayudándose cuanto podía en obtener
para la familia algunos ingresos por la impartición de sus saberes.
El
tercero de sus hermanos era Antonio Lara Mercado, con el que parece que Bonoso
mantenía una buena relación de protección y hermandad. Este hermano poco menor
que él, de tan poca diferencia de edad y gran parecido físico, para muchos era
considerado su hermano gemelo por su gran parecido. Antonio era apodado
“Perucho”, personaje desinhibido, arriesgado, quizá bohemio e insensato; no
tengo más referencias que las que me dieron y no conocí al personaje pero los
hechos que describo a continuación dan muestra de ello.
Dentro
de las fiestas y costumbres de los pueblos y ciudades por estos años tenía lugar
una ceremonia centenaria como apéndice del Carnaval, era el Entierro de la Sardina, que movilizaba la
vida de las gentes antes de entrar en la celebración de la Cuaresma cristiana,
demasiado rígida. La mayoría de la población de la villa se congregaba en las
calles para observar y vivir de cerca esa tradición pagana de enterrar un
pescado muerto. Una ceremonia que esencialmente consistía en simular una
procesión funeraria de una sardina real o ficticia, que desfilaba solemnemente
por las calles del pueblo en un ataúd hecho de cartón.
Los hombres y las
mujeres más atrevidos, acompañantes del cortejo fúnebre, se vestían con trajes
de mascaras y fingían ser viudas inconsolables, en muchos casos con la cabeza
cubierta, lo que motivaba o daba paso a algunos comportamientos no considerados
de orden en la sociedad de su tiempo. La sardina era el símbolo con el que se
cerraba Carnaval, era un periodo de libertinaje de parte de la masa popular. El
entierro de la Sardina
representaba el fin del carnaval y el comienzo de un periodo de ayuno religioso
que preparaba a los fieles para la
Cuaresma; por ello la gente mostraba sus sentimientos de
tristeza por el final de la temporada festiva y el comienzo de una disciplinada
observancia religiosa.
Combate entre Carnal y Cuaresma de Pieter Brueguel el Viejo año 1559. |
La
procesión la encabezaba alguien que simulaba ser un fiscal público, y cuyo
papel consistía en abrir las calles para permitir el paso de la procesión
carnavalesca. Le seguía un cura falso, el monaguillo y la gente que se encargaba
de dirigir la carroza funeraria. La carroza de madera se adornaba con palmas,
flores y otras ofrendas con la sardina en su interior, como si fuera su coche
fúnebre. Las falsas viudas lo seguían confesando sus pecados al falso cura y
lamentando la muerte de la sardina con llantos y gritos falsos. Alguien vestido
de diablo intentaba impedir el paso de la sardina para llevársela, pero un
supuesto grupo de policías asustaba al diablo y mantenía el orden entre la
procesión. Cuando el carro de la sardina llegaba a su destino, se intensificaba
la euforia colectiva.
Creo
recordar que había dos diferentes historias que hablaban del origen de esta
tradición del entierro de la sardina, aunque nadie parece saber cuál es la
verdadera. La primera data del siglo XVII, cuando Carlos III, Rey de España,
que quería celebrar el final de la fiesta con los plebeyos, ordeno que se
hiciera una merienda campestre con sardinas y vino. Era un día caluroso, muy
típico en esas fechas, y las sardinas comenzaron a oler muy mal debido al
calor. La gente no soportaba el olor y se dieron cuenta de que la solución era
enterrarlas. El rey lo consintió. La gente se puso a llorar porque no iban a
tener comida gratis antes de que empezase el periodo de abstinencia de la
rígida Cuaresma. La otra historia se refería a que en centenares de años pasados,
cuando la Cuaresma
se observaba por todos muy estrictamente, había una raza de cerdo llamado
“sardina” y al parecer un ejemplar era enterrado el primer día del periodo
santo, en representación y recuerdo de
la carne que estaba prohibido comer durante toda la Cuaresma. Esta raza
de cerdo se hizo muy popular en los pueblos y de ahí su nombre del entierro de
la sardina.
Antonio Lara Mercado (Hermano de Bonoso Lara Mercado) como soldado de la Guerra de Marruecos. |
Durante
muchos años se utilizó en Higuera la expresión “Eres más malo que Perucho”… se
refiere también que fue soldado a sueldo o mercenario, porque cuando algún
joven adinerado del pueblo podía eludir el servicio militar, se presentaba
Perucho en lugar del joven soldado adinerado, que con el pago a Perucho lo
representaba para realizar su servicio en el ejercito.
Con los años estuvo igualmente en la Guerra de África y murió en la Batalla del Annual considerado como víctima y héroe, con el grado de sargento, como podemos comprobar por la fotografía de la Revista MUNDO GRÁFICO, Revista Popular Ilustrada, nº 541 de fecha 15 de marzo (miércoles) del año 1922, y también por las referencias habidas desde siempre entre familiares y la coincidencia de fechas.
En esta foto podemos ver en detalle al mismo grupo de soldados al que nos hemos referido más arriba, con nuestro paisano Antonio Lara Mercado con el número 2 a la izquierda. |
Con los años estuvo igualmente en la Guerra de África y murió en la Batalla del Annual considerado como víctima y héroe, con el grado de sargento, como podemos comprobar por la fotografía de la Revista MUNDO GRÁFICO, Revista Popular Ilustrada, nº 541 de fecha 15 de marzo (miércoles) del año 1922, y también por las referencias habidas desde siempre entre familiares y la coincidencia de fechas.
Ante
la nueva situación totalmente injusta para él, y no pocos sinsabores en su vida
por este hecho, tuvo que reconsiderar su futuro y con la formación adquirida en
el seminario, pronto consiguió el titulo de maestro y de abogado.
Para ayudar a su familiar Bonoso Lara Mercado ante la nueva situación personal, Francisco Martínez Lara “Barbas” que conocía a Dª Teresa de Dueñas Tejedo “La Rusa” le presento a Bonoso, que pronto fue nombrado preceptor de Eduardo, el hijo de Teresa, gracias a la buena formación que los estudios del seminario le habían proporcionado y convertido en poco tiempo en maestro y letrado. Bonoso Lara Mercado facilitó la mejora y administración del capital a Teresa con el ejercicio de su profesión de letrado y años después terminó casándose con ella. El matrimonio no tuvo descendencia dada la edad de la consorte.
Para ayudar a su familiar Bonoso Lara Mercado ante la nueva situación personal, Francisco Martínez Lara “Barbas” que conocía a Dª Teresa de Dueñas Tejedo “La Rusa” le presento a Bonoso, que pronto fue nombrado preceptor de Eduardo, el hijo de Teresa, gracias a la buena formación que los estudios del seminario le habían proporcionado y convertido en poco tiempo en maestro y letrado. Bonoso Lara Mercado facilitó la mejora y administración del capital a Teresa con el ejercicio de su profesión de letrado y años después terminó casándose con ella. El matrimonio no tuvo descendencia dada la edad de la consorte.
Esta
señora estuvo casada anteriormente con un militar, el capitán de
Artillería D. Francisco Díaz Salas, y un ruso ucraniano llamado Eduardo
Dolkowsky Skzobousky, del cual tomó el mote con el tiempo. Fruto de este segundo
matrimonio de Teresa de Dueñas Tejedo nació en La Laguna Tenerife,
en 1899, un hijo llamado Eduardo Dolkowsky Dueñas (Eduardito lo
llamaba su madre).
Eduardo Dolkowsky Skzobousky médico ucraniano-ruso, segundo marido de Teresa de Dueñas Tejedo. |
Para
que comprendamos en toda su dimensión el origen del capital que tenía Dª Teresa
de Dueñas Tejedo, es necesario introducir el origen de la fortuna allá por los
siglos XVIII y XIX.
En
el año de 1525 los vecinos de Arjona Cristóbal de Piédrola y su mujer Isabel
Palomino, fundaron un mayorazgo de bienes urbanos y rústicos, que le fue
otorgado por el Emperador Carlos I, en nombre de su madre Dª Juana con fecha de
24 de marzo del referido año.
El
mayorazgo era una institución destinada a perpetuar en una familia (la del
primogénito de los descendientes de la misma) la propiedad de ciertos bienes.
Por la misma el primogénito-heredero estaba obligado a transmitirlos intactos a
su sucesor, y así sucesivamente. De esta forma la familia aseguraba un estatus
social indefinidamente. Los mayorazgos podían aumentar sus bienes, o cambiar la
composición del conjunto de los mismos, siempre que no hubiese disminución del
valor del conjunto de bienes que lo formaban. Esto es lo que hizo el hijo y
sucesor de Cristóbal Piédrola, Juan Alonso de Piédrola y Peñuela, casado con
Francisca Serrano, miembro de otra de las familias de más abolengo de Arjona.
Estos
añadieron al mayorazgo, las dehesas de Sierra Morena de Alcoba, el Barranco,
Valdomingo, el Peñón y Mingo Ramos. Estas dehesas “están en la linde del cerro
de Sierra Morena. En una de esas dehesas “está la casa de la Virgen Santa María de la Cabeza”. Para efectuar esa
compra vendieron casas y fincas en Arjona.
La
tercera generación la formó Alonso Serrano de Piédrola fundador de la Capilla Mayor del Convento de la Trinidad de Andujar, y
alcalde del castillo y fortaleza de esta misma ciudad. Siguen la cuarta, quinta
y sexta generación. En la última se rompe la línea masculina de sucesión,
pasando el mayorazgo a Francisca de Piédrola y Tavira, al morir su hermano sin
sucesión. A doña Francisca le sucede su hijo Diego Alonso.
Una
hija de este, doña Francisca Piédrola Piedrola, casada con García Tavira y
Tejada, fue la madre del I Marqués del Cerro de la Cabeza, nacido en 1659 y
muerto el año 1723.
El
16 de enero del 1698 el rey Carlos II concedió el título de Marqués del Cerro
de la Cabeza a
don Diego Alonso de Tavira Osorio y Piédrola, descendiente lejano de aquel
matrimonio que al constituir su mayorazgo en 1525 posibilitó el posterior
otorgamiento real de este marquesado.
El
problema que tenía este mayorazgo surgía cada año durante la romería de la Virgen de la Cabeza, causado porque los
romeros ocupaban parte de las tierras de los marqueses del Cerro de la Cabeza, lo que generó
numerosos pleitos entre los marqueses de una parte , y el Ayuntamiento de
Andujar y la cofradía de la
Virgen por otra. Estos litigios se prolongaron en el tiempo
hasta que finalmente en el año 1945 se acabaron las disensiones entre ambas
partes al firmarse un acuerdo entre los propietarios, que vendieron los
terrenos que generaban el litigio a Regiones Desvastadas que actuaba en
representación el Estado, reconstruyendo el Santuario que había quedado casi
destruido durante la
Guerra Civil (2).
En 1777 aparece el
nombre de Don Félix de Tavira, Marqués del Cerro de la Cabeza, entre los firmantes
de una solicitud a la
Chancillería de Granada solicitando el restablecimiento de la
cofradía de la Virgen
de la Cabeza de Sierra Morena, que había sido suprimida en
fecha 16 de marzo de 1773. Siendo el motivo de la prohibición “los escándalos que se causaban en una feria
de mulas que celebraba, cuyos contratos para las ventas embebían algunas
ofensas a Dios.” (3).
Es fácil suponer que D.
Félix de Tavira sería en segundo Marqués del Cerro de la Virgen de la Cabeza, dada la continuidad
de fechas entre 1698, año de la creación del marquesado a don Diego Alonso de
Tavira Osorio y Piédrola y el tercer
marqués del Cerro D. José Francisco Tavira y Velluti, como a continuación
veremos.
A
principios del siglo XIX, entre los nobles de Andújar más enriquecidos nos
encontramos con el marqués del Cerro de la Cabeza. El título lo
ostentaba D. José Francisco Tavira y Velluti, nacido en Andujar en 1777 y
fallecido en Madrid en 1836, fue el tercer marqués del Cerro, que ocupó el
cargo de Alcalde primero en el Ayuntamiento constitucional de Andújar el 15 de
octubre de 1812 y dos años después, el día seis de agosto de 1814, ocupaba
puesto de Regidor Preheminente en el Ayuntamiento Absolutista de 1814 y estuvo
en el cargo a lo largo de todo el denominado Sexenio Absolutista hasta el 25 de
marzo de 1820 (4).
Hacia
1860 el marqués del Cerro estaba comprendido entre los 54 mayores
contribuyentes de Andújar tal como apunta el historiador amigo Luís Pedro
Pérez García, con bienes raíces repartidos en los términos de Andújar,
Mengíbar, La Higuera y Marmolejo. En concreto en Marmolejo poseía 651 fanegas de tierras calmas; 65
de regadío en la finca de Villalba dedicadas a huerta y frutales (con gran
cantidad de granados), regados con las aguas del Guadalquivir, en donde
había construido una pequeña represa y disponía de un molino harinero; 461
fanegas de monte y una cifra cercana a 10.000 olivos esparcidos por diversos
parajes del término municipal en fincas como Villalba, Torrecillas, Dehesa del
Rincón, Molino Quemado y Casillas del Marqués. La mayoría de estos bienes
provenían de la herencia de su abuelo materno José Francisco Tavira y Velluti,
tercer marqués del Cerro, y alcalde constitucional de Andújar, en 1812 (5).
