PROLOGO

Se pretende que sea éste un espacio dedicado a entretener y deleitar (... a través de la fotografía fundamentalmente) ... a dar a conocer (...o traer al recuerdo) ciertos monumentos o espacios situados en el término o cercanías de Lahiguera. ...a llamar la atención por el estado de abandono y deterioro de muchos de ellos, ...y si llegara el caso, a remover la conciencia de todos los que somos "herederos" de tales monumentos y espacios, y que con nuestra aportación ayudásemos a la conservación de los mismos.

jueves, 11 de febrero de 2016

D. ANTONIO PRADOS LEDESMA, MAESTRO INTERINO DE HIGUERA DE ARJONA DURANTE LOS CURSOS 1927-1928,1928-1929 Y 1929-1930. UNO DE LOS POETAS DE MAYOR PRESTIGIO EN LA POESÍA DE FINALES DEL SIGLO XX EN ESPAÑA.


ESCLARECIDOS HOMBRES DE LETRAS LO PROCLAMAN POETA EXCEPCIONAL QUE DEBE FORMAR PARTE DE LA CONSTELACIÓN DE ESCRITORES ILUSTRES.

Quizá ya no quede en Lahiguera ningún alumno de este maestro, que ejerció su profesión docente como maestro interino en nuestro pueblo durante tres cursos académicos. Llegó a nuestra villa con 22 años en marzo de 1927 para comenzar con su primer nombramiento el curso 1927-1928, llegaría a su escuela lleno de ilusiones para infundir en sus alumnos sus saberes, permaneció en nuestro pueblo dos cursos más, los cursos 1928-1929 y 1929-1930. Se deduce que durante estos tres cursos, y a raíz de la convocatoria amplia de numerosas plazas para maestros en España, a lo largo de estos años de la Dictadura de Primo de Rivera, opositaría y conseguiría su plaza para ejercerla como propietario en Moras allá por 1931. Durante el tiempo que estuvo en Higuera de Arjona, ejerció su amplia labor periodística en el periódico "Patria" de Jaén y en "Arjona".
D. Antonio Prados Ledesma año 1983. (Foto de la contraportada de su primera publicación ALADA VOZ).
D. Antonio Prados Ledesma nació en Moral de Calatrava el 26 de febrero de 1905, en el domicilio familiar de la Calle Real de esta villa manchega. Su familia, económicamente modesta y de marcada religiosidad, determinó algunos de los rasgos de su personalidad, como su carácter humilde y su profunda devoción religiosa. Hijo de José María Prados, labrador de la vid y el olivo y de Encarnación Ledesma Rozas. A la temprana edad de 17 años, en el año 1922, perdió a su madre, una pérdida irremplazable en su joven vida, a quien evocará en su poesía después como mujer “tranquila, dulce, enlutada / tierna como el pan moreno” (en el archivo familiar se conserva el siguiente manuscrito: “Murió joven. Yo la recuerdo morena, enlutada, siempre medio sonrisa. Su fe religiosa le dio una gran rigidez ética y moral. Mis más nítidas memorias de ella son aquellos lentos crepúsculos de Castilla en que su perfil evanescente presidía nuestros rezos, mientras temblaban en el aire las campanas del Ángelus. Niña y mujer, madre y amiga. Guiaba nuestros pasos con una dulzura sin sombras”.
Poema MI MADRE página 99 de DIFÍCIL AFÁN (1986).

A ella le dedicó numerosos versos a lo largo de su vida, como los que siguen (“Ya sin ti”, Silencio que duele (en…Pasar sencillamente con un verso en los labios…, pp. 504-505):

Ya no estás.
Te has ido a tu lejana estrella,
a tus blancos paraísos
donde las rosas no mueren,
y las aguas
tienen gargantas de cristal.
Me has dejado solo, madre.
Solo con mi noche sin orillas,
eterna (…)
Entrañable es asimismo el siguiente soneto, titulado “Mi madre”, que el poeta incluyó en Difícil afán (p. 99):

Profundamente grácil. La mirada
perdida no sé dónde ni en qué estrella.
Noble, joven, de negro. Más que bella,
purísima, distante, inmaculada.
Toda albor. Sólo albor. Dulce. Velada
por un tibio crepúsculo grosella.
Dulcísima y nostálgica, luz. Ella.
Serena. Serenísima. Intocada.
Soñadora de alondras y claveles,
se marchó dulce y leve con sus fieles
mastines, por caminos de atanores.
Fue un pasar sin clamor de mariposa
que va de lirio a sol, de rosa a rosa.
¡Divina hermana blanca de las flores!
Foto aérea de Moral de Caltrava.
Moral de Calatrava. Arco de 1717 de entrada por la calle del Oro, demolido antes de la Guerra Civil. (Pondremos fotos antiguas de Moral de Calatrava, tal como era en tiempos del maestro-periodista-poeta moraleño)
Detalle de la fábrica de aceite de Moral de Calatrava.



Bodega antigua de Moral de Calatrava.
Moral de Calatrava, calle Garzo con capachos secándose al sol después de la vendimia.
Dolores Soriano, encajera de Moral de Calatrava.
Encajes de bolillos de Moral de Calatrava.
Niñas encajeras de Moral de Calatrava.
Gráfica de la evolución de la población de Moral de Calatrava entre el año 1900 y 2010. En 1910 tenía 7.498 habitantes.
Su infancia en Moral de Calatrava la refleja nuestro maestro-poeta en el siguiente texto: (“yo era un niño introvertido y sentimental que quería irse con las nubes y los pájaros, pasar sin ruido como el alma de las fuentes, o la fragancia ingrave de los lirios”) después añade describiéndonos su la casa natal (“el hogar moraleño huele a ternura y a romero. Y a paz. El mío era así”)
Iglesia parroquial de San Andrés de Moral de Calatrava donde sería bautizado Antonio Prados Ledesma.
En esta época temprana hay que situar ya las primeras inquietudes literarias del joven manchego (“miro hacia atrás y veo solamente una infancia leve de libros y versos (…) Y entre los libros y el verso, el pueblo cegadoramente blanco, en las tardes vírgenes de verano, carretera del cementerio adelante, o la visita al Cristo, al toque de oraciones, en los anchos crepúsculos violeta”), una creciente vocación literaria en la que se inició con tan sólo catorce años, junto con un grupo de los amigos que se reunían en la sastrería de Fernando Gómez, una vocación alentada y reforzada por José Antonio Nuño Cañadas, futuro alcalde de Moral entre los años 1940 y 1943.
Escuela Normal de Maestros de Ciudad Real en el siglo XIX.
Tras cursar por libre estudios de bachillerato con su maestro, tal como hicimos muchos adolescentes de nuestra generación, comenzó, a partir de 1921, a estudiar Magisterio en la Escuela Normal de Maestros de Ciudad Real, carrera que concluyó cumplidos los veinte años, si bien tuvo que aguardar hasta 1927 para que le fuera expedido el definitivo título de Maestro Nacional de Primera Enseñanza. Año que con su título recién estrenado toma su destino hacia Higuera de Arjona para comenzar el curso académico 1927-1928.
Foto de Higuera de Arjona hasta 1986 (Ahora Lahiguera).
En 1842, al amparo de la Ley Moyano, se crea en Ciudad Real una Escuela Normal Superior de Maestros mantenida por la Diputación Provincial. En 1847, esta Escuela fue suprimida y sustituida tres años después, en 1850, por otra con la categoría de elemental, ascendiendo a la categoría de superior en 1860. En esta misma fecha se crea la Escuela Normal Superior de Maestras que se instala junto con la de Maestros en el desamortizado Convento de San Juan de Dios, sito en la calle Dorada, actual Ruiz Morote. A partir de aquí, la historia de ambas instituciones se entremezcla. Simultáneamente a la creación de las Escuelas, comienzan a funcionar las escuelas anejas para la realización de prácticas y, en 1862, se inaugura una escuela modelo de párvulos. En 1871, la Diputación Provincial atraviesa problemas económicos y decide sustituir la Escuela Normal de Maestros por una Cátedra de Pedagogía dentro del Instituto de Segunda Enseñanza pero, finalmente, la Escuela no desaparece. En 1901, los estudios de Magisterio se integran en los Institutos Técnicos Generales pero poco después se vuelve a la situación anterior: la Escuela Normal de Maestras mantiene la doble categoría de elemental y superior mientras que la de Maestros se reduce al nivel elemental debido a nuevos problemas económicos. En 1913, tras una campaña popular a escala provincial, se crea nuevamente la Escuela Normal Superior de Maestros y, al año siguiente, se reforman otra vez los estudios unificándose en una categoría única y desapareciendo las dos categorías de elemental y superior. En 1925, la de Maestras se traslada desde el Convento de San Juan de Dios, junto con la escuela aneja, al edificio del Instituto, en el Convento de la Merced, sito en la plaza de los Mercedarios, y dos años después a otros locales de la calle del Prado. Por su parte, la de Maestros se instaló en la calle Saúco Díez, actual La Mata. (1)
Ministerio de Educación en Madrid.
En realidad este destino de Higuera no fue su primer destino en la enseñanza primaria, ya comenzó su labor profesional como maestro interino en Almodóvar del Campo otra localidad de su comarca durante el curso 1925/26, situada a algo más de 63 kilómetros de su pueblo en dirección este; después ejerció, también como interino en Higuera de Arjona (Jaén) durante los cursos 1927/28, 1928/29 y 1929/30. Se recordaba que en enero de 1927 se produjo una gran ola de frío en nuestra tierra, como consecuencia de la invasión de aire polar marítimo del Noroeste, y se marchó en 1930, año en que se sufrió una importante ola de calor en el mes de agosto. El joven maestro nacido en Moral de Calatrava, debió estar habituado a tan variado clima continental, al proceder de una población englobada dentro de la comarca del Campo de Calatrava, Ciudad Real. Situada en la falda de una sierra llamada Cerro de San Cristóbal y que defiende a la población de los aires fríos del Norte. Confina el término por el Norte con Almagro y Bolaños; al Este, con Valdepeñas; al Sur, con Santa Cruz de Mudela y al Oeste, con Granátula. Baña su término el río Jabalón. Según la tradición, el pueblo tuvo su origen en unas casas de la ciudad de Oreto, en las márgenes del río Jabalón.
Vistas aéreas de Moral de Calatrava.
Panorámica del municipio de Moral de Calatrava.
Laguna de Moral de Calatrava.

Podemos afirmar que el gobierno de Primo de Rivera fue quizá el intento más serio, de llevar a la práctica un programa regeneracionista  en el contexto de su revolución desde el poder. Los grupos oligárquicos dominantes en el país fuerzan una nueva situación política, que sin alterar las estructuras del Estado, sirvan para sustituir la vieja política por otro aparato ideológico, que continuase salvaguardando sus intereses, puestos en peligro por unas instituciones en crisis incapaces de dar solución a una seria de problemas económicos, sociales y políticos que sufría el país. A través de estas nuevas líneas de coordenadas de poder político se piensa en la posibilidad de hacer una reforma global de la educación, que se aleje del clasismo de la enseñanza, suprima el monopolio clerical sobre la misma e incorpore las nuevas corrientes pedagógicas en boga en Europa que eliminasen una realidad escolar anquilosada como la que sufría España.
Miguel Primo de Rivera, teniente en fecha 15 de noviembre de 1893. Imagen de La Ilustración Española y Americana.
 
General Miguel Primo de Rivera año 1923.

D. Miguel Primo de Rivera.
A través del Ministerio de Fomento de Primo de Rivera se da paso a una política expansiva de la educación, apoyada en la buena ola de prosperidad económica que se produce en España en estos años veinte. El número de escuelas nacionales pasa entonces de 27,080  en 1923-1924 (2) Anuario Estadístico de España 1923-224, página 476) a 30,904 en 1928-1929 (3) Anuario Estadístico de España 1930, página 616). En esta estadística se muestra también como el alumnado de segunda enseñanza incrementa sus cifras desde 57,679 en el curso 1922-1923 (4) Anuario Estadístico de España, 1923, página 206-207.), para llegar a la cifra de 70.876 en el año académico de 1929-1930 (5) Anuario Estadístico de España, 1931, página 56.) También las aulas universitarias aumentaron su alumnado en un 13% durante esta época primoriverista. Con estos datos fácilmente podemos comprobar como la educación impartida en España aumenta considerablemente en cantidad, aunque con escasa mejora en la calidad de la misma.
General Primo de Rivera con el Rey Alfonso XIII. Fotos del Archivo Alemán.

En la Dictadura del General Primo de Rivera, el mundo de la enseñanza presentó un panorama harto interesante que desde la perspectiva de hoy no es sólo crónica, sino auténtica historia con claves aun vigentes. El mundo de la enseñanza planteaba problemas de indudable interés. Se arrastraba  el enfrentamiento de los miembros más laicos del Estado en contra de los intereses de la Iglesia que tendía al control de los centros educativos para, a través de ellos, ejercer el influjo social y llegar al pacto con las clases medias tras la ruptura habida en el siglo XIX por el tema de las desamortizaciones. De particular interés es la cuestión durante el Directorio con el general Primo de Rivera al frente, porque convergen, de una parte, los intereses eclesiales, y, de otra, la emergencia de una forma nueva de Estado que dice querer intentar la construcción de una nación fuerte e incluso parece copiar rasgos modernos que habían aparecido en Europa. Pero tal planteamiento no llegará a conducirse a la consecuencia lógica que habría sido la tirantez entre ambos poderes por el control de la enseñanza. El régimen, que contó con el apoyo casi total de la Iglesia, aunque inició una política de revitalización  estatal de la enseñanza primaria, acabó permitiendo el control de la Iglesia por doble partida. De un lado, legisló a favor de introducir y consagrar los valores religiosos en la escuela estatal; del otro, permitió el crecimiento de los centros religiosos privados, a los que llegó a dar privilegios que fueron, incluso, contestados desde las propias filas de apoyo a la Dictadura. Régimen político que a pesar de su nombre,  Manuel Tagüeña con toda su militancia social comunista no dudó en calificar de  "dictadura" bonachona y paternal. 
Niños de la Escuela del año 1920.
Maestro con los niños de su escuela año 1926.

El Dictador Primo de Rivera convierte la educación en un vehículo ideologizador del régimen establecido, donde la educación y el patriotismo se convierten en los parámetros conductores de la actividad escolar. Con estas premisas, el Dictador y su ministro de Educación, el catedrático vallisoletano Eduardo Callejo, iniciaron una andadura de regeneración social, uno de cuyos ejes cardinales era el mundo de la enseñanza. Desde los primeros años del siglo XX el magisterio primario había venido sufriendo una despreocupación por parte de los poderes públicos. La Dictadura será por tanto eminentemente clerical, defensora de la religión y exaltadora del patriotismo. Primo de Rivera lo expresaba con claridad, en el periódico la Nación de fecha 1 de enero de 1929: “La escuela y la iglesia, maestros y sacerdotes debían combinarse para inculcar el amor al régimen” (6).

