BOMBARDEO
DE LA CIUDAD DE
BARCELONA Y NACIMIENTO DE LOS PRIMEROS MOVIMIENTOS SINDICALES EN ESPAÑA.
Nota:
En el archivo correspondiente a este año de 1842 solamente aparece el siguiente
documento.
ACTA
DE LA SESIÓN
CELEBRADA EN FECHA 20 DE NOVIEMBRE DE 1842.
Esta sesión del Ayuntamiento se convoca para
iniciar el expediente para la celebración de las Elecciones de los tres cargos
del Ayuntamiento, con la publicación de tres edictos preceptivos colocados en
los sitios habituales de la villa y el posterior señalamiento para el día 4 de
Diciembre, domingo (desde las ocho de la mañana) para la celebración de las
Elecciones en la Hermita
(Ermita) del Santo con dos escrutadores y secretario de la mesa electoral
parroquial y los resultados de la
elección con especificación del número de votos para cada candidato.
El
proceso electoral tenía varios pasos que comprobamos en los escritos: Se
convocaban las elecciones para una fecha determinada, antes de acabar el año y
así nombrar el Alcalde del año siguiente, fijada la fecha se comunicaba a los
vecinos la celebración colocando edictos en los lugares habituales en tres
fechas posteriores con una periodicidad de cinco días, para general conocimiento
de la población. A continuación se procedía a elegir los electores parroquiales
en la fecha del 4 de diciembre, en número de nueve, previamente se había constituido
la mesa de escrutadores de voto, siendo elegidos por unanimidad para
escrutadores D. Salvador Martínez y D. Manuel Morales, actuado D. Sebastián
Pérez de Secretario como correspondía por su cargo de secretario del Ayuntamiento.
Votados y elegidos los nueve primeros, se pasaba en fecha posterior, que fue el
11 de diciembre a elegir al Alcalde, Presidente del Ayuntamiento, al Segundo
Regidor y al Sindico Procurador, con lo que el Ayuntamiento de la Higuera cerca de Arjona
por su número de habitantes de 685 en ese año , sólo podía contar con estos
munícipes,
(Datos aportados por D. Pascual
Madoz, (1845-1850): Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de Andalucía
1842.)
En
estos años había que elegir cada año un Alcalde y esta elección era para elegir
el Alcalde del año venidero, Segundo Regidor y Sindico Procurador, del año
1843.
“Acuerdo… En la villa de la Higuera cerca de Arjona en
veinte días del mes de Novre. de mil ochocientos cuarenta y dos, reunidos el
Ayuntamiento Constitucional con asistencia de mí el Srio. se acordó que siendo
el tiempo de principiar a dar pasos para las elecciones de Ayuntamiento se
diese principio al Espediente para lo cual sige edicto en los sitios propios de
esta villa anunciando la elección de Ayuntamiento y señalando para la Junta parroquial el Domingo cuatro del mes de Dvre. desde las ocho de la mañana cuyo anuncio se repetirá
las tres veces que manda la ley y lo y lo firmaron de que yo el Srio. de
Ayuntamiento certifico.=
A
continuación viene una diligencia para hacer constar que se ha fijado el
edicto, en fecha 22 de noviembre, que dice así:
Fijación de edicto… Certifico que en este día he
fijado el edicto mandado. Higuera cerca de Arjona veinte
y dos de Novre. de mil ochocientos cuarenta y dos.=
Rúbrica
de Pérez
Otro…Certifico que en este día he fijado nuevo
edicto anunciando la elección parroquial como está mandado, Higuera cerca de
Arjona veinte y siete de Novre. de mil
ochocientos cuarenta y dos.=
Otro…
Certifico yo el Srio. de Ayuntamiento que en este día he fijado edicto
anunciando la elección Parroquial como está mandado. Higuera cerca de Arjona, primero de Divre. de mil ochocientos cuarenta y dos.
Junta Parroquial…En la villa de la Higuera cerca de Arjona en
cuatro días del mes de Divre. de mil
ochocientos cuarenta y dos, el Sr. Alcalde Constitucional de esta villa se
constituyó en el hermita del Santo de esta villa para celebrar la elección
parroquial, y después de haverse reunido número bastante de electores, se
procedió a nombrar dos escrutadores y un Srio. de entre los electores presentes
saliendo por unanimidad para escrutadores los SS. D. Salbador Martínez y D.
Manuel Morales y para Srio. D. Sebastián Pérez, constituida la mesa bajo la
presidencia del Sr. Alcalde Cont. se dio principio a la elección de los nueve
electores parroquiales que corresponde a esta villa y se dio principio por
todas las personas que se presentaron a votar hasta las cuatro de la tarde que
no pareciendo nadie se dio por concluido el acta, el cual echo el escrutinio
dio el resultado siguiente.
D. Salbador Martínez sesenta y cinco
votos
D. Sebastián Pérez sesenta y cinco
votos.
D. Francisco Garrido sesenta y tres.
D. Francisco Martínez sesenta y cinco
y
D. Manuel Morales sesenta y cuatro.
D. Juan Barragán sesenta y cinco-
D. Juan Ruano sesenta y tres.
D. Antonio Cortés sesenta y cuatro.
D. Antonio Gavilán sesenta y tres.
D. Felipe Martínez
D. José Barragán dos
D. Manuel Pérez uno
Andrés Garrido uno
Pedro de Fuentes uno
Sebastián Fuentes uno
Manuel Mercado uno
Antonio Gavilán mayor
uno.
Y no
habiendo más electores se cerró este acta que firmaron el Sr. Presidente,
escrutadores y Srio.
