ESCLARECIDOS
HOMBRES DE LETRAS LO PROCLAMAN POETA EXCEPCIONAL QUE DEBE FORMAR PARTE DE LA
CONSTELACIÓN DE ESCRITORES ILUSTRES.
Quizá
ya no quede en Lahiguera ningún alumno de este maestro, que ejerció su
profesión docente como maestro interino en nuestro pueblo durante tres cursos
académicos. Llegó a nuestra villa con 22 años en marzo de 1927 para comenzar
con su primer nombramiento el curso 1927-1928, llegaría a su escuela lleno de
ilusiones para infundir en sus alumnos sus saberes, permaneció en nuestro
pueblo dos cursos más, los cursos 1928-1929 y 1929-1930. Se deduce que durante
estos tres cursos, y a raíz de la convocatoria amplia de numerosas plazas para
maestros en España, a lo largo de estos años de la Dictadura de Primo de
Rivera, opositaría y conseguiría su plaza para ejercerla como propietario en Moras
allá por 1931. Durante el tiempo que estuvo en Higuera de Arjona, ejerció su
amplia labor periodística en el periódico "Patria" de Jaén y en "Arjona".
D. Antonio Prados Ledesma año 1983. (Foto de la contraportada de su primera publicación ALADA VOZ). |
D.
Antonio Prados Ledesma nació en Moral de Calatrava el 26 de febrero de 1905, en
el domicilio familiar de la
Calle Real de esta villa manchega. Su familia, económicamente
modesta y de marcada religiosidad, determinó algunos de los rasgos de su
personalidad, como su carácter humilde y su profunda devoción religiosa. Hijo
de José María Prados, labrador de la vid y el olivo y de Encarnación Ledesma
Rozas. A la temprana edad de 17 años, en el año 1922, perdió a su madre, una pérdida
irremplazable en su joven vida, a quien evocará en su poesía después como mujer
“tranquila, dulce, enlutada / tierna como el pan moreno” (en el archivo
familiar se conserva el siguiente manuscrito: “Murió joven. Yo la recuerdo morena,
enlutada, siempre medio sonrisa. Su fe religiosa le dio una gran rigidez ética
y moral. Mis más nítidas memorias de ella son aquellos lentos crepúsculos de
Castilla en que su perfil evanescente presidía nuestros rezos, mientras
temblaban en el aire las campanas del Ángelus. Niña y mujer, madre y amiga.
Guiaba nuestros pasos con una dulzura sin sombras”.
Poema MI MADRE página 99 de DIFÍCIL AFÁN (1986). |
A
ella le dedicó numerosos versos a lo largo de su vida, como los que siguen (“Ya
sin ti”, Silencio que duele (en…Pasar sencillamente con un verso en los
labios…, pp. 504-505):
Ya no estás.
Te has ido a tu lejana estrella,
a tus blancos paraísos
donde las rosas no mueren,
y las aguas
tienen gargantas de cristal.
Me has dejado solo, madre.
Solo con mi noche sin orillas,
eterna (…)
Entrañable es asimismo
el siguiente soneto, titulado “Mi madre”, que el poeta incluyó en Difícil afán (p. 99):
Profundamente grácil. La mirada
perdida no sé dónde ni en qué estrella.
Noble, joven, de negro. Más que bella,
purísima, distante, inmaculada.
Toda albor. Sólo albor. Dulce. Velada
por un tibio crepúsculo grosella.
Dulcísima y nostálgica, luz. Ella.
Serena. Serenísima. Intocada.
Soñadora de alondras y claveles,
se marchó dulce y leve con sus fieles
mastines, por caminos de atanores.
Fue un pasar sin clamor de mariposa
que va de lirio a sol, de rosa a rosa.
¡Divina hermana blanca de las flores!
Foto aérea de Moral de Caltrava. |
Gráfica de la evolución de la población de Moral de Calatrava entre el año 1900 y 2010. En 1910 tenía 7.498 habitantes. |
Iglesia parroquial de San Andrés de Moral de Calatrava donde sería bautizado Antonio Prados Ledesma. |
En esta época temprana
hay que situar ya las primeras inquietudes literarias del joven manchego
(“miro hacia atrás
y veo solamente una infancia leve de libros y versos (…) Y entre los libros y
el verso, el pueblo cegadoramente blanco, en las tardes vírgenes de verano,
carretera del cementerio adelante, o la visita al Cristo, al toque de
oraciones, en los anchos crepúsculos violeta”), una creciente vocación literaria en la que se inició con tan sólo catorce
años, junto con un grupo de los amigos que se reunían en la sastrería de
Fernando Gómez, una vocación alentada y reforzada por José Antonio Nuño
Cañadas, futuro alcalde de Moral entre los años 1940 y 1943.
Escuela Normal de Maestros de Ciudad Real en el siglo XIX. |
Tras
cursar por libre estudios de bachillerato con su maestro, tal como hicimos
muchos adolescentes de nuestra generación, comenzó, a partir de 1921, a
estudiar Magisterio en la Escuela Normal de Maestros de Ciudad Real, carrera
que concluyó cumplidos los veinte años, si bien tuvo que aguardar hasta 1927
para que le fuera expedido el definitivo título de Maestro Nacional de Primera
Enseñanza. Año que con su título recién estrenado toma su destino hacia Higuera
de Arjona para comenzar el curso académico 1927-1928.
Foto de Higuera de Arjona hasta 1986 (Ahora Lahiguera). |
En 1842,
al amparo de la Ley Moyano, se crea en Ciudad Real una Escuela Normal Superior
de Maestros mantenida por la Diputación Provincial. En 1847, esta Escuela fue
suprimida y sustituida tres años después, en 1850, por otra con la categoría de
elemental, ascendiendo a la categoría de superior en 1860. En esta misma fecha
se crea la Escuela Normal Superior de Maestras que se instala junto con la de
Maestros en el desamortizado Convento de San Juan de Dios, sito en la calle
Dorada, actual Ruiz Morote. A partir de aquí, la historia de ambas instituciones
se entremezcla. Simultáneamente a la creación de las Escuelas, comienzan a
funcionar las escuelas anejas para la realización de prácticas y, en 1862, se
inaugura una escuela modelo de párvulos. En 1871, la Diputación Provincial
atraviesa problemas económicos y decide sustituir la Escuela Normal de Maestros
por una Cátedra de Pedagogía dentro del Instituto de Segunda Enseñanza pero,
finalmente, la Escuela no desaparece. En 1901, los estudios de Magisterio se
integran en los Institutos Técnicos Generales pero poco después se vuelve a la
situación anterior: la Escuela Normal de Maestras mantiene la doble categoría
de elemental y superior mientras que la de Maestros se reduce al nivel
elemental debido a nuevos problemas económicos. En 1913, tras una campaña
popular a escala provincial, se crea nuevamente la Escuela Normal Superior de
Maestros y, al año siguiente, se reforman otra vez los estudios unificándose en
una categoría única y desapareciendo las dos categorías de elemental y
superior. En 1925, la de Maestras se traslada desde el Convento de San Juan de
Dios, junto con la escuela aneja, al edificio del Instituto, en el Convento de
la Merced, sito en la plaza de los Mercedarios, y dos años después a otros
locales de la calle del Prado. Por su parte, la de Maestros se instaló en la
calle Saúco Díez, actual La Mata. (1)
En
realidad este destino de Higuera no fue su primer destino en la enseñanza
primaria, ya comenzó su labor profesional como maestro interino en Almodóvar
del Campo otra localidad de su comarca durante el curso 1925/26, situada a algo
más de 63 kilómetros
de su pueblo en dirección este; después ejerció, también como interino en
Higuera de Arjona (Jaén) durante los cursos 1927/28, 1928/29 y 1929/30. Se
recordaba que en enero de 1927 se produjo una gran ola de frío en nuestra
tierra, como consecuencia de la invasión de aire polar marítimo del Noroeste, y
se marchó en 1930, año en que se sufrió una importante ola de calor en el mes
de agosto. El joven maestro nacido en Moral de Calatrava, debió estar habituado
a tan variado clima continental, al proceder de una población englobada dentro
de la comarca del Campo de Calatrava, Ciudad Real. Situada en la falda de una
sierra llamada Cerro de San Cristóbal y que defiende a la población de los
aires fríos del Norte. Confina el término por el Norte con Almagro y Bolaños;
al Este, con Valdepeñas; al Sur, con Santa Cruz de Mudela y al Oeste, con
Granátula. Baña su término el río Jabalón. Según la tradición, el pueblo tuvo
su origen en unas casas de la ciudad de Oreto, en las márgenes del río Jabalón.
Vistas aéreas de Moral de Calatrava. |
Panorámica del municipio de Moral de Calatrava. |
Podemos
afirmar que el gobierno de Primo de Rivera fue quizá el intento más serio, de
llevar a la práctica un programa regeneracionista en el contexto de su revolución desde el
poder. Los grupos oligárquicos dominantes en el país fuerzan una nueva
situación política, que sin alterar las estructuras del Estado, sirvan para
sustituir la vieja política por otro aparato ideológico, que continuase salvaguardando
sus intereses, puestos en peligro por unas instituciones en crisis incapaces de
dar solución a una seria de problemas económicos, sociales y políticos que
sufría el país. A través de estas nuevas líneas de coordenadas de poder
político se piensa en la posibilidad de hacer una reforma global de la
educación, que se aleje del clasismo de la enseñanza, suprima el monopolio
clerical sobre la misma e incorpore las nuevas corrientes pedagógicas en boga
en Europa que eliminasen una realidad escolar anquilosada como la que sufría
España.
Miguel Primo de Rivera, teniente en fecha 15 de noviembre de 1893. Imagen de La Ilustración Española y Americana. |
General Miguel Primo de Rivera año 1923. |
A
través del Ministerio de Fomento de Primo de Rivera se da paso a una política
expansiva de la educación, apoyada en la buena ola de prosperidad económica que
se produce en España en estos años veinte. El número de escuelas nacionales
pasa entonces de 27,080 en 1923-1924 (2)
Anuario Estadístico de España 1923-224, página 476) a 30,904 en 1928-1929 (3)
Anuario Estadístico de España 1930, página 616). En esta estadística se muestra
también como el alumnado de segunda enseñanza incrementa sus cifras desde
57,679 en el curso 1922-1923 (4) Anuario Estadístico de España, 1923, página
206-207.), para llegar a la cifra de 70.876 en el año académico de 1929-1930 (5)
Anuario Estadístico de España, 1931, página 56.) También las aulas
universitarias aumentaron su alumnado en un 13% durante esta época
primoriverista. Con estos datos fácilmente podemos comprobar como la educación
impartida en España aumenta considerablemente en cantidad, aunque con escasa
mejora en la calidad de la misma.
General Primo de Rivera con el Rey Alfonso XIII. Fotos del Archivo Alemán. |
En la Dictadura del General
Primo de Rivera, el mundo de la enseñanza presentó un panorama harto
interesante que desde la perspectiva de hoy no es sólo crónica, sino auténtica
historia con claves aun vigentes. El mundo de la enseñanza planteaba problemas
de indudable interés. Se arrastraba el
enfrentamiento de los miembros más laicos del Estado en contra de los intereses
de la Iglesia
que tendía al control de los centros educativos para, a través de ellos,
ejercer el influjo social y llegar al pacto con las clases medias tras la
ruptura habida en el siglo XIX por el tema de las desamortizaciones. De
particular interés es la cuestión durante el Directorio con el general Primo de
Rivera al frente, porque convergen, de una parte, los intereses eclesiales, y,
de otra, la emergencia de una forma nueva de Estado que dice querer intentar la
construcción de una nación fuerte e incluso parece copiar rasgos modernos que
habían aparecido en Europa. Pero tal planteamiento no llegará a conducirse a la
consecuencia lógica que habría sido la tirantez entre ambos poderes por el
control de la enseñanza. El régimen, que contó con el apoyo casi total de la Iglesia, aunque inició una
política de revitalización estatal de la
enseñanza primaria, acabó permitiendo el control de la Iglesia por doble partida.
De un lado, legisló a favor de introducir y consagrar los valores religiosos en
la escuela estatal; del otro, permitió el crecimiento de los centros religiosos
privados, a los que llegó a dar privilegios que fueron, incluso, contestados
desde las propias filas de apoyo a la Dictadura. Régimen
político que a pesar de su nombre,
Manuel Tagüeña con toda su militancia social comunista no dudó en
calificar de "dictadura"
bonachona y paternal.
Niños de la Escuela del año 1920. |
El
Dictador Primo de Rivera convierte la educación en un vehículo ideologizador
del régimen establecido, donde la educación y el patriotismo se convierten en
los parámetros conductores de la actividad escolar. Con estas premisas, el
Dictador y su ministro de Educación, el catedrático vallisoletano Eduardo
Callejo, iniciaron una andadura de regeneración social, uno de cuyos ejes
cardinales era el mundo de la enseñanza. Desde los primeros años del siglo XX
el magisterio primario había venido sufriendo una despreocupación por parte de
los poderes públicos. La
Dictadura será por tanto eminentemente clerical, defensora de
la religión y exaltadora del patriotismo. Primo de Rivera lo expresaba con
claridad, en el periódico la
Nación de fecha 1 de enero de 1929: “La escuela y la iglesia,
maestros y sacerdotes debían combinarse para inculcar el amor al régimen” (6).
La confluencia de lo nacional español y lo
religiosos eran principios básicos para la Dictadura. La escuela, con su enorme
importancia, en la formación de ciudadanos, quedaba comprometida en la tarea.
Un decreto de febrero de 1924 ordenaba destituir a cualquier maestro que
enseñara a sus alumnos doctrinas opuestas a la unidad de la patria u ofensivas
a la religión.
La
figura del docente resultaba de importancia extrema. La concienciación por la
acción o la importancia del ejemplo del maestro quedaban de manifiesto en las
instrucciones emitidas por las autoridades civiles como la circular de 7 de
junio de 1926 del Gobernador Civil de Cuenca:
"Si la educación tiende a crear buenos
hábitos y estos se forman con la repetición de hábitos, preciso será, para dar
una educación religiosa, que se practiquen ejercicios de piedad por educadores y
educandos, siendo la asistencia a misa en días festivos…lo menos que puede
pedirse como práctica religiosa a profesores y escolares, exigencia que un
Estado católico puede y debe imponer a sus funcionarios…Ordeno por la presente
a todos los maestros que estén al frente de escuela, ya nacional, ya privada…,
la asistencia a los actos de culto y, principalmente, a la Santa Misa en días
festivos…Los alcaldes procurarán vigilar el cumplimiento de esta orden…, dando
cuenta inmediata a este Gobierno civil de los casos de incumplimiento que
castigaré con el mayor rigor".
Poema SOLEDAD página 140 de ALADA LUZ (1983) |
La
realidad fue que la
Educación primaria iba a ceder la primacía a favor de la
segunda enseñanza, que era el feudo conservador por excelencia para el nuevo
régimen. Fue en junio de 1926 cuando se acometía el tema de la Segunda enseñanza en
España. Las justificaciones que se hacían para el cambio eran las típicas
utilizadas en cualquier tipo de reforma y se fundamentaban en que los periodos
establecidos anteriormente venían siendo considerados como término y no como
transición para otros estudios. Se veía la necesidad de coordinar la enseñanza
primaria, la secundaria y la universitaria. También se argumentaba que la
preparación de los alumnos que llegaban a los institutos era insuficiente y lo mismo ocurría cuando aquellos pasaban a
la universidad. Y por supuesto se tenía muy en cuenta que la reforma planteada
tenía que ser soportable al país en lo tocante al presupuesto. El título de
bachiller, en opinión de la
Administración, debía habilitar para el acceso de la
universidad, pero con la nueva estructuración se podría pedir para carreras
como Comercio o para profesiones extrauniversitarias cuatro años de
bachillerato general. El hecho de acortar el bachillerato reduciéndolo a cuatro
años para el nivel elemental se justificaba como "un gran alivio
económico para las clases modestas que
ahora no pueden dar a sus hijos carreras universitarias". Las necesidades
de personal con una cualificación intermedia que satisficiera las demandas, que
planteaba el nuevo desarrollo económico, se tenían muy en cuenta para el diseño
del Bachillerato general. La exigencia de este tipo de estudios para
profesiones como la de Practicante las dignificaba y prestigiaba, tal y como se
aprecia en los telegramas de agradecimiento de los Colegios de Practicantes de
Vizcaya, Barcelona, Melilla y Valencia. El artículo 2 del proyecto de Reforma
presentaba al Bachillerato con un año de
preparatorio, cuatro cursos para el Bachillerato politécnico o general y
dos años para el Bachillerato universitario con las especialidades en Ciencias
y Letras.