El
título de marqués lo heredó su nieto José Carlos Velluti Tavira, siendo éste el
cuarto marqués. Era D. José Carlos Velluti y Tavira un personaje de la alta aristocracia
andujareña nacido en esa ciudad en 1831, que también poseía los títulos de
marqués de Montalvo, de Falces, y de Torreblanca, heredados de su abuela
materna, María Antonia Montalbo Dávila. Ocupó el cargo de senador
vitalicio por la provincia de Valladolid entre 1864 y 1884 y fue concejal en el
Ayuntamiento de Madrid, siendo, además, caballero maestrante de la Real Maestranza de
Caballería de Granada y gentilhombre de cámara del rey.
D.
José Carlos Velluti y Tavira, a pesar de sus dos matrimonios, el primero con la
granadina Eloísa Entrala Perales (1832-1890), y el segundo con María del Pilar
Dueñas y Tejedo (1895), no dejó descendencia por lo que ambos títulos pasaron,
al sobrino del marqués, José María Velluti Zbinowsky. Hacia 1898 ostentaba
el título de marqués su sobrino José María Velluti y Zbinowsky, quinto marqués
del Cerro de la Cabeza.
D. José Carlos Velluti y Tavira, casado con Dª María del Pilar Dueñas y Tejedo (1895) en su segundo matrimonio. |
El
matrimonio del marqués con su segunda esposa María del Pilar de Dueñas Tejedo,
celebrado en 1895, duró solo unos meses pues al año siguiente, el marqués del
Cerro fallecía en su casa de Madrid, dejando una copiosa herencia. Desde entonces
Dª María del Pilar Dueñas se convirtió en marquesa viuda de Falces, heredando
un enorme patrimonio, no sólo en bienes inmuebles sino de títulos
financieros, que utilizaría para la práctica de las obras de caridad, lo que
le mereció el título pontificio de condesa de Tavira y la Gran Cruz de la Beneficencia otorgada
por el Rey Alfonso XIII en 1924. En 1911 la marquesa viuda de Falces se
encontraba también entre las principales accionistas del Banco de España,
disponiendo de un número considerable de múltiples activos financieros,
provenientes de la herencia del marqués fallecido. El título de condesa de
Tavira se lo concede Pío X, a María del Pilar Dueñas Tejedo, el 20 de
febrero de 1906. Sabemos que María del Pilar Dueñas poseía 511 acciones del
Banco de España en 1911 y 476 acciones en 1921 (6). (6) “Los accionistas del
Banco de España” en Revista de Historia de España, dirigida por Gabriel
Tortella Casares. Otoño de 1988.
Dª María
del Pilar Dueñas Tejedo falleció en abril de 1926, y declaró como heredera de
parte de sus bienes a su hermana Teresa Dueñas y Tejedo, (que después sería
esposa de D. Bonoso Lara Mercado en su tercer matrimonio); entre ellos las
Casillas, la hacienda de Villalba y la dehesa del Rincón del Jándula, incluyendo
en el lote varias posesiones en el Santuario de la Virgen de la Cabeza. Esta herencia es el
origen del gran capital del que disfruto a partir de entonces Teresa Dueñas y
Tejedo, conocida como “La Rusa”.
Dª Teresa
Dueñas y Tejedo fue conocida popularmente en Lahiguera como “la Rusa”, por haber estado
casada, en segundas nupcias, con el afamado médico de origen ucraniano-ruso
nacido en Odessa, D. Eduardo Dolkowsky Skzobousky, que había llegado a Tenerife
en el año 1887, procedente de Odessa. Dª Teresa una mujer de cierta vida
azarosa y nada convencional para su época, conoció a Eduardo Dolkowsky Skzobousky
de 46 años en la isla de Tenerife tras enviudar de su primer marido D.
Francisco Díaz Salas, capitán de artillería, posiblemente destinado allí.
En
el periódico tinerfeño UNIÓN CONSERVADORA aparece en las notas de sociedad el
siguiente texto: Ha contraído matrimonio en los últimos días, en la ciudad de la Laguna, el reputado Doctor
D. Eduardo Dolkowsky con la señora Doña Teresa de Dueñas, viuda del capitán de
Artillería D. Francisco Díaz Salas. Deseamos felicidades á los nuevos
contrayentes.
Este
documento está digitalizado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
(ULPGC). Biblioteca Universitaria.
Puede
leerse en el siguiente enlace:
El
matrimonio de Dª Teresa de Dueñas y Tejedo con Eduardo Dolkowsky
Skzobousky fue celebrado en La
Laguna, Tenerife, siendo padrino el prestigioso doctor canario
D. Juan Bethencourt Alfonso, en abril de 1899.
D.
Juan Bethencourt Alfonso médico, historiador, profesor, periodista y
antropólogo canario nació en San Miguel de Abona, el 31 de enero de 1847,
estudió medicina en Madrid y desde el año 1879 comenzó a aplicar y desarrollar
las nuevas ideas sobre la higiene y las nuevas técnicas médico-sanitarias que
llegaban de Europa. Fue profesor en el Establecimiento de Segunda Enseñanza
de Santa Cruz de Tenerife de las asignaturas “Historia Natural” y “Fisiología e
Higiene” y redactor, bajo el pseudónimo de Jubeal, en Los
Sucesos, La Democracia,
el Eco de Canarias, El País, la Revista de Canarias y
el Diario de Tenerife. También fundó los periódicos La Reforma y El Liberal
de Tenerife. Estudioso de la
Arqueología y Antropología, su obra capital es
la Historia del pueblo guanche, una magna obra en tres tomos, que refleja
su intensa actividad investigadora y recoge datos de fuentes arqueológicas,
documentales y orales, constituyéndose como uno de los libros más destacados de
la historia aborigen.
En
ese mismo año de 1899 en que se casaron sus padres, nació en La Laguna, el único hijo
de Dª Teresa de Dueñas y Tejedo y D. Eduardo Dolkowsky
Skzobousky, llamado Eduardo Dolkowsky Dueñas.
En
su infancia y juventud el joven Eduardo Dolkowsky Dueñas había padecido una
salud quebradiza, motivo por el cual los padres buscaron siempre unos entornos naturales
y los más saludables para él. Realizó estudios en Madrid donde la madre
disponía de familia y domicilio propio, contrayendo después matrimonio con la
joven andujareña Rodríguez Montané con la que no tuvo descendencia. Es el
testimonio de Rafaela María Medina Borrego, nieta de Rafaela Ferro Burgos institutriz
de Eduardo, primera tutora y profesora de Eduardo.
Desconocemos
la causa por la que Eduardo Dolkowsky Skzobousky, hombre de costumbres
bohemias, intelectual de ideas liberales muy avanzadas y de convicciones
republicanas decidió dejar su tierra de Ucrania, pero sin duda debió estar
relacionado con la situación social y política que se vivía en Rusia por
aquellos años de 1887. La vida de un
joven de 34 años con esas ideas en la
Rusia de los zares, debía estar muy seriamente comprometida
tras el intento del magnicidio del Zar Alejandro III ese mismo año y la
ideología liberal y republicana que mostraba. Para mí que tuvo que “poner pies
en pared” como dice el refrán. Diría "¡Basta ya! ¡Hasta aquí hemos
llegado" (o como dicen en el pueblo: "¡Se acabó lo que se
daba!") y “puso pies en polvorosa” ante la situación política y de peligro
inminente que se aproximaba, y salió de Odessa desapareciendo como por arte de
magia.
A
finales del siglo XIX en Rusia más del 80% de la población era campesina, pero
la mayor parte de la tierra cultivable estaba en manos de la nobleza. Era una
situación extremada para los campesinos con un nivel de vida miserable sumidos
en la ignorancia y subalimentación.
El campesinado, frustrado en sus
aspiraciones de poseer la tierra que trabajaba, constituía una clase social con
graves problemas propicios a estallar en cualquier momento. La implantación de la industria moderna había
sido tardía y también se había realizado con la participación masiva de los
capitalistas extranjeros. Con estas características en la industrialización del
país se desarrollo una burguesía débil, que en caso de haber sido fuerte,
hubiese apoyado los movimientos liberales, posibles motores del cambio social.
En la última década de este siglo XIX se crearon grandes concentraciones
fabriles, que resultaban como pequeños islotes en medio de una Rusia
predominantemente agrícola.
Escenas de la vida cotidiana de Rusia en 1851 de Turgenev. |
Coronación del Zar Alejandro II y de la Zarina María Aleksándrovina, el 26 de agosto de 1856 en la Catedral de la Dormición de la Virgen de Moscú. Óleo de Mihály Zíchy. |
El
proletariado era victima de una explotación inhumana con salarios de miseria,
hacinamiento en casas cuarteles e incluso en los mismos lugares de trabajo y
jornadas laborales de 14, 15 e incluso 18 horas, a pesar de que se había fijado
la jornada laboral en 11:30 horas en 1897 y posteriormente en 10 horas en 1906.
Así el proletariado desencadenó una serie de movimientos huelguísticos, con lo
que surgió un clima social prerrevolucionario.
Tierra
y Libertad o Zemlyá i Volya fue una sociedad secreta nacida en Rusia en 1861, y
que existió hasta 1864. Uno de sus objetivos era la preparación de una
revolución campesina. Uno de los más importantes objetivos de la organización
fue la convocatoria de un congreso del pueblo sin distinción de clases. La
organización surgió al principio como la agrupación poco cohesionada de grupos
afines al ideal populista a comienzos de la década de 1860. Pronto fue diezmada
por los arrestos de la policía zarista pero sobrevivió con el surgimiento de
grupos de exiliados y nuevos dirigentes.
Zar Alejandro II de Rusia, dinastía Romanov. |
Desaparecida
la organización, nuevamente resurgió en 1876 como una organización populista
mejor organizada. El grupo central contaba con unos veinticinco miembros, pero
la organización tenía además otros grupos en ciudades de provincias. Desde
estos centros, estudiantes, maestros, médicos, funcionarios de los zemstvos y
otros intelectuales partían a agitar a los campesinos de los alrededores.
Alejandro II de Rusia llamado "el zar bueno". |
En
octubre de 1878, comenzó a imprimirse una publicación con el nombre de la
organización, impresa en el extranjero e introducida en Rusia ilegalmente. Para
entonces comenzaban a notarse tensiones en el seno de la agrupación que
llevaron a su disolución al año siguiente: la falta de resultados de la
agitación en el campo, las acciones represivas del poder y el creciente número
de partidarios del terrorismo como instrumento de enfrentamiento con el
Gobierno, hicieron que se formase una división entre estos y los contrarios a
que la organización se concentrase principalmente en las acciones terroristas.
La
organización existió hasta 1879, para luego disolverse. El ala terrorista formó
una nueva organización, Naródnaya Volya, mientras que la rama populista se
organizó en la
Repartición Negra.
Alejandro II de Rusia considerado el mejor de los zares rusos, que comenzó la apertura hacia la Duma o Parlamentarismo en Rusia. |
Rusia
seguía gobernada por el gobierno autocrático de los zares, mientras el problema
del campesinado, el problema social general, las exigencias de la burguesía
naciente y las reivindicaciones de las minorías nacionales, planteaban en
conjunto un gran problema político de la máxima urgencia. Ninguno de los
principios democráticos básicos, que habían sido progresivamente aceptados en
los demás estados europeos, era reconocido en Rusia.
El
zar con un poder absoluto, investido con un poder divino y situado en la
cúspide de la jerarquizada sociedad rusa, disfrutaba del poder total. Una
burocracia poderosa y un aparato policial eficaz se encargaban de llevar a la
práctica las órdenes del zar en todos los niveles sociales, podríamos decir que
excepto la nobleza conservadora, beneficiaria de este régimen, la sociedad rusa
en general deseaba que se realizaran modificaciones esenciales para dar
protagonismo al pueblo. Surgen movimientos liberales apoyados por los
representantes de los estados extranjeros, que andaban inquietos por la suerte
de los capitales invertidos en Rusia, pero esos movimientos lograban escasos
resultados. Con todas estas tensiones sociales se desencadenó una serie de
magnicidios de los zares con un proletariado que desencadenó un poderoso
movimiento reivindicativo, a pesar de la dureza de la represión, y unas decenas
de años después se produjo la Revolución Rusa.
Mapa de Ucrania, al sur está el Puerto de Odessa. |
Puerto de Odessa en Ucrania, Rusia, posible salida de Eduardo Dolkowsky Skzobousky hacia Tenerife. |
Puerto de Odessa. |
Con
Alejandro II de Rusia el poder autocrático se encontraba ahora en manos de un
hombre profundamente influenciado por el espíritu de la época, y que tenía
suficiente prudencia y sentido práctico para impedir ser arrastrado por el
entusiasmo. A diferencia de sus predecesores, Alejandro no sentía la necesidad
de imponer sus ideas por la fuerza, y no se servía de ayudantes para dirigir
los proyectos. Estos rasgos de su carácter, junto con las peculiares
circunstancias en que actuó, explican que desempeñara las reformas con ayuda de
las clases educadas. Alejandro II actuó durante varios años como un soberano
constitucional, aunque vigilaba cuidadosamente su poder autocrático, y se
resistía obstinadamente a todo aquello que impulsara reformas a las que él no
se sintiese inclinado a llevar a cabo. Poco después de la paz, se hicieron
importantes cambios en la legislación, relativa a la industria y al comercio,
que así ofrecían un gran número de sociedades de responsabilidad limitada. Se
idearon planes para la construcción de una gran red de ferrocarriles, en parte
con el propósito de desarrollar los recursos naturales del país, y en parte con
el fin de aumentar su poder de defensa y ataque.