Junta electoral… En la villa de la Higuera cerca de Arjona en
once días del mes de Divre. de mil ochocientos cuarenta y dos, reunidos los
electores de esta villa bajo la presidencia del Sr. Alcalde Cont. para hacer el
nombramiento de los individuos que han de componer el Ayuntamiento Cont. del
año venidero, se procedió a nombrar dos escrutadores para formar las mesas con
el Sr. Presidente y Srio. de Ayuntamiento
y recayó por unanimidad en D. Salbador Martínez y D. Antonio Gavilán
constituida la mesa con dichos SS. se dio principio a la elección de Alcalde y
por unanimidad de todos los SS. electores se nombró d. Francisco Garrido, para Regidor 2º por
unanimidad a D. Juan Ruano Para Síndico Procurador por unanimidad D. Antonio
Gavilán.
Los cuales dichos guardan los necos (nexos) y parentescos prevenidos por la Ley y lo firmó el Sr.
Presidente con los escrutadores y Srio.
Como
hemos podido comprobar con la lectura, el lugar de convocatoria para los
electores era la Ermita
del Santo. La elección se realizó el día 4 de diciembre desde las ocho de la
mañana a las cuatro de la tarde. En el acto de la votación del día se votaron
los nueve electores parroquiales que correspondían a la villa, de entre ellos
surgirían posteriormente los nombramientos del nuevo Ayuntamiento para 1843
formado por el Alcalde Presidente que entiendo se nombró a D. Francisco Garrido
por unanimidad, el 2º Regidor D. Juan Ruano también por unanimidad, y para el cargo
de Sindico Procurador a D. Antonio Gavilán también por unanimidad, que
administraría los bienes propios del Ayuntamiento.
Los
nueve aparecen en el texto en color azul, todos con una votación muy próxima
entre sesenta y cinco y sesenta y tres votos. Después aparece D. Felipe
Martínez sin voto, deducimos que como era encargado de administrar el Estanco
de la villa, según comprobamos en un acta de 1842, no podía tener cargo
municipal. A continuación aparecen otros siete elegibles que reciben un voto o
en un caso dos (D. José Barragán) supuesto hermano de D. Juan Barragán, con
sesenta y cinco votos. Se da la circunstancia de que figuran dos personas como
Antonio Gavilán, uno que aparece elegido de entre los nueve, y otro que aparece
como mayor, y que supuestamente sería su padre o familiar. El equilibrio de los
votos hace pensar que era un ayuntamiento conservador esparterista estable, no
sabemos que parte de progresismo incubaba el que estaba elegido en ese año, y que
probablemente continuaría en la misma línea de consenso en el año 1843, con
algún cambio de personas consensuado, pero todo muy estable y controlado, según
se deduce de la redacción del acta y del todo el proceso de elección secuenciado.
Después
de la elección de los nueve electores parroquiales se procedió a celebrar otro
acto en fecha 11 de diciembre de 1842, con objeto de proceder de entre los
nueve a la elección del Alcalde Presidente, del Regidor 2º, y del Sindico Procurador. El Alcalde D. Salvador
Martínez, (que también fue Alcalde en 1841) preside este acto junto a D.
Antonio Gavilán, acto con el que concluye el proceso electoral del Ayuntamiento.
Lo curioso es que igualmente aparecen otros electores parroquiales con la misma
votación de sesenta y cinco votos, el siguiente era D. Sebastián Pérez, que
tenía el nombramiento de Secretario del Ayuntamiento, continúa con los sesenta
y cinco votos D. Francisco Martínez y D. Juan Barragán. Supongo que Francisco
Martínez sería hermano de Salvador Martínez, el Alcalde, y de Felipe Martínez
el encargado del Estanco del municipio.
Se
deduce que de entre los nueve electores parroquiales, posteriormente podía ser
elegido Alcalde el que recibiese mayor votación entre ellos, a pesar de no ser
el que encabezase la lista por el número de votos. En este caso salio elegido
para Alcalde para 1843 D. Francisco Garrido, el que entre los electores
parroquiales sacó sesenta y tres votos. Le siguió para el cargo de Segundo
Regidor D. Juan Ruano también con sesenta y tres votos parroquiales y para
Sindico Procurador D. Antonio Gavilán que obtuvo otros sesenta y tres votos
entre los electores parroquiales.
Carlos
de Borbón estaba en Bourges, en el centro de Francia, mientras que Diego de
León, Manuel de la Pezuela (que no distaba mucho de los carlistas) y Concha
debían asaltar el palacio real, donde contaban con colaboración interior: el
objetivo era secuestrar a las hijas de María Cristina de Borbón y reponer a
esta en la regencia. A todo ello se opuso el coronel Domingo Dulce, que estaba
muy unido a Espartero. El fracaso de la intentona llevó a algunos de los
cabecillas a la muerte, ejecutados por orden del regente, que de esta formar
hizo aumentar el número de sus opositores, pues no en vano aquellos habían
contribuido al establecimiento del liberalismo en España y habían participado en
importantes hechos de armas con grave riesgo de sus vidas.
General Baldomero Fernández Espartero, Principe de Vergara. |
A
nivel de la política nacional del reino comienza este año de 1842 con la
creación de la Orden
Militar Española. La Orden Militar Española es el pomposo nombre que
le dieron unos militares españoles a una sociedad secreta creada por ellos, a
principios de 1842. Estaba ocupando la regencia de España el general Espartero
y, desde el mismo momento, se le habían opuesto todos aquellos que no estaban
de acuerdo ni con su personalidad, ni con su progresismo, ni con que hubiese
hecho abdicar a su predecesora, María Cristina de Borbón. Es fácil comprender
que entre la oficialidad del ejército español hubiese partidarios de esta, pues
había posibilitado la tercera experiencia liberal en España (quizá a su pesar)
aunque solo fuese para garantizar el acceso al trono, algo más tarde, de su
hija Isabel.
D. Leopoldo O´Donnel y Joris político y militar. |
D. Fernando
Fernández Bastarreche (1) realiza una narración sobre los pronunciamientos que tuvieron lugar en
España en 1841 y 1843, fracasado el primero y triunfante el segundo.