 La confluencia de lo nacional español y lo religiosos eran principios básicos para la Dictadura. La escuela, con su enorme importancia, en la formación de ciudadanos, quedaba comprometida en la tarea. Un decreto de febrero de 1924 ordenaba destituir a cualquier maestro que enseñara a sus alumnos doctrinas opuestas a la unidad de la patria u ofensivas a la religión. 
Maestros y escolares de esta  época.
La figura del docente resultaba de importancia extrema. La concienciación por la acción o la importancia del ejemplo del maestro quedaban de manifiesto en las instrucciones emitidas por las autoridades civiles como la circular de 7 de junio de 1926 del Gobernador Civil de Cuenca:
"Si la educación tiende a crear buenos hábitos y estos se forman con la repetición de hábitos, preciso será, para dar una educación religiosa, que se practiquen ejercicios de piedad por educadores y educandos, siendo la asistencia a misa en días festivos…lo menos que puede pedirse como práctica religiosa a profesores y escolares, exigencia que un Estado católico puede y debe imponer a sus funcionarios…Ordeno por la presente a todos los maestros que estén al frente de escuela, ya nacional, ya privada…, la asistencia a los actos de culto y, principalmente, a la Santa Misa en días festivos…Los alcaldes procurarán vigilar el cumplimiento de esta orden…, dando cuenta inmediata a este Gobierno civil de los casos de incumplimiento que castigaré con el mayor rigor".  
Poema SOLEDAD página 140 de ALADA LUZ (1983)

La realidad fue que la Educación primaria iba a ceder la primacía a favor de la segunda enseñanza, que era el feudo conservador por excelencia para el nuevo régimen. Fue en junio de 1926 cuando se acometía el tema de la Segunda enseñanza en España. Las justificaciones que se hacían para el cambio eran las típicas utilizadas en cualquier tipo de reforma y se fundamentaban en que los periodos establecidos anteriormente venían siendo considerados como término y no como transición para otros estudios. Se veía la necesidad de coordinar la enseñanza primaria, la secundaria y la universitaria. También se argumentaba que la preparación de los alumnos que llegaban a los institutos era insuficiente  y lo mismo ocurría cuando aquellos pasaban a la universidad. Y por supuesto se tenía muy en cuenta que la reforma planteada tenía que ser soportable al país en lo tocante al presupuesto. El título de bachiller, en opinión de la Administración, debía habilitar para el acceso de la universidad, pero con la nueva estructuración se podría pedir para carreras como Comercio o para profesiones extrauniversitarias cuatro años de bachillerato general. El hecho de acortar el bachillerato reduciéndolo a cuatro años para el nivel elemental se justificaba como "un gran alivio económico  para las clases modestas que ahora no pueden dar a sus hijos carreras universitarias". Las necesidades de personal con una cualificación intermedia que satisficiera las demandas, que planteaba el nuevo desarrollo económico, se tenían muy en cuenta para el diseño del Bachillerato general. La exigencia de este tipo de estudios para profesiones como la de Practicante las dignificaba y prestigiaba, tal y como se aprecia en los telegramas de agradecimiento de los Colegios de Practicantes de Vizcaya, Barcelona, Melilla y Valencia. El artículo 2 del proyecto de Reforma presentaba al Bachillerato con un año de  preparatorio, cuatro cursos para el Bachillerato politécnico o general y dos años para el Bachillerato universitario con las especialidades en Ciencias y Letras.
Poema CUANDO EL AGUA ... página 156 de ALADA LUZ.

La enseñanza secundaria oficial abarcaba el 30 % del total,  el resto era de enseñanza privada. Los fuertes núcleos de población eran los reductos preferidos por las Órdenes religiosas y la carencia de centros de bachillerato oficiales o privados fuera de los núcleos urbanos importantes desarrolló la proliferación de alumnos libres. Las siguientes palabras de Díaz de la Guardia bien pueden aplicarse también a la enseñanza secundaria:"El colegio privado  pronto se convirtió en España en uno de los signos externos de estima social. Muchos maestros nacionales de zonas urbanas comprobaban  que las familias que lograban ciertas mejoras en sus niveles de vida arrancaban sistemáticamente a sus hijos de la escuela pública, consideraciones pedagógicas al margen, para llevarlos a otra privada. 

El asedio de la competencia religiosa en los niveles secundarios quedaba también de manifiesto en la carta dirigida al dictador de un modesto profesor de literatura licenciado en Filosofía y dedicado a la enseñanza privada: "...pero hemos llegado a tal extremo con la competencia religiosa que hoy día nos es imposible ganar para vivir y mantener a nuestras familias". Pedía se pusiera fin al intrusismo, ya que eran numerosos los centros religiosos en donde el personal docente carecía de titulación, y  que directores y claustrales fueran obligados a ser licenciados en Ciencias o Letras, y de esta forma "una muchedumbre de personas de alguna ilustración y poco pan se lo agradecerían eternamente".
Revista de Escuelas Normales de maestros año 1926.
Para iniciar cualquier tipo de reforma se hace preciso contar con el beneplácito de los interesados si se quiere obtener éxito en ello, y los profesores de instituto además de no ver con buenos ojos una reforma que les restaba  atribuciones en favor de los profesores universitarios y que les suprimía pingües beneficios económicos en el tema de los textos, estaban quejumbrosos de sus salarios porque opinaban eran los que menos subida habían tenido al compararse con otros cuerpos. Utilizando los años 1911 y 1926 y mientras que los sueldos de los inspectores de la Enseñanza habían pasado de 2992 pesetas a 8108, los de los profesores de las Normales de maestras de 2842 a 7889, los de Artes e Industrias de 3145 a 7798 o los de las Normales de maestros de 3372 a 7883, las percepciones para Instituto  tan solo habían pasado de 5432 ptas. a 7646 y se consideraban discriminados y postergados en la política retributiva del Directorio. El gobierno había adoptado tímidas medidas para paliar en algo la situación como era el reparto entre el personal docente del importe de las matrículas de las permanencias de estudiantes en los Institutos. La situación desfavorable se agudizaba con los Auxiliares de Instituto con haberes oscilantes entre las 4000 y las 1500 pesetas anuales y tocaba fondo con los profesores ayudantes, sustitutos de los catedráticos en su ausencia, y que no cobraban nada.
Poema TIERRA YERMA página 190 de ALADA VOZ.
En Mayo del 29 hubo muchos telegramas de agradecimiento por  el aumento de la población escolar de la Segunda Enseñanza. Se había pasado de 264 centros en el curso 23-24 (de los que 204 eran privados) a 384 centros (94 eran oficiales) al finalizar la Dictadura y resultaba significativo el aumento de mujeres que accedían a la Segunda enseñanza y que pasaban de 7302 a 10507 en ese tramo de tiempo.

Por lo que a la Instrucción Primaria se refiere la política educativa de Primo de Rivera apenas va a dar solución a la gran problemática que tiene planteada: “En España, el maestro de escuela, en vez de haber sido erigido primer magistrado de la nación era el tipo representativo de los grandes ayunos, como si quisiera apagar su inteligencia impidiéndoles comer. ¡En cuantos pueblos el maestro de escuela tenía que vender su independencia al cacique político para llevar algo más a su estómago”! (7)
Manuel Bartolomé Cossío, Giner de los Rios y Ricardo Rubio. Giner fue creador de las Misiones Pedagógicas. Un grupo de profesores que se aglutinaron alrededor de Francisco Giner de los Ríos fundó en 1876 la Institución Libre de Enseñanza. Intentaban superar el asfixiante ambiente intelectual que imponía la Restauración y trazó las líneas ideológicas sobre educación en el primer tercio del siglo XX.
No fueron precisamente "felices" los años veinte para el sufrido Cuerpo del Magisterio, imbricado en la política regeneracionista del Dictador. Según comentaba Bartolomé Cossío en 1924 "la ausencia de alumnos normalistas procede de que nadie que se estime en algo quiere ser hoy maestro de escuela porque no se le retribuye convenientemente".

Unos de los problemas más graves que venían arrastrando los profesionales de la enseñanza, y entre ellos los que más, el magisterio de primaria era el bajo nivel de sus salarios, lo que les obligaba a vivir rodeados de un ambiente de autentica miseria. Conscientes los maestros de su calamitosa situación dirigieron un escrito al nuevo gobierno a través de la Asociación Nacional del Magisterio que presidía don J. Rodrigo Martínez, comunicándole las reformas necesarias que debían llevarse a cabo para salir de su penosa situación,  entre las que estaban además de la derogación del estatuto la unificación en uno solo de los dos escalafones del Magisterio existentes en ese momento; el requerimiento al Estado del pago de todas las atenciones necesarias para la buena marcha de la escuela primaria nacional; la revisión del Censo escolar para así determinar el correcto y eficaz emplazamiento de las nuevas construcciones escolares; reclamar la función inspectora para los maestros nacionales; exigir la creación de una Facultad de Pedagogía para conseguir una buena formación del Magisterio; la petición de una comisión técnica que se encargase de la elaboración de las reformas sobre la primera enseñanza, que estuviera formada por personal del cuerpo de maestros, etc. Pero estas peticiones no fueron atendidas por el gobierno de Primo de Rivera, donde a través de una Real Orden de 15-XI-1927, se envía a la Asamblea Nacional un proyecto de reforma global de la enseñanza que nunca llegaría a ver la luz, con lo que sólo se llegó a un parcheo de modificaciones del Estatuto del Magisterio, cuando en realidad lo que se necesitaba era derogarlo.
Los alumnos de las Misiones Pedagógicas de los pueblos quedan boquiabiertos.
Gentes en principio ajenas al sentimiento corporativo de los maestros, como el alcalde Cuatretante se solidarizaban con ello y en  Mayo del 25 dirigía un telegrama solidario con los docentes: "atienda próximo presupuesto creación escuelas y equiparación económica Magisterio demás funcionarios del Estado." Otro alcalde, el de Galdo, enviaba el siguiente telegrama:"Situación económica angustiosa por que atraviesan maestros nacionales en esta localidad muéveme dirigirme a Vuecencia ordene con toda urgencia trámite disponer R.O. 26 agosto último a fin les sean abonados gratificación residencia, al igual que a los demás funcionarios públicos residentes en Canarias. Punto. Saludo" . La esperanza aún les quedaba a algunos de que la equiparación se conseguiría: "Los de la primera categoría y algunos otros ilusos esperan a que nos equiparen a los demás funcionarios (hasta 12.000 pesetas…).  Otra anomalía hay en los escalafones…, y es el haber uno para cada sexo… Debieran ambos sexos refundirse en un sólo escalafón." En el año 1928 la Confederación de Maestros de Santander pedía la dedicación de 500.000 pesetas de los presupuestos para acabar con el segundo escalafón infamante, que no existía en ninguna carrera. El Presidente de la Confederación Nacional de Maestros pedía desde Belorado (Burgos) mejoras urgentes para quienes cobraban menos de cinco pesetas diarias.
También la jubilación contaba con detalles discriminatorios. Mientras que los demás funcionarios la tenían obligatoria a los sesenta y nueve años, los maestros la tenían a los setenta y dos.
Poema LA ALDEA página 174 de ALADA vOZ.
Los maestros se agrupaban en nueve escalafones para la cobranza de sus emolumentos, los más voluminosos eran el séptimo y  el noveno, con tres mil y dos mil pesetas anuales respectivamente. Aun suponiendo la buena voluntad del Estado para el remedio de la situación no se aplicaba aquí la política uniformadora. Y resultaba que la situación era realmente dura, los refranes infamantes acerca de la situación económica de los maestros cobraban plena vigencia. No era que la Dictadura hubiera conducido a ello, sino que se arrastraba un lastre secular. La "republicanización" de muchos maestros pocos años después no será ajena a los aumentos de sueldo que recibirán siendo ministro el radical socialista Marcelino Domingo. En ocasiones la ideología comienza por el estómago. 
Portada del primer número de Escuelas de España,  enero de 1929.
Había notables diferencias con otros trabajadores. Los salarios por industrias oscilaban entre las 6,50 y las 11 pesetas diarias con variaciones según el tipo de fábrica y la región de trabajo. Los maestros se sentían discriminados en sus percepciones, y así "en diciembre de 1928. La Asociación de Maestros llegó a quejarse de que el salario mínimo decretado por el gobierno para los trabajadores industriales fuera más alto que el que ganaban los maestros."  
En las notas para el presupuesto de la Primera Enseñanza en 1927 se tenía en cuenta el aumento de sueldo para algunos maestros. El propio ministro Callejo hablaba de "maestros con un jornal de 5-6 pesetas diarias, cuando el de un bracero como mínimum es de 7 a 10 pesetas" y "…en casi todos los demás cuerpos del Estado para los que se exigen análoga o menor preparación tienen sueldos superiores." 
Poema LA INGRAVE página 167 de ALADA VOZ.
El superávit del Estado en el año 27 permitió atender deficiencias sociales  como la redención de prendas empeñadas por cuenta del Estado, el proyecto de casas baratas, la declaración de intenciones del paso de la propiedad de la tierra "a los que directamente y con capacidad la cultiven en forma y por métodos que beneficien para ellos, para los propietarios y para la economía general y del Estado"; y dentro de este lote de mejoras, otro argumentos de los que esgrimió el Gobierno en su haber y lo halló en el aumento llevado al nuevo presupuesto de unos cinco millones de pesetas "para pago de los maestros destinados a las mil quinientas escuelas que se habían creado en el año anterior, y al establecimiento de setecientas escuelas más".
Uno de los problemas más graves que arrastraban los maestros de primaria y todos los profesionales de la enseñanza, era el bajo nivel salarial de sus profesionales. Con las buenas perspectivas económicas del año 1923, año en que se vislumbró la superación de la crisis y coincidiendo con la llegada gobierno de Miguel Primo de Rivera, los maestros y demás profesionales de la enseñanza intensificaron sus viejas y justas reivindicaciones, tales como la unificación de escalafones profesionales y el aumento de sus sueldos hasta al menos las 3.000 pesetas anuales, para las categorías más bajas del escalafón. La Real Orden  de 8 de agosto de 1924 suprime las categorías octava y novena del primer escalafón dotadas con 2.500 y 2.000 pesetas anuales respectivamente, y establece el salario de 3.000 pesetas anuales para los maestros de la última categoría (la 7ª) desde entonces del primer escalafón,: “ El sueldo mínimo de los maestros y maestras de las escuelas primarias que han ingresado… será a partir del día 1 de julio de este año, de 3.000 pesetas anuales, más los emolumentos que legalmente les correspondan percibir, conforme a las vigentes disposiciones”.
 
Esta disposición no solucionaba el problema planteado porque los maestros incluidos en el segundo escalafón seguían cobrando los salarios de 2.000 y 2.500 pesetas anuales, lo cual supuso la decepción de los maestros, que si bien habían conseguido que el sueldo inicial de los ingresados en la carrera fuese de 3.000 pesetas anuales, aun quedaban diez mil maestros con 2.000 pesetas y un pico no despreciable con 2.500 pesetas anuales de sueldo.
Poema HIJO página 100 de DIFÍCIL AFÁN.
De los 35.000 maestros españoles, solamente 150 tenían un sueldo de 8.000 pesetas, 302 con 7.000 y 602 con 6.000 pesetas anuales. Este dinero alcanzado a final de su vida profesional les suponía el haber tenido entre 25 y 35 años del servicio en el cuerpo; pero cerca de 25.000 maestros nacionales no ganaban más de 2.000 y 3.000 pesetas, pudiendo llegar a 4.000 pesetas al cabo de los 15 años de servicio.

El descontento del profesorado de la escuela primaria se vio agraviado por la eliminación de la tarifa especial reducida para la contribución de utilidades, en atención a que, además de ella, a los maestros se les venía descontando el 6% para sus fondos de pasivos, que se aplicaba por el Real Decreto Ley de 23 de abril de 1927, con la incorporación de los haberes pasivos del Magisterio a los fondos públicos aplicándole a todos los funcionarios públicos el Estatuto de Clases Pasivas, lo que suponía un notable ascenso de tarifas retenidas del sueldo.

