PROLOGO

Se pretende que sea éste un espacio dedicado a entretener y deleitar (... a través de la fotografía fundamentalmente) ... a dar a conocer (...o traer al recuerdo) ciertos monumentos o espacios situados en el término o cercanías de Lahiguera. ...a llamar la atención por el estado de abandono y deterioro de muchos de ellos, ...y si llegara el caso, a remover la conciencia de todos los que somos "herederos" de tales monumentos y espacios, y que con nuestra aportación ayudásemos a la conservación de los mismos.

domingo, 13 de marzo de 2016

ANÁLISIS DEL PROCESO ELECTORAL DE NUESTRO AYUNTAMIENTO EN EL AÑO 1842, DURANTE LA REGENCIA DE ESPARTERO. ACTA DE LA REUNIÓN DEL AYUNTAMIENTO DE LA HIGUERA CERCA DE ARJONA CORRESPONDIENTE AL AÑO 1842.


BOMBARDEO DE LA CIUDAD DE BARCELONA Y NACIMIENTO DE LOS PRIMEROS MOVIMIENTOS SINDICALES EN ESPAÑA.
Nota: En el archivo correspondiente a este año de 1842 solamente aparece el siguiente documento.


ACTA DE LA SESIÓN CELEBRADA EN FECHA 20 DE NOVIEMBRE DE 1842.

Esta  sesión del Ayuntamiento se convoca para iniciar el expediente para la celebración de las Elecciones de los tres cargos del Ayuntamiento, con la publicación de tres edictos preceptivos colocados en los sitios habituales de la villa y el posterior señalamiento para el día 4 de Diciembre, domingo (desde las ocho de la mañana) para la celebración de las Elecciones en la Hermita (Ermita) del Santo con dos escrutadores y secretario de la mesa electoral parroquial  y los resultados de la elección con especificación del número de votos para cada candidato.

El proceso electoral tenía varios pasos que comprobamos en los escritos: Se convocaban las elecciones para una fecha determinada, antes de acabar el año y así nombrar el Alcalde del año siguiente, fijada la fecha se comunicaba a los vecinos la celebración colocando edictos en los lugares habituales en tres fechas posteriores con una periodicidad de cinco días, para general conocimiento de la población. A continuación se procedía a elegir los electores parroquiales en la fecha del 4 de diciembre, en número de nueve, previamente se había constituido la mesa de escrutadores de voto, siendo elegidos por unanimidad para escrutadores D. Salvador Martínez y D. Manuel Morales, actuado D. Sebastián Pérez de Secretario como correspondía por su cargo de secretario del Ayuntamiento. Votados y elegidos los nueve primeros, se pasaba en fecha posterior, que fue el 11 de diciembre a elegir al Alcalde, Presidente del Ayuntamiento, al Segundo Regidor y al Sindico Procurador, con lo que el Ayuntamiento de la Higuera cerca de Arjona por su número de habitantes de 685 en ese año , sólo podía contar con estos munícipes,

(Datos aportados por D. Pascual Madoz, (1845-1850): Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de Andalucía 1842.)

En estos años había que elegir cada año un Alcalde y esta elección era para elegir el Alcalde del año venidero, Segundo Regidor y Sindico Procurador, del año 1843.


Acuerdo… En la villa de la Higuera cerca de Arjona en veinte días del mes de Novre. de mil ochocientos cuarenta y dos, reunidos el Ayuntamiento Constitucional con asistencia de mí el Srio. se acordó que siendo el tiempo de principiar a dar pasos para las elecciones de Ayuntamiento se diese principio al Espediente para lo cual sige edicto en los sitios propios de esta villa anunciando la elección de Ayuntamiento y señalando para la Junta parroquial el Domingo cuatro del mes de Dvre. desde las ocho de la mañana cuyo anuncio se repetirá las tres veces que manda la ley y lo y lo firmaron de que yo el Srio. de Ayuntamiento certifico.=

A continuación viene una diligencia para hacer constar que se ha fijado el edicto, en fecha 22 de noviembre, que dice así:
Fijación de edicto… Certifico que en este día he fijado el edicto mandado. Higuera cerca de Arjona veinte y dos de Novre. de mil ochocientos cuarenta y dos.=

Rúbrica de Pérez

Otro…Certifico que en este día he fijado nuevo edicto anunciando la elección parroquial como está mandado, Higuera cerca de Arjona veinte y siete de Novre. de mil ochocientos cuarenta y dos.=
Otro… Certifico yo el Srio. de Ayuntamiento que en este día he fijado edicto anunciando la elección Parroquial como está mandado. Higuera cerca de Arjona, primero de Divre. de mil ochocientos cuarenta y dos.

Junta Parroquial…En la villa de la Higuera cerca de Arjona en cuatro días del mes de Divre.  de mil ochocientos cuarenta y dos, el Sr. Alcalde Constitucional de esta villa se constituyó en el hermita del Santo de esta villa para celebrar la elección parroquial, y después de haverse reunido número bastante de electores, se procedió a nombrar dos escrutadores y un Srio. de entre los electores presentes saliendo por unanimidad para escrutadores los SS. D. Salbador Martínez y D. Manuel Morales y para Srio. D. Sebastián Pérez, constituida la mesa bajo la presidencia del Sr. Alcalde Cont. se dio principio a la elección de los nueve electores parroquiales que corresponde a esta villa y se dio principio por todas las personas que se presentaron a votar hasta las cuatro de la tarde que no pareciendo nadie se dio por concluido el acta, el cual echo el escrutinio dio el resultado siguiente.