Consecuencia del primero es la creación de la "Orden Militar
Española" en la que se comprometen los más destacados generales no afines
a Espartero. Gutiérrez de la
Concha estaba aliado a Narváez, O'Donnell, Borso de Carminati
y Diego de León en el intento de 1841. "En torno a María Cristina se
organizó una trama conspirativa... El proyecto de un primer levantamiento se
ramificó pronto por toda España, dando lugar al un pronunciamiento en
septiembre" de dicho año. Narváez actuó en Andalucía; Borso di Carminati
en Zaragoza; O'Donnell y Montes de Oca en Pamplona y Vitoria respectivamente...
El autor citado señala que estos militares esperaban ser ayudados por los
carlistas ante las medidas anticlericales de Espartero, pero tanto Cabrera como
el pretendiente Carlos habían dicho que tal cosa no se produciría, confiando en
que el regente cayese por su propio peso ante los adversarios que estaba
acumulando.
D. Manuel Gutierrez de la Concha, Marqués del Duero. |
Uno
de los ejecutados fue Diego de León, que había participado en la guerra de 1833
y en ese momento era Capitán General de Castilla la Nueva; como ya dijimos en el
anterior artículo, se entregó creyendo que sería indultado pero no fue así: fue
un buen ejemplo de romanticismo de la época. Otros tuvieron más suerte: Narváez
pudo irse a París; igualmente consiguieron huir Pezuela, Concha y O'Donnell,
pero Borso fue fusilado en Zaragoza y el marino Montes de Oca capturado cuando
trataba de huir y también fue fusilado.
En
1842, pues, se constituye la "Orden Militar Española" de la que
forman parte Narváez, Fernández de Córdoba, Pezuela, Benavides y Escosura;
otros fueron Fulgosio y Aspiroz; la presidió O'Donnell, contando todos ellos
con medios económicos facilitados por María Cristina de Borbón y el marqués de
Viluma (Manuel de la Pezuela). Algunos civiles se unieron a la trama, como
Donoso Cortés; hasta que Narváez, en 1843, tomó un vapor en Marsella y llegó a
Valencia, donde otro levantamiento contra Espartero ya había triunfado. Fue el
fin de la regencia esparterista.
El
28 de mayo de 1842 cayó el gobierno de Antonio González a causa de un voto de
censura que prosperó en las Cortes y que presentó el Partido Progresista en el Congreso. “Con
este enfrentamiento absurdo entre las cortes y un gobierno del propio partido,
que dominaba en ellas, se iniciaba el suicidio del progresismo” (2).
Entonces
el Partido Progresista propuso como candidato al progresista “puro” Salustiano
de Olózaga, pero Espartero nombró en su lugar al general “ayacucho” José Ramón
Rodil y Campillo y mes y medio después cerró las Cortes.
Al designar a un
miembro de su camarilla militar para la presidencia del gobierno, “Espartero se
desviaba de su papel de árbitro, replegándose a un círculo íntimo compuesto
principalmente por militares vinculados a su persona, que no respondían al
contenido parlamentario progresista”(3).
Con
este nombramiento Espartero mantuvo la dualidad de poderes de que gozaba, la
jefatura del Estado y la presidencia de facto del poder ejecutivo, como se
demostró en el bombardeo de Barcelona de diciembre de 1841 que fue decidido por
él y no por el gobierno de Rodil, (4) y que constituyó uno de los episodios que
más contribuyó al deterioro de la figura del Regente. General Van Halen Sarti. |
El
13 de noviembre de 1842 estalló en Barcelona una insurrección
"antiesparterista" a la que se sumó la milicia y en pocas horas la
ciudad se llenó de barricadas. El detonante de la misma fue la noticia de que
el gobierno se disponía a firmar un acuerdo comercial librecambista con Gran
Bretaña, que rebajaría los aranceles a los productos textiles ingleses, lo que
supondría la ruina para la naciente industria algodonera catalana.
General Juan Prim y Prats. Cuadro de Luís Madrazo. |
Otro
detonante fue la política represiva del capitán general Van Halen desde los
sucesos del año anterior, a propósito del inicio del derribo por orden de la
“Junta de Vigilancia” de la fortaleza de la Ciudadela; en las Cortes
el general catalán Juan Prim había denunciado que Van Halen había dado la orden
de que los soldados, abandonados y sin recursos, “vivan sobre el país y esto es
exasperar al pueblo”, a lo que se sumó la “brutalidad del general Martín
Zurbano, enviado en el verano de 1842
a la provincia de Gerona para “perseguir los restos de
las partidas carlistas, y de paso perseguir a los republicanos"(5).
Los
sucesos más graves se produjeron en Barcelona donde la “Junta de Vigilancia”
presidida por Juan de Llinás, aprovechando la ausencia del capitán general Juan
Van Halen que se había desplazado a Navarra para acabar con el pronunciamiento
moderado, procedió a demoler la odiada fortaleza de la Ciudadela mandada construir
por Felipe V tras su victoria en la guerra de sucesión española, que era
considerada por la mayoría de los barceloneses un instrumentos de opresión.
Además con esa medida se pretendía proporcionar trabajo a los muchos obreros
que se encontraban en paro. La respuesta de Espartero fue suprimir la Junta por “abuso de la
libertad” y desarmar a la milicia, además de disolver el ayuntamiento y la
diputación de Barcelona y hacer pagar a la ciudad la reconstrucción de los
muros de la Ciudadela
que ya se habían derribado.
Portal del Ángel, llamado así por una supuesta custodia del Ángel Custodio a la ciudad según la tradición. |
La
chispa inicial, sin embargo, fue por un tumulto que se produjo en la Porta de l'Àngel en relación
con los consumos el 13 de noviembre, un domingo por la tarde. El incidente
comenzó cuando un grupo de obreros que regresaban de comer desde fuera de la
ciudad, intentó pasar al interior de la ciudad una pequeña cantidad de vino sobrante
sin pagar los “derechos de puertas”. (6).
La
respuesta de la autoridad militar fue ocupar el ayuntamiento y detener a varios
periodistas de El Republicano, presentes en los hechos (7).