A pesar de las buenas perspectivas económicas del bienio 1927-1928, los maestros de España seguían teniendo el régimen salarial más bajo de su entorno. Los salarios de los maestros franceses de la época eran notablemente superiores a los de nuestro país, además de tener facilidad para el ascenso automático por años de servicio para mejorar sus retribuciones. De forma que para igualar el nivel salarial del maestro español con su colega francés, serían necesarios 220 millones, una tercera parte del presupuesto del Ministerio de Instrucción Pública debería dedicarse para el pago del personal, que rondaría los 80 millones de pesetas.
Poema PLEGARIA página 109 de DIFÍCIL AFÁN.
Durante la Dictadura de Primo de Rivera los maestros siguieron con los tradicionales sueldos bajos, un sueldo de autentica miseria, donde un porcentaje muy grande no sobrepasaba las 3.000 pesetas anuales, sueldo que estaba por debajo de los salarios de obreros dedicados a los trabajos peor pagados de la estructura social española de aquel tiempo. Si reducimos el salario del maestro a las horas trabajadas, nos quedaría que para los que percibían 2.000 pesetas anuales, se tenía el coeficiente de 0,70 pesetas por salario-hora,  los de 2.500 de 0,86 y los de 3.000 de 1,04. Si comparamos estos índices con los de otros profesionales de la época comprobamos por ejemplo que el índice de los albañiles en 1925 era de 0,99 y en 1930 de 1,04; el de los caldereros era para los mismos años de 1,04 y 1,07; para los cerrajeros de 1,07 y 1,05, para los ebanistas de 1,07 y 1,07; para los joyeros de 1,25 y 1, 20, para los panaderos de 0,95 y 0,95; para los torneros de 1,06 y 1,05; para los alfareros de 0,81 y 0,84; para los cargadores de muelle de 1,60 y 1,50; para un auxiliar de farmacia de 0,98 y 0,94; para los herreros de 0,96 y 0,94; para los latoneros de 1,16 y 1,12; para los relojeros de 1,10 y 1,12; para los zapateros de 0,87 y 0,88; para los carpinteros de 1,13 y 1,09; para los hojalateros de 0,95 y 0,94; y para los tapiceros de 1,10 y 1,09. Comparen y juzguen con los índices del principio que referimos de los maestros, para comprobar los bajos sueldos que percibían por su trabajo. A parte de conocer con estos índices los salarios comparativos con los maestros esta relación es bien significativa del grado de sueldos bajos que sufría el gremio de maestros en estos años. (8) 
Poema HOMBRE DEL CAMPO página 80 de DIFÍCIL AFÁN.
El texto enviado a Primo de Rivera reflejaba patetismo "Suplicándole redima de una vez para siempre a unos 40.000 individuos que en míseros hogares de honrados maestros nacionales gimen lastimosamente, cual se refleja en multitud de cartas y escritos como los de la presente colección". Este tipo de reivindicación, que esperaba de la concesión del poderoso más que de la incipiente lucha sindical por medio de la presión y hacia unos concretos objetivos era la forma habitual de posicionarse el Magisterio, carente de un sentimiento de clase. Tal postura se incardinaba en las coordenadas que el General entendía para los sindicatos, sin que ello reste un ápice de la conciencia social del Dictador, las pruebas bien lo acreditan. Las entidades corporativas que agrupaban a los maestros desplegaban una estrategia carente de alharacas, sin acciones de fuerza, pero de expresión contundente. Cuando en 1928  se confeccionaron los Presupuestos Generales del Estado se aprestaron las asociaciones para hacer campañas en pro de las mejoras. De las numerosas peticiones enviadas al gobierno entresacamos las siguientes:

"Maestro nacional por oposición con tres mil pesetas de sueldo, dieciocho años de servicio en propiedad y tres de interino. Pues bien, Excelentísimo Sr. después de veintiún años de servicios, para obtener un ascenso de 500 pesetas he de tardar aún algunos años más".

Más dura la situación que se denunciaba desde Bilbao: "¿Qué pueden hacer 8.000 maestros con 2.000 pesetas anuales, o sea, cinco pesetas diarias? ¿Qué pueden hacer 18.000 maestros con 3.000 pesetas, o sea, 7.85 diarias?  

"Soy padre de siete hijos a los cuales no puedo proporcionar carrera ni oficio, pues sin embozo he de decir que padecemos ¡hambre!".
Portada del libro de poemas ALADA VOZ, primer libro de poemas de D. Antonio Prados Ledesma, publicado en 1983.
Las desigualdades dentro del Cuerpo del Magisterio eran sangrantes. La más terrible, la de las sustitutas que carecían de derecho para pertenecer a la "lista única", denunciado por la maestra Ángeles Aceveda, quien afirmaba percibir un salario de 2,50 pesetas diarias. En ocasiones el sueldo del sustituto era tan ridículo que ahuyentaba a posibles interesados, aunque aparecían quienes estaban dispuestos a ejercer un pluriempleo ya que, por lo visto, o era enorme su vocación docente o les sobraba mucho tiempo en su primera dedicación. Tal extremo quedaba explicado en la carta de Adolfo Sáiz, párroco de Los Tremellos (Burgos) quien se ofrecía "de conformidad con lo propuesto en algunas ocasiones por VE de que en los pueblos rurales se encarguen los párrocos de dar escuela siempre que me paguen la sustitución, o sea, lo que corresponde, que es medio sueldo y se me pague lo dispuesto para el material"  Dejando de lado la función social que pudiera estar en el ánimo del sacerdote no estaría muy distante la necesidad de los párrocos rurales, quienes, fervientes admiradores del Dictador, subsistían misérrimamente con una dotación de 1.500 pesetas anuales.
El gobierno de la Dictadura de Primo de Rivera dedicó gran parte de los presupuestos de Educación a la construcción de buenos edificios escolares, los que nos hemos dedicado a la enseñanza hemos podido comprobar la buena construcción de colegios de ladrillo y piedra con techos altos, en muchas de las poblaciones de destino. El gobierno primoriverista también se dedico a aumentar de forma muy  considerable el número de escuelas en España, le faltó la búsqueda de la calidad de la enseñanza. Era también notorio el descuido excesivo que había en la formación de los maestro, aunque a decir verdad el número de maestros en activo tuvo un notable ascenso comparándolo con épocas precedentes a la Dictadura primoriverista.
Poema POETA páginas 44-45 de DIFÍCIL  AFÁN.
A la llegada de la Dictadura de Primo de Rivera al poder consta la existencia de 28.924 profesionales de Magisterio Primario en activo, de ellos 15.359 varones y 13.565 mujeres, de los que una gran mayoría, alrededor del 92,2% tiene su plaza en propiedad. De ese total de 28.924 maestros, imparten docencia en escuelas unitarias 16.267; en escuelas graduadas 2.123; también hay 971 maestros que trabajan en escuelas mixtas; 626 que lo hacen en escuelas de párvulos; y, finalmente 187 que están en situación especial. Asimismo del total de maestros referidos 26.673 tienen la plaza en propiedad, 1.028 trabajan en la situación de interinos, 634 trabajan como sustitutos y 589 son de escuelas vacantes (9).

En los inicios del mandato del general Primo de Rivera se realiza una primera convocatoria de oposiciones para aumentar las filas del magisterio nacional, en fecha 28 de enero de 1924 se convocan 520 nuevas plazas, repartidas con equidad para ambos sexos. Su distribución por las nueve categorías de maestros es como sigue:
De la Primera  categoría con sueldo de 8.000 pesetas anuales 6 plazas.
De la Segunda categoría con sueldo de 7.000 pesetas 6 plazas.
De la Tercera categoría con sueldo de 6.000 pesetas 12 plazas.
De la Cuarta categoría con sueldo de 5.000 pesetas 12 plazas.
De la Quinta categoría con sueldo de 4.000 pesetas 24 plazas.
De la Sexta categoría  con sueldo de 3.500 pesetas anuales 48 plazas.
De la Séptima categoría con sueldo de 3.000 pesetas 72 plazas.
De la Octava categoría con sueldo de 2.500 pesetas anuales 140 plazas, y
De la Novena categoría con sueldo de 2.000 pesetas anuales 200 plazas, que completan la cantidad de las 520 plazas de maestros y maestras convocadas.
Posteriormente por la Real Orden de 7 de julio de 1925 y 21 del mismo mes del año siguiente de 1926, se volvieron a crear respectivamente 1.000 y 300 plazas nuevas que engrosarían las filas del Magisterio. Con todo ello, hasta mediados de 1926 desde los inicios de la Dictadura, se crearon un total de 2.820 nuevas plazas de maestros en activo, con lo que se pasa de los 28.924 maestros de 1923 a una cifra cercana a los 31.800 maestros de Escuela Primaria en España.
Poema TU SOLA página 19 de DIFÍCIL AFÁN.
El Anuario Estadístico de España del bienio 1925-1926 nos ofrece una cifra de 31.874 maestros en España durante este curso 1925-26, con lo que esta cifra se aproxima bastante a la deducida de las disposiciones legislativas, que era de orden de 31.740 maestros. Para estas mismas fechas, el total de personas dedicadas al Magisterio en España es de 51.120, de las cuales 1.114 trabajaban en Escuelas Municipales, 18.132 en instituciones privadas de enseñanza, a los que había que añadir los referidos 31. 874 maestros nacionales.

A pesar de tan notable crecimiento que se registra en estos años sobre el incremento del número de maestros, el número de los mismos era totalmente escaso para la tarea a realizar; pues si el número de niños en España de 3 a 14 años era en España de 5.385.570, según el censo de 1910, y dividiendo esa cantidad por grupos de 50 que componían la matricula media por unidad escolar, nos resultaría que para atender a la población escolar de entonces se necesitarían una cantidad de 107.711 maestros para toda España. Resultando que el Ministerio tenía en plantilla a finales de 1924 la cantidad de 30.180 maestros, junto a los 1.000 que crea ese mismo año con un crédito especial, con lo que aún así faltarían 76.180 maestros. Con estos datos se comprueba el déficit de maestros que sufría el país, y esto sin recordar los míseros sueldos que ya hemos tratado. Mientras que en España teníamos tan sólo, en el curso 1924-1925, alrededor de 14 maestros por cada 10.000 habitantes, en Alemania y Francia pasaban de los 30, más del doble, de los de España, e Italia estaba en los 20 maestros por cada 10.000 habitantes.
Libro sobre la Enseñanza Primaria en España, obra de D. Manuel Bartolomé Cossío, de 1915. Cossío con Giner de los Riós y Rubio pusieron en marcha las Misiones Pedagógicas.

Resultaba que aunque Manuel Bartolomé Cossío había denunciado un posible absentismo en la dedicación hacía el magisterio, la realidad posterior a sus palabras no le darían la razón. Una carrera de corto recorrido con posibilidad de un salario fijo, con centros para su formación en casi todas las capitales españoles y la esperanza de mejoras movió a muchos estudiantes a matricularse en las Escuelas de Magisterio que registraron un muy significativo aumento del alumnado: de 16.905 en el curso 23-24 a 36.031 en el 29-30.

La lucha por el sustento, aunque fuera flaco, era una realidad y queda de manifiesto en múltiple documentación. Existen denuncias sin comprobar contra las oposiciones de maestros de Granada en 1926 y es digno de mención que la "línea directa" abierta a instancias del General permitía todo este tipo de reclamaciones  porque, como se comunicaba al Jefe de Secretaría del Ministerio de Instrucción Pública desde la Secretaría de Presidencia, es "deseo expreso del señor Presidente que no se persiga a nadie de los que a él se dirijan denunciándole algún hecho".  Lo que es una muestra espléndida del populismo de Primo de Rivera, de sus intentos de resolución por la tremenda, agarrando al toro del caciquismo por los cuernos. Se pedía investigar las oposiciones de Zaragoza y que fueran anuladas las de Santiago de Compostela, en donde un Tribunal fue sometido a investigación judicial por "prevaricación, cohecho y falsedad". En Barcelona también se hubieron de suspender las oposiciones mientras los concejales de la ciudad pedían la continuación de las pruebas. 
Portada del Boletín de Educación de septiembre de 1935. Cossío fue una personalidad muy implicada en la Educación Primaria en el primer tercio del siglo XX y años siguientes.
Más de competencia profesional y de necesidad de una decente retribución que de afán moralizador (aunque de esto último se disfrace) fue la protesta que, desde Zamora, se hizo sobre "la expulsión  de los maestros jóvenes de las clases de muchachas adolescentes, pues sólo pueden surgir inmoralidades". Más que un estado de libido alterado potencialmente perturbador, era el deseo (no carnal, claro) por cubrir aquella plaza. La denunciante, maestra interina, que adornaba su puritana preocupación con gruesas faltas de ortografía, confirmaba la lucha interna entre las distintas y discriminatorias situaciones, (aunque en este caso la discriminación estuviera más que justificada). Otros maestros se quejaban de que el mayor enemigo del maestro interino era el maestro propietario. En sus cartas de denuncia se quejaban de la situación ruinosa en que se encontraba sus escuelas. Coincidía aquella apreciación con la realizada por el Decano de la Facultad de Medicina de Madrid, doctor Requesens: "Nada más antihigiénico que los edificios donde se da instrucción oficial a los escolares. Son casas insalubres, y la falta de aireación, la ausencia de luz solar y la sobra de suciedad se manifiesta en todas las dependencias".

Fue también una seria preocupación  del momento la lucha contra el analfabetismo. Un país fuerte y regenerado no se podía permitir altas tasas de analfabetismo. 
La alfabetización de la población tuvo un gran avance en este periodo.
También había quien culpaba a los maestros de su zona de la incultura de los niños y de su analfabetismo. A tales consecuencias llegaba el director de El Noroeste Zamorano para quien tanto el Estado como el municipio habían dedicado verdaderos sacrificios con las mejoras de sueldo y con la construcción de casas para maestros y locales confortables como escuelas. La respuesta de los docentes no había correspondido la postura de la Administración porque "resultan inadaptables a las aldeas”.”Los maestros de Sanabria van los lunes a los mercados abandonando la escuela, anticipan las vacaciones y se toman los días de buen tiempo para realizar excursiones cinegéticas y visitas a otros compañeros." La Inspección de Enseñanza no hacía nada ante tales desmanes y algunos maestros como el de Riego de Lomba "factotum del gremio y antiguo político que lleva más de cinco años sin dar clase por no reunir condiciones el local y no desear él que jamás las reúna", parecían acaparar las condiciones requeridas para condenar al analfabetismo a quienes cayeran en sus manos.
Aunque no era esta zona de España la región más preocupante en cuanto a la tasa de analfabetismo: "Si analizamos el analfabetismo por provincias se observa que se mantiene la tónica general. Son las regiones andaluzas y la manchega las más afectadas junto a las grandes capitales como Madrid, que ven aumentados sus índices tanto por el crecimiento vegetativo como por los trasvases de población, que en el resto de las provincias disminuyen progresivamente"
En Andalucía y como respuesta a un folleto enviado por el Inspector Jefe de Enseñanza de Cádiz se veía la solución en disposiciones legales que ampliaran los beneficios concedidos a otras zonas, como el Valle de Arán. Se especulaba con la creación en Andalucía de maestros y escuelas ambulantes "llevar la enseñanza a todas partes in aumento de gasto en el presupuesto" Y lo que aún era más loable, la organización de una enseñanza post-escolar que "llene el vacío entre la escuela y el cuartel" Maestros y curas rurales, colaboradores estos últimos de los docentes, percibirían unos complementos que levantaban la cifra a una cantidad total de ocho millones de pesetas. Para compensar tal gasto se pensó en que los municipios corrieran con el material de los centros cuyo monto venía a suponer cantidades similares a las que se iban a distraer con la enseñanza de adultos.
DIFÍCIL AFÁN. Libro de Poemas  de Antonio Prados Ledesma, publicado en 1986.
Deseos de buena administración obligaban al gobierno a pensar "el que sea de cuenta de los pueblos el material porque es una medida de buen gobierno, no sólo porque une más la escuela al pueblo, sino porque sería una acción moralizadora que evitaría que los mercaderes que están en los atrios del templo de la enseñanza, se llevaran una gran parte de esta partida del Presupuesto". Tal medida, propuesta por el Director General de Enseñanza Primaria manifestaba una buena dosis de astucia: gastando lo mismo se tenía más, y se evitaba que el reparto de fondos de material, al no ser mandado por el Estado, sino por los Ayuntamientos, estuviera más controlado.

Personas que ofrecían su desinteresado estudio de la problemática ponían una nota de humor en tan arduo problema. Al lado de la conducta ejemplar, caritativa y social que algunas órdenes religiosas cumplían o de las evidentes innovaciones de otras como Las Escuelas del Ave María, era el escarmiento y las leyes duras quienes podían acabar o mitigar el analfabetismo existente. Así opinaba el Capellán de la Prisión de Palencia: "Ya que fallan los medios dispuestos por el Estado" proponía el sorteo de los quintos analfabetos para África, y tenerlos un año más en sus destinos bien titulados para que nadie se llamara a engaño como "Regimientos de Analfabetos" para que lograran la necesaria instrucción (Eso es caridad y lo demás tonterías). Llegado el momento de entrar en quintas, les sería exigido a los mozos un certificado expedido por el maestro para conocer su nivel de alfabetización y se impondrían severas penas a los padres de los analfabetos consistentes en el aumento de las contribuciones, la privación del voto y la negativa a la concesión del pasaporte. Se confeccionarían unos certificados de aptitud ciudadana. Los casos imposibles, los irrecuperables, tenían también solución: A " Los vagos conocidos como "gitanos", se les imposibilitaría el mercar”. 
La lucha contra el analfabetismo obtuvo excelentes resultados, para Ben Ami: "El descenso total en la tasa del analfabetismo en los años veinte, fue la más alta del siglo hasta los años sesenta: 8,7% para hombres y 9,15% para las mujeres".


