PROLOGO

Se pretende que sea éste un espacio dedicado a entretener y deleitar (... a través de la fotografía fundamentalmente) ... a dar a conocer (...o traer al recuerdo) ciertos monumentos o espacios situados en el término o cercanías de Lahiguera. ...a llamar la atención por el estado de abandono y deterioro de muchos de ellos, ...y si llegara el caso, a remover la conciencia de todos los que somos "herederos" de tales monumentos y espacios, y que con nuestra aportación ayudásemos a la conservación de los mismos.

viernes, 30 de marzo de 2012

La Virgen de los Dolores de Lahiguera.


La Virgen de los Dolores de Lahiguera es obra de José Navas Parejo, escultor e imaginero andaluz.

Podemos asegurar que la Virgen de los Dolores de Lahiguera es obra de José Navas Parejo, un afamado imaginero, escultor y orfebre granadino de adopción. Después del destrozo de todas las imágenes religiosas de Higuera en 1936, el pueblo comenzó a dotarse de nuevo de imágenes para la Semana Santa. La primera en adquirirse (allá por finales de los años cuarenta o principio de los cincuenta) fue La Virgen que hoy llamamos de la Soledad obra de Domingo Sánchez Mesa (Véase artículo de la Virgen de la Soledad en el Blog Lahiguera (Jaén).


Imagen de la Virgen de la Soledad de Domingo Sánchez Mesa. Fue llamada Ntra. Sra. de los Dolores hasta la adquisición de la Virgen de José Navas Parejo, que paso a llamarse de los Dolores, quedando desde entonces denominada Virgen de la Soledad.



Ntra. Sra. de los Dolores servía para cubrir toda la religiosidad popular de la feligresía. Era, “la que se corría temprano en el Paso del Viernes de Amor (Cuando Josefa Martínez Cardeñas -“La Pepa”- donó el Cristo Nazareno), en el Santo Entierro (cuando lo donó Antonio Parra Jiménez), la que cerraba el Viernes Santo en la procesión de la Soledad, acompañada de un San Juan (que era San Rafael) hasta que Juan Pérez Cabezas donó el San Juan actual y que el Domingo de Gloria era de nuevo paseada en una Carrera en busca de su Hijo Resucitado representado por una niña vestida convenientemente, que hacia los efectos de un Resucitado inexistente hasta que Carmen García Mercado, “la Cachorrilla” donó un Niño Jesús que  reemplazo a la niña como Resucitado”.

Cuando los jóvenes del pueblo la corrían se quejaban de lo pesada que era La Virgen de la foto primera y lamentablemente se recorto un poco en su base. A pesar de ello y dado que las carreras son parte esencial de la Semana Santa de Higuera desde tiempos ancestrales, se pensó en dotarse de una Virgen más reducida, que facilitase la “Carrera” de nuestra Semana Santa. Entonces fue cuando tres higuereños se dirigieron a Granada para hacer las gestiones de adquisición de una nueva virgen que fuera más liviana.



Foto que recoge la procesión del Resucitado en Higuera años mediados los cuarenta. La Virgen de la Soledad de Domingo Sánchez Mesa (entonces llamada de los Dolores) se recoge camino del “Templo parroquial” a la altura de la Capilla del Santo. Detalle curioso como por aquellos años no había Resucitado se vestía una niña de Resucitado (Paquita García Garrido) y sobre unas andas precedía a la imagen de la Virgen. En la foto puede verse a “Padre Antonio” sacerdote que compró al párroco de Arjonilla la Virgen de Domingo Sánchez Mesa. (Véase artículo de la Virgen de la Soledad en el Blog Lahiguera (Jaén)

Por mi parte, la necesidad de no perder fechas dado el paso de los años y la posible pérdida de testimonios vivos, me llevaron a buscar testigos en el pueblo de las personas encargadas de la adquisición de la imagen de La Virgen de los Dolores de Lahiguera...

También haremos un breve recorrido por los recuerdos de aquellos años referidos a la Semana Santa de Higuera, en espera de abordar el tema en más profundidad en otro momento; por ello se introducen aspectos de costumbres y tradiciones no relacionados directamente con el tema central del artículo.


La Banda Municipal de música de aquellos años cincuenta, un elemento popular importante en las procesiones siempre.





El día 24 de Junio del año 1944, se colocó la primera piedra de la Iglesia de abajo, hoy templo titular de la parroquia de Nuestra Sra. de la Consolación. En un terreno poco apropiado al estar ubicado en una hondonada del terreno. El párroco “Padre Antonio” bendice la colocación de la primera piedra.


Después de la ampliación con la incorporación del solar de la casa de Solano este es el templo tal como está en la actualidad.


Otra vista reciente del templo parroquial desde el ángulo inverso.
Fue llamado durante años como “El templo nuevo”, pero este nombre se perdió a medida que pasaban los años.