Al
día siguiente una comisión que pedía que se liberase a los detenidos, fue
encarcelada a su vez. (8).
Abdón Terradas i Paulí, republicano escritor en el Diario El Republicano de Barcelona. |
Este
periódico, además, acababa de publicar un llamado “Plan de Revolución” firmado
por Abdón Terradas que entre otras cosas decía:
"Cuando
el pueblo quiera conquistar sus derechos, debe empuñar las armas en masa al
grito de ¡viva la República! "(9).
Abdón
Terradas había nacido en Figueras, hijo de un tratante de granos y ganado,
estudió en Perpiñán. Su actividad política obtuvo gran repercusión en
Barcelona, donde se trasladó en 1840. Allí fundó una sociedad secreta, la
"Sociedad Patriótica", y comenzó a difundir un ideario republicano.
Fue alcalde de su población natal. Escribió en el diario El Republicano (1842),
publicando el himno republicano La Campana. En 1842 fue elegido alcalde de
Figueras, pero tuvo que escapar a Francia por oponerse al régimen. En 1843 se
batió por la República
en el Ampurdán como político federalista español. La letra del himno La Campana era la siguiente:
"Ya la campana suena,
el cañón ya retruena.
¡Vamos, vamos, republicanos, vamos!
El garrote, la escopeta,
la hoz y la horca.
¡Oh, catalanes, con valor empuñemos!
La Corte y la nobleza,
el orgullo de la riqueza,
caigan de una vez a nuestro nivel.
Que pague quien tiene renta
o bien alguna prebenda:
el que no tiene tampoco ha de pagar nada." (10).
el cañón ya retruena.
¡Vamos, vamos, republicanos, vamos!
El garrote, la escopeta,
la hoz y la horca.
¡Oh, catalanes, con valor empuñemos!
La Corte y la nobleza,
el orgullo de la riqueza,
caigan de una vez a nuestro nivel.
Que pague quien tiene renta
o bien alguna prebenda:
el que no tiene tampoco ha de pagar nada." (10).
Represión esparterista en Barcelona año 1842. |
La
represión ordenada por Espartero fue muy dura. Se desarmó a la milicia y varios
centenares de personas fueron detenidas, de las cuales unas cien fueron
fusiladas. Además se castigó colectivamente a la ciudad con el pago de una
contribución extraordinaria de 12 millones de reales para sufragar la
reconstrucción de la Ciudadela. Asimismo disolvió la Asociación de Tejedores de
Barcelona y cerró todos los periódicos salvo el conservador Diario de
Barcelona.
Antes de volver a Madrid el 22 de diciembre, desde su residencia en Sarriá sin haber pisado Barcelona, sustituyó a Van Halen al frente de la Capitanía General de Cataluña por el general, también “ayacucho”, Antonio Seoane, quien según manifestó se proponía gobernar Cataluña “fusilando y tirando metralla” (11).
Antes de volver a Madrid el 22 de diciembre, desde su residencia en Sarriá sin haber pisado Barcelona, sustituyó a Van Halen al frente de la Capitanía General de Cataluña por el general, también “ayacucho”, Antonio Seoane, quien según manifestó se proponía gobernar Cataluña “fusilando y tirando metralla” (11).
Al
día siguiente una comisión que pedía que se liberase a los detenidos, fue
encarcelada a su vez. Según relató el cónsul francés en Barcelona, Ferdinand de
Lesseps:
"Cuando
oyeron decir al general Zurbano en medio de un grupo de generales: “Bien puede
existir España sin Cataluña”, la exasperación se generalizó. El rumor de que el
ejército quería destruir la ciudad corrió de boca en boca y la población entera
se dispuso a tomar parte en el combate." (12).
Ferdinand Lesseps diplomático francés, consul en Barcelona el año 1842. |
Comenzó entonces una
guerra de barricadas protagonizada por la milicia, apoyada por paisanos
armados, contra el ejército al que acusaban de que los soldados habían saqueado
tiendas y robado a los transeúntes. Otros vecinos apoyaban a los milicianos
lanzando piedras y muebles desde las ventanas y las azoteas. Como relató un
testigo (13).
Las tropas de Van Halen reciben piedras, macetas y muebles por parte de los vecinos en apoyo a las milicias. |
Las
campanas tocaban a rebato, la gente del campo acudía a la defensa de sus
hermanos, se fortalecen las barricadas y se levantan otras nuevas, banderolas
negras y rojas en todas las torres y azoteas. Entonces el capitán general, el “ayacucho”
Antonio Van Halen, ordenó a sus hombres que abandonaran la ciudad y que se
replegaran hacia el castillo de Montjuic, situado sobre la montaña del mismo
nombre desde donde se dominaba la ciudad (14) y hacia la Ciudadela, al otro
extremo de la urbe( 15).
Plano de Barcelona de 1806 con la fortaleza de la Ciudadela, a la derecha, integrada dentro de las murallas, y a la izquierda la montaña de Montjuic. |
El
repliegue de las tropas gubernamentales fue considerado un triunfo por los
sublevados cuya Junta presidida por Juan Manuel Carsy y que tenía su origen en
la “Junta de Vigilancia”, que se había formado en Barcelona el año anterior
hizo público su programa que pedía:
Unión
entre todos los liberales.
Abajo
Espartero y su gobierno.
Cortes
constituyentes.
En
caso de regencia, más de uno; en caso de enlace de la reina Isabel 2ª, con
español.
Justicia
y protección a la industria nacional.
Juan Manuel Carsy, presidente de la Junta. |
Hoja de Servicios de Juan Manuel Carsy del Cuerpo de Carabineros del Reino. |
Manifiesto de D. Juan Manuel Carsy presidente de la Junta Popular. |
En el manifiesto hecho público el 17 de noviembre la Junta se pedía la “independencia de Cataluña con respecto a la Corte” y “la protección franca y justa a la industria española” (16).