Poema CUANDO EL AGUA ... página 156 de ALADA LUZ. |
La
enseñanza secundaria oficial abarcaba el 30 % del total, el resto era de enseñanza privada. Los
fuertes núcleos de población eran los reductos preferidos por las Órdenes
religiosas y la carencia de centros de bachillerato oficiales o privados fuera
de los núcleos urbanos importantes desarrolló la proliferación de alumnos
libres. Las siguientes palabras de Díaz de la Guardia bien pueden
aplicarse también a la enseñanza secundaria:"El colegio privado pronto se convirtió en España en uno de los
signos externos de estima social. Muchos maestros nacionales de zonas urbanas
comprobaban que las familias que
lograban ciertas mejoras en sus niveles de vida arrancaban sistemáticamente a
sus hijos de la escuela pública, consideraciones pedagógicas al margen, para
llevarlos a otra privada.
El
asedio de la competencia religiosa en los niveles secundarios quedaba también
de manifiesto en la carta dirigida al dictador de un modesto profesor de
literatura licenciado en Filosofía y dedicado a la enseñanza privada:
"...pero hemos llegado a tal extremo con la competencia religiosa que hoy
día nos es imposible ganar para vivir y mantener a nuestras familias".
Pedía se pusiera fin al intrusismo, ya que eran numerosos los centros
religiosos en donde el personal docente carecía de titulación, y que directores y claustrales fueran obligados
a ser licenciados en Ciencias o Letras, y de esta forma "una muchedumbre
de personas de alguna ilustración y poco pan se lo agradecerían
eternamente".
Revista de Escuelas Normales de maestros año 1926. |
Para
iniciar cualquier tipo de reforma se hace preciso contar con el beneplácito de
los interesados si se quiere obtener éxito en ello, y los profesores de
instituto además de no ver con buenos ojos una reforma que les restaba atribuciones en favor de los profesores
universitarios y que les suprimía pingües beneficios económicos en el tema de
los textos, estaban quejumbrosos de sus salarios porque opinaban eran los que
menos subida habían tenido al compararse con otros cuerpos. Utilizando los años
1911 y 1926 y mientras que los sueldos de los inspectores de la Enseñanza habían pasado
de 2992 pesetas a 8108, los de los profesores de las Normales de maestras de 2842 a 7889, los de Artes e
Industrias de 3145 a
7798 o los de las Normales de maestros de 3372 a 7883, las
percepciones para Instituto tan solo
habían pasado de 5432 ptas. a 7646 y se consideraban discriminados y
postergados en la política retributiva del Directorio. El gobierno había
adoptado tímidas medidas para paliar en algo la situación como era el reparto
entre el personal docente del importe de las matrículas de las permanencias de
estudiantes en los Institutos. La situación desfavorable se agudizaba con los
Auxiliares de Instituto con haberes oscilantes entre las 4000 y las 1500
pesetas anuales y tocaba fondo con los profesores ayudantes, sustitutos de los
catedráticos en su ausencia, y que no cobraban nada.
Poema TIERRA YERMA página 190 de ALADA VOZ. |
En
Mayo del 29 hubo muchos telegramas de agradecimiento por el aumento de la población escolar de la Segunda Enseñanza.
Se había pasado de 264 centros en el curso 23-24 (de los que 204 eran privados)
a 384 centros (94 eran oficiales) al finalizar la Dictadura y resultaba
significativo el aumento de mujeres que accedían a la Segunda enseñanza y que
pasaban de 7302 a
10507 en ese tramo de tiempo.
Por
lo que a la
Instrucción Primaria se refiere la política educativa de
Primo de Rivera apenas va a dar solución a la gran problemática que tiene
planteada: “En España, el maestro de escuela, en vez de haber sido erigido
primer magistrado de la nación era el tipo representativo de los grandes
ayunos, como si quisiera apagar su inteligencia impidiéndoles comer. ¡En
cuantos pueblos el maestro de escuela tenía que vender su independencia al
cacique político para llevar algo más a su estómago”! (7)
Manuel Bartolomé Cossío, Giner de los Rios y Ricardo Rubio. Giner fue creador de las Misiones Pedagógicas. Un
grupo de profesores que se aglutinaron alrededor de Francisco Giner de los Ríos
fundó en 1876 la
Institución Libre de Enseñanza. Intentaban superar el
asfixiante ambiente intelectual que imponía la Restauración y trazó
las líneas ideológicas sobre educación en el primer tercio del siglo XX. |
No fueron precisamente "felices" los años
veinte para el sufrido Cuerpo del Magisterio, imbricado en la política regeneracionista
del Dictador. Según comentaba Bartolomé Cossío en 1924 "la ausencia de
alumnos normalistas procede de que nadie que se estime en algo quiere ser hoy
maestro de escuela porque no se le retribuye convenientemente".
Unos
de los problemas más graves que venían arrastrando los profesionales de la
enseñanza, y entre ellos los que más, el magisterio de primaria era el bajo
nivel de sus salarios, lo que les obligaba a vivir rodeados de un ambiente de
autentica miseria. Conscientes los maestros de su calamitosa situación
dirigieron un escrito al nuevo gobierno a través de la Asociación Nacional del
Magisterio que presidía don J. Rodrigo Martínez, comunicándole las reformas
necesarias que debían llevarse a cabo para salir de su penosa situación, entre las que estaban además de la derogación
del estatuto la unificación en uno solo de los dos escalafones del Magisterio
existentes en ese momento; el requerimiento al Estado del pago de todas las
atenciones necesarias para la buena marcha de la escuela primaria nacional; la
revisión del Censo escolar para así determinar el correcto y eficaz
emplazamiento de las nuevas construcciones escolares; reclamar la función
inspectora para los maestros nacionales; exigir la creación de una Facultad de
Pedagogía para conseguir una buena formación del Magisterio; la petición de una
comisión técnica que se encargase de la elaboración de las reformas sobre la
primera enseñanza, que estuviera formada por personal del cuerpo de maestros,
etc. Pero estas peticiones no fueron atendidas por el gobierno de Primo de
Rivera, donde a través de una Real Orden de 15-XI-1927, se envía a la Asamblea
Nacional un proyecto de reforma global de la enseñanza que nunca llegaría a ver
la luz, con lo que sólo se llegó a un parcheo de modificaciones del Estatuto
del Magisterio, cuando en realidad lo que se necesitaba era derogarlo.
Los alumnos de las Misiones Pedagógicas de los pueblos quedan boquiabiertos. |
Gentes
en principio ajenas al sentimiento corporativo de los maestros, como el alcalde
Cuatretante se solidarizaban con ello y en
Mayo del 25 dirigía un telegrama solidario con los docentes:
"atienda próximo presupuesto creación escuelas y equiparación económica
Magisterio demás funcionarios del Estado." Otro alcalde, el de Galdo,
enviaba el siguiente telegrama:"Situación económica angustiosa por que
atraviesan maestros nacionales en esta localidad muéveme dirigirme a Vuecencia
ordene con toda urgencia trámite disponer R.O. 26 agosto último a fin les sean
abonados gratificación residencia, al igual que a los demás funcionarios
públicos residentes en Canarias. Punto. Saludo" . La esperanza aún les
quedaba a algunos de que la equiparación se conseguiría: "Los de la
primera categoría y algunos otros ilusos esperan a que nos equiparen a los
demás funcionarios (hasta 12.000 pesetas…).
Otra anomalía hay en los escalafones…, y es el haber uno para cada sexo…
Debieran ambos sexos refundirse en un sólo escalafón." En el año 1928 la Confederación de
Maestros de Santander pedía la dedicación de 500.000 pesetas de los
presupuestos para acabar con el segundo escalafón infamante, que no existía en
ninguna carrera. El Presidente de la Confederación Nacional
de Maestros pedía desde Belorado (Burgos) mejoras urgentes para quienes
cobraban menos de cinco pesetas diarias.
También
la jubilación contaba con detalles discriminatorios. Mientras que los demás
funcionarios la tenían obligatoria a los sesenta y nueve años, los maestros la
tenían a los setenta y dos.
Poema LA ALDEA página 174 de ALADA vOZ. |
Los
maestros se agrupaban en nueve escalafones para la cobranza de sus emolumentos,
los más voluminosos eran el séptimo y el
noveno, con tres mil y dos mil pesetas anuales respectivamente. Aun suponiendo
la buena voluntad del Estado para el remedio de la situación no se aplicaba
aquí la política uniformadora. Y resultaba que la situación era realmente dura,
los refranes infamantes acerca de la situación económica de los maestros
cobraban plena vigencia. No era que la Dictadura hubiera conducido a ello, sino que se
arrastraba un lastre secular. La "republicanización" de muchos
maestros pocos años después no será ajena a los aumentos de sueldo que
recibirán siendo ministro el radical socialista Marcelino Domingo. En ocasiones
la ideología comienza por el estómago.
Había
notables diferencias con otros trabajadores. Los salarios por industrias
oscilaban entre las 6,50 y las 11 pesetas diarias con variaciones según el tipo
de fábrica y la región de trabajo. Los maestros se sentían discriminados en sus
percepciones, y así "en diciembre de 1928. La Asociación de Maestros
llegó a quejarse de que el salario mínimo decretado por el gobierno para los
trabajadores industriales fuera más alto que el que ganaban los
maestros."
En
las notas para el presupuesto de la Primera Enseñanza
en 1927 se tenía en cuenta el aumento de sueldo para algunos maestros. El
propio ministro Callejo hablaba de "maestros con un jornal de 5-6 pesetas
diarias, cuando el de un bracero como mínimum es de 7 a 10 pesetas" y
"…en casi todos los demás cuerpos del Estado para los que se exigen
análoga o menor preparación tienen sueldos superiores."
El
superávit del Estado en el año 27 permitió atender deficiencias sociales como la redención de prendas empeñadas por
cuenta del Estado, el proyecto de casas baratas, la declaración de intenciones
del paso de la propiedad de la tierra "a los que directamente y con
capacidad la cultiven en forma y por métodos que beneficien para ellos, para
los propietarios y para la economía general y del Estado"; y dentro de
este lote de mejoras, otro argumentos de los que esgrimió el Gobierno en su
haber y lo halló en el aumento llevado al nuevo presupuesto de unos cinco
millones de pesetas "para pago de los maestros destinados a las mil
quinientas escuelas que se habían creado en el año anterior, y al
establecimiento de setecientas escuelas más".
Uno
de los problemas más graves que arrastraban los maestros de primaria y todos
los profesionales de la enseñanza, era el bajo nivel salarial de sus
profesionales. Con las buenas perspectivas económicas del año 1923, año en que
se vislumbró la superación de la crisis y coincidiendo con la llegada gobierno
de Miguel Primo de Rivera, los maestros y demás profesionales de la enseñanza
intensificaron sus viejas y justas reivindicaciones, tales como la unificación
de escalafones profesionales y el aumento de sus sueldos hasta al menos las 3.000
pesetas anuales, para las categorías más bajas del escalafón. La Real Orden de 8 de agosto de 1924 suprime las categorías
octava y novena del primer escalafón dotadas con 2.500 y 2.000 pesetas anuales
respectivamente, y establece el salario de 3.000 pesetas anuales para los maestros
de la última categoría (la 7ª) desde entonces del primer escalafón,: “ El
sueldo mínimo de los maestros y maestras de las escuelas primarias que han
ingresado… será a partir del día 1 de julio de este año, de 3.000 pesetas
anuales, más los emolumentos que legalmente les correspondan percibir, conforme
a las vigentes disposiciones”.
Esta
disposición no solucionaba el problema planteado porque los maestros incluidos
en el segundo escalafón seguían cobrando los salarios de 2.000 y 2.500 pesetas
anuales, lo cual supuso la decepción de los maestros, que si bien habían
conseguido que el sueldo inicial de los ingresados en la carrera fuese de 3.000
pesetas anuales, aun quedaban diez mil maestros con 2.000 pesetas y un pico no
despreciable con 2.500 pesetas anuales de sueldo.
De
los 35.000 maestros españoles, solamente 150 tenían un sueldo de 8.000 pesetas,
302 con 7.000 y 602 con 6.000 pesetas anuales. Este dinero alcanzado a final de
su vida profesional les suponía el haber tenido entre 25 y 35 años del servicio
en el cuerpo; pero cerca de 25.000 maestros nacionales no ganaban más de 2.000
y 3.000 pesetas, pudiendo llegar a 4.000 pesetas al cabo de los 15 años de
servicio.
El
descontento del profesorado de la escuela primaria se vio agraviado por la
eliminación de la tarifa especial reducida para la contribución de utilidades,
en atención a que, además de ella, a los maestros se les venía descontando el
6% para sus fondos de pasivos, que se aplicaba por el Real Decreto Ley de 23 de
abril de 1927, con la incorporación de los haberes pasivos del Magisterio a los
fondos públicos aplicándole a todos los funcionarios públicos el Estatuto de
Clases Pasivas, lo que suponía un notable ascenso de tarifas retenidas del
sueldo.
A
pesar de las buenas perspectivas económicas del bienio 1927-1928, los maestros
de España seguían teniendo el régimen salarial más bajo de su entorno. Los
salarios de los maestros franceses de la época eran notablemente superiores a
los de nuestro país, además de tener facilidad para el ascenso automático por
años de servicio para mejorar sus retribuciones. De forma que para igualar el
nivel salarial del maestro español con su colega francés, serían necesarios 220
millones, una tercera parte del presupuesto del Ministerio de Instrucción
Pública debería dedicarse para el pago del personal, que rondaría los 80
millones de pesetas.
Poema PLEGARIA página 109 de DIFÍCIL AFÁN. |
Durante
la Dictadura
de Primo de Rivera los maestros siguieron con los tradicionales sueldos bajos,
un sueldo de autentica miseria, donde un porcentaje muy grande no sobrepasaba
las 3.000 pesetas anuales, sueldo que estaba por debajo de los salarios de
obreros dedicados a los trabajos peor pagados de la estructura social española
de aquel tiempo. Si reducimos el salario del maestro a las horas trabajadas,
nos quedaría que para los que percibían 2.000 pesetas anuales, se tenía el
coeficiente de 0,70 pesetas por salario-hora,
los de 2.500 de 0,86 y los de 3.000 de 1,04. Si comparamos estos índices
con los de otros profesionales de la época comprobamos por ejemplo que el
índice de los albañiles en 1925 era de 0,99 y en 1930 de 1,04; el de los
caldereros era para los mismos años de 1,04 y 1,07; para los cerrajeros de 1,07
y 1,05, para los ebanistas de 1,07 y 1,07; para los joyeros de 1,25 y 1, 20,
para los panaderos de 0,95 y 0,95; para los torneros de 1,06 y 1,05; para los
alfareros de 0,81 y 0,84; para los cargadores de muelle de 1,60 y 1,50; para un
auxiliar de farmacia de 0,98 y 0,94; para los herreros de 0,96 y 0,94; para los
latoneros de 1,16 y 1,12; para los relojeros de 1,10 y 1,12; para los zapateros
de 0,87 y 0,88; para los carpinteros de 1,13 y 1,09; para los hojalateros de
0,95 y 0,94; y para los tapiceros de 1,10 y 1,09. Comparen y juzguen con los
índices del principio que referimos de los maestros, para comprobar los bajos
sueldos que percibían por su trabajo. A parte de conocer con estos índices los
salarios comparativos con los maestros esta relación es bien significativa del
grado de sueldos bajos que sufría el gremio de maestros en estos años. (8)
Poema HOMBRE DEL CAMPO página 80 de DIFÍCIL AFÁN. |
El
texto enviado a Primo de Rivera reflejaba patetismo "Suplicándole redima
de una vez para siempre a unos 40.000 individuos que en míseros hogares de
honrados maestros nacionales gimen lastimosamente, cual se refleja en multitud
de cartas y escritos como los de la presente colección". Este tipo de
reivindicación, que esperaba de la concesión del poderoso más que de la
incipiente lucha sindical por medio de la presión y hacia unos concretos
objetivos era la forma habitual de posicionarse el Magisterio, carente de un
sentimiento de clase. Tal postura se incardinaba en las coordenadas que el
General entendía para los sindicatos, sin que ello reste un ápice de la
conciencia social del Dictador, las pruebas bien lo acreditan. Las entidades
corporativas que agrupaban a los maestros desplegaban una estrategia carente de
alharacas, sin acciones de fuerza, pero de expresión contundente. Cuando en
1928 se confeccionaron los Presupuestos
Generales del Estado se aprestaron las asociaciones para hacer campañas en pro
de las mejoras. De las numerosas peticiones enviadas al gobierno entresacamos
las siguientes:
"Maestro
nacional por oposición con tres mil pesetas de sueldo, dieciocho años de
servicio en propiedad y tres de interino. Pues bien, Excelentísimo Sr. después
de veintiún años de servicios, para obtener un ascenso de 500 pesetas he de
tardar aún algunos años más".