D. Salbador Martínez sesenta y cinco votos

D. Sebastián Pérez sesenta y cinco votos.

D. Francisco Garrido sesenta y tres.

D. Francisco Martínez sesenta y cinco y

D. Manuel Morales sesenta y cuatro.

D. Juan Barragán sesenta y cinco-

D. Juan Ruano sesenta y tres.

D. Antonio Cortés sesenta y cuatro.

D. Antonio Gavilán sesenta y tres.

D. Felipe Martínez

D. José Barragán dos
D. Manuel Pérez uno
Andrés Garrido uno
Pedro de Fuentes uno
Sebastián Fuentes uno
Manuel Mercado uno
Antonio Gavilán mayor uno.
Y  no habiendo más electores se cerró este acta que firmaron el Sr. Presidente, escrutadores y Srio. 
Junta electoral… En la villa de la Higuera cerca de Arjona en once días del mes de Divre. de mil ochocientos cuarenta y dos, reunidos los electores de esta villa bajo la presidencia del Sr. Alcalde Cont. para hacer el nombramiento de los individuos que han de componer el Ayuntamiento Cont. del año venidero, se procedió a nombrar dos escrutadores para formar las mesas con el Sr. Presidente y Srio. de Ayuntamiento  y recayó por unanimidad en D. Salbador Martínez y D. Antonio Gavilán constituida la mesa con dichos SS. se dio principio a la elección de Alcalde y por unanimidad de todos los SS. electores se nombró  d. Francisco Garrido, para Regidor 2º por unanimidad a D. Juan Ruano Para Síndico Procurador por unanimidad D. Antonio Gavilán.
Los cuales dichos guardan los necos (nexos) y parentescos prevenidos por la Ley y lo firmó el Sr. Presidente con los escrutadores y Srio.
Como hemos podido comprobar con la lectura, el lugar de convocatoria para los electores era la Ermita del Santo. La elección se realizó el día 4 de diciembre desde las ocho de la mañana a las cuatro de la tarde. En el acto de la votación del día se votaron los nueve electores parroquiales que correspondían a la villa, de entre ellos surgirían posteriormente los nombramientos del nuevo Ayuntamiento para 1843 formado por el Alcalde Presidente que entiendo se nombró a D. Francisco Garrido por unanimidad, el 2º Regidor D. Juan Ruano también por unanimidad, y para el cargo de Sindico Procurador a D. Antonio Gavilán también por unanimidad, que administraría los bienes propios del Ayuntamiento.
Los nueve aparecen en el texto en color azul, todos con una votación muy próxima entre sesenta y cinco y sesenta y tres votos. Después aparece D. Felipe Martínez sin voto, deducimos que como era encargado de administrar el Estanco de la villa, según comprobamos en un acta de 1842, no podía tener cargo municipal. A continuación aparecen otros siete elegibles que reciben un voto o en un caso dos (D. José Barragán) supuesto hermano de D. Juan Barragán, con sesenta y cinco votos. Se da la circunstancia de que figuran dos personas como Antonio Gavilán, uno que aparece elegido de entre los nueve, y otro que aparece como mayor, y que supuestamente sería su padre o familiar. El equilibrio de los votos hace pensar que era un ayuntamiento conservador esparterista estable, no sabemos que parte de progresismo incubaba el que estaba elegido en ese año, y que probablemente continuaría en la misma línea de consenso en el año 1843, con algún cambio de personas consensuado, pero todo muy estable y controlado, según se deduce de la redacción del acta y del todo el proceso de elección secuenciado.

Después de la elección de los nueve electores parroquiales se procedió a celebrar otro acto en fecha 11 de diciembre de 1842, con objeto de proceder de entre los nueve a la elección del Alcalde Presidente, del Regidor 2º, y del  Sindico Procurador. El Alcalde D. Salvador Martínez, (que también fue Alcalde en 1841) preside este acto junto a D. Antonio Gavilán, acto con el que concluye el proceso electoral del Ayuntamiento. Lo curioso es que igualmente aparecen otros electores parroquiales con la misma votación de sesenta y cinco votos, el siguiente era D. Sebastián Pérez, que tenía el nombramiento de Secretario del Ayuntamiento, continúa con los sesenta y cinco votos D. Francisco Martínez y D. Juan Barragán. Supongo que Francisco Martínez sería hermano de Salvador Martínez, el Alcalde, y de Felipe Martínez el encargado del Estanco del municipio. 
Se deduce que de entre los nueve electores parroquiales, posteriormente podía ser elegido Alcalde el que recibiese mayor votación entre ellos, a pesar de no ser el que encabezase la lista por el número de votos. En este caso salio elegido para Alcalde para 1843 D. Francisco Garrido, el que entre los electores parroquiales sacó sesenta y tres votos. Le siguió para el cargo de Segundo Regidor D. Juan Ruano también con sesenta y tres votos parroquiales y para Sindico Procurador D. Antonio Gavilán que obtuvo otros sesenta y tres votos entre los electores parroquiales.
General Baldomero Fernández Espartero, Principe de Vergara.

A nivel de la política nacional del reino comienza este año de 1842 con la creación de la Orden Militar Española. La Orden Militar Española es el pomposo nombre que le dieron unos militares españoles a una sociedad secreta creada por ellos, a principios de 1842. Estaba ocupando la regencia de España el general Espartero y, desde el mismo momento, se le habían opuesto todos aquellos que no estaban de acuerdo ni con su personalidad, ni con su progresismo, ni con que hubiese hecho abdicar a su predecesora, María Cristina de Borbón. Es fácil comprender que entre la oficialidad del ejército español hubiese partidarios de esta, pues había posibilitado la tercera experiencia liberal en España (quizá a su pesar) aunque solo fuese para garantizar el acceso al trono, algo más tarde, de su hija Isabel. 
D. Leopoldo O´Donnel y Joris político y militar.
D. Fernando Fernández Bastarreche (1) realiza una narración sobre los pronunciamientos que tuvieron lugar en España en 1841 y 1843, fracasado el primero y triunfante el segundo. Consecuencia del primero es la creación de la "Orden Militar Española" en la que se comprometen los más destacados generales no afines a Espartero. Gutiérrez de la Concha estaba aliado a Narváez, O'Donnell, Borso de Carminati y Diego de León en el intento de 1841. "En torno a María Cristina se organizó una trama conspirativa... El proyecto de un primer levantamiento se ramificó pronto por toda España, dando lugar al un pronunciamiento en septiembre" de dicho año. Narváez actuó en Andalucía; Borso di Carminati en Zaragoza; O'Donnell y Montes de Oca en Pamplona y Vitoria respectivamente... El autor citado señala que estos militares esperaban ser ayudados por los carlistas ante las medidas anticlericales de Espartero, pero tanto Cabrera como el pretendiente Carlos habían dicho que tal cosa no se produciría, confiando en que el regente cayese por su propio peso ante los adversarios que estaba acumulando.
D. Manuel Gutierrez de la Concha, Marqués del Duero.
Carlos de Borbón estaba en Bourges, en el centro de Francia, mientras que Diego de León, Manuel de la Pezuela (que no distaba mucho de los carlistas) y Concha debían asaltar el palacio real, donde contaban con colaboración interior: el objetivo era secuestrar a las hijas de María Cristina de Borbón y reponer a esta en la regencia. A todo ello se opuso el coronel Domingo Dulce, que estaba muy unido a Espartero. El fracaso de la intentona llevó a algunos de los cabecillas a la muerte, ejecutados por orden del regente, que de esta formar hizo aumentar el número de sus opositores, pues no en vano aquellos habían contribuido al establecimiento del liberalismo en España y habían participado en importantes hechos de armas con grave riesgo de sus vidas.

Uno de los ejecutados fue Diego de León, que había participado en la guerra de 1833 y en ese momento era Capitán General de Castilla la Nueva; como ya dijimos en el anterior artículo, se entregó creyendo que sería indultado pero no fue así: fue un buen ejemplo de romanticismo de la época. Otros tuvieron más suerte: Narváez pudo irse a París; igualmente consiguieron huir Pezuela, Concha y O'Donnell, pero Borso fue fusilado en Zaragoza y el marino Montes de Oca capturado cuando trataba de huir y también fue fusilado. 
En 1842, pues, se constituye la "Orden Militar Española" de la que forman parte Narváez, Fernández de Córdoba, Pezuela, Benavides y Escosura; otros fueron Fulgosio y Aspiroz; la presidió O'Donnell, contando todos ellos con medios económicos facilitados por María Cristina de Borbón y el marqués de Viluma (Manuel de la Pezuela). Algunos civiles se unieron a la trama, como Donoso Cortés; hasta que Narváez, en 1843, tomó un vapor en Marsella y llegó a Valencia, donde otro levantamiento contra Espartero ya había triunfado. Fue el fin de la regencia esparterista.
D. Antonio Gónzález González., Presidente del Gobierno.
El 28 de mayo de 1842 cayó el gobierno de Antonio González a causa de un voto de censura que prosperó en las Cortes y que presentó el Partido Progresista en el Congreso. “Con este enfrentamiento absurdo entre las cortes y un gobierno del propio partido, que dominaba en ellas, se iniciaba el suicidio del progresismo” (2).
D. Salustiano Olózaga y Almandoz candidato del Partido Progresista.