Bombardeo de Barcelona desde el castillo de Montjuic. |
El
regente Espartero decidió dirigir personalmente la represión de la insurrección
y el 22 de noviembre llegó a Barcelona, en compañía del presidente del gobierno
el general José Ramón Rodil y Campillo, otro "ayacucho". Ese mismo
día el general Van Halen, por orden de Espartero, comunicó que Barcelona sería
bombardeada desde el castillo de Montjuic si antes de 48 horas no se rendían
los insurrectos. Entonces cundió el desconcierto en la ciudad y la Junta fue
sustituida por otra más moderada dispuesta a negociar con Espartero, pero éste
se negó a recibirles a pesar de que en ella participaba el propio obispo
–“Espartero no quería una rendición pactada sino un castigo”, afirma Josep
Fontana (17) y se formó una tercera junta, esta vez dominada por los republicanos
y dispuesta a resistir (18).
Finalmente
el 3 de diciembre de 1842 comenzó el bombardeo y al día siguiente la ciudad se
rendía y entraba de nuevo el ejército. Se dispararon 1.014 proyectiles desde
los cañones de Montjuic que dañaron 462 casas y hubo veinte víctimas mortales
entre los habitantes de la ciudad (19).
Proyectil incrustado en la fachada de un edificio de Gran de Sant Andreu en Barcelona año 1842. |
Ese
día 3 de diciembre de 1842 a
las once y media de la mañana comenzó el bombardeo desde el Castillo de
Montjuic contra la ciudad de Barcelona, arrojándose muchos proyectiles incendiarios que
fueron la causa de que algunos edificios fueran devorados por las llamas,
dirigiéndose el fuego de forma indiscriminada a la población, por lo que lo
mismo podía afectar a un hospital u otra institución. La confusión y el
desorden eran tan grandes que nadie podía estar seguro; todos corrían desolados
por las calles sin saber donde esconderse; unos se refugiaban en alguna
Iglesia, otros en un sótano. En cualquier dirección que se fijara la vista, no
se veía nada más que el espectáculo de la destrucción y muerte, y el estruendo
que causaban las casas al desplomarse.
Incendio de la ciudad por el bombardeo de 1842 y huída de la población. |
El
bombardeo provocó incendios por toda la ciudad. La operación se inició antes
del mediodía y concluyó en su primera etapa cerca de las dos de la tarde. Se
reanudó dos horas después cuando varios edificios públicos y privados ardían o
habían sido derribados y se recogía por la población a los heridos.
Bombas incendiarias caen sobre la ciudad de Barcelona. |
A
las 5 de la tarde el fuego continuaba con la misma impetuosidad. A esta hora la
Junta de Vigilancia comisionó a dos individuos de su seno para que se entrevistasen
con el Capitán General Van-Halen pidiendo la suspensión de las hostilidades, y
tratar la rendición de la plaza.
Bombardeo de Barcelona año 1842. La gente huye por la Puerta del Mar. (Grabado de la época). |
El
General contesto que el fuego no cesaría sino después de haberse rendido la
ciudad, y que para creerlo habían de traerle presos cuantos individuos habían
tomado las armas en estos últimos días, para imponer el castigo al que se
habían hecho acreedores.
Reacción al bando de Van Halen. Bullanga en 1842. |
Serian
las 6 de la tarde cuando salieron dos comisiones de ciudadanos una de la ciudad
y otra de la Barceloneta, que se dirigieron al Cuartel General para pedir que
cesaran las hostilidades que afectaban a la ciudad, y ofreciendo la sumisión de
la ciudad.
Como representantes de la ciudad fueron: D. Francisco Puigmarti, D. Ramón Puigmarti, D. Andrés Basté, D. Antonio Mas y Burgada, D. Pedro Duran, D. José Puig, D. Miguel Planell, y D. Rafael Ramoneda menor.
Como representantes de la ciudad fueron: D. Francisco Puigmarti, D. Ramón Puigmarti, D. Andrés Basté, D. Antonio Mas y Burgada, D. Pedro Duran, D. José Puig, D. Miguel Planell, y D. Rafael Ramoneda menor.
Los
ciudadanos que formaron la Junta
de la Barceloneta
fueron los siguientes: D. José Torné, Presidente; vocales D. Esteban Dorsal, D.
José Torné y Bordas, D. Pablo Mas y García, D. Juan Llopis, D. José Constante,
D. Mariano Geli, D. Pablo Busquets, y D. Juan Antonio Ciantar y Uzzini,
Secretario.
Los
que pasaron al cuartel general fueron D. José Torné y Bordas, D. Juan Antonio
Ciantar y Uzzini y D. Pablo Mas y García.
A
las 12 de la noche un cohete lanzado desde el cuartel general anunció a los del
castillo la orden de parar el fuego. A la media noche, los negociadores habían
alcanzado un acuerdo con Van Halen y se dio por concluido el bombardeo.
Durante
cerca de 13 horas de un horroroso fuego cayeron sobre la ciudad 1014
proyectiles de diferentes calibres, a saber:Bombas de 14 pulgadas...................... 380
Bombas de 12 pulgadas...................... 304
Bombas de 10 pulgadas........................ 96
Total........................................................780
Granadas de 9 pulgadas........................ 60
Granadas de 7 pulgadas.........................36
Total.................................................……...96
Balas de 24..............................................62
Balas de 12.............................................. 76
Total........................................................138
Mas
de cuatrocientas casas fueron destruidas enteramente por los proyectiles; en la
travesía Lancaster se desmoronó cayendo el medio de la calle un edificio
acabado de construir, que albergaba en sus escombros a diez personas que se
habían escondido en la misma; una casa en la calla nueva de San Francisco, otra
en la de Aray, otra en la de San Pablo, otra en la dels Archs y algunas más
quedaron destruidas, dos casas situadas en la plaza de Verónica fueron presas
de las llamas.
En
el hospital general de Santa Cruz cayeron cinco bombas causando grandes
estragos en el interior del edificio. En el hospital militar ubicado en el
Convento de Junqueras sucedió otro tanto, el Capitán Luque que se hallaba
enfermo en dicho hospital vino a caerle una bomba en su misma cama rompiéndole
una pierna.
