PROLOGO

Se pretende que sea éste un espacio dedicado a entretener y deleitar (... a través de la fotografía fundamentalmente) ... a dar a conocer (...o traer al recuerdo) ciertos monumentos o espacios situados en el término o cercanías de Lahiguera. ...a llamar la atención por el estado de abandono y deterioro de muchos de ellos, ...y si llegara el caso, a remover la conciencia de todos los que somos "herederos" de tales monumentos y espacios, y que con nuestra aportación ayudásemos a la conservación de los mismos.

miércoles, 25 de abril de 2012

Nuestras Virgenes.

LA VIRGEN DE LOS DOLORES DE LAHIGUERA Y LA VIRGEN DE LA CABEZA DEL SANTUARIO DE SIERRA MORENA, SON OBRA DE JOSÉ NAVAS PAREJO

     En 1944 José Navas Parejo recibió el encargo de la Dirección General de Regiones Devastadas para tallar la actual Virgen de la Cabeza del Santuario del Cabezo, las andas en las que anualmente se procesiona la Virgen y un retablo de ocho metros.¿Quién nos iba a decir a los higuereños que veneraríamos dos imágenes salidas de las mismas manos, tan queridas para todos nosotros, como son La Virgen de los Dolores y La Virgen de la Cabeza del Santuario?

     En 1944, la Dirección General de Regiones Devastadas, mediante el arquitecto Francisco Prieto Moreno, le hace un triple encargo al maestro para la reconstrucción del santuario de Nuestra Señora de la Cabeza en Andujar:
- Un retablo de ocho metros.
- Una nueva imagen de la Virgen, desaparecida durante el asedio al Cerro del Cabezo por parte de las tropas republicanas.
- Unas andas-trono para el día de la Romería.
Estos trabajos fueron muy elogiados por los promotores de la rehabilitación del santuario.

     El Santuario se construyó finalmente entre 1287 y 1304 en el Cerro del Cabezo. Fuertemente reformado a finales del siglo XVI. Durante la Guerra Civil Española fue el refugio de los nacionales (que en la provincia de Jaén no secundaron el alzamiento), donde 200 guardias civiles de la provincia y sus familias resistieron durante más de un año al asedio de los republicanos.
El resultado final de la resistencia del Santuario fue su reducción a escombros, la pérdida de su riqueza artística y de la imagen primitiva de la Virgen de la Cabeza. Los hechos se llevaron al cine en 1949: “El Santuario no se rinde”, una de las películas que se crearon para la promoción del Régimen.
La Virgen de la Cabeza de José Navas Parejo visita Lahiguera año 2009

Imagen de la Virgen de la Cabeza en el Santuario, obra de José Navas Parejo. (Foto de Francisco-José Pérez Cortijos)
     La iconografía que presenta la actual Imagen, que hiciera José Navas Parejo en 1944 tras la desaparición de la antigua, es la de Madre y Señora sentada sobre un pequeño sitial sin respaldo, sosteniendo al Niño Dios en su brazo izquierdo y ofreciendo un pequeño fruto rojizo, interpretado por el pueblo como un madroño dada la abundancia de este fruto en Sierra Morena.

     La Imagen de María viste túnica carmesí ceñida con un pequeño cíngulo o efed de líneas verticales, al gusto hebreo, manto azul estofado en oro, en alusión a la Encarnación y a su Inmaculada Concepción y tocado blanco que deja ver el cabello moreno que le cae sobre los hombros. El Niño viste túnica clara como redentor del género humano y porta en su mano izquierda una esfera dorada al tiempo que con la derecha nos muestra a su Madre.
     Con motivo de la conmemoración anual de la aparición, el 12 de Agosto, los fieles pueden contemplar la talla de la Imagen coronada y cubierta tan sólo por su manto de reina. Destaca sobremanera en ambas figuras, y prenda el corazón de sus devotos cofrades, el color moreno de su piel, que le ha dado el nombre cariñoso con el que todos la llaman: “La Morenita”.
     La Romería se viene celebrando desde la primera mitad del siglo XIII el último domingo del mes de abril, y es anterior a todas las que se celebran en España. La Romería de la Virgen de la Cabeza, se desarrolla en plena Sierra Morena frontera entre Andalucía y Castilla -La Mancha, y que constituye una impresionante manifestación de fervor mariano, adornada con el colorido de los estandartes y banderas de cada una de las Cofradías que vienen de toda España...

     La Santísima Virgen de la Cabeza es una advocación mariana venerada en la Basílica de Nuestra Señora de la Cabeza. Es la patrona de Andújar por bula del Papa San Pío X el 18 de marzo de 1909 y de la Diócesis de Jaén por bula del Papa Juan XXIII el 27 de noviembre de 1959. En 2009, durante la celebración de su Año Jubilar, el Papa Benedicto XVI la condecoró con la Rosa de Oro, "singular privilegio" con el que el Papa reconoce su patronazgo sobre la Diócesis de Jaén, la profunda devoción con la que es venerada y la amplia historia de su romería, la más antigua del país. Le fue impuesta por el Obispo de Jaén, Don Ramón del Hoyo López, el día 22 de noviembre de 2009 en la Santa Iglesia Catedral de Jaén. Es la primera Virgen de España que la recibe. En la Rosa de Oro hay una inscripción en latín:
«Benedicto XVI. Rosa de Oro. Para la imagen de la Bienaventurada Virgen María de la Cabeza, Patrona Celestial de la Diócesis de Jaén. Concesión benignísima. 22 de noviembre de 2009».


     La Romería de la Virgen de la Cabeza es la más antigua de las conocidas de España . La tradición popular iliturgitana siempre ha mantenido que la Cofradía se fundó en el momento de la aparición de la Imagen, en 1227.
     Para Terrones Robles (1657), a los pocos días de aparecerse la Santa Imagen, se erigió y fundó una Cofradía en su nombre y advocación y en la que entraron por cofrades casi todos los vecinos de la ciudad. De la misma opinión es Salcedo Olid (1677), coetáneo de Terrones Robles y primer historiador de Ntra. Sra. de la Cabeza, quien afirma además, que la Cofradía Iliturgitana tuvo su base y fundamento en la comisión de vecinos, nombrada por el Consejo local, para traer la milagrosa imagen a Andújar y añade, que desde entonces esta comisión se encargó de la administración de la fiesta y de su Santuario, ocupando estos cargos directivos caballeros de cualquier linaje.
     En cambio, Torres Laguna (1961), si bien apunta en esta misma dirección en cuanto a la antigüedad de la Cofradía, considera que su origen estaba en la Cofradía de Caballeros Hijosdalgos de Andújar fundada en 1245, a pesar de que sus estatutos decían que no se podía admitir a quienes no fueran del estado noble, lo que contradice lo afirmado anteriormente. Es muy posible que la Cofradía de Hijosdalgos fuese distinta de la de Ntra. Sra. de la Cabeza, por tanto ésta se había originado pues antes de 1245 al ser la más antigua de la ciudad según aparece en distintos listados, pero no hay que rechazar que hubiera algún tipo de relación entre ambas, ya que ambas Cofradías celebraban sus fiestas el día ocho de Septiembre, Natividad de la Virgen, fecha en la que comenzó a celebrarse la Romería.
     Otros indicios, sobre la fundación de la Cofradía de Andújar, se centran en el hospital de enfermos pobres de Andújar que poseía la Cofradía y que aparece ya en un documento de 1235, pero aún sin la advocación de Ntra. Sra. de la Cabeza. Este hospital estaba atendido por la orden de los Hospitalarios de San Juan, que recibieron heredades en Andújar del Santo Rey Fernando III, entre ellos una aceña y un huerto en la ribera del río Xándula, cerca del cerro de "la cabeça gorda". El hecho de que el hospital no tuviera nombre en 1235 y dado que la advocación existía desde la primera erección o fundación de la Cofradía, esta podría ubicarse entre 1236 (Hospital) y 1245 (Hijosdalgos).