Entonces el Partido Progresista propuso como candidato al progresista “puro” Salustiano de Olózaga, pero Espartero nombró en su lugar al general “ayacucho” José Ramón Rodil y Campillo y mes y medio después cerró las Cortes. 
General José Ramón Rodil y Campillo. Candidato de Espartero. Cuadro de Dionisio Fierros y Álvarez,
Al designar a un miembro de su camarilla militar para la presidencia del gobierno, “Espartero se desviaba de su papel de árbitro, replegándose a un círculo íntimo compuesto principalmente por militares vinculados a su persona, que no respondían al contenido parlamentario progresista”(3).
Con este nombramiento Espartero mantuvo la dualidad de poderes de que gozaba, la jefatura del Estado y la presidencia de facto del poder ejecutivo, como se demostró en el bombardeo de Barcelona de diciembre de 1841 que fue decidido por él y no por el gobierno de Rodil, (4) y que constituyó uno de los episodios que más contribuyó al deterioro de la figura del Regente.
General Van Halen Sarti.
El 13 de noviembre de 1842 estalló en Barcelona una insurrección "antiesparterista" a la que se sumó la milicia y en pocas horas la ciudad se llenó de barricadas. El detonante de la misma fue la noticia de que el gobierno se disponía a firmar un acuerdo comercial librecambista con Gran Bretaña, que rebajaría los aranceles a los productos textiles ingleses, lo que supondría la ruina para la naciente industria algodonera catalana.
General Juan Prim y Prats. Cuadro de Luís Madrazo.
Otro detonante fue la política represiva del capitán general Van Halen desde los sucesos del año anterior, a propósito del inicio del derribo por orden de la “Junta de Vigilancia” de la fortaleza de la Ciudadela; en las Cortes el general catalán Juan Prim había denunciado que Van Halen había dado la orden de que los soldados, abandonados y sin recursos, “vivan sobre el país y esto es exasperar al pueblo”, a lo que se sumó la “brutalidad del general Martín Zurbano, enviado en el verano de 1842 a la provincia de Gerona para “perseguir los restos de las partidas carlistas, y de paso perseguir a los republicanos"(5).
General Martín Zurbano, liberal seguidor de Espartero.
Los sucesos más graves se produjeron en Barcelona donde la “Junta de Vigilancia” presidida por Juan de Llinás, aprovechando la ausencia del capitán general Juan Van Halen que se había desplazado a Navarra para acabar con el pronunciamiento moderado, procedió a demoler la odiada fortaleza de la Ciudadela mandada construir por Felipe V tras su victoria en la guerra de sucesión española, que era considerada por la mayoría de los barceloneses un instrumentos de opresión. Además con esa medida se pretendía proporcionar trabajo a los muchos obreros que se encontraban en paro. La respuesta de Espartero fue suprimir la Junta por “abuso de la libertad” y desarmar a la milicia, además de disolver el ayuntamiento y la diputación de Barcelona y hacer pagar a la ciudad la reconstrucción de los muros de la Ciudadela que ya se habían derribado.
Portal del Ángel, llamado así por una supuesta custodia del Ángel Custodio a la ciudad según la tradición.
La chispa inicial, sin embargo, fue por un tumulto que se produjo en la Porta de l'Àngel en relación con los consumos el 13 de noviembre, un domingo por la tarde. El incidente comenzó cuando un grupo de obreros que regresaban de comer desde fuera de la ciudad, intentó pasar al interior de la ciudad una pequeña cantidad de vino sobrante sin pagar los “derechos de puertas”. (6).

La respuesta de la autoridad militar fue ocupar el ayuntamiento y detener a varios periodistas de El Republicano, presentes en los hechos (7).

Al día siguiente una comisión que pedía que se liberase a los detenidos, fue encarcelada a su vez. (8).
Abdón Terradas i Paulí, republicano escritor en el Diario El Republicano de Barcelona.
Este periódico, además, acababa de publicar un llamado “Plan de Revolución” firmado por Abdón Terradas que entre otras cosas decía:
"Cuando el pueblo quiera conquistar sus derechos, debe empuñar las armas en masa al grito de ¡viva la República! "(9).

Abdón Terradas había nacido en Figueras, hijo de un tratante de granos y ganado, estudió en Perpiñán. Su actividad política obtuvo gran repercusión en Barcelona, donde se trasladó en 1840. Allí fundó una sociedad secreta, la "Sociedad Patriótica", y comenzó a difundir un ideario republicano. Fue alcalde de su población natal. Escribió en el diario El Republicano (1842), publicando el himno republicano La Campana. En 1842 fue elegido alcalde de Figueras, pero tuvo que escapar a Francia por oponerse al régimen. En 1843 se batió por la República en el Ampurdán como político federalista español. La letra del himno La Campana era la siguiente:

"Ya la campana suena,
el cañón ya retruena.
¡Vamos, vamos, republicanos, vamos!
El garrote, la escopeta,
la hoz y la horca.
¡Oh, catalanes, con valor empuñemos!
La Corte y la nobleza,
el orgullo de la riqueza,
caigan de una vez a nuestro nivel.
Que pague quien tiene renta
o bien alguna prebenda:
el que no tiene tampoco ha de pagar nada." (10).
Represión esparterista en Barcelona año 1842.

La represión ordenada por Espartero fue muy dura. Se desarmó a la milicia y varios centenares de personas fueron detenidas, de las cuales unas cien fueron fusiladas. Además se castigó colectivamente a la ciudad con el pago de una contribución extraordinaria de 12 millones de reales para sufragar la reconstrucción de la Ciudadela. Asimismo disolvió la Asociación de Tejedores de Barcelona y cerró todos los periódicos salvo el conservador Diario de Barcelona.
Antes de volver a Madrid el 22 de diciembre, desde su residencia en Sarriá sin haber pisado Barcelona, sustituyó a Van Halen al frente de la Capitanía General de Cataluña por el general, también “ayacucho”, Antonio Seoane, quien según manifestó se proponía gobernar Cataluña “fusilando y tirando metralla” (11).
Al día siguiente una comisión que pedía que se liberase a los detenidos, fue encarcelada a su vez. Según relató el cónsul francés en Barcelona, Ferdinand de Lesseps:
 "Cuando oyeron decir al general Zurbano en medio de un grupo de generales: “Bien puede existir España sin Cataluña”, la exasperación se generalizó. El rumor de que el ejército quería destruir la ciudad corrió de boca en boca y la población entera se dispuso a tomar parte en el combate." (12). 
Ferdinand Lesseps diplomático francés, consul en Barcelona el año 1842.
Comenzó entonces una guerra de barricadas protagonizada por la milicia, apoyada por paisanos armados, contra el ejército al que acusaban de que los soldados habían saqueado tiendas y robado a los transeúntes. Otros vecinos apoyaban a los milicianos lanzando piedras y muebles desde las ventanas y las azoteas. Como relató un testigo (13).
Las tropas de Van Halen reciben piedras, macetas y muebles por parte de los vecinos en apoyo a las milicias.
Las campanas tocaban a rebato, la gente del campo acudía a la defensa de sus hermanos, se fortalecen las barricadas y se levantan otras nuevas, banderolas negras y rojas en todas las torres y azoteas. Entonces el capitán general, el “ayacucho” Antonio Van Halen, ordenó a sus hombres que abandonaran la ciudad y que se replegaran hacia el castillo de Montjuic, situado sobre la montaña del mismo nombre desde donde se dominaba la ciudad (14) y hacia la Ciudadela, al otro extremo de la urbe( 15).
Plano de Barcelona de 1806 con la fortaleza de la Ciudadela, a la derecha, integrada dentro de las murallas, y a la izquierda la montaña de Montjuic.