El hermoso salón de Ciento de las Casas Consistoriales también quedó afectado.
También fue presa de las llamas una casa de la Rambla. Varios edificios
públicos resistieron los proyectiles pero de entre 20 a 30 personas fueron
victimas en ellos. (20).
Salón del Ciento del Ayuntamiento de Barcelona, dañado durante el bombardeo de 1842. |
Montjuic por tu
elevación,
Y tus bocas de metal
Causaste la perdición
Del que sin hacerte mal
llora tal devastación.
De Diciembre el tercer día
Mil ochocientos cuarenta
y dos del año que había
De concluir, fue la cruenta
Acción de bombardería.
Y tus bocas de metal
Causaste la perdición
Del que sin hacerte mal
llora tal devastación.
De Diciembre el tercer día
Mil ochocientos cuarenta
y dos del año que había
De concluir, fue la cruenta
Acción de bombardería.
Foso de entrada al castillo de Montjuic en la actualidad. |
Según relató el cónsul francés en Barcelona “durante los quince días que ha durado la insurrección no se ha cometido ni un solo delito contra las personas o contra las propiedades”. En cambio la Diputación de Madrid falseaba deliberadamente los hechos y contaba a los ciudadanos que en Barcelona “han ocurrido lamentables escenas de horror y de sangre” y que entre otras atrocidades los milicianos habían degollado a los presos y a los heridos enemigos en los hospitales (21). Suponemos que el consul trabajaba a favor de la ayuda de su país a la causa de la Reina Regente, residente en Paris y protegida por el monarca francés.
Reacción antiesparterista en El Heraldo de Sevilla como consecuencia de las acciones en Barcelona de fecha 28 de noviembre de 1842. |
El Heraldo de Sevilla de fecha 3 de diciembre de 1842. |
Fue
un “método castrense en la resolución de los conflictos que acabó con el prestigio
personal de Espartero” (22).
La
represión ordenada por Espartero fue muy dura. Se desarmó a la milicia y varios
centenares de personas fueron detenidas, de las cuales unas cien fueron
fusiladas. Además se castigó colectivamente a la ciudad con el pago de una
contribución extraordinaria de 12 millones de reales para sufragar la
reconstrucción de la Ciudadela. (23).
Espartero
había conseguido acabar con la revuelta pero con el bombardeo y la dura
represión posterior perdió el “inmenso apoyo social y político que había tenido
tradicionalmente en Barcelona. No es de extrañar la unanimidad que tendrá en
Cataluña el levantamiento general contra Espartero en 1843” (24).
Además
“el símbolo de Barcelona también actuó sobre Madrid. La vuelta de Espartero fue
acogida con una frialdad que contrastaba con el alborozo y pomposidad de 1840”
(25).
En el año 1840 se fundó la Asociación de Tejedores del algodón de Barcelona, considerado el primer sindicato de la Historia de España. |
Tras
la sublevación de Barcelona de noviembre de 1842 que fue aplastada por
Espartero ordenando el bombardeo de la ciudad, y en la que participaron muchos
obreros, el capitán general de Cataluña acusó a “la Sociedad Mutua de
Protección de Tejedores de ambos sexos… fundada en 1840 bajo el único y
aparente carácter de una asociación filantrópica de recíproco socorro” de ser
responsable de muchos de los sucesos y el 16 de enero de 1843 la declaró
disuelta y además prohibió “toda otra asociación que hubiese de cualquiera otro
ramo de la industria”. Pero la sociedad mantuvo su actividad bajo la cobertura
de la “Compañía Fabril de Tejedores de Algodón”, constituida por los talleres
cooperativos organizados por los tejedores el año anterior, gracias a un
préstamo del Ayuntamiento, que fue autorizada en mayo de 1843. Estos talleres
daban trabajo a 200 obreros y socorrían a 700 personas, pero a partir de 1844
comenzaron a sufrir pérdidas y acabaron siendo traspasados a una empresa
privada en 1848 (26).
Hemos
referido anteriormente la existencia de La Asociación de Tejedores de Barcelona,
en este momento político tan trascendente para la estabilidad política del
gobierno del Regente Espartero, por ello vamos a dedicar algunos párrafos a lo
que podemos considerar el nacimiento del primer sindicato de la historia de
España. Cataluña en las décadas de 1830 y 1840 era el único lugar de España
donde existía una industria moderna, el sector textil algodonero. Allí se
produjeron los primeros conflictos entre obreros y patronos y allí se fundó en
1840 la Asociación
de Tejedores de Barcelona, el primer sindicato, una sociedad de resistencia se
le llamaba en esta época de la historia de España. Esta primera unidad sindical fue una asociación de
los tejedores de algodón de Barcelona y de las poblaciones colindantes fundada
en la clandestinidad en el verano de 1839 y que se constituyó en 1840 como
sociedad de ayuda mutua con el nombre de Sociedad Mutua de Tejedores de
Barcelona que dio cobertura legal a sus actividades de resistencia. Esta
primera asociación obrera constituida como tal, se constituye en Barcelona a
principio de 1840, es decir reconocida legalmente; pero que sin duda venían
existiendo ya desde años atrás, pues existen referencias que demuestran la
existencia de organizaciones obreras anteriores a 1835, habiendo proclamados
bandos por ejemplo contra las “asociaciones de operarios”, amparándose por unas
leyes más condescendientes con el asociacionismo obrero que se aprobaron en
1839. Se llamaba “Protección mutua de
tejedores de Barcelona” o simplemente “La protectora”. Los tejedores habían
conseguido extender su agrupación por todas las poblaciones fabriles de
Cataluña, y federarlas en un sindicato de oficio. Fue prohibida varias veces
porque el derecho de asociación no fue reconocido durante el reinado de Isabel
II pero continuó actuando utilizando diversos subterfugios. Como asociación fue
ilegalizada en varias ocasiones, pues manifestaba ya una gran capacidad combativa.Fábrica con máquinas hiladoras mule-jennies. |
En la década de 1830 Cataluña era el único lugar de España donde existía una industria moderna y en parte como consecuencia de ello vivió una gran conflictividad social y laboral, protagonizada fundamentalmente por los obreros del sector textil algodonero. Así en esos años tienen lugar los primeros intentos de formar sociedades obreras, como lo demuestran las repetidas quejas a la Comisión de Fábricas por parte de los patronos contra “los obreros díscolos” o los “obreros ingratos” y contra “una especie de complot para pedir alza de jornal” una referencia a lo que más adelante se llamará huelga, lo que demuestra según Manuel Tuñón de Lara, “un nuevo estado de conciencia, caracterizado porque el trabajador siente la necesidad de asociarse para lograr” sus fines laborales o salariales (27).