En el año 1927, año en que inicia Don Antonio Prados Ledesma su trabajo como interino en Higuera de Arjona, entra en vigor el presupuesto extraordinario creado por el gobierno del General Miguel Primo de Rivera, con objeto de hacer frente a su política expansiva de creación de escuelas, al tiempo de poder presentar en los presupuestos ordinarios del Estado un superávit, sin duda ficticio; por lo que pensamos que quizás fuese esta la razón decisiva del desfonde económico y político iniciado a partir de los últimos meses del año 1928. Pensamos que este asunto tan importante del tema económico fue decisivo para la suerte de la Dictadura de Primo de Rivera. Este nuevo régimen que nació a la sombra de una buena situación económica, se sirve de la misma durante su primera parte de su mandato, pero cuando la situación económica se tambalea, el gobierno dictatorial cae de forma estrepitosa.


De la consignación de 200 millones de pesetas que se hacen en los presupuestos para el Ministerio de Instrucción Pública, de ellos un 50%, es decir 100 millones se dedican a la construcción de nuevos edificios escolares. Con tal aumento en el número de escuelas, surge la necesidad imperiosa de la creación de nuevos maestros encargados de regentar dichas escuelas. En este sentido por la Real Orden de 20 de julio de 1928, se convocan unas oposiciones para cubrir 2.200 plazas de maestros y 800 de maestras del primer escalafón, con un sueldo anual de 3.000 pesetas. Los ejercicios de esta oposición estaban divididos en dos partes de varias pruebas cada una, se celebraron en septiembre de 1928, con lo que en el inicio del curso 1928-1929 se podrían contar con una cantidad de 35.000 maestros aproximadamente, si contamos los ya referidos 31.784 existentes en el curso 1925-26, más las 3.000 nuevas plazas; pero la cifra real de maestros disponibles para satisfacer las necesidades escolares del año académico 1928-1929 era sólo de 33.318 maestros.

La clara razón de este desfase fue una vez más el efecto de una mala política aplicada por el Ministerio de Instrucción Pública, que da una cifra de tan sólo 1.197 maestros aprobados y 215 maestras, de los más de 12.000 aspirantes presentados a la convocatoria de oposición. Según los tribunales, sólo estos superaban la puntuación necesaria de las dos partes de la oposición. Las protestas de los maestros no seleccionados no se hicieron esperar, tachando de fraudulento el sistema de oposición ensayado, aunque la Dictadura se mantiene firme su postura respecto a los no aprobados. Pero su malestar no tardaría mucho tiempo en quedar superado y las aspiraciones de los no aprobados se vieron colmadas una vez que fue derrocado el gobierno de Primo de Rivera, con varias repescas de suspensos en la prueba inicial, dando entrada a suspendidos en el segundo ejercicio y en otras posteriores en que fueron entrando los suspensos.
La presencia del maestro poeta Don Antonio Prados Ledesma como maestro interino durante los cursos 1927-1928; 1928-1929 y 1929-1930 en Higuera de Arjona los pasaría en todo el ir y venir de sus exámenes y de su esperanza de conseguir una plaza de Maestro de Escuela en propiedad, en los exámenes de oposiciones celebrados en Septiembre de 1928. Tal como acabamos de decir, en fecha 23 de ayo de 1930 se ordena la formación de unas segundas listas con aquellos opositores que habían aprobado solamente dos de los ejercicios de la segunda parte de la oposición, conformándose con ello un incremento de aprobados de 821 maestros y 1.118 maestras más; y con otra Real Orden de fecha 5 de septiembre de ese mismo año 1930, se vuelve a bajar el listón a los que habían superado un solo ejercicio para obtener el derecho  a la plaza de oposición, con lo que volvieron a entrar 1.422 maestros y 997 maestras nuevos. Finalmente el 6 de abril de 1931, ante las reiteradas protestas  de los maestros suspendidos se confeccionan nuevas listas con los datos de todos los restantes aspirantes y se les convoca a repetir los ejercicios.
Gobierno de la República. Foto Agencia Meurisse, Biblioteca Nacional de Francia.
Proclamada la República se hace frente al problema por el Decreto de 24 de julio de 1931, por el que se hace pública la decisión de visitar a los maestros aprobados en posteriores convocatorias, para “in situ” ratificar o no su nombramiento; además, se convocan unos cursillos para los opositores no incluidos en ninguna lista y unas pruebas eliminatorias, con el objeto de juzgar sus capacidades como profesional de la enseñanza primaria (10).

Hemos visto que fruto del aumento de las plantillas de maestros en estos años de la Dictadura de Primo de Rivera, el ascenso del número de profesionales dedicados al Magisterio Primario podía calificarse de muy notable, con relación a los gobiernos de los años anteriores a la Dictadura primoriverista. Si en 1920 había 27.500 maestros, lo que suponía un 12,88 por cada 10.000 habitantes, tres años después, se incorporan al cuerpo 1.424 maestros más; sin embargo a finales del año 1929 constatamos una cifra de 33.980 maestros, es decir un 15,5 maestros por cada 10.000 habitantes, con lo que el aumento de maestros en tiempo de la Dictadura es más que evidente.


El incremento del número de maestros se comprueba si repasamos la situación de la que se partía:

En el curso 1920-21 el número total de maestros sin distinción por grupos de sexo era de un porcentaje del 12,88 por cada 10.000 habitantes.
En el curso 1922-23 el número de maestros era de 28.924 de ellos 15.359 maestros y 13.565 maestras, lo que arroja un porcentaje de un 13,17 por cada 10.000 habitantes.
En el curso 1925-26 el número de maestros era de 31.874 de ellos 17.105 varones y 14.769 hembras, lo que suponía un porcentaje de maestros de un 14,16 por cada 10.000 habitantes.
En el curso 1928-29 el número de maestros era de 33.318, siendo 17.891 maestros y 15.621 maestras resultando un índice de maestros de 15,26 por cada 10.000 habitantes del país.

En la Dictadura de Primo de Rivera y dada la preocupación por la expansión material de la enseñanza y el incremento de gasto en el sistema educativo, eso si en detrimento de la calidad del mismo, a todas luces necesaria, con unos planes de formación del magisterio donde primaba una política educativa, en la que para la selección del profesional  se intentaba combinar la formación cultural, lo que entendemos como los saberes necesarios para enseñar, con la capacidad pedagógica del mismo o sea lo relativo al saber enseñar lo que se sabe. Eran esta unas necesidades no satisfechas en la realidad escolar, que por lo tanto precisaban de una renovación profunda en la formación del maestro.

Durante esta época primoriverista hubo una preocupación, al menos en el plano teórico, por dar solución al tema latente de la formación del Magisterio español, con tal fin se creó el Instituto de Pedagogía, que como institución será una escuela primaria, otra secundaria y una de enseñanza especial, asignándose a algún centro oficial existente, como el Museo Pedagógico o Junta para Ampliación de Estudios, con la idea de reducir gastos, con escasos frutos y la insistente petición también de cátedras universitarias que vinieran a unirse con la única existente regentada por M. B. Cossío; y el nacimiento de una Facultad de Pedagogía, que fuese la encargada de la formación de los maestros y de la investigación científico- pedagógica.

La formación de los maestros en este periodo primoriverista siguió dependiendo mayoritariamente de las Escuelas Normales de Magisterio, fundadas en 1839 y de la Escuela de Estudios Superiores del Magisterio, creada en 1907. Pero lo cierto era que las Escuelas Normales de la Dictadura estuvieron sumidas en un quietismo exacerbado, con un plan de estudios que precisaba una reforma profunda, en bien de una adecuada preparación profesional y de un alumnado, que aunque va incrementando su número a lo largo del gobierno primoriverista, se mostraba completamente conformista con el nivel cultural recibido.
D. Manuel Bartolomé Cossío. Foto de Pepa Martínez.
El propio don Manuel B. Cossío dice al respecto: Demos a todos los maestros una misma educación profesional, dentro o fuera de la universidad, pero universitaria como en algunos países, Alemania y Estados Unidos sobre todo, comienza ya a hacerse. Y mientras esto no suceda, mientras no dignifiquemos la profesión y desaparezcan las categorías del profesorado, que imponen un maestro primario una capitis diminutio y lo condenan a servidumbre de cuerpo y espíritu, no tendremos verdaderas escuelas ni conoceremos al país ni la humanidad que todos anhelamos” (11).
Las misiones pedagógicas recorren el país llevando cultura a los pueblos más elejados. Foto de Pepa Martínez.
A pesar de las criticas recibidas y de las protestas de los maestros, el plan de estudios de Magisterio siguió vigente durante los siete años de gobierno primoriverista, con las nocivas consecuencias para el Magisterio. Unas Escuelas de Magisterio que ve incrementado por dos su alumnado en la década de los años veinte, a raíz de la rama expansiva que tiene la creación de nuevas escuelas. Aunque hubo un notable crecimiento en el número de varones que estudiaban magisterio, el verdadero incremento de  los estudios de Magisterio se produjo en las mujeres, hasta el punto que ya en esa época las Escuelas de Magisterio seguían siendo mayoritariamente ocupadas por mujeres en sus estudios, que guiadas por el carácter general de la cultura que se ofertaba, y la formación que les brindaba para algunas tareas propiamente femeninas, como las que se impartían en las escuelas de maestras, eran objeto de su interés más directo en esta formación, aunque muchas de ellas después no ejerciesen por condicionamientos personales, o porque tampoco era una meta compensatoria ante las dificultades económicas que sufrían por los sueldos bajos recibidos. Esto se comprueba a la hora de analizar las maestras en ejercicio que ocupaban escuelas, pues a la hora de ejercer había un equilibrio entre los dos sexos, a pesar de ser las maestras las que llenaban las Escuelas de Magisterio; lo que de alguna forma prueba el desprestigio social de los estudios de Magisterio en la época.
 
Mapa de Europa de la época.
La figura del maestro no participó de la ola de prosperidad económica que se dio en el periodo de la Dictadura de Primo de Rivera, a nivel general en todo el país, pues no sólo continuaron sus penurias salariales, sino que no supo encauzarse la solución definitiva de sus amplia problemática profesional. La miseria de su nivel retributivo, el carácter enciclopédico de su formación, no fue sustituida por una adecuada preparación, y la falta de reconocimiento social sobre la importancia de su labor educadora eran otros de los déficits que se dieron dentro del periodo histórico del primoriverismo.
Ubicación de Morás localidad lucense de primer destino definitivo de D. Antonio Prados Ledesma.
Aprobadas las oposiciones durante sus años de servicio en Higuera de Arjona en el periodo de tiempo trascurrido entre 1927 y 1930. Dos cursos después fue destinado a la escuela de la Aldea de Abaixo, en la localidad lucense de Morás (“quiero volver a Morás / para oír el viento norte / y oler el yodo del mar […] / Y morir entre vosotros, / poeta de lunas blancas, / y olas verdes en los ojos”), donde se incorporó en 1931 (“nacido en el Campo de Calatrava, antaño monjes y soldados, y hoy labradores y bodegueros, abejas y molinos en los pardos alcores, y trasplantado, después, a tierras jiennenses […], llegué a Galicia tras unas oposiciones felices […] Yo traía en los ojos una acuarela luminosa de pámpanos y olivos, de pueblos relampagueantes y cielos purísimos”).
Vista general del núcleo urbano de Vivero a comienzos del siglo XX.
Ría de Viveiro.

Puerto de Viveiro.

Playa de Viveiro.

Panorámica de Viveiro.

Nocturna de Viveiro.

En Galicia se asentó para siempre, tras conocer a Remedios Durán Domínguez (1916-2005), compañera de indiscutible importancia en su vida y en su obra, con quien contrajo matrimonio en 1933:



Y ella vino a mi vida. ¿Qué me importa el dolor,
ni las horas amargas, ni el oscuro destino?
¿Qué me importa ya nada? Tú me diste, Señor,
esta hermana entrañable para andar el camino
  
A Remedios, su amada esposa, dedico Sueño de Oro:



Oro tibio de tus manos.

Oro suave de tu pelo.

Oro en las nubes perdidas.

Oro en los lirios abiertos.



Oro en tu voz violeta.

Oro de tus ojos bellos.

Oro dormido en la rosa

Mariposa de tu cuerpo.



Toda tú oro, oro puro.

Trinos de oro y oro el cielo.

Cascadas de oro tus risas.

Oro tus brazos morenos.



Oro del sol. Oro ardiente

De tu sueño y de mis sueños.

Oro de tus labios rojos.

Oro de tus besos lentos.



Oro de la noche invicta

Florida de azul y adelfas.



Veinte margaritas de oro

Peinaban oro en el huerto.

(Alada Voz, página 8)
Emplazamiento de Viveiro en su ría.
Vivero (Viveiro) mapa topográfico de su término municipal.
Mapa de la Ría de Viveiro tomado de Google.
Prados ejerció el magisterio en Morás desde marzo de 1931 hasta agosto de 1949, año en el que se trasladó voluntariamente a Vivero (hoy Viveiro) para incorporarse al Grupo Escolar Pastor Díaz, colegio en el que desarrolló su trabajo durante cinco lustros, veinticinco años pasados allí hasta su jubilación en 1975, y del que fue director por espacio de seis años. D. Antonio Prados Ledesma falleció el 29 de agosto de 1996. En su Autorretrato se dibuja así:


AUTORRETRATO:
No soy nadie ni nada. ¡Oh, los pobres artistas!
Solo un triste que marcha cara al cielo en la sombra.
Un enfermo de estrellas, a quien ya nadie nombra,
sumido en su locura de engarzar amatistas.

Un soñador de adelfas, venal y trotamundos,
ungido por la mano de todos los dolores.
Un hijo de la nada, que va regando flores
y místicos berilos con sus ojos profundos.

No, nada. Eso. Un ente tristón y franciscano,
de aladares nevados y de sonrisa estoica,
con un corazón de oro y un alma casi heroica,
a flor de piel, que arrastra su tedio de la mano.

¿Qué importa que me salgan los canes al ejido
Gruñéndome y husmeen mis raídos harapos?
Yo llevo como un manto real mis pobres trapos,
Empapados de niebla, de distancia y de olvido.

Ni envidio, ni me envidian. Yo sigo mi sendero
de tules y de rosas, bajo la luna escueta,
siempre fiel a mi eterna locura de poeta
que viste de magnolias y tul su estercolero.

Y una tarde sin nombre de un día impresentido,
la muerte, nuestra madre, me dirá dulcemente:
-Ven, hermano. Ya es hora. Y me iré quedamente,
Sin angustia, sin prisa, lo mismo que he vivido.
(Alada voz: Autorretrato, página 3) 
Viveiro y su ría, foto de Manuel Fouce.
Viveiro , calle del centro.
Casas típìcas de Viveiro.
Casco histórico de Viveiro.
Convento de Viveiro.
Arcada del patio del Convento de Viveiro.
CUANDO MUERA

Cuando muera,

enterradme en el huerto.
 
 Entre las rosas rojas
y los verdes enebros.

En la tierra sencilla
De los viejos recuerdos,
Entre lirios y plumas
Y celestes dondiegos.

En el rincón dormido
de mis pálidos versos.
Donde el agua es un canto
 y los chopos un rezo.

Allí estaré más blanco,
más humilde, más quieto,
con los ojos cerrados
y un rosario en los dedos.

Enterradme en el huerto.

Bajo la sombra virgen
Seda y luz, del cerezo.
Donde besan las juncias
hontanares sin sueño.

Seré ya polvo. Tierra
Pensante. Solo un muerto,
Una sombra que siente
florecerle los huesos.

Enterradme en el huerto.

Sin angustia, sin llanto,
Sin crespones, sin trenos.
Una cruz y una losa.
Nada más. Y el silencio.