Más
dura la situación que se denunciaba desde Bilbao: "¿Qué pueden hacer 8.000
maestros con 2.000 pesetas anuales, o sea, cinco pesetas diarias? ¿Qué pueden
hacer 18.000 maestros con 3.000 pesetas, o sea, 7.85 diarias?
"Soy
padre de siete hijos a los cuales no puedo proporcionar carrera ni oficio, pues
sin embozo he de decir que padecemos ¡hambre!".
Portada del libro de poemas ALADA VOZ, primer libro de poemas de D. Antonio Prados Ledesma, publicado en 1983. |
Las
desigualdades dentro del Cuerpo del Magisterio eran sangrantes. La más
terrible, la de las sustitutas que carecían de derecho para pertenecer a la
"lista única", denunciado por la maestra Ángeles Aceveda, quien
afirmaba percibir un salario de 2,50 pesetas diarias. En ocasiones el sueldo
del sustituto era tan ridículo que ahuyentaba a posibles interesados, aunque
aparecían quienes estaban dispuestos a ejercer un pluriempleo ya que, por lo
visto, o era enorme su vocación docente o les sobraba mucho tiempo en su
primera dedicación. Tal extremo quedaba explicado en la carta de Adolfo Sáiz,
párroco de Los Tremellos (Burgos) quien se ofrecía "de conformidad con lo
propuesto en algunas ocasiones por VE de que en los pueblos rurales se
encarguen los párrocos de dar escuela siempre que me paguen la sustitución, o
sea, lo que corresponde, que es medio sueldo y se me pague lo dispuesto para el
material" Dejando de lado la
función social que pudiera estar en el ánimo del sacerdote no estaría muy
distante la necesidad de los párrocos rurales, quienes, fervientes admiradores
del Dictador, subsistían misérrimamente con una dotación de 1.500 pesetas
anuales.
El
gobierno de la Dictadura de Primo de Rivera dedicó gran parte de los
presupuestos de Educación a la construcción de buenos edificios escolares, los
que nos hemos dedicado a la enseñanza hemos podido comprobar la buena
construcción de colegios de ladrillo y piedra con techos altos, en muchas de
las poblaciones de destino. El gobierno primoriverista también se dedico a
aumentar de forma muy considerable el
número de escuelas en España, le faltó la búsqueda de la calidad de la
enseñanza. Era también notorio el descuido excesivo que había en la formación
de los maestro, aunque a decir verdad el número de maestros en activo tuvo un
notable ascenso comparándolo con épocas precedentes a la Dictadura
primoriverista.
Poema POETA páginas 44-45 de DIFÍCIL AFÁN. |
A
la llegada de la Dictadura de Primo de Rivera al poder consta la existencia de
28.924 profesionales de Magisterio Primario en activo, de ellos 15.359 varones
y 13.565 mujeres, de los que una gran mayoría, alrededor del 92,2% tiene su
plaza en propiedad. De ese total de 28.924 maestros, imparten docencia en escuelas
unitarias 16.267; en escuelas graduadas 2.123; también hay 971 maestros que
trabajan en escuelas mixtas; 626 que lo hacen en escuelas de párvulos; y,
finalmente 187 que están en situación especial. Asimismo del total de maestros
referidos 26.673 tienen la plaza en propiedad, 1.028 trabajan en la situación
de interinos, 634 trabajan como sustitutos y 589 son de escuelas vacantes (9).
En
los inicios del mandato del general Primo de Rivera se realiza una primera
convocatoria de oposiciones para aumentar las filas del magisterio nacional, en
fecha 28 de enero de 1924 se convocan 520 nuevas plazas, repartidas con equidad
para ambos sexos. Su distribución por las nueve categorías de maestros es como
sigue:
De
la Primera categoría con sueldo de 8.000
pesetas anuales 6 plazas.
De
la Segunda categoría con sueldo de 7.000 pesetas 6 plazas.
De
la Tercera categoría con sueldo de 6.000 pesetas 12 plazas.
De
la Cuarta categoría con sueldo de 5.000 pesetas 12 plazas.
De
la Quinta categoría con sueldo de 4.000 pesetas 24 plazas.
De
la Sexta categoría con sueldo de 3.500
pesetas anuales 48 plazas.
De
la Séptima categoría con sueldo de 3.000 pesetas 72 plazas.
De
la Octava categoría con sueldo de 2.500 pesetas anuales 140 plazas, y
De
la Novena categoría con sueldo de 2.000 pesetas anuales 200 plazas, que
completan la cantidad de las 520 plazas de maestros y maestras convocadas.
Posteriormente
por la Real Orden de 7 de julio de 1925 y 21 del mismo mes del año siguiente de
1926, se volvieron a crear respectivamente 1.000 y 300 plazas nuevas que
engrosarían las filas del Magisterio. Con todo ello, hasta mediados de 1926
desde los inicios de la Dictadura, se crearon un total de 2.820 nuevas plazas
de maestros en activo, con lo que se pasa de los 28.924 maestros de 1923 a una
cifra cercana a los 31.800 maestros de Escuela Primaria en España.
El
Anuario Estadístico de España del bienio 1925-1926 nos ofrece una cifra de
31.874 maestros en España durante este curso 1925-26, con lo que esta cifra se
aproxima bastante a la deducida de las disposiciones legislativas, que era de
orden de 31.740 maestros. Para estas mismas fechas, el total de personas
dedicadas al Magisterio en España es de 51.120, de las cuales 1.114 trabajaban
en Escuelas Municipales, 18.132 en instituciones privadas de enseñanza, a los
que había que añadir los referidos 31. 874 maestros nacionales.
A
pesar de tan notable crecimiento que se registra en estos años sobre el
incremento del número de maestros, el número de los mismos era totalmente
escaso para la tarea a realizar; pues si el número de niños en España de 3 a 14 años era en España de
5.385.570, según el censo de 1910, y dividiendo esa cantidad por grupos de 50
que componían la matricula media por unidad escolar, nos resultaría que para
atender a la población escolar de entonces se necesitarían una cantidad de
107.711 maestros para toda España. Resultando que el Ministerio tenía en
plantilla a finales de 1924 la cantidad de 30.180 maestros, junto a los 1.000
que crea ese mismo año con un crédito especial, con lo que aún así faltarían
76.180 maestros. Con estos datos se comprueba el déficit de maestros que sufría
el país, y esto sin recordar los míseros sueldos que ya hemos tratado. Mientras
que en España teníamos tan sólo, en el curso 1924-1925, alrededor de 14
maestros por cada 10.000 habitantes, en Alemania y Francia pasaban de los 30,
más del doble, de los de España, e Italia estaba en los 20 maestros por cada
10.000 habitantes.
Libro sobre la Enseñanza Primaria en España, obra de D. Manuel Bartolomé Cossío, de 1915. Cossío con Giner de los Riós y Rubio pusieron en marcha las Misiones Pedagógicas. |
Resultaba
que aunque Manuel Bartolomé Cossío había denunciado un posible absentismo en la
dedicación hacía el magisterio, la realidad posterior a sus palabras no le
darían la razón. Una carrera de corto recorrido con posibilidad de un salario
fijo, con centros para su formación en casi todas las capitales españoles y la
esperanza de mejoras movió a muchos estudiantes a matricularse en las Escuelas
de Magisterio que registraron un muy significativo aumento del alumnado: de
16.905 en el curso 23-24 a
36.031 en el 29-30.
La lucha
por el sustento, aunque fuera flaco, era una realidad y queda de manifiesto en
múltiple documentación. Existen denuncias sin comprobar contra las oposiciones
de maestros de Granada en 1926 y es digno de mención que la "línea
directa" abierta a instancias del General permitía todo este tipo de
reclamaciones porque, como se comunicaba
al Jefe de Secretaría del Ministerio de Instrucción Pública desde la Secretaría de
Presidencia, es "deseo expreso del señor Presidente que no se persiga a
nadie de los que a él se dirijan denunciándole algún hecho". Lo que es una muestra espléndida del
populismo de Primo de Rivera, de sus intentos de resolución por la tremenda,
agarrando al toro del caciquismo por los cuernos. Se pedía investigar las
oposiciones de Zaragoza y que fueran anuladas las de Santiago de Compostela, en
donde un Tribunal fue sometido a investigación judicial por "prevaricación,
cohecho y falsedad". En Barcelona también se hubieron de suspender las
oposiciones mientras los concejales de la ciudad pedían la continuación de las
pruebas.
Portada del Boletín de Educación de septiembre de 1935. Cossío fue una personalidad muy implicada en la Educación Primaria en el primer tercio del siglo XX y años siguientes. |
Más
de competencia profesional y de necesidad de una decente retribución que de
afán moralizador (aunque de esto último se disfrace) fue la protesta que, desde
Zamora, se hizo sobre "la expulsión
de los maestros jóvenes de las clases de muchachas adolescentes, pues
sólo pueden surgir inmoralidades". Más que un estado de libido alterado
potencialmente perturbador, era el deseo (no carnal, claro) por cubrir aquella
plaza. La denunciante, maestra interina, que adornaba su puritana preocupación
con gruesas faltas de ortografía, confirmaba la lucha interna entre las
distintas y discriminatorias situaciones, (aunque en este caso la
discriminación estuviera más que justificada). Otros maestros se quejaban de
que el mayor enemigo del maestro interino era el maestro propietario. En sus
cartas de denuncia se quejaban de la situación ruinosa en que se encontraba sus
escuelas. Coincidía aquella apreciación con la realizada por el Decano de la
Facultad de Medicina de Madrid, doctor Requesens: "Nada más antihigiénico
que los edificios donde se da instrucción oficial a los escolares. Son casas
insalubres, y la falta de aireación, la ausencia de luz solar y la sobra de
suciedad se manifiesta en todas las dependencias".
Fue
también una seria preocupación del
momento la lucha contra el analfabetismo. Un país fuerte y regenerado no se
podía permitir altas tasas de analfabetismo.
La alfabetización de la población tuvo un gran avance en este periodo. |
También
había quien culpaba a los maestros de su zona de la incultura de los niños y de
su analfabetismo. A tales consecuencias llegaba el director de El Noroeste
Zamorano para quien tanto el Estado como el municipio habían dedicado
verdaderos sacrificios con las mejoras de sueldo y con la construcción de casas
para maestros y locales confortables como escuelas. La respuesta de los
docentes no había correspondido la postura de la Administración
porque "resultan inadaptables a las aldeas”.”Los maestros de Sanabria van
los lunes a los mercados abandonando la escuela, anticipan las vacaciones y se
toman los días de buen tiempo para realizar excursiones cinegéticas y visitas a
otros compañeros." La
Inspección de Enseñanza no hacía nada ante tales desmanes y
algunos maestros como el de Riego de Lomba "factotum del gremio y antiguo
político que lleva más de cinco años sin dar clase por no reunir condiciones el
local y no desear él que jamás las reúna", parecían acaparar las
condiciones requeridas para condenar al analfabetismo a quienes cayeran en sus
manos.
Aunque no era esta zona de España la región
más preocupante en cuanto a la tasa de analfabetismo: "Si analizamos el
analfabetismo por provincias se observa que se mantiene la tónica general. Son
las regiones andaluzas y la manchega las más afectadas junto a las grandes
capitales como Madrid, que ven aumentados sus índices tanto por el crecimiento
vegetativo como por los trasvases de población, que en el resto de las
provincias disminuyen progresivamente"
En
Andalucía y como respuesta a un folleto enviado por el Inspector Jefe de
Enseñanza de Cádiz se veía la solución en disposiciones legales que ampliaran
los beneficios concedidos a otras zonas, como el Valle de Arán. Se especulaba
con la creación en Andalucía de maestros y escuelas ambulantes "llevar la
enseñanza a todas partes in aumento de gasto en el presupuesto" Y lo que
aún era más loable, la organización de una enseñanza post-escolar que
"llene el vacío entre la escuela y el cuartel" Maestros y curas
rurales, colaboradores estos últimos de los docentes, percibirían unos
complementos que levantaban la cifra a una cantidad total de ocho millones de
pesetas. Para compensar tal gasto se pensó en que los municipios corrieran con
el material de los centros cuyo monto venía a suponer cantidades similares a
las que se iban a distraer con la enseñanza de adultos.
Deseos
de buena administración obligaban al gobierno a pensar "el que sea de
cuenta de los pueblos el material porque es una medida de buen gobierno, no
sólo porque une más la escuela al pueblo, sino porque sería una acción
moralizadora que evitaría que los mercaderes que están en los atrios del templo
de la enseñanza, se llevaran una gran parte de esta partida del
Presupuesto". Tal medida, propuesta por el Director General de Enseñanza
Primaria manifestaba una buena dosis de astucia: gastando lo mismo se tenía
más, y se evitaba que el reparto de fondos de material, al no ser mandado por
el Estado, sino por los Ayuntamientos, estuviera más controlado.
Personas
que ofrecían su desinteresado estudio de la problemática ponían una nota de
humor en tan arduo problema. Al lado de la conducta ejemplar, caritativa y
social que algunas órdenes religiosas cumplían o de las evidentes innovaciones
de otras como Las Escuelas del Ave María, era el escarmiento y las leyes duras
quienes podían acabar o mitigar el analfabetismo existente. Así opinaba el
Capellán de la Prisión
de Palencia: "Ya que fallan los medios dispuestos por el Estado"
proponía el sorteo de los quintos analfabetos para África, y tenerlos un año
más en sus destinos bien titulados para que nadie se llamara a engaño como
"Regimientos de Analfabetos" para que lograran la necesaria
instrucción (Eso es caridad y lo demás tonterías). Llegado el momento de entrar
en quintas, les sería exigido a los mozos un certificado expedido por el
maestro para conocer su nivel de alfabetización y se impondrían severas penas a
los padres de los analfabetos consistentes en el aumento de las contribuciones,
la privación del voto y la negativa a la concesión del pasaporte. Se
confeccionarían unos certificados de aptitud ciudadana. Los casos imposibles,
los irrecuperables, tenían también solución: A " Los vagos conocidos como
"gitanos", se les imposibilitaría el mercar”.
La
lucha contra el analfabetismo obtuvo excelentes resultados, para Ben Ami:
"El descenso total en la tasa del analfabetismo en los años veinte, fue la
más alta del siglo hasta los años sesenta: 8,7% para hombres y 9,15% para las
mujeres".
