Tras un otoño poco agraciado en agua de lluvia, en este día se nos ha concedido la tan ansiada agua caida del cielo.Quizás un poco tardía para nuestros cultivos, pero nunca mejor recibida.
Lahiguera, avistada desde el Camino Real.
El valle del salado comienza a adquirir sus agradables tonalidades, teniendo presente que en los meses anteriores, sus siembras y plantaciones, tuvieron que recibir el apoyo del agua de riego.
El viento y el agua azotaban con fuerta los olivos:
El cauce del salado vuelve a sufrir las crecidas.
...Pero nuestros campos retoman ese buen aspecto que nos gusta ver.
El fruto aún nos aguarda, en buena parte, colgado del árbol.
Entre tronco, follaje y fruto, ...proyectamos la vista hacia el horizonte con la esperanza puesta en el cielo.
Juan José Mercado Gavilán.
Lahiguera a 30 de diciembre del 2013.
4 comentarios:
Hola, Juanjo feliz 2014 y muchas gracias por las fotos.
Francisco Cubillas
Gracias Francisco. Desear lo mismo para tí y tu familia. Intentaré en este apartado de "Actualidad" mostrar mediante las fotografías lo que vaya teniendo lugar en nuestro pueblo en momentos determinados. Abrazos.
Muy buenas fotos,… como siempre, nos tienes acostumbrados a ello. Con fotos así pocas palabras faltan, aunque no viene mal la compañía de la poesía de Antonio Machado, que me permito añadir a este breve comentario.
OLIVO DEL CAMINO
I
Parejo de la encina castellana
crecida sobre el páramo, señero
en los campos de Córdoba la llana
que dieron su caballo al Romancero,
lejos de tus hermanos
que vela el ceño campesino —enjutos
pobladores de lomas y altozanos,
horros de sombra, grávidos de frutos—,
sin caricia de mano labradora
que limpie tu ramaje, y por olvido,
viejo olivo, del hacha leñadora,
¡cuán bello estás junto a la fuente erguido,
bajo este azul cobalto,
como un árbol silvestre espeso y alto!
II
Hoy, a tu sombra, quiero
ver estos campos de mi Andalucía,
como a la vera ayer del Alto Duero
la hermosa tierra de encinar veía.
Olivo solitario,
lejos de olivar, junto a la fuente,
olivo hospitalario
que das tu sombra a un hombre pensativo
y a un agua transparente,
al borde del camino que blanquea,
guarde tus verdes ramas, viejo olivo,
la diosa de ojos glaucos, Atenea.
Cordiales saludos.
Pedro Galán Galán.
Pasamos de la sequía al diluvio. Inolvidables estos parajes. Si no los conociera diría que las fotografías son montajes imposibles. Solo faltan el gorjear de pajarillos y el arrullo de una canción.
Tú cogiendo aceituna,
yo vareando.
De ramita en ramita
te voy mirando.
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