Sin
embargo, el crecimiento del movimiento revolucionario de “izquierda” produjo el
fin de los cambios que quería imponer Alejandro II cuando fue asesinado por una
bomba en 1881. En este año de 1881 Eduardo Dolkowsky Skzobousky, el médico
ucraniano tenía 28 años. Es interesante
observar que, después de que Alejandro II se convirtiera en zar en 1855,
manteniendo un gobierno liberal, fuese objetivo de numerosos intentos de
asesinato (1866, 1873, 1880). Eduardo Dolkowsky Skzobousky nacido en 1853 fue
creciendo y formándose en la
Universidad en este ambiente de gran temperatura política y
revolucionaria.
En
1866 hubo un atentado contra la vida del zar en San Petersburgo, perpetrado por
Dmitri Karakózov. El atentado se produjo en el jardín de verano, siendo salvado
el zar por un hombre que apartó a tiempo el arma del terrorista, impidiendo así
que el monarca recibiera herida alguna. Para conmemorar el haber salvado la
vida, se construyeron un gran número de iglesias y capillas en muchas ciudades
de Rusia. En la mañana del 20 de abril de 1879, Alejandro II iba caminando
hacia la Plaza
de la Guardia
Personal, cuando fue atacado por un estudiante llamado
Aleksandr Soloviov. Tras ver un revólver en sus manos, el zar huyó. Soloviov
disparó cinco veces, pero falló y fue condenado a muerte y ahorcado el 28 de
mayo. El estudiante actuó por su cuenta, pero otros revolucionarios estaban deseosos
de asesinar a Alejandro. En diciembre de 1879, la Naródnaya Volia
(en ruso Voluntad del pueblo), un grupo revolucionario radical que planeaba una
revolución social, organizó una explosión en el ferrocarril de Livadia a Moscú,
pero no alcanzaron al vagón del Zar. En la noche del 5 de febrero de 1880, el
mismo conjunto revolucionario llevó a cabo un atentado en un salón del Palacio
de Invierno, pero el zar volvió a salir ileso, aunque otras 67 personas
resultaron muertas o heridas. El comedor también fue muy dañado.
Unos
años antes y tras un intento de asesinato de Alejandro II de Rusia, en un salón
del mismo Palacio de Invierno, perpetrado por Naródnaya Volia (en ruso Voluntad
del pueblo) en febrero de 1880, Mijaíl
Lorís-Mélikov fue designado presidente de la Suprema Comisión
Ejecutiva recibiendo poderes extraordinarios para combatir a los
revolucionarios. Las propuestas de Lorís-Mélikov pedían alguna forma de
establecer un modelo parlamentario, y el emperador Alejandro II parecía estar
de acuerdo en realizar determinadas reformas; pero estos planes nunca fueron
realizados ya que el 13 de marzo de 1881 Alejandro II fue asesinado (1 de marzo
según el calendario ruso antiguo, en el siglo XIX, el calendario ruso estaba
atrasado del occidental por unos 12 días, y 13 días a principios del siglo XX.
EFEMÉRIDES. En 1881 es asesinado el zar Alejandro II de Rusia.
https://www.youtube.com/watch?v=7_fTgZCctbw
No sería hasta 1918, después de la Revolución cuando se ajustó el calendario ruso al occidental.), cuando se conducía por una de las calles centrales de San Petersburgo, cerca del Palacio de Invierno, fue herido de muerte por granadas de mano y murió unas horas más tarde. El regicidio causó un gran revés al movimiento de reforma política emprendida y al incipiente liberalismo ruso. Uno de los últimos proyectos de Alejandro II estaba dirigido precisamente a la creación de un parlamento electivo, o Duma.
Como
había hecho cada domingo, durante una veintena de años, el zar se dirigió
al Cuartel de la Manege en San
Petersburgo para revisar los regimientos de la Guardia de Infantería de
Reserva. Viajaba en un transporte cerrado acompañado de seis cosacos y con
un séptimo a la izquierda del cochero. El transporte del Zar era seguido por
dos trineos que llevaban, entre otros, al jefe de la policía y al jefe de la
guardia del monarca. La ruta, como siempre, fue a través del Canal de Catalina
y por el Puente Pévchesky, hacia la Catedral de San Isaac.
La calle estaba
flanqueada por estrechas aceras a ambos lados. Un hombre joven de pequeña
estatura que llevaba un pesado abrigo negro iba por la calle en dirección del
transporte imperial. Llevaba un pequeño paquete blanco envuelto en un pañuelo.
El joven era el revolucionario Nikolái Rysakov, quien arrojó una bomba al paso
del carruaje:
“Tras un momento de
vacilación tiré la bomba. La tiré hacia los cascos de los caballos para que
llegara a los bajos del carruaje… La explosión me golpeó contra la valla”.
El
joven terrorista revolucionario Nikolái Rysakov, arrojó la bomba al
paso del carruaje: La explosión mató a uno de los cosacos e hirió gravemente al
conductor y a la gente que estaba en la acera, varios de gravedad, mientras que
el carruaje, regalo de Napoleón III al Zar, sólo resultó dañado. Alejandro II
fue sacudido por la onda expansiva pero resultó ileso. Rysakov fue capturado
casi de inmediato. Dvorzhitsky, Jefe de la Policía escuchó gritar a Rysakov a alguien de
entre la multitud. Consciente de que había otro asesino cerca (incluso más de
uno), instó al Zar para que saliera de la zona. Alejandro II aceptó de
inmediato, pero antes quería ver el lugar de la explosión. Completamente rodeado
por los guardias y los cosacos, se acercó al agujero que había en la calle. Fue
entonces cuando un hombre joven, Ignati Grinevitski, que estaba cerca del
canal, levantó ambos brazos y tiró algo a los pies del Zar.
El
jefe de policía Dvorzhitsky más tarde escribió:
“Yo estaba ensordecido por la nueva explosión, quemado,
herido y tirado al suelo. De repente, en medio del humo y la niebla, y cubierto
de nieve, escuchaba la voz débil de Su Majestad que gritaba, “¡Ayuda!”.
Recopilé toda la fuerza que pude, me puse en pie y corrí hacia el zar. Su
Majestad estaba medio de pie, medio sentado, apoyándose en su brazo derecho.
Creyendo que estaba herido levemente, traté de levantarlo, pero sus piernas
estaban destrozadas, y la sangre manaba de ellas. Veinte personas, con heridas
de diverso grado, estaban sobre la acera y en la calle. Algunos estaban bien,
otros se arrastraban, otros trataban de salir de debajo de cuerpos que habían
caído sobre ellos. A través de la nieve, los cadáveres y la sangre se podían
ver mezclados con las prendas de vestir, sables, y sangrientos trozos de carne
humana.”
Más
tarde se supo que había una tercera bomba entre la multitud. Un hombre llamado
Iván Emelyánov estaba dispuesto a lanzar dicho explosivo, portando un maletín
que contenía una bomba que sería utilizada en caso de que las otras dos no
lograsen el resultado esperado.
Alejandro
II fue llevado en trineo hasta el Palacio de Invierno, dejando un rastro
de sangre en el trayecto que iba desde la escalera de mármol hasta su
estudio, dónde veinte años antes había firmado el Edicto de
Emancipación de los siervos. El Zar, con ambas piernas amputadas, se
estaba desangrando. Los miembros de la familia Romanov se apresuraron
a acudir al lecho del moribundo. Uno de ellos fue el silencioso y sensible niño
de trece años de edad, llamado Nicky, hijo mayor del zarévich Alejandro, el que
sería Nicolás II de Rusia, el último zar. Antes de morir,
el Zar recibió la
Comunión y la Extremaunción pues ya estaba demasiado débil y
entonces no era posible todavía realizar una transfusión de sangre. No había
nada que se pudiera hacer, salvo esperar.
Los
terroristas rusos provenían de las clases acomodadas, como los principales
impulsores de la
Revolución Francesa. Los conspiradores Nikolái Kibálchich,
Sofía Peróvskaya, Nikolái Rysakov, Timoféi Mijáilov, y Andréi Zhelyábov fueron
arrestados y sentenciados a muerte. Gesya Gelfman fue enviado a Siberia. El
asesino fue identificado como Ignacy Hryniewiecki, que murió durante el ataque.
Se ha planteado la teoría de que el asesinato fue el resultado del proceso de
rusificación, que constituía una prohibición completa de la lengua polaca en
zonas públicas, escuelas, y oficinas.
Alejandro
II, el más grande de todos los zares, el emperador que más cerca estuvo de implantar
un régimen democrático, tuvo que admitir otra amarga verdad: su Rusia, una
Rusia reformada y europeizada, se convirtió en la cuna de los jóvenes
radicales, de los terroristas cuya sangrienta dimensión fue masiva y por tanto
incomparable con cualquier intento parecido en la Europa de entonces. Las
bombas de los terroristas estallaron a lo largo y ancho de Rusia. Guardias
imperiales y oficiales zaristas morían a docenas víctimas del terrorismo.
Alejandro II sobrevivió a seis atentados. Ese terrorismo naciente dinamitó
varios trenes llenos de pasajeros, en los que debía viajar la familia imperial,
y hasta hizo estallar la parte central del Palacio de Invierno. Durante años el
zar veía en su entorno, incluso en su propia casa, muertos y heridos bañados en
sangre. Por primera vez el destino de Rusia no se decidía únicamente en las
suntuosas salas de los palacios imperiales, sino también en las buhardillas de
los terroristas.
Iglesia de la Resurrección de Cristo o del Salvador sobre la sangre derramada, erigida en el lugar donde cayó herido el Zar Alejandro II en San Petersburgo. |
Tras
su muerte, irrumpió de nuevo la represión de las libertades civiles en Rusia y
la brutalidad policial, y con gran vigor, tras haber experimentado cierta
moderación bajo el reinado de Alejandro II. El asesinato del Zar parecía
mostrar a sus sucesores que las reformas liberales solo debilitaban a
la monarquía zarista y estimulaban el terrorismo, por lo cual la represión
autocrática aparecía como la única solución aceptable. La muerte del Zar fue
presenciada por su hijo, Alejandro III, y por su nieto, el futuro Nicolás II,
quienes se comprometieron a no correr su misma suerte. Ambos utilizaron
la policía política para detener a los manifestantes y acabar con los
grupos rebeldes, endureciendo la represión de las libertades personales del
pueblo ruso.
Causas y antecedentes de la Revolución Rusa.
1/2 - Los Romanov, Documental
Muelle de descarga del Puerto de Santa Cruz de Tenerife al que llegó Eduardo Dolkowsky Skzobousky . |
En aquel año de 1887 en que Eduardo Dolkowsky Skzobousky llego a la isla de Tenerife, con 34 años, un pequeño grupo de estudiantes de la Universidad de San Petersburgo, autodenominado Facción Terrorista de la Voluntad del Pueblo, planeó asesinar a Alejandro III el 1 de marzo de 1887, en el sexto aniversario de la muerte de su padre, asimismo asesinado por un grupo llamado Voluntad del Pueblo. En consecuencia, esta conspiración aparece en los textos de historia como "segundo complot del 1 de marzo". Todos los estudiosos de la historia revolucionaria rusa conocen el grupo Voluntad del Pueblo y el magnicidio de Alejandro II el 1 de marzo de 1881, como el acontecimiento que cambió el curso de la historia rusa, aunque no en la dirección que deseaban los terroristas. Alejandro II su padre fue asesinado en 1881 con una gran explosión de dinamita a su paso. Este acto cerró el paso a la vía evolucionista que pudo dar más poder al pueblo a través del Parlamento, en lugar de la vía involucionista que se siguió con el refuerzo de la autocracia zarista. La reacción del zarismo fue terrible, cayó como una losa sobre el país. Los revolucionarios, que llevaron una vida de catacumba, en muchos casos fueron deportados a Siberia o huyeron al extranjero.
En
mayo de 1887 un grupo de jóvenes estudiantes de la universidad de San
Petersburgo fueron ejecutados en la fortaleza de Schlüsselburg, situada a unos
cuarenta kilómetros de la capital rusa. Dos meses antes, estos estudiantes
trataron de asesinar al zar Alejandro III lanzando bombas contra su carruaje.
La fecha elegida tenía su simbolismo: un 1 de abril de 1881 fue asesinado con
el mismo método Alejandro II, el padre del zar al que pensaban matar entonces.
Considerados terroristas, los estudiantes fracasaron, siendo interceptados por
la policía. El asunto quizá no tendría mayor trascendencia, máxime si no consiguieron
sus propósitos, pero entre los ejecutados, considerado de hecho uno de sus
principales cabecillas, estaba un joven tímido pero con voluntad de hierro,
Alexandr Uliánov (1866-1887), hermano mayor de Vladimir Ilich Uliánov
(1870-1924), quien con el tiempo sería conocido como Lenin y… bien, creo que no
hacen falta mayores presentaciones, ni explicaciones.
Alejandro
III se encerró en el castillo de Gachina, protegido militarmente día y noche.
Aunque falleció de muerte natural, vivió preso de pánico durante años y la
involución política, pues otras reformas eran ya difíciles de modificar, en
gran parte estuvo motivada por el temor al terrorismo. Según sus propias
palabras, "tomo el cetro como un autócrata que obedece un mandato
divino".