En
el año 1927, año en que inicia Don Antonio Prados Ledesma su trabajo como
interino en Higuera de Arjona, entra en vigor el presupuesto extraordinario
creado por el gobierno del General Miguel Primo de Rivera, con objeto de hacer
frente a su política expansiva de creación de escuelas, al tiempo de poder
presentar en los presupuestos ordinarios del Estado un superávit, sin duda
ficticio; por lo que pensamos que quizás fuese esta la razón decisiva del
desfonde económico y político iniciado a partir de los últimos meses del año
1928. Pensamos que este asunto tan importante del tema económico fue decisivo
para la suerte de la Dictadura de Primo de Rivera. Este nuevo régimen que nació
a la sombra de una buena situación económica, se sirve de la misma durante su
primera parte de su mandato, pero cuando la situación económica se tambalea, el
gobierno dictatorial cae de forma estrepitosa.
De
la consignación de 200 millones de pesetas que se hacen en los presupuestos
para el Ministerio de Instrucción Pública, de ellos un 50%, es decir 100
millones se dedican a la construcción de nuevos edificios escolares. Con tal
aumento en el número de escuelas, surge la necesidad imperiosa de la creación
de nuevos maestros encargados de regentar dichas escuelas. En este sentido por
la Real Orden de 20 de julio de 1928, se convocan unas oposiciones para cubrir
2.200 plazas de maestros y 800 de maestras del primer escalafón, con un sueldo
anual de 3.000 pesetas. Los ejercicios de esta oposición estaban divididos en
dos partes de varias pruebas cada una, se celebraron en septiembre de 1928, con
lo que en el inicio del curso 1928-1929 se podrían contar con una cantidad de
35.000 maestros aproximadamente, si contamos los ya referidos 31.784 existentes
en el curso 1925-26, más las 3.000 nuevas plazas; pero la cifra real de
maestros disponibles para satisfacer las necesidades escolares del año
académico 1928-1929 era sólo de 33.318 maestros.
La
clara razón de este desfase fue una vez más el efecto de una mala política
aplicada por el Ministerio de Instrucción Pública, que da una cifra de tan sólo
1.197 maestros aprobados y 215 maestras, de los más de 12.000 aspirantes presentados
a la convocatoria de oposición. Según los tribunales, sólo estos superaban la
puntuación necesaria de las dos partes de la oposición. Las protestas de los
maestros no seleccionados no se hicieron esperar, tachando de fraudulento el
sistema de oposición ensayado, aunque la Dictadura se mantiene firme su postura
respecto a los no aprobados. Pero su malestar no tardaría mucho tiempo en
quedar superado y las aspiraciones de los no aprobados se vieron colmadas una
vez que fue derrocado el gobierno de Primo de Rivera, con varias repescas de
suspensos en la prueba inicial, dando entrada a suspendidos en el segundo
ejercicio y en otras posteriores en que fueron entrando los suspensos.
La
presencia del maestro poeta Don Antonio Prados Ledesma como maestro interino
durante los cursos 1927-1928; 1928-1929 y 1929-1930 en Higuera de Arjona los
pasaría en todo el ir y venir de sus exámenes y de su esperanza de conseguir
una plaza de Maestro de Escuela en propiedad, en los exámenes de oposiciones
celebrados en Septiembre de 1928. Tal como acabamos de decir, en fecha 23 de
ayo de 1930 se ordena la formación de unas segundas listas con aquellos
opositores que habían aprobado solamente dos de los ejercicios de la segunda
parte de la oposición, conformándose con ello un incremento de aprobados de 821
maestros y 1.118 maestras más; y con otra Real Orden de fecha 5 de septiembre
de ese mismo año 1930, se vuelve a bajar el listón a los que habían superado un
solo ejercicio para obtener el derecho a
la plaza de oposición, con lo que volvieron a entrar 1.422 maestros y 997
maestras nuevos. Finalmente el 6 de abril de 1931, ante las reiteradas
protestas de los maestros suspendidos se
confeccionan nuevas listas con los datos de todos los restantes aspirantes y se
les convoca a repetir los ejercicios.
Proclamada
la República se hace frente al problema por el Decreto de 24 de julio de 1931,
por el que se hace pública la decisión de visitar a los maestros aprobados en
posteriores convocatorias, para “in situ” ratificar o no su nombramiento;
además, se convocan unos cursillos para los opositores no incluidos en ninguna
lista y unas pruebas eliminatorias, con el objeto de juzgar sus capacidades
como profesional de la enseñanza primaria (10).
Hemos
visto que fruto del aumento de las plantillas de maestros en estos años de la
Dictadura de Primo de Rivera, el ascenso del número de profesionales dedicados
al Magisterio Primario podía calificarse de muy notable, con relación a los
gobiernos de los años anteriores a la Dictadura primoriverista. Si en 1920
había 27.500 maestros, lo que suponía un 12,88 por cada 10.000 habitantes, tres
años después, se incorporan al cuerpo 1.424 maestros más; sin embargo a finales
del año 1929 constatamos una cifra de 33.980 maestros, es decir un 15,5
maestros por cada 10.000 habitantes, con lo que el aumento de maestros en
tiempo de la Dictadura es más que evidente.
El
incremento del número de maestros se comprueba si repasamos la situación de la
que se partía:
En
el curso 1920-21 el número total de maestros sin distinción por grupos de sexo
era de un porcentaje del 12,88 por cada 10.000 habitantes.
En
el curso 1922-23 el número de maestros era de 28.924 de ellos 15.359 maestros y
13.565 maestras, lo que arroja un porcentaje de un 13,17 por cada 10.000
habitantes.
En
el curso 1925-26 el número de maestros era de 31.874 de ellos 17.105 varones y
14.769 hembras, lo que suponía un porcentaje de maestros de un 14,16 por cada
10.000 habitantes.
En
el curso 1928-29 el número de maestros era de 33.318, siendo 17.891 maestros y
15.621 maestras resultando un índice de maestros de 15,26 por cada 10.000
habitantes del país.
En
la Dictadura de Primo de Rivera y dada la preocupación por la expansión
material de la enseñanza y el incremento de gasto en el sistema educativo, eso
si en detrimento de la calidad del mismo, a todas luces necesaria, con unos
planes de formación del magisterio donde primaba una política educativa, en la
que para la selección del profesional se
intentaba combinar la formación cultural, lo que entendemos como los saberes
necesarios para enseñar, con la capacidad pedagógica del mismo o sea lo
relativo al saber enseñar lo que se sabe. Eran esta unas necesidades no
satisfechas en la realidad escolar, que por lo tanto precisaban de una
renovación profunda en la formación del maestro.
Durante
esta época primoriverista hubo una preocupación, al menos en el plano teórico,
por dar solución al tema latente de la formación del Magisterio español, con
tal fin se creó el Instituto de Pedagogía, que como institución será una
escuela primaria, otra secundaria y una de enseñanza especial, asignándose a
algún centro oficial existente, como el Museo Pedagógico o Junta para
Ampliación de Estudios, con la idea de reducir gastos, con escasos frutos y la
insistente petición también de cátedras universitarias que vinieran a unirse
con la única existente regentada por M. B. Cossío; y el nacimiento de una
Facultad de Pedagogía, que fuese la encargada de la formación de los maestros y
de la investigación científico- pedagógica.
La
formación de los maestros en este periodo primoriverista siguió dependiendo
mayoritariamente de las Escuelas Normales de Magisterio, fundadas en 1839 y de
la Escuela de Estudios Superiores del Magisterio, creada en 1907. Pero lo
cierto era que las Escuelas Normales de la Dictadura estuvieron sumidas en un
quietismo exacerbado, con un plan de estudios que precisaba una reforma
profunda, en bien de una adecuada preparación profesional y de un alumnado, que
aunque va incrementando su número a lo largo del gobierno primoriverista, se
mostraba completamente conformista con el nivel cultural recibido.
El propio
don Manuel B. Cossío dice al respecto: Demos a todos los maestros una misma
educación profesional, dentro o fuera de la universidad, pero universitaria
como en algunos países, Alemania y Estados Unidos sobre todo, comienza ya a
hacerse. Y mientras esto no suceda, mientras no dignifiquemos la profesión y
desaparezcan las categorías del profesorado, que imponen un maestro primario
una capitis diminutio y lo condenan a servidumbre de cuerpo y espíritu, no
tendremos verdaderas escuelas ni conoceremos al país ni la humanidad que todos
anhelamos” (11).
Las misiones pedagógicas recorren el país llevando cultura a los pueblos más elejados. Foto de Pepa Martínez. |
A
pesar de las criticas recibidas y de las protestas de los maestros, el plan de
estudios de Magisterio siguió vigente durante los siete años de gobierno
primoriverista, con las nocivas consecuencias para el Magisterio. Unas Escuelas
de Magisterio que ve incrementado por dos su alumnado en la década de los años
veinte, a raíz de la rama expansiva que tiene la creación de nuevas escuelas.
Aunque hubo un notable crecimiento en el número de varones que estudiaban
magisterio, el verdadero incremento de
los estudios de Magisterio se produjo en las mujeres, hasta el punto que
ya en esa época las Escuelas de Magisterio seguían siendo mayoritariamente ocupadas
por mujeres en sus estudios, que guiadas por el carácter general de la cultura
que se ofertaba, y la formación que les brindaba para algunas tareas
propiamente femeninas, como las que se impartían en las escuelas de maestras,
eran objeto de su interés más directo en esta formación, aunque muchas de ellas
después no ejerciesen por condicionamientos personales, o porque tampoco era una
meta compensatoria ante las dificultades económicas que sufrían por los sueldos
bajos recibidos. Esto se comprueba a la hora de analizar las maestras en
ejercicio que ocupaban escuelas, pues a la hora de ejercer había un equilibrio
entre los dos sexos, a pesar de ser las maestras las que llenaban las Escuelas
de Magisterio; lo que de alguna forma prueba el desprestigio social de los
estudios de Magisterio en la época.
La
figura del maestro no participó de la ola de prosperidad económica que se dio
en el periodo de la Dictadura de Primo de Rivera, a nivel general en todo el
país, pues no sólo continuaron sus penurias salariales, sino que no supo
encauzarse la solución definitiva de sus amplia problemática profesional. La
miseria de su nivel retributivo, el carácter enciclopédico de su formación, no
fue sustituida por una adecuada preparación, y la falta de reconocimiento
social sobre la importancia de su labor educadora eran otros de los déficits
que se dieron dentro del periodo histórico del primoriverismo.
Ubicación de Morás localidad lucense de primer destino definitivo de D. Antonio Prados Ledesma. |
Aprobadas las
oposiciones durante sus años de servicio en Higuera de Arjona en el periodo de
tiempo trascurrido entre 1927 y 1930. Dos cursos después fue destinado a la escuela
de la Aldea de
Abaixo, en la localidad lucense de Morás (“quiero volver a Morás / para oír el viento
norte / y oler el yodo del mar […] / Y morir entre vosotros, / poeta de lunas
blancas, / y olas verdes en los ojos”), donde
se incorporó en 1931 (“nacido
en el Campo de Calatrava, antaño monjes y soldados, y hoy labradores y
bodegueros, abejas y molinos en los pardos alcores, y trasplantado, después, a
tierras jiennenses […], llegué a Galicia tras unas oposiciones felices […] Yo
traía en los ojos una acuarela luminosa de pámpanos y olivos, de pueblos
relampagueantes y cielos purísimos”).
Ría de Viveiro. |
Puerto de Viveiro. |
Playa de Viveiro. |
Panorámica de Viveiro. |
Nocturna de Viveiro. |
En Galicia se asentó para siempre, tras conocer a Remedios Durán Domínguez (1916-2005), compañera de indiscutible importancia en su vida y en su obra, con quien contrajo matrimonio en 1933:
Y ella vino a mi vida. ¿Qué me importa el dolor,
ni las horas amargas, ni el oscuro destino?
¿Qué me importa ya nada? Tú me diste, Señor,
esta hermana entrañable para andar el camino
A Remedios, su amada esposa, dedico Sueño de Oro:
Oro tibio de tus
manos.
Oro suave de tu
pelo.
Oro en las nubes
perdidas.
Oro en los lirios
abiertos.
Oro en tu voz
violeta.
Oro de tus ojos
bellos.
Oro dormido en la
rosa
Mariposa de tu
cuerpo.
Toda tú oro, oro
puro.
Trinos de oro y oro
el cielo.
Cascadas de oro tus
risas.
Oro tus brazos
morenos.
Oro del sol. Oro
ardiente
De tu sueño y de
mis sueños.
Oro de tus labios
rojos.
Oro de tus besos
lentos.
Oro de la noche
invicta
Florida de azul y
adelfas.
Veinte margaritas
de oro
Peinaban oro en el
huerto.
Vivero (Viveiro) mapa topográfico de su término municipal. |
Mapa de la Ría de Viveiro tomado de Google. |
Prados
ejerció el magisterio en Morás desde marzo de 1931 hasta agosto de 1949, año en
el que se trasladó voluntariamente a Vivero (hoy Viveiro) para incorporarse al
Grupo Escolar Pastor Díaz, colegio en el que desarrolló su trabajo durante
cinco lustros, veinticinco años pasados allí hasta su jubilación en 1975, y del
que fue director por espacio de seis años. D. Antonio Prados Ledesma falleció
el 29 de agosto de 1996. En su Autorretrato se dibuja así:
AUTORRETRATO:
No soy nadie ni nada. ¡Oh, los pobres artistas!
Solo un triste que marcha cara al cielo en la
sombra.
Un enfermo de estrellas, a quien ya nadie nombra,
sumido en su locura de engarzar amatistas.
Un soñador de adelfas, venal y trotamundos,
ungido por la mano de todos los dolores.
Un hijo de la nada, que va regando flores
y místicos berilos con sus ojos profundos.
No, nada. Eso. Un ente tristón y franciscano,
de aladares nevados y de sonrisa estoica,
con un corazón de oro y un alma casi heroica,
a flor de piel, que arrastra su tedio de la mano.
¿Qué importa que me salgan los canes al ejido
Gruñéndome y husmeen mis raídos harapos?
Yo llevo como un manto real mis pobres trapos,
Empapados de niebla, de distancia y de olvido.
Ni envidio, ni me envidian. Yo sigo mi sendero
de tules y de rosas, bajo la luna escueta,
siempre fiel a mi eterna locura de poeta
que viste de magnolias y tul su estercolero.
Y una tarde sin nombre de un día impresentido,
la muerte, nuestra madre, me dirá dulcemente:
-Ven, hermano. Ya es hora. Y me iré quedamente,
Sin angustia, sin prisa, lo mismo que he vivido.
(Alada voz: Autorretrato, página 3) Viveiro y su ría, foto de Manuel Fouce. |
Viveiro , calle del centro. |
Casas típìcas de Viveiro. |
Casco histórico de Viveiro. |
Convento de Viveiro. |
Arcada del patio del Convento de Viveiro. |
CUANDO MUERA
Cuando muera,
enterradme en el huerto.
Entre las
rosas rojas
y los verdes enebros.
En la tierra sencilla
De los viejos recuerdos,
Entre lirios y plumas
Y celestes dondiegos.
En el rincón dormido
de mis pálidos versos.
Donde el agua es un canto
y los chopos
un rezo.
Allí estaré más blanco,
más humilde, más quieto,
con los ojos cerrados
y un rosario en los dedos.
Enterradme en el huerto.
Bajo la sombra virgen
Seda y luz, del cerezo.
Donde besan las juncias
hontanares sin sueño.
Seré ya polvo. Tierra
Pensante. Solo un muerto,
Una sombra que siente
florecerle los huesos.
Enterradme en el huerto.
Sin angustia, sin llanto,
Sin crespones, sin trenos.
Una cruz y una losa.
Nada más. Y el silencio.
(Alada voz, página 47)
Una
ocasión más perdida para haber homenajeado a este buen hombre de escuela que
comenzó a trabajar enseñando a nuestros niños allá por los lejanos años del año
1927. Estamos seguros que un personaje así debió dejar su impronta profesional
y poética en algunos de sus alumnos de Higuera de Arjona, pero por desgracia
hasta el momento no conocemos a ningún alumno suyo de los muchos que estuvieron
con él y después con nosotros.
