PROLOGO

Se pretende que sea éste un espacio dedicado a entretener y deleitar (... a través de la fotografía fundamentalmente) ... a dar a conocer (...o traer al recuerdo) ciertos monumentos o espacios situados en el término o cercanías de Lahiguera. ...a llamar la atención por el estado de abandono y deterioro de muchos de ellos, ...y si llegara el caso, a remover la conciencia de todos los que somos "herederos" de tales monumentos y espacios, y que con nuestra aportación ayudásemos a la conservación de los mismos.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Virgen de la Soledad de Lahiguera:

La Virgen de la Soledad de Lahiguera y el escultor imaginero granadino Domingo Sánchez Mesa:

A veces el azar trae sus sorpresas o hace inverosímiles algunos hechos. ¿Cómo íbamos a suponer los higuereños, que teníamos entre nuestro tesoro artístico una imagen de un insigne escultor, tallista e imaginero granadino de muy reconocido prestigio?.    Hace unos años escuche el siguiente relato de parte de D. Luis Hernández Mercado y Soledad,  su esposa, …aquí en Granada: "La Virgen de la Soledad de Lahiguera, es una virgen que originariamente fue encargada para Arjonilla, realizada por D. Domingo  Sánchez Mesa, pero que después, el párroco de Arjonilla tuvo que ofrecer y ceder al párroco de tu pueblo,  porque la gente de Arjonilla no la quiso… por no parecerse a la Soledad destruida durante la Guerra Civil; dicen que tampoco la quisieron porque era muy grande y pesona".



 
(Detalle de "la Virgen de la Soledad". Domingo Sánchez Mesa)

 
Así pues, todos los indicios, testimonios de informantes y fuentes consultadas parecen confirmar que la Virgen de la Soledad, que ocupa la capilla derecha de la "Iglesia de arriba", y que tanto quieren todos los higuereños, iba a ser obra de D. Domingo Sánchez Mesa.


He aquí una breve reseña del insigne imaginero: Domingo Sánchez Mesa (1903-1989). Nació en Churriana de la Vega (Granada) el día 1 de febrero de 1903. Desde niño ya destacó por sus habilidades manuales, realizando sus primeras "esculturas" con el barro de la acequia, a la edad de ocho años. Estudió en Granada en el colegio de los Escolapios; pero las necesidades económicas le obligaron a trabajar de aprendiz en el taller del imaginero Eduardo Espinosa, donde estudió a los grandes maestros de la escultura.

Domingo Sánchez Mesa.

(Fotografía recogida de la web: pasión.mforos.com) 

            En los años 30 decidió instalarse por su cuenta y abandonó el taller. Su primer trabajo fue un encargo del Ayuntamiento de Motril, y en esta misma ciudad realizó su primer “Crucificado”  para las religiosas dominicas, que sería quemado durante la República.
            Durante la Guerra Civil, su actividad como imaginero se vio mermada por los acontecimientos que asolaban el país. Pero tras este período negro en la historia de España volvió con fuerza montando su estudio en Granada.



            A sus 40 años era ya un imaginero de renombre en Granada y los encargos se le multiplicaron. En esta época va a llevar a cabo una importante actividad por dos motivos: en primer lugar por su clase como escultor, lo que le hizo valedor de numerosos encargos, y por otra parte por recuperar la imaginería andaluza que había sufrido las garras de la guerra. Domingo consiguió que imágenes perdidas por la Guerra Civil fueran sustituidas por obras de arte. Después de la misma montó su estudio en Granada y realizó importantes trabajos de creación artística para varias parroquias. Su gran talento le hizo acreedor de un gran renombre y los encargos se multiplicaron.


           Su producción escultórica hunde sus raíces en la escuela granadina, siendo este periodo histórico una fuente inagotable de inspiración en la mayor parte de sus obras, aunque sin descartar su genio creador. Su obra es ingente, pero ello no supone que realizara trabajos en serie (propio de algunos imagineros contemporáneos) sino que para él cada obra era especial, diferente e íntima. Para Domingo, cada una de ellas era “su imagen”, “su Cristo”, “su Virgen”.


  (Primer plano de la Virgen).