Dice Ahumada Lara al respecto:
”La desafortunada ubicación de esta iglesia contribuye a desmerecer la sencillez arquitectónica de su trazado. Se coloca la primera piedra el 24 de junio de 1944 gracias a la subvención concedida por la Junta Nacional de Templos Parroquiales el año 1942 (147.000 pesetas), renovada en 1952 (75.000 pesetas) y 1954 (110.000 pesetas).
La construcción es de planta rectangular con la cabecera orientada hacia el norte. La puerta lateral data de la primitiva obra, mientras que la meridional se levanta veinte años más tarde, toda vez que se consigue adquirir el inmueble  que abre a la conocida “Cuesta de los Caballos” Pág. 45


Imagen de la Virgen de los Dolores de José Navas Parejo, recién adquirida. Al fondo a la izquierda pueden verse los rostros de Antonio Zafra García, Manuel Zafra Cortijos e Ignacio Ahumada Martínez, los tres gestores de su adquisición.



Ya Salvador Pérez Zafra (reciente “Fabricano de la Hermandad”) me puso en antecedentes de que posiblemente La Virgen de los Dolores fuese obra de otro imaginero famoso José Navas Parejo. Lo hizo tras comentarme que había leído el referido artículo del blog testificando la autoría de Domingo Sánchez Mesa, como escultor de La Virgen de la Soledad.

Indagué en personas muy colaboradoras de la parroquia y encontré testimonios valiosos de estos protagonistas y testigos vivos: Antonio Zafra García, e Ignacio Ahumada Martínez; estas dos personas y el fallecido  Manuel Zafra Cortijos, fueron los tres higuereños que compraron la imagen de la Virgen de los Dolores de Lahiguera en el taller último que tenía el insigne escultor, imaginero y orfebre José Navas Parejo en las inmediaciones de la Basílica de La Virgen de Las Angustias de Granada.


El Templo antiguo, llamado “de arriba” por el pueblo, también iglesia del Cristo de la Capilla, está situado en la parte más antigua del pueblo (siglo XV).
“Se trata de una construcción de una sola nave con planta de cruz latina y fuertes reminiscencias mudéjares en los muros laterales y en el artesonado. El coro, situado a los pies, probablemente se levantara en el siglo XVII, al tiempo que se trazaba la única puerta que hoy permite el acceso al templo. La cubierta es una armadura de madera de estilo mudéjar con tirantes y sobria decoración. Hasta 1936 se conservo un magnífico retablo de madera presidido por el  Señor de las Aguas. Al levantarse el que hoy corona el templo (1949), se colocó en su lugar el Señor de la Capilla, de donde viene el renombre con que se conoce esta vieja iglesia, cuya denominación empieza a hacerse familiar durante la construcción del nuevo templo y para diferenciar ambas fábricas. La torre-campanario fue levantada entre los años 1956 y 1957, después que a comienzo del siglo se hubiera derrumbado la primitiva espadaña (Ahumada Lara, I. Pág. 43). La torre construida en el fondo izquierdo del templo, fue sufragada por la familia Fuentes Galán, que años después sufragaron la Residencia de Ancianos San Antonio.

 Dice el Madoz (1845-1850) Pág. 91.” la iglesia parroquial (Sta. María de Consolación), se encuentra fuera de la villa en la parte más elevada del cerro, al lado oriental de esta”. Efectivamente el pueblo no creció a su alrededor, en la foto pueden verse al fondo los olivares, situados a unos centenares de metros. Todos los actos y celebraciones religiosas de más raigambre popular se celebran en este Templo. Las Novenas del Señor de la Capilla, Los pregones de Pasión y las llegadas de las principales procesiones se realizan a este templo, el edificio más antiguo del pueblo junto a los restos del Castillo de la Figuera de sus inmediaciones, conocidos como “La Tercia”.
Dice Ahumada Lara sobre la ”Tercia”: Antes que -torre e castillo- (A.H.N.1434), la fortaleza con que contaba la ”villa de la figuera” era solamente torre, según puede constatarse por los restos conservados, así como por el testimonio escrito de quien llegó a conocer la construcción. El historiador Jimena Jurado trae en sus Antigüedades de Andalucía dibujo fiel de la torre a mediados del siglo XVII (folio.221) Pág.46”

Juan Eslava Galán recoge lo siguiente en su libro Castillos de Jaén, Pág. 355:
“De este lugar situado al noreste de Arjona, salieron las tropas de don Fadrique Manrique que derrotaron en Villanueva (hoy “de la Reina”) a los de Andujar partidarios del rey Enrique IV[1][1]. Según Talero allí había un  fuerte con no más de una torre[2][2]. Jimena Jurado lo llama “la fuente de la Higuera”. En su tiempo todavía existía  una fortificación[3][3].
Probablemente se trataba de un castillo rural o fortín caminero musulmán (la vía de Jaén a Andujar, pasa por allí), luego aprovechado para castillo rural.
De la fortificación no ha quedado rastro. La fuente persiste.”


"La Tercia".















Fotografías de la Virgen de los Dolores de José Navas Parejo a la salida del “Templo de arriba”. Este templo junto a la capilla del Santo fueron los únicos edificios disponibles para celebraciones durante muchos años, hasta que se termino el Templo de abajo, iniciado el fecha 24 de junio de 1944, día de San Juan Bautista patrono del pueblo



La carrera de la Virgen de los Dolores y San Juan al encuentro del Resucitado (Foto de los años 60). Esta calle hoy victima del asfalto, antes de estar adoquinada con bloques de granito (situación que recoge la foto), estuvo empedrada por lo que los corredores se descalzaban para no resbalar y provocar una caída de las imágenes. Se refiere que en tiempos anteriores en finales del novecientos y principios del siglo pasado los guijarros de las piedras eran abundantes  y los mozos terminaban la carrera con los pies sangrantes.