 Primera página del libro donde Cervantes refleja la Romería de la Virgen de la Cabeza

Hemos tomado textualmente la parte en que se refiere a la Romería en el  libro “Los trabajos de Persiles y Segismunda” de Don Miguel de Cervantes Saavedra. (Se mantiene el texto integro en su forma expresiva)


<<Preguntándole a donde iba, y que peregrinación era la suya, y diciendo y haciendo, convidados, como ella, del ameno sitio, se sentaron a la redonda, dejaron pacer el bagaje que les servía de recámara, de despensa y botillería, y, satisfaciendo el hambre, alegremente la convidaron, y ella, respondiendo a la pregunta que le había hecho, dijo:

     -Mi peregrinación es la que usan algunos peregrinos, quiero decir, que siempre es la que mas cerca les viene a cuento para disculpar su ociosidad; y así, me parece que será bien deciros que por ahora voy a la gran ciudad de Toledo, a visitar a la devota imagen del Sagrario, y desde allí me iré al Niño de la Guardia, y dando una punta, como halcón noruego, me entretendré con la Santa Verónica de Jaén, hasta hacer tiempo de que llegue el ultimo domingo de abril, en cuyo día se celebra en las entrañas de Sierra Morena, a tres leguas de la ciudad de Andujar, la fiesta de Nuestra Señora de la Cabeza, que es una de las fiestas que en todo lo descubierto en la tierra se celebra. Tal es, según he oído decir, que ni las pasadas fiesta de la gentilidad, a quien imita la de la Monda de Talavera, no le hecho ni le pueden hacer ventaja. Bien quisiera yo, si fuera posible, sacarla de la imaginación, donde la tengo fija y pintárosla con palabras, y ponérosla delante de la vista, para que, comprehendiendola, vierades la mucha razón que tengo de alabarosla, pero esta es carga para otro ingenio, no tan estrecho como el mío.

     En el rico palacio de Madrid, morada de los suyos, en una galería, está retratada esta fiesta con la puntualidad posible: allí está el monte, o, por mejor decir, peñasco, en cuya cima esta el monasterio que deposita en si una santa imagen, llamada de la Cabeza, que tomó el nombre de la peña donde habita, que antiguamente se llamó el Cabezo, por estar en mitad de un llano libre y desembarazado, solo y señero de otros montes ni peñas que le rodeen, cuya altura será de hasta un cuarto de legua, y cuyo circuito debe ser de poco mas de media. En este espacioso y ameno sitio tiene su asiento, siempre verde y apacible, por el humor que le comunican las aguas del río Jándula, que de paso, como en reverencia, le besa las faldas. El lugar, la peña, la imagen, los milagros, la infinita gente que acude de cerca y de lejos el solemne día que he dicho le hacen famoso en el mundo y celebre en España sobre cuantos lugares las mas estendidas memorias se acuerdan.>>


     A continuación realizamos una reseña de la biografía del autor de ambas imágenes José Navas Parejo: sus primeros trabajos, su establecimiento en Granada como escultor, imaginero y orfebre, su enseñanza, talleres, su escasa obra durante la guerra y la gran etapa creativa después de la guerra y abundantes reproducciones de sus mejores esculturas en mármol y la amplia y riquísima fase creativa de imágenes religiosas en los tres talleres que tuvo sucesivamente en la ciudad de Granada.

Fotografía de D. José Navas Parejo

José Navas-Parejo - José Navas-Parejo Pérez, nacido en Álora  (Málaga) el 22 de octubre de 1883 y fallecido en Granada el 10 de marzo de 1953) fue un escultor,  orfebre  e imaginero español en la primera mitad del siglo pasado.

     A partir de 1939 pasaría a llamarse oficialmente José Navas-Parejo Pérez.

     Malagueño para los malagueños y granadino para los granadinos, pues nació en Álora (Málaga) en la calle Escribanos el 22 de octubre de 1883 y se trasladó a Granada con su familia cuando contaba siete años de edad, donde vivió hasta su muerte acaecida el 10 de marzo de 1953.

     Hijo de Juan de Dios Navas Pérez y de María Dolores Parejo López, fue uno de los menores de entre veintidós hermanos.

     Fue alumno aventajado de la Escuela de Bellas Artes y Artes Industriales de Granada donde fueron sus primeros profesores Manuel Gómez-Moreno González en pintura, y Francisco Morales González y Francisco Mariño Peñalver, en escultura. Destacó en modelado y vaciado y con veintidós años fue nombrado profesor meritorio de los talleres de escultura de dicho centro docente.

     Ya en 1898, con quince años, concurre a la exposición de Bellas Artes que patrocina el Ayuntamiento y obtiene Medalla de Oro por un altorrelieve titulado "El Dios Pan". A partir de entonces le llueven los premios y menciones honoríficas. De familia humilde, atendía a las necesidades de su casa con su trabajo, participando en dichos concursos. Tanto es así que en 1904 se libra del servicio militar gracias a la idea del escritor Francisco de Paula Valladar de subastar una de sus obras con la que pagar la "cuota" de recluta y poder así continuar colaborando con la economía familiar. Para ello realizó el relieve titulado: "Las delicias del hogar", en el que una madre mira con deleite a su pequeño hijo rodeada de su familia.


Primeros trabajos

     En 1907 realiza la primera talla de gran envergadura: la imagen de San Agustín para la iglesia que la Orden tiene en la calle de Elvira de Granada; de madera, y mayor altura que la humana, fue colocada en uno de los grandes altares laterales de la Capilla Mayor. Representado como Obispo, con el báculo en la mano izquierda y el corazón inflamado de fe, amor y caridad, en la derecha, le sirven de pedestal sus libros y tres bustos de herejes que se revuelven airados y confundidos. La cabeza del Santo tiene mucho carácter y enérgica y vigorosa expresión.
                                                     Primera talla de gran envergadura: Imagen de San Agustín año 1907

     En 1908 participa en la Exposición Hispano-francesa de Zaragoza con la instalación de las obras que presentaba la Escuela de Artes e Industrias de Granada. Para este evento presentó un jarrón artístico premiado con medalla de oro y dos bustos en bronce del matrimonio Escoriaza y Paraíso, que le valieron la medalla de plata en este certamen.

     Su situación económica lo lleva a buscar fuera de Granada otro ambiente más próspero. Trabaja en Barcelona en los Talleres Rius, durante medio año; allí observa las "ventajas que ofrecen los trabajos escultóricos ejecutados en símil madera, materia que ya sustituye a la madera natural y que es preferida por cuantos conocen sus propiedades refractarias al fuego, inatacables por la polilla e insensibles a las influencias que determinan grietas y torceduras, además de la facilidad y firmeza con que se presta al dorado directo".


Se establece en Granada

     Cincelando el busto del Duque de San Pedro de Galatino. Algo más tarde de nuevo en Granada, se establece en la Gran Vía, con la ayuda del banquero José Santos, y esculpe la delicada imagen de San Estanislao de Kostka, en colaboración con Victoriano Salmón, y la escultura de San Ignacio Loyola para la capilla de los PP. Jesuitas de Loyola, al comienzo de 1910.

     Ya en su taller de Santo Domingo le surgen los encargos y realiza entre otras las siguientes obras: un crucifijo grande, un altar para la Virgen de los Dolores en Ugíjar, el mausoleo de los Padres Agustinos en el cementerio de Granada, la restauración del monumento a Colón, etc.

     En 1915 le llueven los encargos: en Almería, esculturas para el oratorio particular del Obispo de la Diócesis, Vicente Casanova y Marzol, en Cádiar, imagen de la Purísima Concepción para la iglesia parroquial, en Málaga, Sagrado Corazón de Jesús, Purísima Concepción y San José, para el retablo de la capilla del Palacio Episcopal, y realiza un Sagrado Corazón para al Cortijo del Marqués. También modela el San Agustín para el edificio de los Agustinos en Monachil (Granada), la Santísima Virgen del Carmen de la iglesia de las Descalzas Reales, restauración de la patrona de Atarfe, Santa Ana, y realización de unas nuevas andas.