Un
reconocimiento que si recibió en Viveiro, población que en octubre de ese mismo
año de 1996, el pleno de la corporación municipal acordó concederle, a título
póstumo y por unanimidad, la medalla de honor de la ciudad de Viveiro. La misma
corporación municipal instituyó en 1998 un premio poético que lleva su nombre
(Premio de Poesía “Antonio Prados Ledesma” do Concello de Viveiro). A su vez,
el 4 de julio de 1998 se le dedicó una calle en Moral de Calatrava, su
localidad natal, como homenaje póstumo, acto al que asistió su viuda, Remedios
Durán.
Costa de Viveiro. |
Desembocadura del Río Landro en Viveiro.
|
Según testimonio de su esposa Dª Remedios Durán, aquel joven Antonio Prados Ledesma publicó por primera vez en un diario de Puertollano, probablemente “El Defensor”, fundado en 1920, y colaboró también en “Vida Manchega” (“Diario de información”), publicado en Ciudad Real y continuador desde 1920 hasta 1932 de la llamada “Revista regional ilustrada”. De esta publicación fue “corresponsal literario” en Higuera de Arjona (Jaén). Sin embargo, el mayor número de contribuciones periódicas de Prados corresponde al diario “El Pueblo Manchego”, fundado en 1911, adquirido en 1924 por la Editorial Calatrava y puesto al servicio de la C.E.D.A. de Gil Robles a partir de 1932. Sus colaboraciones en este medio fueron de índole diversa: algunas las envió como corresponsal ocasional en Moral de Calatrava (noticias, programas de las fiestas moraleñas, bases y premios de los “Juegos Florales”), otras son artículos de opinión que tratan de cuestiones relativas al magisterio y a la escuela (así, por ejemplo, alaba la idea de fundar en Moral un centro de 1ª y 2ª enseñanza para hacer accesible la cultura a los hijos de familias humildes, dado que “sus medios económicos no pueden permitirles los gastos extraordinarios que lleva consigo una carrera fuera de la población, porque se ven en la imposibilidad de dotarlos de un título académico (…) y, en general, porque el desenvolvimiento de Moral de Calatrava está restringido, amodorrado y atrofiado”) o que manifiestan su ideología, confesionalmente católica y derechista desde el punto de vista político; por último, otras colaboraciones son textos propiamente literarios, tanto en prosa como en verso (por ejemplo, “Guirnaldas a la Virgen [de la Sierra]”, en “…Pasar sencillamente con un verso en los labios…”, páginas: 579-581).
Finalmente, en lo que a
publicaciones manchegas se refiere, es posible que colaborara en Calatrava, un
“periódico quincenal independiente”, editado en Moral a partir de noviembre de
1928 hasta, al menos, febrero de 1929, que tenía la redacción en la calle
Agustín Salido, nº 5.
Prados
colaboró igualmente en diversos medios publicados en Andalucía. Cabe citar, en
este apartado, las siguientes publicaciones: “Patria”, periódico trisemanal
editado en Jaén entre 1927 y 1929; “La Publicidad” (1881-1936), diario
granadino de ideología republicana; “Arjona”, “periódico quincenal
independiente”, editado en el municipio jiennense del mismo nombre, en el que
publicó “Más allá del destino”, texto reproducido en apéndice en …Pasar
sencillamente con un verso en los labios… (Páginas: 672-673), y, por último, en
“El Ideal”, fundado en Granada en 1932 y vinculado a la C.E.D.A. (12)
En
Andalucía con la persistencia económica agraria, con un 65% de la población
activa concentrada en el sector primario, se imposibilitó elevar la capacidad
adquisitiva de los andaluces. Este tipo de economía agraria tuvo efectos muy
negativos sobre la culminación del proceso de industrialización en la comunidad
y la posterior acometida de la segunda fase de la industrialización en torno al
papel de la tecnología, la extensión del sistema fabril, el aumento de la
productividad y la consolidación de los núcleos monopolísticos industriales,
tan refractarios hacia esa confianza ingenua y primigenia de la ley de la
oferta y la demanda. Fracasó así la posibilidad de desarrollar una clase
comercial y financiera fuerte. En su lugar se perpetuaba una burguesía agraria,
aliada con la aristocracia terrateniente residual todavía del antiguo régimen,
que estaba deseosa de asegurar su permanencia en el poder, ante el peligroso
empuje de los nacientes movimientos obreros, con una necesidad casi imperiosa
de distinguirse socialmente de la población rural e industrial, y muy vinculada
por necesidad con el poder político de línea conservadora sin fisuras, a través
de las cuales se pudiese crear un espacio social más amplio y diversificado
donde ensanchar los límites de la cuota de andaluces participes en la política
nacional.
Muy
vinculadas al régimen restaurador con altos niveles de clientelismo y
facilismo, las actitudes de la sociedad andaluza quedaban subordinadas a una
burguesía significativamente conservadora, y más preocupada por consolidar el
poder que en acometer las reformas políticas y económicas para modernizar y
democratizar el liberalismo español, deshaciéndose de los próceres locales que
maquillaban una realidad social hondamente polarizada y definida por el
analfabetismo, la desmovilización de los núcleos rurales, y la consolidación de
unas élites conectadas con la oligarquía económica y financiera representada en
Andalucía por las familias de notables como la familia Abril y León o el
Marqués de Acapulco en Jaén, los Rosales o Carrillo en Granada o los Benjumea o
los Ybarra en Sevilla.
Así
pues la Restauración representó para el periodismo en Andalucía la pervivencia
de las viejas concepciones de la prensa como arma de la lucha ideológica y
política. La actividad periodística se disponía al servicio de los grandes
partidos consolidados en la estabilidad de turno conservador o liberal, cada
uno de cuyos partidos va a ofrecer, incluso la edición de varios títulos de
cabecera periodística en la misma ciudad, con el objeto de constituir con dichas
cabeceras de los diarios sus mejores efectivos de propaganda política. Se
pretendía instruir a las élites sociales y administrativas en la parcialidad
política de cuyo lado debían posicionarse si querían asegurar un sistema de
relaciones económicas y sociales altamente sospechosas para ellas, sobre todo
cuando ya se empezaban a advertir las amenazas de las clases proletarias
andaluzas. Los periódicos andaluces eran voceros de los intereses particulares
de las familias de poder en los núcleos urbanos y rurales, sobre los que se
extendía una práctica caciquil y de fraudes electorales, para así no modificar
ni un ápice en círculo de poder endogámico de los más favorecidos de los
pueblos con redes de favores clientelares y familismo político muy al uso.
Poema SOLEDAD página 140 de ALADA VOZ. |
Desde
la lucha contra los franceses al largo proceso de la revolución liberal y al
conflicto entre liberales y absolutistas, la prensa tuvo un papel esencial en
la vida ciudadana, creando opinión pública y siendo cauce y portavoz de ésta.
Prensa y púlpito fueron las dos tribunas principales del gran debate ideológico
del siglo. Limitada la primera al ámbito urbano y a los sectores más instruidos
de la emergente burguesía; dominando el segundo las extensas áreas rurales y
sectores muy amplios tanto de las clases acomodadas como de las populares.
En Jaén los periódicos “El Norte andaluz” y “El
Combate” (carlistas), “El Conservador” y “La Regeneración” (conservadores
canovistas, pero más prolíficas las cabeceras representativas de la facción
romerista), “El Liberal de Jaén” (liberal), y “El Jaén Federal” (republicano)
fueron publicaciones de este tiempo.
Esta
dependencia política de la prensa, además de por las razones económicas, tenía
el condicionante, de que su dependencia era ineludible en un sistema representativo,
carente de respeto hacia la voluntad de sus electores, momento en que también
era obligado recurrir a la prensa como argamasa entre los seguidores de un
partido, a los que el acto de lectura de su cabecera configuraba como
integrantes de una determinada corriente, supliendo con ello el compromiso de
los ciudadanos con sus representantes, o mejor guías políticos, y la autentica
participación de estos en los resortes del poder. Muchos de los diarios no
podían eludir la falta de estabilidad a la que se veían abocados con frecuencia
por su dependencia de las subvenciones estatales, o los donativos de ciertas
personalidades que habían recurrido a la prensa; dándose con frecuencia el
hecho de que por esta razón los títulos de los mismos periódicos eran enormemente
fugaces, al estar asociados al encumbramiento político y el posterior ocaso de
ciertos políticos, que abanderaban su propia facción dentro del partido. En
mucha peor situación se veían muchas publicaciones no diarias de ciertos grupos
minoritarios, que debido a su falta de fortaleza en el terreno de la política,
no podían articular publicaciones diarias con las que estar presentes en el
espacio político de sus simpatizantes para los lectores de esta época. Estas
tendencias políticas minoristas no disponían de recursos para poder acometer la
publicación diaria de un periódico, por lo que con frecuencia debieron ser
enormemente creativos y prolíficos para así poder contrarrestar su debilidad y
captar adeptos con una prensa menor, pero no por ello menos variopinta y
sugestiva.
La
prensa independiente, ajena al impulso político, pagó por esta razón su
decadencia y posterior extinción por tratar de escapar a la parcialidad
política para insertarse en una dinámica que pudiera conseguir hacer de la
empresa periodística un negocio rentable, como intentó en esa época ser el
diario El Ideal de Jaén en la capital.
Como
prensa religiosa, ausente hasta entonces del panorama periodístico linarense, pero
también pedagógica hay que destacar la publicación a partir de 1913 del Boletín
de la Academia de Santa Teresa de Jesús, primera revista de la Institución
Teresiana. Comienza el 5 de octubre y cesa el 27 de junio de 1915, tras lanzar
91 números, aunque conocerá nueva etapa en la capital provincial; publicación
semanal, que ofrece el interés de los datos sobre los primeros tiempos de la
Institución y los artículos del Padre Pedro Poveda. En el mismo 1915 en que desaparece
dicho boletín, nace, inicialmente con carácter mensual, Fides, revista católica
que hasta 1926, cuando se traslada a Baeza, redacta el párroco Francisco
Martínez Baena.
En
septiembre de 1923, cuando el golpe militar incruento de Primo de Rivera inicia
una dictadura que durará casi los siete años, contabiliza la ciudad de Jaén un
único diario, “El Pueblo Católico”,
situado en la extrema derecha del abanico ideológico del momento, el
integrismo, y tres periódicos alternos, es decir, con tres salidas a la semana:
“La Regeneración”, que ha venido siendo órgano del partido conservador y no se
sitúa ideológicamente muy lejos del diario, periódico además que pasará a
apoyar sin miramientos al nuevo régimen. El periódico la Regeneración, órgano
del partido liberal contó con la personalidad y el bolsillo de José Prado y
Palacio, se mantuvo hasta 1926. Fue el segundo periódico en importancia en el
periodo de la Regeneración democrática, el órgano conservador que redactaba
Alfredo Cazaban Laguna, fue presto defensor moderado del nuevo régimen. Como
publicación trisemanal mantiene un tono aburrido y servil, sin embargo, la
muerte en Febrero de 1926 del Marqués del Rincón de San Ildefonso, el político
José Prado y Palacio, que lo financiaba, conllevó su extinción, en diciembre de
ese año, tras 30 años juntos de publicación. Desaparecido el cacique y en
hibernación el Partido Conservador, el periódico, sin duda poco rentable, tenía
escaso sentido de permanencia, eso si quedará la imprenta en que se realizaba
su impresión, que mantiene el nombre del periódico y aún sigue existiendo en
nuestros días.
Otro
periódico publicado en Jaén era “La Voz Liberal”, órgano del antiguo partido
fusionista, más cauto ante la Dictadura, que se extinguirá pronto, y el terceto
publicado fue “El Liberal de Jaén”, más independiente, que se edita en Madrid y
que en estos años tiene ya una influencia bien escasa en la ciudad.
En
Jaén solo hallamos un diario en 1923, “El Pueblo Católico”, diario integrista
nacido como bisemanario (dos publicaciones a la semana) en 1893. “El Pueblo
Católico” fue publicado como diario desde el año 1909, estaba dirigido entonces
por Francisco de Paula Ureña, adoptando una postura crítica con la Dictadura.
En el año 1924 diferentes sectores profesionales de la ciudad promueven la
fundación del “Norte Andaluz”, que no llegó a consolidarse, editándose como
diario apenas un trimestre, sólo los meses de entre abril y julio, y como
bisemanario hasta finales del año 1926. Durante el régimen de la Dictadura se
publicaron en la capital jiennense varios semanarios. Si al iniciarse el
régimen sucumben el romanonista “La Voz Liberal” y “Claridades”, afecto a
Alcalá Zamora, se mantuvo “La Regeneración”, trisemanario del partido
conservador, que ante la muerte de su financiador, el político José Prado y
Palacio en 1926, desaparece.
“El
Pueblo Católico” seguirá publicándose, prácticamente como único diario, durante
todo este período. Solo una breve sombra en siete años: “Norte Andaluz”, un
intento de diario independiente y apolítico. En efecto, en enero de 1924 “La
Regeneración” informaba de las gestiones que se estaban realizando para la
salida en la ciudad de un diario de la mañana de carácter independiente y
afirmaba que se habían recaudado ya 12.000 pesetas en acciones. El diario surge
en abril de 1924 como matutino y entre sus promotores veremos gente muy heterogénea:
Francisco Cruz Salido o Juan Lamoneda Fernández ambos socialistas; Luís
González López o Ismael Medina Pinilla, inequívocamente derechistas. Lo dirige
primeramente un catedrático del Instituto local, José María Martínez Jiménez,
luego lo hará Antonio Alcalá Venceslada (Andújar, 1883-Jaén, 1955). Intento
efímero. No llegará a los tres meses como diario y en julio sus promotores
tendrán que conformarse con editarlo bisemanalmente; como bisemanario seguía en
diciembre de 1926, pero moría al poco. Cuando el periódico aparece en abril
contabiliza una redacción numerosa, once personas, que ante el fracaso que
supone el intento pronto queda en cuadro. Colaboró habitualmente en sus páginas
Juan Campos Gutiérrez (Jaén, 1876-¿1930?), una de las firmas más habituales en
las secciones humorísticas de los periódicos jiennenses moderados entre 1910 y
1930.
El segundo periódico en
importancia en el período es “La Regeneración”, el órgano conservador que
redacta Alfredo Cazabán Laguna, pronto moderado defensor del nuevo régimen primoriverista.
El trisemanario mantiene su tono aburrido y servil; sin embargo, la muerte en
febrero de 1926 del Marqués del Rincón de San Ildefonso, el político José Prado
y Palacio, que lo financia, conlleva su extinción, en diciembre de ese año,
tras 30 años justos de publicación. Desaparecido el cacique y en hibernación el
Partido Conservador, el periódico, sin duda poco rentable, tiene escaso
sentido, quedará la imprenta en que se realiza, que mantiene el nombre del
periódico y sigue existiendo en nuestros días. La personalidad y el bolsillo de
José Prado y Palacio posibilitan el mantenimiento hasta 1926 de La Regeneración,
el órgano del Partido Liberal.
La
Unión Patriótica fue un partido político creado por el dictador Primo de Rivera
como una asociación de ciudadanos, integrada por toda la sociedad y que
sustituiría a los partidos tradicionales a los que consideraba corruptos.
En el origen de la Unión Patriótica estaría la idea de un partido cívico que
Ángel Herrera Oria lanzó en la prensa en el año 1923 con el fin de regenerar la
vida política. En el año 1924, Primo de Rivera hizo un llamamiento a todos los
“patriotas” para congregarse en un nuevo partido. En el mes de abril se fundaba
la Unión Patriótica. El mecanismo que puso en marcha la formación partió de
unas instrucciones a las autoridades militares para la creación de comités en
toda la geografía española. Pero la guerra de Marruecos frenó, por el momento,
el proceso de consolidación del partido.