Virgen de los Dolores de Lahiguera preparada para el “Paso”, obra de José Navas Parejo (Foto del archivo propio)


Hemos conocido por testimonio de Antonio Zafra García, que la compra de la imagen fue gestionada por él mismo junto con Ignacio Ahumada Martínez y Manuel Zafra Cortijos (Manolo “el comerciante”) que en una primera visita al taller de José Navas Parejo se entrevistaron con el mismo imaginero y sus hijos Emilio, Pepito, Enrique y Luis Navas Parejo. El encargo de la obra lo realizaron en el taller que el artista tenía en la Carrera del Genil en el número 99 (hoy llamada también Carrera de la Virgen).
Coincide la información dado que, como mas atrás se indica, el último emplazamiento del taller fue en este local. Antes tuvo su primer emplazamiento en la calle Álvaro de Bazán números 9 y 11, después en el Camino  de Huetor-Vega.



Excelente primer plano del rostro de la Virgen de los Dolores de Lahiguera, obra de José Navas Parejo. (Foto de Francisco-José Pérez Cortijos)




Instantáneas de la Carrera en los años 70. La carrera se realiza en la calle Ramón y Cajal a la altura de la esquina de “Antonio el panadero” y termina en el “Cerrillo”.Desde siempre las imágenes de la Virgen de los Dolores y San Juan se han colocado previamente en el zaguán de la casa de Eusebio hasta que, según el día: Viernes o Domingo, llegaba el Nazareno o el Resucitado al Cerrillo en una primera parte de la procesión. Tras realizarse desde el balcón de la citada casa una puja-subasta por llevar entre cuatro las andas con las imágenes de la Virgen de los Dolores y San Juan en carrera, y tres reverencias con bajada alternativa de las imágenes hacia el suelo, al ritmo que marcan con los barales, se realiza la “Carrera”, ese momento mágico, lleno de respeto, nervios  y oraciones del encuentro de la Virgen y San Juan con su Hijo camino del Calvario y con el Cristo triunfante del día de la Resurrección. Hoy la familia López López, ella nieta de Eusebio, ha adecentado totalmente por su cuenta una habitación capilla para albergar las imágenes en tan emotivo momento de espera del encuentro, lo han hecho con un extraordinario empeño y logro. (Fotos de autores desconocidos)



Momento de la puja-subasta de los jóvenes de Lahiguera por llevar cada uno de los brazos de las andas de la Virgen de  los Dolores (Antonio Sabalete) y de San Juan (Salvador Pérez). (Foto del archivo propio)



Las tres reverencias previas al inicio del Paso, primero las hace San Juan, después la Virgen e inmediatamente se inicia la Carrera que culmina en el Encuentro a la altura del Cerrillo.(Foto de Francisco-José Pérez Cortijos)




Habitación-Capilla de la casa de la familia López López donde se colocan las imágenes en espera del encuentro con Jesús que representa la Carrera. (Foto del archivo propio)



Desde hace algunos años es tal el gentío, que es difícil conseguir espacio libre para los portadores de las imágenes en carrera (Foto de Francisco-José Pérez Cortijos)



Una perspectiva nueva  de la Carrera en los años 90



El momento cumbre del Encuentro de la Virgen de los Dolores con su Hijo Resucitado, produce una explosión de emociones contenidas que termina en aplausos de los espectadores. El pueblo vive el trascurrir de la Carrera con un fuerte sentimiento tanto por su significado como por el acto de la emocionante carrera en si, a veces ante cualquier momento de inestabilidad de la imagen en la Carrera se escuchar gritos ahogados donde la emoción del sentimiento supera ampliamente el control personal de los fieles. Últimamente acuden muchos forasteros al pueblo en ambos días para presenciar el ancestral tradición del “Paso de la Pasión” de Lahiguera. (Foto del archivo propio)




Enlaces del “Paso el Viernes de Amor” y “el Paso del Domingo de Resurrección” en el que se corre la Virgen de los Dolores de José Navas-Parejo Pérez. Hoy la juventud llama al “Paso”, “La Carrera”.













Foto de la Virgen de los Dolores el Domingo de Gloria de regreso al Templo. Realizada en la calle Ramón y Cajal a la altura de la Ermita del Santo. (Años sesenta)

Ahora volvamos un poco al tema a través de las fotos del que fue el primer taller de José Navas Parejo el imaginero tallista de la Virgen de los Dolores:




Detalle de la casa números 9 y 11 de la calle Álvaro de Bazán. El taller sería es espacio acristalado que hay entre las dos puertas, donde aparece pegada la publicidad y tendría la entrada por la puerta de abajo. La de arriba es la entrada a las viviendas. (Fotos del archivo propio)







Imágenes talladas en piedra a ambos lados del balcón central (Fotos archivo propio)














Detalle de la parte superior del edificio.






El graffiti no respeta nada, la publicidad menos







No andaba desmemoriado Antonio sobre la ubicación del taller en la Carrera del Genil 99, esta fue la última ubicación del taller de este gran escultor, orfebre y tallista granadino de adopción, aunque malagueño de nacimiento.