Alejandro III, como Nicolás I, su abuelo,
subió al trono en circunstancias trágicas, pero, aunque tuvo la energía de su
abuelo, no tuvo su inteligencia. Como él, se lanzó a la lucha contra el
terrorismo, pero se limitó a restaurar una autocracia vacilante, sin preocuparse
de una contrapartida modernizadora, constructiva, que fue el pensamiento
constante de su abuelo. El término autocrático se aplicaba particularmente al
régimen de los zares de Rusia, cuyo poder no estaba condicionado teóricamente
por ningún cuerpo intermedio, ley, tradición o usos y costumbres que se debieran
respetar. Una autocracia es un sistema de gobierno en la medida en que su
autoridad recae sobre una sola persona o grupo, que no tiene o no reconoce
ningún tipo de regulación o limitación para ejercer su poder.
Alejandro
III puso fin a las reformas liberales llevadas a cabo por Alejandro II, su
padre. En el aspecto físico, Alejandro III era un gigante rojo, de una fuerza
poco común. En el aspecto moral, mostró un carácter limitado y taciturno, muy
devoto de la vieja Rusia y de la fe ortodoxa. No tenía la menor duda acerca del
origen divino de su poder, ni del absolutismo como forma de gobierno. Su
nacionalismo, más bien exagerado bajo la influencia de su antiguo preceptor,
aún más inclinado a todos los extremos reaccionarios, le empujó a disparatadas
empresas. Su reinado se caracterizó por el autoritarismo, el aislamiento de las
influencias europeas, el abandono de las reformas políticas y sociales y el
impulso dado a la rusificación de los pueblos conquistados, especialmente en
Polonia, Finlandia y los territorios del Báltico.
Los
imitadores del asesinato de Alejandro II el 1 de marzo de 1881, los pelotón de
combate del segundo complot que intentaron asesinar a su hijo Alejandro III el
1 de marzo de 1887, fracasaron en todos los sentidos. La presa se les escapó. Y
sus líderes, entre ellos Alexandr Ulianov, fueron ejecutados en la horca en
mayo de 1887. Si el hermano menor de este último no se hubiera convertido en
Lenin, Alexandr no habría pasado de ser otra baja más en la larga historia de
los mártires revolucionarios rusos.
Estaban
decididos a asesinar a Alejandro III el 1 de marzo de 1887, durante el trayecto
para asistir a una misa de réquiem en memoria de su padre, en el sexto
aniversario del magnicidio de Alejandro II, una hazaña de la Voluntad del Pueblo. El
22 de febrero de 1887, los conjurados se reunieron en el café Polonais y
decidieron que debían actuar en los días siguientes. El pelotón de combate y
Ulianov se citaron a continuación el 25 de febrero y acordaron la hora, el
lugar y las posiciones. Ulianov no sólo explicó los aspectos técnicos de sus
bombas, sino que, en su calidad de teórico principal, les preparó para el caso
de que fueran capturados. Tras reunirse en la Perspectiva Nevski
a las once de la mañana, debían dispersarse a fin de patrullar los recorridos
más probables que el zar podría tomar en su camino hacia la fortaleza de San
Pedro y San Pablo.
Los
conspiradores estaban bien informados y supusieron correctamente que el zar saldría
del palacio Anichkov a las once de la mañana del 1 de marzo. Era domingo, igual
que también había sido domingo el día que su padre fue asesinado seis años
antes, y Alejandro III, en efecto, había planeado asistir a una misa de réquiem
en memoria de su padre. El zar, la zarina (María Fiodorovna) y sus dos hijos
mayores (Nicolás y Alejandro) viajarían en un trineo. El zar ordenó que
dispusieran su carruaje y séquito para las 10.45 de la mañana, pero algo
totalmente inusual ocurrió a lo largo de la cadena de mandos responsables: el
ayuda de cámara del zar le había pasado la orden al cochero, quien olvidó
informar al jefe de las caballerizas, el encargado de enjaezar los caballos y
engancharlos al carruaje imperial. Alejandro III, con el abrigo puesto y apenas
capaz de contener su rabia, esperó sentado en la antesala de su residencia en
compañía del ujier de palacio durante casi media hora. En cuanto tuvo la
oportunidad, le calentó las orejas al cochero de tal modo que llevó al pobre
hombre, un veterano con doce años de servicio, al borde de las lágrimas.
Mientras
el zar estaba de plantón, los conspiradores patrullaban las tres calles a lo
largo de las cuales tal vez pasara el trineo, y cuando el zar salió del palacio
Anichkov, la policía ya había detenido a los conjurados encargados de lanzar
las bombas. Si el cochero de Alejandro III hubiera cumplido correctamente con el cometido ordenado, los acontecimientos del 1 de marzo de 1887 tal vez se habrían
desarrollado de forma diferente, pero sólo si la policía no hubiera logrado
actuar a tiempo y los conspiradores hubieran hecho bien su trabajo. Fueron
demasiadas las contingencias como para convertir el error del cochero en un
acto de la providencia, aunque eso no impidió que muchas de las personas que
rodeaban al zar, o incluso el mismo Alejandro III, creyeran en la intervención
divina.
La
policía capturó a los terroristas con las bombas en la principal avenida de San
Petersburgo, la
Perspectiva Nevski, al mediodía del domingo 1 de marzo. Tras
seis semanas en prisión, los 15 implicados en el contubernio para asesinar a
Alejandro III aparecieron el día 15 de abril de 1887 ante un tribunal del
Senado dedicado en exclusiva a los crímenes de Estado. El juicio duró cuatro
días, a los que siguieron la lectura de la sentencia, las apelaciones y el
juicio final, y todos los acusados, salvo cinco de ellos, escaparon a la pena
de muerte. Al parecer, la falta de un cadalso permanente y la construcción de
uno nuevo retrasaron tres días la ejecución. El traslado y posterior retraso suscitaron
falsas esperanzas en los prisioneros que quedaban, al creer que el zar les
había conmutado la sentencia. Los cadáveres fueron arrojados a una fosa común,
según se acostumbraba a hacer con los criminales de Estado ejecutados en la
prisión de Schlüsselburg.
Alejandro
III nació el diez de marzo de 1845 y, por ser el segundo hijo del emperador
Alejandro II, no tenía derecho al trono del Imperio ruso. El sucesor debería su
hermano mayor, el gran príncipe Nicolás, pero murió de meningitis en 1865. Este
hecho significó para Alejandro cambios en su educación. Mientras los grandes
príncipes rusos, sin derecho al trono, se preparaban únicamente para la carrera
militar, la educación del heredero suponía unos estudios mucho más extensos y a
unos maestros más capacitados, entre ellos, profesores de la Universidad de Moscú. Uno
de los maestros del gran príncipe desde 1866 fue el profesor de Derecho e
historiador Konstantín Pobedonóstsev, quien más tarde se convertiría en el
“cardenal gris” de la corte imperial de Alejandro III y de su hijo Nicolás II.
Pobedonóstsev no estaba contento con su discípulo: “Después de las primeras
clases le pregunté sobre lo aprendido para ver qué es lo que se quedó en su
mente, resulta que no quedó nada. El gran príncipe presenta pobreza de datos y
de ideas”.
El
ministro de Finanzas Serguéi Vitte escribió que “el emperador Alejandro III fue
una persona de inteligencia común, inclusive, de inteligencia por debajo de la
media, debajo del nivel medio estuvieron sus capacidades y su educación. En el
aspecto exterior se parecía a un muzhik (paisano) de alguna provincia central
de Rusia”.
Un
periodista británico escribió: “Alejandro habla de sí mismo como de un buen
comandante de regimiento. Su aspecto físico es el de un carnicero: fuerte y
musculoso. De joven doblaba con las manos las herraduras y con golpe de hombro
rompía las puertas”.
Su
ministro de Negocios Extranjeros, Lamsdorff, le llamaba “el idiota coronado” o
“el augusto imbécil”. Primero, el zar hizo ajusticiar a los conjurados del 1°
de marzo. Luego se rodeó de gentes que le eran fieles, nombrando al general
Ignatiev para el ministerio del Interior. Fundó la «Okhrana», una policía
política temible, basada en un refinado sistema de espionaje y de denuncias,
que establecería en Rusia una vasta red de agentes provocadores notablemente
inteligentes y capaces de representar su papel en los movimientos
revolucionarios, e informando de todo, activamente, a la «Okhrana». Desde
entonces, los atentados fueron haciéndose más raros y entre 1881 y 1882, no
hubo más de tres o cuatro. Si se descubría un complot, los conjurados eran
detenidos y ahorcados inmediatamente. Así fue condenado a muerte y ejecutado,
en 1887, el hermano mayor de Lenin, Alejandro.
Alejandro
III ascendió al trono el catorce de marzo de 1881 tras el asesinato de su padre
por los terroristas de la organización clandestina Voluntad Popular. En aquel
día Alejandro II se dirigía a firmar una serie de documentos para continuar las
reformas liberales que abrirían el camino hacia la monarquía constitucional.
Los ministros de la corte de su padre aconsejaron a Alejandro III proseguir con
la política del liberalismo ilustrado pero el nuevo emperador optó por detener
las reformas.
El
veintinueve de abril de 1881 Alejandro III aprobó un manifiesto titulado “Sobre
la firmeza del poder absoluto”, que proclamaba la inamovilidad del poder del
zar de Rusia. En el manifiesto se apostó por “la fuerza y la verdad sagrada del
poder monárquico para el bienestar del pueblo”. Según las palabras de un
historiador, “el zar ruso escondió la llave de las libertades políticas en un
cajón lejano de su escritorio”. Entró en vigor la Legislación sobre la Protección del Orden
Estatal y la
Tranquilidad Social, para un período de tres años que
permitía establecer el estado de emergencia en cualquier provincia. Alejandro
III suspendió asimismo la reforma administrativa y la autogestión regional. Los
nuevos estatutos universitarios abolieron la autonomía de los centros de
educación superior y las elecciones de los rectores y decanos y establecieron
control policial sobre los estudiantes. Fue prohibida la admisión a los
colegios de los hijos de sirvientes, cocineros, cocheros, etc.
El
zar hizo caso omiso a los pogromos de los años 1881-82 en el sur del imperio y
se probó que en las acciones de violencia participaron policías vestidos de
paisano. Más graves fueron los pogroms y la política sistemática de
rusificación. Los primeros pogroms se llevaron a cabo entre 1881 y 1882.
Aquellas matanzas organizadas de judíos, en ciertas ciudades del oeste y del
sur, fueron, sin duda alguna, alentadas por la policía, que vio en ellas un
medio de apartar la atención del movimiento revolucionario y cristalizar la
xenofobia latente del pueblo ruso. En 1883, se les impusieron unas “zonas de
residencia”: cerca de millón y medio de judíos volvieron a sus países de origen
y superpoblaron los “ghettos”, acabando de convertirlos en barrios miserables.
Al mismo tiempo, el zar limitó el acceso de los judíos a las escuelas del
Estado, institutos y universidades del imperio. La preocupación por la unidad
religiosa no dejó de influir en la actitud de Alejandro III respecto a los
judíos. Para dar a Rusia una unidad ideológica, el zar, muy ortodoxo, inicia
una política de rusificación, forzada en las regiones fronterizas del Imperio:
así, Polonia, Finlandia, las provincias bálticas, aunque germanizadas, el
Cáucaso, donde las minorías eslavas y otras habían sido, hasta entonces, casi
libres respecto a sus idiomas y religiones, hubieron de sufrir la imposición
del idioma ruso y de la ortodoxia, y la considerable restricción de sus últimos
privilegios.
En
1882, el zar estableció la censura previa, con lo que desaparecía la ligera
mejora del régimen de la prensa, conseguida bajo el reinado de Alejandro II.
Pero estas medidas contra la libertad individual sólo alcanzaron a pocas
personas, y arruinaron, sobre todo, el ambiente estudiantil; pues amordazada en
el interior del imperio la propaganda política, los revolucionarios emigran al
extranjero, donde refuerzan considerablemente sus posiciones.
En
Rusia, el gobierno de Alejandro III no hizo ninguna concesión a las reformas
liberales o democráticas. El asesinato de Alejandro II en 1881 convenció a su
hijo y sucesor, Alejandro III (1881 -1894), de que la reforma había sido un
error y rápidamente instituyó lo que él dijo que eran “medidas excepcionales”. El
poder de la policía secreta se extendió. Se persiguió a los defensores de la
monarquía constitucional y de la reforma social, al igual que a los grupos
revolucionarios. Si el gobierno sospechaba que los habitantes podían ser
traidores, eran puestos bajo ley marcial distritos completos de Rusia. Los
poderes de los zemstvos, creados por las reformas de
Alejandro II, se restringieron severamente.
En
el 1887 entró en vigor la ley que limitó la admisión de judíos en las
universidades.
En
1888 el tren en el que el zar y su familia viajaban al sur de Rusia
descarrilló. La familia se encontraba en el vagón restaurante, donde el techo
se derrumbó sobre los comensales. El zar levantó los escombros y los sostuvo
hasta que todas las personas abandonaron el vagón. Cuando en 1894 Alejandro III
comenzó a sufrir agudos dolores renales, los médicos diagnosticaron que una de
las causas de la enfermedad había sido el esfuerzo físico excesivo realizado
durante el descarrilamiento.
El
veintiuno de septiembre de 1894 el emperador ruso llegó a su palacio de
Livadia, en la península de Crimea. A las puertas le esperaba la compañía de
fusileros imperiales, su guardia de honor. El zar estaba vestido con capote
militar y los fusileros llevaban guerreras. Los estatutos militares exigían que
todos los que participaban en el desfile debían estar uniformados de la misma
forma. Hacía frío, el monarca tenía fiebre y la emperatriz María le pidió que
permaneciera con el capote. Sin embargo, el zar se lo quitó y se quedó con la
guerrera, igual que los soldados. Alejandro III recorrió las filas mirando
fijamente la cara de cada uno de los soldados. Después comenzó la marcha. Aquel
fue el último desfile en honor al zar. Alejandro III falleció el 1 de noviembre
de 1894 de nefritis en el palacio de Livadia, Crimea. Tenía solo 50 años de
edad.