 
           Entre sus obras destacaremos: el Cristo de la Expiración (Cristo de Los Escolapios,1944) de Granada, el Misterio de la Oración en el Huerto de Granada, el Corazón de Jesús de la Catedral de Málaga, la Virgen de los Dolores de Jaén, Cristo de la Buena Muerte de Motril.

          A lo largo de su vida tuvo varias localizaciones en la ciudad de Granada. Su primer estudio lo abrió en la Casa de las Chirimías de la Carrera del Darro, más tarde se mudó a la calle Animas y, finalmente, (año 1952) se estableció en Buensuceso 23. El cambio a la calle Buensuceso, a una casa extraordinaria para su trabajo, fue  el comienzo de una nueva época, …fue cuando realizó  trabajos importantes, que le consagraron como un maestro en la diferenciación de los rasgos y una gran fuerza expresiva: Las esculturas de "S. Francisco Javier", "S. Ignacio" y "S. Francisco de Borja", que formaron parte del retablo lateral de la Iglesia de S. Hipólito, de Córdoba. En la última fase de su vida realizó obras tan importantes como "El Cristo de la Columna", en madera y piedra, "El Cristo de la caída" y el "Cristo Muerto", que se halla en la Residencia de Cartuja. Las obras de Domingo Sánchez Mesa son la representación más valiosa de la escultura tallada en Granada en el último siglo.




 (Fotografía recogida de la web: pasión.mforos.com)

            Su acercamiento a la Semana Santa de Jaén tiene mucho que ver con la labor de recuperación del patrimonio cofrade jiennense tras la Guerra Civil. De esta forma fue como recibió el encargo de tallar a María Santísima de los Dolores para la cofradía de la Veracruz en 1948, obra subvencionada por la Guardia Civil, muy ligada a esta imagen. Dos años más tarde tallaría el Señor de la Veracruz tras la perdida en la Guerra Civil de la imagen del “Señor del Trueno”. La creación del Cristo de la Veracruz la realizó copiando fielmente el afamado Cristo de las Misericordias de Granada, de José de Mora. En la actualidad puede decirse del Cristo de la Expiración (Granada) es el Cristo más “desnudo” que se procesiona en la capital. Años más tarde, en 1956, tallaría con gran dulzura a María Santísima de la Estrella, “reina de la Alcantarilla”.Las tres obras que realizara en los años 50, y que en la actualidad procesionan en Jaén, son sin duda alguna de las más queridas por el pueblo jiennense, despertando un gran fervor entre los fieles de la capital. Sin dubitación, Domingo Sánchez Mesa supo conectar su arte con el mundo cofrade de nuestra capital de provincia.


           Su muerte, ocurrida en el año 1989, dejo un gran vacío en Granada. En definitiva, hablamos de un hombre que siguió su vocación para hacerse valedor de un puesto entre los mejores imagineros del s. XX y alumno aventajado de la llamada “Escuela Granadina”.


   
 

La cosa comienza por ser un encargo  en los años posteriores a la Guerra Civil del párroco de Arjonilla D. Luis Sotomayor García, hombre acaudalado, muy generoso con la gente necesitada en aquellos años de penuria económica y desprendido mecenas, que pidió a otro sacerdote D. Luis Ramírez Olivares, también abogado, poeta, y persona muy conocida e influyente, y refieren que bastante inteligente por ser número uno en oposiciones, que también ocupo el cargo de Administrador de los Servicios Benéficos de la Diputación de Granada.  Por ser natural de Arjonilla, residente en Granada, por su buena amistad, relación personal y por su conocimiento del mundo artístico granadino, reconocido en Granada  y conocedor del panorama artístico de aquellos tiempos, le pidió que encargase a un imaginero que conociese en Granada la imagen de una Virgen de la Soledad, que pudiese sustituir a la destrozada en los años de la Guerra Civil en Arjonilla, y este señor se encargo e hizo esta gestión ante uno de los escultores granadinos de más prestigio de aquellos años  40 o 50. 


  (Fichero recogido de la web: pasión.mforos.com)


 
D. Luis Sotomayor García, párroco de Arjonilla,  fue mecenas de esta imagen y de la "Purísima", otra imagen que sí quedo en Arjonilla, y que posee una capilla en la Iglesia Parroquial del mencionado pueblo. Esta imagen tiene grabada sobre la madera  un verso escrito por D. Luis Ramírez Olivares, el sacerdote poeta que realizó ambas gestiones ante el escultor D. Domingo Sánchez Mesa.  