Virgen de los Dolores de Lahiguera, obra de José Navas-Parejo Pérez (Foto de María Ahumada Lara)




Virgen de los Dolores de Lahiguera (Jaén) (Foto de Ángel Pancorbo Pancorbo)

Refiere Antonio que la imagen se adquirió por el precio de 2,500 pesetas, que fueron conseguidas por ellos en base a realizar múltiples participaciones de loterías, rifas, tómbolas en las Fiestas de San Juan, incluso se preparó en una caja de madera de las que se utilizaban para el envase de las uvas pasas, y al modo de hucha los clientes de la tienda de Juan Montoro depositaban su aportación voluntaria para la adquisición de la imagen. Para la Tómbola de la Fiestas de San Juan, acudían cada año a los Almacenes Peralta de Andujar, y se llevaban todos los restos de mercancías y antigualla que a este se le iba quedando en el almacén, con el compromiso de que la mercancía sobrante sería admitida de nuevo por Peralta pasados los días de la Tómbola; mercancía que casi siempre tenía salida por la gran acogida de todo el pueblo para tal proyecto y la entrega de la gente a la causa de dotarse de imágenes para la Semana Santa.



Foto de la procesión del Resucitado a principio de la Calle Capitán Cortés (hoy Canalejas). En casa de Anita ya está preparados los saeteros “El Niño”,“Porrón “y otros en el balcón, en la ventana de la derecha “María la Miaja” la saetera mas esperada por todos en aquellos años.


Detalle de la belleza de la imagen de la Virgen de los Dolores (autor José Navas-Parejo Pérez). Foto de Ángel Pancorbo Pancorbo

Se desconoce la fecha de su adquisición, aquí hay un pequeño desajuste, Don José Navas-Parejo Pérez murió en 1953, si como creen recordar Antonio Zafra Garcia e Ignacio Ahumada Martínez se compró en tiempos de D. Antonio Román Rayo este sacerdote fue a Higuera en 1957. En 1953 dejó la Parroquia “Padre Antonio”, Don Rafael Muñoz Redondo y después durante dos meses fue atendida por dos sacerdotes de forma interina, hasta que llegó Don Martín Muñoz Cobo en 1953 y  estuvo hasta 1957. Año en que como antes hemos dicho llegó Don Antonio Román Rayo.

Parece ser que según testimonio de Ignacio Ahumada Martínez en un primer viaje a Granada de los tres referidos, si vieron en el taller a José Parejo Navas el escultor en el momento del encargo de la imagen, luego debió encargarse antes de 1953. Sin embargo parce que se recogió en 1957, como ya se ha dicho ambos coinciden en recordar que fue en tiempos de Román Rayo.

Me refiere Antonio que había otros colaboradores que ayudaron en aquel proyecto de dotar al pueblo de imágenes para la celebración de la Semana Santa: Manuel Mercado Gavilán, Pedro Cabezas, Ildefonso Martínez, Juan Galán Barranco y algunas otras personas colaboradoras con la parroquia, integrantes de Acción Católica, etc.


Virgen de los Dolores después del “Paso del Domingo de Gloria” (Foto de Ángel Pancorbo Pancorbo)


Tras esa primera visita al taller de Navas Parejo, acordaron la forma de la entrega. La imagen fue recogida en Granada, en el taller ubicado en  acera el Genil 99, aprovechando un viaje del camión contratado por Francisco Mercado Galán con José Ramos Torrejimeno, para proveerse de madera con la que trabajar en su carpintería. Refiere Ignacio que a este segundo viaje sólo vinieron Antonio y él, y que la imagen fue colocada en el cajón de carga junto con la madera. Curiosamente uno de ellos tuvo que viajar también en el cajón, Pues aparte del conductor y Francisco sólo cabía otro mas en la cabina del camión.

Antonio refiere que recibieron un recibo pero que con el paso de los tiempos y obras en su casa, desconoce hoy donde está el recibo. La persona que realizó todo el trámite de venta, fue Emilio Navas Parejo, hecho que concuerda con las referencias de que la persona encargada por el padre de relaciones públicas y ventas fue su hijo Emilio. Igualmente acierta Antonio en su recuerdo cuando me dijo que lo había atendido Emilio Navas-Parejo (veremos después como el padre unió los dos apellidos en uno, tomando como segundo apellido Pérez. A partir de 1939 pasaría a llamarse oficialmente José Navas-Parejo Pérez.

Antonio recuerda especialmente el embalaje que protegía el transporte de la imagen, refiere que “aunque se hubiera  golpeado o caído no se hubiera podido lastimar por lo bien ajustado y adaptado que iba el embalaje para proteger la imagen”.

La imagen fue llevada a la casa de Teresa Galán Garrido (conocida como Teresa la de Gil) y allí se vistió con un  traje de novia donado por María Lara García, esposa de Ignacio Ahumada Martínez, casados unos años antes. Adaptado el traje de novia de manos de Juana Galán Garrido (hermana de Teresa y de María) a la talla de la Virgen, y preparada convenientemente en todos sus detalles fue bendecida  por D. Antonio Román Rayo, sacerdote de aquellos años en el pueblo.

Parece ser que en aquellos años de economía tan restringida se estableció la costumbre de donar el traje de novia a ambas vírgenes y así fue en algunos casos recordados por nuestros coetáneos.