Cuando
Alejandro III murió, su débil hijo y sucesor, Nicolás II, último zar de Rusia
(1894-1917), comenzó su reinado abrigando la convicción de su padre, respecto
de que el poder absoluto de los zares debería conservarse: “Mantendré el
principio de autocracia de una manera tan firme y resuelta como lo hizo mi
inolvidable padre”. Pero las condiciones estaban cambiando, sobre todo con el
crecimiento de la industrialización, por lo que el enfoque del zar no se
adaptaba a la realidad, dadas las nuevas circunstancias que afrontaba.
Eduardo Dolkowsky Skzobousky llega a Tenerife con 34 años de edad procedente de Odessa. Esta foto está dedicada a Dª Rafaela Ferro Burgos, institutriz de su hijo Eduardo, fechada en Andújar. |
Era Dolkowsky, hombre de 34 años, de costumbres bohemias que procedente de Odessa (Ucrania) fijó un buen día su residencia en las islas Canarias, lo hizo en un primer momento en el valle de Orotava, cerca de Puerto de Santa Cruz, y posteriormente en la isla del Hierro, en la localidad de Valverde.
Fotografía alemana del Puerto de Santa Cruz de Tenerife año 1900. |
Dolkowsky
difundió con tesón y convicción ideológica estos ideales sociales, así como sus
pensamientos sobre la necesaria educación de las clases más pobres, y sus
postulados de amor hacia la naturaleza y a los animales, siendo un luchador empedernido
frente a la celebración de las corridas de toros en las islas, a las que
consideraba como una actividad degradante, desde un punto de vista moral, y una
señal evidente de ruindad de las personas que con ellas gozaban y se divertían.
En este sentido, sus argumentos en contra del maltrato a los animales, tuvieron
mucho peso y fuerza decisiva en cuanto a la aparición de una corriente antitaurina
canaria, que conllevaría la abolición de la fiesta de los toros en los años
siguientes en las islas, primera región donde se prohibieron las corridas de
toros.
Vista parcial del Valle de la Orotava en Tenerife. |
Antiguo empaquetado de platanos de Tenerife año 1900. |
“Hace cosa de tres
años llegó al valle de la
Orotava un joven extranjero estableciéndose en una pequeña
casa de campo en las inmediaciones del Puerto de la Cruz. Todos creían que
era uno de esos ingleses o alemanes enfermos que, huyendo de las nieblas y
hielos de Europa buscan alivio ó la curación de sus dolencias en nuestro
privilegiado clima, aunque un observador hubiera desde luego visto en los
rasgos de su fisonomía y en su carácter expansivo que en las venas de aquel
desconocido corría más sangre eslava que sajona ó teutónica. Bien pronto sus
largas excursiones, á pie y á caballo, hasta los extremos de la isla, sin
arredrarle ni el frío del invierno ni los calores del verano, dieron a conocer
que el nuevo huésped de la
Orotava, lejos de hallarse enfermo disfrutaba de una salud a
toda prueba. Su nacionalidad era un misterio, pues con la misma facilidad
hablaba alemán ó inglés que los idiomas derivados del latín y del eslavo. Un
día se supo que era médico, se descubrió cuando un niño de pocos años enfermó en
las inmediaciones de su casa y con sorpresa general el eslavo vecino le
devolvió al poco tiempo la salud, proporcionándole gratuitamente cuantos
recursos exigía su delicada situación y la pobreza de sus padres. Poco después
un joven que sufría durante algunos años una enfermedad crónica fue curado
radicalmente gracias a la habilidad y desinterés del desconocido extranjero; y
desde entonces la pintoresca casa que ocupaba en una eminencia que domina al
Puerto de la Cruz
se vio invadida de enfermos pobres de los pueblos comarcanos, del mismo modo
que muchas personas de la mejor posición social intentaron utilizar sus
conocimientos terapéuticos; pero se negó siempre a asistir a los ricos,
contestando cortésmente que en el valle de la Orotava existían dignos é
inteligentes facultativos á quienes podían acudir…En cambio los pobres, los
desgraciados, los menesterosos, esos cuyo último asilo es el hospital, fueron
benévolamente acogidos por el filántropo doctor, que no solo procuraba curar
sus inveterados males, sino que les proporcionaba medicamentos, alimentación y
cuantos recursos necesitaban, constituyéndose muchas veces á la cabecera del
enfermo, convertido en una verdadera hermana de la caridad. Y no se crea que
Eduardo Dolkowsky (este es el nombre del extranjero) es rico ni posee pingües
rentas, pues dispone solo de una modesta fortuna, aunque encuentra siempre
recursos inagotables en el tesoro de su abnegación y de su amor a la humanidad.
Héroe oscuro y anónimo del infortunio, no busca la recompensa y rehuye los
aplausos, obrando únicamente a impulsos de su noble y honrado corazón; pocas
veces habrá subido las escaleras del rico, si bien ha pasado muchas noches en
el tugurio del pobre, llevando la salud y el consuelo á los desheredados de la
fortuna de quienes la sociedad no se ocupa.
En el Valle de la Orotava, como en casi
todos los pueblos de esta Provincia, donde no existen sociedades cooperativas
que socorran al trabajador de sus enfermedades y de sus infortunios y donde los
establecimientos de beneficencia son tan pocos como deficientes, un hombre como
Eduardo Dolkowsky es un don del cielo y un verdadero prodigio. En este siglo
utilitario en que se explota la palabra filantropía y hasta los actos de
caridad, son algunas veces, el resultado de cálculos interesados y ulteriores miras,
una personalidad como la del médico ruso es tan rara como interesante….
Observador profundo, ha estudiado el clima, el suelo, la flora y la fauna de
Canarias; conoce nuestra historia, nuestras costumbres y nuestra sociedad
íntima y en la obra que prepara fruto de tres años de investigaciones y
trabajos, es de esperar que se muestre recto e imparcial, colocándose tan lejos
de la adulación como de la injusticia.
Alejado del país que
le vio nacer, lleva en la frente la nostalgia de la patria y el recuerdo de
seres queridos de quienes le separan distancias, tal vez infranqueables; es una
inteligencia que utiliza la humanidad entera, y si el proyecto que medita llega
á realizarse, la isla de Tenerife conservará un grato recuerdo de Eduardo
Dolkowsky”.
Foto de la Isla de El Hierro en septiembre de 1883. Foto de John H. Stone. |
El
Doctor Don Eduardo Dolkowsky y Skzobousky, natural de Odessa (Rusia), nacido en
1853, llega a la isla de El Hierro en el año 1.900 con su esposa Doña Teresa de
Dueñas, y su hijo Eduardo Dolkowsky Dueñas, nacido en 1899, cuando en la Isla no existía médico
alguno, recordemos que se había casado en abril de 1899, unos doce años después
de su llegada a Tenerife en 1887. Le gustó aquella tierra y decidió quedarse a
vivir en ella, poniéndole al Ayuntamiento una sola condición, la de que hubiese
al menos, carne fresca dos veces a la semana en la isla. El Ayuntamiento
cumplió ducha promesa y así el benefactor doctor desarrolla su amplia labor
humanitaria en esta isla.
Paisaje de la Isla de El Hierro. |
Pueblo de Los Llanillos de la Isla de El Hierro. |
Vista de Valverde. Isla de El Hierro. |
Valverde, isla de El Hierro. |
El
pleno del Ayuntamiento de este día 30 de septiembre de 1.903, toma el acuerdo
de hacerle hijo adoptivo en base "... cuya fama y reputación es
universalmente conocida, honrando a esta Isla con haber fijado en ella su
residencia, en la cual tantas pruebas de filantropía viene dando diariamente,
asistiendo a los enfermos con solicita y asidua constancia, y como si esto no
fuese bastante, facilitando gratuitamente medicinas a los necesitados...".
En
aquellos años el Alcalde del único Ayuntamiento de la Isla era Don José Ávila
Cejas. En octubre de 1903, unos meses antes de que marchase definitivamente
hacia la península, recibía el homenaje de la corporación municipal de
Valverde, hecho que fue recogido en el “Diario de Tenerife” dedicándole al
famoso médico una emotiva reseña de admiración y reconocimiento tras ser
declarado hijo adoptivo de Valverde, localidad en donde años después se acordó
poner el nombre de Eduardo Dolkowsky a una de sus principales calles. Hoy
en Valverde la capital de la isla del Hiero existe una calle dedicada al
mencionado Doctor Don Eduardo Dolkowsky y Skzobousky (7).
Aunque
tuvo muchos amigos que lo apoyaron, Dolkowsky Skzobousky, conoció también la
incomprensión de un sector de la isla del Hierro, opuesto a sus avanzados
postulados políticos y sociales, teniendo que sufrir por ello agresiones contra
su domicilio en varias ocasiones a lo largo de 1904, alentadas por las
fuerzas caciquiles de la isla, a las que se había opuesto abiertamente y a las
que había denunciado como el origen y la
causa del atraso social y económico de la isla (9).
Por
eso, temiendo por la integridad de su hijo y esposa, hacia noviembre de
ese mismo año, maduraba la decisión de abandonar El Hierro para instalarse en
la península, en la ciudad de Sevilla y posteriormente, en fecha imprecisa, muy
probablemente entre 1911 y 1912 en Andújar, donde su cuñada política, María del
Pilar de Dueñas Tejedo, condesa de Tavira, poseía gran parte del capital.
Una
vez en Andújar la relación de Teresa de Dueñas con Marmolejo será asidua,
no sólo porque allí poseía muchas de sus propiedades heredadas de su
hermana, y por tanto una importante nómina de personal jornalero a su
cargo, sino también por el aprecio que sentía hacia Rafaela Ferro
Burgos (1872-1959), maestra de primaria de educación refinada, a la que habían
conocido años atrás en Guadalcanal. La joven Rafaela había estudiado Magisterio
en Sevilla y tras finalizar sus estudios marchó de nuevo a su pueblo,
Guadalcanal donde casualmente iba a ser requerida por el matrimonio
Dolkowsky para encargarse de la educación del pequeño Eduardo, un
chico enfermizo y de mala salud, necesitado de los aires de Sierra Morena,
motivo por el cual los padres habían decidido marchar por temporadas a
Guadalcanal a una casa alquilada en frente del domicilio de la familia Ferro
Burgos, padres de Rafaela su institutriz.
Maestra Dª Rafaela Ferro Burgos natural de Guadalcanal (Sevilla) que fue institutriz de Eduardo Dolkowsky Dueñas. |
De
ahí surgiría una sincera y duradera amistad que probablemente fuese el motivo
del traslado de la institutriz a la ciudad de Andújar, una vez que los
Dolkowsky le propusiesen continuar con la educación del niño en su nuevo
domicilio iliturgitano de la
Corredera de San Bartolomé.
Foto del año 1905 de la calle Corredera de San Bartolomé de Andújar. |
Bien por estos motivos profesionales que ejercía como institutriz, o por su matrimonio con Manuel Medina Mañas, un linarense afincado en Marmolejo, quien era considerado uno de los pilares básicos del liberalismo local, y persona de la confianza del alcalde del partido Liberal Lorenzo Romero García del Prado. Sea por una u otra razón o tal vez por las dos, el caso es que Rafaela acabó residiendo de forma estable en la célebre villa de las aguas minero medicinales de Marmolejo, consagrada de por vida a la labor docente de las hijas de las familias más pudientes, y como no, a su único hijo, el pequeño José Medina Ferro, años después conocido veterinario local.
Las
visitas del matrimonio Dolkowsky a Marmolejo tuvieron que ser también
especialmente frecuentes durante la temporada de aguas, momento idóneo para el
encuentro con destacadas personalidades de la política, la cultura
y la ciencia, que año tras años quedaban emplazadas en Marmolejo, para
disfrutar de unos días de descanso y las aguas de su Balneario.
Plaza de la Constitución de Marmolejo hacia los años de la decena de 1920. Los obreros esperan en la plaza del pueblo para ser contratados para las faenas del campo. |
Eduardo
Dolkowsky Skzobousky falleció en Andújar el 14 de julio de 1921, a los 68 años de
edad. Teresa, nuevamente viuda, volvió a contraer su tercer matrimonio
en fecha que desconocemos; pero sin duda antes de la llegada de la II República,
con nuestro paisano Bonoso Lara Mercado, abogado y maestro, natural
de la Higuera
de Arjona al que “La Rusa”
había pedido años atrás se hiciese cargo de la educación de su hijo.
Manuel
Lara Mercado el pequeño de la familia, recibió en herencia la parte ganancial
del matrimonio Bonoso y Teresa, por testamento de Bonoso; con lo que desde
entonces y gracias a esta herencia fue apodado en Lahiguera como “El rico
nuevo”. Teresa y Bonoso fueron los padrinos de boda de su hermano Manuel y de
bautismo de la hija primogénita Teresa Lara.
Al
morir Bonoso la finca de Villalba de
Marñolejo fue heredada por su hermano Manuel, que en Marmolejo sería también
conocido como el “rico nuevo”.
Quizás
por imperativo testamental de su hermana María Pilar, Teresa llegó a constituir
en los últimos años de su vida una fundación benéfica en Andújar dedicada a la
caridad y socorro de personas sin recursos.