(Alada voz, página 47)
En el año 1945 cuando Prados Ledesma se trasladó a Viveiro, tendría algo menos de 13.930 habitantes, que tenía en 1940.
Una ocasión más perdida para haber homenajeado a este buen hombre de escuela que comenzó a trabajar enseñando a nuestros niños allá por los lejanos años del año 1927. Estamos seguros que un personaje así debió dejar su impronta profesional y poética en algunos de sus alumnos de Higuera de Arjona, pero por desgracia hasta el momento no conocemos a ningún alumno suyo de los muchos que estuvieron con él y después con nosotros.
Un reconocimiento que si recibió en Viveiro, población que en octubre de ese mismo año de 1996, el pleno de la corporación municipal acordó concederle, a título póstumo y por unanimidad, la medalla de honor de la ciudad de Viveiro. La misma corporación municipal instituyó en 1998 un premio poético que lleva su nombre (Premio de Poesía “Antonio Prados Ledesma” do Concello de Viveiro). A su vez, el 4 de julio de 1998 se le dedicó una calle en Moral de Calatrava, su localidad natal, como homenaje póstumo, acto al que asistió su viuda, Remedios Durán.
Viveiro, rocas llamadas "Os Castelos".
Costa de Viveiro.

Desembocadura del Río Landro en Viveiro.
Poema al Río Landro.

Según testimonio de su esposa Dª Remedios Durán, aquel joven Antonio Prados Ledesma publicó por primera vez en un diario de Puertollano, probablemente “El Defensor”, fundado en 1920, y colaboró también en “Vida Manchega” (“Diario de información”), publicado en Ciudad Real y continuador desde 1920 hasta 1932 de la llamada “Revista regional ilustrada”. De esta publicación fue “corresponsal literario” en Higuera de Arjona (Jaén). Sin embargo, el mayor número de contribuciones periódicas de Prados corresponde al diario “El Pueblo Manchego”, fundado en 1911, adquirido en 1924 por la Editorial Calatrava y puesto al servicio de la C.E.D.A. de Gil Robles a partir de 1932. Sus colaboraciones en este medio fueron de índole diversa: algunas las envió como corresponsal ocasional en Moral de Calatrava (noticias, programas de las fiestas moraleñas, bases y premios de los “Juegos Florales”), otras son artículos de opinión que tratan de cuestiones relativas al magisterio y a la escuela (así, por ejemplo, alaba la idea de fundar en Moral un centro de 1ª y 2ª enseñanza para hacer accesible la cultura a los hijos de familias humildes, dado que “sus medios económicos no pueden permitirles los gastos extraordinarios que lleva consigo una carrera fuera de la población, porque se ven en la imposibilidad de dotarlos de un título académico (…) y, en general, porque el desenvolvimiento de Moral de Calatrava está restringido, amodorrado y atrofiado”) o que manifiestan su ideología, confesionalmente católica y derechista desde el punto de vista político; por último, otras colaboraciones son textos propiamente literarios, tanto en prosa como en verso (por ejemplo, “Guirnaldas a la Virgen [de la Sierra]”, en “…Pasar sencillamente con un verso en los labios…”, páginas: 579-581). 
Finalmente, en lo que a publicaciones manchegas se refiere, es posible que colaborara en Calatrava, un “periódico quincenal independiente”, editado en Moral a partir de noviembre de 1928 hasta, al menos, febrero de 1929, que tenía la redacción en la calle Agustín Salido, nº 5.
Poema AGUA QUE HUYE en pagína 15 de ALADA VOZ.
Prados colaboró igualmente en diversos medios publicados en Andalucía. Cabe citar, en este apartado, las siguientes publicaciones: “Patria”, periódico trisemanal editado en Jaén entre 1927 y 1929; “La Publicidad” (1881-1936), diario granadino de ideología republicana; “Arjona”, “periódico quincenal independiente”, editado en el municipio jiennense del mismo nombre, en el que publicó “Más allá del destino”, texto reproducido en apéndice en …Pasar sencillamente con un verso en los labios… (Páginas: 672-673), y, por último, en “El Ideal”, fundado en Granada en 1932 y vinculado a la C.E.D.A. (12)
En Andalucía con la persistencia económica agraria, con un 65% de la población activa concentrada en el sector primario, se imposibilitó elevar la capacidad adquisitiva de los andaluces. Este tipo de economía agraria tuvo efectos muy negativos sobre la culminación del proceso de industrialización en la comunidad y la posterior acometida de la segunda fase de la industrialización en torno al papel de la tecnología, la extensión del sistema fabril, el aumento de la productividad y la consolidación de los núcleos monopolísticos industriales, tan refractarios hacia esa confianza ingenua y primigenia de la ley de la oferta y la demanda. Fracasó así la posibilidad de desarrollar una clase comercial y financiera fuerte. En su lugar se perpetuaba una burguesía agraria, aliada con la aristocracia terrateniente residual todavía del antiguo régimen, que estaba deseosa de asegurar su permanencia en el poder, ante el peligroso empuje de los nacientes movimientos obreros, con una necesidad casi imperiosa de distinguirse socialmente de la población rural e industrial, y muy vinculada por necesidad con el poder político de línea conservadora sin fisuras, a través de las cuales se pudiese crear un espacio social más amplio y diversificado donde ensanchar los límites de la cuota de andaluces participes en la política nacional.
Poema PLEAMAR página 65 de ALADA VOZ.

Muy vinculadas al régimen restaurador con altos niveles de clientelismo y facilismo, las actitudes de la sociedad andaluza quedaban subordinadas a una burguesía significativamente conservadora, y más preocupada por consolidar el poder que en acometer las reformas políticas y económicas para modernizar y democratizar el liberalismo español, deshaciéndose de los próceres locales que maquillaban una realidad social hondamente polarizada y definida por el analfabetismo, la desmovilización de los núcleos rurales, y la consolidación de unas élites conectadas con la oligarquía económica y financiera representada en Andalucía por las familias de notables como la familia Abril y León o el Marqués de Acapulco en Jaén, los Rosales o Carrillo en Granada o los Benjumea o los Ybarra en Sevilla.



Así pues la Restauración representó para el periodismo en Andalucía la pervivencia de las viejas concepciones de la prensa como arma de la lucha ideológica y política. La actividad periodística se disponía al servicio de los grandes partidos consolidados en la estabilidad de turno conservador o liberal, cada uno de cuyos partidos va a ofrecer, incluso la edición de varios títulos de cabecera periodística en la misma ciudad, con el objeto de constituir con dichas cabeceras de los diarios sus mejores efectivos de propaganda política. Se pretendía instruir a las élites sociales y administrativas en la parcialidad política de cuyo lado debían posicionarse si querían asegurar un sistema de relaciones económicas y sociales altamente sospechosas para ellas, sobre todo cuando ya se empezaban a advertir las amenazas de las clases proletarias andaluzas. Los periódicos andaluces eran voceros de los intereses particulares de las familias de poder en los núcleos urbanos y rurales, sobre los que se extendía una práctica caciquil y de fraudes electorales, para así no modificar ni un ápice en círculo de poder endogámico de los más favorecidos de los pueblos con redes de favores clientelares y familismo político muy al uso.
Poema SOLEDAD página 140 de ALADA VOZ.
Desde la lucha contra los franceses al largo proceso de la revolución liberal y al conflicto entre liberales y absolutistas, la prensa tuvo un papel esencial en la vida ciudadana, creando opinión pública y siendo cauce y portavoz de ésta. Prensa y púlpito fueron las dos tribunas principales del gran debate ideológico del siglo. Limitada la primera al ámbito urbano y a los sectores más instruidos de la emergente burguesía; dominando el segundo las extensas áreas rurales y sectores muy amplios tanto de las clases acomodadas como de las populares.

En Jaén los periódicos “El Norte andaluz” y “El Combate” (carlistas), “El Conservador” y “La Regeneración” (conservadores canovistas, pero más prolíficas las cabeceras representativas de la facción romerista), “El Liberal de Jaén” (liberal), y “El Jaén Federal” (republicano) fueron publicaciones de este tiempo.

Esta dependencia política de la prensa, además de por las razones económicas, tenía el condicionante, de que su dependencia era ineludible en un sistema representativo, carente de respeto hacia la voluntad de sus electores, momento en que también era obligado recurrir a la prensa como argamasa entre los seguidores de un partido, a los que el acto de lectura de su cabecera configuraba como integrantes de una determinada corriente, supliendo con ello el compromiso de los ciudadanos con sus representantes, o mejor guías políticos, y la autentica participación de estos en los resortes del poder. Muchos de los diarios no podían eludir la falta de estabilidad a la que se veían abocados con frecuencia por su dependencia de las subvenciones estatales, o los donativos de ciertas personalidades que habían recurrido a la prensa; dándose con frecuencia el hecho de que por esta razón los títulos de los mismos periódicos eran enormemente fugaces, al estar asociados al encumbramiento político y el posterior ocaso de ciertos políticos, que abanderaban su propia facción dentro del partido. En mucha peor situación se veían muchas publicaciones no diarias de ciertos grupos minoritarios, que debido a su falta de fortaleza en el terreno de la política, no podían articular publicaciones diarias con las que estar presentes en el espacio político de sus simpatizantes para los lectores de esta época. Estas tendencias políticas minoristas no disponían de recursos para poder acometer la publicación diaria de un periódico, por lo que con frecuencia debieron ser enormemente creativos y prolíficos para así poder contrarrestar su debilidad y captar adeptos con una prensa menor, pero no por ello menos variopinta y sugestiva.
La prensa independiente, ajena al impulso político, pagó por esta razón su decadencia y posterior extinción por tratar de escapar a la parcialidad política para insertarse en una dinámica que pudiera conseguir hacer de la empresa periodística un negocio rentable, como intentó en esa época ser el diario El Ideal de Jaén en la capital.

Como prensa religiosa, ausente hasta entonces del panorama periodístico linarense, pero también pedagógica hay que destacar la publicación a partir de 1913 del Boletín de la Academia de Santa Teresa de Jesús, primera revista de la Institución Teresiana. Comienza el 5 de octubre y cesa el 27 de junio de 1915, tras lanzar 91 números, aunque conocerá nueva etapa en la capital provincial; publicación semanal, que ofrece el interés de los datos sobre los primeros tiempos de la Institución y los artículos del Padre Pedro Poveda. En el mismo 1915 en que desaparece dicho boletín, nace, inicialmente con carácter mensual, Fides, revista católica que hasta 1926, cuando se traslada a Baeza, redacta el párroco Francisco Martínez Baena.
Anuncio de  la llegada de Primo de Rivera al Gobierno en 1923 en Madrid. Foto del Archivo Alemán.
En septiembre de 1923, cuando el golpe militar incruento de Primo de Rivera inicia una dictadura que durará casi los siete años, contabiliza la ciudad de Jaén un único diario,  “El Pueblo Católico”, situado en la extrema derecha del abanico ideológico del momento, el integrismo, y tres periódicos alternos, es decir, con tres salidas a la semana: “La Regeneración”, que ha venido siendo órgano del partido conservador y no se sitúa ideológicamente muy lejos del diario, periódico además que pasará a apoyar sin miramientos al nuevo régimen. El periódico la Regeneración, órgano del partido liberal contó con la personalidad y el bolsillo de José Prado y Palacio, se mantuvo hasta 1926. Fue el segundo periódico en importancia en el periodo de la Regeneración democrática, el órgano conservador que redactaba Alfredo Cazaban Laguna, fue presto defensor moderado del nuevo régimen. Como publicación trisemanal mantiene un tono aburrido y servil, sin embargo, la muerte en Febrero de 1926 del Marqués del Rincón de San Ildefonso, el político José Prado y Palacio, que lo financiaba, conllevó su extinción, en diciembre de ese año, tras 30 años juntos de publicación. Desaparecido el cacique y en hibernación el Partido Conservador, el periódico, sin duda poco rentable, tenía escaso sentido de permanencia, eso si quedará la imprenta en que se realizaba su impresión, que mantiene el nombre del periódico y aún sigue existiendo en nuestros días.
Otro periódico publicado en Jaén era “La Voz Liberal”, órgano del antiguo partido fusionista, más cauto ante la Dictadura, que se extinguirá pronto, y el terceto publicado fue “El Liberal de Jaén”, más independiente, que se edita en Madrid y que en estos años tiene ya una influencia bien escasa en la ciudad.

En Jaén solo hallamos un diario en 1923, “El Pueblo Católico”, diario integrista nacido como bisemanario (dos publicaciones a la semana) en 1893. “El Pueblo Católico” fue publicado como diario desde el año 1909, estaba dirigido entonces por Francisco de Paula Ureña, adoptando una postura crítica con la Dictadura. En el año 1924 diferentes sectores profesionales de la ciudad promueven la fundación del “Norte Andaluz”, que no llegó a consolidarse, editándose como diario apenas un trimestre, sólo los meses de entre abril y julio, y como bisemanario hasta finales del año 1926. Durante el régimen de la Dictadura se publicaron en la capital jiennense varios semanarios. Si al iniciarse el régimen sucumben el romanonista “La Voz Liberal” y “Claridades”, afecto a Alcalá Zamora, se mantuvo “La Regeneración”, trisemanario del partido conservador, que ante la muerte de su financiador, el político José Prado y Palacio en 1926, desaparece.


“El Pueblo Católico” seguirá publicándose, prácticamente como único diario, durante todo este período. Solo una breve sombra en siete años: “Norte Andaluz”, un intento de diario independiente y apolítico. En efecto, en enero de 1924 “La Regeneración” informaba de las gestiones que se estaban realizando para la salida en la ciudad de un diario de la mañana de carácter independiente y afirmaba que se habían recaudado ya 12.000 pesetas en acciones. El diario surge en abril de 1924 como matutino y entre sus promotores veremos gente muy heterogénea: Francisco Cruz Salido o Juan Lamoneda Fernández ambos socialistas; Luís González López o Ismael Medina Pinilla, inequívocamente derechistas. Lo dirige primeramente un catedrático del Instituto local, José María Martínez Jiménez, luego lo hará Antonio Alcalá Venceslada (Andújar, 1883-Jaén, 1955). Intento efímero. No llegará a los tres meses como diario y en julio sus promotores tendrán que conformarse con editarlo bisemanalmente; como bisemanario seguía en diciembre de 1926, pero moría al poco. Cuando el periódico aparece en abril contabiliza una redacción numerosa, once personas, que ante el fracaso que supone el intento pronto queda en cuadro. Colaboró habitualmente en sus páginas Juan Campos Gutiérrez (Jaén, 1876-¿1930?), una de las firmas más habituales en las secciones humorísticas de los periódicos jiennenses moderados entre 1910 y 1930.

Escuela del año 1905.