    Concluida la bella imagen y mostrada al pueblo de Arjonilla, resultó que para la mayoría de habitantes del pueblo, a pesar de su belleza, no les recordaba a su antigua imagen de la Soledad destruida,  y por tanto, el párroco arjonillero se la ofreció al párroco de aquellos años en Higuera D. Rafael Muñoz Redondo, antiguo capellán militar antes de haber sido párroco del pueblo en la década de los 40 y 50. Muchos higuereños lo recuerdan yendo y viniendo de Higuera a Cazalilla a lomos de una burra, hasta 1953 que fue sustituido en la parroquia. Fue muy popular, y era llamado "Padre Antonio" por todos los paisanos de Lahiguera, debido a que era fraile capuchino y  adopto el nombre de Fray Antonio de Pozoblanco cuando entro en su orden religiosa (…fallecido en Madrid en fecha 26 de junio de 1978 a los 80 años de edad). El referido párroco de Higuera aceptó y parece que pagó la imagen;  dícese también en Higuera, …a cambio de garbanzos y de trigo. Esto, aunque hoy parezca algo extraño no lo es, dado que por aquellos años mucha de la tierra calma del término municipal se dedicaba al cultivo de los afamados garbanzos de La Higuera. Eso por una parte;  por la otra ha sido costumbre en antaño que cuando se acometía un proyecto colectivo, como fue la construcción del nuevo templo  "de abajo" (…el que hoy es el titular de la parroquia de “La Consolación”), iniciadas sus obras el 24 de junio de 1944, se tenía por costumbre por parte del párroco hacer una cuestación popular para sufragar una parte de los gastos. En este último caso, los propietarios cedían los kilos de aceituna que consideraban  adecuados según su capacidad económica y conciencia, como ayuda a la nueva construcción. Recuerdo también  la época en que se comenzaron a construir los llamados “ grupos escolares”, lo que hoy es el colegio “Santa Clara”, cómo muchas yuntas de mulos de todo el pueblo se turnaban para retirar tierra hasta desmontar una altura de casi tres metros de desnivel en el terreno.


Volviendo al imaginero y la Virgen de la Soledad, en lo referente a la localización de la firma o siglas del autor, en una ocasión pregunte al hijo de D. Domingo Sánchez, llamado también D. Domingo Sánchez- Mesa Martín, catedrático en la Facultad de Bellas Artes de Granada, si sabía en qué lugar prefería su padre dejar su firma como autor, pero no se precisó lugar exacto:  parece que no puede señalarse un lugar habitual. Se ha intentado localizar la firma, pero la imagen tallada que consta sólo de cabeza y manos sostenidas en un armazón de madera, no tiene ningún detalle de tal rúbrica. Se habla de que la firma del autor pudo ser eliminada en el trozo de madera que se le quito para hacerla menos pesada y más manejable en la célebre carrera de la Semana de Pasión, que cada año se celebraba, y se celebra, los Viernes de Pasión y Domingos de Gloria de cada Semana Santa de Higuera, … desde hace infinidad de años. No olvidemos que durante decenas de años se corría esta artística imagen, hasta que para sustituirla en " el paso o carrera" se adquirió la Virgen de los Dolores.



 (La V. de la Soledad en Semana Santa).


  (La V. de los Dolores en Semana Santa).

 Pedro Galán Galán.
En Lahiguera, a 18 de noviembre del 2011.



martes, 8 de noviembre de 2011

La cueva de Santa Clara

La cueva o galería de Santa Clara:

Siempre nos ha intrigado esta cueva, daba un poco de miedo, ¿qué sería? La recuerdo oscura, inaccesible, resguardada su entrada por un gran charco de agua. Había otra cueva algo retirada de esta posición, “La Bocamina”, lindando con el camino viejo de herradura de “Los Corrales”. También muy misteriosa; porque si una tenía una santa, o por lo menos nombre de santa, la otra tenía un duende: “El duende la Mina”, tan travieso que tiraba la carga de los mulos.
Ambas cuevas despertaban la fantasía de los niños, de muchos mayores, sobre todo la de Santa Clara. Se decía que habían entrado y tan profunda era que se volvieron para no perderse. Se decía que la hicieron los moros, que atravesaba la Atalaya, que llegaba hasta Granada. Se decía que era una antigua mina de metales preciosos. Veremos, quizá alguien se defraude, que ninguna de estas cosas que se decían eran correctas. Eran simples galerías escavadas para la captación de agua.