Fábrica con máquinas de hilar selfactinas (Armand Kohl). |
Se
conocen los Estatutos de la sociedad de resistencia a la que daba cobertura
legal. El capítulo 4 decía que cuando los patronos intentaran reducir los
jornales “aunque solo sea un ochavo” los trabajadores debían abandonar los talleres,
y el 36 añadía: “Todo socio, sin distinción de clase, que se conviniere con el
amo de dejarse alargar las telas o rebajar el jornal será considerado como
inobediente y pasado a juicio de las dos juntas”. El artículo 8 preveía la
expulsión de la sociedad para “el operario que en todo o en parte no se sujete
a lo prevenido” (30).
Las
sociedades en resistencia consistían en asociaciones de obreros y artesanos,
que buscaron ser independientes de las relaciones entre el Estado, los
empresarios, el capital y las leyes. Sus objetivos eran organizar a los
trabajadores en confederaciones gremiales o regionales, dotarlos de un fuerte
sentimiento de conciencia de clase y coordinar una huelga general
insurreccional.
El
siglo XIX en Europa se caracterizará por el desarrollo del capitalismo
industrial y la agudización de la situación de los trabajadores, que deben
cumplir jornadas laborales de 14 y 16 horas, el trabajo de niños, viviendas en
las que no se puede vivir, condiciones de hacinamiento, etc., etc. Factores
económicos, psicológicos y sociales permiten formas de reacción ante estos
condicionamientos impuestos. “El movimiento obrero toma conciencia de sí entre
1830 y 1836 en Francia, como en Inglaterra. También como en este país tiende a auto
organizarse en las sociedades obreras, su organización natural. Mas aquí, a
diferencias de lo ocurrido en Gran Bretaña, el movimiento societario
desarrollará una ideología revolucionaria que, partiendo de la autonomía del
movimiento obrero llegará a formular teorías de reestructuración de la sociedad
sobre la base del trabajo creador y liberado (...) Muchos obreros formarán
parte de grupos clandestinos o clubes políticos donde se conspira. Más en
general, su desenvolvimiento será autónomo en la mayor parte de este siglo (31).
En
aquel otoño de 1840 aumentó la tensión social. Las fuentes de la época
constatan “las desavenencias y disturbios registrados de algún tiempo entre
fabricantes y operarios, dando por resultado el cierre de muchas fábricas”.
Algunos industriales llegaron a atribuir los conflictos “a una mano oscura,
pagada acaso por el extranjero, para hundir la industria catalana”. Para hacer
frente a esta situación se creó en noviembre una comisión de arbitraje, formada
por representantes de patronos y obreros. Sin embargo, los obreros encabezados
por Juan Munts dimitieron en marzo de 1841 por considerarla ineficaz (32).
La
Sociedad de Tejedores se extendió fuera de Barcelona alcanzando los 15.000
afiliados, 7.000 de la capital y 8.000 de las localidades de la provincia, y
sirvió de ejemplo para la constitución de sociedades en otros oficios, como
hiladores y tintoreros. El 26 de septiembre de 1841 celebró su primer
aniversario con una fiesta en San Andrés de Palomar a la que asistieron los
obreros con sus familias y en la que Joan Munts, aclamado por los presentes,
pronunció un discurso (33).Cuadro resumen de la Regencia de Espartero. |
Pero
la Sociedad respondió con un llamamiento publicado el 22 de diciembre en el
“Diario de Barcelona” que decía:
“Nuestra
asociación no necesita la aprobación ni reprobación de nadie; con los derechos
que nos conceden la naturaleza y la ley tenemos bastante y los que digan lo
contrario son nuestros perturbadores; por consiguiente, nuestra asociación es
un lazo voluntario y recíproco que no está sujeto a disolución…” (35).
Pocos
días después buscaron el apoyo del ayuntamiento, y finalmente consiguieron su
objetivo pues el 29 de marzo de 1842 se promulgó una Orden por la que el
Regente Espartero volvía a autorizar la sociedad “a condición de que fuese
apolítica y local”. Así pudo celebrar su segundo aniversario que estuvo
precedido de un manifiesto fechado el 6 de mayo de 1842 y firmado por Joan
Munts, Josep Sugrañes y Pedro Vicheto, en el que se decía que la constitución
de la sociedad había abierto una nueva era: “hicimos ver a los que aparentaban
creer y querían hacernos entender que dispensaban favor proporcionando trabajo,
que somos algo de la cadena social, que ellos tienen todavía más que
agradecernos a nosotros” (36). Revuelta de la Jamancia entre septiembre y noviembre de 1843.. |
El
funcionamiento “clandestino” de la sociedad legalmente disuelta se volvió a
plantear tras el fin de la revuelta de la “Jamancia” de Barcelona entre
septiembre y noviembre de 1843 y en la que de nuevo habían participado
activamente los obreros. Esta vez el propio presidente de la sociedad Joan
Munts había mandado una de las compañías que formaron los sublevados. Así en la
primera reunión que mantuvo el capitán general con las autoridades y
corporaciones de Barcelona se trató de la subsistencia de “una Asociación de
Tejedores para auxilios mutuos o fines benéficos, sin mezcla alguna de
política…” (37).