El repliegue de las tropas gubernamentales fue considerado un triunfo por los sublevados cuya Junta presidida por Juan Manuel Carsy y que tenía su origen en la “Junta de Vigilancia”, que se había formado en Barcelona el año anterior hizo público su programa que pedía:

Unión entre todos los liberales.

Abajo Espartero y su gobierno.

Cortes constituyentes.

En caso de regencia, más de uno; en caso de enlace de la reina Isabel 2ª, con español.

Justicia y protección a la industria nacional.

Juan Manuel Carsy, presidente de la Junta.
Hoja de Servicios de Juan Manuel Carsy del Cuerpo de Carabineros del Reino.

Manifiesto de D. Juan Manuel Carsy presidente de la Junta Popular.

En el manifiesto hecho público el 17 de noviembre la Junta se pedía la “independencia de Cataluña con respecto a la Corte” y “la protección franca y justa a la industria española” (16).
Bombardeo de Barcelona desde el castillo de Montjuic.


El regente Espartero decidió dirigir personalmente la represión de la insurrección y el 22 de noviembre llegó a Barcelona, en compañía del presidente del gobierno el general José Ramón Rodil y Campillo, otro "ayacucho". Ese mismo día el general Van Halen, por orden de Espartero, comunicó que Barcelona sería bombardeada desde el castillo de Montjuic si antes de 48 horas no se rendían los insurrectos. Entonces cundió el desconcierto en la ciudad y la Junta fue sustituida por otra más moderada dispuesta a negociar con Espartero, pero éste se negó a recibirles a pesar de que en ella participaba el propio obispo –“Espartero no quería una rendición pactada sino un castigo”, afirma Josep Fontana (17) y se formó una tercera junta, esta vez dominada por los republicanos y dispuesta a resistir (18).
La noticia del Bombardeo en la prensa.

Finalmente el 3 de diciembre de 1842 comenzó el bombardeo y al día siguiente la ciudad se rendía y entraba de nuevo el ejército. Se dispararon 1.014 proyectiles desde los cañones de Montjuic que dañaron 462 casas y hubo veinte víctimas mortales entre los habitantes de la ciudad (19).
Proyectil incrustado en la fachada de un edificio de Gran de Sant Andreu en Barcelona año 1842.

Ese día 3 de diciembre de 1842 a las once y media de la mañana comenzó el bombardeo desde el Castillo de Montjuic contra la ciudad de Barcelona, arrojándose muchos proyectiles incendiarios que fueron la causa de que algunos edificios fueran devorados por las llamas, dirigiéndose el fuego de forma indiscriminada a la población, por lo que lo mismo podía afectar a un hospital u otra institución. La confusión y el desorden eran tan grandes que nadie podía estar seguro; todos corrían desolados por las calles sin saber donde esconderse; unos se refugiaban en alguna Iglesia, otros en un sótano. En cualquier dirección que se fijara la vista, no se veía nada más que el espectáculo de la destrucción y muerte, y el estruendo que causaban las casas al desplomarse.
Incendio de la ciudad por el bombardeo de 1842 y huída de la población.

El bombardeo provocó incendios por toda la ciudad. La operación se inició antes del mediodía y concluyó en su primera etapa cerca de las dos de la tarde. Se reanudó dos horas después cuando varios edificios públicos y privados ardían o habían sido derribados y se recogía por la población a los heridos.
Bombas incendiarias caen sobre la ciudad de Barcelona.
A las tres de la tarde ardían varias casas en la ciudad, algunas tiendas estaban arruinadas y muchas puertas y almacenes hechos pedazos por los cascos de las bombas.

A las 5 de la tarde el fuego continuaba con la misma impetuosidad. A esta hora la Junta de Vigilancia comisionó a dos individuos de su seno para que se entrevistasen con el Capitán General Van-Halen pidiendo la suspensión de las hostilidades, y tratar la rendición de la plaza.
Bombardeo de Barcelona año 1842. La gente huye por la Puerta del Mar. (Grabado de la época).
El General contesto que el fuego no cesaría sino después de haberse rendido la ciudad, y que para creerlo habían de traerle presos cuantos individuos habían tomado las armas en estos últimos días, para imponer el castigo al que se habían hecho acreedores.
Reacción al bando de Van Halen. Bullanga en 1842.

Serian las 6 de la tarde cuando salieron dos comisiones de ciudadanos una de la ciudad y otra de la Barceloneta, que se dirigieron al Cuartel General para pedir que cesaran las hostilidades que afectaban a la ciudad, y ofreciendo la sumisión de la ciudad.
Como representantes de la ciudad fueron: D. Francisco Puigmarti, D. Ramón Puigmarti, D. Andrés Basté, D. Antonio Mas y Burgada, D. Pedro Duran, D. José Puig, D. Miguel Planell, y D. Rafael Ramoneda menor.
Los ciudadanos que formaron la Junta de la Barceloneta fueron los siguientes: D. José Torné, Presidente; vocales D. Esteban Dorsal, D. José Torné y Bordas, D. Pablo Mas y García, D. Juan Llopis, D. José Constante, D. Mariano Geli, D. Pablo Busquets, y D. Juan Antonio Ciantar y Uzzini, Secretario.

Los que pasaron al cuartel general fueron D. José Torné y Bordas, D. Juan Antonio Ciantar y Uzzini y D. Pablo Mas y García.

A las 12 de la noche un cohete lanzado desde el cuartel general anunció a los del castillo la orden de parar el fuego. A la media noche, los negociadores habían alcanzado un acuerdo con Van Halen y se dio por concluido el bombardeo.
Durante cerca de 13 horas de un horroroso fuego cayeron sobre la ciudad 1014 proyectiles de diferentes calibres, a saber:
Bombas de 14 pulgadas...................... 380
Bombas de 12 pulgadas...................... 304
Bombas de 10 pulgadas........................ 96



Total........................................................780

Granadas de 9 pulgadas........................ 60
Granadas de 7 pulgadas.........................36
Total.................................................……...96

Balas de 24..............................................62
Balas de 12.............................................. 76
Total........................................................138


Mas de cuatrocientas casas fueron destruidas enteramente por los proyectiles; en la travesía Lancaster se desmoronó cayendo el medio de la calle un edificio acabado de construir, que albergaba en sus escombros a diez personas que se habían escondido en la misma; una casa en la calla nueva de San Francisco, otra en la de Aray, otra en la de San Pablo, otra en la dels Archs y algunas más quedaron destruidas, dos casas situadas en la plaza de Verónica fueron presas de las llamas.

En el hospital general de Santa Cruz cayeron cinco bombas causando grandes estragos en el interior del edificio. En el hospital militar ubicado en el Convento de Junqueras sucedió otro tanto, el Capitán Luque que se hallaba enfermo en dicho hospital vino a caerle una bomba en su misma cama rompiéndole una pierna.
Salón del Ciento del Ayuntamiento de Barcelona, dañado durante el bombardeo de 1842.
El hermoso salón de Ciento de las Casas Consistoriales también quedó afectado. También fue presa de las llamas una casa de la Rambla. Varios edificios públicos resistieron los proyectiles pero de entre 20 a 30 personas fueron victimas en ellos. (20).