       Con el tiempo han ido apareciendo más cuevas, y con seguridad saldrán más si se sigue erosionando el terreno. Haciendo un recorrido, por la falda de la Atalaya, que parte de “La Bocamina”, la cueva que está más al sur, hasta “El Pozo Nuevo”, nos encontramos con las siguientes. La ya mencionada “Bocamina”, otra hay por encima de la fuente (grifos, abrevadero) de “La Mina”, llegamos a la de “Santa Clara” y, por último, había dos cuevas más junto a los grifos del Pozo Nuevo, cruzando la carretera.


Este tipo de excavaciones datan de época romana. Eran galerías, a veces kilométricas, para recolectar agua, algunas de ellas llegaban hasta las ciudades, como acueductos subterráneos. Muy estudiadas son las de Mérida, con pozos a lo largo de su recorrido para facilitar su mantenimiento, con el tiempo acababan cegándose. Estos pozos había veces que se tapaban con una losa, otros tenían un cerco a modo de brocal. También se utilizaban al construir el túnel, para realizarlo desde distintos tramos que se encontraban; agilizando así la construcción. Uno de estos pozos fue lo que se hundió hace pocos años en la cueva de Santa Clara, por ahí se pudo acceder ya que la entrada estaba tapada. Otro fue el reexcavado en el “Cerro la Mina”, muy cerca de la carretera, en los  años sesenta, por unos jóvenes a iniciativa privada.




Curiosamente todavía, y hace dos mil años que se hicieron estas galerías, estas cuevas de agua nuestras tienen una huerta. Bocamina con el “Huerto el Quiño, la Mina con el “Huerto la Mina", Santa Clara con la "huerta de Santa Clara". Y las dos últimas debieron también tener, quizá con mayor extensión, toda la zona de “El Beato” que es muy rica en agua.
         
De todas estas cuevas la más caudalosa fue la de Santa Clara, hay que tener en cuenta que era una época mucho más lluviosa que la actual. De ella se abastecía de agua la villa romana de “El Pozo Nuevo”, para eso se hizo. Dicho sea de paso un yacimiento que debió pertenecer a un personaje muy importante, dada su extensión y por los restos de cerámica de lujo que se encuentran. 




Más adelante aquel caudal sirvió de abrevadero hasta tiempos cercanos y conocidos.
En los libros de historia, cuando hablan de nuestro pueblo, se afirma que había dos ermitas. En 1768 D. Juan Antonio de Estrada en su libro “Población General de España”. En 1826 D. Sebastián de Miñano en su “Diccionario Geográfico Estadístico de España y Portugal”.   No dicen nombres pero con seguridad una era la de “El Santo”, otra la de Santa Clara.
Recuerdo a un anciano, ya octogenario, contaba que a una antepasada suya la engañó un hombre de Andújar y la dejó embarazada.
-“Ya no vio más, de día, las tejas del pueblo” -decía con orgullo y tristeza. -”Su padre no la dejó nunca salir. Sólo iba a oír misa a Santa Clara, una misa que había de madrugada”.
Por tanto, en Santa Clara se decía misa, por lo menos la que en pasados tiempos llamaban la de “reír del alba”. Si era un lugar de culto también debería haber una ermita.
Especulando con la historia, no sé de fuentes escritas, pero por lo ocurrido en otros lugares, Santa Clara entronca directamente con las leyendas ligadas a un nacimiento de agua. Veamos lo que pudo haber ocurrido. Vuelvo a decir especulando, sin afirmar nada.
Tras la floreciente etapa romana llega una pobre Edad Media (árabe) a nuestra tierra, los pocos restos arqueológicos así lo atestiguan, apenas hay población. Con el regreso de los cristianos llegan repobladores de Andújar. Hay un manantial de agua del que hay que aprovecharse. 