     Realizó importantes trabajos para la ciudad en el campo de la escultura funeraria y conmemorativa (no hay más que visitar el cementerio de Granada y ver sus obras realizadas en piedra y bronce): en 1916 esculpe el mausoleo de la familia López Martínez -mujer arrodillada sobre la tumba sujetando un medallón de bronce-, y en 1917 el de la familia Miralles, ambos realizados en mármol de Carrara.
                               Panteón Familia Miralles, cementerio de San José de Granada. José Navas-Parejo 1917-21
                                           Cementerio de San José de Granada. Patio Segundo - Patio de los Ángeles


     Este mismo año comenzaría el gran relieve-lápida conmemorativa con motivo de la celebración del III Centenario del Doctor eximio Padre Suárez, fundador de la primera universidad granadina, en mármol de Carrara, cuyo boceto fue examinado en sus talleres por el Arzobispo Dr. Meseguer, que actualmente se encuentra en la plaza de las Pasiegas, en el edificio de la Curia. Este trabajo le valió la fotografía autógrafa del Papa Benedicto XV y su bendición para él y su familia.

     Entre los años 1918 y 1920 realiza para la iglesia del colegio de los mismos Padres Agustinos de Monachil todos los altares y sus correspondientes imágenes, así como el Vía Crucis y el busto retrato del Arzobispo de Granada, Meseguer y Costa, y la imagen del Sagrado Corazón de Jesús para el Real Colegio de Santo Domingo de Guzmán.
               Busto de Julio Quesada Cañaveral, Duque de San Pedro y Galatino  (1858-1936), por José Navas-Parejo


La enseñanza

     Dedicado a la enseñanza de la escultura de manera interina, en la misma escuela granadina donde realizó sus estudios artísticos, fue nombrado en 1916 Vaciador del Centro. Paralelamente desempeñó el cargo de Ayudante Meritorio y en 1919 pasó a ocupar la plaza de Maestro de taller de Talla en Piedra, que dejó vacante Pablo de Loyzaga, por impartir este la asignatura de Metalistería Artística. En mayo de 1921 obtuvo, en concurso libre, la anterior plaza de profesor de Talla en Piedra.

     El 17 de junio de 1922, junto al arquitecto Ricardo García Gureta y el maestro de Carpintería Artística Emilio Jiménez Sáez, emprende una reforma de gran envergadura: el traslado del coro y del altar del trascoro de la Catedral de Granada, con el fin de ampliar la visión de la nave central del templo, lo que creó grandes disputas a nivel nacional, que llevó a paralizar obras similares en otras ciudades como Barcelona, Málaga o Jaén.
                                  Busto de Alfonso XIII de España, por José Navas-Parejo, realizado en mármol y jaspe


Los talleres

     En 1919 su taller cuenta con más de cien obreros. En 1921 realiza un busto al Duque de San Pedro de Galatino en mármol, que, al ser conocida en Madrid, el propio rey Alfonso XIII le encargaría también su retrato con destino al Palacio Real de Madrid, que realizaría en mármol y jaspe, el primero de las canteras que el Duque de San Pedro de Galatino poseía en Sierra Nevada. Quedó el Monarca tan satisfecho del resultado que envió al artista una fotografía autógrafa y le concedió una audiencia especial.

     El mismo año fue colocada en la Escuela de Artes y Oficios la lápida que esculpió en mármol de Carrara, como prueba de agradecimiento, a Natalio Rivas Santiago, hoy instalada en el patio de entrada a dicho centro. A esta misma fecha pertenece la Virgen del Carmen de Alhendín (Granada) y el desaparecido monumento al Sagrado Corazón de Jesús del Cerro de San Cristóbal, en Almería, obra de grandes dimensiones, en la que empleó veinticuatro toneladas de mármol de Macael.

     La importancia del taller de Navas Parejo puede verse en el volumen de trabajo que desarrolla en estos años: el hermoso grupo tallado en madera para los Padres Capuchinos que representa a las tres Ave Marías, al estilo de la escuela de Murillo, restauración de la Santísima Virgen de las Nieves, obra escultórica del siglo XVII (Gabia), un Cristo Crucificado, tamaño natural, destinado a la iglesia de Nador, el Sagrario para el templo de los Padres. Agustinos Recoletos, cruz para el Cristo de las Angustias, restauración de dicho Cristo y realización de pies y manos nuevos para esta imagen. Sagrado Corazón de Jesús para la capilla del Sanatorio de la Alfaguara y diversas obras en piedra para mausoleos en el cementerio de Granada -Crucifijo sobre un montículo que representa el Calvario
Panteón familia Jiménez de la Serna. Situado a la entrada -la primera tumba- del cementerio de San José de Granada, escultor: José Navas Parejo



, ángel de rodillas tocando el arpa, ángel leyendo en el libro de la vida,
                                  Panteón Familia Herrera, cementerio de San José de Granada. José Navas Parejo. 1921

     ángel arrojando flores sobre una tumba, figura del sentimiento-, busto de la Reina Católica en el palacio de verano de la Zubia, del Arzobispo don Vicente Casanova y Marzol, tabernáculo de plata repujada para el Altar Mayor de la Catedral encargado por el Duque de San Pedro de Galatino. Restauración del Santísimo Cristo de la Salud de Albolote, monumento de Granada al duque de San Pedro de Galatino, conde de Benalúa, en los jardines del paseo de la Bomba (en piedra de Sierra Nevada, con relieve en mármol de Carrara) por su proyecto de construir el Tranvía a Sierra Nevada.

     Poco antes de 1924 decide montar un taller de orfebrería religiosa con el apoyo de los Padres Agustinos; su primer trabajo se produce en 1924 y es de gran importancia: se trata de construir un altar mayor, un sagrario y un tabernáculo con destino a la Catedral de la Granada, por encargo de los duques de San Pedro de Galatino, con los que les unía una gran amistad. El altar se realiza en piedra serpentina y se remata con un tabernáculo de plata repujada, de estilo plateresco, inspirado en la Puerta del Perdón de Diego de Siloé.

     También este año realiza: la lápida conmemorativa de haber estado el cadáver del Padre Manjón expuesto en el Salón de Sesiones del Ayuntamiento, la Santísima Virgen de las Angustias para la parroquia de los Santos Mártires de Málaga (reproducción fiel y exacta de la venerada en Granada), la lápida conmemorativa de las Capitulaciones de Santafé para la celebración del aniversario del Descubrimiento de América (fiesta de la Raza, 12 de octubre de 1924), Sagrario repujado en plata para la Nueva Capilla de la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias (estilo renacentista), restauración de San Ildefonso, patrono de Pechina y construcción de unas nuevas andas para dicha imagen.

     En 1925 amplía su negocio y abre un nuevo taller en la calle Álvaro de Bazán, número 9 y 11, del que aún se conserva la casa con los logotipos tallados en piedra en su fachada.
Casa del nuevo taller en Álvaro de Bazán 9 y 11(Fotos del archivo propio)






Logotipos de los números de la casa, 9 y 11(Fotos del archivo propio)























Detalles referidos al año de su construcción, año 1925

                                                                                     Granada en el año 1930

     De este nuevo taller salen, entre otros: una custodia encargada por la Adoración Nocturna, una placa de plata repujada obsequio de los concejales municipales al alcalde Marqués de Casablanca, la restauración de la imagen del patrono de Pechina (Almería), el trono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, la restauración del grupo escultórico de las Tres Ave Marías de la iglesia de Padres Capuchinos, construcción de un altar y diadema de plata repujada para la Inmaculada de dicho templo.

                                                 Nuestra Señora del Carmen de Málaga. Escultor: José Navas Parejo

     En 1926, Virgen del Carmen para Torrenueva, para sustituir a la que se quemó en el pueblo, restauración del retablo de la parroquia de la Purificación en Puente Genil (Córdoba), Sagrario en plata repujada para dicha parroquia.

     Posteriormente, a partir de 1928 realizarán un Sagrado Corazón de Jesús de tres metros y medio labrado en piedra blanca para Málaga, trono y toldilla de Nuestra Señora de la Soledad de la iglesia de Santa Paula, el mausoleo de la familia Montes Escobar, en mármol de Carrara.

                          Panteón Familia Montes Escobar, cementerio de San José de Granada. Talleres Navas Parejo 1928

     Trono para la Santísima Virgen de las Angustias repujado en plata de ley, Trono del Santo Sepulcro de la iglesia de San Gil y Santa Ana, labrado en maderas finas y plata.