Montjuic por tu elevación,
Y tus bocas de metal
Causaste la perdición
Del que sin hacerte mal
llora tal devastación.
De Diciembre el tercer día
Mil ochocientos cuarenta
 y dos del año que había
De concluir, fue la cruenta
Acción de bombardería. 
Foso de entrada al castillo de Montjuic en la actualidad.

Según relató el cónsul francés en Barcelona “durante los quince días que ha durado la insurrección no se ha cometido ni un solo delito contra las personas o contra las propiedades”. En cambio la Diputación de Madrid falseaba deliberadamente los hechos y contaba a los ciudadanos que en Barcelona “han ocurrido lamentables escenas de horror y de sangre” y que entre otras atrocidades los milicianos habían degollado a los presos y a los heridos enemigos en los hospitales (21). Suponemos que el consul trabajaba a favor de la ayuda de su país a la causa de la Reina Regente, residente en Paris y protegida por el monarca francés.
Reacción antiesparterista en El Heraldo de Sevilla como consecuencia de las acciones en Barcelona de fecha 28 de noviembre de 1842.
El Heraldo de Sevilla de fecha 3 de diciembre de 1842.

Fue un “método castrense en la resolución de los conflictos que acabó con el prestigio personal de Espartero” (22).
La represión ordenada por Espartero fue muy dura. Se desarmó a la milicia y varios centenares de personas fueron detenidas, de las cuales unas cien fueron fusiladas. Además se castigó colectivamente a la ciudad con el pago de una contribución extraordinaria de 12 millones de reales para sufragar la reconstrucción de la Ciudadela. (23).
Espartero había conseguido acabar con la revuelta pero con el bombardeo y la dura represión posterior perdió el “inmenso apoyo social y político que había tenido tradicionalmente en Barcelona. No es de extrañar la unanimidad que tendrá en Cataluña el levantamiento general contra Espartero en 1843” (24).

Además “el símbolo de Barcelona también actuó sobre Madrid. La vuelta de Espartero fue acogida con una frialdad que contrastaba con el alborozo y pomposidad de 1840” (25).
En el año 1840 se fundó la Asociación de Tejedores del algodón de Barcelona, considerado el primer sindicato de la Historia de España.

Tras la sublevación de Barcelona de noviembre de 1842 que fue aplastada por Espartero ordenando el bombardeo de la ciudad, y en la que participaron muchos obreros, el capitán general de Cataluña acusó a “la Sociedad Mutua de Protección de Tejedores de ambos sexos… fundada en 1840 bajo el único y aparente carácter de una asociación filantrópica de recíproco socorro” de ser responsable de muchos de los sucesos y el 16 de enero de 1843 la declaró disuelta y además prohibió “toda otra asociación que hubiese de cualquiera otro ramo de la industria”. Pero la sociedad mantuvo su actividad bajo la cobertura de la “Compañía Fabril de Tejedores de Algodón”, constituida por los talleres cooperativos organizados por los tejedores el año anterior, gracias a un préstamo del Ayuntamiento, que fue autorizada en mayo de 1843. Estos talleres daban trabajo a 200 obreros y socorrían a 700 personas, pero a partir de 1844 comenzaron a sufrir pérdidas y acabaron siendo traspasados a una empresa privada en 1848 (26).
Taller de un tejedor manual.
Hemos referido anteriormente la existencia de La Asociación de Tejedores de Barcelona, en este momento político tan trascendente para la estabilidad política del gobierno del Regente Espartero, por ello vamos a dedicar algunos párrafos a lo que podemos considerar el nacimiento del primer sindicato de la historia de España. Cataluña en las décadas de 1830 y 1840 era el único lugar de España donde existía una industria moderna, el sector textil algodonero. Allí se produjeron los primeros conflictos entre obreros y patronos y allí se fundó en 1840 la Asociación de Tejedores de Barcelona, el primer sindicato, una sociedad de resistencia se le llamaba en esta época de la historia de España. Esta primera unidad sindical fue una asociación de los tejedores de algodón de Barcelona y de las poblaciones colindantes fundada en la clandestinidad en el verano de 1839 y que se constituyó en 1840 como sociedad de ayuda mutua con el nombre de Sociedad Mutua de Tejedores de Barcelona que dio cobertura legal a sus actividades de resistencia. Esta primera asociación obrera constituida como tal, se constituye en Barcelona a principio de 1840, es decir reconocida legalmente; pero que sin duda venían existiendo ya desde años atrás, pues existen referencias que demuestran la existencia de organizaciones obreras anteriores a 1835, habiendo proclamados bandos por ejemplo contra las “asociaciones de operarios”, amparándose por unas leyes más condescendientes con el asociacionismo obrero que se aprobaron en 1839.  Se llamaba “Protección mutua de tejedores de Barcelona” o simplemente “La protectora”. Los tejedores habían conseguido extender su agrupación por todas las poblaciones fabriles de Cataluña, y federarlas en un sindicato de oficio. Fue prohibida varias veces porque el derecho de asociación no fue reconocido durante el reinado de Isabel II pero continuó actuando utilizando diversos subterfugios. Como asociación fue ilegalizada en varias ocasiones, pues manifestaba ya  una gran capacidad combativa.
Fábrica con máquinas hiladoras mule-jennies.

En la década de 1830 Cataluña era el único lugar de España donde existía una industria moderna y en parte como consecuencia de ello vivió una gran conflictividad social y laboral, protagonizada fundamentalmente por los obreros del sector textil algodonero. Así en esos años tienen lugar los primeros intentos de formar sociedades obreras, como lo demuestran las repetidas quejas a la Comisión de Fábricas por parte de los patronos contra “los obreros díscolos” o los “obreros ingratos” y contra “una especie de complot para pedir alza de jornal” una referencia a lo que más adelante se llamará huelga, lo que demuestra según Manuel Tuñón de Lara, “un nuevo estado de conciencia, caracterizado porque el trabajador siente la necesidad de asociarse para lograr” sus fines laborales o salariales (27).

Fábrica con máquinas de hilar selfactinas (Armand Kohl).
Al principio tuvieron un carácter temporal con una finalidad concreta, pero las comisiones obreras formadas para discutir las reivindicaciones con los patronos pidieron al capitán general de Cataluña que las autorizara para convertirse en asociaciones permanentes. También se dirigieron a los síndicos del Ayuntamiento de Barcelona. Así una comisión formada por tres obreros se entrevistó con ellos: “Hablaron de la facilidad que tienen los principales fabricantes de poder mancomunarse en un convite en la fonda de Gracia u otra parte, por razón de su reducido número, arrastrando su opinión la de los demás, al paso que los jornaleros para entenderse solamente necesitaban la mayor publicidad” (28).
 En febrero de 1839 se promulgó una Real Orden que autorizaba la formación de sociedades de ayuda mutua y beneficencia. Aprovechando esta nueva cobertura legal la asociación de tejedores que probablemente se había formado en el verano de 1839 y que contaba con unos 3.000 miembros, cuya actividad había dado lugar a un bando del jefe político de Barcelona del 23 de mayo de 1840 en que se prohibía “que se hagan suscripciones, ni se tengan reuniones para formar asociaciones” sin previo aviso de las autoridades, entonces se constituye el 26 de septiembre de 1840 la “Sociedad Mutua de Tejedores de Barcelona”, presidida por Joan Munts. El 8 de diciembre se celebró la primera asamblea de la sociedad (29).
Se conocen los Estatutos de la sociedad de resistencia a la que daba cobertura legal. El capítulo 4 decía que cuando los patronos intentaran reducir los jornales “aunque solo sea un ochavo” los trabajadores debían abandonar los talleres, y el 36 añadía: “Todo socio, sin distinción de clase, que se conviniere con el amo de dejarse alargar las telas o rebajar el jornal será considerado como inobediente y pasado a juicio de las dos juntas”. El artículo 8 preveía la expulsión de la sociedad para “el operario que en todo o en parte no se sujete a lo prevenido” (30). 