El segundo periódico en importancia en el período es “La Regeneración”, el órgano conservador que redacta Alfredo Cazabán Laguna, pronto moderado defensor del nuevo régimen primoriverista. El trisemanario mantiene su tono aburrido y servil; sin embargo, la muerte en febrero de 1926 del Marqués del Rincón de San Ildefonso, el político José Prado y Palacio, que lo financia, conlleva su extinción, en diciembre de ese año, tras 30 años justos de publicación. Desaparecido el cacique y en hibernación el Partido Conservador, el periódico, sin duda poco rentable, tiene escaso sentido, quedará la imprenta en que se realiza, que mantiene el nombre del periódico y sigue existiendo en nuestros días. La personalidad y el bolsillo de José Prado y Palacio posibilitan el mantenimiento hasta 1926 de La Regeneración, el órgano del Partido Liberal.
Condiciones del Contrato de maestras del año 1923.
La Unión Patriótica fue un partido político creado por el dictador Primo de Rivera como una asociación de ciudadanos, integrada por toda la sociedad y que sustituiría a  los partidos tradicionales a los que consideraba corruptos. En el origen de la Unión Patriótica estaría la idea de un partido cívico que Ángel Herrera Oria lanzó en la prensa en el año 1923 con el fin de regenerar la vida política. En el año 1924, Primo de Rivera hizo un llamamiento a todos los “patriotas” para congregarse en un nuevo partido. En el mes de abril se fundaba la Unión Patriótica. El mecanismo que puso en marcha la formación partió de unas instrucciones a las autoridades militares para la creación de comités en toda la geografía española. Pero la guerra de Marruecos frenó, por el momento, el proceso de consolidación del partido.
Logotipo del Partido Unión Patriótica, año 1923. 
Primo de Rivera buscaba con la creación de la Unión Patriótica, entre otras iniciativas de la segunda época de su Dictadura, la institucionalización de su régimen. Para ello necesitaba un partido político que debía funcionar como único en el sistema, aunque no podamos definir ni al partido, ni al régimen que deseaba formular, como totalitario. Al final, el partido sería muy personalista y estrechamente vinculado con el dictador, y no pudo sobrevivirle. Se afirmaba que no era un partido político, quizás por el rechazo a los partidos  que tenía el dictador, sino una "agrupación de españoles"; se justifica el golpe de estado de 1923, siendo uno de los objetivos del partido único el apoyo al líder y el mantenimiento del régimen primorriverista; y finalmente se aprecia su ideología conservadora y algo ambigua, al recalcarse como elementos básicos la defensa de la unidad de la patria tanto de enemigos interiores (comunistas, anarquistas, nacionalistas, estudiantes, intelectuales) como exteriores (rebeldes rifeños africanos).
Sede del Partido Unión Patriótica en Valencia.
Su ideología nunca estuvo muy estructurada. Por un lado, hundía sus raíces en cierto regeneracionismo pero, por otro lado muchos de sus miembros eran o habían sido caciques en una evidente contradicción con lo que pretendía. En el seno de la formación política había mucho de conservadurismo, del nuevo corporativismo, un marcado carácter antiparlamentario, autoritario y muchas tentaciones fascistas. En realidad, la Unión Patriótica fue un instrumento de promoción para ser cacique: se sustituyeron unos por otros. Por otro lado, conviene recordar que tampoco se terminaron de liquidar los antiguos partidos políticos.

Fue un partido oportunista, ligado al mantenimiento del régimen del dictador y a la personalidad de su líder, pero careció del apoyo social que le permitiera sobrevivir cuando el régimen primorriverista desapareció en el año 1930.
Tenía como prioridad hacer propaganda de la imagen del dictador y difundir una ideología conservadora y católica. Igualmente rechazaba la democracia liberal, defendía un sistema corporativista de organización social y se declaraba partidario de un nacionalismo español antirregionalista. En su mayoría los miembros de la U.P. procedían de la burguesía agrícola, y dirigentes de organizaciones católicas, pero también de antiguos miembros de los partidos dinásticos e incluso algunos carlistas. Incorporó a sus filas a antiguos caciques que vieron en su presencia en el partido la manera de seguir aferrados al poder, a pesar de que uno de los supuestos objetivos del régimen dictatorial fuese acabar con el caciquismo. El Partido U.P. llegó a tener un millón de afiliados en su mejor momento, cifra nada desdeñable, pero solamente un minoría se integró por genuinas razones ideológicas. Muchos de sus miembros eran funcionarios o militares que se afiliaron para proteger o medrar en sus trabajos o carreras. También hubo un sector de campesinos y pequeños comerciantes que pretendían defender sus medios de vida.
La Dictadura y su partido, la Unión Patriótica, tendrán en la provincia órganos puramente locales de cierta significación. Ya hemos visto que lanza en Jaén “Patria” y en Linares “Diario Regional”, además de reconvertir el diario ubetense “La Provincia”. (13) 
En el año 1927 la Unión Patriótica lanzó el trisemanario “Patria”, dirigido por el antiguo director de “La Regeneración”, Alfredo Cazabán, y que ceso en sus publicaciones en el año 1930. (14)

Los socialistas habían  tenido que suspender la publicación de “Jaén Obrero”, su combativo semanario, y tampoco los alicaídos núcleos republicanos tienen fuerza para mantener una prensa propia; incluso el volátil  “Látigo rojo”,  que atraviesa su peor etapa, con crédito decreciente, dificultades para la labor crítica y alguna ausencia. Estamos en suma ante un claro panorama informativo fuertemente escorado hacia la derecha.

Uno de los periódicos que se publicaba en nuestra comarca, con cierto éxito, fue “Arjona”, quincenal que aparecía en la ciudad de los antiguos reyes nazaritas. Había comenzado su publicación en mayo de 1924, y en 1927 lanzaba 600 ejemplares por número; era un periódico sumamente conservador, afín a la Dictadura, pues su director e inspirador, Santiago Morales Talero, era alcalde local en esos años  de la ciudad, y será después con la República persona cercana al tradicionalismo. Arjona tenía a un tiempo carácter a la vez literario e informativo, en él publicaría D. Antonio Prados Ledesma algunos de sus poemas. (15). Resulta evidente la relación personal y la afinidad política de Antonio Prados Ledesma y Santiago Morales Talero por la asidua colaboración que nuestro maestro en Higuera de Arjona tenía con el Alcalde de Arjona en esos momentos, nada más llegar a Higuera de Arjona.
 
En Andújar, la otra ciudad con la que históricamente mantuvimos una relación de dependencia, defenderá al nuevo régimen primoriverista el semanario católico “El Guadalquivir”, en el que colaboraba asiduamente el escritor costumbrista Alfonso Delgado Castilla. Otro órgano declarado del partido Unión Patriótica será el semanario “Sierra y Campiña”, que aparece en febrero de 1926 en Villacarrillo y no conseguirá alcanzar los dos años de vida, extinguiéndose por tanto ya antes del final del régimen militar. A su frente, como sigue siendo frecuente en la prensa jiennense todavía en estos años, tendrá un socorrido "Consejo de Redacción", que evita la figura del director. (16) 
Andújar conocerá una creciente actividad periodística en las postrimerías de este período. Junto a “El Guadalquivir” no faltarán publicaciones más o menos religiosas. Es el caso de “Mirando al Santuario”, revista religioso-cultural que surge en octubre de 1924 y conseguirá vivir muchos años, hasta las postrimerías de la República. En mayo de 1926 aparece “El Centenario”, un nuevo boletín mensual religioso, para la conmemoración del centenario de la Virgen de la Cabeza (abril de 1927), pero que sigue apareciendo tras éste. En diciembre de 1929, pocas semanas, pues, antes de la caída de la Dictadura, comienza a publicarse “Democracia”, semanario abierto, pero de cortísima vida, pues solo publicó cuatro o cinco números. “El Guadalquivir” anunciaba por similares fechas la aparición de dos nuevos periódicos, “El Ideal de Andújar” (el primer número estaba anunciado para el 16 de diciembre) y “La Voz Provincial”, previsto para poco antes. Si “Democracia” duró poco; estos dos periódicos es probable no llegasen siquiera a salir. Mediado 1929 el ayuntamiento iliturgitano lanza un “Boletín Municipal” gratuito, pequeño periódico a dos columnas, pero de frecuencia semanal, que se mantiene hasta los primeros meses de 1930, del mismo aparecerán en torno a los 30 números.
El 2 de enero de 1926 alcanzaba su número 1.000 el semanario “El Guadalquivir”, el principal periódico de la historia del periodismo iliturgitano. Su fundador; Agustín Bellido Rubio, muere en mayo de 1927, a los 56 años, y el periódico atraviesa una etapa de crisis. Su viuda intenta incluso vender la imprenta, que finalmente queda en manos de un hermano del fundador, José María, que mantendrá el taller y el semanario, con el mismo carácter de periódico católico sumamente conservador, defensor de la Dictadura aun después de su caída. Según el censo de 1927, “El Guadalquivir” tenía una tirada de mil ejemplares por número. En 1928 el periódico presumía de ser el más difundido en su distrito, lo cual no suponía afirmar mucho, pues eran muy pocos los periódicos en publicación en la comarca. Una carta de agosto de 1927 suscrita por el presidente del Consejo de Redacción y de un llamativo servilismo, ilustra sobre la situación del periódico en esa coyuntura. El texto, en un folio con membrete “El Guadalquivir”. Único semanario independiente de Andújar y su distrito. Fundado en 1907, reza:
Muy Sr. nuestro: El Consejo de Redacción tiene el honor de suplicarle que acepte la suscripción del periódico y al mismo tiempo se sirva honrarnos con el anuncio de su respetable casa, que insertaremos por un precio sumamente económico.
Los ayuntamientos, corporaciones y particulares que deseen publicar sus cuentas y balances serán servidos a mitad de precio de tarifa, siendo suscriptores, y además pueden pedir cuantos ejemplares necesiten al precio de diez céntimos uno. Dándole infinitas gracias por sus atenciones se ofrece a sus órdenes incondicionalmente, José María Bellido. (17)

  

El día 1 de enero de 1927 surge en Jaén el periódico “Patria”, un periódico trisemanal, editado en los talleres de la Imprenta “La Regeneración” donde se publicaba el periódico “La Regeneración” que publicó su último número  (el 4324) publicado el 11 de diciembre de 1926. El periódico “Patria”  contó con la colaboración del poeta manchego Antonio Prados Ledesma, que por entonces ocupaba plaza de maestro interino en Higuera de Arjona. “Patria” tenía las mismas características que el periódico “La Regeneración”, pero si será órgano expreso de la Dictadura de Primo de Rivera y de su partido único, la Unión Patriótica, al frente del cual estaba el acomodaticio Alfredo Cazaban, ya en la cuesta debajo de su carrera profesional, quien siguió dirigiendo el periódico hasta que la caída de la Dictadura le privó de significado y, sobre todo, de financiación. En el censo de 1927, el periódico “Patria” afirmaba tener tres redactores y lanzar 1800 ejemplares. Pronto debió encontrar nuestro maestro D. Antonio Prados Ledesma acomodo a sus inquietudes periodísticas en este periódico que se publicaba tres veces en semana, para publicar sus escritos, quizá no exentos de reflejo de sus preocupaciones por la escuela y el bullir interior de sus poemas, llegado a Higuera de Arjona en marzo de 1927, tan solo tres meses después de su inicio como publicación.
Salvo el efímero cotidiano de 1924, y el tándem  “La Regeneración”-“Patria”, espina dorsal éstos del nuevo régimen militar, “El Pueblo católico” domina el panorama informativo del período, y desde luego el de los diarios. Ello explica que pese a su increíble reaccionarismo declare tirar en 1927 los 3.000 ejemplares. En esa fecha tenía 7 redactores, 11 trabajadores en la imprenta, 3 administrativos y 3 colaboradores fijos, en total, pues, 24 personas. En julio de 1924, cuando su colega “Norte Andaluz” pasaba de diario a bisemanario, ampliaba sus habituales cuatro páginas de cada tarde a seis. El periódico se situará a la derecha de la Dictadura, a la que censurará su “liberalismo encubierto”. Dirige el periódico en estos años Francisco de Paula Ureña Navas y es subdirector Vicente Montuno Morente, hasta los años setenta de nuestro siglo incansable impulsor de la devoción a la Virgen de la Capilla.

“La Voz Liberal”, igualmente trisemanario, que aparecía tres veces en semana, con pocos lectores, no tendrá la misma suerte y desaparecerá en 1924, a los pocos meses de instaurada la Dictadura, en tanto “El Liberal de Jaén” se mantendrá bien que mal; en 1927, en la estadística del gobierno referida a finales de ese año, declara tener 6 redactores y lanzar 2.000 ejemplares por número, cifra probablemente bastante exagerada. Otro periódico afín al liberalismo, el semanario  Claridades, cercano sobre todo al sector liberal demócrata y a la persona de Niceto Alcalá Zamora, desaparecerá también después del golpe militar.
Al margen de los órganos de los partidos dinásticos, de los que defienden al nuevo régimen y del caso particularísimo de “El Liberal de Jaén”, escasean los periódicos de interés.

En mayo de 1926 aparece “La Voz”, también citado como  “La Voz de Jaén”, un semanario que sigue publicándose a finales de 1927 bajo el curioso lema de “independencia, orden y justicia”; quizá desaparece por esas fechas, pues no se le cita en el censo del 31 de diciembre de 1927. Lo promueve un grupo de jóvenes inquietos entre los que figura Juan Ortiz Lozano, que durante la República se afilia al PSOE y será secretario de Jerónimo Bugeda. Para entonces, sin embargo, ha aparecido otro semanario de talante independiente, pero no progresista, “El Ideal”, que declara difundir mil ejemplares semanales y que surgido en febrero de 1927 cesa a principios de 1930. Lo dirigió Ramón Díaz de Guzmán. 

Todo el período de la dictadura, tanto en Jaén como en la provincia, se puede reconstruir gracias a las colecciones de La Regeneración (1923-1926) y Patria (1927-1929) existentes en la Hemeroteca Municipal de Madrid y la de El Pueblo Católico, disponible en Jaén. Por desgracia, publicaciones muy conservadoras, no dan apenas datos sobre la prensa progresista o simplemente al margen del régimen de Primo de Rivera. La colección de Patria es especialmente importante, pues amén de ser periódico con amplia información -8 páginas-, incluye en 1927 y 1928 una sección «Jaén hace 50 años», con datos de El Industrial –cuya colección lamentablemente se ha perdido-, que ofrece buen número de datos sobre la prensa jiennense en los oscuros 1877 y 1878. (18)
Buques en el puerto de Cillero de Viveiro. Foto de M. Presas.
En el ámbito gallego, una vez instalado Antonio Prados Ledesma en Morás en 1931, los primeros poemas que Prados dio a conocer aparecieron hasta 1939 en “El Heraldo de Vivero”, bajo el pseudónimo, ya empleado con anterioridad, de “Rodolfo de Regio”. Desaparecido el Heraldo, colaboró, de forma esporádica, en varios medios de la prensa gallega de la postguerra, básicamente en “La Noche”, “El Progreso”, “Faro de Vigo” y “La Voz de Galicia”. Pero las más frecuentes colaboraciones de Prados Ledesma en la prensa gallega vieron la luz durante las etapas segunda (1963-1966) y tercera desde 1968 hasta el final en el “Heraldo de Vivero”, semanario en el que Prados, durante muchos años, publicó, además de numerosos poemas, una sección de prosa, sin periodicidad fija, denominada “Cosas y almas”. Cabe destacar que fue en esta sección en la que Prados comentó obras o ideas de sus escritores preferidos, como Unamuno, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Tagore, Rilke, Sábato, Verlaine o vinculados a Viveiro, como Luz Pozo Garza, de quien escribió que “representa hoy […] la cima del verso gallego y, posiblemente, español entre la generación joven” (para las fechas de referencia cf. la introducción de E. X. Ínsua a “…Pasar sencillamente con un verso en los labios…”, páginas. 37-38).
Luz Pozo Garza, miembro de la Academia de las Letras Gallegas, de quien dice Prados Ledesma que "representa la cima del verso gallego y, posiblemente, español entre la generación joven"

Embarcación atracada en el antiguo puerto de Vivero.

Prados colaboró habitualmente en los “Programas de Fiestas” y en la revista Pregón de Viveiro (editada por la Junta de Cofradías de Semana Santa). Publicó también con frecuencia en los “Programas Oficiales de Ferias y Fiestas de Moral de Calatrava” y, en menor medida, en “La voz de Moral de Calatrava. Noticias del pueblo.”

Como hemos comprobado con la lectura, Prados no vio publicado su primer libro de poemas hasta 1983. Se trata de “Alada voz” (Imprenta Neira, Viveiro), un volumen que iba a llevar inicialmente el título de “Voz que no muere”. La selección de poemas, de carácter compilatorio y antológico, está estructurada en ocho partes: “Iniciación” (pp. 1-4), “Verso fiel” (pp. 5-44), “Madejas de sombra” (pp. 45-74), “Evocaciones y paisajes” (pp. 75-107), “Voces blancas” (pp. 109-135), “Oscura paz” (pp. 137-160), “El recuerdo en la niebla” (pp. 161-196) y “Colofón” (pp. 197-199).