La Mesta era una poderosa organización de ganaderos. Atalaya, atalayuela, dehesa, cañada, cuarterones son topónimos de la misma. Estos nombres bien nos recuerdan lugares de nuestro campo. Hemos conocido el agua de Santa Clara que cruzaba el camino de Los Cuarterones, cuando se juntara con la del Arroyo las Cañas, se formaba un pequeño riachuelo de agua dulce apropiado para abrevar el ganado.
A veces, en la Historia, nos encontramos con un buscavidas dispuesto a dar testimonio de algún hecho milagroso, para sacar provecho. Y siempre los demás están ávidos por creérselo. Una vez aceptado el portentoso prodigio, alguien se queda con la propiedad del agua, con derecho a venderla, a pastores, al que quiera disfrutarla. Algo debió ocurrir, o decir que ocurrió, en aquella cueva, algo relacionado con la santa.
¿Por qué Santa Clara? Si seguimos descartando hechos milagrosos y nos basamos en cosas terrenales, tendremos en cuenta que Lahiguera se llamaba Higuera de Anduxar, es una aldea perteneciente a esta localidad. En Andújar había un convento de monjas de mucho prestigio, tanto que en este convento era donde pernoctaba la reina Isabel la Católica cuando estas tierras visitaba; le otorgó muchos privilegios. Precisamente era el convento de Santa Clara, situado en el lugar que ahora se conoce como “los Poyos de Santa Clara”.

Con la desamortización de Mendizábal los terrenos pasarían al poder de algún cacique, eran los únicos que podían comprar. El sentido religioso de la ermita se fue perdiendo, y por tanto la misma construcción, hasta desaparecer.
Hace años el antiguo propietario ganó un pleito al municipio mediante el cual tenía derecho a cegar el manantial, así lo hizo, nadie entendió las razones. El juicio lo ganó porque hubo dos personas, los ancianos de más edad del pueblo. Ambos confirmaron que en Santa Clara se vendía agua antiguamente, “a perrilla el cántaro y media perrilla el cantarillo”; por tanto el agua era de propiedad privada. 

Y siempre, cuando voy por la carretera de Villanueva, al pasar por Santa Clara, me viene el recuerdo de una mujer, a la que un hombre engañó, que tantas veces arrastró su pena por las noches oscuras de esta senda, todo por llevar el milagro de la vida dentro, un milagro verdadero  que todos repudiaban. Al reír el alba.


Lahiguera a 8 de noviembre del 2011.
Manuel Jiménez Barragán.
Tras esta aportación de Manuel, no quisiera concluir esta publicación sin exponer también mis recuerdos de cuando hace unos años, por iniciativa privada de algunos intrigados por estos secretos de las profundidades de nuestra tierra, descubrieron de nuevo la parte próxima a la entrada de la cueva.
 

Como otro más de los que siempre le han gustado todo este tipo de cosas por descubrir, por sacar a la luz en la actualidad, también estuve, en compañía de mi amigo Miguel y nuestras respectivas mujeres …alguna noche recuerdo que también nos acompañó Juan M. Mercado, explorando la galería. “Lástima” que por aquellos entonces no existieran estos teléfonos móviles que hoy en día nos permiten realizar fotografías por doquier. Aún no estoy seguro si llegamos a filmar algo de aquello con la cámara de video (…tendré que escarbar, como ya lo hicimos en la galería del agua, pero ahora entre las cintas guardadas hace años por si hubiera algún testimonio visual de lo que allí había: no cabe duda de que si lo encontrara lo publicaré).


Los comentarios que se escuchaban en “el pueblecillo” aquellos días eran aterradores: “…hay un montón de agua,…y hay zonas donde hacen falta las botellas de oxigeno para continuar por partes que se pasa cubriéndote la cabeza…”. Escuchar esto fue desalentador…eran los rumores que pasaban de boca en boca. Dada esta intriga…había que pasar a la acción y comprobar qué había ahí abajo; así que al anochecer, para no llamar la atención ni que nos la llamasen, nos dispusimos a bajar allá abajo “armados” con nuestras linternas. Pudimos comprobar que no era tan drástica la situación; fue más nuestra fascinación y admiración por lo que allí, años…muchos años atrás, se construyó con unos medios bastante rústicos y elementales; poder comprobar que sin tanta tecnología eran capaces de llenar de venas/galerías todo este cerro de la atalaya. El propósito de las mismas ya lo hemos leído en el documento de Manuel.