Las sociedades en resistencia consistían en asociaciones de obreros y artesanos, que buscaron ser independientes de las relaciones entre el Estado, los empresarios, el capital y las leyes. Sus objetivos eran organizar a los trabajadores en confederaciones gremiales o regionales, dotarlos de un fuerte sentimiento de conciencia de clase y coordinar una huelga general insurreccional.
El siglo XIX en Europa se caracterizará por el desarrollo del capitalismo industrial y la agudización de la situación de los trabajadores, que deben cumplir jornadas laborales de 14 y 16 horas, el trabajo de niños, viviendas en las que no se puede vivir, condiciones de hacinamiento, etc., etc. Factores económicos, psicológicos y sociales permiten formas de reacción ante estos condicionamientos impuestos. “El movimiento obrero toma conciencia de sí entre 1830 y 1836 en Francia, como en Inglaterra. También como en este país tiende a auto organizarse en las sociedades obreras, su organización natural. Mas aquí, a diferencias de lo ocurrido en Gran Bretaña, el movimiento societario desarrollará una ideología revolucionaria que, partiendo de la autonomía del movimiento obrero llegará a formular teorías de reestructuración de la sociedad sobre la base del trabajo creador y liberado (...) Muchos obreros formarán parte de grupos clandestinos o clubes políticos donde se conspira. Más en general, su desenvolvimiento será autónomo en la mayor parte de este siglo (31). 

En aquel otoño de 1840 aumentó la tensión social. Las fuentes de la época constatan “las desavenencias y disturbios registrados de algún tiempo entre fabricantes y operarios, dando por resultado el cierre de muchas fábricas”. Algunos industriales llegaron a atribuir los conflictos “a una mano oscura, pagada acaso por el extranjero, para hundir la industria catalana”. Para hacer frente a esta situación se creó en noviembre una comisión de arbitraje, formada por representantes de patronos y obreros. Sin embargo, los obreros encabezados por Juan Munts dimitieron en marzo de 1841 por considerarla ineficaz (32).
 La Sociedad de Tejedores se extendió fuera de Barcelona alcanzando los 15.000 afiliados, 7.000 de la capital y 8.000 de las localidades de la provincia, y sirvió de ejemplo para la constitución de sociedades en otros oficios, como hiladores y tintoreros. El 26 de septiembre de 1841 celebró su primer aniversario con una fiesta en San Andrés de Palomar a la que asistieron los obreros con sus familias y en la que Joan Munts, aclamado por los presentes, pronunció un discurso (33).
Cuadro resumen de la Regencia de Espartero.
Sin embargo, el gobierno del general Espartero, a quien los miembros de la sociedad habían aclamado cuando entró triunfalmente en Barcelona en junio de 1840 tras su victoria en la primera guerra carlista, ordenó que las sociedades obreras se ciñeran estrictamente a sus fines de protección y socorro amenazando con penas de prisión para los que coartaran “la libre contratación de obreros y patronos”, además de impedir las reuniones que no estuvieran autorizadas. La tensión que se vivió en Barcelona culminó con la prohibición de la Sociedad el 9 de diciembre de 1841, decisión que fue aplaudida por la Comisión de Fábricas mediante una carta enviada al general Espartero en la que le agradecían que hubiera atendido su petición “para cortar los males que amenazan a estas fábricas con la organización de la llamada Sociedad de jornaleros” (34).
Periódico conservador Diario de Barcelona.

Pero la Sociedad respondió con un llamamiento publicado el 22 de diciembre en el “Diario de Barcelona” que decía:

“Nuestra asociación no necesita la aprobación ni reprobación de nadie; con los derechos que nos conceden la naturaleza y la ley tenemos bastante y los que digan lo contrario son nuestros perturbadores; por consiguiente, nuestra asociación es un lazo voluntario y recíproco que no está sujeto a disolución…” (35).

Pocos días después buscaron el apoyo del ayuntamiento, y finalmente consiguieron su objetivo pues el 29 de marzo de 1842 se promulgó una Orden por la que el Regente Espartero volvía a autorizar la sociedad “a condición de que fuese apolítica y local”. Así pudo celebrar su segundo aniversario que estuvo precedido de un manifiesto fechado el 6 de mayo de 1842 y firmado por Joan Munts, Josep Sugrañes y Pedro Vicheto, en el que se decía que la constitución de la sociedad había abierto una nueva era: “hicimos ver a los que aparentaban creer y querían hacernos entender que dispensaban favor proporcionando trabajo, que somos algo de la cadena social, que ellos tienen todavía más que agradecernos a nosotros” (36).
Revuelta de la Jamancia entre septiembre y noviembre de 1843..

El funcionamiento “clandestino” de la sociedad legalmente disuelta se volvió a plantear tras el fin de la revuelta de la “Jamancia” de Barcelona entre septiembre y noviembre de 1843 y en la que de nuevo habían participado activamente los obreros. Esta vez el propio presidente de la sociedad Joan Munts había mandado una de las compañías que formaron los sublevados. Así en la primera reunión que mantuvo el capitán general con las autoridades y corporaciones de Barcelona se trató de la subsistencia de “una Asociación de Tejedores para auxilios mutuos o fines benéficos, sin mezcla alguna de política…” (37).
Sociedad de Protección Mutua de Tejedores del Algodón de Barcelona creada en 1840.

La sociedad de tejedores del algodón siguió funcionando “clandestinamente” en los años siguientes como lo prueba que fuera mencionada en octubre de 1845 por el jefe político de Barcelona para dirimir un conflicto laboral y que en 1850 un bando del gobernador amenazara a las “sociedades creadas sin autorización” con llevar a sus miembros ante los tribunales aplicándoles las leyes sobre las sociedades secretas. En otro bando amenazaba también a los perturbadores que “formen coaliciones con objeto de que no se trabaje”. En 1852 un nuevo bando, esta vez del capitán general, advertía a los perpetradores de desórdenes y “crímenes” que serían juzgados por comisiones militares. Al año siguiente se reiteraba la prohibición de las “coaliciones”, este era el término empleado por entonces para referirse a las huelgas (38).
Documento manuscrito del año 1842.
En este año de 1842 nuestra villa era una población de 685 habitantes. En el siguiente cuadro del Instituto Andaluz de Estadística, (tomado de Madoz, Pascual (1845-1850): Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de Andalucía 1842.), se puede comprobar la población de nuestra villa, comparándola con otras poblaciones vecinas. Así Arjona tenía una población de 3.598, Andujar 9.353, Arjonilla 2.398, Marmolejo 2.020, Villanueva de la Reina 1.747, Fuerte del Rey 361, y Cazalilla 177. La capital de la provincia tenía una población de 17.387. Parece evidente que la riqueza que aportaba el agua del Guadalquivir en las poblaciones vecinas, disparaba al alza el número de pobladores, comparándolas con las de estricta campiña.