                  Panteón Familia Montes Escobar, cementerio de San José de Granada. Talleres Navas Parejo 1928



     En 1930, por encargo de Magdalena del Río, viuda de Bandrés, esculpe el grupo alegórico de la Piedad para el panteón de esta familia. Hacia 1931 entra en sociedad con D. Luis López Zayas y fundan la empresa "Talleres Navas Parejo S.A.", que desaparece dos años más tarde.

     Este mismo año viaja a Montevideo, donde intenta abrirse un mercado en Hispanoamérica, pero esta idea no cuaja.

     Posteriormente se establece con el nombre de "Hijos de Navas Parejo" e instala el taller en la Casa de los Curas, en el camino de Huétor-Vega. A esta época se corresponden dos pasos procesionales para la iglesia parroquial del Padul (Granada): la Oración en el Huerto, de composición clásica, con el Cristo arrodillado sobre una piedra, mientras el ángel le ofrece el cáliz, y el de la Flagelación (popularmente conocido como "los sayones", que representa a Cristo atado a una columna, mientras es azotado por dos verdugos.

     El taller se traslada definitivamente a la Carrera de la Virgen, donde le lleva la última andadura del maestro, que acabará con su fallecimiento.


     Periodo de guerra

     Durante el período de la Guerra Civil, apenas se tienen datos de su trabajo; se sabe que hacia 1936 restaura la patrona de Lepe, la Virgen Bella.

     En 1938 se encuentra instalado, de nuevo, en la Acera del Darro número 60 y meses después se traslada el taller a su definitivo emplazamiento: Carrera del Genil número 99, aquí continúa siendo el taller de arte religioso más importante de Granada, y, posiblemente, de España en la época de la post-guerra. Capitaneado por el maestro, sus hijos en edad laboral secundan la continuidad de las distintas disciplinas artísticas que forman la empresa: José, escultura; Emilio, relaciones públicas; Enrique, proyectos y orfebrería; y, Luis, dorado y policromía.

     De esta época es la talla de Jesús Nazareno de Almogía, desaparecida durante la Guerra.

     Por el Taller de Navas-Parejo pasaron grandes escultores como, José Gabriel Martín Simón, Antonio Martínez Olalla, Antonio Cano Correa, Carmen Jiménez Serrano, etc.
                                            Visita al taller del escultor Navas-Parejo, boceto del nuevo grupo. 1939

Después de la guerra

     En 1939, el Ministerio de Justicia autorizó a él y a sus descendientes para unir los apellidos Navas-Parejo, como reconocimiento a sus trabajos durante cuarenta años.

     En éste mismo año realiza la imagen en madera policromada de nuestro Padre Jesús El Rico de Málaga y la de nuestro Padre Jesús de Alcalá del Valle (Cádiz).

     Al comienzo de 1940 José Navas es nombrado Jefe Provincial de la Obra Sindical de Artesanía de Granada, en representación de los artesanos, y aún le llueven los encargos :Cristo para la parroquia de los Santos Mártires de Málaga, de talla monumental, el Cristo de Orce, el de Jimena de la frontera, San Sebastián para el pueblo de Laroles, reproducción de la Virgen de las Lágrimas de Mena, que se venera en Málaga, la Virgen de la Soledad de la Santa Vera-Cruz de Alhaurín el Grande, cabeza de un niño, en mármol, y el panteón para la familia Berri Madrigal; la obra gigante es el altar para la Catedral de Málaga, que tendrá una altura de once metros.

     Durante toda la década de los cuarenta, la demanda de imágenes, talladas en madera unas y otras vaciadas en cartón piedra fue tal, que el taller se convirtió en una fábrica de hacer santos, especialmente cuando se acercaba la Semana Santa.

D. José Navas Parejo, imaginero, escultor y orfebre

     En 1943 restauró la Virgen de los Dolores de Álora (Málaga) y realiza la Virgen de la Soledad de Alcalá del Valle (Cádiz) ambas de gran parecido.

     También el Ayuntamiento recurrirá al maestro, para hacerle encargos para ocasiones solemnes y dirigidos a personalidades relevantes, como por ejemplo la copia exacta de la espada del rey Fernando el Católico que se conserva en la Capilla Real, para regalarla a Franco, con su correspondiente estuche.


     También este año le encargan para la cofradía de Nuestro Padre Jesús del Rescate la realización del escudo de la cofradía de los Dolores, el emblema, un corazón atravesado por siete espadas, repujado en plata que figuró durante muchos años en el techo del palio de la Virgen. Igualmente realizó una nueva imagen de Nuestro Padre Jesús de la Misericordia para la iglesia del Carmen de Málaga, reproducción fiel de la escultura desaparecida en la Guerra Civil.
Taller donde fue tallado Ntro. Padre Jesús de la Misericordia.(Suponemos que este edificio fue el que en los bajos albergo el taller de Navas Parejo en Carrera del Genil, 99) De ser así este fue el taller en el que fue tallada la Virgen de los Dolores de Lahiguera.

     La calidad de estos encargos habla por sí sola de las relaciones sociales y comerciales del artista, tanto es así que era normal que su taller fuese visitado por grandes personalidades del momento, como el Arzobispo y otras autoridades eclesiásticas o el arqueólogo e historiador Manuel Gómez Moreno, quienes elogiaban la obra del escultor.

     En 1945 realiza la imagen procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Las Torres de Álora (Málaga), otro Nazareno, siendo las imágenes procesionales de Jesús el Rico y el Nazareno de Las Torres muy similares, por no decir exactas.
Nazareno de las Torres. (Álora). Obra del escultor José Navas Parejo, 1945. Su lugar de veneración es el altar mayor del antiguo presbiterio de la primitiva Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación sita intramuros del Castillo Árabe de Las Torres (Álora)

                                                       Cristo “El Rico” de Málaga, obra de José Navas Parejo año1945

     En 1946 realiza la imagen de Jesús Crucificado de los Estudiantes de Álora (Málaga) y, que sirvió para procesionarlo en varias ocasiones como el Santo Entierro.

     Una de sus obras, muy afamada, fue la copia exacta de la Virgen de las Angustias para la colonia de granadinos que vivían en la ciudad de Buenos Aires (Argentina) realizada en 1947, para la que el Ayuntamiento granadino acordó regalar un sagrario de plata repujada, creado también por Navas Parejo para acompañar el lugar del culto de la imagen.

     En 1949 talla una Inmaculada a tamaño natural, para la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de Granada, en madera policromada, copia de la que recibe culto en Alhendín, de Pedro de Mena.


Navas Parejo a principio de los años 50





     En 1995 fue nombrado hijo predilecto de la ciudad de Álora.

     Entre sus últimos trabajos uno de los más importantes fue el retablo y sagrario para la iglesia de Santa María de Linares, para acoger unas tablas pintadas, de origen italiano según el Ldo. en Bellas Artes D. Alfonso González Palau, de otro retablo de la escuela castellana del siglo XVI. Ni siquiera pudo verlo acabado, ya que le sobrevino la muerte, de inesperado, en su casa de la Carrera del Genil, el 10 de marzo de 1953.




        Cristo en mármol del Patio de la Basílica de la Virgen de las Angustias de Granada, obra de José Navas Parejo.

     Este notable imaginero falleció en Granada el 10 de Marzo de 1953 después de una fructífera vida artística que le fue reconocida entre otros por los Papas Benedictino XV y Pío XII, quienes le otorgaron su particular bendición.

     También en éste año dejó inacabada la talla de María Santísima de las Ánimas de Álora (Málaga), siendo su hijo quien terminara dicha obra.

     Como no podemos precisar el año de la adquisición de la Imagen de la Virgen de los Dolores de Lahiguera, desconocemos  si el insigne imaginero puso manos en nuestra virgen o fue obra de Pepito Parejo Navas, su hijo u otro artista del taller, de lo que estamos seguros es que La virgen de los Dolores de Lahiguera salio del Taller de José Navas-Parejo Pérez.

     Con su muerte desapareció uno de los artistas emblemáticos de Granada y el taller más importante de todo el siglo XX en la ciudad de Granada. Una de sus grandes obras es la talla de Nuestro Padre Jesús de la Misericordia, Titular de la Cofradía de la Misericordia (que radica en la Parroquia del Carmen, en el barrio del Perchel) barrio de pescadores de Málaga. Este Cristo de la Misericordia también es conocido como "el Chiquito" debido a la pequeñez de la talla.