Primo
de Rivera buscaba con la creación de la Unión Patriótica, entre otras
iniciativas de la segunda época de su Dictadura, la institucionalización de su
régimen. Para ello necesitaba un partido político que debía funcionar como
único en el sistema, aunque no podamos definir ni al partido, ni al régimen que
deseaba formular, como totalitario. Al final, el partido sería muy personalista
y estrechamente vinculado con el dictador, y no pudo sobrevivirle. Se afirmaba
que no era un partido político, quizás por el rechazo a los partidos que
tenía el dictador, sino una "agrupación de españoles"; se justifica
el golpe de estado de 1923, siendo uno de los objetivos del partido único el
apoyo al líder y el mantenimiento del régimen primorriverista; y finalmente se
aprecia su ideología conservadora y algo ambigua, al recalcarse como elementos
básicos la defensa de la unidad de la patria tanto de enemigos interiores
(comunistas, anarquistas, nacionalistas, estudiantes, intelectuales) como
exteriores (rebeldes rifeños africanos).
Su
ideología nunca estuvo muy estructurada. Por un lado, hundía sus raíces en
cierto regeneracionismo pero, por otro lado muchos de sus miembros eran o
habían sido caciques en una evidente contradicción con lo que pretendía. En el
seno de la formación política había mucho de conservadurismo, del nuevo
corporativismo, un marcado carácter antiparlamentario, autoritario y muchas
tentaciones fascistas. En realidad, la Unión Patriótica fue un instrumento de
promoción para ser cacique: se sustituyeron unos por otros. Por otro lado,
conviene recordar que tampoco se terminaron de liquidar los antiguos partidos
políticos.
Fue un partido oportunista, ligado al mantenimiento del régimen del dictador y a la personalidad de su líder, pero careció del apoyo social que le permitiera sobrevivir cuando el régimen primorriverista desapareció en el año 1930.
Tenía como prioridad hacer propaganda de la imagen del dictador y difundir una ideología conservadora y católica. Igualmente rechazaba la democracia liberal, defendía un sistema corporativista de organización social y se declaraba partidario de un nacionalismo español antirregionalista. En su mayoría los miembros de la U.P. procedían de la burguesía agrícola, y dirigentes de organizaciones católicas, pero también de antiguos miembros de los partidos dinásticos e incluso algunos carlistas. Incorporó a sus filas a antiguos caciques que vieron en su presencia en el partido la manera de seguir aferrados al poder, a pesar de que uno de los supuestos objetivos del régimen dictatorial fuese acabar con el caciquismo. El Partido U.P. llegó a tener un millón de afiliados en su mejor momento, cifra nada desdeñable, pero solamente un minoría se integró por genuinas razones ideológicas. Muchos de sus miembros eran funcionarios o militares que se afiliaron para proteger o medrar en sus trabajos o carreras. También hubo un sector de campesinos y pequeños comerciantes que pretendían defender sus medios de vida.
La Dictadura y su
partido, la Unión Patriótica, tendrán en la provincia órganos puramente locales
de cierta significación. Ya hemos visto que lanza en Jaén “Patria” y en Linares
“Diario Regional”, además de reconvertir el diario ubetense “La Provincia”. (13)
En el año
1927 la Unión Patriótica lanzó el trisemanario “Patria”, dirigido por el
antiguo director de “La Regeneración”, Alfredo Cazabán, y que ceso en sus
publicaciones en el año 1930. (14)
Los
socialistas habían tenido que suspender
la publicación de “Jaén Obrero”, su combativo semanario, y tampoco los
alicaídos núcleos republicanos tienen fuerza para mantener una prensa propia;
incluso el volátil “Látigo rojo”, que atraviesa su peor etapa, con crédito
decreciente, dificultades para la labor crítica y alguna ausencia. Estamos en
suma ante un claro panorama informativo fuertemente escorado hacia la derecha.
Uno de los periódicos que se publicaba en nuestra comarca, con
cierto éxito, fue “Arjona”, quincenal que aparecía en la ciudad de los antiguos
reyes nazaritas. Había comenzado su publicación en mayo de 1924, y en 1927
lanzaba 600 ejemplares por número; era un periódico sumamente conservador, afín
a la Dictadura, pues su director e inspirador, Santiago Morales Talero, era alcalde
local en esos años de la ciudad, y será después
con la República persona cercana al tradicionalismo. Arjona tenía a un tiempo
carácter a la vez literario e informativo, en él publicaría D. Antonio Prados
Ledesma algunos de sus poemas. (15). Resulta evidente la relación personal y la afinidad política
de Antonio Prados Ledesma y Santiago Morales Talero por la asidua colaboración
que nuestro maestro en Higuera de Arjona tenía con el Alcalde de Arjona en esos
momentos, nada más llegar a Higuera de Arjona.
En
Andújar, la otra ciudad con la que históricamente mantuvimos una relación de
dependencia, defenderá al nuevo régimen primoriverista el semanario católico “El
Guadalquivir”, en el que colaboraba asiduamente el escritor costumbrista
Alfonso Delgado Castilla. Otro órgano declarado del partido Unión Patriótica
será el semanario “Sierra y Campiña”, que aparece en febrero de 1926 en
Villacarrillo y no conseguirá alcanzar los dos años de vida, extinguiéndose por
tanto ya antes del final del régimen militar. A su frente, como sigue siendo
frecuente en la prensa jiennense todavía en estos años, tendrá un socorrido "Consejo de Redacción", que evita la figura del director. (16)
Andújar
conocerá una creciente actividad periodística en las postrimerías de este
período. Junto a “El Guadalquivir” no faltarán publicaciones más o menos
religiosas. Es el caso de “Mirando al Santuario”, revista religioso-cultural
que surge en octubre de 1924 y conseguirá vivir muchos años, hasta las
postrimerías de la República. En mayo de 1926 aparece “El Centenario”, un nuevo boletín
mensual religioso, para la conmemoración del centenario de la Virgen de la
Cabeza (abril de 1927), pero que sigue apareciendo tras éste. En diciembre de
1929, pocas semanas, pues, antes de la caída de la Dictadura, comienza a
publicarse “Democracia”, semanario abierto, pero de cortísima vida, pues solo
publicó cuatro o cinco números. “El Guadalquivir” anunciaba por similares
fechas la aparición de dos nuevos periódicos, “El Ideal de Andújar” (el primer
número estaba anunciado para el 16 de diciembre) y “La Voz Provincial”,
previsto para poco antes. Si “Democracia” duró poco; estos dos periódicos es
probable no llegasen siquiera a salir. Mediado 1929 el ayuntamiento
iliturgitano lanza un “Boletín Municipal” gratuito, pequeño periódico a dos
columnas, pero de frecuencia semanal, que se mantiene hasta los primeros meses
de 1930, del mismo aparecerán en torno a los 30 números.
El
2 de enero de 1926 alcanzaba su número 1.000 el semanario “El Guadalquivir”, el
principal periódico de la historia del periodismo iliturgitano. Su fundador;
Agustín Bellido Rubio, muere en mayo de 1927, a los 56 años, y el periódico
atraviesa una etapa de crisis. Su viuda intenta incluso vender la imprenta, que
finalmente queda en manos de un hermano del fundador, José María, que mantendrá
el taller y el semanario, con el mismo carácter de periódico católico sumamente
conservador, defensor de la Dictadura aun después de su caída. Según el censo
de 1927, “El Guadalquivir” tenía una tirada de mil ejemplares por número. En
1928 el periódico presumía de ser el más difundido en su distrito, lo cual no
suponía afirmar mucho, pues eran muy pocos los periódicos en publicación en la
comarca. Una carta de agosto de 1927 suscrita por el presidente del Consejo de
Redacción y de un llamativo servilismo, ilustra sobre la situación del
periódico en esa coyuntura. El texto, en un folio con membrete “El Guadalquivir”.
Único semanario independiente de Andújar y su distrito. Fundado en 1907, reza:
Muy
Sr. nuestro: El Consejo de Redacción tiene el honor de suplicarle que acepte la
suscripción del periódico y al mismo tiempo se sirva honrarnos con el anuncio
de su respetable casa, que insertaremos por un precio sumamente económico.
Los ayuntamientos, corporaciones y particulares que
deseen publicar sus cuentas y balances serán servidos a mitad de precio de
tarifa, siendo suscriptores, y además pueden pedir cuantos ejemplares necesiten
al precio de diez céntimos uno. Dándole infinitas gracias por sus atenciones se
ofrece a sus órdenes incondicionalmente, José María Bellido. (17)
El
día 1 de enero de 1927 surge en Jaén el periódico “Patria”, un periódico
trisemanal, editado en los talleres de la Imprenta “La Regeneración” donde se
publicaba el periódico “La Regeneración” que publicó su último número (el 4324) publicado el 11 de diciembre de
1926. El periódico “Patria” contó con la colaboración del poeta manchego
Antonio Prados Ledesma, que por entonces ocupaba plaza de maestro interino en
Higuera de Arjona. “Patria” tenía las mismas características que el
periódico “La Regeneración”, pero si será órgano expreso de la Dictadura de
Primo de Rivera y de su partido único, la Unión Patriótica, al frente del cual
estaba el acomodaticio Alfredo Cazaban, ya en la cuesta debajo de su carrera
profesional, quien siguió dirigiendo el periódico hasta que la caída de la Dictadura
le privó de significado y, sobre todo, de financiación. En el censo de 1927, el
periódico “Patria” afirmaba tener tres redactores y lanzar 1800 ejemplares.
Pronto debió encontrar nuestro maestro D. Antonio Prados Ledesma acomodo a sus
inquietudes periodísticas en este periódico que se publicaba tres veces en
semana, para publicar sus escritos, quizá no exentos de reflejo de sus
preocupaciones por la escuela y el bullir interior de sus poemas, llegado a
Higuera de Arjona en marzo de 1927, tan solo tres meses después de su inicio
como publicación.
Salvo
el efímero cotidiano de 1924, y el tándem
“La Regeneración”-“Patria”, espina dorsal éstos del nuevo régimen militar, “El
Pueblo católico” domina el panorama informativo del período, y desde luego el
de los diarios. Ello explica que pese a su increíble reaccionarismo declare
tirar en 1927 los 3.000 ejemplares. En esa fecha tenía 7 redactores, 11
trabajadores en la imprenta, 3 administrativos y 3 colaboradores fijos, en
total, pues, 24 personas. En julio de 1924, cuando su colega “Norte Andaluz”
pasaba de diario a bisemanario, ampliaba sus habituales cuatro páginas de cada
tarde a seis. El periódico se situará a la derecha de la Dictadura, a la que
censurará su “liberalismo encubierto”. Dirige el periódico en estos años
Francisco de Paula Ureña Navas y es subdirector Vicente Montuno Morente, hasta
los años setenta de nuestro siglo incansable impulsor de la devoción a la
Virgen de la Capilla.
“La
Voz Liberal”, igualmente trisemanario, que aparecía tres veces en semana, con
pocos lectores, no tendrá la misma suerte y desaparecerá en 1924, a los pocos
meses de instaurada la Dictadura, en tanto “El Liberal de Jaén” se mantendrá
bien que mal; en 1927, en la estadística del gobierno referida a finales de ese
año, declara tener 6 redactores y lanzar 2.000 ejemplares por número, cifra
probablemente bastante exagerada. Otro periódico afín al liberalismo, el
semanario Claridades, cercano sobre todo
al sector liberal demócrata y a la persona de Niceto Alcalá Zamora, desaparecerá
también después del golpe militar.
Al
margen de los órganos de los partidos dinásticos, de los que defienden al nuevo
régimen y del caso particularísimo de “El Liberal de Jaén”, escasean los
periódicos de interés.
En
mayo de 1926 aparece “La Voz”,
también citado como “La Voz de Jaén”, un semanario que
sigue publicándose a finales de 1927 bajo el curioso lema de “independencia,
orden y justicia”; quizá desaparece por esas fechas, pues no se le cita en el
censo del 31 de diciembre de 1927. Lo promueve un grupo de jóvenes inquietos
entre los que figura Juan Ortiz Lozano, que durante la República se afilia al
PSOE y será secretario de Jerónimo Bugeda. Para entonces, sin embargo, ha
aparecido otro semanario de talante independiente, pero no progresista, “El
Ideal”, que declara difundir mil ejemplares semanales y que surgido en febrero
de 1927 cesa a principios de 1930. Lo dirigió Ramón Díaz de Guzmán.
Todo el
período de la dictadura, tanto en Jaén como en la provincia, se puede
reconstruir gracias a las colecciones de La Regeneración (1923-1926) y Patria
(1927-1929) existentes en la Hemeroteca Municipal de Madrid y la de El Pueblo
Católico, disponible en Jaén. Por desgracia, publicaciones muy conservadoras,
no dan apenas datos sobre la prensa progresista o simplemente al margen del
régimen de Primo de Rivera. La colección de Patria es especialmente importante,
pues amén de ser periódico con amplia información -8 páginas-, incluye en 1927
y 1928 una sección «Jaén hace 50 años», con datos de El Industrial –cuya colección
lamentablemente se ha perdido-, que ofrece buen número de datos sobre la prensa
jiennense en los oscuros 1877 y 1878. (18)
En
el ámbito gallego, una vez instalado Antonio Prados Ledesma en Morás en 1931,
los primeros poemas que Prados dio a conocer aparecieron hasta 1939 en “El
Heraldo de Vivero”, bajo el pseudónimo, ya empleado con anterioridad, de “Rodolfo
de Regio”. Desaparecido el Heraldo, colaboró, de forma esporádica, en varios
medios de la prensa gallega de la postguerra, básicamente en “La Noche”, “El Progreso”, “Faro
de Vigo” y “La Voz
de Galicia”. Pero las más frecuentes colaboraciones de Prados Ledesma en la
prensa gallega vieron la luz durante las etapas segunda (1963-1966) y tercera
desde 1968 hasta el final en el “Heraldo de Vivero”, semanario en el que
Prados, durante muchos años, publicó, además de numerosos poemas, una sección
de prosa, sin periodicidad fija, denominada “Cosas y almas”. Cabe destacar que
fue en esta sección en la que Prados comentó obras o ideas de sus escritores
preferidos, como Unamuno, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Tagore, Rilke,
Sábato, Verlaine o vinculados a Viveiro, como Luz Pozo Garza, de quien escribió
que “representa
hoy […] la cima del verso gallego y, posiblemente, español entre la generación
joven” (para las fechas de referencia
cf. la introducción de E. X. Ínsua a “…Pasar sencillamente con un verso en los
labios…”, páginas. 37-38).
Luz Pozo Garza, miembro de la Academia de las Letras Gallegas, de quien dice Prados Ledesma que "representa la cima del verso gallego y, posiblemente, español entre la generación joven" |
Embarcación atracada en el antiguo puerto de Vivero. |
Prados
colaboró habitualmente en los “Programas de Fiestas” y en la revista Pregón de
Viveiro (editada por la Junta de Cofradías de Semana Santa). Publicó también
con frecuencia en los “Programas Oficiales de Ferias y Fiestas de Moral de Calatrava”
y, en menor medida, en “La voz de Moral de Calatrava. Noticias del pueblo.”
Como hemos comprobado con la lectura, Prados
no vio publicado su primer libro de poemas hasta 1983. Se trata de “Alada voz”
(Imprenta Neira, Viveiro), un volumen que iba a llevar inicialmente el título
de “Voz que no muere”. La selección de poemas, de carácter compilatorio y
antológico, está estructurada en ocho partes: “Iniciación” (pp. 1-4), “Verso
fiel” (pp. 5-44), “Madejas de sombra” (pp. 45-74), “Evocaciones y paisajes”
(pp. 75-107), “Voces blancas” (pp. 109-135), “Oscura paz” (pp. 137-160), “El
recuerdo en la niebla” (pp. 161-196) y “Colofón” (pp. 197-199).
Tres
años después de la aparición de Alada voz Prados publicó un nuevo poemario, “Difícil
afán” (Imprenta Neira, Viveiro, 1986), con una tirada de 600 ejemplares. Este
libro tuvo, posteriormente, en 1995, una edición bilingüe (castellano -
gallego) al cuidado de Toño de Cidre, pseudónimo del maestro del “Colegio
Landro” de Viveiro Antonio Castro Gil. La obra consta de 71 poemas, algunos publicados
con anterioridad en “El Heraldo de Vivero”. Están agrupados en siete secciones
de desigual extensión: “Confesión”, “Un fuego desde dentro”, “Asunción del octosílabo”,
“Mudo el reloj”, “Sobresalto del trino”, “Pero ¿cuál es la mía? Señor, ¿no me
lo dices?” y “Final en arte mayor”.