(Fuente: Madoz, Pascual (1845-1850): Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de Andalucía 1842. Ed Facsimil, Ámbito y Editoriales andaluzas unidas, (reedición 1986), Valladolid.)
  A efectos comparativos  y una vez que disponemos de la población de la capital y provincia de Jaén según el Censo de Floridablanca de 1787, podemos analizar el crecimiento vegetativo de la población provincial entre los dos primeros censos de población de que disponemos en España.
Tomando las mismas referencias de localidades tratadas en el año 1842, podemos comprobar que la población de La Higuera cerca de Arjona en este año de 1787 es de 528 habitantes. En este censo de Floridablanca: Arjona tenía una población de 2.657, Andujar 9.550, Arjonilla 2.371, Marmolejo 1.382, Villanueva de la Reina, (entonces Villanueva de Andujar) 1.403, Fuerte del Rey 160, y Cazalilla 137. La capital de la provincia tenía una población de 16.249.



Provincia de Jaén
Año 1842

Nombre del municipio
Habitantes




Albanchez
1.193

Alcalá la Real
11.521

Alcaudete
6.242

Aldeaquemada
357

Andújar
9.353




Arjona
3.598

Arjonilla
2.398

Arquillos
516

Baeza
10.851

Bailén
4.976




Baños
1.770

Beas de Segura
2.695

Bedmar
1.833

Begíjar
2.159

Bélmez de la Moraleda
896




Benatae
658

Cabra del Santo Cristo
2.000

Cambil
2.773

Campillo de Arenas
1.121

Canena
840




Carboneros
515

Cárchel
312

Carchelejo
942

Carolina (La)
1.739

Castellar
1.557




Castillo de Locubín
3.971

Cazalilla
177

Cazorla
7.383

Chiclana
1.350

Escañuela
252




Espelúy
172

Frailes
2.174

Fuerte del Rey
361

Garcíez
178

Génave
596




Guardia (La)
1.443

Guarromán
736

Higuera de Arjona
685

Higuera de Calatrava
618

Hinojares
534




Hornos
604

Huelma
2.973

Ibros
3.605

Iruela
1.149

Iznatoraf
2.101




Jabalquinto
1.081

Jaén
17.387

Jamilena
1.427

Jimena
1.507

Jódar
3.614




Linares
6.567

Lopera
2.179

Lupión
409

Mancha Real
3.966

Marmol
199




Marmolejo
2.020

Martos
11.092

Mengíbar
1.502

Montizón
358

Navas de San Juan
1.450




Noalejo
2.385

Orcera
1.039

Pegalajar
2.516

Porcuna
5.262

Pozo Alcón
2.139




Puerta
609

Quesada
4.503

Rus
1.917

Sabiote
3.051

Santa Elena
524




Santiago de Calatrava
1.014

Santiago de la Espada
4.335

Santisteban
2.903

Segura
2.471

Siles
2.202




Solera
553

Sorihuela
508

Tobaruela
150

Torre de Perogil
3.443

Torre del Campo
3.742




Torre Don Jimeno
5.787

Torreblascopedro
315

Torrequebradilla
152

Torres
2.292

Torres de Albánchez
429




Úbeda
13.086

Valdepeñas
4.209

Vilches
1.837

Villacarrillo
4.504

Villanueva de la Reina
1.747




Villanueva del Arzobispo
3.624

Villar Don Pardo
645

Villares (Los)
1.968

Villargordo
1.285

Villarrodrigo
777




Total provincial
246.558



(Fuente: Madoz, Pascual (1845-1850): Diccionario 
Geográfico-Estadístico-Histórico de Andalucía 1842. 
Ed Facsimil, Ámbito y Editoriales andaluzas unidas, 
(reedición 1986), Valladolid.)
 

Población de los municipios de la provincia de Jaén según el Censo de 1787







Año 1787
Código

Nombre del municipio
Total




23001
-
Albanchez
827
23002
-
Alcalá la Real
11.495
23003
-
Alcaudete
4.670
23004
-
Aldea Quemada
302
23005
-
Andújar
9.550




23006
-
Arjona
2.657
23007
-
Arjonilla
2.371
23008
-
Arquillos
343
23009
-
Baeza
9.384
23010
-
Bailén
3.425




23011
-
Baños
1.754
23012
-
Beas
2.635
23014
-
Bejijar
1.459
23016
-
Benatae
494
23013
-
Bezmar
1.629




23017
-
Cabra del Santo Cristo
1.842
23018
-
Cambil
2.153
23019
-
Campillo de Arenas
1.109
23020
-
Canena
633
23021
-
Carboneros
412




23023
-
Carchelejo
1.024
23024
-
Carolina (La)
1.694
23025
-
Castellar
1.017
23026
-
Castillo de Liscubín
3.242
23027
-
Cazalilla
137




23028
-
Cazorla
5.167
23029
-
Chiclana
927
23032
-
Espeluy
65
23035
-
Fuerte del Rey
160
23036
-
Garcíez
195




23037
-
Génave
326
23038
-
Guardia (La)
1.490
23039
-
Guarromán
594
23040
-
Higuera de Arjona
528
23041
-
Higuera de Calatrava
278




23042
-
Hinojares
441
23065
-
Horcera
1.114
23043
-
Hornos
398
23044
-
Huelma
3.002
23046
-
Ibros del rey o de Señorio
2.418




23047
-
Iruela
2.244
23048
-
Iznatorafe
1.787
23049
-
Jabalquinto
733
23050
-
Jaén
16.249
23051
-
Jamilena
613




23053
-
Jódar
2.289
23055
-
Linares
5.011
23056
-
Lopera
1.434
23057
-
Lupión
406
23058
-
Mancha Real
3.643




23500
-
Marmol, el
200
23059
-
Marmolejo
1.382
23060
-
Martos
7.075
23061
-
Mengivar
1.326
23701
-
Miranda
101




23702
-
Navas de Tolosa
252
23063
-
Navas, las
906
23064
-
Noalejo
1.117
23067
-
Pegalaxar
1.909
23069
-
Porcuna
4.007




23070
-
Pozo-Halcón
1.547
23072
-
Puerta
260
23073
-
Quesada
3.292
23703
-
Rumblar
89
23074
-
Rus
1.351




23075
-
Sabiote
2.169
23079
-
San Esteban
1.832
23031
-
San Pedro de Escañuela
251
23076
-
Santa Elena
318
23077
-
Santiago de Calatrava
694




23078
-
Santiago de la Espada
3.728
23081
-
Segura de la Sierra
1.014
23082
-
Siles
1.352
23083
-
Solera
264
23084
-
Sorihuela
245




23501
-
Tobaruela
30
23086
-
Torre del Campo
2.217
23088
-
Torre-Pero-Gil
2.002
23089
-
Torrequebradilla
241
23090
-
Torres
1.324




23091
-
Torres de Albánches
166
23087
-
Torreximeno
4.215
23092
-
Úbeda
11.145
23093
-
Val-de Peñas
2.584
23015
-
Vélmez de la Moraleda
475




23062
-
Venta de los Santos
387
23094
-
Vilches
1.628
23095
-
Villa-Carrillo
3.957
23096
-
Villanueva de Andujar
1.403
23097
-
Villa-Nueva del Arzobispo
3.448




23098
-
Villardonpardo
472
23099
-
Villares (Los)
1.152
23100
-
Villar-Gordo
791
23101
-
Villa-Rodrigo
604
23052
-
Ximena
1.294






Total provincial
193.986



(Fuente: Instituto Nacional de Estadística (1987): 
Censo de Floridablanca, 1787. Comunidades 
Autónomas Meridionales, vol.1, Madrid).