Cristo de la Misericordia de la Parroquia del Carmen del Barrio del Perchel de Málaga, barrio de pescadores. Es llamado “El Chiquito por su dimensión reducida con relación a la talla normal de las imágenes.

                            Granada 25 de Abril de 2012
                            Pedro Galán Galán

Bibliografía
•    Biografía original, de Inmaculada España Jiménez. Licenciada en Historia del Arte y Restauración de Bienes de Interés Cultural, por la Universidad de Granada y M ª Victoria Novo Navarro. Licenciada en Restauración de Obras de Arte, por la Universidad de Granada
•    Los talleres de Escultura en Granada en la Postguerra, 1939-1959. Castro Vílchez, J.A.: Tesis del curso 1995-96. Universidad de Granada.
•    Enciclopedia Historia del Arte en Andalucía, tomos VIII y IX. Editorial Gever. Sevilla, 1994.

Fuentes y agradecimientos: wikipedia, picasa/jimena,
ideal.es/granada, labrujita8.wordpress, flickr,
elordendeldia.blogspot, cofradiamisericordia, regmurcia y otras de Internet.

Enlaces consultados:

http://www.foroxerbar.com/viewtopic.php?p=112119

http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Navas-Parejo
http://www.nazarenodelastorres.net/sagrados.htm
http://labrujita8.wordpress.com/200...de-jaen-espana/
mondasemanasanta.blogspot.com
andsta-malaga.galeon.com
semanasantadearjona.blogspot.com
campillos.net
barrecheguren.com









sábado, 14 de abril de 2012

PREGON S.SANTA 2012


PREGÓN DE SEMANA SANTA LAHIGUERA.  

CAMINO DE PENITENCIA CON JESÚS, POR LAS CALLES LAHIGUERA
.



Sebastián Berdonces Lara

24/03/2012

1.    Saludo.
     Rvdo. Sr. Cura Párroco, Sr. Alcalde de esta villa, Sra. Juez de Paz, Sr. Presidente de la Agrupación parroquial de hermandades y Cofradías, Sr. Presidente de la Agrupación de hermandades de la ciudad de Jaén,  Hermanos cofrades, queridos amigos todos.
      Antes de iniciar este Pregón, quiero expresar el agradecimiento más sincero por haber sido designado para pregonar nuestra Semana Santa, aunque pensé que tal designación había sido un tanto inmerecida. 
      Cuando hace unos meses Carmelo, me llamó por teléfono, me sentí sorprendido, al mismo tiempo que alagado; porque este pueblo, esta mi gente, a la que tanto quiero, de nuevo, se había a cordado de mí.
      Aunque inmediatamente, también brotó en mi la sospecha si realmente sería capaz de estar a la altura de las circunstancias. Si sería capaz de no rebajar el listón del pregón del pasado año, el pregón que  Carlos García, con tanto empeño e interés, me consta que pronunció en la Semana Santa de dos mil once, vaya hacía él también mi más sincero reconocimiento.
      En seguida confié y pensé, que  El mismo de quien yo iba a hablar, me ayudaría, que el Señor de la Capilla, ese Cristo clavado en el madero, el eje central de la redención, y su Madre, la Virgen de los Dolores, iluminarían mi mente y pondrían  las palabras necesarias en mi boca. Por eso yo con las mismas palabras del profeta Jeremías no podía sino decir, “Mira Señor yo no sé hablar”. Y de nuevo, sentí la fuerza que tantas veces he notado en mi corazón, las mismas que sintió el profeta, “No temas yo estoy contigo”, no me cabe duda que era la serena y profunda voz del Señor.



2.    EL PREGÓN
     Por eso estoy aquí hoy delante de vosotros, por eso todas estas sensaciones se transformaron, en seguida, en una gran ilusión por hacer este pregón de la Semana Santa de mi pueblo, un pueblo pequeño, quizás perdido en muchos mapas, quizás escondido como los grandes tesoros. Me ilusionaba, también, ser el pregonero de una Semana Santa sencilla, sin  lujos ni despilfarros.

     Y, como se trataba de pregonar la Semana Santa, en seguida, junto con estos sentimientos, brotó en mi memoria un recuerdo de mi infancia en Lahiguera: los pregoneros de la Semana Santa, los pregones de la “madrugá”.
     Tenemos la suerte desde los albores de la historia de nuestro pueblo, que es también del cristianismo en Lahiguera, de escuchar, todas las primaveras a  los pregoneros, que todos los Viernes Santos anuncian en voz de ángel confortador, en voz de Pilatos, la solemne pasión. Pensé que eso era lo que se me pedía que hiciera yo: que avisara a mis paisanos que nos disponemos a comenzar la semana más importante para los cristianos, la semana en que conmemoramos la muerte y resurrección de Jesús, que anunciara a todos que nos tenemos que preparar para recordar, celebrar y vivir la liberación que Cristo nos trajo con su muerte y resurrección.
     Sentí que para ello nada mejor que abrir mi corazón y dejar que fluyeran mis recuerdos y mis sentimientos porque así mis palabras, si no bonitas, resultarán, al menos, sinceras. Tendrían la siempre inestimable fuerza que arrastra el ser veraz contador de lo que ha visto y oído, que  eso es ser el pregonero.
      Hoy, quiero unirme al homenaje, que este año la agrupación de hermandades de pasión ha querido tributarle a Juan Barragán Morales. Es  un merecidísimo homenaje  y recuerdo a este hombre que trabajó en la semana santa de Lahiguera y que prematuramente terminó su recorrido en este mundo.  Sirva este sencillo pregón como reconocimiento a un buen hermano cofrade, a él se lo ofrezco, él quién ayudó y mucho, para que la llama de la devoción en la  Semana Santa de Lahiguera siguiera ardiendo y  no se apagara, así ha podido continuar. Momentos difíciles para las hermandades le tocaron vivir, momentos de confusión y tal vez hasta desánimo, parecía que la vacilante llama se apagaba. En esa situación mayor fue el mérito de los que supieron, como Juan, esperar y gracias a él y a otros pocos, aquella luz no se apagó, el pabilo vacilante continuó encendido y reavivado, gracias a sus esfuerzos  ha llegado hasta nosotros, hoy, rejuvenecida en todo,  tanto en quienes la componen, como en las nueva formas que se han adoptado; recuperando incluso antiguas tradiciones, luciendo otras nuevas y resplandecientes, es como  se nos presenta hoy, en el año dos mil doce de Nuestro Señor Jesucristo.




3.    Domingo de Ramos
     Mis recuerdos dan también, un salto de “dos días” y me veo, con otros niños,  en una mañana luminosa de domingo, muy contentos porque estrenábamos las primeras ropas primaverales que con tanto mimo nuestras madres nos habían preparado para ese día.
     Mi Semana Santa de recuerdos infantiles tiene: olores a primavera jazmín y azahar, colores de pasión y triunfo, y sobre todo sabor-sabores a los dulces típicos de estas fechas y a esa enjundiosa bebida que es el resol, sabores a interioridad, a vivienda, a ¡verdad!.
     Y los niños estábamos también felices y con mucha curiosidad porque ese día, el domingo de Ramos en la Iglesia se celebraban unos ritos especiales. Ritos que para los monaguillos comenzaba ya la víspera, con todos los preparativos de las palmas, el incienso, el agua bendita…todo para el Domingo de  Ramos .
     El Domingo de Ramos veíamos a nuestros mayores, a los hombres, con sus palmas, exóticas en estas tierras, en dos filas en la procesión, saliendo por una puerta del templo, la que da a la Cuesta de los Caballos y entrando por la otra , que es la que siempre permanecía abierta, mientras que toda la chiquillería caminábamos delante satisfechos, con nuestras ramas de los olivos recién cortados. 
     La tradición de salir del templo de arriba, vendría mucho después, yo humildemente contribuí hacerlo así, fue la Semana Santa de 1988, cuando se comenzó esta bonita tradición de la mañana del domingo de Ramos.
Y casi veíamos también, en nuestra imaginación, a Jesús a lomos de una de aquellas borriquillas que acostumbrábamos a ver pasar por las calles del pueblo que al igual que en sus humildes lomos traían al jornalero del campo, ahora portaban a Jesús, el Mesías.
      ¡Qué maravilloso contraste en la imaginación de un niño!. Caminábamos contentos por esa nueva Jerusalén, en que de súbito, se había convertido Lahiguera aclamando a Jesús, que entraba triunfante, como al Hijo de David, al que venía en nombre del Señor. Y todo el pueblo, los árboles en flor, los campos verdes, las casas recién blanqueadas, parecía que se habían engalanado, con la belleza de la primavera recién estrenada, adentrándonos en el mismo Jerusalén, para ser el gran escenario en que recibíamos triunfalmente a nuestro Maestro, el Rey de los judíos.