La
obra poética inédita de Prados es abundante y dispersa. La conforman cinco
poemarios: 1) Madejas de sombra, 2) Alba en espejo. Versos (1945-194…), obra en
la que se distinguen cuatro secciones: “Apuntes”, “Entrada al paisaje”,
“Intermezzo” y “Otros poemas”; 3) Tránsito, 4) Silencio que duele. Poemas,
compuesto por “La altura inalcanzada”, “Tres décimas del tedio”, “Tierra
enamorada” y “Llorar por lo llorado”; finalmente, el inacabado 5) Andando en la
sombra. De algunas de estas obras disponemos, además, de varias versiones. Es
el caso, por ejemplo, de Madejas de sombra, poemario del que se conservan seis
versiones en el archivo familiar. A todo ello hay que añadir otros poemas
dispersos. Afortunadamente, en la actualidad disponemos de una excelente
edición de todo este material, edición crítica con introducción, glosario y
notas al cuidado de Emilio Xosé Ínsua, editada en el año 2008 por el Seminario
de Estudos “Terra de Viveiro” con el título de “ …Pasar sencillamente con un
verso en los labios…”
En
la obra de Prados, y de acuerdo con E. X. Ínsua (…Pasar sencillamente…,pp.
78-79), pueden distinguirse tres ámbitos o categorías temáticas: poemas de
reflexión religiosa, poética y existencial; composiciones paisajísticas y
evocativas de diversos ambientes y, por último, poemas amorosos.
A
la primera de las categorías mencionadas pertenece una sección, en prosa y en
verso (en este caso, empleando una estrofa denominada “tercerilla” o
“soledad”), del poemario Alba en espejo, titulada “Apuntes”, que incluye
máximas, aforismos y reflexiones sobre moral y estética, fundamentalmente. En
estos textos Prados sigue de cerca, como veremos a continuación, el modelo de
Antonio Machado. En los apuntes en prosa escribe:
“¿Tu
verdad? No. También la nuestra, la de todos, la única” (…Pasar sencillamente…,p.
282)
Y
en el apartado en verso, la siguiente tercerilla, titulada “Verdad verdadera”:
Pensar o ver al revés,
no es destruir la verdad.
La verdad es lo que es.
(…Pasar sencillamente…, p. 284)
Una
reflexión similar encontramos en una paremia inédita, titulada “Verdad”
(…Pasar
sencillamente…, p. 647):
Lección de filosofía:
Ni mi verdad ni la tuya.
Las dos: la tuya y la mía.
Textos
que, claramente, muestran su filiación machadiana y traen a la memoria algunas
de las composiciones del gran poeta sevillano pertenecientes a las secciones
tituladas “Proverbios y cantares” de Campos de Castilla (1907-1917) y Nuevas
canciones (1917-1930):
¿Tu verdad? No, la verdad,
y ven conmigo a buscarla.
La tuya, guardatelá.
(A. Machado, Poesías Completas, ed. crítica de O.
Macrì, p. 643)
O ésta otra, titulada
“Incógnita”:
Tener un alma de estrella,
soñar despierto y dormirse.
Después, soñar que se sueña.
(…Pasar sencillamente…, p. 285)
Que,
necesariamente, nos recuerda el siguiente cantar machadiano:
Ayer soñé que veía
a Dios y que a Dios hablaba;
y soñé que Dios me oía…
Después soñé que soñaba.
(A. Machado, Poesías Completas, ed. crítica de O.
Macrì, p. 573)
Otro
de los grandes poetas que tomaron la Semana Santa de Viveiro como motivo de
inspiración fue Antonio Prados Ledesma, maestro natural de Moral de Calatrava
(Ciudad Real), afincado desde hace muchos años en la villa como maestro. En sus
libros Alada Voz (1983) y Difícil afán (1986) encontramos algunos poemas de
temática religiosa como “Domingo de Ramos en la aldea” o “Al Cristo de las
siete palabras” o el poema titulado:”A Cristo en la Cruz” que nos parece de una belleza
y sobriedad insuperables.
“Domingo de Ramos en la aldea”:
El campo es una alfombra de cristales.
Hay ya trigos tempranos a alondras recentales.
De Norte a Sur y de Este a Oeste la mañana.
Hora de misa. Llama a los fieles la campana.
Vienen por los caminos viejos de piel oscura
Y amplios sombreros. Charlan el maestro y el cura.
Todo es domingo en todo, en el sol y en la vela.
Domingo en lo que repta, domingo en lo que vuela.
Los álamos del atrio baten cobre bruñido.
La aldea es como un ancho panal de oro encendido,
un panal de besanas humildes y amarillas
mezcla de trigos ralos y amapolas sencillas.
La procesión. Repiques. Lluvia de siemprevivas.
Los niños, trajes nuevos, tremolan sus olivas.
Después la vuelta. Jaque de sayas incoloras
contra el azul. Y luego, las horas y las horas
buenas o malas, grises. Lo archisabido, prosa
de una vida sin brillo, mediocre y lastimosa.
Y así un día y otro. La noche, un palio, cierra
Esta paz de domingo, melancólico y breve.
Y otra vez el trabajo, las sequías, la nieve.
Siempre igual hasta tanto nos llame la tierra.
(Alada voz, página 152).
“Al Cristo de las siete palabras”
Señor de la Expiación,
pálido visionario
de la frente de lirio, del Dolor y el Perdón.
Mi Señor del Vía Crucis y del Monte Calvario.
La vida es un don tuyo, Señor; pero a tu espalda es
triste.
Nacemos
, nos hundimos en un pasar sin gloria, como la roca inerte.
Este hombre tuyo lucha sin mirarte, desnudo.
Mas Tú, Señor lo hiciste carne de Cielo.
Vida, más allá y por encima del Tiempo y de la Muerte.
Jesús de Galilea. Sacrosanto Cordero
de la
Expiación, mi Cristo de la carne angustiada.
No es Señor del flagelo, ni el Señor de la espada.
Mi Dios, eres Tú ese hombre escarnecido y roto, que
ha muerto en el madero.
¡Cuanta llaga en tus hijos, Padre mío!
Las almas se alimentan de escoria y de veneno
y agonizan de hastío
bajo una costra oscura de miseria y de cieno.
Yo también he pecado , ¡oh, buen Jesús del Huerto
De las agrias espinas y la palabra blanda!
Pero te amo , Señor. No importa que esté muerto mi
corazón.
Yo creo, y espero, como Lázaro, mi levántate y
anda.
Invocación
Dulce Rabí de manos de azucena:
Signa mi carne imura con tus dedos de luz
Mis manos se harán raso para tus pies desnudos como
en la Magdalena,
Y seguiré tus huellas con tu angustia y tu Cruz.
(Alada voz, página 43)
De
entre las múltiples composiciones de tema religioso que encontramos en su obra,
aparte de los arriba anotados, hemos elegido como una preferencia el soneto,
titulado “A Cristo en la cruz”, publicado en el diario moraleño “La voz de
Moral de Calatrava. Noticias del pueblo”, en abril de 1968 (p. 1) y dedicado a “las simpáticas jóvenes
de A. C. (Acción Católica) de Moral de Calatrava por su magnífica y callada
labor”:
“A Cristo en la cruz”
¡Cuánta sed en los labios! ¡Cuánta herida!
¡Cuánta sed de holocaustos y de amores!
¡Cuánta sed! ¡Cuánta angustia! ¡Cuántas flores
de púrpura en tu frente dolorida!
¡Cuánta sed yo también! ¡Sed encendida
de Ti, de azul, de Ti! ¡De tus dolores!
Sed de sufrir para que tú no llores.
¡Sufrir! ¡Sufrir! ¡Pasión de luz! ¡Oh vida!
Quemarme en tu costado. Ser tu amigo.
Ser ya sed en tu sed, pálido río
dormido para siempre en tu regazo.
¡Morir! ¡Morir para vivir contigo!
¡Oh blanca humanidad! ¡Oh Cristo mío,
ya siempre en cruz para el eterno abrazo!
(Alada voz, página
7).
Del
segundo de los ámbitos señalados, el referido a composiciones paisajísticas o
evocativas, podemos destacar los poemas dedicados a su ciudad natal y a su
ciudad de adopción:
En
lo que atañe a Moral de Calatrava hemos seleccionado tres poemas: el primero,
titulado “Espejo”, es un romance en el que poeta evoca, con un marcado carácter
intimista, su infancia y los recuerdos que le depara su ciudad:
Camino de Valdepeñas,
surgió en la tarde mi pueblo.
Casas blancas, atrios nobles.
Delgado y suave el recuerdo.
Me acerqué pálido, humilde,
casi temblando, con miedo
de que el casal se quebrara,
como un suspiro, en el viento.
Cerré los ojos, y todo
volvió desnudo y concreto.
Aquella es la calle donde
yo jugaba de pequeño.
Aquella, la iglesia, el atrio
con sus niñas y sus viejos,
que miran la tarde y sueñan
enlutados y friolentos.
Más allá, sombra. San Roque,
oliendo a cera y a enebro.
Y más allá otras plazuelas,
rejas y acacias, durmiendo.
Y otras calles y otras casas,
y, más al fondo, los cerros.
El cerro de San Cristóbal,
desnudo, pardo, roqueño,
tiene para mí la magia
de su molino cimero.
Un molino que no muele
más que la avena del sueño.
Yo lo veía de niño
gigante, zurdo, introverso,
con su ventano redondo
como un ojo enorme y ciego.
Estaba allí carcomido,
erguido sobre el otero,
terrible lucha sin tregua
contra el olvido y el tiempo.
Después, mares verdeantes
de mieses, mares tremendos
de olivos y olivos. Mares
de pámpanos verdinegros.
Y aquí mi casa, la casa
de mis difuntos abuelos,
con sus balcones cerrados
y sus patios recoletos.
Una casona encalada
llena de sombras y de ecos.
El zaguán, el viejo pozo,
los blancos lirios sedientos,
que lidiaban su cal mate
con los fragantes dondiegos.
Luego, el comedor, la sala
con sus consolas, y el lento
latir del reloj.
Moría
la tarde lila en el cielo (…)
Han pasado muchos años,
casi una vida. Ahora vuelvo,
poeta pálido y solo,
por ver mi tierra de nuevo.
Entre Almagro y Valdepeñas,
olivos, mieses, viñedos,
Moral, dormido en el llano.
Pero éste ya es otro pueblo.
(Alada voz, pp. 11-14).
“El
cerro de San Cristóbal, / desnudo, pardo, roqueño, / tiene para mí la magia /de
su molino cimero. / Un molino que no muele / más que la avena del sueño. / Yo
lo veía de niño (…) / con su ventano redondo / como un ojo enorme y ciego”.
El molino de la infancia del poeta es evocado en una deliciosa composición de Alada voz (p. 189), titulada precisamente “Molino”:
El molino de la infancia del poeta es evocado en una deliciosa composición de Alada voz (p. 189), titulada precisamente “Molino”:
Molinera,
¡qué bien muele tu molino!
Ya siento desde el camino
cantar la blanca solera.
¡Qué bien huele
la dulce flor del espino,
molinera!
Muele, muele.
Yo vendré en la primavera
montando una flor de lino
para verte.
Para verte,
molinera.
Yo vendré hasta tu ribera
sobre la estela de un trino.
Para verte.
Por estar junto a tu vera.
Molinera. Molinera.
Muele azul en tu molino.
La
Virgen de la Sierra, patrona de Moral, es el motivo desencadenante de un bello
y conciso poema de tono popular titulado “Agua de mayo”, perteneciente a la sección
“Entrada al paisaje” de Alba en espejo (en …Pasar sencillamente con un verso en
los labios…, pp. 304-305):
Cantan las muchachas
en la tarde lenta:
“Que llueva, que llueva,
Virgen de la Sierra”.
Hay ya rosas rojas
y lirios de seda.
En la fuente muda
duerme el agua muerta.
Pasa un viejo adusto
que murmura y sueña.
“Que llueva, que llueva,
Virgen de la Sierra”.
De pronto, en el cielo,
cuatro nubes negras.
Todo se ensombrece.
Las casas se alejan.
El ángel del agua
borra la plazuela.
Vuelve el sol. La brisa
huele a hierbabuena.
Pájaros. Canciones.
Rostros en las rejas.
“Que llueva, que llueva,
Virgen de la Sierra”.
En el aire, un vuelo,
los álamos tiemblan.
De
los poemas dedicados a Viveiro destacamos un soneto, publicado en el Libro-Programa
de sus fiestas patronales en 1953, junto a otras composiciones de, por ejemplo,
la gran poetisa Luz Pozo Garza, bajo el título genérico de “Sonetos a Vivero”:
Novio verde del sauce y de la espuma
casi en vilo en la luz, casi en la brisa,
remolca espejos, si las ondas pisa,
y abreva espacios, si se arropa en bruma.
De pino verde. Nítido. Suma
estatura al confín, sal a su risa.
Ni aquí ni allí: en su albor. Cal imprecisa.
Si el pétalo es compás, la piedra es pluma.
Pastor de plenilunios en San Roque,
duerme al sol en Junquera. (Agua marina
junto al prado limón: Mieses y yolas).
El ángel del añil hincha su foque,
y ahí está proa al viento, ya en retina.
¡Capitán de las flores y las olas!
(…Pasar sencillamente con un verso en los labios…,
p. 589).
En
Alada voz (p. 77) publicó el siguiente poema, titulado “Vivero”:
1
La tarde:
Beso lila
sobre el bauprés. Mar blanco
de celindas.
Nubes de oro y agua amarga.
Casas y barcos en prisma.
2
La noche:
Manto negro
partido en dos por la roda
de mi sueño.
Falucho de sal y estrellas.
(¿Quebró su periplo el viento?)
3
La aurora:
Bebe y bebe
su puerto el mar. Corazón
ceñido de olas y peces.
Vivero de sol y lluvia.
Agua azul y pinos verdes.
Por
último, nos parece apropiado señalar que son numerosas las composiciones de
tema amoroso en la obra de Prados. Al poemario Alada voz pertenecen las dos que
a continuación reproducimos (“Tú”, páginas. 51-52 y “Cita”, en páginas 72-73, respectivamente):
“Tú”
Sentí que eras la novia
presentida.
Llegabas
Hasta mí,
blanca. Blanca.
No nos dijimos nada.
Pero eras tú. Tú toda
como una flor intacta.
No nos dijimos nada.
¡Aparición celeste!
Yo te miré.
Temblabas.
Yo era un pobre poeta.
Tú una diosa de nácar.
Venías de otros cielos
donde sueñan las malvas.
No nos dijimos nada.
Dolor de no besarte.
De besarte en el alma.
Dolor porque has venido.
Dolor de que te vayas.
Dolor. Dolor de todo.
De ti, de mí, del alba.
¡Qué eternidad, qué abismo
no habernos dicho nada!
¿Cuándo te irás, amor?
¿Te irás con las campanas?
Yo volveré a mis versos.
Tú te irás blanca, blanca.
“Cita”
Te esperaré.
Cuando haya en la noche
un clamor de amapolas.
Cuando lluevan narcisos
la campana y la alondra.
Cuando el cielo esté zarco.
Cuando sueñe la aurora.
Te esperaré.
En el límite exacto
de la luz y la sombra.
En la cima del beso.
En la luna redonda.
Te esperaré.
Cuando duerman los cisnes.
Cuando sueñen las olas.
En la última estrella.
En la nube remota.
Te esperaré.
En el agua, en la nieve.
En el sol, en la poma.
Cuando todo florezca.
Cuando duerman las horas.
Te esperaré.
Siempre, siempre.
En el verso.
En el agua. En la rosa.
“Tú
sola” es el título de la siguiente composición que publicó en Difícil afán (página
21):
Sólo tú.
Nada más.
Tu voz y las estrellas.
Y el silencio.
Nada más.
Saber que estás conmigo
aquí o allí.
Que vives. Que me quieres.
Nada más.