Refiere igualmente que posteriormente adquirieron la primera corona, corazón, media luna, estandarte y barales a “Almacenes Angulo” en Lucena, Córdoba. Antonio  supo de su existencia a través  de los viajantes que visitaban la tienda de Juan Montoro, parece que no tuvieron que desplazarse a Lucena e hicieron las gestiones de compra por envíos sucesivos y los pagos por giros postales.




Virgen De los Dolores de Lahiguera, obra de José Navas Parejo. (Foto de María Ahumada Lara)


Antonio Zafra fue el primer Hermano Mayor de la Virgen de los Dolores el primer año de su hermandad y algunos después, en todo el proceso de cuestación, y proyecto de adquisición reconoce que fue pieza fundamental su esposa Teresa Montoro Galán y que entre ellos y Ana Catalán Catalán la vestían desde el principio y durante muchos años. Recuerdo desde mis años de niño que Antonio fue siempre y durante muchos años la persona que en la Carrera de la Virgen del Domingo de Gloria, tiraba del manto de la Virgen mediada la “Carrera” para que apareciese el manto azul, momento que presenta una estética visual única cada año. Después cuando Antonio fue mayor, continuó esta función Juan Barragán Morales que tuvo continuidad con su hijo Cristino Barragán López.

Es muy encomiable el reconocimiento que en la primavera pasada del 2011 se dio a Antonio Zafra García y su difunta esposa Teresa Montoro Galán, en un acto que tuvo lugar en el “Templo de arriba” con entrega de una medalla con la caras de la Virgen de los Dolores y la Virgen de la Soledad y una fotografía enmarcada de la Virgen de los Dolores. Oí decir que este merecido homenaje será otorgado el presente año en su segunda edición a María López Galán y a su difunto esposo Juan Barragán Morales, que igualmente destacaron en el desvelo, servicio y colaboración en todo lo referente a la imagen, ajuar y donaciones.

Estas son las imágenes de la Semana Santa de Lahiguera:



Virgen de los Dolores de José Navas-Parejo Pérez. Al fondo derecha Virgen de la Soledad de Domingo Sánchez Mesa. (Foto de María Ahumada Lara)



Sale la Virgen de la Soledad del “Templo de arriba”, obra de Domingo Sánchez Mesa. (Foto de Ángel Pancorbo Pancorbo).


La Virgen de los Dolores entra en el Templo antiguo tras la Procesión del Resucitado el Domingo de Gloria (Foto de Antonio Pérez Sabalete)


Detalle de la Virgen de los Dolores de José Navas Parejo (Foto de Antonio Pérez Sabalete)















Nuestro Padre Jesús de Lahiguera, autor desconocido (Fotos de Micaela Mercado Cubillas)


















También agrego que Nuestro Padre Jesús, “el Cristo Nazareno” lo donó Josefa Martínez Cardeñas



Foto reciente del Nazareno en la mañana del Viernes de Amor  a la salida del Templo antiguo después de la Celebración de los Pregones de Pasíón. (Foto de Micaela Mercado Cubillas)

y que el San Juan actual lo donó para la hermandad D. Juan Pérez Cabezas, ya que “hasta su adquisición el San Juan paseado en las procesiones fue un San Rafael que las monjas de la Caridad de Córdoba, le dieron al Padre Antonio”. 



Nuestro Padre Jesús Nazareno entra en su templo. (Foto de Francisco-José Pérez Cortijos)


Imagen de San Juan a la salida del Templo. (Foto de Antonio Pérez Sabalete)

Después el San Rafael referido fue colocado en un nicho pequeño en el templo que se tabico, no sabemos si después se cambió de ubicación porque recuerdo personalmente que hace bastantes años en el coro de la iglesia, había como en un baúl un santo que dijeron que era San Rafael.
El Santo entierro fue donado por D. Antonio Parras Jiménez.


Foto del Santo Entierro de Higuera de Arjona, tal como es llevado en la tarde-noche de Viernes Santo.

Bastantes años después se adquirió la imagen del Cristo resucitado por esta misma hermandad.



Imagen del Cristo Resucitado en la mañana del Domingo de Gloria tras la celebración del Paso del año 2008.



En una reciente conversación con Salvador Pérez Zafra en Lahiguera confirmó que existe un documento de compra al mismo escultor imaginero, pero que no lo poseía todavía. Estaba esperanzado en recuperarlo, dado que el párroco actual de Lahiguera: D. Miguel-Ángel Solas León pretendía que fuese nombrado por el Sr. Obispo de Jaén, D. Ramón del Hoyo López como “Fabricano de la Hermandad” encargado de custodiar, cuidar, vestir, reunir y conservar todo el ajuar de mantos, ropas y documentos referidos a las imágenes a cargo de su custodia.



El Párroco actual de la Parroquia de Santa María de la Consolación, Don Miguel-Ángel Solas León, junto a dos sacerdotes que, durante la Semana  Santa de 2011, estuvieron compartiendo celebraciones litúrgicas. La foto recoge el momento en que terminada la Procesión del Domingo de Gloria las imágenes del Resucitado, la Virgen de los Dolores y San Juan pasan al Templo del Cristo de la Capilla.