4.    Jesús, el Nazareno.
     Mi imaginación, mi pensamiento veloz, voló a esa pequeña pero tan valiosa iglesia que tantos misterios esconde dentro de sus muros, antigua   parroquia primero de la Natividad, después de la Consolación, sello indiscutible de la honda fe de los higereños, piedras que son testigos, desde los mismos albores de la historia de este pueblo, de nuestros mayores que rezaron en ella, antorcha encendida donde, desde lo más alto de la noble villa,  luce  el signo de la fe .
     Allí, en ese privilegiado lugar ahora en tan necesaria y acertada restauración, me he encontrado con Jesús, Jesús el Nazareno con la cruz a cuestas.
     Allí esta Jesús, treinta y tantos años después de su nacimiento, Jesús, después de su corta pero intensa vida Pública, dedicada a señalarnos el verdadero camino hacia el Padre, a través del amor a los demás, Jesús se encuentra en el Gólgota, en lo más alto del pueblo, el Gólgota, tras los continuos sufrimientos de la Pasión: azotes, burlas, negaciones, traiciones, abandonos, que hicieron a Cristo sudar sangre en Getsemaní e implorar: “Padre, si es posible pase de Mí este Cáliz, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya”.
     Cada año, cuando estoy aquí y cuando no también, recuerdo los pregones, me acuerdo de la primera vez que los escuché, a penas si tenía cinco años, subí, cuando los pregones eran aun en la noche, en la “madruga” del viernes santo, allí subía cogido de la mano de mi abuelo Manuel.
      En ese momento, momento  de agonía, estalla la rota voz del pregonero, que en la noche de Getsemaní a Jesús conforta.

 “Toma este cáliz y bebe
que la Majestad suprema
 del Altísimo Señor que es quien
todo lo ordena, me envía
que te conforte con tan
superiores fuerzas…
Para entrar a padecer
y así es preciso que mueras
para borrar el pecado
 de Adán y su descendencia…”

     El Ángel del Señor lo conforta, la noche ha sido larga, muy larga y triste. La oscuridad, el mal y el dolor parecen caminar juntos. Esperaron que amaneciera, así  lo dice el Evangelio según San Mateo :
 “Cuando se hizo de día, todos los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo tomaron la decisión de matar a Jesús. Lo llevaron atado y se lo entregaron a Pilatos, el gobernador” (Mt 27,1-2)
     Pilatos, se siente solo, acorralado, es la última trampa que le han preparado aquellos que no saben cómo eliminarlo, ahora han preparado una nueva y definitiva trampa, esta nueva treta se llama Jesús, el nazareno.
Quiere librarlo el Pretor, pero no sabe cómo, tal vez su poder no es tal y sencillamente no puede.
     Canta de nuevo el pregonero en la mañana del viernes santo higuereño:

“Dime tú, Jesús, qué has hecho
Que estas gentes te condena
y piden que te sentencie
a la muerte más cruenta...”

     Pilatos comenzó a tener verdadero miedo y pensó en acabar cuanto antes, pero no quería ceder a la multitud. Se volvió a los guardias y mandó soltar a Barrabás y azotar a Jesús, con la esperanza de que cuando vieran a Jesús azotado se apiadarían de él.
     Y así llega la hora del gran carnaval de sangre y el gobernador se retira...
     Silbó el cuero en el aire. Él había dicho: Amad a los que os odian... Sintió la quemadura del primer latigazo y su carne se contrajo dolorida. Había predicado: Haced bien a los que os maldicen.
     Sus ojos borrosos no podían ver la sangre que resbalaba ya de sus pies al suelo. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Un nuevo golpe venía a borrar las fronteras del consuelo.
     Cedieron sus rodillas y su cabeza se golpeó con la columna al caer. Hicieron girar su cuerpo para que  siguiera ofreciendo la espalda a los látigos. Ahora no medían los golpes y éstos herían sus piernas, sus muslos, su cintura. Esta es mi sangre que se entrega por vosotros.
    Así recoge esta escena, el canto del pregonero

“Escribas y fariseos
que es la porción más proterva,
piden para ti una cruz.
Y que azotado en ella seas…
Yo conozco tu inocencia,
pero no puedo obtener
calmarlos de otra manera
que sentenciándote a azotes,
con rigor y con violencia,
que esta judería plebe
de tu sangre está sedienta.
Mando te saquen al patio,
 a la pública vergüenza ,
a una columna te amarren
y,  azotado, en ella seas,
por mano de seis verdugos
con rigor y con fiereza…”

     Pilatos, atrapado por la turba decide, después de azotar a Jesús ejecutarlo, el canto apacible aunque tajante, el relato sensato aunque tremendo del segundo pregón, ahora se torna altivo, autoritario, último peldaño en la escalada del dolor, ya es determinante. Pilatos firma el edicto de muerte, como legitimo representante de Tiberio, el emperador romano. También en nuestra Semana Santa, se ha quedado grabado.

“Yo Poncio Pilatos que presido
La inferior Galilea y su partido,
por el emperador Tiberio en quién
reside el gobierno de Jerusalén.
Estando en mi palacio y tribunal,
doy sentencia de muerte y capital
contra Jesús llamado nazareno,
por alborotador de este terreno,
hombre sedicioso y malhechor,
mágico, hechicero y encantador,
que pretende y piensa hacerse rey
hijo de Dios, autor de nueva ley…
Mando que sus infamias por entero
las haga públicas un pregonero,
pesada cruz ha de llevar a cuestas,
al cuello sogas y cadenas puestas,
saldrá a demás entre dos ladrones
para que más resalten sus baldones…
Subirá al monte del Calvario
Y allí morirá por temerario
Los ladrones al uno y  otro lado
para ser entre los inicuos reputado…”



     Se presiente el ambiente. Ya llegó el momento esperado, es la hora de salir Jesús. Se abre la puerta y el estandarte sale a la calle. Por un momento se hace el silencio y empiezan a salir los nazarenos. Jesús está cerca. ¿Cuántos pensamientos debajo de cada caperuza, dentro del corazó? ¿Cuántos diálogos directos con Dios?. ¿Cuánto me ayudaste en aquel momento? ¿Cómo me iluminaste el camino?. Es como si cada uno estuviera sólo delante de su imagen. Nos olvidamos de la persona con la que charlábamos y entramos en éxtasis con el Señor y entre el nerviosismo de los hermanos-costaleros que luchan por sacar el paso de forma milagrosa, se hace un silencio espeso, hondo, impresionante: un silencio que tiene cuerpo y volumen, peso y medida; que se podría amasar y darle figura y así... Jesús sale a la calle.

Silencios y murmullos
Unidos a compás de duelo
Esperan con impaciencia
Ante las puertas del  antiguo templo
La Cruz parroquial señala
Que un nuevo Calvario espera
Para que el hijo de Dios
Cumpla su eterna promesa
Más despacio costalero
Baja tu rodilla a tierra
Que no le roce en su rostro
Ni el frío, ni las tinieblas.
Tan sólo una saeta
Quisiera llevarte Jesús
Para aliviar el dolor
de verte cargar la Cruz.
Tan sólo una saeta
quisiera sentir un día,
para acercarme al dolor
que tu sentiste en vida.
Tan sólo una saeta
quisiera llevarte un día,
para aliviar tu Dolor,
para que marques mi vida.