Sólo tus ojos garzos.
Tus mejillas de seda.
Tu carne hecha de luna.
Nada más.
Y besarte.
Tú, la perfecta rosa.
La intocada.
La única.
Concluimos
esta aproximación a la obra poética de Antonio Prados Ledesma con un soneto,
perteneciente al poemario “Alba en espejo” (…Pasar sencillamente…, página 299),
titulado “Mi verso y tú”, en el que figura la siguiente dedicatoria: “Soneto
para ella”, pronombre (“ella”) con el que, intuimos, Prados alude a su esposa,
Remedios Durán Domínguez:
De vena a vena y sien, de luna hermana,
del limón a los verdes surtidores,
casi en ondas de nieve y de colores,
saltó mi verso, amor, en la mañana.
Eras tú toda azahar. Y eran de grana
las dalias y los céfiros cantores;
corinto el ruiseñor, grana las flores,
oro viejo el ciprés y la fontana.
Todo áureo así, amor; todo así en fuego:
agua, pétalo, sien, pájaro… Luego
toda tú casi ingrávida, amarilla.
Y qué fino, ¡ay, amor!, mi verso niño
zarevich de cien rosas, casi armiño,
midiendo, beso a beso, tu mejilla.
Dice el poeta que: “Escribir
es como desnudarse, mostrar al mundo nuestro yo más recóndito (…) En realidad,
la poesía es (...) pasión de darse, el gozo doloroso de irnos quedando sin
alma”.
(Antonio Prados Ledesma)
Granada 11 de Febrero de 2016
Pedro Galán Galán.
BIBLIOGRAFÍA,
PÁGINAS CONSULTADAS Y CITAS:
(1)https://www.uclm.es/archivo/patrimonio/patrimonio6.asp
(2)
Anuario Estadístico de España 1923-224, página 476)
(3)
Anuario Estadístico de España 1930, página 616)
(4)
Anuario Estadístico de España, 1923, página 206-207.)
(5)
Anuario Estadístico de España, 1931, página 56.)
(6) Ben Ami, S.: La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) Editorial Planeta,
Barcelona, 1984, página 124).
(7)
Díaz Retg, E.: España bajo el nuevo régimen. Cinco años de gobierno Primo de
Rivera, Ediciones Mercurio, Madrid, 1928, páginas 54-55).
(8)
López Martín, Ramón: El Magisterio Primario en la Dictadura de Primo de
Rivera: Notas para su estudio. Universidad de Valencia. Página 364.
(9)
Anuario Estadístico de España 1922-1923, páginas 391-394).
(10)
Pérez Galán, M.: La Enseñanza en la Segunda República Española. Editorial
Cuadernos para el Diálogo, Madrid, páginas 50 y 51)
(11)
Cossío, M. B.: El Maestro, página 56).
(12)
Camacho Rojo, José María: Antonio Prados Ledesma (Universidad de Granada)
(13) Checa
Godoy, Antonio: Historia de la Prensa en Jaén 1808-2012. Asociación de la
Prensa de Jaén. Diputación Provincial de Jaén, 2013, página 182.
(14)
(Reig, R. y Langa, C.: La comunicación en Andalucía, Historia, estructura y
nuevas tecnologías. Fundación Pública Andaluza Centro de Estudios andaluces.
Consejería de la Presidencia, Junta de Andalucía. Sevilla 2011, Página 107.)
(15)
Checa Godoy, Antonio: Historia de la Prensa en Jaén 1808-2012. Asociación de la
Prensa de Jaén. Diputación Provincial de Jaén, 2013, página 195).
(16) Checa Godoy,
Antonio: Historia de la Prensa en Jaén 1808-2012. Asociación de la Prensa de
Jaén. Diputación Provincial de Jaén, 2013, página 192.
(17)
(Checa Godoy, Antonio: Historia de la Prensa en Jaén 1808-2012. Asociación de
la Prensa de Jaén. Diputación Provincial de Jaén, 2013, página 194.
(18)
(Checa Godoy, Antonio: Historia de la
Prensa en Jaén 1808-2012. Asociación de la Prensa de Jaén. Diputación
Provincial de Jaén, 2013, página 187.
Los
textos que han sido citados y seleccionados en este trabajo proceden en su
totalidad de las ediciones que se relacionan a continuación:
1.
Alada voz (prólogo de Francisco Leal Ínsua: “Versos para llamados y elegidos”),
Vivero (Lugo), Imprenta Neira, 1983.
2.
Difícil afán, Viveiro, Imprenta Neira, 1986 (edición bilingüe castellano
gallego, precedida, a modo de prólogo, de una “Confesión” (Páginas 5 a 10] del
autor; versión gallega de Toño de Cidre, pseudónimo de Antonio Castro Gil),
Viveiro, Gráficas LAR (edición patrocinada por los Concellos de Ourol, Viveiro
y Xove), 1995. (Primera edición: Viveiro, Imprenta Neira, 1986 (“Prólogo” de
Francisco Leal Ínsua)
3.
…Pasar sencillamente con un verso en los labios… Obra inédita e dispersa
(edición crítica, introducción, glosario e notas ao coidado de Emilio Xosé
Ínsua López), Viveiro, Seminario de Estudos “Terra de Viveiro”, 2008.
12 comentarios:
Parece que D. Antonio, a pesar de estar tres años en nuestro pueblo, no escribió ni un soneto, ni un pareado sobre nuestra tierra. Me imaginaba que el maravilloso retablo, que él conoció intacto, le serviría de inspiración, como el poema que se recoge en el libro. Yo tenía la ilusión pero...En fin, me parece que no fue tan buen poeta.
Enhorabuena por tu trabajo, Pedro.
Manolo, habría que hacer un rastreo más intenso de su estancia en nuestro pueblo, para poder juzgar su labor poética en Higuera de Arjona de aquellos años, y sus posibles composiciones relacionadas con nuestro entorno. En principio recordarte que fue corresponsal literario de nuestro pueblo en la publicación de su provincia llamada “Vida Manchega” (“Diario de información”), publicado en Ciudad Real, pero de ámbito provincial y continuador desde 1920 hasta 1932 de la llamada “Revista regional ilustrada”. De esta publicación fue “corresponsal literario” en Higuera de Arjona (Jaén). Esta afirmación está avalada por el testimonio de su esposa Dª Remedios Durán. Es de suponer que en esta corresponsalía literaria hablase de temas de la vida de Higuera de Arjona, de la fe del pueblo en sus imágenes o de los problemas que presentaba nuestra escuela, que también fueron objeto de su interés en otras ocasiones.
Por otra parte sus publicaciones en “Arjona”, “periódico quincenal independiente”, editado en el municipio vecino, en el que publicó “Más allá del destino”, texto reproducido en apéndice en…Pasar sencillamente con un verso en los labios…
Estoy seguro de que llegado a Higuera en 1927, año de la máxima expansión del periódico quincenal independiente “Arjona”, sus colaboraciones debieron ser reflejo de su convivir diario en nuestro pueblo, en una fase de juventud, llena de sus mejores ideales en todos los aspectos de su vida, en el que debía sobresalir su innegable vena poética.
“Arjona”, como periódico quincenal había comenzado su publicación en mayo de 1924, y en 1927 lanzaba 600 ejemplares por número. Una fuente de datos, si existen, la deben tener los herederos de D. Santiago Morales Talero, que era alcalde de la ciudad nazarí en esos años. “Arjona” tenía a un tiempo carácter a la vez literario e informativo, en él publicaría D. Antonio Prados Ledesma algunos de sus poemas, tenemos la seguridad de que en el que publicó “Más allá del destino”, texto reproducido en apéndice en…”Pasar sencillamente con un verso en los labios….” Tal como he referido antes.
Quién puede decir que la descripción del Domingo de Ramos en la aldea no retrata esa mañana en nuestro pueblo.
“Domingo de Ramos en la aldea”:
El campo es una alfombra de cristales.
Hay ya trigos tempranos a alondras recentales.
De Norte a Sur y de Este a Oeste la mañana.
Hora de misa. Llama a los fieles la campana.
Vienen por los caminos viejos de piel oscura
Y amplios sombreros. Charlan el maestro y el cura.
Todo es domingo en todo, en el sol y en la vela.
Domingo en lo que repta, domingo en lo que vuela.
Los álamos del atrio baten cobre bruñido.
La aldea es como un ancho panal de oro encendido,
un panal de besanas humildes y amarillas
mezcla de trigos ralos y amapolas sencillas.
La procesión. Repiques. Lluvia de siemprevivas.
Los niños, trajes nuevos, tremolan sus olivas.
Después la vuelta. Jaque de sayas incoloras
contra el azul. Y luego, las horas y las horas
buenas o malas, grises. Lo archisabido, prosa
de una vida sin brillo, mediocre y lastimosa.
Y así un día y otro. La noche, un palio, cierra
Esta paz de domingo, melancólico y breve.
Y otra vez el trabajo, las sequías, la nieve.
Siempre igual hasta tanto nos llame la tierra.
(Alada voz, página 152).
Cordiales saludos.
Manolo, te puedo asegurar que tras la lectura del siguiente soneto pensé de inmediato emocionado en nuestro “Santísimo Cristo de las Aguas” que yo atribuyo a Juan de Reolid, autor del retablo destruido.
“A Cristo en la cruz”
¡Cuánta sed en los labios! ¡Cuánta herida!
¡Cuánta sed de holocaustos y de amores!
¡Cuánta sed! ¡Cuánta angustia! ¡Cuántas flores
de púrpura en tu frente dolorida!
¡Cuánta sed yo también! ¡Sed encendida
de Ti, de azul, de Ti! ¡De tus dolores!
Sed de sufrir para que tú no llores.
¡Sufrir! ¡Sufrir! ¡Pasión de luz! ¡Oh vida!
Quemarme en tu costado. Ser tu amigo.
Ser ya sed en tu sed, pálido río
dormido para siempre en tu regazo.
¡Morir! ¡Morir para vivir contigo!
¡Oh blanca humanidad! ¡Oh Cristo mío,
ya siempre en cruz para el eterno abrazo!
(Alada voz, página 7).
Como crítico literario no puedo darte razones sobre la calidad de su poesía, sólo puedo decirte que me gusta extraordinariamente. Una Catedrática de literatura de esta Universidad de Granada me comentaba hace tres días que había leído el artículo y no conocía la obra poética de Antonio Prados Ledesma, y que consultando Antologías poéticas no lo había encontrado, ella achacaba su ausencia a que quizá por ser su obra publicada relativamente reciente, no haya sido incluido en las hasta ahora publicadas, pero valoraba muy bien la parte de la obra expuesta en el artículo.
A través de una librería de libros antiguos, Librería Anticuaria Sanz, pude hacerme de su obra publicada: Alada Voz y Difícil afán. Te aseguro que mi acercamiento a la poesía reciente se debe a leer lo contenido en ambas publicaciones, que sabes tienes a tu disposición si quieres conocer mejor la obra de este gran poeta.
Cordiales saludos.
Pedro, no puse en duda la calidad de la poesía; era como una venganza, un tanto infantil, una rabieta, de no encontrar nada relativo a nuestro pueblo. Puede que lo hiciera, estoy seguro; pero no lo incluye en sus recientes publicaciones y, seguramente, se ha perdido para siempre.
En los dos ejemplos que pones, en el primer poema termina con la sequía y la nieve; sequía sí, pero poca nieve cae por estos lares. El segundo, por otra parte magistral, es válido para cualquier Crucificado.
Te agradezco tu contestación.
Un abrazo.
Manolo gracias por tu comentario. Ahora para dar algo de lo debido a nuestro maestro poeta he recopilado algunos comentarios a su obra poética que poco a poco iré trascribiendo:
El Doctor Francisco Arquero Soria, ex profesor de la Universidad Complutense, dijo de sus poemas publicados en Alada Voz (1983):
“Los poemas que he leído de Antonio Prados Ledesma tienen tal humanidad que son una autentica brisa de aire puro en medio del ambiente de angustia y desesperanza que asfixia nuestro vivir de hoy. Sus Versos llegan a lo más hondo del alma, emocionan y confortan. Por eso estimo su obra como una valiosa aportación a la poesía española contemporánea.
Con ocasión de su primera recopilación de poemas en Alada Voz, en 1983, D. Ángel García López (Premio Adonais, Premio Nacional de Literatura, Premio Nacional de Crítica, Premio Nacional de Tertulia Hispanoamericana) dice de su obra:
“Una gratísima impresión es la que se desprende de la lectura de nuestro poeta Antonio Prados Ledesma, así como una tranquilidad de alma que denota, necesariamente, su transparencia emocional, siempre comunicada en versos de factura impecable. Tanto en sus alejandrinos, de sonoridad mayestática, como en los otros de cantidad silábica menor, la forma establece su imperio en un discurrir muy dócil y fluido, o entrecortándose en una muy sabia sucesión de pausas que en ningún momento llegan a perturbar la dicción y lo expresivo. Todo ello, junto a la intensidad elegíaca, evidenciada a lo largo de definiciones y de imágenes exactas, le hacen coincidir, a pesar de su gloriosa madurez, con las maneras y preocupaciones de la poesía última mejor."
D. Ramón Canosa Suárez, Premio Pérez Lugín, dice de su primera publicación:
“Antonio Prados Ledesma, hombre venido de lejana tierra adentro, trabado por la pasión de la distancia como para cumplir el misterioso designio de reminiscencias raciales, sobrio, enjuto, mirada perdida en horizontes quiméricos, fue elegido de las fuerzas inescrutables como una victima del hechizo de esta tierra. Sin que le deba el ser, a ella dedica, porque de ella lo recibe, el caudal de su inspiración. Prados Ledesma es poco conocido porque su modestia no le deja irrumpir por los caminos de la notoriedad, pero tiene derecho a serlo…”
D. Celestino Mariño Castro, publicaba su crítica literaria en “La Voz de Galicia de La Coruña” en los siguientes términos:
“Antonio Prados Ledesma, el poeta del verbo luminoso…Tal era su empeño en permanecer alejado de la notoriedad que esclarecidos hombres de letras, de solemne juicio, coinciden el proclamar que su nombre, como poeta excepcional, tiene que formar parte, para brillar con luz propia, de la constelación de los escritores ilustres. Y a esto no se puede renunciar…”
El Doctor Francisco Arquero Soria, ex profesor de la Universidad Complutense, publica en la revista madrileña “Roca Viva” (1986) lo siguiente sobre su segunda obra Difícil Afán:
“Armonía, perfecta armonía; autentica e ilusionada poesía, que sabe posar su pluma exquisita en cada cosa y en cada paso. Nos hallamos ante un gran poeta, ante un gran escritor, que es fiel a su vocación. Todo lo que exalta y resalta a la vez Prados Ledesma: el rayo de luz dentro de la densidad de las tinieblas; la esperanza ilusionada dentro de la decepción y del escepticismo; la aurora boreal de la resurrección dentro de la desesperación y de la muerte. ¡Todo un canto de vida y de salvación!”
J. Trapero Pardo en el “Progreso” de Lugo dice de sus poemas:
“Los poemas de Prados Ledesma, además de la eufonía de sus versos, tienen un contenido e inspiración que se unen a lo que podemos llamar técnicas de los grandes poetas.”
El critico literario de “El Correo Gallego de Santiago" dice de él:
“Estamos ante un poeta de altos vuelos al que deseamos que no corte la fantasía con Alada Voz, sino que siga ofreciéndonos el fruto de su númen privilegiado, que sorprende y alecciona en medio de este mundo de materialismos que nos ha tocado vivir”.
A. de Santis dijo de él en el periódico “Ya” de Madrid:
“Es el suyo un verso puro y medido, al mismo tiempo seguro y grácil, lleno siempre de hermosura para cantar los sentimientos transidos por el paisaje. Un castellano trasplantado a Galicia y asido fuertemente en sus raíces, suavizado el verbo por tantas cosas como Galicia presta a quien se le incorpora. Prados Ledesma es un poeta seguro, que no necesita esforzarse para cantar lo que siente porque tiene el verso fluido, exacto, y el brillo de nuestros clásicos…”
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