Parece ser que cada hermana anterior de la virgen guardaba lo que durante su hermanazgo fue regalado a la imagen e incluso toda la información referida a la cofradía (creación, hermanas, donaciones, etc.) estaba dispersa entre las manos de personas buenas colaboradoras de la hermandad. Personas que custodian lo que durante su tiempo de hermana mayor se dono a la Virgen, con la mejor intención posible de su no extravío, pero  que hacía que todo ese ajuar de la Virgen estuviera muy diseminado al fin y al cabo. Esta situación puede llegar a ser muy problemática por el extravío que puede producirse con el cambio de manos a sus herederos, cosas tan valiosas para ellas, pero puede que con el paso de los años no resulte así para sus hijos y descendientes. En la espera de que esta situación se supere, y se entienda que es mejor que todo quede reunido bajo la responsabilidad de una sola persona encargada de ello, concluimos este artículo con la mejor de las intenciones.




Pedro Galán Galán.
Lahiguera a 22/marzo/2012.
Festividad del Cristo de la Capilla.









martes, 20 de marzo de 2012

Nuestro pueblo hace 300 años.

Hace Trescientos Años:
Nuestro Campo, Nuestro Pueblo, Nuestra Gente.
La Huerta Del Chorrillo


Es emocionante encontrarte en un documento antiguo, manuscrito, donde a veces no se entiende la caligrafía, con nombres como “La Cuesta Cabrera”, o “Los Morales”, “Repisos”, “Pozo la Pila”. Y pensar que,  esos nombres que ahora pronunciamos, ya los decían nuestros abuelos;  que algunos se han estado llamando así durante ochocientos años, quizás más. Otros, no sabemos dónde están; “La Pava”, “El Caño”. Alguno sospechamos, como “Barruntafríos” ¿”Arrecíos”?  Y otros han cambiado algo pero sabemos qué es, como un cortijo que tiene don García de Vargas Sirvente en “La Cabrita”.



El siguiente trabajo se basa en el catastro del Marqués de la Ensenada, que ve la luz en 1752. Catastro que encarga el rey Fernando VI con el objetivo de recaudar y actualizar impuestos. Para la elaboración del catastro se hace una serie de preguntas, cuarenta en total, a las que tienen que contestar las personas más influyentes de cada pueblo. Como garantía de la veracidad de las respuestas se hace un juramento por Dios ante una cruz.
Al final están escritos los nombres de los firmantes, no quisiera que aburriera, con el fin de que podamos identificar nuestros antepasados. En una población de cien vecinos hay una alta probabilidad de encontrarlos por la coincidencia de los apellidos.
Así que, dispongámonos a conocer la “Villa de la Higuera cerca de Arxona”, en la sociedad estamental. Don Juan Cristino, prior de la iglesia, queda en una pensión y casas particulares para tomar juramento “pxometiendo dezix vexdad a lo que fuexon pxeguntados”.



 
La villa pertenece a su majestad, como administrador perpetuo de la orden. Recuérdese que nuestro pueblo pertenecía, en aquellos tiempos, a la orden de Calatrava. Fernando el Católico se hace maestre de la Orden y, desde entonces, todos los reyes de España lo son.



Toda la tierra es de secano, a excepción de un pedazo,  como de seis celemines, en la huerta que llaman del Chorrillo, propiedad de las monjas de Santa Clara el Real de Jaén, que se riega con agua de noria.




            Ninguna de sus tierras produce al año más de una cosecha. Son las de primera calidad, llamadas ruedos; las de segunda descansan un año, las de tercera dos y las de cuarta, cuatro.



Así mismo, hay una dehesa que sirven sus pastos para los ganados de labor del común de estos vecinos. Y parte se encuentra destinada para las yeguas y potros. Dos ejidos del común, algunos años se han labrado requiriéndose licencia. No hay viñas, bosques, monte ni matorrales.



De una forma aproximada podemos decir que las tierras dedicadas al pastoreo serían las comprendidas, en la actualidad, entre las carreteras de Villanueva y Andújar. La toponimia es bien clara, abundante en las tierras de cultivo y poca en  la de pasto (Dehesa).  Para labrar, en alguna ocasión, estas tierras dedicadas al pastoreo se tenía que pedir permiso a la orden de Calatrava.


 
No hay más arbolado que el de “olivas”, en el Chorrillo algunos frutales y vides. Hay olivas en el Pozo de la Pila y Barruntafríos, el Cano, las Zorreras, la Pozuela de Manuel Pérez, los Álamos, el Román, Cerrillo, Granados , la Peralta, la Solana, Repisos, la Membrilla, Cañalizo,  los Morales, el Aifon, la Umbría, la Pena, la Pava, la Oliva Quemada, el Calvario, Cerro Banderas, Camino de Arjonilla, la Callejuela, la Cañada, el Techadillo, Grajales, las Losas, los Estacares del Conde, la Umbría de los Estacares.



(Una de las olivas centenarias del Chorrillo).



El término es de 6660 fanegas, de doce celemines cada una; con el marco de Calatrava. El plantío de olivas tendrá 500 fanegas, 304 fanegas en caminos, veredas, arroyos, lindazos.
Como vemos, no ha cambiado tan drásticamente, como se podía pensar, el paisaje de antaño. Sí que existen más olivares actualmente, un 7.5% frente a un 80% de ahora, pero no hay otras especies de arbolado. El cambio sí que se hace patente en la tierra dedicada a caminos y lindes.
También goza esta villa de una pieza de tierra de veinte fanegas que nombran el Ejido Alto, sito en la Cuesta Cabrera. Otra, de dieciocho, que nombran el Ejido Bajo, sito en el Pilar. Y otra, de cuatro fanegas, que llaman el Dehesillo de Santa Clara. Y una dehesa en el sitio del Aguachar que se compone de 356 fanegas, de las cuales 130 se dedican al pastoreo de yeguas y potros, (aún nos queda el Camino de los Cuarterones, cuarterón hace referencia a caballo). Mucha importancia se le daba a la cría caballar.