La cavidad era estrecha (…de unos 70cm a lo sumo). Su altura era variable: en algunos sitios podía llegar a medir unos 3 mts. Sí recuerdo que, a media altura, existían unas pequeñas cavidades en las paredes como para servir de apoyo para los pies: no sé si para poder andar por la misma librando el agua, o bien soportes para las lucernas que alumbraran durante la labor de excavación (…son suposiciones). Claro está que cuando se llegara a los túneles no les serviría de nada, …si fuera para caminar. Llamo túneles a las construcciones de mampostería y losas de piedra, que estaban realizadas allí donde se supone (…y doy por cierto)  estuvieron los pozos que sirvieron para extraer la tierra de la galería que iba siendo excavada. Con estos pozos evitaban el tener que portear la tierra (albero en este caso) a lo largo de todo el trayecto de la galería, que cuanto más ahondaban se iba haciendo mayor. Estos pozos se taponaron, pero no sin antes construir estos pequeños túneles que menciono, y que evitarían el hundimiento de la tierra de relleno de tales cilindros. No recuerdo exactamente qué distancia había entre túnel y túnel: posiblemente unos 30/35 mts. (he de reconocer que ahí dentro las distancias no se perciben lo mismo). El tercero de los túneles se encontraba hundido, posiblemente por lo que Manuel menciona en su escrito. También he de mencionar que no era muy aconsejable pasar a través de ellos si se padeciese claustrofobia (por algunas partes pasábamos realmente apretados, a gatas, y con el agua pegando a la barbilla). Estuvimos apartando piedras del mismo durante algunos días del fin de semana (en sus noches…claro está) con el fin de encontrar la cavidad a la otra parte de las mismas. La situación empezó a ponerse peligrosa cuando ya nos encontrábamos quitando piedras debajo de las que estaban encima de nosotros: existía la posibilidad de derrumbe. Aquí quedo “nuestra aventura”, dado que una noche que llegamos al siguiente fin de semana, ya nos encontramos la entrada taponada de nuevo, como años atrás había estado.


Posterior a todo esto que relato, parece ser que han habido varios intentos de dar con la galería desde la zona donde se calculaba el derrumbe. Dado el desnivel del terreno en el exterior, y que la galería iba en descenso hacia “El cerro de la atalaya”, no se llegó a dar ni por asomo ni tan siquiera con el pozo de extracción de tierra. Queda pues la incógnita de hasta dónde irá a parar realmente, …a qué zona del cerro de la atalaya llegará. Posiblemente algún día se nos otorgue satisfacer la curiosidad.


Me ocurre, que cada vez que paso por el lugar, me quedo mirando por si se hubiera abierto otra vez la oquedad. ¡…A lo mejor un día se me hace realidad!.

                  Juan José Mercado.


martes, 1 de noviembre de 2011

El "Templo de Arriba".

NuestroTemplo antiguo o "de arriba":

   Tenía en la cartera preparar alguna información sobre este mencionado edificio de nuestro pueblo. En esto se me ha anticipado, y en muy buena hora, otro amante de nuestra tierra de Jaén... "La tierra del Santo Reino". Se trata de Jesús Molina Gimeno, quien se añadió a los seguidores de este blog de Lahiguera, y al que he seguido admirablemente en el trabajo de su Blog: "Jaén desde mi atalaya". El enlace al mismo está puesto en el apartado "Enlaces de interés" del Blog de Lahiguera (aunque quizás no lo hayan detectado bastantes visitantes del mismo).
   En los inicios de este Blog (de Lahiguera) nos pusimos en contacto (...como ya he referido antes) y ya me comentó que estaba preparando una documentación sobre nuestro pueblo. Tampoco me concretó de qué se trataba exactamente. Ahora sí, después de algunos meses, he podido deleitarme con la publicación que hace tan sólo unos días hizo en "Jaén desde mi atalaya".

   Tras haber pedido el respectivo permiso, y porque el que escribe estas palabras no lo hubiera hecho mejor que él, insertaré en esta publicación el enlace a su documento; supongo que de no hacerlo habría muchos visitantes que se les pasara la opción de ver esta interesante información sobre otro de los patrimonios de nuestro pueblo. Así que sin más, y agradeciendo de nuevo esta aportación a Jesús, paso a indicar tal enlace (espero lo disfrutéis):






Lahiguera a 1/noviembre/2011.-