Ya fue tratado este puente minuciosamente en otra publicación de este blog, desarrollada por nuestro paisano Manuel Jiménez. Pero años después, quisiera mostrar otras pocas imágenes de esta parte de nuestro patrimonio al borde de la extinción.
Día tras día prosigue su continua devastación …”gracias”, en parte, al abuso de los herbicidas utilizados por el ser humano.
Este cauce, como tantos otros de los alrededores de nuestro pueblo, no fue casi nada tan sólo hace unos treinta años: existían hierbas de todo tipo y vegetación autóctona que regulaban el paso del agua por el mismo. Hoy ha llegado a ser un gran socavón que quizás nadie pueda controlar. Se han puesto barreras a la naturaleza: presas de hormigón armado que para poco han servido, si no para ocasionar un gasto innecesario al agricultor, quien al mismo tiempo ha visto mermadas sus inquietudes ante la realidad de lo que acontece.
Presas realizadas para intentar evitar el continuo crecimiento del cauce.
Recuerdo, de niño, que con otros compañeros de mi edad, realizábamos esas entusiasmadas excursiones a este lugar. Para nosotros, esto que íbamos a visitar, era algo fuera de lo común …por lo que oíamos hablar a nuestros mayores. Sin duda así lo era.
Está en mi memoria aquella piedra semienterrada en la parte baja del ojo del puente, con su inscripción en latín, …tan sólo a un metro y medio de diferencia de altura respecto al mencionado ojo del puente. Hoy, esas losetas que nunca llegué a ver en aquellos años (estaban tapadas por la tierra del terreno), han desaparecido…han sido arrastradas por el caudal incontrolado del arroyo…su base constructiva llega a verse…y aunque resiste a los años, muy bien se le tiene que dar para aguantar otros pocos de asaltos.
Hoy, …los niños ya no frecuentan estos lugares; hoy no se le da nada de importancia a esto. La percepción y vivencia de las cosas ha cambiado mucho: ¿acaso no hemos sabido transmitir esas bonitas sensaciones vividas en nuestros años pasados?. A lo mejor, como casi todos podemos ver estas cosas a través de estos medios, ni nos planteamos ir a verlo “in situ”. Quizás tampoco sea más transitado el lugar por la desaparición de los caminos…los caminos de toda la vida, que con esto del laboreo de la tierra no hemos respetado, y continuamente hacemos que se pierda ese itinerario que tanto tiempo comunicó nuestro pueblo con otras poblaciones cercanas. Todos y cada uno deberíamos meditar un poco en esta actitud, y tratar de salvaguardar en lo posible todo aquello que pertenece a la historia de un lugar.
Antaño, había un camino que bajaba desde el Pozo Nuevo hasta este puente; antes de llegar al mismo, existía un pozo en el que asomaba una higuera que había nacido de entre sus piedras, en el interior de él. Hoy, este pozo, tan sólo existe en el recuerdo de algunos.
Viendo esta fotografía…casi puedo ver en mi imaginación a las legiones romanas abordando este paso sobre el Puente del Gato. Hoy, de modo muy distinto, se puede observar el paso de los tractores con las gradas de discos dejando sus surcos sobre el mismo (…bien se podría elevar el apero a su paso, con un mínimo esfuerzo, y evitar ese daño a esta construcción milenaria).
Algunas fotografías nocturnas de este paraje:
Invito y animo a las autoridades competentes, también a todos los paisanos de Lahiguera, a poner medios para la restauración y el mantenimiento de este puente: otro emblema de nuestro pueblo.
Se recomienda la visita a la primera publicación realizada en este blog dedicada a este puente:
http://lahiguerajaen.blogspot.com.es/2011/05/vias-antiguas-puente-del-gato.html
Lahiguera a 27 de julio del 2014.
Juan José Mercado Gavilán.
Juan José Mercado Gavilán.