     Y escucho entre el murmullo las palabras del Nazareno:
     Y tú higuereño ¿Cómo me quieres? ¿En el agobio del Viernes Santo? ¿O en la calma de su capilla? Y tú higuereño ¿Cómo me  quieres ? ¿En la masificación de la carrera el domingo de Resurrección, con mi madre y el discípulo amado? ¿O en el acto acogedor de la Novena al Señor de la Capilla?
     Y Tú higuereño ¿Cómo me quieres ? ¿En el agobio de mi paso por las calles de Lahiguera o una soleada mañana que subes y entras a visitarme en el antiguo templo, donde siempre te espero?
     Y Tú higuereño ¿Cómo me quieres ? ¿Cuando Él te busco por la calle o cuando tú vienes a buscarme? Yo siempre te escucho, tú bien lo sabes. Mientras tanto ya comienza la salida del Nazareno.
     Me faltan tantos, entre los higuereños, atino escuchar. Me faltan tantos hijos que se han ido, tantos hermanos que no se quieren, tantos padres que se olvidan de sus responsabilidades. Me faltan tantas madres con un corazón limpio para amar y seguir siempre como la mía al lado de sus hijos.
     Quisiera decirle a todos los higuereños en este Viernes Santo que donde yo voy vosotros me seguís, que muchos que aquí estaban ya gozan conmigo en la gloria de la resurrección. Y así quiero consolar sobre todo a las madres como consolé a la mía, a los padres a los esposos y esposas que perdieron a su ser más querido, porque hoy no es el día de la inevitable muerte, hoy es el día de la cruz, del dolor, camino por el que se llega al  triunfo y se encuentra  la gloria.
     Es el  momento de la salida, cada año y hasta que Dios así lo quiera repetimos los mismos rituales. Acudimos a los pregones del Viernes Santo de mañana. Y después el Señor en la calle.
      Hoy  Jesús va a pasar por la las calles de nuestro pueblo, calle Iglesia, Blas Otero, Federico García Lorca (La Cuesta de los caballos), solemne paso por el templo parroquial, abierto paso por la Gran Vía, Jacinto Benavente, Ayuntamiento, Avenida de Andalucía, silenciosa calle de Jaén y llega a la calle Nueva, apoteósica entrada, lento recorrido.
      Es emocionante ver fotografías antiguas con el Nazareno por la calle Nueva, rodeado de una multitud que lo envuelve, sin que apenas se aprecie la presencia del paso. Parece que es la misma multitud quien lo lleva, el pueblo que lo ama, convertido en cirineo colectivo, quien lo levanta en volandas. Pero es más emocionante aun verlo, es increíblemente emocionante recordarlo, viva imagen de mi imaginación de niño.
     Le dice la nieta a su abuela, en la calle Nueva: “Abuela, asómate  que va a pasar ya Jesús” y ella le contesta: “No hija yo lo veo desde la puerta y desde el quicio casi a escondidas se asomaba a ver a Jesús. Su promesa era la de no ir, ese era su penitencia y su sacrificio, y ¡Qué sacrificio!, porque su marido está enfermo y si él no podía salir pensaba que ella tampoco podía tener la dicha de ver a Jesús. ¿Te parece poco sacrificio tu dedicación de por vida al hombre que quieres?. ¿Al hijo que no olvidas porque ha muerto, allí en tu casa, en esa misma calle que le vio nacer?

Mujer valiente
Honesta y trabajadora
Al servicio de su familia
A la que ella tanto adora.
Luchando por sus hijos y nietos
Siempre velando por su marido
Al igual que María
Cuidaba de su hijo
La constancia es tu virtud
y la paciencia tu tesoro
y yo solo te deseo
que sigas siendo costalera.
Costalera, mujer costalera
Costalera de San Juan,
Costalera de amor hacia nosotros
costalera de amor con tu marido
costalera de fe en Dios
y costalera ...del Señor .
Costalera, costalera  higuereña.

     Y desde aquí quiero homenajear a todas aquellas personas que se entregan de por vida a una labor muy valiente: cuidar de sus mayores. Cuidar de los enfermos y de los mayores. Cuidarlos con amor, cuidarlos con alegría, cuidarlos con cariño, cuidarlos con paciencia, cuidarlos con templanza, cuidarlos con entereza porque no hay mayor herencia que estar junto a ellos hasta sus últimos días. Ahora que en estos días, me toca vivirlo de una manera directa.
     Calle Ramón y Cajal, Calle Real, camino del Calvario, Calvario de Jerusalén,  aquí en el centro, allí a las afueras de la ciudad.

     Mi buen Jesús el Nazareno en su agotamiento y sufrimiento camina resignado con la fuerza campesina de simón de Cirene que le ayuda a portar la cruz, la cruz de cada día, mi cruz, Señor, mi cruz.  Y en ella, la mujer, las mujeres de mi pueblo que sufren, se ve el ejemplo vivo de la frase del maestro “Toma tu cruz y sígueme” ella vive abrazada a su cruz, ama su cruz y lo transmite en el semblante de su cara.

5.    Jesús se encuentra con su madre y con el discípulo amado.


El peso del madero te derriba
El peso del madero te detiene
¡Ayudad al preso grita alguien!
Y llaman a Simón el de Cirene.
Y así llegas al “cerrillo”
En la esquina está tu madre, dolorida.
Te ve pasar, sangrado, desvalido.
Su corazón estalla en un gemido
Y su alma, de amor llora vencido.
Ella siempre junto con discípulo amado,
Consuélate madre, aquí nos tiene;
Nuestras culpas hoy lloramos con tristeza.
Te entregamos lo que es nuestra pobreza
Y la promesa de ser tus hijo fieles.

     Amargo caminar por la Vía Dolorosa con la Cruz a cuestas, la llegada al Calvario y su Crucifixión entre dos malhechores.
     A la hora Tercia de aquel primer Viernes Santo de la Historia, Cristo lanzo aquellas profundas palabras de: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” y expiró. Con su Muerte, Jesús completaba su paso por la Tierra. La Sangre de Cristo había redimido al hombre. Y allí, junto a la Cruz, sólo estaban representados y, a través del cual, Cristo nos legó la grandeza de ser hijos de su propia Madre. Junto a ellos, muy poquitos más y muy asustados por los acontecimientos. ¡ Qué escena más triste!

     Pero ahí también, en el paso, estamos representados nosotros, cuerpo místico de Cristo. Porque también nosotros, hombre, hoy - mientras dure nuestro camino por la tierra -  sujetos a la dura servidumbre de la naturaleza, con la debilidad y las limitaciones de nuestra condición humana; hombres con los pies llagados; empapados del sudor del esfuerzo; con hambre a veces; compañeros del dolor siempre; hombres con la miseria y la flaqueza y la fragilidad y las lágrimas de nuestra humanidad..., estamos llamados también, como miembros de Cristo, a participar algún día de su divinidad, estamos llamados a subir con él a una gloria luminosa, arriba, sobre los cielos..

Llévala con mucho amor,
cuídala por el camino
porque llevas una flor,
hermosa, de olor divino.
¡Costaleros de la Virgen!,
llevadla con mucho esmero,
porque su pena la ahoga
y necesita consuelo.
Porque va siguiendo a su Hijo,
porque se acerca a su Hora
y no conviene a una Madre
estar en la Cruz tan sola.
Por eso con ella va Juan,
Sosteniéndola en su regazo,
Él le anuncia que ha visto al maestro.
Singular reverencia a la madre,
Sincero encuentro en el abrazo.
Música, aplausos, azul de cielo.
Triunfo tras el calvario,
Olvido del dolor, cruz de realeza
Y en las moradas del cielo,
cuando la mañana es más quieta,
gozará para siempre con ella
 y de su maternal entereza.