Gracias
a un amigo cayó en mis manos el fascículo número 9 de la colección de D. Pablo
Utrera, titulado: La guerra Civil en Andujar contada al detalle: Bibiano Porras
versus Bonoso Lara.
En
este fascículo se dice:
“Tenemos
en nuestros archivos un documento manuscrito a lápiz en el que se lee: Asunto
Porras. Tomar declaración Conserje La Cultural echado por Porras (nombre se ignora pero
es muy conocido).
Oír a Pedro Alés pues éste parece ser que oyó como Jefe de
Investigación a Cristóbal Fernández, preso en la cárcel de Andujar, Presidente
Frente Popular que Porras dio orden o presentó denuncia ante el Frente Popular
contra Bonoso Lara detenido en Madrid y asesinado, así como contra…
Cuando
este folio manuscrito cayó en nuestras manos, seguimos tirando del hilo, ya que
conocíamos la identidad de Pedro Alés, uno de los andujeños más acaudalados de
la postguerra, pero ignorábamos qué había ocurrido para que Porras denunciara a
un tal Bonoso y éste apareciera asesinado en Paracuellos, tras ser detenido, en
Madrid.
Nuestro
trabajo dio su fruto.
Porras, era en realidad Bibiano de Porras Sainz - Pardo, un abogado
de 43 años de edad casado, natural de Portugalete, vecino de Madrid al acabar
la guerra. Sin embargo en el 1936 vivía en Andujar, siendo uno de los
fundadores del Centro la
Cultural y directivo, junto a José Llaguno, Diego Flores y
Antonio Mezquita entre otros, sin olvidar al médico Antonio Fernández Valdés.
A la profesión de Bibiano Porras, abogado, éste añadía la de
explotación de locales de espectáculos públicos, fijando a final del año 1934
su residencia en Andujar ya que arrendó el cine Tívoli de Andujar y otros
locales de la ciudad.
Este
letrado, se permitió, en un escrito manuscrito que conservamos afirmar que tras
el 18 de julio, no obstante la época de terror que se vivió en Andujar, en
ningún momento colaboró directa ni indirectamente con los elementos marxistas,
pudiendo dada su formación cultural, en un pueblo atrasado e inculto como
Andujar (el subrayado es propio) haber sido en lo profesional, en lo
público y hasta en lo militar lo que hubiera deseado, queriendo situarse, no
fue nada, no intentó nada, no quiso ser nada.
¿Y
es resto? Extrañamente, aunque Bibiano de Porras era casado, afirma que durante
la guerra vive solo en Andujar ya que la familia estaba en zona nacional y que
cuando el 29 de marzo de 1939 las tropas nacionales toman Andujar, él aloja en
su casa a dos oficiales franquistas y al auditor Ruiz Verdejo.
Sabemos que Bibiano Porras” son sus palabras “ en septiembre de
1936 se afilió a Izquierda Republicana estando al frente de dicho partido el
comerciante de tejido don Francisco Perea, ocupando Bibiano el cargo de
Tesorero. También es cierto que el Frente Popular el 25 de julio, incautó el
cine Tivoli que el explotaba, sin embargo el propietario era … un tal Bonoso
Lara, oriundo de Lahiguera y vecino de Madrid.
Pero
sigamos conociendo a don Bibiano.., ya que cuando declara en su defensa afirma:
“El que expone, escribió en Atalaya ( un semanario de la Cultural) … un buen
suelto contra el homosexualismo procurando en sus artículos poner de manifiesto
lo que consideraba como lacras sociales para procurar remedio.
¿Intentaba defenderse de algo don Bibiano Porras, con tales
declaraciones ante el fiscal de Lara? Ante esta pregunta, la misma autodefensa
del arrendatario del cine Tívoli, nos va dando pistas, como si con su letrada
defensa tirase del hilo de un ovillo que acabaría en tragedia: El asesinato en Madrid
del propietario del cine Tivoli de Andujar a manos de milicianos.”
“Bonoso Lara, casado con Teresa Dueñas, propietario del Tivoli pero
residente en Madrid durante la guerra, había sido denunciado por Bibiano Porras
ante los juzgados de Andujar, ya que sus relaciones comerciales se habían
quebrantado.
Llegó la guerra y, según la versión de Porras, aquel juicio se
suspendió, previo acuerdo de las partes litigantes.
Algo imprevisto sucedió en Madrid en la persona de Bonoso Lara,
como podemos leer en una declaración que hace ante el Fiscal de la Causa General una tal Josefa
Galán Ballesteros, soltera y natural de Higuera de Arjona, sirvienta de Bonoso
Lara y Teresa Dueñas en Madrid que dijo:
“Que el día 19 de octubre
encontrándose la declarante sirviendo a doña Teresa de Dueñas y a su esposo don
Bonoso Lara, en su casa de Madrid, Zurbano num. 51 se presentaron a las cuatro
de la tarde los milicianos armados. Uno de ellos apellidado Palomo, a fin de
detener al señor al que dijeron que así ocurría por una denuncia que se había
recibido de Andujar. Que el señor dijo que el no había hecho nada para que lo
detuviesen, pero esto no sirvió para nada por cuanto se lo llevaron, así como
también a su señora. Que la que declara durante cuatro días estuvo buscando a
sus señores logrando averiguar que don Bonoso se encontraba en la Cárcel Modelo y doña
Teresa en la Prisión Habilitada
de la Plaza del
Conde de Toreno. Que estuvo llevándole comida a ambos hasta el día 28 de
noviembre de 1936 en que al llevarle la comida a la cárcel a su señor se enteró
la declarante que lo habían asesinado en Paracuellos del Jarama, ignorando
quienes fuesen los autores materiales de tal crimen.”
Cárcel Modelo de Madrid donde fue recluído D. Bonoso Lara Mercado. |
Itinerario seguido desde las cárceles a Paracuellos y Torrejón de Ardoz, y Distribución de las fosas de Paracuellos. |
Exhumación de cadáveres de fusilados en Paracuellos tras la Guerra Civil. Archivo de la Agencia Efe. |
Con tal declaración se implicaba gravemente a Bibiano Porras que se ve obligado a hacer una defensa amplia y contundente de sus actuaciones en Andujar y cuya declaración extraída de los archivos de la Causa General, ofrecemos a los lectores, asumiendo la dificultad lectora que su copia conlleva, dicho documento consta de cuatro hojas y se la reproducimos en las siguientes páginas.
Folio Timbrado nº O.1.348.054.
Declaración del Testigo Bibiano
de Porras Sainz Pardo.
En Jaén a diez y nueve de
septiembre de mil novecientos cuarenta y uno.
Ante mi Sr. Fiscal, delegado para
la Instrucción
de la Causa General
de Jaén compareció el testigo anotado al margen, de cuarenta y tres años de edad,
de estado Portugalete (existe una equivocación
respecto a este apartado), natural de Portugalete (Vizcaya), de
profesión abogado, que no ha sido procesado, con domicilio en Madrid, Plaza de
Santa Catalina Donados 2 y después de
prestar juramento de decir verdad y enterado de las penas por falso testimonio,
fue interrogado y DICE:
Que el Centro Cultural se
constituyó en Andujar en el mes de Abril de 1936, sin matiz político alguno,
formando parte del mismo, cuantos sentían apetencias culturales, ya que la
única finalidad del mismo, era crear una buena biblioteca, dar clases de
idiomas, organizar conferencias, exposiciones de arte local, en una palabra:
cultivar todas las manifestaciones del arte y de la cultura. Bajo dicha tónica
exclusivamente se desenvolvió su actuación hasta el 18 de julio, habiéndose
organizado una clase de francés a cargo de D. Francisco Montoto y D. José
Castillo Folache; una clase de inglés a cargo de D. José Llaguno y una clase de
alemán de un socio de esta nacionalidad, cuyo nombre no recuerda el que expone.
Inauguró el ciclo de conferencias D. Santiago Montoto, cronista oficial de
Sevilla con un tema sobre Bécquer, a la que siguió otra del Sr. Baciá sobre un
motivo religioso y otro sobre la lepra por D. Antonio Fernández Valdés. En los
comienzos de la época roja sirvió de refugio
y protección a muchos elementos de derechas, algunos de los cuales no
eran socios del mismo; y cuando después fue invadido el local por los
milicianos rojos y los dirigentes marxistas, impotente la Junta Directiva para impedir la
entrada en el Centro de aquellos elementos indeseables, acordó convertir la
entidad en una filial de la Regional
Andaluza de “Intelectuales Antifacistas” (R.A.D.I.A.)
fueron tan numerosas las solicitudes de
ingreso que de personas derechistas se recibieron, que tuvo temor la citada
Junta de ser perseguida y de que el Centro Cultural fuera despojado de sus
bienes, por lo que no llevó adelante su proyecto y la sustitución de él acordó
suprimir radicalmente el servicio de ambigú, y así se consiguió que dejaran de
acudir todos los que habían tomado el Centro Cultural por un Establecimiento
público.
Niega
rotundamente que el Centro Cultural tuviese la menor intervención en
conversiones o acuerdos para asesinatos de personas de orden, ni que en el
mismo se fraguasen tales monstruosidades. Antes al contrario, el que expone
pudo observar, en una ocasión como algunos socios del mismo cuando eran
requeridos por familiares de personas de orden que habían sido detenidos por
marxistas, acudían presurosos a realizar las gestiones que estaban a su alcance
para evitar que fuerran encarcelados o asesinados.
El que
expone, jamás ni de cerca ni de lejos tuvo conversaciones ni contacto con
personas algunas relacionadas con los crímenes que los rojos realizaron, a no
ser para execrarlos y para manifestar todo el terror y toda la repugnancia que
tales desmanes le producían.
Por su
formación espiritual, por su fe cristiana, fe viva, consciente, heredada de sus
mayores y en todo momento fervientemente practicado, niega, con todas las
fuerzas de su alma, ser masón como se le pregunta.
Antes del
18 de julio de 1936 el que expone no tuvo ninguna actividad política,
dedicándose exclusivamente a ejercer honrada y dignamente su profesión de
Abogado y a la explotación de locales de espectáculos públicos. A fines del año
de 1934 fijó su residencia en Andujar, previamente informado de las
posibilidades que existían para el ejercicio de su profesión y para la
explotación de los cinematógrafos de la citada plaza. En la nueva residencia
continuó su vida de orden y de trabajo, dedicado a sus negocios y a su hogar,
sin tertulias de cafés, y con reducido número de amistades, todas personas de
orden. Un mes antes, aproximadamente, de las elecciones del mes de Febrero, los
elementos directivos de derechas, que organizaban en Andujar la propaganda
electoral, manifestaron al que expone si tenía algún inconveniente en cederles
en monopolio los tres locales de que disponía para que fueran solamente las
derechas quienes dieran en ellos los actos de propaganda que estimasen
oportunos. Accedió gustoso, el que expone, a tal deseo fijándole una cantidad
moderada en concepto de alquiler, más a los pocos días los citados señores
directivos contestaron dando las gracias por la atención y manifestando que
habían desistido de tal proyecto para evitar que su actitud se tomase como una
provocación. Organizaron después un acto de propaganda, y de la cantidad fijada
por el alquiler del local les entregó el que expone un donativo para contribuir
a los gastos que las elecciones les originaba, contribuyendo así a una
suscripción que a tal fin habían abierto, y a engrosar la cual fue invitado por
carta el exponente.
A partir
del 18 de Julio, no obstante, la época de terror que se vivía en Andujar, el
que expone, en ningún momento colaboró ni directa ni indirectamente con los
elementos marxistas y pudiendo dada su formación cultural, en un pueblo
atrasado e inculto como Andujar, haber sido en lo profesional, en lo político y
bastante en lo militar lo que hubiese deseado queriendo situarse, no fue nada,
no intentó ser nada, no quiso ser nada. Incompatible ideológicamente con el
marxismo por su doctrina de lucha de clases, por su ateismo y por su concepción
materialista de la historia, su criminal actuación le enfrentó abiertamente con
ellos. A continuación consigna el exponente como pruebas de la conducta que
siguió en aquella época de abierta oposición a los rojos y de franco apoyo a
las personas de orden, algunos de los muchos actos que en tal sentido realizó:
Acudió como testigo de descargo en los dos juicios para que fue solicitado, y
tanto en el de D. Rafael Marín Jordán como en el de Doña Trinidad León Sola,
hizo una defensa enérgica de los acusados no obstante los riesgos que se
corrían cuando se actuaba en tal forma por las amenazas y represalias de las
hordas rojas. En plena revolución roja acudió un patrono al despacho del que
expone rogándole le defendiera ante el Tribunal Industrial de las injustas
peticiones de un m obrero, y el exponente acudió con toda valentía al citado
Tribunal, en aquellos momentos tan peligrosos, en defensa de los intereses que
le habían sido encomendados, y, así se perdió el juicio no fue por falta de
tesón en la defensa, sino por cobardía en los patronos que formaban parte del
Jurado. Este caso único en Andujar y acaso en toda la zona roja la realizó el
que expone con un patrono a quién ni siquiera conocía, Doña María Josefa de la Cal, y a quién por cierto, no
cobró honorarios algunos.
Una noche
de aquella época trágica se presentó, acompañado de su esposa, en el domicilio
del exponente el Sr. Martínez Jimena, vecino de Villanueva de la Reina, un señor con el que
sólo había hablado dos veces con el objeto de comprarle unas sillas para el
cine de verano. Expuso su situación llena de angustia y como venían perseguidos
por las Hordas rojas el exponente les facilitó el apoyo económico necesario
para que pudieran salvar sus vidas, escapando de la persecución que eran
objeto. En la esfera profesional, salvo la actuación antes indicada, no
intervino en ningún asunto; y no sólo no se afilió al Sindicato de Abogados,
sino que a fines del año 1936 se dio de3 baja en la contribución Industrial.