Tres años después de la aparición de Alada voz Prados publicó un nuevo poemario, “Difícil afán” (Imprenta Neira, Viveiro, 1986), con una tirada de 600 ejemplares. Este libro tuvo, posteriormente, en 1995, una edición bilingüe (castellano - gallego) al cuidado de Toño de Cidre, pseudónimo del maestro del “Colegio Landro” de Viveiro Antonio Castro Gil. La obra consta de 71 poemas, algunos publicados con anterioridad en “El Heraldo de Vivero”. Están agrupados en siete secciones de desigual extensión: “Confesión”, “Un fuego desde dentro”, “Asunción del octosílabo”, “Mudo el reloj”, “Sobresalto del trino”, “Pero ¿cuál es la mía? Señor, ¿no me lo dices?” y “Final en arte mayor”.
La obra poética inédita de Prados es abundante y dispersa. La conforman cinco poemarios: 1) Madejas de sombra, 2) Alba en espejo. Versos (1945-194…), obra en la que se distinguen cuatro secciones: “Apuntes”, “Entrada al paisaje”, “Intermezzo” y “Otros poemas”; 3) Tránsito, 4) Silencio que duele. Poemas, compuesto por “La altura inalcanzada”, “Tres décimas del tedio”, “Tierra enamorada” y “Llorar por lo llorado”; finalmente, el inacabado 5) Andando en la sombra. De algunas de estas obras disponemos, además, de varias versiones. Es el caso, por ejemplo, de Madejas de sombra, poemario del que se conservan seis versiones en el archivo familiar. A todo ello hay que añadir otros poemas dispersos. Afortunadamente, en la actualidad disponemos de una excelente edición de todo este material, edición crítica con introducción, glosario y notas al cuidado de Emilio Xosé Ínsua, editada en el año 2008 por el Seminario de Estudos “Terra de Viveiro” con el título de “ …Pasar sencillamente con un verso en los labios…”
Página 35 de DIFÍCIL AFÁN de D. Antonio Prados Ledesma (1986)
En la obra de Prados, y de acuerdo con E. X. Ínsua (…Pasar sencillamente…,pp. 78-79), pueden distinguirse tres ámbitos o categorías temáticas: poemas de reflexión religiosa, poética y existencial; composiciones paisajísticas y evocativas de diversos ambientes y, por último, poemas amorosos.
A la primera de las categorías mencionadas pertenece una sección, en prosa y en verso (en este caso, empleando una estrofa denominada “tercerilla” o “soledad”), del poemario Alba en espejo, titulada “Apuntes”, que incluye máximas, aforismos y reflexiones sobre moral y estética, fundamentalmente. En estos textos Prados sigue de cerca, como veremos a continuación, el modelo de Antonio Machado. En los apuntes en prosa escribe:
“¿Tu verdad? No. También la nuestra, la de todos, la única” (…Pasar sencillamente…,p. 282)
Y en el apartado en verso, la siguiente tercerilla, titulada “Verdad verdadera”:
Pensar o ver al revés,
no es destruir la verdad.
La verdad es lo que es.
(…Pasar sencillamente…, p. 284)
Una reflexión similar encontramos en una paremia inédita, titulada “Verdad”
(…Pasar sencillamente…, p. 647):
Lección de filosofía:
Ni mi verdad ni la tuya.
Las dos: la tuya y la mía.

Textos que, claramente, muestran su filiación machadiana y traen a la memoria algunas de las composiciones del gran poeta sevillano pertenecientes a las secciones tituladas “Proverbios y cantares” de Campos de Castilla (1907-1917) y Nuevas canciones (1917-1930):
¿Tu verdad? No, la verdad,
y ven conmigo a buscarla.
La tuya, guardatelá.
(A. Machado, Poesías Completas, ed. crítica de O.
Macrì, p. 643) 
O ésta otra, titulada “Incógnita”:

Tener un alma de estrella,

soñar despierto y dormirse.
Después, soñar que se sueña.
(…Pasar sencillamente…, p. 285)
Que, necesariamente, nos recuerda el siguiente cantar machadiano:
Ayer soñé que veía
a Dios y que a Dios hablaba;
y soñé que Dios me oía…
Después soñé que soñaba.
(A. Machado, Poesías Completas, ed. crítica de O.
Macrì, p. 573)

Otro de los grandes poetas que tomaron la Semana Santa de Viveiro como motivo de inspiración fue Antonio Prados Ledesma, maestro natural de Moral de Calatrava (Ciudad Real), afincado desde hace muchos años en la villa como maestro. En sus libros Alada Voz (1983) y Difícil afán (1986) encontramos algunos poemas de temática religiosa como “Domingo de Ramos en la aldea” o “Al Cristo de las siete palabras” o el poema titulado:”A Cristo en la Cruz” que nos parece de una belleza y sobriedad insuperables.
“Domingo de Ramos en la aldea”:

El campo es una alfombra de cristales.
Hay ya trigos tempranos a alondras recentales.

De Norte a Sur y de Este a Oeste la mañana.
Hora de misa. Llama a los fieles la campana.

Vienen por los caminos viejos de piel oscura
Y amplios sombreros. Charlan el maestro y el cura.

Todo es domingo en todo, en el sol y en la vela.
Domingo en lo que repta, domingo en lo que vuela.

Los álamos del atrio baten cobre bruñido.
La aldea es como un ancho panal de oro encendido,

un panal de besanas humildes y amarillas
mezcla de trigos ralos y amapolas sencillas.

La procesión. Repiques. Lluvia de siemprevivas.
Los niños, trajes nuevos, tremolan sus olivas.

Después la vuelta. Jaque de sayas incoloras
contra el azul. Y luego, las horas y las horas

buenas o malas, grises. Lo archisabido, prosa
de una vida sin brillo, mediocre y lastimosa.

Y así un día y otro. La noche, un palio, cierra
Esta paz de domingo, melancólico y breve.
Y otra vez el trabajo, las sequías, la nieve.
Siempre igual hasta tanto nos llame la tierra.
(Alada voz, página 152).
 
“Al Cristo de las siete palabras”

Señor de la Expiación,
pálido visionario
de la frente de lirio, del Dolor y el Perdón.
Mi Señor del Vía Crucis y del Monte Calvario.
La vida es un don tuyo, Señor; pero a tu espalda es triste.
            Nacemos , nos hundimos en un pasar sin gloria, como la roca inerte.
Este hombre tuyo lucha sin mirarte, desnudo.
Mas Tú, Señor lo hiciste carne de Cielo.
Vida, más allá y por encima del Tiempo y de la Muerte.
Jesús de Galilea. Sacrosanto Cordero
de la Expiación, mi Cristo de la carne angustiada.
No es Señor del flagelo, ni el Señor de la espada.
Mi Dios, eres Tú ese hombre escarnecido y roto, que ha muerto en el madero.
¡Cuanta llaga en tus hijos, Padre mío!
Las almas se alimentan de escoria y de veneno
y agonizan de hastío
bajo una costra oscura de miseria y de cieno.
Yo también he pecado , ¡oh, buen Jesús del Huerto
De las agrias espinas y la palabra blanda!
Pero te amo , Señor. No importa que esté muerto mi corazón.
Yo creo, y espero, como Lázaro, mi levántate y anda.

Invocación
Dulce Rabí de manos de azucena:
Signa mi carne imura con tus dedos de luz
Mis manos se harán raso para tus pies desnudos como en la Magdalena,
Y seguiré tus huellas con tu angustia y tu Cruz.
(Alada voz, página 43)

De entre las múltiples composiciones de tema religioso que encontramos en su obra, aparte de los arriba anotados, hemos elegido como una preferencia el soneto, titulado “A Cristo en la cruz”, publicado en el diario moraleño “La voz de Moral de Calatrava. Noticias del pueblo”, en abril de 1968 (p. 1) y dedicado a “las simpáticas jóvenes de A. C. (Acción Católica) de Moral de Calatrava por su magnífica y callada labor”:
“A Cristo en la cruz”

¡Cuánta sed en los labios! ¡Cuánta herida!
¡Cuánta sed de holocaustos y de amores!
¡Cuánta sed! ¡Cuánta angustia! ¡Cuántas flores
de púrpura en tu frente dolorida!
¡Cuánta sed yo también! ¡Sed encendida
de Ti, de azul, de Ti! ¡De tus dolores!
Sed de sufrir para que tú no llores.
¡Sufrir! ¡Sufrir! ¡Pasión de luz! ¡Oh vida!
Quemarme en tu costado. Ser tu amigo.
Ser ya sed en tu sed, pálido río
dormido para siempre en tu regazo.
¡Morir! ¡Morir para vivir contigo!
¡Oh blanca humanidad! ¡Oh Cristo mío,
ya siempre en cruz para el eterno abrazo!
(Alada voz, página 7).
Del segundo de los ámbitos señalados, el referido a composiciones paisajísticas o evocativas, podemos destacar los poemas dedicados a su ciudad natal y a su ciudad de adopción:
En lo que atañe a Moral de Calatrava hemos seleccionado tres poemas: el primero, titulado “Espejo”, es un romance en el que poeta evoca, con un marcado carácter intimista, su infancia y los recuerdos que le depara su ciudad:

Camino de Valdepeñas,
surgió en la tarde mi pueblo.
Casas blancas, atrios nobles.
Delgado y suave el recuerdo.
Me acerqué pálido, humilde,
casi temblando, con miedo
de que el casal se quebrara,
como un suspiro, en el viento.
Cerré los ojos, y todo
volvió desnudo y concreto.
Aquella es la calle donde
yo jugaba de pequeño.
Aquella, la iglesia, el atrio
con sus niñas y sus viejos,
que miran la tarde y sueñan
enlutados y friolentos.
Más allá, sombra. San Roque,
oliendo a cera y a enebro.
Y más allá otras plazuelas,
rejas y acacias, durmiendo.
Y otras calles y otras casas,
y, más al fondo, los cerros.
El cerro de San Cristóbal,
desnudo, pardo, roqueño,
tiene para mí la magia
de su molino cimero.
Un molino que no muele
más que la avena del sueño.
Yo lo veía de niño
gigante, zurdo, introverso,
con su ventano redondo
como un ojo enorme y ciego.
Estaba allí carcomido,
erguido sobre el otero,
terrible lucha sin tregua
contra el olvido y el tiempo.
Después, mares verdeantes
de mieses, mares tremendos
de olivos y olivos. Mares
de pámpanos verdinegros.
Y aquí mi casa, la casa
de mis difuntos abuelos,
con sus balcones cerrados
y sus patios recoletos.
Una casona encalada
llena de sombras y de ecos.
El zaguán, el viejo pozo,
los blancos lirios sedientos,
que lidiaban su cal mate
con los fragantes dondiegos.
Luego, el comedor, la sala
con sus consolas, y el lento
latir del reloj.
Moría
la tarde lila en el cielo (…)
Han pasado muchos años,
casi una vida. Ahora vuelvo,
poeta pálido y solo,
por ver mi tierra de nuevo.
Entre Almagro y Valdepeñas,
olivos, mieses, viñedos,
Moral, dormido en el llano.
Pero éste ya es otro pueblo. 
(Alada voz, pp. 11-14). 
“El cerro de San Cristóbal, / desnudo, pardo, roqueño, / tiene para mí la magia /de su molino cimero. / Un molino que no muele / más que la avena del sueño. / Yo lo veía de niño (…) / con su ventano redondo / como un ojo enorme y ciego”.
 El molino de la infancia del poeta es evocado en una deliciosa composición de Alada voz (p. 189), titulada precisamente “Molino”:
Molinera,
¡qué bien muele tu molino!
Ya siento desde el camino
cantar la blanca solera.
¡Qué bien huele
la dulce flor del espino,
molinera!
Muele, muele.
Yo vendré en la primavera
montando una flor de lino
para verte.
Para verte,
molinera.
Yo vendré hasta tu ribera
sobre la estela de un trino.
Para verte.
Por estar junto a tu vera.
Molinera. Molinera.
Muele azul en tu molino.

La Virgen de la Sierra, patrona de Moral, es el motivo desencadenante de un bello y conciso poema de tono popular titulado “Agua de mayo”, perteneciente a la sección “Entrada al paisaje” de Alba en espejo (en …Pasar sencillamente con un verso en los labios…, pp. 304-305):

Cantan las muchachas
en la tarde lenta:
“Que llueva, que llueva,
Virgen de la Sierra”.
Hay ya rosas rojas
y lirios de seda.
En la fuente muda
duerme el agua muerta.
Pasa un viejo adusto
que murmura y sueña.
“Que llueva, que llueva,
Virgen de la Sierra”.
De pronto, en el cielo,
cuatro nubes negras.
Todo se ensombrece.
Las casas se alejan.
El ángel del agua
borra la plazuela.
Vuelve el sol. La brisa
huele a hierbabuena.
Pájaros. Canciones.
Rostros en las rejas.
“Que llueva, que llueva,
Virgen de la Sierra”.
En el aire, un vuelo,
los álamos tiemblan.

De los poemas dedicados a Viveiro destacamos un soneto, publicado en el Libro-Programa de sus fiestas patronales en 1953, junto a otras composiciones de, por ejemplo, la gran poetisa Luz Pozo Garza, bajo el título genérico de “Sonetos a Vivero”:
Novio verde del sauce y de la espuma
casi en vilo en la luz, casi en la brisa,
remolca espejos, si las ondas pisa,
y abreva espacios, si se arropa en bruma.
De pino verde. Nítido. Suma
estatura al confín, sal a su risa.
Ni aquí ni allí: en su albor. Cal imprecisa.
Si el pétalo es compás, la piedra es pluma.
Pastor de plenilunios en San Roque,
duerme al sol en Junquera. (Agua marina
junto al prado limón: Mieses y yolas).
El ángel del añil hincha su foque,
y ahí está proa al viento, ya en retina.
¡Capitán de las flores y las olas!
(…Pasar sencillamente con un verso en los labios…, p. 589).
En Alada voz (p. 77) publicó el siguiente poema, titulado “Vivero”:
1
La tarde:
Beso lila
sobre el bauprés. Mar blanco
de celindas.
Nubes de oro y agua amarga.
Casas y barcos en prisma.
2
La noche:
Manto negro
partido en dos por la roda
de mi sueño.
Falucho de sal y estrellas.
(¿Quebró su periplo el viento?)
3
La aurora:
Bebe y bebe
su puerto el mar. Corazón
ceñido de olas y peces.
Vivero de sol y lluvia.
Agua azul y pinos verdes.

Por último, nos parece apropiado señalar que son numerosas las composiciones de tema amoroso en la obra de Prados. Al poemario Alada voz pertenecen las dos que a continuación reproducimos (“Tú”, páginas. 51-52 y “Cita”, en páginas 72-73, respectivamente):
“Tú”
Sentí que eras la novia
presentida.
Llegabas
Hasta mí,
blanca. Blanca.
No nos dijimos nada.
Pero eras tú. Tú toda
como una flor intacta.
No nos dijimos nada.
¡Aparición celeste!
Yo te miré.
Temblabas.
Yo era un pobre poeta.
Tú una diosa de nácar.
Venías de otros cielos
donde sueñan las malvas.
No nos dijimos nada.
Dolor de no besarte.
De besarte en el alma.
Dolor porque has venido.
Dolor de que te vayas.
Dolor. Dolor de todo.
De ti, de mí, del alba.
¡Qué eternidad, qué abismo
no habernos dicho nada!
¿Cuándo te irás, amor?
¿Te irás con las campanas?
Yo volveré a mis versos.
Tú te irás blanca, blanca.

“Cita”
Te esperaré.
Cuando haya en la noche
un clamor de amapolas.
Cuando lluevan narcisos
la campana y la alondra.
Cuando el cielo esté zarco.
Cuando sueñe la aurora.
Te esperaré.
En el límite exacto
de la luz y la sombra.
En la cima del beso.
En la luna redonda.
Te esperaré.
Cuando duerman los cisnes.
Cuando sueñen las olas.
En la última estrella.
En la nube remota.
Te esperaré.
En el agua, en la nieve.
En el sol, en la poma.
Cuando todo florezca.
Cuando duerman las horas.
Te esperaré.
Siempre, siempre.
En el verso.
En el agua. En la rosa.

“Tú sola” es el título de la siguiente composición que publicó en Difícil afán (página 21):
Sólo tú.
Nada más.
Tu voz y las estrellas.
Y el silencio.
Nada más.
Saber que estás conmigo
aquí o allí.
Que vives. Que me quieres.
Nada más.
Sólo tus ojos garzos.
Tus mejillas de seda.
Tu carne hecha de luna.
Nada más.
Y besarte.
Tú, la perfecta rosa.
La intocada.
La única.