Granada 13 de Marzo de 2016.
Pedro Galán Galán.
Bibliografía:

Bahamonde, Ángel; Martínez, Jesús A. (2011). Historia de España. Siglo XIX (6ª edición). Madrid: Cátedra.

Crespi, Manuel: Diario de Memorias de Barcelona. (Manuscrito). Barcelona: Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona. Ms. A-116. s/d. Sin paginar.

Fernández Bastarreche, Fernando: “Don Manuel Gutiérrez de la Concha...", Cilniana 22/23, 2009-2010. )

Fontana, Josep (2007). La época del liberalismo. Vol. 6 de la Historia de España, dirigida por Josep Fontana y Ramón Villares. Barcelona: Crítica/Marcial Pons.

Fuentes, Juan Francisco (2007). El fin del Antiguo Régimen (1808-1868). Política y sociedad. Madrid: Síntesis.

Gómez Casas, Juan: Nacional imperialismo y movimiento obrero en Europa, 1985, CNT-AIT, p. 35.

Tuñón de Lara, Manuel (1977). El movimiento obrero en la historia de España. I.1832-1899 (2ª edición). Barcelona: Laia.

Vilches, Jorge (2001). Progreso y Libertad. El Partido Progresista en la Revolución Liberal Española. Madrid: Alianza Editorial.
Termes, Josep (2011). Historia del anarquismo en España (1870-1980). Barcelona:
RBA. pp. 48–49.

Referencias de citas:

(1).- "Don Manuel Gutiérrez de la Concha...", Cilniana 22/23, 2009-2010. )

(2).- Fontana, 2001, p. 190.)

(3).- Bahamonde, 2001, p. 234.

(4).-Fuentes, 2007, pp. 144-148)

(5).- Fontana, Joseph (2007). pp. 190–191.

(6).- Fontana, Joseph (2007). pp. 191–192.

(7).- Fuentes, Juan Francisco (2007). p. 142.

(8).- Fontana, Joseph 2001, p. 192.

(9).- Fuentes, Juan Francisco (2007). p. 142.

(10).-Termes, Josep (2011). pp. 48–49.

(11).-Fontana, 2001, p. 194.

(12).- Fontana, Josep (2007). p. 188.

(13).- Fontana, Josep (2007). p. 188.

(14).- Fuentes, Juan Francisco (2007). pp. 142–143.

(15).- Bahamonde, Ángel; Martínez, Jesús A. (2011 [1994]). p. 235.

(16).- Fuentes, Juan Francisco (2007). p. 143.

(17).- (Fontana, Josep (2007). p. 193.)

(18).- Fuentes, Juan Francisco (2007). p. 143.

(19).- Fontana, 2001, p. 193.

(20).- Crespi, Manuel: Ms. A-116. s/d. Sin paginar.

(21).- Fontana, Josep (2007). p. 193.

(22).- Bahamonde, Ángel; Martínez, Jesús A. (2011). p. 236

(23).- Fuentes, Juan Francisco (2007). p. 143.

(24).-Fuentes,Juan Francisco (2007).pp. 143–144.
(25).-Bahamonde, Ángel; Martínez, Jesús A. (2011). p. 236.

(26).-Tuñón de Lara, 1977, p. 46-47

(27).-Tuñón de Lara, 1977, p. 41.)

(28).-Tuñón de Lara, 1977, p. 41.)

(29).-Tuñón de Lara, 1977, pp. 41-42.

(30).-Tuñón de Lara, 1977, p. 42-43.

(31).-Gómez Casas Juan, 1985, CNT-AIT, p. 35.

(32).-Tuñón de Lara, 1977, p. 43.

(33).-Tuñón de Lara, 1977, p. 43-44.

(34).-Tuñón de Lara, 1977, pp. 44-45.

(35).-Tuñón de Lara, 1977, p. 45.

(36).-Tuñón de Lara, 1977, pp. 45-46.

(37).-Tuñón de Lara, 1977, p. 47-48.

(38).-Tuñón de Lara, 1977, p. 64-65.
 

 


























































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































2 comentarios:

Manuel Jiménez Barragán dijo...

Enhorabuena, Pedro, por esta nueva entrada.

Hay algo que no entiendo:

Nuestro pueblo tiene 685 habitantes en 1842. Si sumamos todos los votos hacen un total de 585 votos: (65+65+63+65+64+65+63+64+63+8).

Teniendo en cuenta que estamos en una época en la cual la constitución no reconoce el sufragio universal, es decir, con sufragio censitario (solo votaban los ricos). Además las mujeres no votan, no tiene derecho a voto. Pues...

Otra cosa poco creíble es el dato de los votos de los candidatos: 4 con empate a 65 votos, igual con los de 64 y 63.

Qué pillines estos abuelitos. ¿Será pucherazo? ¿Será caciquismo?.

Comencé diciendo que no entendía. Ahora, ya, entiendo.

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

Amigo Manolo, ¡Muchas gracias por tu comentario!
Ese mismo planteamiento de resultado del cómputo de los votos y la relación numérica con la población masculina del supuesto censo electoral, a todas luces discordante, me llegué a plantear. En otras actas posteriores se incluyen los electores entre los que destacan los mayores contribuyentes del pueblo, muchos de ellos con títulos de condes y marqueses, no sabemos si residentes en nuestra villa y en la vecina Andujar. Quizá estos personajes incrementasen el número de electores en La Higuera cerca de Arjona de aquellos años.
Habría que estudiar la ley Electoral de 1837 para poder aclararnos en ese incremento en el número de electores.
De momento sólo te puedo decir que en 1837 se aprobó una ley electoral que estableció el voto censitario masculino. En ella se especificaba que tenían derecho de voto los ciudadanos incluidos en los siguientes supuestos:
Los mayores contribuyentes de la población, a partir de una cuota impositiva mínima directa, que de momento desconozco su cuantía.
Los varones de determinado nivel intelectual: miembros de las Reales Academias, profesores de la enseñanza pública, doctores, licenciados, y curas párrocos, que eran los considerados “capacidades”. Es decir los que tuvieran un nivel mínimo de conocimientos acreditables o titulación de algún grado
El sufragio censitario o sufragio restringido fue un sistema electoral, vigente en diversos países occidentales entre fines del siglo XVIII y el siglo XIX, basado en la dotación del derecho a voto sólo a la parte de la población que contara con ciertas características precisas entre ellas las económicas, sociales o educacionales, para que en cada caso se le permitiera estar inscrito en un "censo electoral".
El sufragio censitario vigente a los largo del final del siglo anterior y hasta el siguiente, se contraponía al posterior sufragio universal, que no establecía esas condiciones anteriores, salvo las de la mayoría de edad y el reconocimiento de la ciudadanía, aunque a decir verdad, como sabes, hasta el siglo XX estaba limitado al sufragio masculino, no pudiendo por tanto votar las mujeres a pesar de ser personas formadas y con las demás condiciones exigidas. Mal lo tenían las solteras, que a pesar de tener todos los condicionantes exigidos no podían ser elegidas, ni electoras, al igual que las mismas esposas de los varones electores y elegibles.
Un abrazo.