     Viernes Santo de mañana, rayando el alba -¡hace décadas que no ocurre así!-, Jesús llega en radical soledad a El Cerrillo . Va a tener lugar “la carrera”, “el paso” o “el encuentro”, tres formas de llamar a este cuarto pregón. Debo recordar que con el nombre de “el paso” se conocen otros pueblos jiennenses la pieza cantada en la que María se dirige a Jesús con la cruz a cuestas. Es también “el encuentro” que sin diálogo y en movimiento no hay parroquia que no recurra a representar en la lonja de la iglesia. En Lahiguera la liturgia procesional se torna ferviente espectáculo: las imágenes de María y de san Juan Evangelista, tras subasta de las andas entre devotos y protocolos de cortesía reverencial –plenos de colorido-, emprenden veloz “carrera” hasta encontrarse con Jesús. La devoción contenida brota entre la feligresía. La devoción no estalla en júbilo hasta ver a las imágenes frente al Nazareno elevadas al cielo y sin menoscabo. No dudo que tiempo atrás, y antes de continuar la procesión hasta el “palacio tribunal”, tuviera lugar el cuarto pregón cantado. Esta puede ser la justificación por la cual los vecinos emplean “el paso” para denominar lo que es “la carrera”.
     La Virgen sintió en ese momento el calor de todos los que le estábamos rodeando y San Juan le decía: “lo ves María, como tu pueblo no te ha abandonado”. Y María pensaba, sí pero lo que yo quiero es que no abandonen a mi hijo porque qué Madre no piensa que a Ella lo que sea pero que a su Hijo no tocarlo y a Ella no se le quita la pena de ver a su hijo que va hacia el Calvario.

Y San Juan
Sobre su mano pondrá
pañuelo de blanca seda
para que enjugue su llanto
y calme su amarga pena.
Y la bendita Señora,
olvidando sus pesares,
se pasea por su pueblo
entre rezos y cantares.
La ilusión se hizo sueño,
y los sueños Esperanzas,
y la Esperanza colmó de amores
a todos los que cantaban
Y la Virgen nos contempla,
con su carita de joven hebrea,
risueña vuelve al templo,
con el alma conquistada.

     Sigue la procesión, camino del antiguo templo. Triste descendimiento, cansancio en los rostros, lento caminar; calle de la Amargura, como en la otra Jerusalén; calle de Canalejas,  camino del sepulcro,  empinada subida por la calle Campanario y de nuevo, ahora ya tocando a duelo, nos recibe la chirriante puerta, que se abre para que entre el rey de la gloria, con su madre María Santísima de los dolores. Dolor de la mujer, soledad de la valiente mujer que sigue acompañada por Juan,  el buen discípulo del amado Maestro.
     Y se oye el Silencio. La soledad. El Silencio se ve. En un mundo que silencia a Dios, Lahiguera oye su silencio, cuando lo ve avanzar ya muerto, rostro aceitunado, muerto en el sepulcro nuevo, al atardecer, triste atardecer de la víspera del sábado.
      Y es que el Cristo del Silencio escribe derecho con los renglones torcidos de Dios. Un crucificado lleva la desnuda espada del más caballeresco lance de amor, un crucificado en trance de muerte, es quien hace explotar mi alma y decirle:

“No me mueve mi Dios para quererte
El cielo que me tienes prometido…
Tú me mueves, Señor,
muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte…”

     Parecen versos escritos para ese Cristo en al cruz que serenamente ha entregado su espíritu. Cristo de Lahiguera, recuerdo tal vez de la reconquista, la batalla más grande que hubo en la Lahiguera, que fue pronto conquistada por el rey santo; un duelo a última sangre para defender el honor inmaculado de la Virgen de la Consolación, Orden de Calatrava.
     Ahora, es ya la tarde del viernes santo, ocre del Cristo muerto, el buen Jesús ya exánime, que muere por su pueblo.
     El silencio y el Santo entierro de Jesús, en su entierro está el de todos los cristianos que han venido después, los que llegan por la edad caduca y aquellos otros entierros que llamamos “injustos”, entierros por los que queremos pedirle incluso cuentas a Dios, el buen Dios que permitió la muerte de su hijo cuando a penas si había pasado los treinta años.

(Fotografía: José Pascual -2012).

     En el domingo de amor, domingo de gloria, el oprobio de la cruz se convierte en triunfo. Vuelve a trazarse el mismo recorrido procesional del viernes de dolor. Se repite la estación de Jesús Resucitado en El Cerrillo, y tras subasta y protocolos ocurre “la carrera” de María hacia el encuentro de su hijo resucitado, con su recuperado. En este día, san Juan tampoco ha abandonado a la Madre del Maestro. Los pregones de la madrugada del Viernes Santo se cierran teñidos de azul de resurrección inigualable.
     Estoy seguro que a Juanito, con la fuerza y vitalidad de otro tiempo, se le abrieron las puertas del cielo de par en par, al paisano, y ha entrado corriendo, a todo correr por ellas, envuelto en el azul manto de María, como antaño, cuando lo hacía cada mañana de domingo de resurrección, en la clara mañana de primavera, de la eterna primavera de la vida eterna.

6.    Final
     Porque considero que la Semana Santa en Lahiguera se vive con los sentidos. Entra en nuestra alma y despierta un sentimiento, ese sentido especial para Lahiguera no es otro que el deseo, el deseo de que comience cuanto antes. Deseo de recorrer un año más los distintos pasos de Jesús, María y San Juan.
      Deseo para vosotros cofrades que pongáis cuanto antes vuestro corazón a Jesús, el Maestro bueno y vuestro esfuerzo en manos de las respectivas hermandades. Deseo de llevar a hombros a nuestras devociones. Deseo, en definitiva, de vivir intensamente estos días que ya vienen.
     Me siento ya impaciente y emocionado al ver, mejor dicho al oír  el pregón de los pregones, que viene pregonando “¡y eso si que es un pregón! el pregón de la Vigilia Pascual:

“Exulten por fin los coros de los ángeles,
Alégrense las jerarquías del cielo
y por la victoria de Rey tan poderoso
 que las trompetas anuncien la salvación…
Alégrese también nuestra madre la Iglesia,
revestida de luz tan brillante;
resuene este templo con las aclamaciones del pueblo…
Porque éstas son las fiestas de Pascua,
en las que se inmola el verdadero Cordero,
cuya sangre consagra las puertas de los fieles…
Ésta es la noche
en que sacaste de Egipto
a los israelitas, nuestros padres,
y los hiciste pasar a pie el mar Rojo.
Ésta es la noche
en que la columna de fuego
esclareció las tinieblas del pecado.
Ésta es la noche
en que, por toda la tierra,
los que confiesan su fe en Cristo
son arrancados de los vicios del mundo
y de la oscuridad del pecado,
son restituidos a la gracia
y son agregados a los santos.
Ésta es la noche
en que, rotas las cadenas de la muerte,
Cristo asciende victorioso del abismo.
¿De qué nos serviría haber nacido
si no hubiéramos sido rescatados?...”

     Hoy he hecho un viaje,  un viaje en el tiempo. He vuelto a ser el feliz niño que fui. Y hoy de nuevo, como antaño, los hermanos mayores, los cofrades, los costaleros, todos y cada uno, sin pedir nada a cambio, ponen todo su esfuerzo y cariño para que año tras año  veamos de nuevo las imágenes en la calle.  Para que la Semana Santa de Lahiguera no sea sino la fiel correspondencia entre lo que se celebra en estos días en el templo y lo que después se traslada a las calles.
     Debemos retomar el auténtico sentido de estos días y todos nosotros, como pregoneros, al igual que dice San Pablo en su primera  Carta a los Corintios, debemos proclamar, el mensaje de Jesús.
     Todo ello hace, en definitiva, que la Semana Santa sea nuestra Semana Mayor, días especiales en que todos queremos estar aquí porque, por alguna atávica razón, es cuando más higuereños nos sentimos.
Y para terminar permitidme lo haga con estos versos:

Semana Santa en Lahiguera!
¡Venidla fieles, a ver!
Aquí, en este lugar se sueña
De nuevo con Jerusalén …
Y en ella una emoción rara
Se junta a la de la Fe.
No hay en su imaginería,
singular menester
ni sus pasos fueron tallados
por anónimo cincel.
Pero tienen el prestigio
de una rancia vetustez
que los envuelve en leyenda
y en histórico interés.
Pregoneros que anuncian
trágico amanecer.
Pasión, dolor y muerte
de Jesús de Nazaret,
dolor que enmudece con la gloria,
triunfo del resucitado,
domingo de amor
encuentro con Juan y María,
virgen del manto azul
que en el aire anuncia la alegría
de la madre llena de luz.
De nuevo, otra vez
¡Semana Santa en Lahiguera!
¡Venidla fieles a ver!

He dicho.