Viviendo
solo en su domicilio durante toda la guerra nunca tuvo voluntariamente ningún alojado
rojo; en cambio, cuando fue liberada la ciudad de Andujar y no obstante esperar
a su familia que se hallaba en la zona Nacional, se apresuró a ofrecer su casa
en donde fueron alojados dos oficiales y el Auditor Sr. Ruiz Verdejo.
Cómo se
hacía imposible por momentos, vivir en libertad sin pertenecer a alguna
organización, el que expone se afilió en el mes de Septiembre al partido de
Izquierda Republicana, al frente del cual figuraba una persona digna y honrada,
D. Francisco Pérez. En dicha organización tuvo que aceptar en pocos meses el
cargo de Tesorero con carácter forzoso que era cargo obligatorio, sopena de ser
baja en el partido; y dentro del mismo procuró siempre favorecer a las personas
de orden, consiguiendo el ingreso de alguna para evitar molestias y acaso
persecuciones. Los elementos rojos procuraron molestar al que expone en todo
momento: se incautaron del cine Tivoli que explotaba el 25 de Julio; le
requirieron para trabajos de fortificación, cosa que pudo evitar mediante el
pago de toda la guerra de una cuota semanal de diez pesetas; le acusaron de
contribuir al Socorro Blanco, y por fin en Septiembre de 1937 le detuvieron por
fascista peligroso, siendo libertado merced a las gestiones del partido al que
pertenecía, y por haber contraído una grave enfermedad, una pleuresía que ya le
retuvo enfermo hasta el final de la guerra.
El
semanario Atalaya “Atalaya” surgió de una tertulia de amigos en el Centro
Cultural, como propaganda del mismo y con la única finalidad de que los socios
que lo deseasen escribieran en él bajo su exclusiva responsabilidad y con libre
iniciativa para la elección de los temas. De lo expuesto se deduce que no tenía
ningún matiz determinado y que en el semanario escribían los socios que lo
deseaba, sin tener en cuenta sus ideologías. Por lo que se refiere el que
expone, escribió en Atalaya un artículo sobre la usura y otro contra el
caciquismo, éste, en términos generales,
sin referirse concretamente a ninguna organización política, pero inspirado en
el ambiente caciquil que se respiraba en todos los sectores políticos de
Andujar; escribió también un breve suelto contra el homosexualismo, procurando
en sus artículos poner de manifiesto lo que consideraba como lacras sociales,
como procurar su repudio. Sus escritos aparecían siempre con su nombre y
apellidos, salvo el último citado, que por su poco volumen solo llevaba la
inicial de su apellido.
Las relaciones con don Bonoso Lara y su esposa Doña Teresa Dueñas
con el exponente fueron siempre las correctas y normales entre personas que no
tienen una íntima amistad. En la primavera de 1936 surgió un roce de intereses
derivado del contrato de arrendamiento que sobre el cine Tivoli teníamos
suscrito, siendo defectuoso e insuficiente el sistema de ventilación que en el
citado local había instalado el propietario, y habiéndose ocasionado graves
perjuicios al exponente en la explotación del negocio durante el verano de
1935, llegó la primavera del 36 sin que se realizaran las obras necesarias para
instalar un sistema eficaz de ventilación, no obstante las promesas por el
señor Lara en tal sentido: Tal incumplimiento por parte del arrendador, obligó
al que expone a instalar un Cine de verano con los perjuicios y gastos
consiguientes, perjuicios que se vio obligado a reclamar judicialmente a don
Bonoso Lara presentando la oportuna demanda ante el Juzgado de la 1ª Instancia
de Andujar. Se hallaba el pleito en tramitación cuando surgió el Glorioso Movimiento Nacional, y como el señor Lara,
que como letrado dirigía personalmente el asunto, residía a la sazón en Madrid
y por ser persona de orden iba a tropezar con dificultades para seguir
normalmente la tramitación del pleito, a la primera indicación que en tal
sentido le hizo su Procurados Sr. Martínez Navarrete, renunció a continuar el juicio
y en un escrito firmado conjuntamente se pidió al Juzgado la suspensión del
procedimiento. No quiso el que expone aprovecharse de aquella contingencia y
obtener, ante la indefensión de la parte contraria, una sentencia favorable que
le hubiera resarcido de los perjuicios
irrogados en la explotación del negocio. Esto aparte, en relación con el cine Tivoli, procuró
durante toda la guerra cuidarlo con la mayor diligencia, evitando que se
alojaran en el mismo Batallones rojos y realizando las obras de conservación y
mejoras que tuvieran a su alcance.
Cine Tívoli de Andújar en fase de construcción, propiedad de Dª Teresa de Dueñas Tejedo y D. Bonoso Lara Mercado. |
Construcción del Cine Tívoli de Andújar en fecha 15 de Julio de 1934. |
Respecto
a la intervención en el intento de estafa a Don Pascual Jiménez Prieto no
sabría el exponente a qué se refiere tal pregunta si no hubiera sido en otra
ocasión interrogado en tal sentido. Orientado por tal causa, tiene que exponer
lo siguiente: Una mañana del mes de agosto o septiembre de 1936 recibió en su
domicilio la visita de, a quién había conocido en el Centro Cultural después
del 18 de julio manifestándole dicho señor que había cesado en la administración
de los bienes de una señora, (cuyo nombre no recuerdo) y que tenía que rendir
las cuentas de la misma a Don Pascual Jiménez que era el Abogado o Apoderado de
dichas señoras. Llevaba manuscritas unas relaciones de cobros, pagos, jornales
y demás asientos propios de una administración defectuosamente redactadas, y
tan solo deseaba que el que expone se los pusiera debidamente ordenados a
máquina para presentarlas en las debidas condiciones. Nada anormal había en
petición tan lógica y el exponente le invitó a que esperase por poco tiempo si
quería llevarse el trabajo ultimado. Rehusó esperar por sus ocupaciones del
momento y el día siguiente, o a los dos días fue a recogerlo en su nombre don
Rafael López Morón. Estima innecesario el que expone rechazar toda sospecha de
verse mezclado en tal intento de estafa, si lo hubo, pero su tónica moral está
muy distante de verse envuelto en tales delitos.
En
cambio, cuando se hallaba detenido en ésta capital el S. Cabezudo, yerno de D.
Pascual Jiménez, a instancia de su esposa doña Úrsula, realicé una visita y
cumplí los encargos que se me dieron para llevarle noticias y el aliento de los
suyos.
Durante
la temporada que duró el asedio a los Héroes de la Virgen de la cabeza, tan
solo subió el que expone dos veces a la sierra, siempre lejos del Santuario y
en días que no hubo operaciones. El día que terminó aquella epopeya, subió en
unión de su hermano político D. Enrique Linaza (que poco tiempo después se pasó
a la Zona Nacional)
y de don Guillermo Martín, no, movido
tanto por la curiosidad como por la simpatía, sin poder llegar hasta el
Santuario por obligarnos antes a retroceder la fuerza roja; pero por el camino
se encontraron con los heroicos defensores a los que solo prodigaron frases de
afecto y de simpatía. Rechaza, pues, como una infamia la frase de “¿Creéis que
ibais a estar ahí toda la vida”? que al parecer ahora le es atribuida por
alguien.
Jamás
estuvo el que expone en tertulias donde se hallase el asesino Miguelón, ni en
parte alguna sostuvo conversación con tal criminal. Mucho menos se iba a
permitir la menos confianza con tal monstruo, ni darle palmaditas para animarle
a que continuase realizando crímenes.
Solo una vez incidentalmente se vio obligado a contestar una pregunta que le
hizo dicho asesino relacionada con un aparato de radio y testigo es D. José
Sánchez Pinzón, vecino entonces en Andujar del exponente, de cómo al legar a
casa le dijo:” Voy a lavarme la boca porque he tenido que cruzar la palabra con
Miguelón”. Falsa, absolutamente falsa, es la frase que se le imputa de ¿Qué
cuentos han caído? Hay que seguir la limpieza”.
Sobre los
extremos de este interrogatorio fue examinado el que expone, en el
procedimiento sumarísimo de urgencia seguido contra el mismo en Andujar por el
Juez Instructor don José Arnel Fiestas,
bajo el núm.13.123, siendo aquel sobreseído en Córdoba por Decreto de 30 de
Julio de 1940 por no aparecer acreditada la participación del exponente en
hechos delictivos, así como tampoco en ayuda y colaboración a la causa roja.
Que no
tiene más que decir. Ratificase previa lectura y firma con s. s. de que doy fé.
Aparecen tres firmas, una de
ellas es de Bibiano de Porras, Lara (Llaguno Lara) y ¿Marcos López?
En el expediente, aparece una
declaración de José Figueroa Valenzuela que declara en defensa de Porras,
negando el que el tal Porras junto con Fernández Valdés, Llaguno Lara y a pesar
de las ganas que Gabriel Vera Martínez, Delegado comarcal del Servicio de
Información e Investigación del F.E.T. y de las J.O.N.S. le tenía al tal Bibiano,
como se deduce de los documentos que ofrecemos a continuación.
Declaración de José Figueroa
Valenzuela declarando en defensa de Bibiano Porras:
Aparece la numeración 91 y O. 1.347.692
Declaración del testigo José
Fernández Valenzuela.
En Jaén a veintidós de septiembre
de mil novecientos cuarenta y uno.
Ante el Sr. Fiscal, delegado para
la instrucción de la Causa General
de Jaén compareció el testigo anotado al margen, de cuarenta años de edad, de
estado casado, natural de Campillo de Arenas, de profesión industrial, que ha
sido procesado, con domicilio en Andujar calle Magdalena núm. 31 y después de
prestar juramento de decir verdad y enterrado de las penas por falso
testimonio, fue interrogado y DICE:
Preguntado
para que manifieste si es cierto que el día 1 de Noviembre de 1936, la Aviación roja estuvo
durante todo el día bombardeando el Santuario de la Virgen de la Cabeza, y el Bibiano de
Porras, Antonio Fernández Valdés, José Llaguno, y el declarante, prepararon una
gran merienda y en el automóvil de Valdés se trasladaron aun sitio Estratégico,
próximo al Santuario, para presenciar los efectos que producían las bombas de la Aviación y los
proyectiles de los cañones de los rojos que dispararon durante todo el día sin
cesar. Todos los elementos citados llevaban, unos rifles y otros fusiles, y que
este hecho lo repitieron varias veces: Contesta que no es cierto, y que si el
estuvo en el Santuario o cerca de él fue para pasar una temporada en la finca
llamada” Encinarejos” en la cual se instaló sin permiso alguno.
Preguntado
para que manifieste si cree o sospecha que Bibiano de Porras intervino como
inductor o de otra manera en asesinatos o actos vandálicos ejecutados en
Andujar dice que no le consta.
Leída
esta declaración se afirma y ratifica previa lectura y firma con s.s. de lo que
doy fé.
Aparecen las firmas de Lara y
José Figueroa.
Mitos al descubierto - La masacre
de Paracuellos de Jarama
Una serie de 13 capítulos que
analiza la Guerra Civil
con motivo del 75 aniversario de la contienda. El trabajo, elaborado por el
Instituto de Estudios Históricos del CEU, cuenta con dirección y guión de los
historiadores Alfonso Bullón de Mendoza y Luís Togores, e incluye gran cantidad
de imágenes históricas, así como recreaciones fidedignas elaboradas con
elementos de época.
La declaración del mismo
Bibiano Porras y la de José Figueroa, salvaron al abogado madrileño del pelotón
de fusilamiento, ya que el mismo fue puesto en libertad el 10 de octubre de
1941, libertad que dejó en la oscuridad el asesinato del dueño del cine Tivoli,
Bonoso Lara Mercado.
Documento de Gabriel Vera (Hoja
1)
Aparece en número 95 a la derecha del escrito y
a la izquierda el membrete de la Falange
Española Tradicionalista y de las J.O.N.S. Servicio de
información e Investigación. DELEGACIÓN COMARCAL. ANDÚJAR (Jaén) Nº 373.
GABRIEL
VERA MARTÍNEZ, DELEGADO COMARCAL DEL SERVICIO DE INFORMACIÓN E INVESTIGACIÓN DE
F.E.T. Y DE LAS J.O.N.S.
CERTIFICO: Que según
documentos que obran en el archivo de esta Delegación aparece una declaración
por Cristóbal Fernández Gutiérrez en la que literalmente dice así: DENUNCIA
CONTRA DON BONOSO LARA MERCADO: Recuerdo que Don Babiano de Porras presentó una
denuncia contra dicho Sr. En el Frente Popular, pero sin que por el tiempo
transcurrido pueda precisar el alcance de la misma y cura que se le dio.
También
consta otra que dice: DENUNCIA CONTRA DON SANTIAGO OLIVER Y EMPLEADOS DE LA BANCA LOCAL.
También
recuerdo que el denunciante fue el Don Bibiano de Porras, pero esta denuncia la
hizo en Jaén, ignorando si lo hizo por escrito o telefónicamente, pues de la Capital vinieron los
Policías que intervinieron en las detenciones de dichos individuos.
Y
para que conste a petición del Sr. Juez de Instrucción firmo el presente en
Andujar a tres de Octubre de mil novecientos cuarenta y un.
Rúbrica de Don Gabriel Vera
Martínez.