Esta villa es propietaria de las casas del ayuntamiento, donde está incorporada la real cárcel. Y en un cuarto de ellas los granos del pósito. Y un horno de pan cocer.
Los frutos que se recogen son: Frutos de aceite, trigo, cebada, escaña, habas, garbanzos, yeros, alberjones y lentejas. En el Chorrillo un poco hortaliza.
Cada fanega tiene cuarenta pies de olivo y producen siete arrobas de aceite (se especifica que son tierras de primera). En el Chorrillo hay 400 vides, 32 granados, 5 higueras, 5 naranjos, 17 ciruelos; seis celemines se dedican a hortaliza.
El valor es el que sigue: Cada @ de aceite 13 reales (@=11.5 kg), fanegas de trigo 15 (fanega 32 kg),  cebada y alberjones a 8, escaña 6, habas a 10, garbanzos a 24, yeros a 12,  lentejas 48 reales.
Las lentejas es lo más caro con diferencia, parece increíble. Entonces, como ahora, también había modas. En los contratos que se hacían de siega, siempre se terminaba constatando que se daría un número determinado de gallinas para comer, las más apreciadas eran las del pescuezo pelado, que llamaban de Arjona y que nosotros decimos “moras”. Eran costumbres, ahora nos parecen chocantes.


Hay algo que pesaba como una losa, los impuestos. Se paga el diezmo, es la décima parte del fruto. Hay quien no lo paga: las tierras del priorato, las de la iglesia parroquial de San Miguel y monjas de Santa Clara de Andújar, las de Santa Clara de Jaén. Ni el “Donadío de D. Juan de Úbeda” Además se paga “la primicia del trigo” y el “voto de Santiago”.
 Es curioso que una parte de los impuestos, que debería percibir el rey, va a parar a Micaela Silicio Jurado y Orozco, vecina de la villa y corte de Madrid, También se especifica que de otros impuestos, alcábalas y tercias, se debe dar una parte a Alonso Silíceo, antecesor de Micaela. En otro documento, distinto a este catastro, se dice que Francisca  Silíceo otorga en su testamento un juro de 2998 maravedíes a Francisco de Mesa, y es dado a Sebastián Delgado y Alonso Sánchez de la Higuera, en la segunda mitad del siglo XVI. No sé quiénes eran estos Silíceos, pero seguro que muy relacionados con nuestra historia. Los juros eran una especie de deuda pública que emitían los reyes.
Como industria tenemos cuatro molinos de aceite de dos vigas,  y un horno de pan. Decir que todos los molinos pertenecen a forasteros. El horno no funciona habitualmente, cada vecino amasa en su casa.
En cuanto al ganado tenemos: Una manada de yeguas, 20 cabezas; 24 vacuno cerril, 24 de ovejas, 240 cerdos, 41 yuntas de ganado vacuno domado para labor, 8  de caballos y mulas, 34 asnos. Los asnos son los encargados del transporte de mercancías.
Hay que aclarar que sólo se cuentan los animales que pagan impuestos; así, los caballos destinados a “paseo,” no aparecen. La tierra se labra con bueyes, no con mulos, al contrario de lo que muchos hemos conocido.  Todavía se utiliza el arado romano, aunque es minoritario, se labra con arado de vertedera. Todos los animales pastan en el terreno dedicado a ello, la Dehesa.



En cuanto a la población se nos dice que hay 102 vecinos. Noventa y cinco casas habitables, ocho que no. La tercia de pan decimal, un pósito que llaman de Ánimas. Cuatro molinos de aceite. Tres casas de campo, seis cortijos.
Los ciento dos vecinos no se refieren al número de habitantes, vecino hace referencia a “casa habitada”; así que hay que multiplicar por cuatro, cinco, o seis. Creo que nuestro pueblo tendría entre seiscientos y setecientos habitantes. Teniendo en cuenta que, por entonces, España contaba con nueve millones y ahora con cuarenta y cinco, se ha quintuplicado la cifra. Extrapolando los datos nuestro pueblo debería tener ahora 3500 habitantes; por tanto, en proporción, antes estaba más habitado que ahora.
La Tercia era lo que ahora nosotros conocemos con ese nombre, al lado estaba el castillo, como vimos en “El callejero Decimonónico”. Unas décadas antes de salir a la luz este catastro, se pide permiso para vender unas fanegas de tierra para hacer un pósito (unas 400 fanegas), se debió conceder y ser este que llaman de Ánimas, no es aventurado pensar que se trata del que se describe en el callejero citado.