Concluimos esta aproximación a la obra poética de Antonio Prados Ledesma con un soneto, perteneciente al poemario “Alba en espejo” (…Pasar sencillamente…, página 299), titulado “Mi verso y tú”, en el que figura la siguiente dedicatoria: “Soneto para ella”, pronombre (“ella”) con el que, intuimos, Prados alude a su esposa, Remedios Durán Domínguez:

De vena a vena y sien, de luna hermana,
del limón a los verdes surtidores,
casi en ondas de nieve y de colores,
saltó mi verso, amor, en la mañana.
Eras tú toda azahar. Y eran de grana
las dalias y los céfiros cantores;
corinto el ruiseñor, grana las flores,
oro viejo el ciprés y la fontana.
Todo áureo así, amor; todo así en fuego:
agua, pétalo, sien, pájaro… Luego
toda tú casi ingrávida, amarilla.
Y qué fino, ¡ay, amor!, mi verso niño
zarevich de cien rosas, casi armiño,
midiendo, beso a beso, tu mejilla. 

Dice el poeta que: “Escribir es como desnudarse, mostrar al mundo nuestro yo más recóndito (…) En realidad, la poesía es (...) pasión de darse, el gozo doloroso de irnos quedando sin alma”.
(Antonio Prados Ledesma)

Granada 11 de Febrero de 2016
Pedro Galán Galán.

BIBLIOGRAFÍA, PÁGINAS CONSULTADAS Y CITAS:
(1)https://www.uclm.es/archivo/patrimonio/patrimonio6.asp
(2) Anuario Estadístico de España 1923-224, página 476)
(3) Anuario Estadístico de España 1930, página 616)
(4) Anuario Estadístico de España, 1923, página 206-207.)
(5) Anuario Estadístico de España, 1931, página 56.)
(6) Ben Ami, S.: La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) Editorial Planeta, Barcelona, 1984, página 124).
(7) Díaz Retg, E.: España bajo el nuevo régimen. Cinco años de gobierno Primo de Rivera, Ediciones Mercurio, Madrid, 1928, páginas 54-55).
(8) López Martín, Ramón: El Magisterio Primario en la Dictadura de Primo de Rivera: Notas para su estudio. Universidad de Valencia. Página 364.
(9) Anuario Estadístico de España 1922-1923, páginas 391-394).
(10) Pérez Galán, M.: La Enseñanza en la Segunda República Española. Editorial Cuadernos para el Diálogo, Madrid, páginas 50 y 51)
(11) Cossío, M. B.: El Maestro, página 56).
(12) Camacho Rojo, José María: Antonio Prados Ledesma (Universidad de Granada)
(13) Checa Godoy, Antonio: Historia de la Prensa en Jaén 1808-2012. Asociación de la Prensa de Jaén. Diputación Provincial de Jaén, 2013, página 182.
(14) (Reig, R. y Langa, C.: La comunicación en Andalucía, Historia, estructura y nuevas tecnologías. Fundación Pública Andaluza Centro de Estudios andaluces. Consejería de la Presidencia, Junta de Andalucía. Sevilla 2011, Página 107.)
(15) Checa Godoy, Antonio: Historia de la Prensa en Jaén 1808-2012. Asociación de la Prensa de Jaén. Diputación Provincial de Jaén, 2013, página 195).
(16) Checa Godoy, Antonio: Historia de la Prensa en Jaén 1808-2012. Asociación de la Prensa de Jaén. Diputación Provincial de Jaén, 2013, página 192.
(17) (Checa Godoy, Antonio: Historia de la Prensa en Jaén 1808-2012. Asociación de la Prensa de Jaén. Diputación Provincial de Jaén, 2013, página 194.
(18) (Checa Godoy, Antonio: Historia de la Prensa en Jaén 1808-2012. Asociación de la Prensa de Jaén. Diputación Provincial de Jaén, 2013, página 187.

Los textos que han sido citados y seleccionados en este trabajo proceden en su totalidad de las ediciones que se relacionan a continuación:
1. Alada voz (prólogo de Francisco Leal Ínsua: “Versos para llamados y elegidos”), Vivero (Lugo), Imprenta Neira, 1983.
2. Difícil afán, Viveiro, Imprenta Neira, 1986 (edición bilingüe castellano gallego, precedida, a modo de prólogo, de una “Confesión” (Páginas 5 a 10] del autor; versión gallega de Toño de Cidre, pseudónimo de Antonio Castro Gil), Viveiro, Gráficas LAR (edición patrocinada por los Concellos de Ourol, Viveiro y Xove), 1995. (Primera edición: Viveiro, Imprenta Neira, 1986 (“Prólogo” de Francisco Leal Ínsua)
3. …Pasar sencillamente con un verso en los labios… Obra inédita e dispersa (edición crítica, introducción, glosario e notas ao coidado de Emilio Xosé Ínsua López), Viveiro, Seminario de Estudos “Terra de Viveiro”, 2008.
 


12 comentarios:

Manuel Jiménez Barragán dijo...

Parece que D. Antonio, a pesar de estar tres años en nuestro pueblo, no escribió ni un soneto, ni un pareado sobre nuestra tierra. Me imaginaba que el maravilloso retablo, que él conoció intacto, le serviría de inspiración, como el poema que se recoge en el libro. Yo tenía la ilusión pero...En fin, me parece que no fue tan buen poeta.

Enhorabuena por tu trabajo, Pedro.

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

Manolo, habría que hacer un rastreo más intenso de su estancia en nuestro pueblo, para poder juzgar su labor poética en Higuera de Arjona de aquellos años, y sus posibles composiciones relacionadas con nuestro entorno. En principio recordarte que fue corresponsal literario de nuestro pueblo en la publicación de su provincia llamada “Vida Manchega” (“Diario de información”), publicado en Ciudad Real, pero de ámbito provincial y continuador desde 1920 hasta 1932 de la llamada “Revista regional ilustrada”. De esta publicación fue “corresponsal literario” en Higuera de Arjona (Jaén). Esta afirmación está avalada por el testimonio de su esposa Dª Remedios Durán. Es de suponer que en esta corresponsalía literaria hablase de temas de la vida de Higuera de Arjona, de la fe del pueblo en sus imágenes o de los problemas que presentaba nuestra escuela, que también fueron objeto de su interés en otras ocasiones.
Por otra parte sus publicaciones en “Arjona”, “periódico quincenal independiente”, editado en el municipio vecino, en el que publicó “Más allá del destino”, texto reproducido en apéndice en…Pasar sencillamente con un verso en los labios…
Estoy seguro de que llegado a Higuera en 1927, año de la máxima expansión del periódico quincenal independiente “Arjona”, sus colaboraciones debieron ser reflejo de su convivir diario en nuestro pueblo, en una fase de juventud, llena de sus mejores ideales en todos los aspectos de su vida, en el que debía sobresalir su innegable vena poética.
“Arjona”, como periódico quincenal había comenzado su publicación en mayo de 1924, y en 1927 lanzaba 600 ejemplares por número. Una fuente de datos, si existen, la deben tener los herederos de D. Santiago Morales Talero, que era alcalde de la ciudad nazarí en esos años. “Arjona” tenía a un tiempo carácter a la vez literario e informativo, en él publicaría D. Antonio Prados Ledesma algunos de sus poemas, tenemos la seguridad de que en el que publicó “Más allá del destino”, texto reproducido en apéndice en…”Pasar sencillamente con un verso en los labios….” Tal como he referido antes.
Quién puede decir que la descripción del Domingo de Ramos en la aldea no retrata esa mañana en nuestro pueblo.
“Domingo de Ramos en la aldea”:

El campo es una alfombra de cristales.
Hay ya trigos tempranos a alondras recentales.
De Norte a Sur y de Este a Oeste la mañana.
Hora de misa. Llama a los fieles la campana.
Vienen por los caminos viejos de piel oscura
Y amplios sombreros. Charlan el maestro y el cura.
Todo es domingo en todo, en el sol y en la vela.
Domingo en lo que repta, domingo en lo que vuela.
Los álamos del atrio baten cobre bruñido.
La aldea es como un ancho panal de oro encendido,
un panal de besanas humildes y amarillas
mezcla de trigos ralos y amapolas sencillas.
La procesión. Repiques. Lluvia de siemprevivas.
Los niños, trajes nuevos, tremolan sus olivas.
Después la vuelta. Jaque de sayas incoloras
contra el azul. Y luego, las horas y las horas
buenas o malas, grises. Lo archisabido, prosa
de una vida sin brillo, mediocre y lastimosa.
Y así un día y otro. La noche, un palio, cierra
Esta paz de domingo, melancólico y breve.
Y otra vez el trabajo, las sequías, la nieve.
Siempre igual hasta tanto nos llame la tierra.
(Alada voz, página 152).
Cordiales saludos.

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

Manolo, te puedo asegurar que tras la lectura del siguiente soneto pensé de inmediato emocionado en nuestro “Santísimo Cristo de las Aguas” que yo atribuyo a Juan de Reolid, autor del retablo destruido.

“A Cristo en la cruz”
¡Cuánta sed en los labios! ¡Cuánta herida!
¡Cuánta sed de holocaustos y de amores!
¡Cuánta sed! ¡Cuánta angustia! ¡Cuántas flores
de púrpura en tu frente dolorida!
¡Cuánta sed yo también! ¡Sed encendida
de Ti, de azul, de Ti! ¡De tus dolores!
Sed de sufrir para que tú no llores.
¡Sufrir! ¡Sufrir! ¡Pasión de luz! ¡Oh vida!
Quemarme en tu costado. Ser tu amigo.
Ser ya sed en tu sed, pálido río
dormido para siempre en tu regazo.
¡Morir! ¡Morir para vivir contigo!
¡Oh blanca humanidad! ¡Oh Cristo mío,
ya siempre en cruz para el eterno abrazo!
(Alada voz, página 7).
Como crítico literario no puedo darte razones sobre la calidad de su poesía, sólo puedo decirte que me gusta extraordinariamente. Una Catedrática de literatura de esta Universidad de Granada me comentaba hace tres días que había leído el artículo y no conocía la obra poética de Antonio Prados Ledesma, y que consultando Antologías poéticas no lo había encontrado, ella achacaba su ausencia a que quizá por ser su obra publicada relativamente reciente, no haya sido incluido en las hasta ahora publicadas, pero valoraba muy bien la parte de la obra expuesta en el artículo.
A través de una librería de libros antiguos, Librería Anticuaria Sanz, pude hacerme de su obra publicada: Alada Voz y Difícil afán. Te aseguro que mi acercamiento a la poesía reciente se debe a leer lo contenido en ambas publicaciones, que sabes tienes a tu disposición si quieres conocer mejor la obra de este gran poeta.
Cordiales saludos.

Manuel Jiménez Barragán dijo...

Pedro, no puse en duda la calidad de la poesía; era como una venganza, un tanto infantil, una rabieta, de no encontrar nada relativo a nuestro pueblo. Puede que lo hiciera, estoy seguro; pero no lo incluye en sus recientes publicaciones y, seguramente, se ha perdido para siempre.

En los dos ejemplos que pones, en el primer poema termina con la sequía y la nieve; sequía sí, pero poca nieve cae por estos lares. El segundo, por otra parte magistral, es válido para cualquier Crucificado.

Te agradezco tu contestación.

Un abrazo.

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

Manolo gracias por tu comentario. Ahora para dar algo de lo debido a nuestro maestro poeta he recopilado algunos comentarios a su obra poética que poco a poco iré trascribiendo:
El Doctor Francisco Arquero Soria, ex profesor de la Universidad Complutense, dijo de sus poemas publicados en Alada Voz (1983):
“Los poemas que he leído de Antonio Prados Ledesma tienen tal humanidad que son una autentica brisa de aire puro en medio del ambiente de angustia y desesperanza que asfixia nuestro vivir de hoy. Sus Versos llegan a lo más hondo del alma, emocionan y confortan. Por eso estimo su obra como una valiosa aportación a la poesía española contemporánea.

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

Con ocasión de su primera recopilación de poemas en Alada Voz, en 1983, D. Ángel García López (Premio Adonais, Premio Nacional de Literatura, Premio Nacional de Crítica, Premio Nacional de Tertulia Hispanoamericana) dice de su obra:
“Una gratísima impresión es la que se desprende de la lectura de nuestro poeta Antonio Prados Ledesma, así como una tranquilidad de alma que denota, necesariamente, su transparencia emocional, siempre comunicada en versos de factura impecable. Tanto en sus alejandrinos, de sonoridad mayestática, como en los otros de cantidad silábica menor, la forma establece su imperio en un discurrir muy dócil y fluido, o entrecortándose en una muy sabia sucesión de pausas que en ningún momento llegan a perturbar la dicción y lo expresivo. Todo ello, junto a la intensidad elegíaca, evidenciada a lo largo de definiciones y de imágenes exactas, le hacen coincidir, a pesar de su gloriosa madurez, con las maneras y preocupaciones de la poesía última mejor."

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

D. Ramón Canosa Suárez, Premio Pérez Lugín, dice de su primera publicación:

“Antonio Prados Ledesma, hombre venido de lejana tierra adentro, trabado por la pasión de la distancia como para cumplir el misterioso designio de reminiscencias raciales, sobrio, enjuto, mirada perdida en horizontes quiméricos, fue elegido de las fuerzas inescrutables como una victima del hechizo de esta tierra. Sin que le deba el ser, a ella dedica, porque de ella lo recibe, el caudal de su inspiración. Prados Ledesma es poco conocido porque su modestia no le deja irrumpir por los caminos de la notoriedad, pero tiene derecho a serlo…”

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

D. Celestino Mariño Castro, publicaba su crítica literaria en “La Voz de Galicia de La Coruña” en los siguientes términos:

“Antonio Prados Ledesma, el poeta del verbo luminoso…Tal era su empeño en permanecer alejado de la notoriedad que esclarecidos hombres de letras, de solemne juicio, coinciden el proclamar que su nombre, como poeta excepcional, tiene que formar parte, para brillar con luz propia, de la constelación de los escritores ilustres. Y a esto no se puede renunciar…”

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

El Doctor Francisco Arquero Soria, ex profesor de la Universidad Complutense, publica en la revista madrileña “Roca Viva” (1986) lo siguiente sobre su segunda obra Difícil Afán:
“Armonía, perfecta armonía; autentica e ilusionada poesía, que sabe posar su pluma exquisita en cada cosa y en cada paso. Nos hallamos ante un gran poeta, ante un gran escritor, que es fiel a su vocación. Todo lo que exalta y resalta a la vez Prados Ledesma: el rayo de luz dentro de la densidad de las tinieblas; la esperanza ilusionada dentro de la decepción y del escepticismo; la aurora boreal de la resurrección dentro de la desesperación y de la muerte. ¡Todo un canto de vida y de salvación!”

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

J. Trapero Pardo en el “Progreso” de Lugo dice de sus poemas:

“Los poemas de Prados Ledesma, además de la eufonía de sus versos, tienen un contenido e inspiración que se unen a lo que podemos llamar técnicas de los grandes poetas.”

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

El critico literario de “El Correo Gallego de Santiago" dice de él:

“Estamos ante un poeta de altos vuelos al que deseamos que no corte la fantasía con Alada Voz, sino que siga ofreciéndonos el fruto de su númen privilegiado, que sorprende y alecciona en medio de este mundo de materialismos que nos ha tocado vivir”.

PEDRO GALÁN GALÁN dijo...

A. de Santis dijo de él en el periódico “Ya” de Madrid:

“Es el suyo un verso puro y medido, al mismo tiempo seguro y grácil, lleno siempre de hermosura para cantar los sentimientos transidos por el paisaje. Un castellano trasplantado a Galicia y asido fuertemente en sus raíces, suavizado el verbo por tantas cosas como Galicia presta a quien se le incorpora. Prados Ledesma es un poeta seguro, que no necesita esforzarse para cantar lo que siente porque tiene el verso fluido, exacto, y el brillo de nuestros clásicos…”