Documento de Gabriel Vera (Hoja
2)
Aparece escrito el Saludo a Franco ¡Arriba España! En el ángulo
superior derecho del escrito. Debajo la numeración 000 49 correspondiente a
este escrito.
A la Izquierda aparece el
membrete FALANGE ESPAÑOLA
TRADICIONALISTA Y DE LAS J.O.N.S. JEFATURA PROVINCAL DE JAÉN.
Número……
INFORME
emitido por la
Delegación Comarcal, -Servicio de Información e Investigación
de FTE y de las J.O.N.S. DE Andujar, relativa a la actuación político- social
de BIBIANO DE PORRAS SAINZ PARDO.
“Que
según informes que obran en estos archivos de BIBIANO DE PORRAS Y SAINZ PARDO,
que este ha sido siempre destacado elemento izquierdista y se reunía casi a
diario en el Centro Cultural con los hoy detenidos y algunos de ellos ejecutado
Adolfo Montilla, José Figueroa Valenzuela, Antonio Fernández Valdés y los
asesinos Francisco Gata Miguel Arenas (A) Miguelón ) y el Cantudo, comentando
con regocijo los asesinatos que estos cometían, asistía a terrenos próximos al
Santuario de Santa María de la
Cabeza con los citados Fernández Valdés, Figueroa Valenzuela
y José Llaguno González, provistos de sus respectivos fusil o rifle en los días que la Aviación Roja bombardeaba el
Sagrado sitio para presenciar y festejar con “copazos” el derrumbamiento del
edificio del Venerado Santuario de la
Virgen de la Cabeza.-
También intervino el Sr. Porras en el robo que se pretendía
cometer de VEINTIDOS MIL PESETAS a D. Pascual Jiménez Prieto, precisamente en
los días que con más intensidad imperaba el terror marxista.- E igualmente el
citado Porras el día 1º de Mayo de 1937 en que se hicieron prisioneras las
fuerzas Nacionales del Santuario de la Virgen de la Cabeza se encontraba en dicho lugar entre las
fuerzas rojas festejando con botellas de
vino la toma de tan sagrado lugar por las hordas marxistas y al paso de las
heroicas fuerzas Nacionales que quedaron prisioneras por los rojos dijo a uno
de ellos “Es que os creíais que os iba a durar eso toda la vida..- En el mes de
Octubre del 1936 este individuo denunció a todos los componentes de la banca
local y a D. Santiago Oliver y Román, notario de esta siendo dichas personas
detenidas inmediatamente y algunas de ellas conducidas a la Cárcel de Jaén con gran
riesgo de su vida ya que eran momentos de terror puesto que en aquella fecha
era cuando se estaban asesinando a las personas de orden habiendo sido algunas
de las detenidas maltratadas por los milicianos rojos.- A primeros del año 1936
se fundó en esta población el periódico “ATALAYA” En el cual y en todos sus
artículos escribía el encartado dirigiendo en la mayoría de ellos toda clase de
insultos para las personas de orden.- Al iniciarse el Glorioso Alzamiento
Nacional este individuo se reunía a
diario en el Centro Cultural del cual
era uno de sus fundadores con los elementos
más destacados del Frente Popular de esta.- También desempeñó el cargo
de Tesorero de Izquierda Republicana donde marcho en varias ocasiones a Jaén en
representación de este partido a varias Asambleas que allí se celebraron.- En
todo momento observó pésima conducta y es elemento de pésimos antecedentes
considerándole por tanto como peligrosísimo
a Nuestra Causa Nacional.
ES COPIA
Debajo y en el centro aparece la
impresión en tinta del sello de caucho de la Falange Española
Tradicionalista y de las J.O.N.S. Jefatura Provincial de Jaén.
Debajo la numeración del folio
000 50
Libro Paracuellos-Katyn del autor
Cesar Vidal, donde aparece Bonoso Lara Mercado (en la lista aparece con el
nombre de Donoso en lugar de Bonoso) como uno de los fusilados en Paracuellos
con el número 1904 de la relación numérica en página 355 de un total de 4021
integrantes de la relación, que concluye en la página 375.
“De todas estas acusaciones se salvó Bibiano Porras. Lo cierto es
que se volvió a Madrid donde fue un gran empresario de salas de cine, viviendo
con su esposa María Teresa Lizana de la que tuvo dos hijos: Ana María y
Alfonso.
Mientras tanto, en Lahiguera, Teresa Dueñas, vistió luto largo,
haciéndose una pregunta de por vida ¡Quienes llamaron desde Andujar dando
órdenes a los chequitas de Madrid para asesinar a su esposo Bonoso?
¡Una tragedia con fin misterioso, fatal para el propietario del
cine Tivoli de Andujar y de libertad sin cargos para su arrendatario!”
|
En esta imagen se puede ver lo descrito más arriba sobre Bonoso Lara Mercado.
Documento de la puesta en
libertad de Bibiano Porras. (Es un documento de los Archivos Estatales del
Ministerio de Cultura)
Aparece a la derecha como número
de escrito 104.
A la izquierda aparece el
membrete de la PRISIÓN PROVINCIAL
DE JAÉN. DIRECCIÓN. Debajo el núm. 12735. Debajo los números de sumario y rollo
194.
El escrito dice así: Me honro en
comunicarle a V. S. que en virtud de su respetable orden fecha 10 del
corriente, ha sido puesto en libertad el detenido Bibiano de Porras Sainz-Pardo
por el delito de (aparece en blanco) cuyos números y año se expresan al margen.
Dios guarde a España y a (en
blanco) muchos años.
Jaén10 de Octubre de 194- (Falta
el dígito de las unidades).
Firmado por el Secretario de la Prisión Provincial.
Escrito dirigido a la
Fiscalía de la
Audiencia de Jaén.” (10).
Solamente me queda decir que la viuda de Don Bonoso Lara Mercado no vivió en Higuera de Arjona (Lahiguera), visitaba a la familia y era explendida con la familia de su difunto marido.
Granada 23 de junio de 2016.
Pedro Galán Galán.
Bibliografía:
Cowles,
V.: Los Romanov. Barcelona, Noguer: (1975).
Enciclopedia
de Historia Universal HISTORAMA Tomo IX La Gran Aventura del
Hombre: Civilizaciones de Occidente Tomo B Jackson Spielvogel. (2004).
Figes,
Orlando: La revolución rusa (1891-1924). La tragedia de un pueblo. Barcelona:
Edhasa. (2000).
Meyer,
Jean Rusia y sus imperios (1894-2005). Barcelona: Círculo de Lectores/Tusquets.
(2009).
Pomper,
Philip: El hermano de Lenin, de. (2010). Editorial Ariel.
Vidal,
Cesar: Paracuellos-Katyn: Un ensayo sobre el genocidio de la izquierda.(2005.
Editorial Libros Libres, Págs: 355-375.
Páginas
Webs consultadas:
Referencias de citas:
(1) Sánchez Tostado, L. M.
La Guerra Civil
en Jaén. 82 Páginas. Censo de victimas derechistas, página 8.)
(2) Rivas Morales,
Antonio: Arjona: Galería de personajes. (2013) Biblioteca Urgavonense. Edición
propia. Páginas 364-366.
(3) Gómez Martínez.
Enrique: Las cofradías de la
Virgen de la
Cabreza y su suspensión en el Reinado de Carlos III. B.I.E.G.
Enero-Junio 2008. Nº 197. Pág. 115.
(4)
Pérez García, Luís Pedro: “Andújar y el largo siglo XIX”).
(5)
Perales Solís, Manuel: La vida en nuestros campos: señoritos y jornaleros en la
sociedad agraria del XIX y XX.
(6)
“Los accionistas del Banco de España” en Revista de Historia de España,
dirigida por Gabriel Tortella Casares. Otoño de 1988.
(7)
Diario La Opinión;
periódico liberal-conservador, de 25 de abril de 1890; Santa Cruz de Tenerife.
(9)
Acosta Padrón, Venancio: “El Hierro desde 1900 a 1975: Apuntes para su
Historia”. Ed. Cabildo Insular del Hierro. Año 2003.
(10) Utrera, Pablo: La
guerra civil en Andujar contada al detalle. Fascículo número 9. Bibiano Porras
versus Bonoso Lara.
5 comentarios:
Un artículo estupendo, Pedro, por su claridad y la profundidad de la investigación.
Muchas veces me contaron esta historia, por supuesto que de una manera muy general. Siempre se terminaba con la expresión del deseo que en nuestro pueblo podía haber habido un sacerdote, por lo visto entonces no se recordaba que lo hubiera.
Enhorabuena. Esperando el siguiente.
Tito Pedro...en más de una tertulia familiar surgieron los comentarios sobre esta historia de este personaje de nuestro pueblo. Siempre me impactó la crudeza de la realidad de la vida: todo se trastorna por un simple momento en el que alguien irrumpe haciendo algo que no está bien visto...pareciendo sea en tu nombre (refiriéndome a la actuación del hermano de Bonoso).
Auque llego a liarme un poco con tantos nombres de personajes, me ha parecido muy llevadera la lectura del artículo...y sabes que te lo digo de verdad. Ahora conozco con más detalle aquella historia que siempre escuché casi de pasada.
Un abrazo.
Manolo me alegro mucho cada vez que te leo un comentario, y te lo agradezco muy sinceramente.
Esta historia estaba en los labios de muchas madres de Lahiguera que conocieron directamente o por referencias muy próximas la vida de Bonoso; dentro del sentimiento religioso de la época cualquier madre, más o menos piadosa, albergaba el deseo de haber tenido algún hijo sacerdote, muy bien visto en la religiosidad del Nacional –Catolicismo.
Las circunstancias de la vida de Bonoso eran referidas por nuestras madres, como algo que rompía la monótona sintonía de las vidas de la gente sencilla de Lahiguera.
Había de la vida y muerte de Bonoso muchas preguntas en mi mente acumuladas a través de los años, y eso es lo que propició la redacción de este artículo, al que epílogo con la presunta denuncia ante el Frente Popular, por parte de un compañero letrado en Andujar, denuncia que le costó la vida.
Otro aspirante al sacerdocio en nuestro pueblo fue Domingo el de doña Magdalena, famoso por el trato preferente que las alumnas de esta maestra les tenían a sus hijos. Recuerdo como jugaba al fútbol con la sotana el juvenil Domingo.
Personalmente para mí el artículo de Bonoso Lara Mercado, es un pequeño reconocimiento a su hermana María Lara Mercado, una persona entrañable con la que conviví años en la casa paterna de mi esposa, su nieta. María era una persona con muchos valores, era de esas personas a las que uno siempre se alegrará de haber conocido.
Un abrazo.
Juanjo, me alegra que esta historia de un tío abuelo de tu padre te haya sido más llevadera. No es un personaje solamente de nuestro pueblo, es un personaje de tu sangre y familia, hermano de tu “Mama IA”.
Bonoso Lara Mercado, al margen de su frustrada vocación religiosa por culpa del Entierro de la Sardina, y la rigidez de las autoridades religiosas de aquellos años, parece ser que era un gran hombre, ello me lo confirmaban diferentes opiniones de gentes con las que hablé de él a lo largo de algunos momentos de mi vida. Fue un hombre, que sin ayuda de sus padres ya difuntos, se labro con su esfuerzo una formación religiosa y cultural importante, situándole a un paso de recibir las órdenes mayores del sacerdocio, y una vez truncada esa vocación prometedora, se convirtió en poco tiempo en maestro y letrado con lo que se trazó un brillante porvenir, a pesar de la malísima situación de comienzo, en que quedaron los hijos tras la muerte de sus padres todavía demasiado jóvenes. Tu “Mama IA” (María) que tanto te acunó te lo podría testificar hoy. Así que aparte de su modelo de vida y persona, con unas notas excelentes en el Seminario de Jaén, este joven higuereño, puede ser hoy más que nunca modelo de esfuerzo personal, en unos tiempos en que a pesar de tantas becas y ayudas de los esforzados padres, muchos jóvenes no son capaces de marcar un hito positivo en sus vidas.
Dime que parte no entiendes de los nombres y trataré de aclararte, tienes que entregarte a la lectura con un poco de reposo. De todas formas algo es algo, así se puede comenzar.
Una macoca y un abrazo.
Hola tito. Cuando digo que me llego a liar un poco con tantos nombres, es porque no le puedo poner caras a esas personas(lógicamente) y tras leer unos pocos de ellos me cuesta ubicarlos (...pero es algo sin importancia).
Una de las cosas que me llaman la atención referente a esos nombres, es que en unas ocasiones mencionas "Tavira y Velluti" y en otras "Velluti y Tavira": ¿Es realmente así?.
Mis recuerdos de "Mamaía" (Mama María) se mantienen bastantes frescos en mi memoria: fue una mujer ejemplar en muchos de los aspectos de la vida. Su prudencia y saber estar en cada situación eran encomiables. Me viene a la memoria lo que ella misma me contaba cuando me vío, siendo yo muy pequeño, subido en el brocal del pozo mirando hacia su profundidad. Su actitud fue, como siempre, prudente: no me regañó, ni me llamó la atención, sino que tan sólo se quedó mirándome para evitar que por mi susto acabara dentro de aquel pozo no poco profundo, por cierto. La recuerdo sentada en aquella mecedora de madera y tapiz, siempre tan presente y atenta para lo que pudiera ayudar. La recuerdo con mucho cariño. Sin duda, hemos de mirar a ciertas generaciones de más atrás para tomar ejemplo de sus valores, esos valores que cada día están más ausentes en nuestra sociedad.
Un abrazo.
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