Siguiendo con los cortijos tenemos “La Presa”, pertenece al Conde de la Quintería, que tiene otra casa en “Las Losas”. Hay tres cortijos en “El Montejo”,  uno de las monjas de Santa Clara de Jaén, otro pertenece a don Juan de Vargas y otro a don Antonio?  Otro de don García de Vargas Sirvente en la Cabrita. Otro, el cortijo del Caño, pertenece a don Eugenio de Cárdenas de  esta villa. Y, por último, una casilla de las monjas en el Chorrillo.
Tenemos un puesto de vino abastecido por Manuel de Corpas de Andújar, a 17 reales la @. Además vende vinagre, jabón y aceite. Y no hay mesones, tiendas o  panadería; cada vecino amasa su pan. Sólo en años estériles funciona el horno, con dos panaderos que nombra la justicia.  Antonio Pérez Ruano es el encargado del pan.
Hay un médico, gana 200 ducados.  Un barbero que hace de cirujano  y sangrante 150, un estanquero 50, un sacristán mayor que hace oficio de organista 80, un sacristán menor 40, y no hay boticario, ni arriero (Un ducado equivale a once reales. No se especifica a qué periodo de tiempo se refieren estas cantidades). Un herrador y albéitar (albéitar es veterinario) gana 8 reales, un sastre 4 reales y un zapatero 3. Hay sesenta jornaleros  y ganan 3 reales.
La Higuera cerca de Arjona cuenta con 15 pobres de solemnidad (viudas, solteras y ancianos). Se llaman así porque piden en actos solemnes como son los religiosos. El personal religioso consta de dos sacerdotes. Dos soldados guardianes del castillo,  Manuel Serrano y Alonso Maroto.
Por último recojo el valor de algunos animales, para que se pueda comparar con el precio de los jornales. Una yegua 55 reales, vaca 25, pollina 15, oveja 9, puerca 8.
Firman:
Francisco Montoro 53 años, Manuel Bernardo Cubillas 49, Phelip Martínez 55, Salvador Garzia 58, Don Andrés de Montoro 42, Francisco Seberino  Alguacil 36, Manuel Fernández de Trillo 49, Máximo Cobo 46, Leonardo González 44, Ventura Martínez 60, Luis Maroto.
Da fe el licenciado Joseph Ximenez de la Cerda, de la vecina Arjona.
Todo lo ratifican los alcaldes ordinarios en ambos estados: Don Pedro Montoro Cano y Villar, Manuel Jiménez (¡mira por dónde!).
Los regidores: Manuel Bernardo Cubillas, Salvador Martínez.
Cuando se refiere a los alcaldes de ambos estados  hay que decir que estamos en plena sociedad estamental; los estados eran dos, el noble y el estado llano. La diferencia entre ellos radica básicamente en que los nobles no pagan impuestos, todo va a los “pecheros”.  En nuestro pueblo los nobles son  hidalgos, no existe alta o media nobleza; sí hay propietarios de la media nobleza pero no residen aquí. Tampoco quiere decir que ser noble significaba tener más riqueza que un pechero. Lo fundamental era que el noble no pagaba impuestos, también tenían tribunales distintos, más benignos; no se  era igual ante la ley. Había hidalgos pintorescos, como los llamados de “bragueta”, que alcanzaban la nobleza por haber tenido siete hijos varones seguidos con la misma mujer legítima. O los hidalgos de “gotera”, que sólo eran nobles en su pueblo. Cada alcalde de los mencionados defendía los intereses de su estado; y repartía justicia a los miembros que le correspondía.


El Chorrillo.
Ya hemos visto que existía una noria, el número de árboles que había, el terreno dedicado a la hortaliza… Lo que quiero resaltar, y para eso distingo este apartado, es el carácter misterioso de esta tierra. Conocemos leyendas: “El encanto del Chorrillo”, “el duende”; popularmente se dice que es un “sitio de miedo”.

 (Otro olivo centenario que, por su aspecto,  anima a albergar este duendecillo).

Bien, pues parece que la historia también se comporta misteriosamente. El territorio se encuentra habitado desde un primer momento, son numerosos los restos neolíticos hallados, y no es un sitio de defensa fácil, que era lo que en aquellos tiempos prevalecía. ¿Por qué nuestros abuelos de hace seis mil años se asentaron allí?
Como se ha dicho, este terreno pertenece a las monjas del convento de Santa Clara de Jaén. ¿Desde cuándo?
El convento de Santa Clara lo funda Fernando III, recién conquistada esta tierra. Él es el protector;  para su sustento le otorga muchos territorios. Podría ser que, desde este primer momento, una de las posesiones dadas por el rey fuese el Chorrillo; la tierra más fértil de todo nuestro término. Si así fuera, ¿cómo es que el brocal del pozo del Chorrillo muestra una cruz templaria? Las monjas de Santa Clara nunca han tenido nada que ver con aquellos monjes-guerreros misteriosos. Bien se puede pensar que los calatravos son herederos, al menos espirituales, del Temple, pero ¿cómo dejan las monjas que en su propiedad pongan la cruz?



Ya vimos, en el apartado del puente del Saladillo, cómo el amojonamiento realizado por el Condestable don Miguel Lucas de Iranzo tenía algo de exotérico para algunos autores. Arjona está muy cerca, la influencia templaria es fuerte, (La mesa del rey Salomón, el barón de Velasco).




Todo debe tener una historia clara y nada misteriosa. Pero. ¡Ojo! Si vas por el Chorrillo y, los pájaros se han callado y el aire se para, sientes como si alguien te mirara, como si una mano te tocara la espalda.  

¡¡Corre!!





 Manuel Jiménez Barragán.
Lahiguera a 20/marzo/2012.