La
sociedad de tejedores del algodón siguió funcionando “clandestinamente” en los años
siguientes como lo prueba que fuera mencionada en octubre de 1845 por el jefe
político de Barcelona para dirimir un conflicto laboral y que en 1850 un bando del
gobernador amenazara a las “sociedades creadas sin autorización” con llevar a
sus miembros ante los tribunales aplicándoles las leyes sobre las sociedades
secretas. En otro bando amenazaba también a los perturbadores que “formen
coaliciones con objeto de que no se trabaje”. En 1852 un nuevo bando, esta vez
del capitán general, advertía a los perpetradores de desórdenes y “crímenes”
que serían juzgados por comisiones militares. Al año siguiente se reiteraba la
prohibición de las “coaliciones”, este era el término empleado por entonces
para referirse a las huelgas (38).
En
este año de 1842 nuestra villa era una población de 685 habitantes. En el
siguiente cuadro del Instituto Andaluz de Estadística, (tomado de Madoz,
Pascual (1845-1850): Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de Andalucía
1842.), se puede comprobar la población de nuestra villa, comparándola con
otras poblaciones vecinas. Así Arjona tenía una población de 3.598, Andujar
9.353, Arjonilla 2.398, Marmolejo 2.020, Villanueva de la Reina 1.747, Fuerte del Rey
361, y Cazalilla 177. La capital de la provincia tenía una población de 17.387.
Parece evidente que la riqueza que aportaba el agua del Guadalquivir en las
poblaciones vecinas, disparaba al alza el número de pobladores, comparándolas
con las de estricta campiña.
Documento manuscrito del año 1842. |
(Fuente:
Madoz, Pascual (1845-1850): Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de
Andalucía 1842. Ed Facsimil, Ámbito y Editoriales andaluzas unidas, (reedición
1986), Valladolid.)
A
efectos comparativos y una vez que
disponemos de la población de la capital y provincia de Jaén según el Censo de
Floridablanca de 1787, podemos analizar el crecimiento vegetativo de la
población provincial entre los dos primeros censos de población de que
disponemos en España.
Tomando
las mismas referencias de localidades tratadas en el año 1842, podemos comprobar
que la población de La Higuera
cerca de Arjona en este año de 1787 es de 528 habitantes. En este censo de
Floridablanca: Arjona tenía una población de 2.657, Andujar 9.550, Arjonilla
2.371, Marmolejo 1.382, Villanueva de la Reina, (entonces Villanueva de Andujar) 1.403,
Fuerte del Rey 160, y Cazalilla 137. La capital de la provincia tenía una
población de 16.249.
(Fuente: Madoz, Pascual
(1845-1850): Diccionario
Geográfico-Estadístico-Histórico de Andalucía 1842. Ed Facsimil, Ámbito y Editoriales andaluzas unidas, (reedición 1986), Valladolid.)
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2 comentarios:
Enhorabuena, Pedro, por esta nueva entrada.
Hay algo que no entiendo:
Nuestro pueblo tiene 685 habitantes en 1842. Si sumamos todos los votos hacen un total de 585 votos: (65+65+63+65+64+65+63+64+63+8).
Teniendo en cuenta que estamos en una época en la cual la constitución no reconoce el sufragio universal, es decir, con sufragio censitario (solo votaban los ricos). Además las mujeres no votan, no tiene derecho a voto. Pues...
Otra cosa poco creíble es el dato de los votos de los candidatos: 4 con empate a 65 votos, igual con los de 64 y 63.
Qué pillines estos abuelitos. ¿Será pucherazo? ¿Será caciquismo?.
Comencé diciendo que no entendía. Ahora, ya, entiendo.
Amigo Manolo, ¡Muchas gracias por tu comentario!
Ese mismo planteamiento de resultado del cómputo de los votos y la relación numérica con la población masculina del supuesto censo electoral, a todas luces discordante, me llegué a plantear. En otras actas posteriores se incluyen los electores entre los que destacan los mayores contribuyentes del pueblo, muchos de ellos con títulos de condes y marqueses, no sabemos si residentes en nuestra villa y en la vecina Andujar. Quizá estos personajes incrementasen el número de electores en La Higuera cerca de Arjona de aquellos años.
Habría que estudiar la ley Electoral de 1837 para poder aclararnos en ese incremento en el número de electores.
De momento sólo te puedo decir que en 1837 se aprobó una ley electoral que estableció el voto censitario masculino. En ella se especificaba que tenían derecho de voto los ciudadanos incluidos en los siguientes supuestos:
Los mayores contribuyentes de la población, a partir de una cuota impositiva mínima directa, que de momento desconozco su cuantía.
Los varones de determinado nivel intelectual: miembros de las Reales Academias, profesores de la enseñanza pública, doctores, licenciados, y curas párrocos, que eran los considerados “capacidades”. Es decir los que tuvieran un nivel mínimo de conocimientos acreditables o titulación de algún grado
El sufragio censitario o sufragio restringido fue un sistema electoral, vigente en diversos países occidentales entre fines del siglo XVIII y el siglo XIX, basado en la dotación del derecho a voto sólo a la parte de la población que contara con ciertas características precisas entre ellas las económicas, sociales o educacionales, para que en cada caso se le permitiera estar inscrito en un "censo electoral".
El sufragio censitario vigente a los largo del final del siglo anterior y hasta el siguiente, se contraponía al posterior sufragio universal, que no establecía esas condiciones anteriores, salvo las de la mayoría de edad y el reconocimiento de la ciudadanía, aunque a decir verdad, como sabes, hasta el siglo XX estaba limitado al sufragio masculino, no pudiendo por tanto votar las mujeres a pesar de ser personas formadas y con las demás condiciones exigidas. Mal lo tenían las solteras, que a pesar de tener todos los condicionantes exigidos no podían ser elegidas, ni electoras, al igual que las mismas esposas de los varones electores y elegibles.
Un abrazo.
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